La novillada ceretana será el día de San Fermín y la antigüedad oficial de la vacada es de un día antes. Pero hay un misterio acerca de si la fecha es correcta. Lo dejamos para el final ya que esa disquisición es sólo para los muy cafeteros.
Cuando estuvimos el año pasado en la finca ya les enseñábamos algunos erales que esta temporada iban a cuajar en novillos imponentes. Los de la ADAC estuvieron al quite y reservaron un encierro que les vamos a enseñar para abrir boca.
Miren cómo lucia el verde tras un invierno muy bonancible y unas lluvias perfectas y abundantes:
Bueno, y miren también al novillo, que para eso estamos. Es entrepelado, lucero y carinevado:
Este de abajo de momento se ha quedado atrás porque se está recuperando de una pelea en que sus hermanos le dieron cera. Es lucero, caribello y gargantillo:
El primero que veían es el 27, un novillo rebarbo, negro mate, lucero, bragado, meano corrido, axiblanco, girón y pialbo:
Éste parece que se burla del fotógrafo. Se llama Gitano:
Las arboladuras no son moco de pavo, ¿eh? El tal Gitano es negro berrendo, calzón, también pialbo y rebarbo:
Antes de que nos pregunten qué es eso de pialbo, vayan a esta entrada y lean los comentarios.
El siguiente es el 29, un berrendo en negro, coletero, alunarado, careto y casi capuchino:
Los leyentes más fieles saben que mantenemos una cruzada para que se utilice debidamente el calificativo de coletero. Viene de cuello, del latín collum, y no de cola. Si el vocablo hubiese derivado en cuelletero, que no existe, no habría confusión pero al no ser así, lo de coletero se usa para colas blancas y eso es incorrecto. Lo contábamos aquí.
Una manchita más bien leve sería gargantillo como vimos más arriba. Ésta es más grande y corresponde a coletero. Ahora se ve perfectamente en su colosal badana:
Hay que ver con qué zarandajas les mareamos, esperemos que nos disculpen. ¿Se han fijado en la manchita del hocico?
Es que el 35 tiene otra muy curiosa casi redonda en el mismo sitio que lo haría bociblanco. Es parecido al anterior, berrendo en negro, careto, coletero, alunarado y con algo llamativo en el rabo:
Ese rabo es una mezcla de rabicano por abajo y rabinegro por arriba. Lo de rabinegro no consta en los accidentales oficiales pero lo hemos acuñado nosotros porque de alguna forma habrá que denominar un rabo negro en un berrendo con tanto blanco:
Aquí nos encontramos a uno husmeando cerca de la valla:
Ahora levanta la cara y los pitones se hacen más ofensivos. Es el 36:
Lo veíamos antes cuando les hablábamos de lo verde que estaba el campo. Es un negro entrepelado, nevado, bragado, meano corrido, axiblanco y calzado de pies:
Su hermano es el 47, un negro, lucero, bragado, meano corrido y no se ve si es patialbo, a ver en la otra foto:
Efectivamente, lo es, además de rabicano, ahí lo tienen. Largo como un San Balandrán y muy serio aun teniendo menos cara que algún otro de los que han visto:
Los novilleros serán el conquense Mario Arruza de quien no descarten que se vaya a porta gayola en Céret aunque lo que debería corregir es lo de cruzar al entrar a matar. El segundo es el salmantino Jesús de la Calzada, cuyo tío reside en Barcelona y es habitual de este coso. Con su hijo en la arena pasará muchos más nervios que hasta ahora. El tercero es el gaditano Andrades, a quien habremos visto en San Agustín del Guadalix matando uno de Isaías y otro de Raso de Portillo. Matará en dos tardes más encastes diferentes que nuestras queridas figuras en toda una temporada.
Como decíamos al principio, se lidiarán al día siguiente del centésimo aniversario de la antigüedad de la vacada, a la que se rendirá homenaje por ello antes de empezar el festejo. En estas cosas donde se junta la tradición con la liturgia, la ADAC siempre está al quite.
Ya saben que el mezclador original de vacas veragüeñas con un semental de Santa Coloma fue José Vega (salvo que alguien nos rectifique, aquel semental se llamaba Cuchareto). El hierro inicial de la V no era de Vega sino del ganadero de manso Primitivo Vacas, recuerden esta entrada de la serie que dedicábamos a los patasblancas. En aquella época no te podías dibujar tú el hierro y había que comprar uno porque Vega no tenía.
A los cuatro años venderá todo a los hermanos Villar, de Zamora. Victorio liquidará su mitad en 1923 al señor Encinas y de éste pasará a la familia Galache. El otro, Francisco, es el que nos interesa porque aguantará más su otra mitad y es precisamente ella la que da antigüedad a Barcial y a otros hierros que se derivaron. Miren el cartel del festejo que protagoniza ese centésimo cumpleaños que celebraremos en Céret:
El año anterior la Asociación de la Prensa había instaurado el premio de la oreja de oro por votación popular, que se había llevado Nicanor. Aquí no pudo repetir y se la adjudicó el trianero Maera junto a una para cada ganadero porque gustaron mucho sendos ejemplares.
Francisco Villar decidió cambiar y comprar ganado de Vicente Martínez, bastante comercial en la época. Vendió su vacada al millonario de Terrubias Arturo Sánchez Cobaleda, el bisabuelo de Jesús Cobaleda, actual propietario. Los lectores del partido gallináceo igual se soliviantan con lo que hemos dicho de Martínez pero la célebre encerrona de Gallito con los seis toros de esa ganadería fue el equivalente a que El Juli el año pasado se hubiera encerrado en Madrid con seis juampedros.
Vamos con el misterio. La corrida que da antigüedad a Barcial es del 5 de julio de 1924 y parece ser que luego se cambió a la oficial actualmente que es del 6 de julio, ignoramos por qué. Observen que en el árbol anterior pone la que tendría que ser. La comparte con Castillejo de Huebra, de otra rama de la misma familia Cobaleda, que ahora son murubes.
La divisa morada y roja original con el hierro de los hermanos Villar fue a parar a esta otra rama y sirvió para herrar lo que eran patasblancas de Sánchez-Cobaleda. Pero héteme aquí que su antigüedad no es ni del 5 ni del 6 de julio sino del 8 de junio de 1924.
Resulta que aquel día se anunciaron tres de Terrones y tres de Encinas y los torearon Valencia II, Pablo Lalanda y Fuentes Bejarano (esa misma tarde moría el novillero Manole en Almería). Bejarano tomaba la alternativa, hablábamos de él aquí. Cuando paseaba por Sevilla con su sombrero y su capa española, siempre olía a torero y algunas veces... a manzanilla. Otro de los cuatro hierros que tiene la familia de don José Manuel y doña Pilar es el de Terrubias, que usaban para sus santacolomas y que también tiene antigüedad de 8 de junio de 1924. Éste es el original de los patasblancas de los Villar, elegantísimo:
Para acabar de liarla, aparece en el Cossío que la corrida con los toros de Francisco Villar en la que triunfó Maera fue ¡el 11 de julio! Creemos que debe de tratarse de un error. También pueden recordar esta entrada sobre la ganadería y no dejen de leer los comentarios:
La continuación de la historia a partir de don Arturo Sánchez Cobaleda es que a su muerte en 1942 se anunciaron sus toros a nombre de sus herederos y en 1950 es cuando se divide entre los cinco hijos, siendo Jesús el que debuta en Madrid con toros el 16 de mayo de 1953 y cuyos animales son los antepasados directos de los que se lidiarán en Céret. Aquel encierro lo mataron Rafael Ortega, que sustituyó a Ordóñez, Jumillano y Pedrés. Quiere ello decir que esta vacada que veremos en Francia ha sido propiedad de Arturo, Jesús, Arturo y Jesús.
Relean esta entrada donde en aquella misma serie sobre los patasblancas hablábamos de estos luceritos, como los denominaba Joaquín Vidal.
Volviendo a la novillada de Céret, tengan en cuenta que faltan tres meses y medio para que salten al ruedo ceretano y que en Salamanca es cuando los toros pegan el estirón. Si les han impuesto respeto, ni les contamos lo que será estar delante de ellos con el cuajo y los kilos que habrán cogido para entonces:
Allí nos encontraremos, Dios queriendo, y por aquí se lo contaremos.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Esperen, no se vayan porque hemos puesto aquí abajo fotos de dos barciales para que comparen las hechuras. Les separan más de sesenta años. Una es de 1957 y la otra, de la concurso de Cenicientos en 2021: