sábado, 30 de septiembre de 2017

A VER SI AL FINAL CUVILLO ENTRARÁ EN LA LISTA NEGRA DE LOS TOREROS

Los toros de Núñez del Cuvillo están pasando al último tercio tras un trámite en varas. La consecuencia es que se vienen arriba en banderillas y demuestran temperamento en la muleta, con nobleza y fijeza, eso sí, pero con un picante que está muy cerca de la casta.

El titular viene a cuento porque Talavante fue herido por 'Nenito' en san Isidro. Ayer, Ureña fue volteado por su segundo y Adame casi sufre un serio percance en el cuello también en su segundo. Los tres incidentes han sido culpa clara de los toreros, pero eso a pocos importa. El problema para el ganadero hubiera sido asociar el nombre de su hierro a tres cogidas que podrían haber sido muy graves.

La de Talavante ya la analizamos en su momento (pulsen aquí). La de Adame es culpa suya porque se pone de rodillas de inicio ante un toro que venía rebrincado. En el segundo pase le pega un gañafón que no le coge el cuello de milagro. El diestro se pone de pie como movido por un resorte después de ese alarde no de valor sino de temeridad. Éste es el instante (todas las fotos en que no indicamos nada son de Julián López):



Recordemos que no tiene nada que ver la valentía con la temeridad, lo razonábamos aquí.

Ureña sufre una fea voltereta también por su culpa en su segundo. Pueden ver la secuencia en el 2'14'' de este vídeo. Le da un pase de pecho con los pies juntos:



De vuelta, intenta ligar con un natural sin enmendarse citando mal. Se ha quedado en el terreno del toro, observen:



Lógicamente, el toro no puede por menos que engancharle la pierna derecha:



Y lo termina volteando de manera muy fea pero sin consecuencias graves:



Ya que estamos, algo similar le pasó a Román el día anterior (pulsen aquí a partir del 1'22''). Ahí lo tienen: acaba de dar un derechazo y se cambia la muleta de mano por la espalda quedándose en el terreno del toro:



Lógicamente, el cite es fatal y, al estar en el terreno del toro, éste se va a por él y no mira el trapo:



El pitón roza al abdomen y Román tiene bastante suerte de llevarse sólo magulladuras:



Aquí se ve que el toro lo ha encunado sin hacer carne:



Lo dicho, culpa de los tres diestros al confiarse con toros que han pasado de puntillas por el caballo y que luego se vienen arriba. Con esos toros ¿no estaremos a medio camino entre lo que pedimos nosotros y lo que nos ofrecen los ganaderos? Nos explicaremos pero los partidarios de la fiereza no hace falta que sigan leyendo porque vamos a discutir de otra cosa. Y, para entendernos, hablaremos de ganaderías duras y ganaderías comerciales.

Las ganaderías duras no buscan en teoría el toro colaborador sino el encastado. Por eso, les pegan a conciencia en el caballo y luego en la muleta su juego es regular o directamente malo. Las ganaderías comerciales buscan la colaboración del toro y en la muleta la mayoría de las veces su juego termina siendo tan penoso que el torero parece un domador de circo (recuerden aquí).

Pero sucede a veces que el toro de la ganadería comercial pasa sin picar, se viene arriba y embiste encastado en la muleta. Ha sido el caso de los cuvillos de Talavante en san Isidro, el segundo de Ureña ayer o el mejor de la corrida, el primero de Adame. En esos casos, nos quedamos sin las varas pero en el último tercio el toro embiste con codicia y temperamento. 

Eso va en la línea de la idea moderna de los ganaderos 'comerciales': la bravura del toro se ve en la muleta, cuando dobla la cerviz y se crece doblándola aún más cuando el torero lo sigue obligando. Se crece al humillar y no en el caballo. El mismo Álvaro Núñez lo afirma sin ambajes:

"La bravura es crecerse al castigo. Ahora bien, ¿qué es lo que más castiga al toro? La muleta. No hay mayor castigo para un toro que la sumisión, que le obliguen en la muleta sometiéndole".

Ya saben que nosotros no estamos de acuerdo y nos moriremos midiendo la bravura del toro en el caballo. El auténtico castigo es la puya siempre que se realice bien la suerte, claro. Por eso, nuestra duda es ¿cómo embestirían en el último tercio los toros de las ganaderías duras si pasasen con los picotazos de las comerciales?

A eso no se arriesgan los diestros porque el fondo de casta que atesoran podría aflorar al venirse arriba el toro por el castigo insuficiente. El maestro quedaría claramente en evidencia. Pero ojo porque uno de Cuvillo que pase sin picar como los citados, puede dejar también con el trasero al aire a más de uno.

Otra pregunta: ¿qué hubieran hecho figuras como Tomás o El Juli con cuvillos codiciosos como éstos? No nos cabe duda de que los hubieran encauzado en la muleta y habrían canalizado ese temperamento incluso llegando a convertir en pastueño un toro como ese primero de Adame:



Bueno, y Ureña ¿qué? En el haber, su entrega, su valor, su buena colocación en algunos pases -no todos- y el rematarlos bien -tampoco todos-. Precisamente aquí remata bien este natural a pies juntos:



El problema es que es imposible dar la misma hondura a un pase a pies juntos que cuando se carga la suerte. Corrochano debió de estar ayer en el tendido de Las Ventas sin que nadie lo detectara porque lean lo que escribe:



Ureña va siempre demasiado forzado para nuestro gusto, como crispado. Debería tranquilizarse. Y tiene un vicio que nos desagrada. Consiste en sacar la tripa al paso del toro componiendo una figura muy poco natural:



En el debe, dos estocadas donde se quedó en la cara de manera lamentable. El mismo error en ambas, la primera:



Y la segunda:



Su valor hace que termine enterrando el estoque pero casi le cuestan un serio disgusto, las pueden ver en el 1'04'' y en el 2'32'' pulsando aquí.

No ha leído a Rafael Ortega: 

"si te quedas en la cara al entrar a matar es cuando te cogen los toros". 

Ureña debe corregir esto porque tendrá una cogida grave. Por lo menos, ha corregido bastante el vicio de aliviarse tirando la muleta (como la tiró Román con el de Fuente Ymbro y pasó las de Caín cuando el animal hizo hilo con él por media plaza).  

Insistimos, ¿seguro que ninguno de los presentes vio a Corrochano en el tendido? Es que seguimos leyendo lo que dice y ya me dirán ustedes:



Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa. 

(No les dejamos con la duda: los textos de don Gregorio son de junio de 1928).

martes, 26 de septiembre de 2017

¿DÓNDE ESTÁ LA AFICIÓN DE MADRID?

ECHAMOS EL CERROJO ¿O QUÉ?

Nuestra teoría ya la conocen: en Madrid no hay afición a los toros o, si la hay, es irrelevante. Que quede claro que nos referimos a la cantidad no a la calidad.

La empresa de Madrid tuvo la buena idea de organizar tres desafíos ganaderos en septiembre. Han sido ganaderías en teoría duras y toreros dispuestos a lucir los toros y a intentar torear con honradez. Hay ganaderos que no están de acuerdo con esta idea y quieren corridas de seis toros pero a nosotros nos parece muy bien lo de tres y tres como ya decíamos en Castellón hace más de cuatro años (pulsar aquí para ver la entrada con que inaugurábamos nuestro modesto blog).

En cada uno de los dos primeros desafíos la entrada no llegó a las siete mil personas. En el del último subió un poco, quizás al reclamo de Escolar, vaya usted a saber. Acudieron unas nueve mil personas. En tres corridas, un total de veintidós mil espectadores para una ciudad de 3,2 millones de habitantes dentro de una Comunidad Autónoma que pasa de seis millones. Observen el tendido en la de Saltillo-Fraile:



Para que se hagan una idea, la media de asistencia al campo de Vallecas para ver al Rayo la temporada pasada fue de ocho mil doscientas cuarenta y una personas. En tres partidos del Rayo acuden veinticinco mil personas. Está claro ¿no? En Madrid, el Rayo Vallecano mueve más afición que los toros.


Insistimos en que no hablamos de calidad sino de cantidad. En calidad, estaban los cabales, muchos de ellos venidos de la periferia de Madrid y de otros lugares de España. Pero descuenten a los turistas y ¿cuántos quedan?

Luego resultó que se vieron cosas de bastante interés, más que en muchas tardes plúmbeas de san Isidro. De momento, cinco toros de dieciocho fueron aplaudidos en el arrastre, lo cual no está mal. Uno de ellos, este 'Asustado' de Palha:



Además no hubo quejas respecto al trapío, cuestión polémica en más de una tarde isidril. Éste de Ana Romero fue aplaudido de salida y en el arrastre, se llamaba 'Cateto':



Por cierto, copiamos lo que decía Corrochano:
Está escrito en 1925. De esos años es esta foto de un torero que ha pasado a la historia por sus espantadas y que, como repetía el mismo Corrochano, es quien acercó la distancia entre el toro y el diestro. Él y no Belmonte:



'El Gallo' fue acusado siempre de medroso y supersticioso. Pues les recordaremos que volvía de viaje de Perú y le llamaron para la de Miura en Madrid. Se apuntó y la toreó sabiendo que tendría que hacer el paseíllo desmonterado porque era justo el día del aniversario de la muerte de su hermano ¿Qué me dicen?

Esto de abajo, también de Corrochano, vendría bien para aplicarlo a alguna corrida del pasado san Isidro, con toros claramente engordados para la ocasión:



Está escrito unos días después de que se tomase esta foto en la Puerta del Sol:



Es 1920. En ese carruaje van los restos mortales de Joselito.

Volviendo a los desafíos madrileños, hubo buena disposición de los toreros, aplausos para varios picadores, corte de alguna oreja y también alguna vuelta al ruedo. Sumemos a ello el interés por poner los toros bien en suerte al caballo:


FOTO:  Julián López

Aunque no nos cansaremos de decir que la distancia tiene que ser progresiva. Se ha descuidado tanto el primer tercio que, cuando se deciden a lucir el toro, se pasan de rosca (lo mismo ocurre en Francia, que conste).

Pero lo importante es que se han visto toros decentes, varios derribos y comportamientos muy interesantes como el de este 'Gallito' de Saltillo (cuando por fin lo agarró Gustavo Martos, le pegó un puyazo trasero que vale por tres ante el tremendo arreón del toro, pulsen aquí al principio del vídeo):




Desde blogs como el nuestro mantenemos una cruzada por otorgar seriedad a las corridas, sobre todo velando por el toro y por el primer tercio. Algunos taurinos se están subiendo al carro de manera sorprendente. Lean lo que dice Molés, que ha descubierto este verano en Francia el primer tercio:

"Claro que todavía se podrían hacer más cosas en una feria como la de Albacete. Sobre todo una: recuperar la belleza y autenticidad del tercio de varas. En lugar de un solo puyazo, como está autorizado, generalmente antiestético, un mínimo de dos o tres entradas y respuestas no agresivas y picarlo según necesite el toro. Pero poniendo equilibrio para que el toro no parezca, y no sea, la víctima de ese encontronazo con petos y caballos". 

Y aquí, lo que escribe Villasuso, harto de tanta mojiganga:

"He presenciado presencia de toros en ciertas plazas, y algunas con la tele de por medio, que me han dado vergüenza. Toros que han sido hasta de bravura excelente y a los que los toreros le han hecho de todo y más, pero sin un gramo de emoción. Yo espero que esos mismos toreros manden al carajo a quienes les “cuidan” tanto, porque cuidarlos es otra cosa. Cuidarlos es no faltar al respeto a sus innegables capacidades toreras. Cuidarlos es no devaluar esas cualidades excelentes, sino tratar de potenciarlas. Y eso pasa con un toro digno, en tipo, con su cuajo, su cara para adelante, sus manos cortas. Y que no me vengan ahora a decir que ese toro no existe.

"Existe pero se muere en las componendas y en el amiguismo y en ese más de lo mismo de un lobby enfermizo que puede estallarnos en las manos. Ver a figurones del toreo con un cuatreño cuyo trapío es de novillada sin caballos en muchos lugares, es colocar al toreo en el abismo. E, insisto, faltar al respeto a todos pero, primero, a la figura que se pone delante".


¡Bienvenidos al club!

En conclusión, resulta que la empresa de Madrid tiene a bien organizar tres corridas que se parecen bastante a las que habría organizado quien esto firma y también muchos de quienes esto leen y al final, ya lo han visto, los tendidos medio vacíos. En Madrid...

Lo dicho: echamos el cerrojo ¿o qué?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



miércoles, 20 de septiembre de 2017

LA MEJOR ESTOCADA DE LA TEMPORADA

JUAN BAUTISTA, RECIBIENDO A TODA LEY

Fenomenal estocada de Juan Bautista en Nimes el otro día. De lo mejor que hemos visto esta temporada. Realizó la suerte recibiendo 'a toda ley', como decían las crónicas antiguas. Algunos podrán discutir algún detalle pero creemos que, en conjunto, es una estocada memorable que habría dejado contentos a Guerrita, a Domínguez o al Chiclanero. 

Analizaremos cómo la llevó a cabo y aprovecharemos para recoger testimonios del siglo XIX sobre la forma de matar recibiendo.


FOTO: Isabelle Dupin

Hubo unos años en que el único que mataba recibiendo y muy de vez en cuando era Esplá. Afortunadamente, hoy tenemos a Bautista, Manzanares y un López Simón que recetó una buenísima justo hace dos años en Madrid (pulsen aquí). Fíjense en este texto de Sánchez de Neira donde se queja de que los diestros ya no maten recibiendo:



El texto es de 1896 ¿Por qué no se hace? Por dos motivos. El primero es que estamos ante la suerte más arriesgada del toreo. Hay que mantenerse quieto después de haber cedido la inciativa al toro y sabiendo que le perderemos la cara. El segundo es que cualquier alivio se nota en seguida, todo lo contrario que cuando arrancas hacia el toro. De hecho, hoy vemos toreros que se alivian cuando arrancan hacia él con el brazo estirado para clavar antes de llegar a jurisdicción, le tapan la cara con un telonazo, se salen de la suerte o se quedan en la cara clavando siempre atravesado. Nadie se queja  mientras se entierre el estoque en la carne.

Para nosotros, Bautista es el que realiza la suerte de recibir con más pureza. Pueden ver la secuencia de la estocada en este vídeo a partir del 4'30''. De entrada, no se coloca tan lejos como Manzanares o Esplá:



Se decía que la distancia correcta sería aquélla en que el vuelo de la muleta tocase el hocico del toro en el momento de citar. O sea, un poco más cerca que Bautista según la foto anterior. En la revista 'La Lidia' de 1889, el señor Vela-Hidalgo dice que no hay regla fija sobre la distancia:



Pero nosotros estamos con Rafael Ortega y con Pepe Bienvenida: no más allá de dos metros porque, si es más, el toro no viene toreado y en la suerte de matar, también hay que torear. Observen a Manzanares perfilándose para recibir:  



Si vas a recibir, se autoriza a que te perfiles frente al pitón derecho y no frente al testuz porque se debería intentar matener la quietud hasta el último momento y la única forma de hacerlo es colocándose un poco fuera de la suerte. Da la impresión por las sombras de que Bautista lo hace así. Lo decían Pepe-Hillo, Guerrita y aquí lo comenta Manuel Domínguez en una carta que escribió a 'El Toreo' en 1875, lean:



Bautista adelanta la pierna izquierda y echa la muleta al morro del toro con el estaquillador apuntando al suelo:



Observen que Bautista mantiene el brazo donde tiene que ser, sin alargarlo para darse ventaja. El toro ha humillado adecuadamente:



Llega el toro a jurisdicción y Bautista sigue sin alargar el brazo manteniéndolo en su ubicación correcta, 'delante del medio pecho' (Paquiro) o 'delante del pecho' (Guerrita), como debe ser en cualquier tipo de estocada:



José Cortés, en su 'Tratado teórico-práctico de la Tauromaquia' dice lo mismo en 1895:



¿Qué dirían estos toreros y teóricos antiguos si viesen al noventa por ciento de toreros y novilleros actuales alargando el brazo no para matar el toro sino para asesinarlo? 



Hay un detalle que Rafael Ortega discutiría. Bautista ha citado con la pierna izquierda como hemos visto siguiendo lo que dicen todos (Chiclanero, Guerrita, Ortega...). Pero no la ha vuelto a su posición original cuando el toro se viene. Sobre esto hay discusiones: unos piensan que hay que devolverla y otros que no pasa nada por dejarla adelantada siempre que no te muevas hasta el final de la suerte:



Domínguez, en la citada carta, dice que la clave es mantener los pies quietos cuando se viene el toro, no habla de volver a la posición original, en contra de lo que afirman José Cortés en el texto anterior, Pepe Bienvenida o Rafael Ortega:



Seguimos con Bautista porque ha hecho la cruz perfectamente y sale por el costillar sin quedarse en la cara: 



La colocación de la estocada, cuando se lleva a cabo con tanta pureza, no es muy relevante para nosotros a no ser que caiga muy caída o baja. Pero es que la de Bautista ha caído muy correcta:



Dado que el diestro no tira la muleta para aliviarse, como hacen muchos toreros y novilleros actuales, se la cambia de mano y puede burlar la última embestida del toro: 



Observen que la espada está en todo lo alto, quizás tan sólo un pelín pasada:


FOTO: Isabelle Dupin

Gran honor para un toro que te maten así y no que te asesinen de manera zafia y tramposa como vemos cada tarde. No sabemos si ustedes estarán de acuerdo con nosotros pero esta estocada vale una oreja por sí sola. 

Hay suertes en el toreo que son difíciles de explicar pero relativamente fáciles de hacer (la lopecina, por ejemplo). Sin embargo, hay otras que son fáciles de explicar pero muy difíciles de ejecutar y una de ellas es la suerte de matar recibiendo que, además, es la más arriesgada.

Esplá decía que los tratados antiguos de tauromaquia presentan redacciones ambiguas cuando no directamente contradictorias y que han confundido al aficionado por plantear cosas a veces irrealizables. En este caso, discrepamos con el maestro alicantino porque ya hemos visto que Bautista ha realizado perfectamente lo que se decía sobre la suerte de recibir en el siglo XIX , con la salvedad ya apuntada de que la pierna izquierda no regresa a su sitio.

Para terminar comparen una lámina de 1894 con la foto de la estocada de Bautista:


Cromolitografía de Francisco Boronat según dibujo de Perea 

FOTO: Isabelle Dupin

¿Qué les parece? A nosotros, una maravilla. Ya ven: plaza de Nimes, un toro de Cuvillo terciado y colaborador, corrida matinal y, de pronto, brilla un fucilazo de toreo auténtico en la suerte más difícil. 

Donde menos se piensa, salta la liebre...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.




sábado, 16 de septiembre de 2017

EL JULI AL FINAL SE ENFADARÁ CON GARCIGRANDE

O debería enfadarse consigo mismo porque conoce esa ganadería casi mejor que los propietarios. Lo decimos porque hace un par de días se le escapó en el sorteo de Salamanca el mejor toro de la corrida, 'Ingrato'. Pero es que justo hace un año también se le escapaba este excelente 'Higuero'



Se acordarán de que fue indultado pero lamentablemente murió en el campo pocos meses después. Y recordarán también que fue injustamente ninguneado por todos los portales 'toristas' dado el hierro que llevaba (pulsen  porque lo comentábamos aquí). Ambos ejemplares acabaron en las manos de Juan del Álamo, a quien parece que el 14 de septiembre le toca siempre el gordo de la lotería en su tierra para desgracia de El Juli:


FOTO: Javier Cuesta

De hecho, el propio Juli reconoce que ha tentado todos los sementales de Garcigrande en los últimos diez años. Sepan que la ganadería tiene actualmente sesenta y ocho sementales con el hierro invertido del vizconde y siete con el hierro que compraron a Clairac (las vacas rondan las setecientas cincuenta, piensen que hay veces que tientan de noche).

Pues no nos extrañaría que El Juli en la barrera se mordiera los puños el año pasado viendo a 'Higuero' y se los volviera a morder el otro día viendo a 'Ingrato'. Seguro que en la foto le está diciendo a Del Álamo que va a ser la última vez que se lleva él los mejores toros de 'su' ganadería:


FOTO: Javier Cuesta

No obstante, López salió a hombros tras cortar las dos orejas a su segundo, el más justito de trapío de la corrida. Hubo un sainete en banderillas pero El Juli no se descompuso y lo toreó a placer, miren a partir del 4'16'' en este vídeo. Vean que no embiste al paso precisamente:


FOTO: De la Peña

En la foto se aprecia el 'muñecazo' con que El Juli despide la embestida del toro para volver a colocarse al hilo e ir ligando de una manera que no nos convence en absoluto. En el vídeo se aprecia en cada pase.


Independientemente de que no nos guste su forma de torear, debe reconocerse que tira del toro con maestría. Eso no es fácil. Comparen lo que hace a partir del 4'21'' y vean que Roca no consigue salir airoso con el sexto a partir del 9'00''. 

El toro de El Juli se le despista al final de algunas tandas, como corresponde a su condición comercial. Fíjense en el 9'50'' cómo el diestro llega a pegarle una palmada en el cuadril para que se dé la vuelta y no lo desprecie de manera tan desairada:



Las dos estocadas son horribles, tapando la cara del toro, saltando y clavando a capón. La mano va por encima de la cabeza (y ambas se fueron un palmo traseras):



Lo mejor de Roca es un vistoso quite a su primero. La verdad es que se agradece su variedad con el capote:


FOTO: Javier Cuesta

El gordo de la lotería, como decíamos antes, fue para Del Álamo. Lo que hizo el diestro fue lo mismo que el año pasado: ponerse al lado de ese vendaval de embestidas sin poder canalizarlas ni encauzarlas. A partir del 7'17'' se ve que el toro es un gato no por el tamaño (pesó 550 kilos) sino por su embestida felina revolviéndose con codicia buscando el trapo:



La tanda que se ve a partir del 7'31'' es espectacular porque hay pases que no son ni medio pase, son un cuarto de pase porque el toro ya ha pasado antes de que Del Álamo se entere de lo que ocurre. Mírenlo y entenderán lo que decíamos de El Juli lamentando que ese animal no hubiera sido para él.

En los portales nos venden como 'estoconazo' lo que es una estocada muy trasera ejecutada a excesiva velocidad (7'46''):


FOTO: Isma Sánchez

Leemos por ahí que el toro es castaño (?). Es colorado ojo de perdiz, bragado, meano, bociblanco y ligeramente chorreado en verdugo:


¿Qué les parecen esas embestidas que han visto? A nosotros nos parece que cualquiera de los ganaderos toristas que tenemos en mente se daría con un canto en los dientes si un toro les embistiera en la muleta como ese 'Ingrato'. 

No obstante, a ver si alguno de ustedes nos aclara qué quieren decir los tres protagonistas de esta ganadería cuando afirman lo siguiente:

- Domingo Hernández: 'me gusta que mis toros empujen p'alante'.

- Justo Hernández: 'busco un toro que empuje para afuera en la muleta'.

- El Juli: 'me gusta la embestida de los garcigrandes porque empujan para abajo'

Ya saben que estos conceptos de la tauromaquia posmoderna no terminamos de entenderlos pero es que con esas formas de empujar nos hacemos un lío, la verdad. Por lo menos, los tres coinciden en que el que tiene que empujar es el toro ya que en la entrada anterior leyeron que alguno atribuía a Ponce el mérito de 'empujar la embestida' del animal de Luis Algarra.

Las frases las hemos recordado de este volumen, que es una auténtica biblia del toro posmoderno.

Lo dicho, a ver si los Hernández aciertan más y hacen que toros como los dos citados le toquen a El Juli, no vaya a ser que se les enfade. De hecho, el padre lo tiene claro: 'el toro nuestro que embiste demasiado es poca cosa para él'.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.