sábado, 26 de noviembre de 2022

UN TORO DE PALLARÉS EN MÁLAGA

Como no vivimos de esto, no seguimos la actualidad taurina al dedillo. Afortunadamente un buen amigo del blog nos avisó en su momento de que localizáramos un toro de la ganadería de Pallarés que había sido lidiado por Ángel Téllez en Málaga. Así lo hicimos y al comprobar que el animal tenía mucho interés, compartiremos nuestras impresiones con ustedes. Éste es el enlace, la lidia comienza en el 54''. Pueden verla ahora y leer después o al revés.

El toro llevaba el número 88, era de noviembre de 2017 y pesó 523 kilos. Bajito y con muy bonita lámina: 



Se llamaba Decantado y era negro zaíno y cornidelantero:



Excelente recibo capotero de Téllez, que se presentaba en Al-Andalus. El toro se le frena y el diestro tiene la capacidad de pensar en su cara para olvidarse de florituras y bajarle la mano llevándolo bien sometido hasta recortar en el platillo. Atención a ese pitón izquierdo porque a tiro de escopeta se veía que era buenísimo:



Toma un primer puyazo de bravísimo, empujando con fe y sin afligirse ante el caballo. El picador barrena y recarga con sevicia mientras el toro no se da por enterado y sigue empujando con bravura. 



Llega a romanear bajo los cuartos traseros. Sobra como decíamos la recargada del picador, que nos hace daño sólo de verla. Ahí hay que mantener el brazo quieto apretando cuando el toro apriete pero sin barrenar. 



El santacoloma se viene arriba y propina un buen batacazo. Se queda encelado en el caballo derribado y hay que colearlo.



En el segundo, el picador, Carlos Prieto salvo error, se confía al señalar y el toro lo coge por el pecho:



Y vuelve a tirar a caballo y caballero. Ustedes que siguen la actualidad con mucho más interés que nosotros nos podrán informar de si ha habido más toros que hayan derribado dos veces esta temporada:



El tordo queda patas arriba y los monosabios tienen que darle la vuelta completa para poder levantarlo. No hay un tercer puyazo donde podrían haberlo puesto de largo simplemente para señalar. ¿Ustedes creen que eso hubiera supuesto quince pases menos en la muleta?

Navazo se pasa de listo pareando fuera de cacho y encima clava donde los palos hacen mucho daño al toro:



En la brega se confirma claramente que el pitón bueno del toro es el izquierdo pero sale Téllez con la faena hotelera y, a pesar de un buen inicio por abajo, empieza a pegar unos derechazos que están de más. 

Alguien debió de avisarle porque ipso facto se echó la mano a la izquierda y ya no la dejó. Su tan alabado toreo al natural a nosotros no nos termina de entusiasmar:



A pesar de ello, reconoceremos su soltura y su aplomo al coger la muleta con la izquierda, algo que da pánico a la mayoría de sus colegas. Nos suelen freír a derechazos para luego pegar tres trapazos al natural como indicando que el toro por ese pitón es un asesino. Lo que ocurre es que sin la ayuda se sienten desnudos, cosa que no le sucede a Téllez.

Tiene un susto fuerte cuando el toro se distrae antes de un remate y él se confía. Comprobarán que los pases de pecho de Téllez son en línea, se ve que nadie le ha explicado que el toro tiene que salir por la hombrera contraria. Este es el instante de la distracción de Decantado:



Cuando se vuelve, mientras se traga el de pecho ve el muñeco y lo levanta. El diestro se lleva un buen porrazo sobre la espina dorsal:



En el suelo le pega el típico tornillazo de toro encastado y no hace carne porque la Virgen de la Victoria le echa un capote. En la imagen de abajo ya ha rebotado contra el suelo y es el momento en que el de Pallarés se va por él con fiereza de toro encastado. Un norit al uso se quedaría mirando y como máximo husmearía:



Ese instante nos ha recordado a la concurso de Cenicientos, cuando Serrano cayó en la cara del toro de La Quinta. Al ser un animal bastante flemático dio dos pasitos cortos hacia el maestro pero sin sembrar el pánico (recuerden aquí). En cambio, este Decantado se tira como un león encima de Téllez después de haberle dado la voltereta.

Se levanta el maestro sin mirarse e insiste con la izquierda. El único pase que a nosotros nos parece excelente es éste. Bien colocado, dando el pecho y enseñando el muslo:



Se trae el toro cerca, lo lleva con temple y remata atrás, ¡ole!



Lamentablemente, Téllez es otro de los que ignora la diferencia entre la suerte contraria y la natural a la hora de entrar a matar. Ni en sueños este buen toro es de suerte contraria. Por tres veces se perfila en ella de forma contumaz. En todas el toro se le arranca para indicarle que se está equivocando:



Cuando el animal se le cuadra en la suerte natural, decide entrar. El diestro demuestra su poco criterio y el toro su conformidad, pues ahora se queda quieto. Ya se fijarán en que Téllez no sabe liar la muleta, es lo que hacen los que tienen in mente girar el palillo, como se observa en la imagen. Si vas a poner el delantal, ¿para qué liar la muleta? Desafortunadamente pega un mandoble bajo y traserísimo con el que asesina al buen toro de manera ignominiosa. 



Su muerte es en los medios rubricando su casta mientras llora por haber sido herido de esa guisa tan ultrajante:



Si a las ganaderías calificadas como toristas -y pongan el nombre de la que quieran- les sale un toro como éste, sus adictos nos dan la vara durante años. Las imágenes que han visto de los derribos y del toro comiéndose el peto las tendríamos hasta en la sopa.

Reiteramos que para comprobar lo dicho en el vídeo pulsen aquí. Empieza la lidia llevando el cursor hasta el minuto 54. Si van servidos con lo que les hemos contado, por lo menos vayan al 57'57'' para disfrutar con ese primer puyazo espectacular.

A Téllez le ha tocado matar dos toros para recordar: el de El Puerto en Madrid que lo arrolló (recuerden aquí) y éste de Pallarés, que derribó dos veces y al que se humilló no colocándolo para una tercera vara.

Seguro que en esa ruta ciclista de más de 700 kms. que acaba de hacer el maestro yendo desde su pueblo hasta Santiago habrá tenido tiempo de acordarse.



Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

domingo, 20 de noviembre de 2022

¿POR QUÉ SE PICA SIEMPRE TRASERO?

¿Son los picadores tan malos como aparentan? ¿Por qué quienes les pagan son tan necios de consentirles que les descompongan los toros? ¿Sería evitable la carnicería que vemos cada tarde en el primer tercio?

Recordarán ustedes que en esta entrada resolvíamos la duda de por qué todas las estocadas caían traseras. La razón era que los diestros se sienten más seguros llevando la mano alta. A la vez, pegan el telonazo y luego no cruzan porque el instinto les dice que hay que salir de allí lo antes posible. Eso es un gran error ya que por donde hay que salir es por la puerta de atrás, o sea, por la penca del rabo (recuerden esta otra entrada). Juli ha conseguido un dominio total de esta colección de alivios. A ver quién de ustedes recuerda una estocada suya que no haya caído trasera.

Pero a lo que íbamos: ¿por qué el 98% de los puyazos caen traseros? Nos negamos a pensar que todos los picadores sean así de malos. Observen esta foto de la serie que nos ha cedido el maestro Moore y díganme si este picador no está apuntando deliberadamente atrás:



Llovía sobre mojado porque miren dónde había caído el anterior. ¿Simple coincidencia?, ¿mala suerte?



Entendemos el accidente en uno como Réhabi, que siempre intenta clavar por lo menos en la yema (que ya sería atrás). Aquí lo tienen en Tafalla:



Pero es que se pueden contar con los dedos de una mano los picadores que no clavan trasero. El drama, en nuestra modesta opinión, es que lo hacen deliberadamente como intentaremos demostrar.

Para ello hemos sostenido este diálogo IMAGINARIO con un picador en activo. Empezamos nosotros:

- No puede ser que ustedes sean todos tan malos y por eso claven siempre trasero o en el lomo

- Pues claro que no, ¿qué te has creído?

- Es que incluso en las ocasiones en que marran, cuando tienen el toro abajo en el peto, ahí quieto y metiendo la cara, le clavan en el espinazo.

- Claro, es porque buscamos nuestra seguridad

- ¿Le parece poca seguridad montar un caballazo monstruoso protegido por un peto acorazado?

- Toda la seguridad es poca cuando hay un toro delante. ¿por qué te piensas que siempre nos hemos negado a cualquier reforma tanto de la puya como del peto o del peso de los caballos? Mira lo que le pasó a Mejía a puerta cerrada (tiene razón, recuerden aquí).


David Mejía, El Marqués

- Y ¿qué tiene que ver su seguridad con clavar trasero?

- Es una cuestión de ángulo.

- A ver...

- El objetivo es castigar al toro para que el diestro no nos pueda echar en cara que ha quedado crudo, ¿no? Pues partimos de que para ello da lo mismo dónde clavar porque ¡todo es toro!

- Pues claven en el morrillo, hombre. El animal no sangra tanto, se descompondrá menos su embestida y no le lesionarán órganos vitales.

- Ya... pero el ángulo al clavar delantero es superior a 50º y eso hace nuestra posición en la montura más vulnerable. Fíjate en esta imagen clavando atrás. El ángulo que forma la vara es de unos 45º y eso permite al picador asegurarse encima del caballo mientras pincha:



- ¿Y si se pica delantero?

- Entonces el ángulo es mucho mayor y corres el riesgo de no estar bien apalancado en la montura. Podrías perder el equilibrio e irte al suelo. Como al fin y al cabo se trata de castigar, pues se castiga trasero que para nosotros es más cómodo y, repito, más seguro. Mira aquí cómo el francés ha pinchado delantero y tiene ciertos apuros para mantener el equilibrio. Compara el brazo que pica con el de la foto anterior:



- Pero eso es un desastre primero para el toro, después para el matador y, en definitiva, para el espectáculo en general...

- ¿Y qué? Oye, tanto que hablas, súbete tú.


El diálogo es todo imaginario excepto la última frase, que nos la espetó personalmente un picador cuando intentamos hablar con él de la suerte de varas. ¡Fue lo primero que nos dijo antes de iniciar la conversación!

Pues efectivamente, párense a pensar en lo que nos ha dicho ese piquero imaginario. Lo vimos claro en la novillada de Montealto en Las Ventas, recuerden aquí. El picador Ángel Rivas intentó clavar delantero por dos veces y en ambas ocasiones estuvo a punto de saltar de la montura y caer encima del toro. Y eso a pesar de no marrar. Simplemente la embestida del toro hizo que el ángulo al clavar fuese de 80° y casi pierde el equilibrio en el caballo. 

Parecido al picador de Alberto Aguilar aquí abajo. No pica trasero y su posición en la montura se ha vuelto muy insegura ante el empuje del resina:



Nunca le puede pasar eso a Sangüesa aquí:



El ángulo con el que han clavado ambos es totalmente diferente respecto a la horizontal que marca el toro, ¿lo han visto?

Recuerden otra situación que hemos sufrido muchas veces: el toro está colocado en la raya y como no se arranca, el picador le echa el caballo encima pinchándole para que se mueva y el público protesta. Pues incluso en esa situación, con el toro completamente parado, le clavan trasero con total desvergüenza para mantener ese ángulo de comodidad con la vara.

Vemos otro ejemplo, en este caso de la corrida de Guadalix. Máxima seguridad picando de esa manera para el piquero o carnicero, que ya me dirán ustedes si no ha acertado con gran puntería donde ha apuntado:



La verdad es que para clavar delantero y compensar ese ángulo tan grande que te puede desequilibrar, hay que dejar que la vara resbale en la mano algo más que si clavas atrás y, sobre todo, estar ágil en la montura. 

Ambas cosas, especialmente la segunda, intenta hacer Réhabi. Por eso es capaz de picar delantero ya que se levanta en el momento del embroque para compensar ese ángulo digamos que peligroso para él.

La situación se torna aún más peliaguda si el toro se viene de lejos y pega el topetazo. En ese caso, la seguridad, o comodidad, del piquero implicaría clavarle bien trasero para compensar su fuerza manteniéndose fijo encima del caballo sin problemas. Ahí ven a Rodríguez masacrando uno de Saltillo en Céret:



Por eso tuvo tanto valor lo que hizo Gabino en San Agustín de Guadalix. El de Penajara se le vino de lejos y él se jugó su posible caída clavando delantero. Y no hablamos del batacazo hacia atrás sino de haber salido despedido por delante como casi sucedió con Ángel Rivas. Pero es un deportista, como decíamos aquí, y tuvo agilidad para levantarse sobre los estribos y compensar el gran ángulo con que clavó.

Está claro que todo el mundo que puede busca la comodidad en su trabajo. El torero prefiere unas ganaderías a otras, el banderillero intenta clavar a toro pasado y los matadores buscan todo el alivio posible en la estocada. El picador no iba a ser menos. A pesar de la inmensa ventaja de que goza subido en su catafracto, lo de clavar trasero le asegura tener un buen punto de apoyo con el ángulo perfecto para apuntalarse firme en la montura y no tener ningún susto.

Lo resumimos con las líneas que hemos superpuesto a la siguiente imagen. Está claro que es más cómodo, fácil y seguro para el caballista picar con el ángulo rojo que con el amarillo, que sería el correcto:



Vean abajo el apuro de Réhabi clavando totalmente diferente. Tiene casi medio trasero fuera de la montura mientras que el anterior estaba sentado más confortablemente que en el sofá de su casa. Comparen con el de arriba:



Y que no salga ningún piquero a decirnos que no se puede picar en el morrillo. Su presidente, David Prados, demostró en la pasada feria de Vic que eso es una falacia, aquí lo tienen:  



No sabemos si nuestra teoría les habrá parecido plausible. Por cierto, pensarán que estos puyazos traseros menudearán más ante toros de ganaderías duras. Pues no necesariamente ya que cobran todos por igual.

Hay corridas como la última de la Prensa en Madrid que fue un nauseabundo festival de lanzadas traseras, recuerden aquí y miren las imágenes. Sabemos de buenísima tinta que Victorino se quejó amargamente de aquella vergüenza pero lo hizo en la intimidad y sin micrófonos. De puertas afuera, el presidente de la Fundación tiene que vender que estamos en el país de las maravillas taurinas.

Pero es que toros de ganaderías comerciales que sólo reciben el monopuyazo o el monopicotazo también son alanceados en el espinazo ya que el picador de turno sigue buscando esa seguridad que comentamos. Y ojo porque hay ganaderías como Juan Pedro o Garcigrande que en su única entrada al caballo empujan a conciencia, más que otros hierros supuestamente toristas. Observen éste de Garcigrande en el único puyazo que recibió aquel día:



Julio Fernández, amigo del blog, nos confirma el drama de clavar trasero:

Los puyazos traseros seccionan arterias intercostales, que vienen directamente de la arteria aorta, vaso de más calibre del cuerpo, y también venas intercostales. El problema es que las venas y arterias intercostales están a milímetros del pulmón y esos puyazos más veces de la cuenta, perforan la cavidad torácica.


Y antiguamente sin peto ¿qué pasaba? Pues que lo de asegurarte en la montura ni se planteaba porque más del 40% de las varas terminaban en una caída, tanto si picabas trasero como delantero. Recuerden a Gallito gritando a su picador: ¡Camero, delantero! Si obedecía, podía acabar en batacazo y si se le iba atrás la vara, también. Por eso seguramente antes sí se daban puyazos delanteros que hoy han desaparecido buscando esa comodidad del piquero.

¿Cómo cambiamos esto de picar trasero?

En los banderilleros, la cosa sí que mejoró gracias a la cuadrilla de Castaño: Galán, Sánchez y Adalid se encargaron de brillar en el segundo tercio, que languidecía y se hacía insoportable en aquella época. Actualmente goza de muy buena salud.

En los picadores, no vemos la solución tan clara. Se niegan tanto a usar la puya de Sales/Fernández como a cualquier mínima reforma en la suerte a fin de equilibrar la lucha contra el toro. ¿Cómo van a dejar de clavar trasero si eso les garantiza volverse a casa minimizando riesgos con esos 400 ó 500 euros ganados fácilmente en un combate tan desigual? Su objetivo es quebrantar al toro pinchando donde sea y sin sufrir sobresaltos encima de la montura, no hay más. Aunque por un milagro se impusiera una puya menos dañina seguirían clavando en el lomo.

¿Ustedes creen que los picadores se habrán picado con Réhabi tras lo del año pasado en Guadalix e intentarán emularlo? Ni de broma. Lo han puesto a caldo de manera inmisericorde por dejarlos en evidencia. 'Ése sólo busca lucirse él', repiten. Anda, ¿y qué buscan Fernando Sánchez, Curro Javier o Ángel Otero cuando parean con brillantez? Pues lucirse ellos y de paso dar lustre a la fiesta. Pero con los de a caballo no hay manera dado que tienen la espada de Damocles de que el diestro que les paga los pueda acusar de haber dejado crudo el toro y los mande al paro.

Como ven, la cosa tiene difícil arreglo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


miércoles, 16 de noviembre de 2022

FERIA 3PUYAZOS, 2023 (1): LOS TOROS

Los amigos del Club Taurino 3Puyazos han anunciado las ganaderías que veremos el seis de mayo de 2023 en San Agustín de Guadalix. Ese día puede soplar un viento de la sierra que corte la piel pero así estarán contentos todos los que se quejaron del calor el año pasado.

La novillada tendrá dos ejemplares de Barcial y otros tantos de Paloma Sánchez Rico. Como el año pasado algunos de los asistentes, que no nosotros, también se quejaron de la presentación de los novillos, este año intentarán mejorarla aunque juega en su contra la fecha tan temprana de celebración de la feria.

Una exhaustiva información de todo lo que hizo la ganadería de Barcial el año pasado la tienen aquí a cuenta de nuestro amigo Pepe Porcar. Ya verán algunas fotos de novillos que esperan en el campo, dos de los cuales podrían ser los de Guadalix:




Paloma Sánchez Rico estará encantada con la filosofía del club porque sigue chapada a la antigua respecto a la suerte de varas. Lean:

Nosotros en los tentaderos ponemos a las vacas al caballo hasta seis o siete veces y si no empuja, no nos sirve. Ahí es sin duda donde se ve la bravura aunque con esta nueva moda no se le da la importancia que se merece este tercio. Vamos a las plazas y vemos que a los toros se les da un puyazo y ya está, parece que lo único que se trata es dar pases. 



Esperen porque no se muerde la lengua:

Esto se ha convertido en un monopolio, llevan todo entre unos cuantos y sólo se lidian las ganaderías comerciales, las de siempre. Cada tarde los mismos toreros y las mismas ganaderías, así es imposible. Además de eso, hay otros problemas que venimos arrastrando y pasan por la masificación de toros pues todo el mundo que ha querido se ha hecho ganadero, somos muchísimos; a esto se suma la falta de variedad de encastes y lo que decía antes, la poca variedad a la hora de componer un cartel diferente. Hay veces que en San Isidro se repiten hasta tres tardes la misma ganadería cuando muchos estamos aquí apostando por una ganadería a la espera de una llamada y poder lidiar... es muy triste y a veces desesperante.

Pulsando aquí pueden ver el trapío de los novillos que se lidiaron para recortes hace tiempo en Medina del Campo. Y éste fue el que salió en el desafío charro de Villaseca de La Sagra este año, recuerden aquí:



El año pasado los recortes en San Fermín fueron con toros suyos. Se comentó que alguno había estado de sobrero en Madrid.

La corrida será un desafío entre Dolores Aguirre y José Escolar. La de Peñajara no salió airosa de la votación de los socios.

En una feria como ésta casi es obligada la presencia de los de Aguirre ya que es de las pocas ganaderías que no se aflige en el caballo. Hay de todo lógicamente pero nosotros recordamos este toro en Vic que se llevó el caballo por delante como si fuese la mula Francis:


FOTO: vueltaalostoros.fr

¿Han visto que empuja hasta con el rabo? Recuerden aquí aquella corrida. Ojo porque hubo tres y tres y los tres primeros fueron desesperantes por mansurrones sin ninguna casta, flojos y, en suma, soporíferos.

Lo de Escolar no es que se caracterice últimamente por un espectacular juego en varas. Lo último bueno que recordamos de él fue el Sevillano de Gómez del Pilar en la corrida del viento en San Isidro antes de la epidemia (pulsen aquí). Descabalgó a Sangüesa tras galopar alegre a la pelea:



Está claro que entre los votantes del club para las ganaderías no debe de haber ninguno de Pamplona porque el recuerdo que dejó este año fue nefasto, pulsen aquí. Nadie se explica en la vieja Iruña que vaya a repetir en 2023:



Hablando de Navarra sabemos que se barajó el nombre de Reta para esta feria. La verdad es que lo de Reta es para hacer una corrida con seis toros y no para meter tres en un desafío. Se trata de café sólo para los aficionados muy cafeteros, o sea que los que gustan del cortado o del carajillo podrían quedar defraudados si no son conscientes de qué es lo que irían a ver.

Los amigos del Club gozan de todo nuestro respeto y admiración porque ya decíamos en una entrada anterior que es la primera vez en la historia de España que unos aficionados ponen dinero de su bolsillo para organizar una feria sin ánimo de lucro.

Ellos hacen su labor pero es solamente la primera parte del trabajo. La segunda consiste en que haya 2.500 espectadores en el tendido de San Agustín. Recordemos que el aforo son 2.545 o sea que hablamos de prácticamente un lleno para que los números puedan medio salir.

Nosotros no faltaremos, Dios mediante, y por aquí se lo contaremos aunque desearíamos que no fuese la última vez que hablamos de este loable intento. Pero no nos pongamos la venda antes de la herida y demos tiempo al tiempo.

¿Y los toreros? Pues con todos los respetos, nos da igual. En esta feria (como en todas) haremos nuestra más que nunca la frase que siempre repite doña Paloma: 'a la fiesta de toros se va... ¡a ver los toros!'

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

lunes, 14 de noviembre de 2022

ESCOLAR Y LA CORRIDA DEL TERROR

Hubo un titular en nuestro blog que rezaba la corrida del miedo. Pulsen aquí para recordar aquella de Raso de Portillo que se lidió en Céret hace dos años.


No íbamos demasiado desencaminados con el citado título. Quizá no trascendió al tendido pero un veterano subalterno que estuvo en el ruedo dijo después off de record que nunca había visto a unos maestros tan sudorosos y quejosos como los que actuaron aquel día. En el callejón no pararon de renegar y echar pestes de unos toros cuyo peligro debía de ser más sordo que Beethoven.

Pero fue Manolo Chopera quien popularizó lo de la corrida del terror y lo hizo para referirse a una que se celebró en Madrid el 17 de abril de 1988. La vendió como una corrida de la oportunidad para tres valientes que se prestasen a matarla 'aunque no quiero que vayan al suicidio', decía para hacer más propaganda.



Nos la recordó el otro día José Escolar en el coloquio de la Asociación el Toro de Madrid. La verdad es que su intervención nos defraudó bastante porque no aportó gran cosa a lo que ya sabemos.

Quedó pendiente la gran pregunta que le planteamos desde aquí aunque no creemos que intervenga en la sección de comentarios para respondernos: ¿prefiere usted el Milagroso al que cortó la oreja Gómez del Pilar en San Isidro o el Camionero de Robleño?

Si la respuesta es que le satisface más el primero, nos vamos a entender perfectamente pero si opta por el pastueño de Robleño, quiere decir que usted se ha hecho mayor o que ya no es el Escolar de la leyenda.



En una de sus intervenciones recordó su debut en Madrid el año 1985 con Manili, Lázaro Carmona y Pedrito Castillo (no Juan Rivera como afirmó erróneamente en la tertulia). El de Cantillana estuvo a puntor de oír tres avisos en el cuarto. Carmona fue cogido y lesionado en las vértebras. Chopera dijo que aquella corrida habia tenido exceso de movilidad  aunque en prensa se dijo que fue muy peligrosa. Para Escolar fue muy dura, muy seria y muy fuerte. Esto escribió Vidal:

Lo que salió ayer en Las Ventas era victorino puro, según fachada: esbeltos ejemplares de capa cárdena, cara fosca y acaramelada asta, si bien ésta aparecía gorda y poco astifina, lo cual da que pensar. Por la sangre les corrían componentes de casta, esto es indudable, aunque se trataba de casta agria, traducida en temperamento bronco y malsana propensión a coger.

Los llamaban los sub-victorinos y se decía que salía igual que lo del paleto pero sin su selección. Tuvo que esperar hasta 1991 para entrar en San Isidro. Aquel día se anunciaron Tomás Campuzano, Oliva y Carretero. Salió muy variada e interesante. Campuzano trajo en la cuadrilla a El Formidable y a José Morales Chocolate, que pusieron en pie al tendido, especialmente el piquero. Aquí ven a Emilio Oliva con el quinto:



Vidal comentó:

Y acaeció el prodigio que se viene repitiendo a todo lo largo de la ya dilatada historia de la tauromaquia siempre que hay un toro de casta y un torero con decisión: que el toreo se producía fluido, natural y bello. Las tres tandas que dio Emilio Oliva alborotaron el cotarro, y si llega a torear así aquel encastado toro desde el primer pase, arma la revolución.

Pero en medio de ambas se celebró esta corrida del terror que nos ha recordado viejos tiempos y que tuvo lugar un mes antes de que su yerno confirmase la alternativa. Por ello hemos ido a nuestro archivo para recuperar esta foto:



Se creaba ambiente para esa cita tan terrorífica. Compárenlo con dos de los lidiados en el pasado San Isidro:




Falla la memoria de Escolar en el coloquio cuando dice que uno de los anunciados tuvo que matar cinco toros por sendas cogidas a sus dos compañeros. No fue así, luego lo aclaramos pero antes vayamos con los antecedentes.

Joaquín Vidal no estuvo presente porque ese mismo día en la feria de abril se lidiaban seis jandillitas para Espartaco, Litri y Pepe Luis Vargas, que reaparecía tras la tremebunda cornada que le pegó Fantasmón al intentar un farol de rodillas a porta gayola en la Maestranza ('me caía la sangre caliente en la cara'). Vidal se hizo eco de cómo el maestro Tejera arrancó la música en el momento en que el diestro brindaba el primero de la tarde a Ramón Vila.

Recuerden que el toro le partió la femoral y el doctor Vila decía que fue Cañaílla quien realmente le salvó la vida al meter el puño en el boquete y quitarlo sólo cuando lo depositaban en la enfermería de la plaza. Aquí tienen a los dos protagonistas. La cabeza del toro de Joaquín Barral se vendía por 2.350 euros:




Pulsen aquí va ver la secuencia de la cornada. Fíjense en que todos los que llegan van con el capote, no como hoy en día cuando saltan al ruedo de cualquier manera. Y la mano izquierda de Ruiz Miguel es la que tapa el agujero.

Pero volvemos a Madrid para la corrida de la oportunidad. Chopera montó el número del terror ofreciendo como premio al triunfo en esta corrida un puesto en la feria de San Isidro de ese año. Los candidatos a hacer el paseíllo fueron toreros que se encontraban en el ostracismo. Cursaron voluntariamente su solicitud esperando que un tribunal de periodistas taurinos eligiera por votación la terna.

La empresa decía que quería toreros de tendido alto y no de andanada. A la vez, debían tener oficio y que por algún motivo hubieran perdido el tren de ascenso sin estar aún olvidados del todo. También podían entrar jóvenes con aspiraciones.

Hacemos un repaso de los que se barajaron como candidatos antes de enseñarles el cartel definitivo. Dejamos para el final a los tres elegidos. A ver de cuántos se acuerdan ustedes:


Paco Alcalde, que tenía treinta y cuatro años y llevaba catorce de alternativa.

Franco Cadena, de veintinueve años y con seis de alternativa.

Gallito de Zafra, con treinta y seis años y ocho de alternativa.

Luciano Núñez, de treinta años y con cinco de alternativa.

Fermín Vioque, de veintisiete años con cuatro de alternativa.

Justo Benítez, de treinta y cuatro años y con doce de alternativa.

El Bayas, de veintinueve años y con seis de alternativa.

Gómez Jaén, de treinta y cinco años y con dos de alternativa.

Luis Cancela, de veintisiete años y tres de alternativa. 

Andrés Caballero, de veintitrés años y tres de alternativa. 

José Luis Bote, tenía veinte años y uno de alternativa. 

Alberto Meza Mendoza, treinta años y siete de alternativa. Ojo porque Vidal siempre habló muy bien de este colombiano. 

El Fundi, tenía veintiún años y seis meses de alternativa. Aquí lo ven en una foto de ese año ante un toro herrado a la izquierda. Seguro que identifican la ganadería. La divisa era igual que la de Cuadri:



Al final el cartel lo formarían estos tres de abajo:

José Luis Palomar. Tenía treinta y cinco años y diez de alternativa. Había triunfado en 1982 en la corrida del siglo y después en Beneficencia. Fueron dos salidas a hombros que no le sirvieron para nada porque no estaba en una de las casas grandes y lo marginaban. Ese es el motivo de que apareciese en esta corrida que él denominó como 'de falsa oportunidad para mí'.

José Luis Seseña.  Tenía  veinticinco años y dos de alternativa. La confirmó en aquel festejo con Fanfarrón. Precisamente el fallo de memoria de Escolar es cuando dice que mató cinco toros. Fueron cuatro.

Juan Rivera. Tenía veintiún años y llevaba dos años de alternativa. Había causado muy buena impresión en Madrid ante una novillada muy encastada y con mucho trapío de... ¡Daniel Ruiz! Se pasaría a la plata en 1993 y precisamente este año se ha cortado la coleta en Valencia. Aquel abril de 1988 estuvo una semana sin hablar no por el terror que le habían causado los escolares sino por la cornada en la boca que se llevó. Y por supuesto sin ingerir alimentos sólidos ya que no podía masticar. No se acordaba Escolar de él en el coloquio porque lo confundió con Lázaro Carmona.

¿Qué sucedió aquella tarde primaveral en Las Ventas? He aquí un resumen:

PALOMAR. Fue volteado con violencia por su primero pero se mantuvo en el ruedo para matarlo. Lo habían ovacionado de salida por su trapío -pasaba de 600 kilos-. Si no fue una alimaña, poco le faltó. Pasó a la enfermería pero salió a matar el sexto porque lo que tenía era una fuerte contusión en el muslo. Ovacionado de salida también con sus más de 600 kilos. No pudo hacer gran cosa ya que el de Escolar se aquerenció en tablas.



SESEÑA. Mató el primero de la tarde con el que confirmó la alternativa como decíamos antes. Lo brindó a su gran amigo Sebastián Palomo y a su mujer. Poco a resaltar ante un toro que fue a menos rápidamente. Además mató mal. Faena de aliño a su segundo, que fue el único que tomó dos varas. El resto tres, no el monopuyazo que quizá los más jóvenes habían pensado. Conste que en las peleas mansearon a base de bien. Como Palomar y Rivera estaban en la enfermería, mató el quinto. Lo pasó mal ante un animal resabiado que amargó a los banderilleros. Macheteo y estocada a como dé lugar.



RIVERA. Nueva ovación de salida a la res. Entre el 7 y el 8 se dispuso a torear pero el inoportuno viento se sumó al sentido del toro. En un verlo y no verlo le pegó un gañafón al cuello donde le hizo un orificio que le llegó a la lengua. Ojo porque pudo ser una tragedia ('en aquella corrida fueron cornadas muy leves, no tenían nada...' dijo Pichorrongo en el coloquio). Seseña salió a matarlo con brevedad.



Ya han visto que el toledano mató cuatro y no cinco como dijo el ganadero en la Asociación. Si lo ha visto Palomar por las redes, habrá saltado del asiento con indignación recordando que él sí que mató sus dos toros saliendo de la enfermería.

La corrida del terror tuvo su final feliz cuando los tres maestros se vieron anunciados en San Isidro frente a toros de Murteira. Fueron de los murteiras antiguos, con similar trapío al de los actuales pero cuyo comportamiento encastado y en ocasiones bronco hoy brilla por su ausencia (recuerden lo que contábamos aquí sobre esta vacada). Al cuarto se le dio la vuelta al ruedo y el balance fue: Palomar, ovación y oreja; Seseña, palmas y vuelta y Rivera, pitos y silencio.



Como curiosidad vean que la siguiente corrida fue de Dionisio Rodríguez, que es la sangre santacolomeña que tiene fundamentalmente hoy Raso de Portillo, con quienes empezábamos la entrada. Recordarán que Navalón dedicó un capítulo al ganadero salmantino en su Viaje a los toros del sol.

Respecto a Chopera, el paso del tiempo hace que se ensalce a los muertos, para eso estamos en España. Hoy pasa por ser un empresario modélico en comparación con lo que ha venido después. No negaremos que resulte claro vencedor de la comparación pero sí diremos que no era oro todo lo que relucía. Recuerden lo que contaba Bernadó aquí y lo que otros callan porque agua pasada no mueve molino... y es probable que mucha agua de Chopera resultaría estancada y maloliente en caso de removerla.

Esperemos que hayan echado un rato entretenido con estas batallitas. Agradecemos a don José Escolar que en esa tertulia nos haya traído a la memoria aquella corrida presuntamente terrorífica. La verdad es que fue de lo poco interesante que nos dejó su comparecencia ante los amigos de El Toro de Madrid.

Vimos a don José demasiado contemporizador, como esos toros tan pastueños que le salen ya con más frecuencia de la que desearíamos. Teníamos seleccionadas algunas de sus opiniones de hace treinta años sobre cómo hacían las tientas los ganaderos comerciales, sobre el bajón de casta en casa de Victorino, sobre la comodidad de las figuras, etc. No dejaba títere con cabeza pero las hemos aparcado porque el ganadero está ya en otra onda.

Y si continúa siendo el mismo, que responda a nuestra pregunta: ¿Milagroso o Camionero?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.