viernes, 29 de diciembre de 2023

EL 40 QUIERE DESEAR...

 ... a todos ustedes un Feliz Año Nuevo en nombre de Toreoenredhondo :



Por las hechuras y la vegetación ya han visto al vuelo de qué ganadería se trata:



Es el único castaño de Cuadri que viajará a Vic en mayo:



El resto de los once apartados son negros y ya tendremos ocasión de verlos más adelante. Observen el astracán del morrillo y la albarda:



Y aquí cómo se le aprecia la prominencia por encima del testuz:



Es largo como un San Balandrán:



Número 40, castaño albardado, listón, bragado, meano, bocidorado, astracanado, ligeramente lavado de cara, bien encornado y cinqueño:



Y está cuajado como para lidiarse mañana mismo:



La cita será el próximo sábado, 18 de mayo, a las seis de la tarde en la plaza de toros de Vic-Fezensac.

Saludos cordiales desde Tarragona y Feliz Año Nuevo. Rafa.





lunes, 25 de diciembre de 2023

PONGAN SUS BARBAS A REMOJAR

El gallinero taurino se alborotó un poco con el nombramiento hace un mes del flamante ministro de Cultura, quien pasará a ser la máxima autoridad en corridas de toros. Este activista no es precisamente muy aficionado pero estamos convencidos de que su jefe no le permitirá que abra gratuitamente un frente en ese campo. Bastante frentes tiene abiertos el inquilino monclovita como para que un turista recién llegado al gobierno le vaya abriendo más.

De todas formas, ¿ustedes creen que un ministro de Cultura aficionado a los toros haría algo por el bien de la fiesta? Bah, se limitaría al laissez faire, laissez passer, sin atreverse a meter mano a la golfería imperante.

Lo antitaurino del nuevo ministril nos ha recordado nuestra colaboración para la revista que el Club Taurino de Pamplona editó este año. La dedicaron a los toros en Cataluña. Esto que sigue es lo que escribimos a cuenta de lo acontecido en el Principado a raíz de la famosa votación para prohibir las corridas de toros.


Señores, desengañémonos: la fiesta de toros en Cataluña iba a fallecer de muerte natural aunque no hubiera habido prohibición. Digo esto porque todavía hay algunos aficionados que piensan que se podría haber mantenido hasta hoy las ocho corridas que se daban en verano en Tarragona más las de Barcelona. En la plaza de Tarragona, que inauguró Lagartijo en 1883 a veinte metros de donde les escribo, difícilmente se llegaba al tercio de entrada contando los turistas (con actuación estelar cada tarde del barbero). En Barcelona, con un cartel de figuras, a duras penas alcanzaban la mitad del aforo. Si a eso añadimos todas las protestas de los antitaurinos, está claro que como negocio era una ruina de la que, aun sin prohibición, sólo se podía sacar problemas.

Sin esa prohibición, es posible que se siguieran celebrando en Barcelona un par de corridas con José Tomás que sí hubiera agotado el papel pero llenando los tendidos de foráneos. En cualquier otra no sabemos si cuadrarían las cuentas. Quien piense que sin toda la historia de la prohibición los toros gozarían de buena salud en Cataluña está soñando tortillas, como decimos en la lengua de Verdaguer.



Ustedes dirán que fue todo una cuestión política y eso no hay quien lo dude. Si los toros en la Cataluña peninsular se pudieran usar como baluarte de un nacionalismo identitario de manera parecida a como se hace en la Cataluña norte, o sea, en Céret, no duden ustedes de que en colegios e institutos se dedicarían horas lectivas a hablar de tauromaquia.

Recuerden que en tiempos de Franco también hubo política buenista en este tema. La primera carta solicitando apertura de negociaciones para que España entrase en el Mercado Común Europeo es de 1962. Curiosamente, al año siguiente se redactó una ley contra el maltrato animal. Era una forma de demostrar a los europeos que no éramos tan incivilizados. Fueron los años en que muchos alcaldes cambiaban los carteles del toro embolado de su pueblo poniendo que por la noche habría 'una exhibición de ganado vacuno con desfile de antorchas'.

Los políticos catalanes antitaurinos han vendido que los toros son una cosa impuesta 'desde España' aunque en la célebre prohibición tuvieron que tragar con permitir los correbous simplemente porque peligraban muchos votos en las zonas donde se mantienen. Quizá les sorprenda que los antitaurinos catalanes más beligerantes siguen sosteniendo la idea de que estos correbous son una contaminación proveniente de Aragón. La imagen es de la localidad tarraconense de Amposta:



El politiqueo que de verdad contamina la cuestión taurina en Cataluña se ve en lo que antes de la prohibición decía el presidente del Parlamento de Cataluña. Hubo unos incidentes en Cardona relacionados con la muerte del toro y lo que llamaba la atención al presidente era que el público gritaba '¡que lo maten, que lo maten!' Se le podría haber hablado de la tauromaquia como sacrificio, o rito canalizador de la violencia, o culto religioso ancestral, o incluso recordarle la tauroforia mitraica... pero todo hubiera sido inútil. Lo que le preocupaba era que los gritos eran ¡en lengua castellana! Está claro el asunto, ¿no les parece?



La foto anterior es precisamente de Cardona, a 90 kms. de Barcelona, donde hay confirmación escrita de la primera celebración con toros en esa plaza en 1409. Idéntica constancia pero de una corrida la tenemos en 1502. Fue un festejo celebrado en esta localidad con motivo de una visita del rey Felipe, el marido de Juana la Loca. Muchos no saben que quien fuera presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, presidió y aplaudió el festejo de Cardona en dos ocasiones.

A partir de la ley de 1988 de protección de los animales, se torció la cosa. Todo se inició con una iniciativa impulsada por Esquerra Republicana que no llegó a discutirse pero que empezó a mover la higuera.  Primero fue la estocada honda consistente en prohibir la entrada a menores. Después, con el alcalde socialista Clos, se declaró Barcelona ciudad antitaurina (21 votos a favor, 15 en contra y 2 en blanco). Finalmente vendría una iniciativa de legislación popular con 180.000 firmas y  la prohibición: 67 votos a favor, 59 en contra y 5 abstenciones. Dado que la anuló posteriormente el Tribunal Constitucional, hubo que indemnizar a la familia Balañá con casi un millón de euros por daños y perjuicios. Como nuestros politicastros no tienen ninguna responsabilidad civil por las tropelías que cometen, ya pueden suponer de dónde salieron esos dineros.

Después de aquella sentencia del Constitucional está claro que a día de hoy se puede organizar corridas en Cataluña. No obstante, habría que lidiar con todas las zancadillas que pondría la propia Generalitat en forma de permisos, autorizaciones, inspecciones y exigencias múltiples. En el hipotético caso de que algún valiente, o más bien temerario, quisiera montar un festejo superando todos estos obstáculos, tendría que contar con la presencia del único que agotaría el billetaje, es decir, el maestro de Galapagar. Quizá fuera la única solución para no acabar en números rojos.


FOTO: Inés Baucells

Y aun con todo, debería soportar el cúmulo de protestas que tendrían lugar el día de la corrida y que serían convenientemente permitidas, cuando no fomentadas, por la propia Administración catalana. Recuerden que aquí hemos visto a todo un presidente de la Generalitat, acompañado por un ex lehendakari, cortando una autopista de seis carriles a cuenta de sus protestas independentistas. Imaginen algo parecido a las puertas de la Monumental de Barcelona con el consiguiente riesgo de alteración del orden público y la posible suspensión del festejo.

El catedrático de Antropología de la Universidad de Barcelona Manuel Delgado resume perfectamente todo lo dicho  con estas palabras:

'Responde a diseños políticos que procuran adaptar la realidad a una fantástica esencia cultural producto de puro marketing político, destinado a generar las pruebas de una superioridad civilizatoria que no deja de ser una mera ficción para que el pueblo que administran sea como tiene que ser, es decir, como ellos querrían que fuese'

Aquella votación que terminó con los toros fue cosa de verlo y no verlo. Ni siquiera los avisos de algunos acerca de que el erario público se vería gravemente quebrantado al tener que indemnizar a Balañá detuvo un ansia prohibicionista que olía tanto a nacionalismo trasnochado como a recolecta de votos fáciles.

Piensen por un momento en qué pasaría si la Comunidad de Madrid cayese en manos de según qué partido aunque fuese en coalición. En Navarra ustedes conocen de primera mano las trabas que poco a poco se van poniendo a la tauromaquia en su tierra. La otrora inconcebible idea de hacer encierros en Pamplona sin corridas cada vez suena más. Al fin y al cabo, sería lo mismo que hacen en Onda, por ejemplo.

¿Alguien imaginaba hace solo cinco años que se llegaría a aprobar leyes como la denominada trans o la de bienestar animal? Pues en cuestión de toros pongan sus barbas a remojar porque aquí en Cataluña las nuestras, en lo que a corridas se refiere, nos las pelaron de un día para otro en un quítame allá esas pajas.


Hasta aquí el texto. El amigo Joan, selecto comentarista de nuestro modesto blog, sostenía en otro artículo su teoría de que aquella prohibición actuó como vacuna para el resto de la España taurina. Lo que no sabemos es si aquella hipotética vacuna mantendrá sus efectos durante los próximos ¿diez años?

En Pamplona tienen nuevo alcalde. Del 7 al 14 de julio es muy probable que se presente como el más taurino del hemisferio Norte. Sin embargo, el resto del año podría ir haciendo una labor de zapa contra los toros moviendo la higuera. Ya veremos...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.




jueves, 21 de diciembre de 2023

EL PEOR MIURA DE LA HISTORIA

Ese miura tendrá que ser muy malvado para encabezar la larga lista de toros con mala idea de esta vacada. Si preguntáramos a Pepete de quién vamos a hablar, nos diría que de Jocinero. Si a Posadas, que de Agujeto. Si a Dominguín, que de Desertor. Si a El Espartero, que de Perdigón, recuerden aquí. Si a Manolete, lógicamente que de Islero, pulsen aquí. También podríamos preguntar a Pedro Carreño y nos diría que de Cabañero, el novillo que lo mató en 1930. Así nos sacaría de dudas ya que su nombre no supieron darlo en casa de Miura cuando años después se les preguntó.

En los tiempos recientes, y sin llegar a la tragedia, Rafaelillo nunca olvidará las malísimas intenciones de aquel Maquilero de Castellón que comentábamos aquí en el inicio de la singladura de nuestro modesto blog, hace ya diez años. Pesó 662 kilos y era un sardo cinqueño. Se quedó en la manga avanzando y retrocediendo. Asomaba el morro y se volvía. Así estuvo quince minutos mientras le echaban capotes sin que hiciera caso. Cuando por fin salió, lo hizo dando pasitos y husmeando el ruedo, ahí lo tienen:



Luego nos enteramos de que en la finca nunca comía con los demás y un día se llevaron un susto morrocotudo cuando lo encontraron junto a la pared del cortijo porque había saltado la cerca. Observen el arreón que pegó mientras Rafaelillo acertaba a meter el brazo:



Pues el peor no es ninguno de los miuras citados sino Gorrete, lidiado en Málaga el 31 de agosto de 1887. Fue el causante de siete cogidas aunque en algún sitio ponen ocho seguramente contando que envió a Badila a la enfermería. Atención porque estuvo a punto de matar en el mismo festejo a Lagartijo, a El Espartero y a don Luis, ahí es nada. No hay ningún miura con un historial como éste de tantas cogidas en tan poco tiempo y a toreros de tanta categoría. Gorrete fue el ejemplo máximo de las tres características básicas de lo miureño elevadas al cuadrado: desarrollo de sentido, ligereza de cuello y dureza de patas. El cóctel fue explosivo y no hubo forma de meterle mano.



La corrida conmemoraba en Málaga el aniversario de su reconquista por los Reyes Católicos:



Fueron toros de Miura para Lagartijo, El Espartero y Mazzantini. Los dos últimos cortaron sendas orejas a quinto y sexto. 

Gorrete era colorado ojo de perdiz y se lidió en cuarto lugar. Tuvo que corresponder al califa. Los picadores a quienes volteó de salida eran de máxima categoría: Badila y Agujetas. Ambos sumaron cincuenta y nueve años picando ¡y sin peto! Han sido de los más grandes, junto a Zurito, Camero y Calderón. 

En una reseña dicen que 'si cogió a Lagartijo es que sabía más que él'. No falta razón al revistero aunque anotaremos que al califa otro miura de nombre Bonito estuvo a punto de darle el pasaporte al otro barrio doce años antes en Madrid cuando lo cogió tres veces. 


Estos miuras están todavía en la finca de El Cuarto. La foto es de 1897

La cuestión es que, como decimos, salió Gorrete y arrolló a Agujetas enviándolo al suelo. Acto seguido se fue por Badila e hizo lo propio con él. Volvió con  Agujetas y lo volvió a descabalgar. De los dieciocho caballos que mataron los miuras en Málaga aquel día, Gorrete se cargó él solo a ocho. Agujetas resultó cogido en el suelo sin consecuencias pero Badila se llevó una fuerte conmoción por el porrazo y fue retirado a talleres.


Salvo error, el picador derribado es Badila y la del quite es la Chiquilla de Cádiz

En los quites El Espartero sufrió dos volteretas. Juan Molina, que es uno de los diestros que más ha sabido de toros en la historia de la tauromaquia cobró una cornada en un brazo (en otro sitio hablan de puntazo). Después fue su hermano Rafael quien fue volteado recibiendo un fuerte varetazo en el muslo aunque Gorrete no llegó a hacer carne. Sí la hizo en el brazo de Torerito ya que le atravesó la mano con un gañafón que fue igual que una puñalada (pulsen aquí para recordar algo parecido en Pamplona en la feria de 1960). Rafael Bejarano, Torerito estaba entonces en la cuadrilladeLagartijo y luego tomaría la alternativa pars demostrar buen oficio y una espada letal.

Paseó por la atmósfera al banderillero Manene. Era un buen banderillero que entró en la cuadrilla del cordobés porque era cuñado de su hermano Juan. Un año después de esta corrida lo mató un toro al hacer un quite al picador en Córdoba.  Finalmente Gorrete también pegó una voltereta sin consecuencias a don Luis.

¿Qué les parece? Recuerden ese nombre cuando se hable de Miura porque hay otros toros suyos más famosos pero ninguno que tenga un historial como el de este coloradico. Vayan ustedes a saber si llevaría la sangre navarra de aquel Murciélago. Recuerden que ocho años antes de esta corrida de MálagaLagartijo no quiso matarlo en Córdoba en medio de un escándalo contra ese indulto y se lo regaló a Antonio Miura Fernández. Hablamos de 1879. Murciélago llevaba el hierro de la P, de Pérez Laborda, a cuyos herederos había comprado las reses el carnicero zaragozano Joaquín del Val.

Decíamos al principio que Gorrete pudo ser un toro que pasase a la historia por haber matado en la misma corrida a tres toreros, entre ellos a Lagartijo. Se comentó que había sido el toro de más sentido que se había lidiado en muchos años y eso, en 1887, significaba bastante más peligro que hoy en día. En otra reseña ponen que Gorrete salió dispuesto a acabar con el mundo y casi lo consigue. Un último comentario dice: como salieran seis gorretes cada temporada, terminaban con los de a pie.

Nos despedimos aprovechando esta entrada para desear una feliz Navidad a nuestros selectos lectores, con la esperanza de seguir contando con su compañía al otro lado de la pantalla.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


jueves, 14 de diciembre de 2023

LAS VERDADES DEL TOREO DE VERDAD (27): '¡ESO ES DE "CHALAOS"!'

Los lectores más fieles recordarán que dedicábamos dos capítulos de nuestra sección Verdades del Toreo a cómo coger tanto el capote -aquí- como la muleta -aquí-. 

La frase del titular está relacionada y la decía uno que fue director de Escuela Taurina en Madrid hace más de cien años: don Francisco Sánchez Povedano, esto es, Paco Frascuelo, el hermanísimo. Parece ser que no nació en 1843 como figura en el Cossío sino en 1841, con lo cual sería mayor que El Negro y además habría sido el primero en usar el apodo de Frascuelo.

Nosotros tenemos especial cariño al hermano de Salvador ya que fue quien inauguró junto a Lagartijo en 1883 la plaza de toros de Tarragona, a escasos veinte metros de donde escribimos estas líneas. Luego comentaremos algo al respecto pero antes hay que aclarar el titular, que se refiere a lo que ven en la siguiente foto:

Javier Arroyo


En la escuela madrileña de Paco aprendieron muchas cosas Gaona o El Papa Negro, por ejemplo.

Antes de seguir, aclaremos para los amigos que nos lean desde fuera de España que lo de 'chalao' es vocablo coloquial que equivale a loco, chiflado, maniático, atontado... La anécdota del título nos la cuenta otro de los discípulos de aquella escuela, Antonio Sánchez, de quien hablábamos aquí. 

Paco Frascuelo tenía fijación con la forma de coger el capote. A veces lo estiraba en el suelo y ordenaba a un pupilo que lo cogiese. Rápidamente intervenía a gritos: '¡Así no, hombre! ¡Que eso no es un felpudo, que es un capote de torear!' Censuraba muy agriamente esa costumbre realmente zafia de morder la esclavina del capote para plegarlo sobre el pecho. Es algo que nosotros aprendimos de pequeños cuando leímos un célebre artículo de Cañabate hablando de ello. Pero cedemos la palabra a Sánchez:

'Paco Frascuelo nos enseñaba de todo. La primera lección que me dio fue sobre cómo ha de cogerse el capote. Me tiró uno por el aire y lo cogí al vuelo de cualquier manera. Entonces me dijo: 'así, no; el capote se levanta siempre por la esclavina ¡y sobre todo, no lo sujetes nunca con los dientes! ¡Eso es de "chalaos"!


Raúl Doblado


Casi se nos saltaban las lágrimas al leer hace poco estas líneas porque desde muy tierna edad nos hemos quedado solos censurando esa atrabiliaria manía de comerse el capote. Lo hacen todos ya desde novilleros, nadie les avisa de que es una zafiedad. 

Lo peor es que dos toreros preocupados por la liturgia de la Tauromaquia y que nos consta que tienen muchos libros de historia del toreo en casa, muerden la esclavina como dos 'chalaos'. Nos referimos a Morante y a Octavio Chacón. Como ninguno de los dos leerá estas líneas, si alguno de ustedes los conoce, les hace llegar nuestra opinión. 


Marcelo del Pozo


Lo lógico si se quiere plegar el capote sería sujetarlo un momento con la barbilla, nunca mordiéndolo. Antonio Bienvenida era otro que luchaba contra molinos de viento contra esta costumbre. Se ve que hizo este pareado que suscribimos en todas sus letras:

'No muerdas más el capote / que eso es de sucio o de zote'

Lo de zote equivale a ignorante, patán o zafio. Lo de sucio está claro.

Recuerden que en esta crónica se lo censurábamos a Pablito Aguado:



Bah, todo esto es clamar en el desierto cuando actualmente la liturgia taurina es algo que todos desprecian. Se quitan las zapatillas para torear, tiran los avíos en desplantes grotescos, fuman en el callejón, brindan toros que son un insulto al respetable, piden el cambio de tercio sin desmonterarse, se colocan mal en el ruedo, van con el estoque simulado... Por cierto, pulsen aquí para recordar quién fue el primero en usarlo. Es que precisamente el citado Sánchez contaba que iba andando con otros torerillos desde su taberna de Mesón de Paredes hasta Puerta de Hierro sosteniendo durante todo el trayecto una barra de hierro más pesada que un estoque: 'lo hacíamos para coger fuerza en la muñeca porque entonces siempre se toreaba con la espada de verdad'. Ese recorrido son 8,5 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. ¿Qué dirían Sánchez o el director de su escuela si viesen la ridícula espadita de bambú del bueno de Robleño, que parece comprada en los chinos?



Pues ya conocen nuestra teoría sobre morder el capote. Es la misma que la de Joaquín Vidal, quien también leyó a Cañabate. Decía que había que olvidar lo de cambiar la seda por el percal y decir cambiar la seda por la tela de mascar. Nosotros seguiremos insistiendo en ello aunque tengamos tan poco éxito en nuestra cruzada como el de Paco Frascuelo, Antonio Bienvenida, Vidal o Díaz Cañabate.

No nos vamos sin hacer un breve recordatorio a lo que sucedió aquel viernes, 21 de septiembre de 1883 cuando se inauguró la plaza de Tarragona aprovechando las fiestas de la patrona Santa Tecla. La capacidad era para unas 14.000 personas, bastantes más que la de la plaza de Madrid entonces, y ostentaba uno de los diámetros más largos de España. Tengan en cuenta que en aquel año la ciudad no pasaba de los 20.000 habitantes. A la derecha de esos árboles está nuestra casa, que es la suya:



Fueron toros de Antonio Hernández López para Lagartijo y Paco Frascuelo. Pastaban en la zona de Colmenar y venían de Vistahermosa con un refresco jijón, divisa morada y blanca. Mataron once caballos aquella tarde:



Paco estuvo bien a secas matando dos. Lagartijo triunfó en el quinto y le dieron el toro. El sexto lo mató el sobresaliente Valentín sin novedad.

Al día siguiente sábado se repitió el cartel pero con toros de Félix Gómez aunque la corrida resultó bastante más discreta.

¿Tendría Lagartijo la desagradable costumbre de morder su capote? Paco Frascuelo seguro que no. Y apostaríamos a que el califa tampoco.

Ninguno de los dos debió de ser el primero que mordió un capote. Como decía Cañabate, seguro que fue un torero hambriento... de ganas de torear.


FOTO: Paloma Aguilar

Nos despedimos enlazándoles las otras entradas de nuestra serie sobre Las verdades del toreo de verdad:

La naturalidad al torear.

El Cordobés: cómo romper un toro y cómo se torea al natural.

Marcial Lalanda: entrar a matar.

Antoñete y el toreo desmayado.

Esplá explica qué es el temple.

El medio pase y el toreo de perfil.

Las verdades de un mayoral.

Verdades de Paco Camino.

Cañabate y el público de toros.

Cañabate, las fundas y el toro comercial.

Las verdades del Duque de Veragua.

Las verdades de K-Hito.

La Tauromaquia de Amós Salvador.

Así remataba El Viti los pases.

Las verdades de Corrochano sobre el toro de lidia.

Roca Rey, el que mejor descubre la muerte.

Así se coge la muleta.

Qué es el empaque.

Habla el torero desconocido.

Si hablas, no vuelves a torear.

Curro y las gaoneras.

Cómo coger el capote.

La mano izquierda de Dios.

Cuadrar el toro no es una suerte.

Tauromagia.

El peligro del pase de pecho 

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa. 

domingo, 10 de diciembre de 2023

LOS PICADORES... ¡TAMBIÉN SE QUEJARON DEL PETO!

El bueno de Antonio Sánchez recordaba el que fue su mayor triunfo en un ruedo con su corrida en Almagro ante toros de Palha 'que mataron seis caballos a pesar de que ya iban con peto'. Era obligatorio desde el año anterior. A cuenta de esa corrida nos hemos dedicado a leer cosas de aquellos primeros años del peto para confirmar si ello era posible.



Se probaron petos en la novillada de inicio de temporada en Madrid el 6 marzo de 1927 y los picadores quedaron muy descontentos reclamando puyas más dañinas. Decían que se iban a resbalar y que no se podían agarrar bien, con lo que no podrían castigar como se debería y querían puyas más lesivas. En aquella prueba resultaron seis caballos muertos, unos por perforar la gualdrapa y otros porque arrancaron la protección y después hicieron carne. Se habían probado diferentes petos por aquel entonces. Hubo uno muy popular fabricado por Arteaga y otro que, con pequeñas modificaciones, fue el que se impuso al principio tras un concurso. Era obra del torero Minuto, el mismo que ya retirado descubrió a Rafael Vega de los Reyes.



Aquí abajo ven al picador Ángel Parra, Parrita picando en el sitio según el dibujo de Casero. Anduvo en las cuadrillas de Nicanor y de Domingo Ortega. El caballo lleva un peto de los primeros, como el de la caricatura anterior:



Por supuesto que la protección provocó contraste de pareceres. Se decía que antes, sin peto, el toro, aparte de verse excitado por la sangre, se ahormaba mejor porque romaneaba frecuentemente. En cambio, con el peto ya no lo haría tanto y además se resabiaría. Eso del resabio lo sostenía el picador El Artillero, diciendo que con el peto costaba Dios y ayuda que el toro acudiera por tercera vez al caballo. Este de la foto es Rafael Andrade, El Artillero, picador de Saleri II, de Belmonte y de Chicuelo. Se le ve con un peto de 1935 y con el monosabio pasándose de listo, igual que los de ahora, con la diferencia de que los caballos actuales pesan como cuatro del de la imagen:



En cambio, el Papa Negro discutía lo de que sin peto se ahormaban más porque decía que antes la mayoría de toros quedaban con tanto poder al final como al principio del tercio de varas y trabajo tenía el diestro para convertir el toro en toreable. Desde el punto de vista del torero, Domingo Dominguín afirmaba que los toros con el peto se quebrantan menos y puntean más, poniéndose por tanto más difíciles para la lidia. Corrochano pensaba lo mismo.



El picador Bernabé Álvarez, Catalino, que lo fue de Machaquito, Belmonte, Gallito, Marcial y Sánchez Mejías también despotricaba:



Los picadores llevan ciento cuarenta años quejándose de todo. Cualquier cambio, sea el que sea, incluso el del peto, lo miran mal y comienzan sus plañidos... o sus amenazas. 

El miedo a que se desnaturalizase o afeminase la fiesta con el peto se fue diluyendo para ser sustituido por el miedo a que el picador matase el toro en el primer tercio. Eso sí que con el paso del tiempo será inevitable e indiscutible. Los lamentos de los piqueros terminaron pronto al comprobar que tenían patente de corso para masacrar los toros conforme se fue acorazando el caballo, pasando de los 15 kgs. de los petos iniciales a los teóricos casi 30 kgs. actuales. Por eso desde entonces se habló de modificar la puya con objeto de igualar un poco la pelea y evitar la carnicería.

A pesar de aquellos petos iniciales, sepan que en los años cuarenta morían 1,5 caballos por corrida y era rarísimo que alguno terminase la temporada. Observen esta foto porque el de Atanasio ha sacado las tripas a ese caballo que yace moribundo ahí al lado. Estamos en Madrid en 1949:



Piensen que en esos años cuarenta se hablará incluso de sustituir la suerte de varas por rejoneo a caballo ya que la impunidad del peto estaba permitiendo todo tipo de excesos a los piqueros.  Esto opinaba Belmonte en 1944:

'He pensado mucho en eso y no veo inconveniente en que se ensaye la posibilidad de sustituir con rejoneo el primer tercio. Buenos rejoneadores no podrían improvisarse y buenos caballos tampoco pero ya saldrían. No costaría mucho adaptar los caballos que ya están acostumbrados en las dehesas a convivir con el toro bravo'

El citado Corrochano discrepaba diciendo que las carreras en círculo que pegaría el toro si el primer tercio fuese rejoneando lo agotarían.

Este peto es de principios de los años cuarenta y los que ven más abajo, de finales:




Nada que ver con Farnesio picando a pelo como ven en la siguiente imagen. Era junto a Camero el picador de Gallito. Cobraban como picadores 250 pesetas por corrida. Si José se llevaba 6.000 pesetas en un festejo y una de nuestras queridas figuras se embolsa 160.000 euros, el equivalente hoy sería que un picador cobrase 6.600 euros aproximadamente. La próxima vez que coincidamos con el amigo Iturralde le preguntaremos si eso es lo que cobra por picar con Morante.

Aquí tienen como decíamos a Antonio Marín, Farnesio en célebre foto de 1917. El que va al quite es Gaona, de quien había sido picador antes de ir con Gallito. El Cossío se hace eco de cómo entusiasmó picando en 1914 en Madrid a un toro de Aleas pero olvida añadir que el respetable lo obligó a dar la vuelta al ruedo:



La corrida que nos está sirviendo de excusa para esta digresión fue la que se celebró en Almagro el 25 de Agosto de 1929: toros de Palha para Antonio Sánchez, Manuel del Pozo, Rayito y Sacristán Fuentes. Justo el mismo día de dos años antes había tenido lugar el ínclito escándalo de Cagancho, cuando dejó como un colador un toro de Antonio Pérez sin llegar a matarlo y siendo detenido. Curiosamente aquel toro lo mató Rayito, presente en la corrida que nos ocupa, en la que superó el número de Cagancho al verse atenazado por el miedo.



Rayito fue torero de los que se llamó 'del parón'. Para ello tenía que salir el toro que se adaptase a su toreo efectista de pocos recursos. En Almagro no salió y el canguis se apoderó de él. Ya que estamos, digamos que el automóvil que lo conducía de Sevilla a La Mancha dio una vuelta de campana. Su mozo de estoques se rompió una pierna pero los demás continuaron viaje... en mala hora para el diestro dado el amargo trago que iba a pasar.



Sacristán Fuentes fue bautizado en Santa Olalla con nombre de emperador bizantino: Nicéforo. Hay un error en el Cossío porque no nació en 1922 sino en 1912. Se anunciaba en Almagro un mes después de que Lalanda le diese la alternativa.



Antonio Sánchez era con diferencia el mejor de los tres. Torero de mucho valor, especialmente cuando se iba detrás de la espada, ahí lo tienen:



Admiraba a su paisano Pastor, que le regaló la montera con que toreó siempre. A punto estuvo de matarlo un toro de la viuda de Ortega, la misma de Gallito. Fue un mes después de lo de Almagro, en la plaza de Tetuán. No lo mandó al otro barrio pero sí lo retiró del toreo. Pasó a ganarse la vida en la taberna de la familia, aquélla que cuando la llevaba su padre se llamaba La Taberna de Cara-Ancha, maestro del que hablábamos aquí con lo de los gatos muertos. 



Es el protagonista de la Historia de una Taberna de Cañabate y fue también un pintor muy apañado, amigo de Zuloaga, con quien compartía ambas aficiones. Fue un epígono de Belmonte ya que en su local confraternizaba con escritores, pintores, críticos, periodistas y tutti quanti del mundo de la cultura.

Palha lidió aquel año de 1929 siete corridas, dos de las cuales en Tafalla y Manzanares, cosa que alegrará a algunos selectos lectores empadronados en esas localidades -ver comentarios sobre la de Tafalla- (por cierto, decir a los tafalleses que ese mismo día de Almagro salió en hombros de Madrid Saturio Torón con novillos de Arranz en el que fue su debut capitalino). Observen abajo que Uno al Sesgo avisaba de que se pronunciase bien el nombre de Palha, cosa en la que seguimos insistiendo nosotros cien años después sin ningún éxito:



Las crónicas están de acuerdo en que los animales salieron grandes, poderosos y bravos. Fueron cuatro negros, uno berrendo en cárdeno y otro en negro. Todas anotan que el sexto pegó una cornada grave en el tórax al banderillero Chocolate. También concuerdan en la jindama de Rayito, que dejó sus dos toros para Antonio Sánchez tras una aparente lesión en una pierna. El madrileño no veía clara esa retirada del sevillano a la enfermería y años después contaba esto:

'Uno de los toreros se hizo el grave y se metió en la enfermería. Tuve que matar su toro y cuando ya había matado tres y salía el quinto, me llamó el presidente diciendo que también tenía que matarlo. Le dije que fuesen a comprobar si era verdad lo del otro torero porque yo sabía con seguridad que no tenía absolutamente nada. El presidente me dijo que se quejaba de grandes dolores y que saliese. Total, que salí y le corté las orejas y el rabo'



Ya ven que Sánchez tenía la delicadeza de no nombrar a su colega. Lo cierto es que algo debió de haber con la espantada de Rayito porque la autoridad lo sancionó con 500 pesetas. En el ABC dicen de él que al entrar a matar hizo como que tropezaba y pasó a la enfermería poseído por el pánico. En La Fiesta Brava escriben que el pánico de Rayito dejó en mantillas la catastrófica actuación de Cagancho en esta misma plaza

Como ven, Sánchez triunfó pero ahí es donde los revisteros empiezan a discrepar a la hora de contar orejas. En un sitio hablan de tres orejas, en otro de seis y rabo mientras el maestro se queda a mitad de camino con cuatro y rabo. ¡Cuántas veces hemos repetido en nuestro modesto blog que no hay que fiarse de las crónicas antiguas! Aunque tampoco de los diestros, cuya memoria suele fallar... siempre a su favor.

El rabo fue en el quinto tras dos pinchazos y entera sin puntilla. Y sobre los seis caballos muertos, ¿qué? Pues no aparece el dato en ninguna de las siete publicaciones que hemos consultado. Ignoramos si se lo imaginó Sánchez o si los revisteros no se enteraron, cosa que nos extraña por ser algo reseñable ya que todos los caballos llevaron peto.

Sea como fuere nos ha dado pie a echar un rato a cuenta de aquellas discusiones que provocó el decreto del peto el 15 de junio de 1928. El gran Clarito lo tuvo clarísimo:

'El modelo que se aprobó distaba mucho de la muralla en que se transformará. Los antiguos varilargueros, que pasaron luego a ser picadores, pronto serán matadores de a caballo. En unos años no habrá varas, ni quites, ni banderillas realmente maestras, ni verdaderos volapiés... a lo que habrá que sumar la ausencia del tuétano de la fiesta: la emoción'

Y ésa ha sido la historia del tercio de varas. Empezó con el sálvalo y sálvate, que se refería primero al caballo y después al jinete. Se continuó con el déjalo que enganche de Guerrita, que sirvió a los ganaderos para depurar la selección pero dio paso a la atroz época de Machaquito y Bombita. Y con el peto llegó una impunidad en el castigo a la que sólo faltó rebajar la edad y la casta del toro para que la carnicería en varas haya llegado a ser tan atroz como a principios del XX aunque ahora quien la sufre no es el caballo sino el pobre toro.

Luego podremos hablar del limoncillo, la arandela, la cruceta, los manguitos, las rayas, los caballazos pinchados y resabiados, las lanzadas traseras que 'despaldillan' los toros, las recargadas infames o las barrenadas nauseabundas. Pero la esencia de lo que ha pasado con la suerte de varas en los últimos ciento ochenta años es lo dicho en el párrafo anterior.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



jueves, 7 de diciembre de 2023

ENCABO: QUÉ DIFERENCIA ENTRE TORERO Y GANADERO

Los leyentes más fieles de nuestro modesto blog recordarán aquella anécdota que un día contábamos de Joselito Arroyo. Decía que ahora de ganadero le gustaba mucho que lucieran sus toros pero que cuando era torero no tenía ningún interés en hacerlo porque los aplausos tenían que ser para mí, no para el toro, ¡para mí! y lo recalcaba dos veces.

Viene esto a cuento de Luis Miguel Encabo. Suponemos que quedó muy satisfecho del juego de sus toros en la gran corrida de Vic de este año aunque es posible que ya haya entrado en la lista negra de los toreros, para quienes la casta, cuanto más lejos, mejor.



Recordarán ustedes que criticábamos en aquel festejo al presidente Amestoy porque tras la tercera entrada al caballo de Provechito y su demostración tanto de poder como de bravura enseñó el pañuelo. Hubo una bronca unánime al palco y tuvo que ser Colombo el que girando el dedo índice le pidiese permiso para ponerlo una vez más.

Accedió y de esa manera tuvimos ocasión de que se nos pusiera la piel de gallina como decíamos en la crónica que pueden recordar aquí. El toro se arrancó sin tardear y al galope desde la otra punta y encima peleó de bravo. Todo para vergüenza y oprobio del presidente, a quien se le debería de haber caído la cara de vergüenza.

Se preguntarán ustedes qué tiene que ver todo esto con Luis Miguel Encabo. Es que ahora él es ganadero mientras que antes fue torero. Actualmente está encantado con que luzcan sus toros en el caballo pero antes...

Resulta que hace diecisiete años se lidió en esta misma plaza gascona un encierro de Charro de Llen con atanasios y no con lo de Daniel Ruiz que compraron después. El quinto se llamaba Velonero y lo habíamos retratado en el campo un mes antes del festejo, cuando visitábamos ganaderías por afición y para nuestra colección de fotos. Aquí lo tienen:



Estos otros también estaban apartados y ya que hemos ido a buscar en nuestro archivo, se los enseñamos. Uno presenta la pinta de melocotón que todavía sigue saliendo de vez en cuando en Dolores Aguirre:





Velonero había acudido tres veces al caballo entre ovaciones, cada vez de más largo. El diestro reclamó entonces el cambio de tercio al presidente con la mano. Nos hemos puesto en contacto con este último y nos aclara lo siguiente:

Encabo me solicitó con el dedo el gesto de cambiar el tercio tras la tercera vara y yo desde el palco le hice otro con los brazos como diciendo '¡no, por favor!, ¡vamos a ponerlo otra vez!' Aquella fue una situación totalmente contraria a lo sucedido entre Amestoy y Colombo. Luis Miguel Encabo accedió a mi petición y recuerdo que esa última vara fue extraordinaria. Luego cortó una oreja y se dio la vuelta al ruedo al toro

Efectivamente, así fue y la cuarta vara provocó un estallido de euforia en la plaza muy similar a lo del Provechito de Ibán. Además, tengan en cuenta que Encabo colocó el toro lo más lejos posible seguramente para que no se arrancase y así dejar en evidencia al presidente. Ahí tienen a su picador dando cera a Velonero. Es el portugués Rafael Da Silva, con quien daría la vuelta al ruedo después:



Por supuesto que este presidente está de acuerdo con nosotros en que en la pasada feria faltó generosidad en el palco con Colombo ya que él la había tenido con el toro y con el público solicitando ese cuarto puyazo. Con una petición de oreja que rondaba el 50% mostrarse tan cicatero no sólo no era lo más adecuado sino que pareció una vendetta por haber quedado la presidencia en evidencia. Añade a su explicación una cosa que resulta incomprensible en las plazas españolas:

Yo siempre he insistido a los toreros antes de la corrida en que si piden el cambio de tercio lo hagan desmonterándose para que no haya dudas. Es que si lo hacen girando el dedo índice queda la duda de si piden otro puyazo o están pidiendo el cambio. Aquel día Encabo pedía el cambio y fui yo quien insistió en ponerlo una cuarta vara. Muchos salieron pensando que era el diestro el que con su gesto quería seguir con el tercio de varas ¡pero había sido todo lo contrario!

Señores, decimos que esto es incomprensible en España porque ¿cuántas veces se da el caso por estos lares de que un maestro gire el dedo para solicitar otra entrada al caballo? Es todo lo contrario, lo mueven para cortar el tercio, tal como hizo Gómez del Pilar en la última concurso en Madrid con el de Pedraza, recuerden aquí. Luego montó el numerito de medio pedir otra vara al ver el descontento del respetable ¡cuando Sangüesa estaba ya en el callejón! Venga, hombre, a otro perro con ese hueso. Ahí tienen el dedito bobalicón de Gómez aquella tarde tras la segunda entrada, ¡y de espaldas al palco!



El Cordobés fue sancionado en 1966 en Zaragoza por solicitar el cambio de tercio directamente a la presidencia prescindiendo del delegado de la autoridad (sic, en el acta)Eso fue en virtud del artículo 77 del antiguo reglamento. En el actual, el artículo 72.6 no especifica la forma de solicitar el cambio, cosa que habría que cambiar urgentemente para que fuese obligatorio desmonterarse y mirar al palco. Si nosotros presidiéramos una corrida lo dejaríamos bien claro a los tres diestros antes de empezar.

No nos duelen prendas en decir que aquella tarde vicoise fuimos de los muchos engañados en el tendido con el de Charro de Llen porque el gesto de Encabo y el braceo del presidente lo interpretamos justo al revés, como si fuera el diestro quien solicitaba otra vara cuando lo que quería era acabar allí para que el toro no se agotase.



Pero es que no sólo no se agotó sino que embistió incansable siendo uno de los toros más completos que hemos visto en nuestra vida. Aquel año se llevó todos los premios en Francia. El hijo de José Ignacio Charro nos decía meses después que ellos fueron los primeros sorprendidos de que el toro durase tanto después de lo que se le había exigido en su brava pelea en varas.



Por eso a estas alturas de la explicación ya han entendido el titular. Los intereses de un torero y un ganadero son diferentes y el Encabo que puso a Velonero a regañadientes en una cuarta entrada no tiene nada que ver con el que disfrutó diecisiete años después en esa misma plaza viendo que el diestro enmendaba la plana al presidente con el de Ibán y el toro provocaba un rugido de alegría en el tendido cuando nos dio aquel espectáculo memorable.

No nos vamos sin recordar que con este presidente de Vic que nos ha aclarado lo que sucedió tuvimos un desencuentro ya que él estaba de asesor en la famosa tarde de Lamelas con Cantinillo cuando el palco le negó la oreja. A nuestras críticas respondió con una amarga carta que publicamos aquí y nos desafió a que aclarásemos las cosas en persona. Ni cortos ni perezosos cogimos el coche y nos hicimos los 700 km que hay desde Tarragona hasta su casa. Pueden recordar que lo comentábamos en esta entrada.

Aquello fue el inicio de una amistad que hace más de nueve años que dura.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.