lunes, 25 de septiembre de 2023

CONCURSO EN MADRID: CINCO BONITAS CABEZAS

La tarde hizo más las delicias de un taxidermista que de un aficionado. Lo decimos porque cinco de las seis cabezas habrían hecho un excelente papel en el salón de cualquier casa. Precisamente la menos hermosa fue la del mejor toro, el colorado de Pedraza. Aquí las tienen:








Cuando vimos el orden de lidia pensamos que Gómez del Pilar había sido el más agraciado y al final se confirmó. Le tocó ése de Pedraza y otro de Victoriano, que tuvo sus problemas pero los consiguió resolver. Los otros cuatro toros, nada de nada.

En las normas de la corrida había por fin una decisión sensata y era que si salía un sobrero entraba en el concurso. Alguien pensará que ese posible sobrero estaba en inferioridad dado que no había sido escogido a conciencia por su criador pero nos remitiremos a lo que cuenta Fernández Salcedo en su célebre libro sobre las corridas concurso. Cualquier aficionado sabe que un sobrero que salga en una concurso puede pasar la mano por la cara perfectamente a otros toros que sí han sido teóricamente elegidos con mimo por los ganaderos... o que han venido de una limpieza de corrales.



En cambio, había dos cosas que no terminamos de comprender. La primera es que se podría usar el regatón en la tercera vara (?). Debería ser a partir de la cuarta y mejor la puya de tientas, ¿no les parece? Dice además que los intervinientes se mantendrán alejados durante la suerte de varas cuando lo adecuado sería que sólo estuvieran presentes el matador de turno y un peón. 

Por último, es curiosa la distinción que se hacía en la norma número 8 diciendo que en caso de indulto el jurado podría otorgar el premio al toro indultado o a otro más completo en los tres tercios (?). Pero, señoras y señores, ¿no dice el reglamento que para que haya indulto la res deberá haber demostrado un comportamiento excepcional en todas las fases de la lidia sin excepción? Pues, en nuestra modesta opinión, no tendría ningún sentido indultar un animal y dar el premio a otro. Esa salvedad que figuraba en las normas de la concurso seguro que venía dada por los indultos de chichinabo que vemos día sí y día también.




1. CABAÑITO. Era un resina cárdeno ordinario, ojalado, bragado, veleto y cornalón, carifosco, de 510 kilos, en tipo:



Vino bien picadito del campo con lo que el primer tercio fue una bromita.

Marín llevo la muleta a media altura y ejerció de enfermero de guardia, toreando de salón al moribundo resina. Dos pinchazos y estocada trasera y desprendida patas arriba.




2. TRIANA. Un toro negro de Samuel, vareado aunque un poco descolgado de vientre, con cuello, cornalón, de 520 kilos:



Olvidable su pelea en varas donde tuvo que tragarse una carioca que no venía a cuento.

En el segundo tercio empezó a demostrar su rebrinque y sus distracciones. Hizo dudar a Pinar a quien en esta plaza no se tolera su ubicación de perfil, cosa que en otros sí se perdona. Es el diferente rasero de esta afición.


FOTO: Sánchez Olmedo

Poca raza del toro, que terminó sus días con una entera pasada arriba, tapando la cara, más descabello. El de Samuel murió en los medios, la única cosa buena que hizo.


3. MANISERO. Negro azabache y zaíno, de Victoriano, zarco, cornilevantado y astifino, de septiembre de 2018 y con 580 kilos:



Se dejó pegar sin más en el caballo. Nos pareció escuchar protestas por el cambio de tercio pero creemos que estaba más que visto.

En banderillas se vio que el toro estaba loco por la madera. Gómez del Pilar se lo sacó con unos buenos doblones, sin echar la pierna atrás. Después no era fácil llevarlo porque como dicen los taurinos embestía muy informalmente.


FOTO: Sánchez Olmedo

No le quitó la muleta de la cara y tiró bien de él mientras pensábamos que a más de uno este toro se le hubiera subido a la parra. Como además le sacó dos o tres naturales buenos, no tenemos ninguna queja.


FOTO: Sánchez Olmedo

Victoria del diestro pero luego se equivoca de manera contumaz entrando tres veces en la suerte contraria pinchando las tres. Los amigos lectores saben que hemos asegurado por aquí que es un torero que ha reconocido que su única preocupación al matar es mirar las patas del toro (la mayoría no lo dicen pero hacen lo mismo). Al final, rinconera con dos avisos.

Aplausos exagerados en el arrastre. Visto el juego de este toro y la edad que tenía, ¿alguno de ustedes cree que la familia Del Río lo escogió cuidadosamente para esta concurso por su buena nota?


4. MEXICANO. El de Peñajara, de 518 kilos. Por supuesto que para nosotros no sería ensabanado y mucho menos sardo (no se aprecian pelos rojos como sí los tenía aquel cebadita de nombre Fandango que era muy parecido a éste mirándolo de lejos, recuérdenlo aquí). La duda es si lo calificaríamos como berrendo en cárdeno claro y mosqueado o realmente estamos ante un cárdeno muy claro y muy salpicado, tanto que lo cárdeno ha quedado reducido a las motas:



Habría que conocer a la madre o haber estado en la plaza para ver la piel de cerca pero según las fotos del maestro Moore nos decantamos por la segunda opción. Quedaría su descripción como cárdeno muy claro, salpicadísimo, mosqueado, capirote en cárdeno claro, bocinegro y botinero:



Escarbador y gazapón de salida. En el primero, de largo, tardea y escarba pero luego mete el riñón cobrando una lanzada trasera que le levantan. En el segundo vuelve a tardear lo indecible y vuelve a escarbar. Por fin galopa y le hacen dos agujeros, uno de ellos contrario y en el lomo, sin apretar y sin que el toro pelee. Sale suelto. Tercera entrada colocándolo absurdamente más cerca que las anteriores cuando para nuestro gusto el toro estaba ya visto. Vuelta a escarbar, a distraerse y a tardear. Va pero nada. Aplausos al picador no entendemos por qué ya que no clavó en su sitio ni una sola vez. Si hay que ovacionarlo por mover el caballo y llamarlo a gritos, eso está al alcance de cualquier jinete.


FOTO: Sánchez Olmedo

Valladar puso el mejor par de la tarde. El toro iba en reserva y eso que no se le había pegado en exceso con la vara. Era soso y aplomado. Marín le arrancó pases de uno en uno en medio del aburrimiento general. Entera muy trasera pero arriba con muerte en los medios.


FOTO: Sánchez Olmedo


5. CASTELLANO II. Un cárdeno claro, botinero, de Escolar, rabicorto, con más badana de la habitual, cornigacho pero bien encornado, de 503 kilos. Recordaba a alguno de Hernández Pla (pulsen aquí donde hablábamos de aquella vacada):



¿Se han fijado en el rabo? No recordó en el primer tercio al gran Capitán porque su pelea fue olvidable y adecuadamente cortada tras la segunda entrada.

Se puso tonto en banderillas y se las clavaron de una en una: cinco pasadas para dejar cuatro.

'¡Venga Rubén! ¡Hay que llegarle! Puestecita, ¡vamos a reventar esto!, ¡llégale, llégale!' Eso es lo que le decían desde el burladero pero había poco petróleo que sacar del escolar, que embestía cansino y al paso, igual que un mulo. 


FOTO: Sánchez Olmedo

Pinar se puso pesadísimo. La siesta terminó con una corta pasada y tres descabellos. Nos pareció oír palmas para el toro en el arrastre... ¿quizá por su color gris?


6. SOMBRERO. Un colorado ojo de perdiz y albardado de Pedraza de Yeltes, con poco cuello, largo, nacido en septiembre de 2018. Era bizco del izquierdo y pesó 597 kilos:



Blandeó de salida. Al fin un toro metió los riñones como Dios manda aunque Sangüesa no le perdonó la lanzada trasera. Le pidieron que lo dejase largo en el segundo y se arrancó para volver a cobrar atrás. Metió la cabeza en el peto pero coceó al capote y esta vez sí que fue penoso que se cambiase el tercio. A las dos horas y media de festejo salía por fin un toro medio decente en el caballo y parece que entraron las prisas por irse a cenar. Por televisión no nos quedó claro si lo pidió el diestro o fue cosa de González González. Los gestos de Gómez del Pilar al palco cuando el picador ya había abandonado el ruedo no nos convencieron en absoluto.



Candelas hizo la mejor brega de la corrida, nada que ver con las banderillas tan malas que había puesto anteriormente. Con el personal de uñas por el robo del primer tercio, el diestro se puso de rodillas para intentar que las lanzas se tornasen cañas.



El animal se mostraba noble y labraba el ruedo con el morro. Era de tres tandas buenas como las que hubiera dado el hombre que ha visto nacer a este toro en el campo, que no es otro que José Ignacio Sánchez a quien pueden recordar en nuestro homenaje aquí dando naturales de verdad.



Ya han visto en la imagen anterior que el colorado embiste con los riñones y arrastra el hocico. Esta vez nos dio la impresión de que el diestro estuvo por debajo de la calidad del de Pedraza y encima, como siempre hace, se alargó en exceso. Vuelve a equivocarse entrando en la suerte contraria pero pega el telonazo y hunde el estoque sin que el toro aparentemente lo acuse. Aviso y descabello. Petición de vuelta al ruedo al toro fuera de lugar siendo Madrid. Los aplausos en el arrastre sí nos parecieron pertinentes.

Como decíamos antes, dos horas y media de plúmbeo festejo para que, cuando sale un toro que hace honor a lo que es una corrida concurso, nos roben el espectáculo. E insistimos en que si Gómez del Pilar realmente quería lucirlo, hubiese parado a Juanma antes de salir del ruedo. Entonces sí que nos valen sus gestos al palco para ponerlo en suerte otra vez. Su petición vino cuando el picador ya estaba yéndose por el callejón. Nos pareció un intento de dárnosla con queso y ya hace tiempo que aquí nos afeitamos todos.

En el pecado llevó la penitencia porque después el tal Sombrero estuvo por encima de él. Ya conocen nuestra teoría de que en una concurso no hay que otorgar el premio al toro menos malo sino a uno que merezca como mínimo una nota de 7 para arriba. A éste de Pedraza le daríamos un 7,5, o sea que cumple el requisito. Por cierto, la muerte de dos de los toros en los medios (Samuel y Peñajara) pasó desapercibida para los comentaristas televisivos. Repetimos una vez más que es urgente la presencia de un abogado defensor del toro en las retransmisiones.

Menos mal que a última hora sonó la flauta con el coloradico porque si no esta corrida concurso tan esperada podríamos haberla metido en el saco de las peores del año. Y miren ustedes que las ha habido malas...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.















miércoles, 20 de septiembre de 2023

LA CASTA NAVARRA DE POLICARPO LOZANO EN NÁJERA

FIRMA INVITADA: JON SAN JOSÉ DE EGUILEOR

Es difícil que encuentren un sitio fuera de nuestro modesto blog donde tengan más información tanto escrita como gráfica de los festejos a pie de casta navarra en el siglo XXI. No estuvimos presentes en Nájera con lo de Lumbreras pero disponemos de la crónica de lo acontecido que firma nuestro invitado. Por cierto, ya que hablamos de lo navarro, les anunciamos que tenemos listo el borrador de una extensa conversación con Miguel Reta que publicaremos en invierno donde analizaremos detalladamente su corrida de Guadalix así como otras cuestiones relacionadas con la casta navarra. Pero de momento les dejamos con lo que nos cuenta Jon de lo sucedido en Nájera. Le cedemos la palabra encabezando su crónica con la imagen de las cuatro reses lidiadas:


Estuvimos dos fines de semana en Ampuero disfrutando de la variedad de encastes: Hoyo de la Gitana para recortadores, Barcial para rejones y vacas y capones de Reta. Tras esto, el pasado sábado 16 de septiembre nos fuimos a la plaza de La Farola de Nájera para ver esta novillada sin caballos de Herederos de Policarpo Lozano.

La ganadería se anuncia a nombre del abuelo del actual propietario, Carlos Lumbreras. Acostumbra a lidiar festejos populares de casta navarra. Por otro lado, lidia sus otras reses de Carlos Núñez y Santa Coloma, que lleva por separado, a nombre de sus hijos Álvaro y Pablo Lumbreras.


El hierro procede de lo de casta navarra/reses de la tierra que Poli tenía junto a su socio Fidel Rubio. Era ganado antiguo, de principios de siglo pasado originario de Cipriano Ferrer y de Zalduendo y que se ha mantenido más o menos intacto hasta la actualidad.

El festejo era un pequeño homenaje que quería hacer el ganadero por el sexagésimo quinto aniversario de la fundación del hierro. Es tan sólo una anécdota que va a quedar en eso; que nadie piense que la familia Lumbreras va a lidiar a pie también esta rama... aunque a muchos nos pese tras lo visto en Nájera.




MARISCAL RUIZ. Es el hijo del banderillero Luis Mariscal y nació en Mairena del Aljarafe hace dieciocho años.

"Ajustadito"-6. Colorado, ojo de perdiz, bragado y meano. Nacido en abril de 2021.

Se queda corto en los capotes, pero va con mucho celo. Se viene arriba en banderillas y está pendiente de todo continuamente. 

Por el pitón derecho se queda corto y se revuelve rápido, pide distancia y el chaval no lo sabe ver bien. 

Le empala una vez y le avisa otra. Por el izdo tiene más recorrido aunque no lo vimos tanto. Por arriba no quería nada y acaba cogiéndolo otra vez en la tanda final de estatuarios. Afortunadamente sólo le rasgó la taleguilla.


FOTO: Miguel Ángel Vallejo

Pinchazo y estocada caída que hace guardia.


"Ajustador"-1, castaño oscuro, muy carifosco y ligeramente cornivuelto. Nacido en diciembre de 2020.



Ovacionado de salida, remata en tres burladeros. Echa las manos por delante en el capote y se viene arriba en banderillas, arrancándose con fuerza. Ahí tienen al novillero recordando a su padre:



Muy bien lidiado en largo y abriendo el capote. Entre la indecisión de dos peones y el hilo del animal casi les pasa lo que a Chapurra y Gómez Escorial en Estella, menos mal que quedó en un susto.

Se traga seis tandas por el derecho, muy medidas. Es para llevarlo enganchado, que no toque la tela y todo a media altura, porque si no, pega tarascadas de libro. 


FOTO: Miguel Ángel Vallejo


Afortunadamente se ha dado cuenta el chaval y lo ha entendido mejor en las últimas tandas, donde se ha visto más al animal. 



Por el izquierdo sólo una tanda, que resultó tener más calidad y emoción. Estoconazo en su sitio. Ovación en el arrastre de toda la plaza.


HUGO CASADO. Tiene diecisiete años. Es de Barcelona, hijo del matador Alfonso Casado, al que retiró una cornada de caballo. Es alumno de la Escuela Taurina de Cataluña. Vaya desde aquí todo mi apoyo a los jóvenes toreros catalanes.

"Platero"-3, castaño claro, cornicorto y un poco bizco del izquierdo. Nacido en marzo de 2021.



Emplazado de salida en los medios. Va a buscarlo con el capote y se le arranca como un misil. Verónicas como ésta daba Lagartijo:



Y medias como ésta, Andres Vázquez (recuerden aquí). Con la diferencia de que el 90% de los toreros nacidos después de 1900 se han muerto o se morirán sin haber dado una así a un animal de casta navarra:


FOTO: Martín Rupérez

Los peones clavaron cuatro banderillas en sendas pasadas más dos capotes por los aires y otro desgarrado. Hace mucho hilo hacia tablas. Se lo brinda al ganadero. Muy fijo en la muleta y engallado, en actitud desafiante. 



Embestidas bruscas a media altura por el derecho. En la tercera tanda se viene cruzado un par de veces y al tercer muletazo no pasa. Por el izquierdo, una sola tanda en que pasa a base de enganchones. 



Otro que termina por estatuarios y sin muleta. El novillo seguía crecido al final de la faena.


FOTO: Martín Rupérez

Entra a matar fuera de la suerte y en la contraria. Pincha y le tira por los aires. Se le arranca a la segunda y deja una estocada muy caída aplaudida por su gente. Suena un aviso. Entra otras dos veces y otra vez por los aires. 




Muy duro para morir, sigue entero con la boca cerrada. Segundo aviso justo al descabellar (por fin).


4° "Ajustado"-5, castaño claro, veletito. Nacido en marzo de 2021. Prototipo fino del toro de la tierra y con cara de malas pulgas.



Sale como un misil por toriles hasta el burladero contrario. Mucha chispa en el capote y corto en banderillas. Otro que disfruta haciendo hilo con los banderilleros. El de la imagen nos pareció el padre de Vicente Soler. Recordemos que su hijo estuvo de plata frente a los de Reta en Estella:



Se arranca con los cuartos traseros con alegría, distancia y prontitud en todos los muletazos; eral muy encastado y centrado en la muleta. Otro para perderle pasos porque se queda ahí y el catalán lo sabe ver.



Lo entiende mejor que al otro: se la deja puesta, liga bien y vacía mejor los muletazos. 


FOTO: Martín Rupérez

Por el pitón derecho hace el avión por momentos, pero sabe perfectamente que lo rojo es un engaño y necesita mando. Por el izquierdo no lo hemos visto excepto en algún pase por alto: 


FOTO: Martín Rupérez

Pinchazo arriba y estocada delantera. Ya en el suelo se levanta dos veces a por los peones y la segunda vez aguanta de pie lo menos dos minutos tras sacarle la espada hasta que el chaval coge el descabello y acierta.


Ya han visto que quizá hacemos más mención a las reses que a los chavales pero hay que decir que estuvieron más que dignos y como alumnos que son fueron corrigiendo errores anteriores y aprendiendo cómo hacer las cosas. Tengan en cuenta que tuvieron delante animales que por desgracia no suelen torear y decimos por desgracia dado que con ellos se aprende mucho el oficio.



En cuanto a Carlos Lumbreras todos los que lo conocen saben que es un ganadero que se viste por los pies. Como aficionado, es de las personas que mejor se expresa cuando habla de todo lo relacionado con el toro.

Para comprobarlo, y si me permiten la cuña publicitaria, pueden leer la entrevista que le realicé para mi libro Reta de casta Navarra: de la calle al ruedo donde disfrutarán con las anécdotas se cuenta.



Estuvimos hablando con él al finalizar el festejo y compartíamos la opinión de que había primado la casta, con más o menos ganas de pelea pero sin que ninguno se rajase huyendo. Todos se vinieron arriba y fueron duros para morir.

La plaza estuvo cubierta en un tercio de la foro, siendo generosos, y el festejo duró hora y media, algo que por un lado se agradece pero por otro nos dejó con ganas de ver seis animales en lugar de cuatro. Y con la duda de su reacción pegándoles un picotazo en el jaco.

Con este son ya seis los festejos a pie celebrados con reses de casta Navarra en este siglo. Unos pocos hemos tenido la suerte de disfrutarlos todos desde el primero en 2021: tres corridas de toros de Reta de casta navarra, otra de José Arriazu, una novillada picada también de Reta y ésta de Lumbreras sin caballos.

Saludos cordiales desde Bilbao a todos los amigos lectores del blog. Jon San José de Eguileor.



lunes, 18 de septiembre de 2023

SOBRALES MADRILEÑOS

Los japoneses debieron de quedar sorprendidos con que sólo uno de los toros lidiados fuera negro, y eso que lo era entrepelado. Ojalá hubieran sido seis de Sobral y así no habríamos tenido que aguantar tres resinas de una vulgaridad y una blandura alarmantes.

Decimos que los toros portugueses fueron de Madrid porque los tres representaron el tipo de toro que hay que dominar, que transmite emoción, que otorga interés a todo lo que se hace ahí delante y que, en resumen, gusta en esta plaza (y debería gustar en cualquier otra pero en general por ahí se prefiere al norit para que el torero exprese lo que lleva dentro). Otra cosa es que los diestros puedan con toros tan duros pero con reses así labraron su fama en este coso diestros como Ruiz Miguel o Manili ganándose el respeto de todo el mundo.

 


No obstante, en el caballo las peleas de los seis fueron bastante olvidables. La actuación de la banda del castoreño fue delictiva, como casi siempre, pero siguen campando a sus anchas. Cervantes y Rey pusieron sendos buenos pares.



CHACÓN. Se presentó con el vestido riojano en la que sumaba su sexta corrida del año cuando nosotros hubiéramos apostado por que eran incluso menos. Su primero era un sardo claro de Sobral, zarco, botinero, capirote y mosqueado (no alunarado). Aclararemos que los sardos pueden ser de tres tipos: claros, ordinarios u oscuros pero de ninguna manera existe el sardo ensabanado como dijo Delgado (recuerden esta entrada y disfruten con las fotos de algunos ejemplares). Es posible que forzaran la báscula porque se anunciaban sólo 501 kilos pero tenía una presencia imponente:



Las fotos de cada toro son del maestro Moore. Muy bien Chacón colocando al toro en suerte caminando hacia atrás sin pegar un capotazo pero muy mal su picador demostrando cómo no hay que picar. En el segundo se deja pegar con fijeza pero cobra una lanzada trasera sin que lo aprieten.

Tras ser tan mal picado el toro se enfadó y empezó a ponerse tonto en banderillas. Había que estar con los cinco sentidos porque era probón y punteaba la muleta con violencia. Era un animal de los que gustan en Las Ventas porque si los acobardas, pueden tragar.


FOTO: Luis Sánchez Olmedo

Pero el problema fue que enseguida adoleció de casta para plantearle una pelea como Dios manda. Empezó a pararse y a mirar pero ¿hubiera hecho lo mismo en caso de haber sido bien tratado en el caballo? Chacón estuvo valiente y por encima de él. 


FOTO: Luis Sánchez Olmedo

Se perfila sin liar la muleta porque entra con el delantal y deja una media malísima por atravesadísima. Después clava una honda muy tendida con el toro enviándole un gañafón al pecho. Sonó el segundo aviso con el toro en los medios y llevando la cara por las nubes. Le salvó la campana al cuarto descabello.

Su segundo era un resina acapachado de pitones, cárdeno, caribello, bragado, meano, axiblanco y finito de cabos:



FOTO: Luis Sánchez Olmedo 

Horripilante agujero casi en el brazuelo y rectificación para clavarle trasero con sevicia. El toro se arranca de largo en el segundo para volver a cabecear con mal estilo. Creemos que Chacón se equivocó ya que tendría que haber ordenado a su picador pegarle dos picotazos vista la experiencia habida con los otros dos resinas ya lidiados anteriormente.

El toro en la muleta se paró y cuando embestía pegaba el arreón y gazapeaba. El gaditano necesitaba un triunfo en Madrid y para eso el toro tenía que haber estado crudo, cosa que quizá se hubiese conseguido de no ordenar ese primer puyazo criminal. Quizá en el pecado llevó la penitencia en sus dos toros por haber sido picados de manera tan nefasta.



Honda atravesada con su habitual telonazo, ya lo ven. Siete descabellos y muerte del toro en la segunda raya.




JUAN DE CASTILLA. Confirmó la alternativa. Su primero era un resina bajito, chato, con cara y perfectamente en tipo. Nada que ver con los novilletes que sufrimos en Cuéllar (recuerden aquí):



Al relance en el primero sin pelear y blandeando. Túrmix en el segundo y de nuevo al suelo con el pitón izquierdo notablemente astillado.

El animal provocaba pena ya que no podía con el rabo. Ningún interés. Pincha dos veces equivocándose en la suerte contraria. Dos pinchazos más, estocada corta que escupe y silbidos cuando en vez de volver a entrar descabella a la segunda rondando el tercer aviso. Tras los dos primeros toros iban cuatro avisos.


FOTO: Luis Sánchez Olmedo

El quinto fue de Sobral y era un negro salpicado, listón, de 590 kilos, con buen morrillo:



A pesar de que se lo dejaron debajo, el piquero clavó trasero para variar. El toro puso interés pero notando que su pelea contra el T-34 no tenía ningún futuro. García dejó caer la vara estilo Acosta pero le cayó en el lomo y a pesar de ello escuchó unas palmas que calificaríamos tranquilamente como demenciales. El toro peleó con más fiereza contra la capa de Chacón que contra el peto de Equigarce:


FOTO: Luis Sánchez Olmedo

Castilla salió muy decidido y se puso a torear en redondo en el platillo a un animal que era bronco y poco claro. Pero de nuevo estábamos ante un toro de Madrid. En la imagen se aprecia que no embiste de forma borreguil:



Pero el diestro quiso tratarlo como si fuese una ternera al uso y eso no podía ser. Había que bajar bien la mano y pegar el zapatillazo para intentar que se entregase obligándolo a repetir. Como no lo hizo, el de Sobral no se sintió toreado en ningún momento y se puso cada vez más violento.

Dejaremos la cosa en tablas siendo generosos con el maestro a cuenta de su buena disposición. Acierta en la suerte natural y entra con mucha lentitud para dejar una casi entera arriba, pasada pero perdiendo la muleta por no liarla bien.



Conociendo al presidente Sanjuán sabíamos que no iba a dar la oreja. Los televisivos se subían por las paredes: '¡Hay que ser sensible! Es que veo al presidente muy apalancado... Hombre, por favor, ¡no hay derecho!, ¡no puede ser! Si este hombre supiera lo que es estar ahí abajo en el ruedo... ¡Qué injusticia!´   

Cuando se regalan trofeos con petición minoritaria o segundas orejas de chichinabo nunca les oímos decir que es una injusticia... A nosotros el premio al colombiano nos parecía excesivo pero se regalan tantas en esta plaza por destorear chotos que el agravio comparativo con el pobre Castilla es un poco sangrante.


ÁNGEL SÁNCHEZ. Su primero era un resina negro entrepelado, bragado, meano, carifosco y de mazorca blanca y gruesa:



Fue al corral por Ironside. El sobrero era un toro de Hermanos Collado Ruiz, el camión de la carne. Castaño oscuro, listón, lavado de cara, con casi seis años y 620 kilos:



Marcial demostró a caballo que no es el más grande, castigando al toro muy trasero y barrenando en los dos puyazos, en los cuales el toro no peleó.

Si era verdad que estaba muy corraleado, empezó a demostrarlo cuando se paraba ante los capotes y miraba lo que había detrás. En la muleta se vio que era desaborío y que tenía el viaje cortito. Buena voluntad de Sánchez pero no pudo poner en práctica el '¡intenta que no pare!' que le gritaba Molina desde la barrera.


FOTO: Luis Sánchez Olmedo

Pinchazo y estocada entera que caen atrás por llevar la mano muy alta y además tapando la cara del toro. Ovación a la citada ejecución, cosa que no terminamos de entender.



El último era un toro entre cenizo y carbonero, carinevado, bragado, meano, badanudo y un poco salpicado por las nalgas:



Vergonzoso Prieto, capitaneando la banda del castoreño con una lanzada contraria y caída y dando una vuelta completa en carioca asquerosa. En las tres entradas el toro se fue de allí con urgencia y con lógica ante semejante matarife. Con desvergüenza Molina lo dejó otra vez al hilo de las tablas para que volviese a cobrar ya que tras la experiencia de los otros dos sobrales, cundía el pánico con este sexto.

Gran primer par de Rey que pasó bastante desapercibido tanto para el público como para los televisivos, el mejor de la tarde.

El toro tenía una embestida rebrincadita pero con cierta codicia. Además era pronto y estaba pendiente de la tela. Los pases que le pego Sánchez parecían acuarelas cuando lo que exigía el de Sobral era un óleo bien empastado.

No terminamos de entender por qué llevó la muleta a media altura en lugar de bajarle la mano. Con esa actitud el toro no cesó de regalarle la tarascada al final del viaje. Se equivocó en la suerte contraria y el portugués se fue a por él cortándole y volteándolo pero sin calarlo:



Vuelve a equivocarse y recibe otra violenta tarascada al pecho. Nuevo error pero esta vez se sale de la suerte y alarga el brazo para dejar una casi entera trasera y ladeada, con las patas al cielo.


Dos horas y media de largo festejo que nos dejó tres cosas: el valor de Chacón en su muy difícil primero, la decisión de Castilla en su segundo y el interés por volver a ver los toros de Sobral. No tuvieron nada que ver con la mala corrida de Sangüesa (no hagan caso a lo que dijo Dávila) ni con las dos corridas suyas que hemos visto en Tafalla y que dieron buenas oportunidades a los toreros. Aquí pidieron la documentación y los diestros sólo tuvieron los papeles en regla en el apartado del valor, que no es poco aunque no suficiente para haber podido con ellos.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.