martes, 5 de marzo de 2019

CELESTINO CUADRI (1): LAS FICHAS DEL ABOGADO

Son muchos los abogados que han aprobado las oposiciones a fiscal o a juez resumiendo el temario en fichas. Celestino Cuadri fue un buen estudiante de bachillerato que confirmó luego sus excelentes aptitudes licenciándose en Derecho. Parece ser que su afición a los toros aumentó tras conocer en la universidad de Sevilla al que fuera su maestro, el catedrático Manuel Giménez Fernández. 



Giménez había sido ministro de agricultura en 1934. Tuvo que lidiar con tirios y troyanos porque unía su mentalidad conservadora como ferviente cristiano al deseo de mejorar la situación de tantos campesinos que vivían en la miseria. Por eso recibió críticas de izquierdas y derechas, especialmente de éstas, con Lamamié de Clairac al frente.

Bastante desencantado, dejó la politica y se fue a vivir a Sevilla, donde había vuelto días antes del comienzo de la guerra (se marchó de Madrid diciendo 'suspendo mi actividad política y me vuelvo a Sevilla, donde esperaré a los que vayan por allí a cortarme el cuello'). Había nacido en el número 6 de la calle de Santiago y a pesar de doblar en edad a Celestino, hicieron muy buenas migas unidos por su devoción tanto al derecho canónico como a los toros. Editó en tiempos de Franco una revista aperturista llamada 'Peñafort' donde colaboraron otros dos alumnos suyos, Pérez Royo y Felipe González. Los amigos que nos siguen desde América deben saber que dedicó muchos años a estudiar la figura de fray Bartolomé de las Casas. 



Esas fichas a las que nos referimos en el título son la manera como Celestino Cuadri llevó durante lustros la ganadería con las reses de Esteban González y de José María Lancha. En Comeúñas no había libros como éste de don Florentino Sotomayor, que son los habituales en todas las vacadas:



Al abrirlo, fíjense en el hierro porque es el actual de Prieto de la Cal (los dos libros de machos y hembras se venden en la red por 1.000 euros):



En esas fichas Celestino tendría hoy anotado este número 8 al que veían al principio y que está a prueba en Comeúñas como semental. Precisamente está en cuarentena, como nos explicará el propio Celestino más abajo. Es castaño, ojinegro, listón y bocidorado:



El fundador de la ganadería contaba esto al notario Bollaín:

"El sistema de fichas para los toros me lo inspiró don Manuel Giménez Fernández. Trabajé junto a él cuando pensaba preparar oposiciones a cátedra y manejé mucho el fichero que él tenía para dar clase. Nunca pude suponer que ese fichero, con olor a universidad, terminaría siendo la base de mi ganadería"

Aquellas fichas empezaron con las primeras tientas en las que la voz cantante la llevaba Joaquín Miranda, quien fuera banderillero de El Algabeño y de Maera, después consejero nacional de Falange y finalmente gobernador civil de Huelva. Dicen que también fue peón de Belmonte y sería él quien protagonizaría la anécdota del maestro cuando le preguntaron cómo había llegado a gobernador un banderillero suyo: 'degenerando...' respondióCelestino siempre hablaba maravillas de Miranda:

"Él fue quien me enseñó cómo se hace una tienta...lo que puso Miranda en mi ganadería fue el alma"



Y ¿qué es lo que le enseñó en las tientas desde que compró los toros en 1954 hasta su muerte en 1961? El mismo Celestino nos lo dice:

"La piedra de toque está en el caballo. Por la manera de ir la vaca al caballo y de quedarse allí, ya sé cómo será en la muleta con un muy pequeño margen de error. Para mí, es inconcebible aprobar una vaca que haya ido mal al caballo aunque luego sea superior para el torero"

Los amigos del blog recordarán que nos quedamos más solos que la una criticando el indulto al tal 'Cobradiezmos' (pulsen aquí). Menos mal que don Celestino Cuadri nos hubiera dado la razón, cosa que consideramos un honor:

"Las tres varas son imprescindibles para ver el toro bravo porque es la tercera la que de verdad mide la bravura. Hace falta tres varas caiga quien caiga, aunque el que se caiga sea el toro"



La segunda parte de su opinión vuelve a incidir en lo que también hemos dicho en nuestro blog por activa y por pasiva. La presidencia debería avisar a los diestros de que no cambiará el tercio si no es con las tres entradas y que por tanto actúen en consecuencia. Vuelve el maestro Cuadri:

"Que los espadas, sabiendo esto, acomoden su acción y la de su picador a la fuerza del toro que han de matar después"

O sea, que dosifiquen el castigo aunque sea al precio, que nosotros pagaríamos gustosos, de convertir un puyazo en un muletazo. Exageramos un poco pero ya nos entienden.

En las fichas de algunos sementales de Cuadri ponía 'en cuarentena'. Lo hacía porque usaba el mismo sistema que se sigue utilizando en Comeúñas. Se prueba un semental y entra en cuarentena durante tres años hasta ver los resultados en las vacas de tienta. Digamos que la cuarentena significaría un voto temporal de castidad. Esto tiene su aspecto negativo y su positivo:

"Si sale bueno, habré desperdiciado dos años de cubrición pero si sale malo, la mancha no ha caído sobre dos camadas sucesivas"



Fernando decía que su padre había probado la tienta de sementales y le había dado resultados tan dispares e ilógicos que la desechó y se centró en la reata. Sobre la lógica en la selección, Celestino tenía una teoría particular:

"los ganaderos tendemos a ver las cosas según nuestra lógica y no según la realidad, las vemos como es lógico que sean y no como realmente son; esto puede tener consecuencias desastrosas"

Lean cómo lo explicaba:



Precisamente esa 'punta de ganadería sin solera' que le daba bien serán cuatro vacas procedentes de Parladé que venían con lo de Belmonte que compró a Lancha. No lo eliminó todo como se sigue repitiendo por ahí. Esas cuatro señoras constituirán una fuente de bravura en Comeúñas como el propio Celestino contaba. Pero como la entrada nos quedaría muy extensa, hablaremos de ello en otra ocasión.

A cuenta de las fichas del abogado Cuadri y del catedrático Giménez Fernández hemos divagado demasiado abusando de su paciencia. Por eso nos despedimos con este picador tentando una vaca. Fíjense en que da una lección de cómo picar: enseña el pecho del caballo, usa la vara para detener y no espera a que llegue al peto para clavar. Además, no pica trasero ni en el lomo y con la mano izquierda está abriendo el caballo en lugar de preparar la carioca, ¿quién es este maestro de picadores?



Pues Fernando Cuadri. Ya podría venir este año a Céret a picar así con los caballos de Bonijol.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

8 comentarios:

  1. Rafa, q hermoso. Usted o tu, te estas ganando un cielo. Todo el q se entrega así a una causa. Se debe ganar un cielo. Te compare con cavia una vez, pero vas más por la línea cossio. De verdad, mis absolutos respetos, con que cariño y delicadeza escribes, eso es muy difícil.

    A mi esto de lancha siempre me pareció algo oculto y misterioso q iba desde villalon a Belmonte luego a lancha cuadri cebada... Lancha y curro chica, algunos de mis misterios de la ganaderia. Gracias.

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    1. Le agradezco mucho sus palabras, es usted muy amable. De Lancha hablaremos en el próximo capítulo que dediquemos a don Celestino Cuadri.

      Saludos.

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  2. Buenas rafa:
    Tenía curiosidad por saber su opinión sobre lo que ocurre en algunas corridas de rejones, que cuando el toro está ya herido de muerte el caballo le pega un mordisco al toro. Lo vi el año pasado y toda la plaza se puso en pie aplaudiendo (igual exagero un poco) pero solo un poco. Ami como aficionado la verdad que me pareció un verguenza y una falta de respeto al rey de la fiesta tanto por el rejoneador(no hace falta me imagino que diga quién) como por el publico que lejos de indignarse se puso en pie. No es el mordisco en si lo que me duele. Lo que me duele es el la poca importancia y respeto que se le tiene al toro, muy lejos de lo que merece y ese acto es un reflejo de ello.
    Necesitaba soltarlo.
    Saludos.

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    1. Es Diego Ventura, ya lo digo yo por si hay algún despistado. Mi opinión es la misma que la de usted: me parece vergonzoso y penoso, una falta de respeto al toro que es recibida, como usted dice, con una algazara pueblerina indigna de personas que admiren este bello animal.

      El problema es que llueve sobre mojado porque el toro ha sido previamente desmochado no como se hacía antiguamente en rejones sino con la repugnante costumbre de dejarle dos plátanos infames en lugar de cuernos. Para eso, que le pongan fundas de cuero como en Portugal. Ello provoca otra situación muy aplaudida hoy en día y es cuando el toro topa con el caballo y le golpea en la grupa. Eso es REJONEAR MAL aunque al público le parezca lo contrario.

      Ayer preparaba la siguiente entrada y veía una foto de Belmonte rejoneando una vacona a la que habían quitado el veneno simplemente, nada que ver con los toros de rejones que abundan actualmente.

      Ventura y sus mordiscos, muy mal y el público, peor aplaudiéndole. Lógicamente él no es tonto y seguirá adiestrando sus caballos para que muerdan al pobre toro. Dice que quiere rejonear un día en puntas. Venga...¡a ver si es verdad! A ver si entonces se permite estas licencias con el riesgo de que despanzurren su caballo.

      Saludos.

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    2. Hola, lo primero muy buena entrada. Sobre Ventura decirle que esa situacion que comenta del toro topando con la grupa del caballo ya le costo salir de una corrida con 2 caballos heridos por asta de toro, esas heridas no eran precisamente un arañazo... Los rejones como las corridas a pie acaban sucumbiendo al triunfalismo. Ademas en la unica corrida de rejones a la que he ido los toros estaban despuntados como 3 cm para los 3 rejoneadores, nada de platanos y le hablo de una plaza de segunda. De esto no hace ni 1 año, no se si fue casualidad o que fui a la plaza antes que la moda platanera
      Un saludo

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  3. Del coronel Cañero deberían aprender, q montan como indios de algún west de J Ford.

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  4. Afortunadamente para su amo, esos caballos heridos de Ventura no hablan... Respecto al despunte, Joaquín Vidal se quejaba de ello hace veinticinco años. Siempre empezaba sus crónicas así:

    "Toros exageradamente despuntados para rejoneo de ... que dieron juego".

    No sé si algún lector de los más veteranos nos podría confirmar si el despunte en los años cincuenta y sesenta era tan excesivo como ahora.

    De Cañero hablábamos aquí, donde nos hacíamos eco de sus sangrientas andanzas durante la guerra al lado de El Algabeño. Ambos rejonearon juntos más de una vez:

    http://toreoenredhondo.blogspot.com/2016/10/el-algabeno-una-estirpe-de-estoqueadores.html

    Saludos.

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  5. Le leí, en su día, y un artículo del país años antes. las guerras suelen ser sangrientas, por eso son guerras y además si son entre civiles.en Córdoba esta cabra y hubo ejecuciones franquistas y también republicanas. No juzgare al gran rejoneador en el ruedo por su actitud en la guerra.

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