martes, 15 de julio de 2025

CÉRET DE TOROS, 2025 (5). SOBRAL: MAZAPANES PORTUGUESES

En la interminable cola para entrar a la plaza, con los registros y cacheos, un amigo del blog nos decía: 'hoy no veremos ni toros ni toreros'. Su pesimismo y su acierto anduvieron a partes iguales. La salvedad es que vimos un toro, el primero. El resto fue una decepción. La principal, la de los de cuatro patas,  que es lo que venimos a ver a Céret. La secundaria, la de los espadas aunque qué vamos a esperar, ¿no creen? Castilla y Robleño valen para la pelea y si lo que tienen delante son mazapanes, no interesan. Curro Díaz vale para... ¿para qué? Para seguir gozando inexplicablemente del beneplácito de algún santón del 7 que le ríe todas las gracias sin que nadie se atreva a discutirlo. El maestro tendría que plantearse el retiro más pronto que tarde.



Era la despedida de Robleño en la que ha sido su plaza. Le entregaron la medalla de la ciudad, de la que es hijo taurino adoptivo. Era un título que pareció que iba a recoger Gómez del Pilar pero lo echó a perder. Ahora está vacante aunque no se ve en lontananza ningún candidato. La verdad es que fue impresionante cuando por megafonía recitaron la lista de toros que ha matado aquí: Hernández Pla, Victorino, Adolfo, Escolar, La Quinta (antigua), Cuadri, Raso de Portillo, Miura, Saltillo, Valverde, Aguirre... Ojo, ¿eh? Nadie puede igualar eso a día de hoy ni en Céret ni en ningún sitio. No es de extrañar que en agradecimiento brindase su primer toro al presidente de la ADAC, a Carreño y a Raviglione:



Los toros estuvieron bien presentados aunque con alguna desigualdad ya que había noventa kilos de diferencia entre algunos. Todos en puntas, variados de pinta, sin tardear en el caballo pero con peleas discretas excepto el primero. En la muleta no hicieron ni un mal gesto, todos más o menos colaboradores, con sosería, con formalidad, con poco fondo y con mucha bondad. Con esos mimbres quizá un Juan Ortega, un Frascuelo o un Morante nos hubieran deleitado. Los tres que hicieron el paseíllo nos aburrieron.

Por cierto, como en algún corrillo salió el recuerdo al memorable toreo de Frascuelo con aquel toro de Bartolomé en 2014, les remitimos a nuestro homenaje pulsando aquí. Aquel trasteo de don Carlos Escolar pasa la mano por la cara a cualquiera de las alabadas faenas de Morante este año.



Hubo casi lleno y presidió sin problemas Bernard Sicet. Se retira este año y le queda otra en Mont-de-Marsan o sea que en Céret no lo veremos más en el palco. Hemos tenido nuestras diferencias, sin ir más lejos en la de Sobral de 2024 aquí mismo pero les diremos que nos abordó para agradecernos que hubiéramos defendido en nuestro blog el azul que enseñó al Cigarrero de Aguirre en Vic.

Vimos la curiosa imagen del hermanamiento entre la Guardia Civil y la Gendarmería. No sabemos si estaban buscando a algún golfo de los taurinos. Para hacer limpieza en este mundillo de sinvergüenzas se necesitarían muchos más efectivos:




DÍAZ. Lo anunciaron para que Robleño no abriera cartel. Hizo el paseíllo destocado no sabemos por qué. Igual no se acuerda de que en Céret ya toreó en 2016. El titular de aquella crónica vale para esta corrida, véanlo aquí. Si entonces estuvo nefasto como director de lidia, en la de Sobral, tres cuartos de lo mismo.

Su primero era el camión de la carne, un toraco negro azabache, bragado, listón, cornalón, hondo, gordo, astracanado, con una gran pelota, imponente. En las fotos del ganado verán las nuestras junto a las del maestro Moore, a riesgo de que nosotros quedemos como un vulgar maletilla haciendo la luna:




Se fue como una flecha por el caballo, que era el gran Chanquete, y lo levantó como una pluma:



Vean el batacazo y observen la actitud expectante de los monosabios, nada que ver con lo que se sufre cada tarde en Las Ventas con los monolistos de Equigarce:




En las dos varas siguientes galopó y volvió a empujar. Nos las prometíamos muy felices pero al final del festejo sería un espejismo. A De los Reyes le buscó la cartera con el cuerno derecho:



Luego fue fijo y noble pero acusó en seguida los kilos. Castellanos dijo a Díaz desde el burladero que le abriese la puerta y el de Linares le obedeció quedando muy por debajo de la bondad del toro. Fíjense qué manera de citar. ¡Que no se comía a nadie, hombre!



Pinchazo tendido y esta casi entera en el rincón:



El cuarto era un castaño carinegro y listón, ajamonado de atrás:





Pésima lidia de Díaz. Al relance casi derribó en el primero porque el piquero perdió la vara con el topetazo:



El maestro ordenó una repugnante recargada en el segundo, con carioca incluida, y en el tercero el pinchazo fue en el espinazo. Después tuvo la poca vergüenza de brindarnos el toro. 

Destoreo de pierna atrás con la cuadrilla jaleándolo, los únicos que lo hicieron. Durmió a las ovejas. Esa muleta es casi tan grande como la de Manzanares:



Estocada caída con telonazo marca de la casa:




ROBLEÑO. Su primero era un sardo muy claro, capirote, ojalado, mosqueado y bocidorado:





Dos varas olvidables porque venía picado del campo. Luego García dio la primera de arena y la segunda de cal. ¿Por qué no clavan bien siempre los que son buenos como él en lugar de aliviarse con descaro tantas veces?




Faena de enfermero en ambiente sepulcral porque el torillo iba en reserva y encima tenía las patitas de cartón. Lo único bueno era su piel:



Media ladeada y desprendida, con vómito y sin puntilla pero perdiendo la muleta:



Su último toro en Céret fue este carbonero ojalado:




El toro de salida ya estaba loco por irse a vivir a las tablas. Poca cosa en el caballo antes de hacer hilo con César del Puerto y romper la barrera al intentar saltar:



Iván García pasó las de Caín porque no pudo meter en cintura al toro, que iba a su aire de aquí para allá. Salió el maestro y lo intentó centrar castigándolo. Nos ofreció una tanda napoleónica que fue como un fucilazo recordando por qué aquí ha sido un ídolo al hacer eso mismo a toros difíciles.



La pena fue que el de Sobral se paró y se acabó lo que se daba. Pinchazo malo, bajonazo indigno y gestos de futbolista cuando rueda el toro que tuvo que tragarse al escuchar pitos tras semejante mandoble. Fernando, en Céret eres un ídolo pero la burra, por la linde. Dio una vuelta al ruedo de despedida:




JUAN DE CASTILLA. Su primero era un negro bragado, meano, axiblanco, listón, zarco, cornalón y con crotal:



Lo recibió con lances todos de paso atrás. Observen que en la foto hemos marcado la huella que dejaba en la arena al retrasar la pierna:


Poca cosa en varas y buena brega de Cervantes, quien vio igual que nosotros que el toro estaba frito. Por ese motivo gritó al diestro: ¡pronto y en la mano! pero es que no duró ni una tanda:


Nada. Estocada caída y perdiendo la muleta como ven:

El sexto era otro castaño carinegro y listón, además de veleto y blando de remos, por lo que fue protestado pero mantenido en el ruedo. Fíjense en cómo un mismo toro puede parecer diferente dependiendo del ángulo de la foto:




Nada en el caballo ya que quería pero no podía. En la muleta tenía un viaje cortito y por eso pegaba una pequeña tarascada. Castilla destoreó y nos cargó con sus posturas sacando la barriga al paso del toro, en plan Ureña:



Tendida trasera y desprendida perdiendo otra vez la muleta como si eso fuese una suerte del toreo. El cachetazo del tercero Goria al tal Travieso fue sensacional y torerísimo:



Terminó esta feria de Céret recortada por la lluvia con decepción a causa del juego del ganado. Hubo trapío pero poca casta y ya saben lo que preferimos nosotros puestos a escoger. 

Sobre la suspensión de la saltillada íbamos a comentar algo aquí pero no repetiremos lo que dijimos en los comentarios de la entrada anterior a requerimiento de un amable lector.

No nos vamos sin ofrecer nuestro homenaje a Fernando Robleño, un matador de toros, con todo lo que implica estas tres palabras. Como torero hemos tenido nuestras discrepancias con él: ese estoque ridículo de bambú, esos gritos constantes, ese toreo de ponerse y quitarse y el haber sido uno de los reyes del pico, sin que nadie se lo haya recriminado ni en Céret ni por supuesto en Madrid. Pero, señores, como matador de toros, giù il cappello

Todos esos toros que ha matado suponen un desgaste colosal. No permiten un fallo, hay que estar cada tarde con los cinco sentidos para evitar el hule, la garganta siempre está irritada al tragar sin tener saliva, las pulsaciones van a ciento cincuenta y las noches previas no duermes bien dando vueltas en la cabeza a lo que te espera en corrales.

Así es imposible acumular las decenas de corridas cada temporada que suman nuestras queridas figuras del Belén toreando sus norits afeitados, bobalicones, modorros, que permiten cien fallos antes de cogerte y que cuando te echan mano no te hacen daño. Esos solamente son toreros, mejores o peores, pero no matadores de toros, entendiendo el toro como un enemigo digno de tal nombre.

Va desde aquí nuestro abrazo no a un torero sino a un maestro que ha sido matador de toros, algo que para nosotros tiene muchísimo más valor.



Fue la feria de la despedida de Robleño y la de la bienvenida a Vilau. ¿Se imaginan ustedes que el novillero catalán llegase con el tiempo a ostentar ese cetro de hijo adoptivo de Céret? Y nosotros que lo veamos junto a ustedes...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



lunes, 14 de julio de 2025

CÉRET DE TOROS, 2025 (4). NOVILLADA DE QUINTAS: EL MARCIANO SALIÓ EN HOMBROS

Tras la suspensión de la saltillada el cielo amaneció despejado en Céret y se celebró la novillada con tres cuartos de entrada. Había expectación por ver al joven Mario Vilau, de quien un aficionado andaluz había dicho que encontrar hoy día un torero catalán era lo mismo que encontrarse con un marciano. Pues al final el marciano no salió de Céret en platillo volante sino en hombros. Además vean que lo llevan entre dos, como a Morante, aunque aquí no es por el tonelaje:



Los animales de Quintas eran una incógnita. Nosotros recordábamos un toro suyo de una concurso en Vic que no nos gustó nada. Los novillos ceretanos anduvieron en la misma tónica: bien presentados y astifinos, galopando al caballo pero con peleas nulas en el peto. En la muleta, todos sosos excepto el sobrero, que fue el tuerto en país de ciegos, curiosamente el único que enseñó la lengua. 



Hubo dos cogidas pero no por maldad de los animales. Y anotemos que asistimos a siete portagayolas. ¿Habían visto ustedes tantas alguna vez? No olviden que es la máxima demostración del valor de un torero. Recuerden lo que decíamos aquí.



En la tertulia el presidente de la ADAC dejó clara su decepción por el comportamiento del ganado. Dijo que habían buscado un encaste raro, que casi no se ve, y que a veces lo que lidia poco puede darse el caso de estar descuidado. Lo que ellos podían asegurar era la presentación y en eso dijo que no había habido queja.

El alguacilillo estrenaba caballo. Ha jubilado al tordo de siempre y salió a lomos de este castaño trialbo con cordón, que se mostró un tanto rijoso como ven:




CALZADA. El presidente que el año pasado le negó la oreja con el de Barcial estaba de asesor. Se fue a porta gayola marcando lo que sería la línea de toda la mañana:



Su primero era para muchos ensabanado pero para nosotros, un salpicado muy claro, botinero y bocinegro:



Fíjense en que debajo de la piel se le transparentan las manchas negras del salpicón, que son tan tenues que no llegan a sobresalir por encima de la epidermis:



Buen galope al caballo pero pelea vulgar sin apretarlo. Es verdad que no lo apretaron pero al pobre lo ametrallaron, observen:



En el segundo tercio empezó a escarbar, a dolerse y a reservarse. Fue curioso ver que se le coló por el pitón izquierdo de inicio pero no hizo caso y empezó a torear al natural:



Enseñó siempre el muslo pero le sobró pico y también teatrillo al cruzarse moviendo las caderas en plan Rufo. Estocada caída, con derrame y con bella muerte del de Quintas:



El cuarto era un negro berrendo, aparejado, alunarado y carifosco:



También hubo porta gayola pero de frente por detrás, no arrodillado:



El problema fue que luego no se centró con el toro y se dedicó a seguir dándole más versiones de la misma suerte en el platillo mientras el animal correteaba de aquí para allá. Lo volvió medio loco. En el galleo al caballo lo volteó y lo noqueó:



Pelea totalmente olvidable en el caballo mientras Calzada intentaba reponerse. Vimos este buen par de Salvador, salvo error:



Brindó a Castaño pero nada pudo hacer ante una embestida sucia y desaboría aunque sin ser ningún marrajo. 



Tres pinchazos escupidos y media trasera y caída. Trasladado a la clínica de Céret, le hicieron un escáner que en principio no reveló ninguna lesión.




CIRUGEDA. Su primero era un negro salpicado, coliblanco y cornidelantero, al que recibió de rodillas:




Ya en tablas prosiguió con verónicas de rodillas muy meritorias, en plan Lalanda:



Nada de nada en varas antes de que Adalid nos deleitase con una gran variedad de pares. El primero, medio bueno:



El segundo, infame pasándose de listo:



Y el tercero, de sobaquillo:



El novillete era pan sin sal. En el haber de Cirugeda, que no le tocó la muleta y en el debe, el torear muy despegado aprovechando su larguísimo brazo. Adalid dio la matraca desde el callejón, qué pesadez:



Se equivoca entrando en la suerte contraria y el toro lo corta pero deja media delantera precisamente gracias a ese brazo tan largo que comentábamos:



El quinto era un berrendo en negro, botinero, alunarado y ligeramente bizco del izquierdo:



Otra porta gayola:



Cuatro agujeros diferentes le hizo el comandante del regimiento acorazado número 1 de Equigarce. Por lo menos no apretó. A ninguno de los novillos se le pegó con saña, ya lo van viendo.

Buen par de Fernández, salvo error, el mejor de la mañana:



El novillo fue a refugiarse en chiqueros y el diestro tuvo la peregrina idea de echarse de rodillas en el platillo cuando estaba claro que el toro jamás se iba a arrancar. Hubo de pasar el trago de tener que acercarse hasta su terreno atravesando de hinojos media plaza. ¿Quién los aconseja?



Al poco quedó claro que el animal no valía ni para carne. Pinchazo, otro arriba y estocada caída más descabello.




VILAU. Vino acompañado por una nutrida representación de seguidores. Se fue a porta gayola para no ser menos:



Su primero era negro berrendo, aparejado, alunarado, carifosco y blandito de remos:



Simulacro en dos entradas. Entendimos el brindis al respetable como un agradecimiento por haberlo contratado ya que el animalillo no merecía tal honor ni el público tal humillación.

Vilau corrió la mano con gusto y evitó que el de Quintas se derrumbase pero duró dos tandas:



Bernadinas embarulladas y estocada perpendicular arriba, saliendo prendido sin consecuencias por tirarse a por todas y sin alargar el brazo para pegar la puñalada. A pesar de la buena estocada la oreja concedida es barata siendo Céret.



Se fue a porta gayola también en el sexto, un negro tan aparejado como derrengado que vio el verde. Esto sí que parece un genuino lance de la mariposa. El toro se le fue al otro lado y tuvo que improvisar con acierto:




Salió el sobrero, más viejo y más gordo que el resto del encierro pero con menos cara. Era negro, salpicado y rebarbo:



¿Han contado las fotos? Ésta fue la séptima porta gayola del festejo, todo un récord:



Juanma Sangüesa puso la única vara buena de toda la mañana, un panorama desolador, para que luego digan de Francia. ¡Si es que los piqueros son los mismos! No fue ésta sino la tercera:



Tras el brindis a la ADAC saltó la sorpresa porque el novillo sacó gas. Se enroscaba casi toreándose sólo y Vilau lo aprovechó siendo consciente de que con la orejica que le habían regalado en el primero podría abrir la puerta grande:



El animal sólo duró tres tandas pero vimos un natural bueno a toro ya aplomado. Va y comete el grave error de perfilarse en la suerte contraria. ¿Por qué nadie lo avisó? Como se tiró recto, el novillo tendió hacia su terreno natural y lo prendió. Lo veíamos venir y estuvimos atentos con la cámara. Abajo se ve cómo el cuerno lo engancha antes de voltearlo:



Menos mal que en el suelo lo buscó pero no lo encontró aunque terminó con una cornada de cinco centímetros de la que fue atendido en el hospital de Perpiñán:



Dejó esa estocada perpendicular un poquitín desprendida que bastó. Esta oreja no la discutiremos.

No desentonó nada Vilau acartelado junto a dos que han toreado muchísimo más que él. En la tertulia el presidente de la ADAC agradeció el esfuerzo hecho por el novillero para llegar bien preparado a esta cita. No dejó pasar la ocasión para decir que eso tenía un gran mérito en una tierra como Cataluña donde la libertad taurina está en entredicho (la taurina y alguna otra, añadiremos nosotros).

Nos alegramos por un chaval que tiene una grandísima afición sin que en su familia haya ningún antecedente taurino. Es curioso que le gusta la plaza tanto como el festejo popular y sabe más de encastes que muchas de nuestras queridas figuras. Podemos decir con honor que uno de nuestros selectos lectores le embistió durante años con el carretón. Otro le dedicó este bonito artículo

Ha cumplido un sueño y se ha asegurado volver a Céret el año que viene. No tendrá ningún eco su hazaña en Cataluña pero los aficionados catalanes que estamos resistiendo por aquí contra viento y marea nos damos con un canto en los dientes.

Saludos cordiales desde Céret. Rafa.