Todo empezó este invierno cuando uno de los paniaguados de cámara del maestro nos dejó preocupados con aquella lacrimógena entrevista que comentábamos aquí.
Se deslizaba entre líneas la idea de que incluso el diestro había llegado a sopesar la idea de quitarse de en medio. Dijimos en aquel momento que eso haría mella en el público más sentimental del mundo, que es el de Las Ventas. Y conste que no nos atrevimos a pensar que se tratase de una campaña publicitaria porque otorgábamos el beneficio de la duda al diestro. El caso es que la puerta grande de Madrid ya la tenía abierta desde la publicación de aquella entrevista.
Era cuestión de tiempo y al final cayó. A partir de ahora por poco que haga el maestro en cualquier plaza de medio pelo lo van a sacar en hombros. Hasta en Villaperdices de Abajo pensarán que si los de Madrid con lo que saben se lo llevaron hasta el hotel en volandas, cómo no vamos a ser menos en nuestro pueblo. Ese es el riesgo que corren los morantistas, convertir a su torero casi en un personaje de feria.
De la Beneficencia no habíamos leído ni visto nada, ni siquiera un resumen, pero como son muchos quienes nos piden nuestra opinión, a continuación analizaremos lo sucedido en aquella corrida. Bueno, para ser honrados les diremos que lo único que hemos leído sobre el día de autos es lo que discutieron algunos amigos del blog en los comentarios a esta entrada. Había división de opiniones y nos mantuvimos al margen ya que no podíamos opinar. Este martes vimos por fin las imágenes y esto que les relataremos es lo que sacamos en claro.
Antes de abrirse el toril el ambiente ya estaba caldeado, con el público en pie tributando una ovación a Morante, sin duda olvidando su insolente demostración de cara dura en el último toro que había matado aquí. Ni a Gallito ni a Belmonte se les trató con tanta deferencia.
Su primero se llamaba Sacristán, de 605 kilos, colorado ojo de perdiz, listón, anteado, enmorrillado, cinqueño, largo, bien encornado. Las fotos de los dos toros son del maestro Moore:
Cuatro verónicas sin ganar un palmo de terreno empiezan a desatar el júbilo.
Es curioso que en el primero Espartaco, siendo un carnicero afamado, no recarga en ningún momento, no clava demasiado trasero y además va abriendo el caballo en lugar de hacer la carioca. Tuvo un curioso comportamiento de guante blanco al cual no nos tiene acostumbrados... El juampedro empieza metiendo el riñón pero cuando ve que no hay futuro ante el equipánzer blanco, dimite habiendo quedado ya para el tinte:
En el segundo, un trámite. Quite vulgar de Adrián de frente por detrás. Bien Javier y muy mal Ferreira, otro que se ha tirado a la vida fácil con descaro, ahí lo tienen. El toro, apretando para adentro.
Brindis a la infanta Elena dándole la espalda al lanzar la montera. A ver si el maestro será republicano...
Inicio por ayudados con un buen pase de pecho de remate. Posterior tiovivo con la derecha en tanda de seis pases. Luego, siete pases más, también derechistas pero embarullados y perdiendo terreno. El toro se comporta como un perrillo y no quiere salir más allá de las rayas.
Al natural da tres buenos aunque rectificando el terreno y luego otros tres muy vulgares más el de pecho. Se va por la espada sin que se detecte ningún ambiente de euforia. Las muecas son como si se estuviese enfrentando a Jaquetón:
Suerte natural acertada, palillo al morro, mano baja y casi entera desprendida sin puntilla. Excelente estocada. Hemos repetido por aquí hasta la saciedad que cuando quiere es de los mejores matadores del momento aunque la competencia sea mínima. Oreja, con los televisivos deseando la segunda con desfachatez. Para nosotros, ni de broma merecía ningún premio su trasteo:
El segundo era Lírico, un negro zaíno, zarco, aleonado, cinqueño, de 582 kilos, con carita torera y protestado por anovillado:
Se le coló por el izquierdo al llevarlo al caballo y no hubo que ordenar a Aurelio Cruz que le pegase una paliza trasera y tapando la salida con su mano izquierda asesina. Vean al maestro, a quien todo esto no solamente le da igual sino que lo disfruta:
El toro se deja pegar y sale de allí claudicando entre protestas ruidosas de muchos aficionados. Del segundo se va suelto. El diestro mira contento al presidente porque no ha enseñado el verde. Así, ya tenía al animal moribundo, que es lo que necesita para expresar lo que lleva dentro.
Nuevo inicio por ayudados con alguna rodilla en tierra y el toro que suelta un poco la cara al final de la embestida.
Derechismo posterior, con el animalillo besando el suelo. Son siete y el remate, nada del otro mundo y rectificando siempre los pies.
Lo deja respirar pero insiste con la ayuda para hacer un tiovivo de cuatro pases que encanta al respetable. Todos los toreros saben el poco mérito que tiene eso pero nunca lo reconocerán en público. No logramos entender por qué vuelve locos a tantos indocumentados.
Por fin se pone al natural, ya era hora. La presentación de la muleta podría ser bastante mejor, no se olvide que estamos hablando de Morante (Marco Pérez cogía el estaquillador por el centro):
Tuvimos que repetir en el vídeo esa única tanda con la izquierda porque no nos entraba en la cabeza el desaforado entusiasmo del tendido: empieza con dos pases enganchados, a media altura seguidos por un tercero, recibidos todos en silencio y además colocándose de perfil:
Un cuarto rematado atrás y un quinto que es el mejor pase que dio en toda la tarde, éste de abajo (aunque sin enseñar el muslo y con la pierna de salida sutilmente retrasada):
Van confirmando con las imágenes que la embestida del juampedro es ovejuna. Sigue un sexto echando la barriga sobre el costillar del toro, ya en clima de euforia. Remata con un molinete abelmontado que entusiasma al patio. Esta tanda al natural no vale nada comparada con la que le alabábamos aquí en la corrida de la Prensa pero...
Más derechismo, pases colocándose fuera como ven y un poco de teatrillo barato tocando el pitón, cosa ridícula ante esta ternera:
Remata con un desplante a lo Romero y se va por la espada. Con el toro ya en el otro barrio quiere volver al natural pero le salen todos los pases muy sucios aunque lo aplauden igual. Es que el pobre choto ya no pasaba.
Esta vez la estocada la ejecuta mal, nada que ver con la primera. Observen que ha girado el palillo para tapar la cara y que la mano va altísima:
No sólo la ejecución es deficiente sino que la espada se le va abajo. Hasta tal punto es así que los televisivos lo reconocen al instante, imagínense: '¡qué lástima!, la estocada es caída o incluso baja' dice Encabo; '¡qué pena, por favor!', dice Arnás; 'lo ha tenido en la mano...', dice Naranjo. Observen el sablazo porque eso no es estoquear sino meter el estoque:
Pensamos que en aquel momento nadie daba ni un duro por que cortase ninguna oreja pero González esperó un rato y sacó el pañuelo. Se había olvidado todo el mundo de ese espadazo tan deficiente así como de la mínima entidad del choto anovillado y modorro. Y ya saben cómo se ha escrito después la historia de esa tarde triunfalista.
Para nosotros ninguna de las dos faenas mereció ni siquiera una oreja toreando en Madrid. No tienen nada que ver con la de la tarde del rabo, recuerden aquí. No vimos nada en toda su actuación comparable al memorable recorte a cuerpo limpio del día de la Prensa. Y no entramos en la categoría lanar de los dos norits de Juan Pedro. Créannos si les decimos que nos dispusimos a ver el diferido haciendo abstracción del ganado pero ni aun así.
Nuestro desilusionado comentario se circunscribe a unos pases que en ningún momento nos levantaron del sofá. La verdad es que resulta triste para la gran categoría de Morante como torero que abriera la puerta grande de Las Ventas de esta manera tan barata.
Conocemos algún morantista que todavía mantiene algo de racionalidad en su cabeza (bueno, sólo a dos y son lectores del blog). Tienen que ser conscientes conforme vayan pasando los días de que esto no fue para tanto ni de broma. Para ellos iba dedicado nuestro titular avisándolos de que vayan con cuidado.
Es que a partir de este festejo del ocho de junio, de lo sublime a lo ridículo va a ir un paso. Lo van a sacar en hombros de todas partes.
Ya verán que llegará pronto el día en que él mismo se negará a salir en volandas de alguna plaza. Después copará los titulares donde se alabará su dignidad ya que, haga lo que haga, hay que reírle las gracias.
En resumen, ¿qué nos ofreció Morante en la Beneficencia? Prácticamente nada que recordar con la capa, su desidia habitual en el primer tercio, algún pase suelto de calidad, un muy abundante derechismo y eso sí, lo mejor, la estocada a su primero. Es un pobre bagaje para toda una salida en hombros de la que dicen que es la primera plaza del mundo, ¿no creen?
Ah, y eso de que Madrid le debía una puerta grande no cuela. A Madrid lo que se le debería hacer es devolver la gran mayoría de puertas grandes de los últimos veinte años. Por cierto, muchos de los que criticaban las salidas en hombros con dos orejas una y una han quedado retratados ahora defendiendo ésta del maestro.
A la masa idólatra, a los que dejarían a su mujer para irse con él, no vale la pena de decirles nada. El propio maestro se ríe en privado de muchos de estos feligreses. Ese entorno tan servil nos resulta empalagoso hasta la náusea pero ellos lo entienden como una razón para vivir. Ya nos perdonarán lo que hemos escrito aquí.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
A Morante lo han convertido en un ‘meme’ que se dice: “imagen, vídeo o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet”. Y, es que, las redes sociales lo han sido todo para este movimiento exacerbado y organizado del "todo vale" (y sí, digo movimiento organizado en RRSS). Bajo mi punto de vista, en muchas ocasiones jóvenes (y lo digo yo con mi edad) que ni saben de esto, ni les interesa; sólo les gusta el personaje de Morante dentro de una fiesta taurina a lo grande. Ejemplo de ello es el jalear todo desde el paseíllo o el poco respeto que se tiene con los toreros cuando los llevan a hombros: arrancar alamares, entorpecer haciéndose selfies o grabándolo en vídeo… Y, por supuesto, hasta el hotel a hombros en todas sus tardes de ahora en adelante.
ResponderEliminarUrge una educación taurina mínima para esta gente, que también tiene derecho a ir a los toros, faltaría más, pero eso de enseñar no le interesa ni al mismísimo sistema del taurineo. Todo esto me recuerda a algo así como cuando un deportista te cae simpático porque es gracioso en diferentes facetas, más allá de cómo sea compitiendo; últimamente ha ocurrido mucho con futbolistas jóvenes, boxeadores...
También creo que los seguidores de siempre del cigarrero son más entendidos, realistas o serios que los de los últimos 2-3 años. Yo creo que siempre fui más de “Cigarrero”.
Pd.: el presidente González, pero el de Bilbao, estoy seguro de que hubiera concedido una sola oreja a Jiménez con esa estocada a la vez que enseñaría el azul, yo por eso sigo creyendo en Matías a veces. Que no pude comentarlo en la anterior entrada.
Usted conoce mejor las redes sociales ya que yo estoy totalmente al margen. Me parece curiosa y atinada esa distinción que hace entre los aficionados 'antiguos' a Morante y los 'modernos'. Estos modernos parecen hinchas futbolísticos e incluso llama la atención que a los antiguos no les sepa mal que los confundan con todos éstos de aluvión.
EliminarPor supuesto que al taurineo no le interesa nada que el personal aprenda de toros. Lo bueno es que los críticos paniaguados, como comen en el mismo pesebre, desorientan a la afición y tapan todo lo que no sea jalear el movimiento triunfalista de que todo el mundo es bueno.
Saludos.
Buenos días Rafa,
ResponderEliminarSe ha ido a portagayola con esta entrada. Podría ser la que más comentarios reciba dado el misticismo del personaje.
He leído algún comentario de aficionado venteño enojado por quién opina sobre la deriva de la plaza estando a muchos kilómetros.
Con tardes como está y la última del ciclo se hace difícil mantener la vitola de plaza exigente.
Plaza exigente... para según qué cosas. En otras exhibe un doble rasero indignante.
EliminarRespecto a lo de la porta gayola, le remito a lo que respondo más abajo a Juan Ramón.
Saludos.
Hola, quería comentarlos sobre:
ResponderEliminar' con el público en pie tributando una ovación a Morante, sin duda olvidando su insolente demostración de cara dura en el último toro que había matado aquí '
He leído diferentes medios tras esta corrida a la que asistí en vivo y he visto sobre esa acción, la de matar al toro inmediatamente varias contradicciones, tanto en la plaza, como en los medios.
1) En la plaza de Las Ventas, sobre todo en el tendido 7, no son pocas las veces que he escuchado: "¿falta mucho?", "me aburro", etc. O cuando el torero está intentando ligar varios pases, no lo ha conseguido y la gente pensando que se va a por el estoque de verdad, se para y vuelve a intentar ligra muletazos y empiezan los silbidos y los "olés" de mofa. Creo que usted lo pudo ver en la corrida que estuvo de Valdellán con Antonio Ferrera y el segundo toro que mataron en el caballo.
2) Diferentes críticos taurinos en diferentes reseñas dijeron tras el acto de Morante: "pues lo veo bien, si no lo ve claro, etc. Después de lo que hizo en el primero mejor que nos ahorra el tiempo a todos".
Me gustaría saber su opinión, porque aquí veo una contradicción no de usted, sino del público en general. Gracias.
Cuidado porque habla usted de dos circunstancias diferentes.
EliminarUna cosa es dar la tabarra pegando pases malos que aburren a las ovejas. Eso es inaguantable y entiendo que son plenamente justificadas las quejas en plan: '¿te queda mucho?' o las palmas de tango. Lo comentábamos con Adame la tarde de Lagunajanda:
http://toreoenredhondo.blogspot.com/2025/06/feria-de-san-isidro-2025-22-lagunajanda.html
Pero cuidado: otra muy diferente es no querer ni ver a un toro como hizo Morante con el de Garcigrande. Eso es una demostración de cara dura, de poco respeto por su profesión y de ninguno por quien ha pagado su buen dinero por verle (y son personas que en su gran mayoría tendrán que trabajar más de cinco años seguidos para ganar lo que él en una tarde).
A eso no hay derecho pero a Morante se le ríen todas las gracias y se le aguanta todo. Él sabe perfectamente lidiar a la antigua. Hubo una época hace muchos años en que lo hacía. Ahora no le da la gana porque los del pesebre se lo perdonan todo. Así que ¿para qué esforzarse?
Antiguamente cuando se acababa de romper el paseíllo se escuchaba una bronca sin venir a cuento aparentemente. Los revisteros escribían muchas veces: 'al terminar el paseíllo el respetable dedicó una sonora bronca a los diestros ... a cuenta de la última tarde que habían dado aquí'.
Hablamos de hace cien años y eso lo sufrieron Gallito, Belmonte, Bombita, Pastor, El Niño de la Palma, El Gallo y tutti quanti, sin distinciones. Hoy lo que impera es el buenismo. Le recuerdo esta entrada:
http://toreoenredhondo.blogspot.com/2021/02/de-los-gatos-muertos-al-papel-higienico.html
Saludos.
Buenas Rafa .
ResponderEliminarEn esto de los toros como todo en la vida hay personas que por motivos varios , a veces justificados y otras no , generan una aclamación de masas y todo aquel que sea capaz de poner en duda esa supremacía es mal visto .
La prueba la vas a tener en los comentarios y tienes suerte que la gente que comenta en este blog suele ser gente entendida y con educación si no las barbaridades que te tocaría aguantar serían dignas de bloquear al personal . Comentarios del estilo “Habemus Papa“ con la foto de Morante o "Gallito era dios y Morante su profeta" son cuanto menos exageradas desde mi punto de vista y como bien señalas, la cosa acabará como el rosario de la aurora , tiempo al tiempo .
Saludos
Cualquier paracaidista que aterrice por nuestro modesto blog y argumente educadamente contra lo que he escrito en el comentario será bienvenido. De la discusión podremos llegar a puntos de encuentro o aprenderemos entre todos a partir de los razonamientos encontrados.
EliminarSi lo que aterriza es cualquier hooligan maleducado y zafio, no hay nada que hablar con él o ella.
Saludos
Matías Gonzáles no concedió una oreja al Juli por una estocada baja. En la tertulia del Carmen, aguantó el chaparrón de los " julianistas " se defendió con argumentos de presidente, entonces era la seriedad de los palcos, y los de Julián salieron con el rabo entre piernas. La regeneración empieza por el palco. ADOLFO CAMPOS
ResponderEliminarTengo prevista una entrada para el invierno precisamente desarrollando esa última frase suya que comparto plenamente. Cuando tomemos algo en Céret, Dios mediante, le avanzaré mi teoría.
EliminarSaludos.
Hola Rafa y la cía,
ResponderEliminarMe comentaba un buen amigo presente en el coso venteño la tarde de autos que se pudo apreciar desde los tendidos como el Maestro pedía disculpas al 7 cuando la vuelta al ruedo le llevó por allí... creo que eso demuestra claramente tu tesis acerca de que el propio Maestro es consciente o -incluso- se ríe de todo esto.
Menudo verano morantista nos espera...
Saludos
No me cabe ninguna duda de que era consciente de que esa puerta grande fue barata y nada acorde con su categoría como torero. Me gustaría saber qué comenta en privado.
EliminarPero, claro, si todo el mundo pierde el norte dedicándote hosanas sin cuento, ¿qué vas a hacer?, ¿salir a decir a tus propios feligreses que se están pasando de rosca?
Saludos.
¿ Un presidente puede alegar que concede una oreja para evitar un altercado público ?. Entonces habría que darle una herramienta aclaratoria, que pudiera visualizar toda la plaza y que se dieran por enterados los de arriba y los de abajo, que se concede en contra de su criterio para evitar un conflicto. ADOLFO CAMPOS
ResponderEliminarLo de conceder la segunda oreja para evitar el escándalo público pienso que no se ha llegado a plantear nunca pero ya le aseguro que en el tema del naranja, sí. Presidentes me han confirmado que en caso de duda sobre si conceder o no un indulto, sacarán siempre el naranja y si hay reclamaciones tienen claro acogerse a lo de evitar el altercado de orden público.
EliminarCon la lamentable deriva futbolística de los festejos taurinos, no descarte nada...
Saludos
Es curioso al punto de mitomanía que se produce con Morante. Sobre la puerta grande de Madrid ante los norits que esos si que dejan expresarse desde luego que una injusticia total concederle la oreja del segundo toro pero como bien se ha dicho por ahí, la gente esta loca por que salga por la puerta grande y que la bola se va retroalimentando y ya la gente va predispuesta a que salga por la puerta grande en todas las plazas a nada que se atisbe que medio tiene intención de torear y se queda quieto. No me importa la oreja del primero en una valoración del conjunto de la faena y estocada.
ResponderEliminarDa lo mismo que toree de perfil, que salgan sin limpieza los muletazos y haya enganchones que de un natural bueno y dos malos, que mate bien o mate mal con tal de que caiga el toro la puerta grande la tiene asegurada , a Morante se le perdona todo. En ocasiones lo que en otro torero serían pitidos con Morante se produce el contagio colectivo y ay del que no se levante del asiento al final de una serie.
Conste que a mí si me gusta Morante cuando le he visto torear extraordinariamente bien tanto con el capote como con la muleta y otras le he visto solo que dar mantazos y desentenderse totalmente y entrar a matar saliéndose para afuera como ninguno.
Yo oigo hablar a la gente y gente no tan mayor que ni han visto torear a Joselito el Gallo ni a Belmonte y se les llena la boca que como aquellos ni han nacido ni nacerán y que el único que les llega es Morante. Yo de lo pocos vídeos que he visto , ya no hablamos del trapío de los toros que por supuesto no tiene nada que ver aunque aquellos topaban mas que embestir , sin recorrido sin la humillación que hay hoy , luego era más complicado entonces. Pero ahora Morante en ese querer interpretar ese toreo , parece ser que es lo que vuelve loca a la gente por ejemplo en el molinete Abelmontado o invertido que ahora ya los da un poco mejor y que hace años cuando comenzó a ejecutarlo le salía horrible cuando ya ha pasado el toro el prácticamente corriendo a los costillares en postura agachada y que no deja de ser un pase de recurso sin mérito ninguno por eso precisamente y que en la corrida ya se dicen tantas tonterías por parte de los comentaristas que Sixto Naranjo llegó hasta decir que lo convierte en toreo fundamental y que le corrigió Encabo diciendo que por la gracia con que lo hace. Eso es lo que sucede que Morante haga lo que haga es toreo fundamental y que se parece a Rafael el Gallo y que como entonces los capotazos a veces se compone la figura a toro pasado y echando la pierna atrás , se machetea al toro por la cara y se le espantan las moscas y eso es toreo fundamental etc y como es Morante cuando abrevia con un toro que no le gusta a él y solo a él hay que ovacionarle porque no necesita justificarse.
Que frustrante tiene que ser compartir cartel con Morante viendo como lo valoran a él y el esfuerzo que tienen que hacer algunos para cortar una oreja.
Me alegro de que lo veamos prácticamente igual.
EliminarEl molinete causó sensación hace cien años porque dejabas de ver la cara del toro durante unos instantes. Con el tiempo se ha convertido en un mantazo y si encima se lo haces a un norit aborregado como fue el caso de Morante a su segundo, el pase resulta entre ridículo e indignante.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarAlgunos dicen que soy “morantista”, y ante este dicho me pregunto, ¿lo soy?, ¡Rotundamente no! Soy de quienes hacen el toreo puro y de verdad cuando el toro lo permite, y cuando no, de los que lidian y les pueden a los toros. Algunas tardes soy de Morante o de Ortega, aquellas en las que realizan el toreo puro, y dentro de este, aportan las cualidades que les identifican, entre otras, duende y lentitud. Pero no solo lo soy de estos, también de otros, como antaño lo fui de Curro Romero y Gregorio Sánchez, dos toreros de la misma época con estilos opuestos, duende y arte el primero, técnica y poderío con lidia el segundo (un ejemplo actual podrían ser Juan Ortega y Jairo Miguel o Antonio Ferrera cuando no se le “cruzan los cables”), y más que podría citar con estilos muy definidos: Ordoñez, Camino, El Viti, Puerta, Antoñete, Manzanares, Paula, Robles, Joselito, El Bote, Yiyo, Ojeda, Esplá, etc. Los que no soporto y soy incapaz de ver es a los pega-pases tramposos que esconden la pierna de salida, echan el toro hacia afuera en el remate del pase, tapan la cara al toro durante la estocada o pegan saltos para salirse de la suerte, etc. etc. etc., pero que, aun así, tienen partidarios que con sus peticiones de orejas les propician puertas grandes, sin que los presidentes serios puedan evitarlo debido a un reglamento mal concebido y en casos mal redactado.
Dicho esto, felicitarte Rafa, porque hace mucho tiempo, tanto, que ya no acuerdo cuando fue la última vez que leí una crónica tan real sobre lo realizado por un torero, cambias imágenes por texto, pero mantienes la realidad de lo sucedido. Has visto lo mismo que yo, y que difiere de lo que ha visto en la plaza de toros de Las Ventas la inmensa mayoría del público que asistió a la corrida de la Beneficencia el día 8 de junio, cuyo cartel era de los denominados de “lujo”: Toros de Juan Pedro Domecq para Morante de La Puebla, Fernando Adrián y Borja Jiménez.
Por esto me pregunto: ¿Ha sido tan extraordinario lo realizado por Morante ese día para tanto júbilo y trascendencia mediática? Siendo consecuente y coherente con mis conocimientos taurinos habré de decir: En su conjunto no, ha habido detalles de “duende” y algún pase que otro (no muchos) con la pureza y verdad que entiendo se debe hacer el toreo, pero lo hecho, no lo considero suficiente para que el público se enardeciese de tal modo que acabase pidiendo mayoritariamente la concesión de una oreja (que el presidente está obligado a conceder), petición quizás disculpable la de su primer toro, por la ejecución de la estocada. Claro que, comparándole con los dos pega-pases que alternaban con él, tiene razón de ser. La plaza de toros de Las Ventas está considerada por muchos paniaguados la más importante del mundo, quizás sea porque se celebran corridas de toros desde abril hasta octubre, y dentro de este periodo dos ferias relevantes, en especial la de San Isidro con casi treinta corridas. En la “isidrada” hubo muchas tardes de “no hay billetes”, es decir 23.798 asistentes, y en las otras prácticamente llenos, pero durante el resto del año un promedio de escasamente 3.000, y de estos, ¿Cuantos son “aficionados entendidos”? Esta última pregunta no es valida tan solo para Madrid, también lo es para el resto de plazas.
Hoy en día no hay tanto conocimiento taurino como antaño, y esto quizás debido a la carencia de tertulias con debates entre los aficionados en los que aprendíamos unos de otros (lo que está sucediendo con este blog), además, lo que periodistas como Alfonso Navalón, Joaquín Vidal, Vicente Zabala (padre), Carlos Illán, etc. antaño nos informaban enseñándonos, los de hoy, al contrario, nos desinforman y confunden, pero no solo por el mero hecho de ser paniaguados, sino también por falta de conocimientos, lo que nos demuestran durante las retransmisiones cuando hablan sobre artículos del reglamento, clasificación de la anatomía del toro, etc. algo que es objetivo, no subjetivo.
Un saludo.
Veo que usted sigue la máxima de Vidal cuando decía que él no era de ningún torero sino "del que la hace".
EliminarMe alegra coincidir con que lo de la Beneficencia no fue para tanto y con su deseo de racionalizar lo sucedido. Es exactamente lo que he intentado hacer en la entrada, analizando lo sucedido sin haberme dejado influir por nadie.
Usted llegó a vivir esas tertulias invernales de aficionados entendidos. Yo no ya que siempre he estado alejado de ellas por haber residido en lugares donde no había. No obstante, considero un honor que este modesto blog se haya convertido en un lugar de encuentro de aficionados donde se dicen cosas que nunca se encontrarán donde deberían menudear, que es en los medios taurinos, hoy tristemente vendidos a los golfantes del taurineo.
Saludos
Don Rafael, qué pena de profesionales no saben cómo tienen que dejar la montera después de hacer el brindis. Por sí acaso lo lee alguno.
ResponderEliminarSí se brinda el toro a una dama la montera se la entrega siempre de frente.
Sí el brindi se le hace a un caballero se lanza la montera de espaldas .
Una frase muy antigua dice: Madrid qué te quedas sin gente. Así está la plaza más bonita del mundo (para mí) y sin remedio ,es una guerra totalmente perdida.
De éste año no podía pasar qué Morante abriera la puerta grande , lo tienen todo calculado éste es el nodo nos queda la película entera.
Saludos.
Soy asiduo y fiel a su blog que es de lo mejor que he frecuentado en mi vida de aficionado. Una afición hecha en Bilbao, aprendida en la RTVE de Mariví Romero y el primigenio Molés, en el Bluesville de Navalón y en la tribuna de Vidal-ELPAíS y con los criterios presidenciales de Dídimo Carbajo, Desiderio Galán, Matías González, sin olvidar a Carmelo Sánchez-Pando, Epalza y al mismísimo José Amedo de infausto recuerdo extrataurino...Los toros son hoy en día como la ópera, el ballet, o la megacultura del rock y del pop. Triunfalismo autocomplaciente donde SÍ o Sí, según la estúpida afirmación tan de moda, el ídolo tiene que triunfar para la satisfacción del ego consumista y hedonista. En la ópera menudean los bises de la Serra y el Anduaga, en Bilbao, Madrid y en la mismísima Scala de Milán... Raphael, Iron Maiden, la San Basilio, y todo Pichichi no quiere dejar el lío y su público, un público que sueña más que vive el arte de sus ídolos...Qué época esta en la que Bruce , The Boss, arrasará en Donostia. Soñamos y recreamos lo que hemos vivido o nos han contado. Pero la mitad de la mitad. Yo me rendí al arte de Morante en Bilbao con las dos orejas ganadas a ley. Me sonrío con su divismo y displicencia demostrada en la Isidrada y me carcajeo de esa salida a hombros. Soy de la vieja escuela del despotismo ilustrado presidencial: ante la duda no conceder oreja. Ante estocada defectuosa ni hablar de la segunda, potestativa de la presidencia y que salga el sol por Antequera. Respecto al triunfalismo, un apunte: es típico de él buscar un ídolo. Pero un ídolo no es un dios con minúscula. Igual ocurre con los toreros y los divos de ópera de carrera corta. Desde los 70, se acabaron las figuras de época que hacen historia: Ordóñez y el Cordobés. Después llegaron los maestros. El último Marco Pérez. Amén. Así de radical. Lo más curioso es que a pesar de todo...no pierdo la fe.
ResponderEliminarImanol
Hay una frase definitoria Rafa”racionalizar lo sucedido”
ResponderEliminarCreo que es dificil ver la realidad de la corrida por la TV y mucho menos hacerlo en frío,en diferido.
El espíritu santo no sale en televisión.
Por eso intentar racionalizar desde el sofá de casa creo que no se acerca a la realidad.
Hay emociones y sensaciones que solo se viven en la plaza.
Hablo sin haber visto ninguna de las dos faenas.
Pero creo que sirve para cualquier corrida.
La TV distorsiona la realidad con esos planos cortos,donde solo se ve un toro y un torero girando y no se explica el como y el porqué se ha llegado a ciertas situaciones.
Cada vez soy menos partidario de los toros en la tele.
Saludos.
D.