sábado, 7 de diciembre de 2019

"LOS ANDARES DE UNA MUJER SON COMO LOS DE UN TORO"

¿Quién va a decir una frase como ésa en los tiempos que corren sabiendo que se expone a un linchamiento? 



Estábamos mirando en casa algunos recortes que guardábamos de cuando éramos pequeños sobre cosas de toros y nos aparece una entrevista de Carmen Rigalt a Victorino Martín Andrés. Tiene su interés precisamente porque ella no es especialmente aficionada a la tauromaquia, que sepamos. Era septiembre de 1984, días después de que el paleto saliera a hombros de Madrid por cuarta vez.

Transcribimos algunas de las cosas que dice y añadimos algunos comentarios nuestros al respecto. Aprovecharemos para plantearles una adivinanza, a ver si aciertan (que no van a acertar).

A la cuestión de si los toros son una lotería porque tan pronto salen buenos como malos responde:

"Eso es como ir a un examen. Si estás bien preparado, tienes más posibilidades. Luego está la suerte pero lo principal es tenerlo todo bien amarrado. Con el toro bravo, lo mismo. Si lo has trabajado, lo más probable es que dé buenos resultados"

Le pregunta si hay una fórmula mágica:

"La única fórmula es hacer una buena selección. Eso lo intentan hacer todos pero no todos aciertan. Esto de criar toros es un arte y hay que saber mucho. Lo más difícil del mundo es ser figura del toreo y ganadero de lidia. Que me perdonen los abogados e ingenieros pero de ellos hay muchos y ganaderos de bravo, muy pocos, por algo será. En esto, dos y dos no son cuatro. Ah, y no confundamos ser ganadero con anunciarse en los carteles, ¿eh?"

Sobre la peligrosidad de los toros recuerda su historia con 'Hospiciano':

"Por regla general, los toros no traicionan pero los hombres, sí. Yo llevo nueve cornadas en el cuerpo pero aquello fue un accidente. El toro, si no se enfada, no es peligroso, va a lo suyo, no suele ir de falso, anda con un aire, tan erguido, tan de frente...yo lo comparo con una mujer"


'Hospiciano' mirando a la cámara, a la derecha

La entrevistadora se sorprende y el abuelo Martín lo aclara:

"Es un dicho mío. Yo digo que los andares de una mujer son como los de un toro, no hay nada más bonito en el mundo. Usted pensará que estoy 'chalao', ¿verdad? Eso es porque no ha visto el toro en el campo. Es igual de elegante que una mujer, tiene una arrogancia, un porte...Yo me quedo embobado mirándolo"

El accidente con aquel toro lo cuenta él mismo en el 3'53'' de este vídeo. El día de la entrevista estaba muy contento porque la feria de otoño de 1984 le había ido de cine. Ahí lo tienen cuando lo sacaban a hombros la semana anterior:



La corrida la mataron Ruiz Miguel -dos orejas-, Tomás Campuzano -oreja- y Víctor Mendes -dos orejas-. Tomás sustituía a José Antonio, aún en estado grave tras su tremenda cornada de Calahorra. Salieron a hombros los dos toreros, Victorino y el mayoral Modesto. El anterior, Julio Presumido, fue en 1982 el primer mayoral en salir a hombros de Las Ventas, salvo error. Ahí lo tienen aquel día:



Aquella tarde de 1984 se dio la vuelta al ruedo al cuarto, de nombre 'Buscador', una especie de 'Cobradiezmos' avant la lettre, con la diferencia de que galopó tres veces al peto (no dos como el de Sevilla, que además se paró a media carrera). Ahora viene la adivinanza. Como el toro fue de dulce, hubo un crítico que lo destacó de forma un tanto agria. Dijo en su crónica que 'fue un toro babosa, casi doméstico, no se había visto en Madrid un albaserrada tan noble  pero galopó al caballo como un pura sangre' Adivinen quién fue.


Víctor Mendes aquella tarde

Pues no, señores. Se han equivocado ustedes. Vidal lo que escribió aquel día fue 'enternecedora sumisión del toro para el que se llegó a pedir el indulto'. Tampoco  lo dijo Navalón, no insistan, ya les avisábamos de que no iban a acertar.

Lo de la babosa es de Barquerito, cuando era mucho más duro y menos bizcochable que ahora y además escribía bastante mejor. Aquí lo tienen en aquellos años:



Álvarez Vara compartía crónicas en Diario 16 con José Castro, Emilio Parejo, Ricardo Huertas y Navalón, aunque éste terminó de uñas con el periódico. No creemos que Barquerito lea estas líneas, pero por si acaso le informamos de que guardamos el recorte de aquella crónica y de otras muchas donde se mostraba bastante menos acomodaticio que en la actualidad.



Por cierto, en aquella feria de otoño hubo un tercio de quites de antología en el mano a mano entre Curro y Chenel. Los toros fueron tres de Juan Pedro y uno de Jandilla más dos de Sánchez Cobaleda para Ángel Peralta. Ahí tienen al faraón rematando con esta media:



Y a Antoñete respondiendo con esta otra:



Ambos diestros saludaron montera en mano pero los toros salieron ásperos y el balance fue de pitos y ovación para el sevillano y pitos y bronca para el madrileño.

En la entrevista, Victorino insiste en que Ruiz Miguel ha sido quien mejor se ha compenetrado con sus toros. Aquí lo tienen el día de su encerrona con seis victorinos en Las Ventas (1986):


FOTO: Juan Echeverría

Cuando estaba Presumido, había trescientas vacas. Esto decía el ganadero hace treinta y cinco años:

"A mí no me importa la cantidad sino la calidad. Yo intento criar para siete u ocho corridas. Hay años en que tienes una desgracia en la paridera o las crías cogen diarrea o atacan algunas enfermedades... Antes había mucha más mortalidad pero ahora, lo que le digo, unas ocho corridas al año"


FOTO: Ignacio Gil

Hoy son más de mil vacas en la ganadería para unas quince corridas. ¿Cuánto cobra hoy Victorino hijo por una corrida? En la entrevista, Rigalt da por hecho que el padre cobraba doce millones de pesetas en los años ochenta (unos setenta y dos mil euros). El abuelo salta rápido:

"¿Quién le ha dicho a usted eso de doce millones? Oiga, para sacar siete corridas hay que mantener muchos toros, ¿eh? En el campo sólo ganan dinero los futbolistas. Mire cómo tengo las manos de tanto trabajar"

Eso del fútbol nos ha recordado lo que decía Manolo Escudero, poseedor de una de las mejores verónicas de todos los tiempos : 'los toros es una fiesta bellísima regida por gente mediocre mientras que el fútbol es un deporte mediocre regido por gente muy inteligente'

Victorino comenta al respecto:

"Eso de que la verdadera fiesta nacional es el fútbol me parece una chorrada. No tengo nada contra ese deporte pero no es una cosa nuestra sino importada. En cambio los toros sí son nuestros y ahí somos exportadores. Los españoles llevamos un trozo de la fiesta dentro, es consustancial a nuestra raza... somos distintos, qué se le va a hacer"


Cartel del III Premio Constantino González otorgado al ganadero en Albacete

Para comprobar la cultura futbolística del protagonista, la Rigalt lo pone en un compromiso:

- ¿Qué le dice el nombre de Archibald?
- Archibald...no caigo, el caso es que me suena, ¿quién es?
- Un futbolista del Barça

Efectivamente, Archibald fue delantero del Barça y se le recuerda por el gol de cabeza que metió a Tacconi en el Comunale de Turín y que sirvió para eliminar a la Juventus de la copa de Europa. Era aquella Juve de Scirea, Brio, Cabrini, Manfredonia, Serena, Laudrup... hablamos de memoria.



Insiste Victorino en que lo de criar toros es muy caro:

"Yo invierto en la ganadería constantemente. Esta profesión es de artesanía y lo artesano sale carísimo. El toro es una obra de arte. Y no hablemos del dinero que se mueve alrededor del toro porque, aparte de ganaderos, toreros y empresarios, hay una buena cantidad de gente viviendo de esto"

Le pregunta sobre el mundo de los taurinos como una serie de personas especiales, que tienen un lenguaje común, que van a los mismos sitios...

"Sí, y eso es muy bonito. Mire, nos juntamos tres tíos hablando de toros y nos dan las seis de la mañana sin darnos cuenta. Así, una y otra vez. La gente puede pensar que somos anormales pero yo sólo le digo que nos lo pasamos muy bien. ¡Y anda que nos es precioso el lenguaje taurino!"

Hombre, Victorino habla del lenguaje de hace treinta y cinco años, cuando no estaba pervertido con lo de tobillero, la clase, que si el toro descuelga, que si se aburre, bieeen, despaciosidad y toda esa sarta de sandeces de los taurinos de hogaño.


Miguel Márquez con un victorino en Madrid (1976) FOTO: Botán

Le sale con la política y el paleto responde esto:

"No le niego que hay más gente de derechas que de izquierdas pero, como en todas partes, hay de todo. Los de derechas se notan más, hacen más bulto. En mi caso, yo soy de un partido que todavía no existe: el de los que trabajan y se respetan. Es que aquí todo el mundo aspira a ganar mucho trabajando poco y con eso no comulgo. A mí no me interesan las ideas políticas sino la gente de orden"

Por cierto, lo de paleto se lo saca también:

"Sí, así me llaman. Soy de pueblo y a mucha honra. Puede que algunos, por esa razón, me miren por encima del hombro, pero a la hora de respetarme, me respetan como al primero"



Esta foto de arriba con Modesto se hizo coincidiendo con la entrevista que nos ocupa. Victorino hijo estaba terminando sus estudios de veterinaria.

"El chico me ha prometido que va a acabar la carrera. Para mí, lo fundamental es que sea un buen veterinario. Si luego continúa con el gusanillo del toreo, pues adelante, pero la carrera es lo primero. Y no es por tener el diploma colgado en esta pared sino porque su madre y yo consideramos que ha de prepararse y estudiar para tener una buena profesión. Si a pesar de todo insiste en lo del toreo, no le estropearé la afición sino que seré el primero en animarlo"

Y termina volviendo con el tema de las mujeres que daba pie a nuestro titular:

"Ahora hay mucho torero funcionario, de ésos de vete ahora p'aquí y luego p'allá, hoy toreas en este sitio y mañana en el otro. Pero cuando aparece el genio, ay, amiga... Allí donde hay una verdadera figura del toreo, siempre hay una multitud esperándole y una colección de chavalas estupendas para verle pasar y dedicarle unos piropos. Es cierto que ahora los toreros salen menos con las artistas, seguramente porque no está tan de moda... Es que las cosas del sexo andan hoy en día muy revueltas, existe cada mezcla más rara que la madre que... Ahora nunca sabes si el que te habla es de aquí o de allí... ¿me explico?"



Se explica usted de maravilla maestro. ¡Cómo echamos de menos estas explicaciones suyas en nuestros tiempos del buenismo y lo políticamente correcto!

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.







8 comentarios:

  1. Capitulo 12 año 1978...
    Fuera de los ruedos ocurrió un hecho qué debo mencionar. Mi querido amigo Leopoldo Picazo, que era procurador y ganadero de bravo en Miraflores de la Sierra, me ayudo a encarrilar todos los problemas legales que todavía coleaban de la compra que le hice a Antonio Escudero, poniéndome en manos de mi actual abogado[… ] Cuando le expresé mi agradecimiento y no sabia cómo compensarle por todo lo que me había apoyado, me contestó que vendiéndole veinte vacas y un toro de mi ganadería. Aunque tenia muy claro que no quería vender ni una sola res, me vi entre la espada y la pared, no teniendo más remedio que atender aquel compromiso. Eso si, las vacas serían las que yo quisiera, del toro ya hablaríamos, y el dinero, a la altura de las circunstancias, teniendo en cuenta que nunca había vendido ni tampoco lo haría en el futuro.
    […] Acordamos que en el otoño tentaríamos seis machos, de los que yo elegiría los dos que mas me gustasen, y él lo haría en tercer lugar...
    […] con la caída de la hoja llegó el momento de tentar los machos para cumplir con Picazo...[…].-Perdona que te interrumpa, papá. Pero es que de aquello me acuerdo perfectamente, porque fue la primera vez que me puse delante de un cuatreño.
    ...fue el dia de La inmaculada (8 de diciembre 1978) Raimundo de picador y a pie estaba el matador de toros Pepín Peña y los subalternos Luis Boni, Pacorro y Antonio Cortes. Los toros,(cuatreños) impresionantes, fueron ocho. Para aprovechar el porte, trajimos dos que no entraban en el trato con Picazo, uno cinqueño con un pitón roto, que era negro y atendía
    por Pocapena, y Soñador, que cuando era añojo se había roto una pata y después había soldado perfectamente. Este ultimo te lo había pedido para torearlo en múltiples ocasiones,
    por lo que me sentía con ciertos derechos sobre su lidia...Después de aprobarle me dijiste: ¿No querías torearle?? Guiado por el amor propio, por la osadia y la ingnorancia de la juventud cogí mi muletilla y salí al ruedo. Cuentan que la mayoría de ocupantes del palco se salieron del mismo porque no querían ser participes de la tragedia. Se me vino como un tren , le di cuatro doblones y me desbordó, zarandeándome. Creo que ahí te diste cuenta de lo que podía pasar y dijiste que lo dejara. Yo seguí, enardecido...pero tras otro achuchón decidí hacerte caso. Ese día, el Ángel de la Guarda me echó una mano...
    Fíjate lo que es el destino de cada uno: Picazo estaba como loco con sus vacas y con el toro que él mismo había visto tentar y del que no disfrutó ni una semana, pues en la noche del 14 de Diciembre, a los seis días del tentadero, este querido amigo falleció...su viuda me ofreció las reses que llevaban mi hierro por el mismo precio que las vendí. Tuve que rechazar el ofrecimiento, pues económicamente estaba fatal...Las compró un ganadero de Soto del Real...y después de cuatro años de la muerte de Picazo, cayeron en manos de José Escolar...
    Del libro: Victorino por Victorino.
    Espasa, colección La Tauromaquia. Autor: Victorino Martin García
    Saludos desde Almería.
    Ángel Magán.

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  2. Creo que a Victorino siempre le supo fatal desprenderse de aquellos animales que luego fueron a parar a Pichorrongo.

    Saludos y muchas gracias por su aportación.

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  3. Buenos días, Don Rafael y la compaña:

    En lo tocante a analogías "políticamente incorrectas" en estos tiempos de estultocracia que nos han tocado vivir, me encantó una que leí en cierta ocasión, pero que no consigo poner en pie su autor y circunstancias: "El Toro y la Mujer verdaderamente Bravos te matan con el ardor de sus riñones y de su corazón".

    Es una frase que me da cada vez más que pensar viendo el toro que nos hemos autoimpuesto, el buey bobalicón y armado con dos sables de abordaje (artificiales y manufacturados), pero con un puñaíto escaso de carbón en sus riñones y en su corazón, no sea que alguno rasgue el "velo de Isis" y desde el tendido el público advierta que el figurín, como el Emperador del cuento de Andersen, está desnudo de los ropajes que deben adornar a una verdadera Figura del toreo.

    Mi padre siempre ha sostenido que, en una pelea cuerpo a cuerpo y en cortísima distancia, lo verdaderamente útil para ganarla es un puñal, porque con una espada es muy difícil atravesar a tu adversario, por eso sostiene que los toros cornalones no son los realmente peligrosos, sino los de poca encornadura, en puntas y "puestos palante", esos son los que pegan las cornadas gordas.

    Personajes como Victorino Martín ya no serían posibles en nuestra actual España, nos los hemos autolimitado estultocráticamente: no vendería ni uno solo de aquellos toros en las grandes ferias, nadie le haría una entrevista seria sobre su éxito profesional, si acaso le utilizarían como personaje jurásico para que luego los creadores de opinión, inquisidores mediáticos, le atizaran por expresar sus pensamientos; el hijo no es un alquimista tan genial como su padre, pero es muy inteligente y listo como el hambre y se ha adaptado a los tiempos que corren, no hay otra para sobrevivir en esta maraña de tontos gobernados por pillos.

    Prueba de que Victorino hijo también va bien preparado a sus exámenes es que en la previa a la corrida del indulto de Cobradiezmos, antes del sorteo les recomendó a los representantes de los tres diestros: “Mirad, podéis hacer lo que queráis, pero lo que os recomiendo es que ese toro, aquel y aquel otro vayan cada uno enlotado para cada uno de los toreros, luego ya los otros tres los enlotáis por trapío, peso, cara o como dispongáis, pero de esos tres uno para cada matador”; uno era Cobradiezmos, el otro le tocó a Ureña, que fue el que verdaderamente toreó de pata negra aquella tarde, pero lo eclipsó algo el indulto, y el otro le tocó a Morenito de Aranda que también le dio fiesta, pero fue desarmado dos veces y la cosa se diluyó.

    Un saludo.

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  4. Estoy de acuerdo con usted de cabo a rabo: en la estultocracia que sufrimos, en la selección de toretes sin corazón, en las figuras que van desnudas y en que Victorino padre sería ninguneado hoy en día por el sistema de taurinos incluidos los críticos paniaguados.

    El abuelo tuvo la suerte en su día de tener a Andrés Vázquez y Ruiz Miguel en el ruedo y a Navalón en los papeles. En una época en que los toros se caían, hizo suya la divisa 'SI SE CAE EL TORO, SE CAE LA FIESTA'. Es la que presidía su web hasta hace tres años en que desapareció quizá porque los victorinos actuales claudican más de lo reglamentario. Hoy podría tener legionarios que se apuntasen por poco dinero a matar sus toros pero en los papeles lo pondrían a caldo dejándolo poco menos que como enemigo de la fiesta con sus alimañas.

    Victorino hijo es el más listo de la clase, de eso no le quepa duda. Lo de enlotar los toros lo aprendió de su padre, que hacía lo mismo que nos cuenta usted. De aquella corrida del tal 'Cobradiezmos' le diré de buenísima tinta que a él el toro que realmente le gustó fue 'Galapagueño', el de Ureña, mucho más que el indultado. Si alguna vez coincido con usted en Las Piletas le diré off the record cómo tengo constancia de ello.

    Saludos.

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  5. Pues si Victorino hubiese vendido más igual el estado de la cabaña brava no sería tan monotemático y uniforme (aunque a lo mejor no vendría tan caros sus toros). Y tendría otros sitios donde refrescar si le hace falta. Mira el Conde de la Corte y la familia Juan Pedro, que hizo todo lo contrario...

    Ahora te doy a dar una exclusiva de las que no salen en los libros, sino en conversaciones con gente de campo con arrugas en la frente. Me ha contado un veterano y experto conocedor del campo bravo que el toro de Victorino, el de ahora (en hechuras y comportamiento) a lo que se parece es a lo de Paca Marín de Villanueva del Arzobispo. Que al final de los años 70 compró Victorino y le llamó el "Tomillar". Buscando info sobre ello, hay una entrevista en una revista francesa a Victorino hijo sobre dicha compra y le quita importancia, diciendo que eso fue cosa de su padre y se trataba de un negocio sin trascendencia en su ganadería.

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  6. Salvo error, doña Paca Marín era la viuda de Emilio Bueno. Tenía una finca en la provincia de Jaén llamada 'Las Toreras'. Copio la noticia de la compra en 1978:

    "La nueva ganadería de Victorino es la que hasta finales de la temporada pasada fue de Francisco Muñoz, de Sevilla. La formó Emilio Bueno a principios de la década de los años treinta, en Jaén, con vacas y sementales de Aleas y Santa Coloma, y adquirió antigüedad el 31 de julio de 1932. Pasó luego a la viuda de Bueno, Francisca Marín, y con posterioridad ha sido objeto de varias transacciones, más acentuadas en los últimos años. Victorino traslada todas las reses de su nueva compra a una finca que tiene en Coria (Cáceres) y ha puesto a nombre de sus hijos la nueva ganadería, que se designará El Tomillar".

    Emilio Bueno había comprado la parte de la hermana de Amador López Salas, hijas ambas de Joaquín López de Villena, que formó su ganadería con reses de Puente en 1930.

    Lo de 'El Tomillar' quizás será una coincidencia pero era lo que llevaba un hierro que ahora es propiedad de los ganaderos de Hoyo de la Gitana. Lo tienen dormido. Es el que fue de don Ricardo y don Demetrio Ayala, que lo vendieron después de la guerra a un tal Bernal y de éste pasó a Ignacio Pérez-Tabernero. De esa ganadería de Ayala era el 'Granadino' que mató a Sánchez Mejías.

    Saludos.

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  7. Exactamente, Emilio Bueno Bueno, que era hijo de José Bueno (nada que ver con el José Bueno que compró los albaserrada a la viuda del Marqués) curiosamente en la ganadería de los Victorino hay la presencia de dos José Bueno. Emilio Bueno Bueno era hermano (creo) de Julio César Bueno Bueno y César Bueno Bueno, que acabó (dos generaciones después) siendo lo que es ahora el Añadío. (Dicho sea de paso todo con la prudencia de haber cometido algún error de familiaridades y generaciones). Emilio Bueno moriría en la guerra civil española a los 36 años de edad.

    Es cierto que lo de Victorino ha cambiado mucho. Incluido la alzada.

    PDT: Rafa, ¿Sabes qué es lo de Campos Varela que leo que tenía la familia Bueno en origen?

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  8. Lo de Campos Varela eran vacas de Félix Gómez con sementales de Núñez de Prado. La ganadería se dividió en seis partes salvo error. Una se la quedó Belmonte pero no le convenció y la vendió a un mexicano. La tercera parte fue a Antonio y Emilio Campos y lo de Antonio es lo que pasó a Emilio Bueno. Pero tampoco le gustaría porque lo cambió cinco años después por una mezcla que debía de ser trilita: Aleas y Santa Coloma. Su hija Paca añadió a aquello vacas y un semental de Buendía cuando tuvo la ganadería a su nombre.

    Del cambio del toro de Victorino, además de la alzada y la caja, me llama la atención el morrillo, mucho más prominente que hace veinticinco o treinta años.

    Saludos.

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