El de los actuales, en ningún sitio. El de los antiguos se encontraba en cada centímetro bordado en oro de su chaquetilla. Aunque tampoco hay que irse al siglo XIX para encontrar picadores con arrobas de orgullo. En tiempos relativamente recientes tenemos los nombres de Raimundo Rodríguez, Anderson Murillo o Efrén Acosta (recuerden esta entrada). Sucede que el orgullo por el trabajo bien hecho, o el que notas dentro cuando honras tu profesión, sólo se siente si tienes afición.
No hace falta remontarse al orgullo de un Francisco Sevilla o de un Corchado. Éste último desafió a cualquiera años después de la Guerra de la Independencia diciendo que era capaz de picar una corrida de ocho toros con el mismo caballo. Pusieron mil duros encima de la mesa... ¡y los ganó! Aquello fue el ejemplo de lo que era la consigna de los buenos picadores del XIX: 'salvar al caballo, salvándose'.
Sin embargo, lo de hoy es un páramo desolador. No hay orgullo entre los piqueros sencillamente porque no tienen afición, salvo alguna honrada excepción que surgirá más abajo.
Esto que comentamos viene a cuento del anuncio de los picadores que actuarán en la próxima feria de 3Puyazos. Ya habrán visto la presentación de los mismos en este enlace, pulsando donde pone picadores 2025. También se anuncia la cuadra de Alain Bonijol, lo cual es una buena noticia. El chulesco Bene ha sido enviado felizmente al ostracismo (recuerden que el año pasado se encaró con el presidente diciendo que a ver por qué tenían que entrar los toros tres veces al caballo en una plaza de tercera).
El club ha querido otorgar a los picadores todos los honores con este anuncio, honores de los que no gozan en ninguna otra feria. A lo más que pueden aspirar es a que en Céret se inscriba su nombre en el panel que se exhibe antes de la salida de cada toro. Además en los festejos de San Agustín tendrán un premio en metálico específicamente para ellos: 200 euros en la novillada y 300 en cada corrida. Cualquier picador CON AFICIÓN estaría orgulloso de que lo anunciasen de esta manera y de ver asimismo su nombre en los carteles oficiales, cosa que tampoco se da en ninguna otra feria del orbe taurino.
Nosotros veíamos el vídeo y pensábamos con nuestra candorosa ingenuidad que estos hombres estarían orgullosos de aparecer de esa guisa. Sí, quizá alguno, de los pocos que tengan afición a picar toros. El problema es ése: ¿cuántos son los que la tienen entre estos dieciséis que están viendo?
Hay un trío de cuya afición no dudamos ni un ápice y son los tres franceses. En Francia el chaval que quiere ser picador es porque tiene verdadera pasión por la profesión. Aquí, en España, acaba de picador cualquiera: el que lo es porque lo era su padre, el que un día se subió y vio que se podía ganar un dinerillo fácil sin arriesgar casi nada, el que prueba a ver qué tal en los meses de agosto y septiembre cuando se necesitan picadores en cualquier pueblo, el que tiene un amigo banderillero... incluso había uno que era guardia civil y que en días de permiso se subía a picar.
A Réhabi ya lo conocen ustedes, no necesita presentación. Recuerden esta entrada donde hablábamos de cómo entrenaba y también esta otra cuando nos regaló el milagro de San Gabino.
Tosello no será el que tenga una planta más gallarda en la montura ya que debe de rondar el 1,90 de estatura pero intenta siempre clavar donde se debe. Observen dónde picó a este novillo de Barcial en Céret. En ese sitio no se picó ninguno de los ciento treinta toros que se pusieron en suerte en todo el serial isidril de 2024, ¡ninguno! Y ya es triste...
Pero es que además dio el pecho, echó la vara por delante para detener y abrió el caballo sin utilizar esa mano izquierda asesina que vemos usar cada tarde a los de la banda del castoreño. Ahí lo tienen:
Aillet pensamos que está un escalón por debajo pero, como también tiene afición, confiamos en que se verá espoleado por la labor de sus compatriotas. Aquí lo ven picando un escolar que lo pone en apuros echando la cara arriba:
Y del resto, ¿qué nos dicen? ¿A quién salvamos como picador con verdadera afición? Ojo, no se engañen: algunos que gozan de una cierta fama no tienen afición. Comentábamos con un miembro de la directiva del club lo del orgullo que debería sentir esta gente con la presentación que les hacían y nos decía esto:
'Eso de que para todos los picadores que hemos anunciado sea un orgullo verse anunciados así no lo tengo tan claro. Hay algunos a quienes les da igual que los anuncies o que no, o que haya premio en metálico... bah, les da igual todo. Yo tengo claro que ese sentimiento de orgullo que tú piensas que sienten no existe para muchos de ellos...'
Ya ven qué panorama nos muestra. Y lo peor es que nuestro amigo tiene toda la razón. Este personal lo que quiere fundamentalmente es no ir al paro y para ello debe velar por que el diestro no tenga que vérselas ante un toro crudo. Bueno, olviden lo de crudo y pongan que debe quedar bien cocidito. Si después se para y no se presta al lucimiento, la culpa irá al animal o al ganadero. El maestro habrá quedado a salvo ya que no habrá corrido riesgos. Pero como por casualidad el toro se venga arriba, la responsabilidad será para el piquero y su destino será el desempleo.
Buenas Rafa .
ResponderEliminarLa mayoría de picadores no tienen afición como bien dices pero yo añadiría que tampoco tienen valor , saben que hacer las cosas bien lleva un riesgo que no están dispuestos a asumir . Sólo hay que ver los cuerpos que se gastan la mayoría , están dejados de la mano de Dios . Si los principales culpables de esto, que son los matadores, les exigieran hacer las cosas bien ya verías si espabilaban en ponerse ágiles para ejercer la profesión . Con la puya de Sales- Fernández sin cuerdas no hay problemas para que ésta entre en la piel y por lo tanto no hace falta estar gordo y recargar como lo hacen .
Saludos