lunes, 13 de octubre de 2025

MORANTE, ¿ADIÓS?

Nos llamó la atención que tras el paseíllo el mozo de espadas de Morante le estuviese arreglando la castañeta, que viene siempre bien fijada desde el hotel. Visto lo visto, igual el maestro le estaba diciendo que la aflojase un poco para no tener problemas si se la iba a quitar tras matar su segundo toro. Eso fue lo que hizo para sorpresa de todos:



Quien no sorprendió a nadie fue Robleño, que había anunciado su despedida. Ha sido un torero honrado que puede presumir de ser quien más ganaderías diferentes ha matado en sus cuatrocientas cincuenta y pico corridas. Curiosamente nunca se había anunciado con Garcigrande hasta hoy. Sergio Rodríguez hizo de convidado de piedra confirmando la alternativa.



Corrida gorda, con una media de 573 kilos y más de 80 de diferencia entre el más pesado y el más liviano. Buena presentación pero embestidas en alguno amontonada y en otros desagradables pero sin peligro. El quinto fue el que hizo honor a la vacada al ser una hermanita de la caridad. En el caballo ninguno tardeó y alguno galopó pero bajo el peto se limitaron a dejarse pegar. Las hechuras que habíamos visto en el sorteo no nos daban muchas esperanzas y por una vez acertamos. No creemos que Justo quedase nada contento con el juego de sus pupilos.



MORANTE. Su primero era un castaño carinegro, listón, bragado, bociblanco, lavado de cara, bien encornado y con morrillo. Las fotos de los toros son del maestro Moore, a quien agradecemos en este final de temporada su colaboración desinteresada con nuestro modesto blog:



Dos verónicas de paso atrás y enganchadas más una media, esta sí, buena desataron la locura. Barrenada repugnante de Cruz tapando la salida a lomos del equifante blanco. En el segundo lo pincha en el lomo y se repucha. Una verónica del quite de Morante fue excelente, lo mejor de la tarde. Robleño alternó acto seguido sin echar la pierna atrás, que quede constancia. La tarde de ayer fue de las veces que hemos visto al madrileño con más soltura lanceando.

Javier metió un palmo de banderilla en el agujero del puyazo. Brindó Morante a Ayuso 'por defender la fiesta y ser tan valiente' aunque debería saber que estos políticos son especialistas en ponerse de perfil cuando les conviene. De momento, a la presidente madrileña no le conviene.

Se embarulló en el inicio ya que el toro protestaba. Enseguida se vio que era un poco malaje pero sin maldad.  Se esforzó un poco el maestro dada la ocasión porque en cualquier otra circunstancia le hubiera pegado un mandoble y a otra cosa. 



El toro mantenía la cabeza por las nubes y como era previsible Morante entró a paso de banderillas para dejar un pinchazo malo, otro que escupe, dos más sin soltar y esta entera, muy trasera y muy atravesada al salirse sin vergüenza como se ve:



El cuarto era un colorado, ojo de perdiz, listón, bociblanco y cornilevantado. Morante volvió a repetir el lance de rodillas al costado que hizo en Sevilla:



Después el toro lo derribó sufriendo una caída fea en la cual se dobló el cuello. Con su sobrepeso las consecuencias podrían haber sido graves:




El toro se deja picar trasero y sale suelto. En el segundo, carioca de Iturralde en el lomo. Ahí lo tienen comenzando la rueda infernal. Picó él porque parecía que el toro iba a ser para Robleño:



Por el izquierdo se iba orientando. Brindó a Abascal 'por todo lo que haces por nosotros'. Salió a torear sabiendo que una oreja ya la tenía cortada tras la voltereta, no olviden que estamos en la plaza más sentimental del mundo. Sufrió un susto cuando echaba la pierna atrás y el toro embistió al bulto. 

El animal iba al paso y meneando la cabeza pero el maestro se puso por el izquierdo decidiendo  arriesgar ya que el animal no era claro a pesar de estar muy asfixiado.



Un tiovivo por el derecho tragando el parón del toro desató la euforia y también las discusiones en el tendido. Ese trago es éste de abajo, que desluce el animal arrastrando esa lengua:



La estocada fue excelente, marca de la casa solamente cuando quiere, con hemorragia y sin puntilla. Una oreja no la discutimos por esa estocada pero la segunda fue excesiva aunque estando Roberto Gómez en el palco no nos extrañó lo más mínimo. Que nadie dude de que con él hubiera caído el rabo dado que a día de hoy es el presidente madrileño más verbenero:



La imagen anterior la firman Paco Camino o Rafael Ortega.  Tras la vuelta al ruedo, él mismo se quitó la castañeta entre lágrimas:



Al final se lo llevarían en hombros. Si realmente se confirma su retirada, nos queda el regusto amargo de que sus dos puertas grandes en Madrid han sido baratas. No nos vale lo de la justicia poética antes de que alguno de ustedes nos lo vuelva a escribir en los comentarios. Para una podría valer, que no vale, pero para dos, de ninguna manera.




ROBLEÑO. Su primero era un colorado, ojo de perdiz, listón, bragado, anteado, bociblanco, serio y cornalón:



La buena noticia fue que El Legionario no tapó la salida sino que abría el caballo. La mala, que al marrar lo pinchó en el lomo. El toro vio pronto que allí no había futuro. En el segundo, buen galope para recibir una barrenada en otro agujero diferente que le abrió con dificultad ya que no le entraban las cuerdas.

García intentó centrarlo en la brega porque se distraía con el vuelo de una mosca. La lógica indicaba que uno como Robleño no tendría problemas para sujetarlo y así fue pero porque el animal había agotado el depósito de la gasolina. Poca cosa.



Pinchazo pasado, otro sin soltar, otro hondo y esta casi entera, atrás y caída:



El quinto era un negro listón, con pelota y alto, un poco basto de manos. Robleño lo lanceó en los medios demostrando valor dado que no obedecía con claridad:



Buen galope del toro como ven abajo y nueva carioca de Iturralde aunque sin apretar, ¡gracias, hombre! En el segundo se va de naja.



García puso un buen segundo par antes de que el maestro brindase a sus hijos. El torillo iba y venía y el diestro pudo expresar lo que lleva dentro sin tener la boca seca como en tantas tardes duras de verdad. Demostró que sabe echar la pierna atrás como el más pintado. Sabemos que hay más de un lector que lo conoce personalmente. Que le enseñen esta foto y le pregunten de nuestra parte: maestro, ¿citaría usted colocándose así a uno de Escolar de los que saben latín? Jamás lo haría porque sabe que terminaría  paseando por la atmósfera. Ya hemos respondido nosotros.



Pinchazo perdiendo, estocada un poco caída y oreja sentimental.



Su hijo mayor le cortó la coleta y al acabar se lo llevaron en hombros:




SERGIO RODRÍGUEZ. El de la confirmación era un negro mate, listón, gordo, sin cuello y veleto:



Carioca trasera de Majada pequeño dándole al túrmix antes de un segundo de trámite. Nada.

El toro se vino de inicio como un tren y humillando bien a pesar de su poco cuello pero queriendo puntear la tela. El fuelle se le acabó a las primeras de cambio y solamente le quedó esa humillación acompañada de un meneo de cabeza que no debió de gustar nada a su criador. Es que así el torero no puede construir, ¿verdad Justo?



Rodríguez trasteó en ambiente gélido hasta el punto de que se vio por televisión que en el tendido Delgado de la Cámara estaba comiendo pipas. Nunca le hemos visto matar bien y aquí tampoco.  Casi entera, trasera y caída, con brinco, tcon telonazo y sin cruzar. Muerte en los medios, lo mejor que hizo el de Garcigrande:



El sexto era un castaño, bragado, lavado de cara y veleto. Lo recibió de rodillas a la verónica como si estuviese en un cementerio:



En el caballo quiere pero no puede. En el segundo galopó de largo pero se repuchó. 

El toro amagó con ponerse tonto en banderillas. Rodríguez lo trató con suavidad para no molestarlo pero echando la pierna atrás y dejando que transitase un poco a su aire. El animal enseguida se quedó sin fuerzas y se dedicó a soltar la cabeza.



De siempre tiene el defecto de alargarse demasiado y aquí lo confirmó. Pinchazo y bajonazo con ese telonazo que ven. Al menos gira la muleta en el último instante, no como los que avanzan con el delantal:




La retransmisión de Telemadrid fue penosa, incluso con un par de toros a los que no vimos saltar al ruedo. Enfocaban primeros planos de actuantes sin interés mientras perdían de vista al toro. Incluso hubo algún puyazo que lo veíamos cuando el toro estaba ya empujando en el peto. ¡Qué desastre!

Aquí tienen a ambos diestros con las coletas ya cortadas. Nuestras preguntas para ellos son las siguientes:



A Robleño: después de haber tragado tanta saliva durante tantas tardes, ¿habrá ganado suficiente dinero como para vivir a partir de ahora con holgura ? 

A Morante: ¿se hubiese retirado igualmente si la tarde resulta deslucida?, ¿influyó en su decisión esa caída tan peligrosa que podría haberlo dejado en silla de ruedas?, ¿escuchará los inevitables cantos de sirena para que vuelva a torear? Hombre, tras tanto homenaje a Antoñete por su parte, con el de Osborne en el festival y el vestido lila por la tarde, si vuelve terminaría por emularlo al cien por cien.

Saltó la chiquillería al ruedo para llevárselo en volandas mientras le propinaban una paliza y le destrozaban zafiamente la chaquetilla. Es lo que tiene no haber puesto coto a tanta adulación durante la presente temporada. 

Las dos últimas preguntas son para ustedes: todos estos de los móviles ¿son realmente el futuro de la fiesta?, ¿están ahí por afición o para presumir al día siguiente en redes? 



Echaremos de menos al maestro especialmente por el juego que nos ha dado en nuestro modesto blog. Por aquí hemos destacado su toreo auténtico y también sus trampas, que este año han sido abundantes. No obstante, como todo el mundo se puso de acuerdo en lisonjearlo, él es muy listo y lo aprovechó. También se aprovechó del efecto sentimental que produjo aquella lacrimógena entrevista en el ABC que comentábamos aquí

A nosotros el Morante de esta temporada ni de lejos nos ha parecido el mejor de su carrera. Eso sí, el recorte del vaso a cuerpo limpio en la de la Prensa no lo olvidaremos nunca.

Las amigables discusiones que hemos mantenido en los comentarios en medio de defensores y detractores van a pasar a mejor vida en caso de que verdaderamente se retire. De momento, el adiós del titular lo dejaremos entre interrogantes.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

2 comentarios:

  1. A mí no me sorprende el corte de coleta tras las tardes de Sevilla y Madrid y otras por la geografía. Se va, de momento, un torero que ha ofrecido, durante mucho tiempo, ejemplos de figura para lo bueno y lo malo, anunciarse con diferentes ganaderias, compartir cartel con variados toreros, difundir el toreo en televisión, torear magníficamente y cortar por lo sano cuando se le cruzaba el día, la indiferencia nunca ha sido el titular de una crónica y hoy tampoco.

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    1. A mí sí que me sorprendió. Es verdad que nunca generó indiferencia. Todos estaremos de acuerdo en que sabía torear, por eso cuando no lo hacía porque no le daba la gana tenía mucho más delito que otros que no saben.

      Le agradezco especialmente que el año de la epidemia mantuviese vivo el toreo cuando las demás figuras se escondieron (que lo hiciese porque necesitaba dinero no afecta). Pero ojo con lo de difundir el toreo por televisión ya que durante muchos años vetó la retransmisión de sus corridas, acuérdese.

      Saludos

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