LA TARDE DE LOS SIETE QUITES
Los amables lectores que este año se hayan tragado más de treinta corridas ¿cuántos quites han visto en el primer tercio? En Andorra vimos nada menos que siete. Los novillos eran los santacolomas de Los Maños:
Dado lo excepcional de esta competencia en quites -que debería ser lo normal-, no empezaremos con los toros como es habitual en nuestro blog sino con los novilleros. Ya en el primero, que era de Jesús Chover, el colombiano Manrique ejerció su derecho, véanlo:
Chover, con lógica vergüenza torera, que tantas tardes echamos de menos en nuestras figuritas, le respondió:
Y en el segundo, que era de Manrique, fue Robles quien hizo su quite:
Y así se fueron picando hasta el sexto novillo, que era de Robles, donde fue Chover quien hizo el séptimo quite de la tarde, con dos verónicas templadas ¿qué les parece? Aire fresco...
Los novillos de Los Maños fueron desiguales de presentación. Hubo tres que pasaban por toros en cualquier plaza, vean qué maravilla. Este primero de abajo, 'Pandereto', quizás fue el más completo. Fue de largo al caballo, se instaló en los medios, tuvo una embestida de dulce (vuelvan a ver cómo arrastra el morro en la larga de Chover). Y hacía tiempo que no veíamos morir un toro en el platillo:
A este de abajo, que tenía un pitón izquierdo arreglado porque se lo habría deteriorado, le dieron la vuelta al ruedo exageradamente para nuestro gusto. Se llamaba 'Churrerón':
Este bajó bastante de trapío:
Y este era de pinta cárdeno, ojalado, caribello, calcetero, bragado, meano, axiblanco, rebarbo, gargantillo y nevado -hasta un poco listón-:
Todos murieron con la boca cerrada, todos fueron nobles, no hicieron ni un mal gesto y se iban al caballo nada más verlo. Luego los hubo mansotes, prontos, pastueños, parados, bravos en el caballo como el quinto y rajados como el cuarto. La cosa estuvo entretenida pero echamos de menos el picante de Santa Coloma. No fueron revoltosos (no digan 'tobilleros' como los taurinos ignorantes, recuerden aquí). Tampoco pusieron en apuros a los novilleros en ningún momento.
Los colocaron bastante largos en el caballo ¡gracias! Observen el bravo quinto, precioso de lámina, de nombre 'Jardinero':
Y ahí va el sexto, 'Bonito', también peleó muy bien. La cuadra era la de Navarro, de Valencia:
Por cierto, ese quinto que han visto antes, figuraba en la hoja oficial como de pelaje 'enjabonado' (?). Para nosotros sería cenizo, mosqueado, botinero, bocinero y bragado (recuerden aquí cuando hablábamos de las diferencias entre mosqueado, alunarado y salpicado). Es el novillo que encabeza y despide la entrada.
JESÚS CHOVER. Conoce los terrenos, banderillea con insultante facilidad como buen valenciano y corre la mano bien con la capa aunque la coge con los brazos un pelín separados de más. Además, estuvo en director de lidia poniendo orden en algunos momentos. Muy bien. Pero tiene un problema que les desvelamos después.
Vean lo que les decimos de las banderillas:
Y esta estética media verónica:
A su primero lo recibió en tablas con dos largas de rodillas y a su segundo, aquí, a porta gayola. Es lo que pedimos en un novillero, que ponga ganas, hombre:
Luego, con la muleta estuvo al hilo del pitón aunque se dejó llevar en algún muletazo bonito como este a su primero (menuda embestida tenía, oro molido):
El problema que tiene es que no sabe matar. Hace una especie de julipié pero sin terminar de cruzar. Si tiene suerte y coloca su largo brazo a capón, clava pero, si no, al no cruzar, picha más de lo deseable. Hace tres años escuchó los tres avisos en Madrid. Observen lo que les decimos:
ANDRÉS MANRIQUE. El colombiano substituía a Israel Diánez. Como sus compañeros, y salvo error, es de la quinta del '90. Estuvo variado con el capote haciendo esta especie de suerte de frente por detrás pero levantando el capote en plan manoletina (¿la saltillera de Armillita padre?):
Con la muleta, casi todo por la derecha. Su primero era un bombón, aunque un poco tardo y topón. Hace una cosa loable: da tres o máximo cuatro pases y el de pecho, como hacían antes todos. Hoy, los grandes maestros nos duermen destoreando con cincuenta pases antes de rematar -y encima rematan con tres pases por alto, una pesadez-. Véanlo aquí excepcionalmente al natural en su primero:
Su segundo se empleó de bravo en el caballo y misteriosamente se paró. Se limitó a embestir a arreones sin peligro pero estaba como ido, no hacía caso de nada. Observen su mirada en esta foto a pesar de tener la muleta delante en movimiento:
Lo mató de una casi entera desprendida después de esta trasera atravesada que asomaba la punta:
ABEL ROBLES. El catalán de Olot fue el triunfador (visiten esta ciudad porque es una de las más agradables y mejor cuidadas de Cataluña). Corre la mano con mucho gusto tanto con el capote como con la muleta y eso tiene el peligro de que a ratos parece un poco artificioso, le falta naturalidad. Vean esta media con las manos bajas a su primero, el de la vuelta al ruedo:
Con la muleta adoleció de no echar la pierna adelante y estar fuera de cacho (por supuesto que no se lo vamos a criticar cuando nuestras queridas figuras hacen exactamente lo mismo y salen a hombros de todas partes):
En su primero se pegó un arrimón de los modernos (recuerden aquí) y volvió loco al público. El toro estaba completamente parado en tablas, nada que ver con el primero. Ahí tienen a Robles y al toro injustamente premiado con la vuelta al ruedo:
Como mató de esta media desprendida con degüello, cortó dos orejas:
El catalán no cabía en sí de gozo:
A su segundo le pasó lo mismo que al quinto: se empleó a conciencia en el caballo y salió del peto aplomado. En la muleta pegó algún leve gañafón, acentuado porque Robles lo llevó a media altura ya que blandeaba. Estuvo voluntarioso hasta ponerse pesado pero las dos orejas ya las tenía en el bolso:
Había entrada única a 20 euros, cosa que a más de uno le picó, no sabemos si a Paulita, a quien vemos retratándose en taquilla (hubo media entrada):
La novillada coincidió con el santo patrón de Andorra, San Macario. Quizá no sepan que el ayuntamiento de esta localidad tiene un sabroso detalle en metálico para los padres que pongan a su hijo el nombre del patrón pero se ve que ni por esas.
Ya ven que nos entretuvimos. Los novilleros demostraron ganas y afición, pusieron los novillos largos al caballo y compitieron en esos siete quites del titular.
Los novillos fueron variados de comportamiento y dos de ellos absolutamente preciosos de lámina. Sólo faltó la pimienta del conde de Santa Coloma. Y es que nunca estamos contentos, no tenemos remedio...
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
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jueves, 10 de septiembre de 2015
lunes, 7 de septiembre de 2015
RUTA ECOLÓGICA Y TAURINA EN JAÉN
OTRA VEZ
POR LA CARRETERA MÁS BONITA DEL MUNDO
Efectivamente, lo han adivinado, es la carretera que enlaza La Carolina y Andújar a través de El Centenillo en la provincia de Jaén.
Se la presentamos aquí ¿recuerdan? Luego volvimos en Navidad y la volvieron a ver aquí. Ahora hemos vuelto este verano y tenemos el gusto de enseñarles más fotos, empezando la ruta con los primeros rayos del alba y los murubes de Orellana Perdiz esperando el pienso:
No nos cansaremos de recomendarles esta ruta hasta que todos los lectores de nuestro modesto blog la conozcan. De todas formas, si consideran que les estamos mareando, no tienen más que ir a entretenerse a alguno de los portales taurinistas para ver fotos de toreros a hombros (parece que sigan a pies juntillas las instruccions triunfalistas de Perera).
Empezamos la excursión con los primeros rayos del sol:
Otro de los murubes, revoltoso entre el polvo. Lidian una de rejones en Sangüesa este domingo:
Tras pasar El Centenillo, la parada es obligatoria en el Mirador de Los Pastores. Delante está "Los Alarcones" donde siempre podran ver ustedes ciervos, gamos y muflones:
A la izquierda està la finca "Los Monasterios", de Jacinto Ortega. Todas las fotos que les enseñaremos en esta entrada están hechas a pie de carretera, sin necesidad de entrar a molestar en ninguna finca. Por ejemplo, esta vaca colorada de Veragua, somnolienta a primera hora de la mañana:
Recuerden el reportaje que hicimos en esta ganadería aquí. Los toros no tienen fundas y acostumbran a ser astifinísimos, como este:
Seguimos la ruta y a mano derecha, en "Navalentisco", tendremos a tres metros los añojos como este, a medias entre albahío y jabonero:
También podran ver los toros pero aquí no les enseñamos fotos porque no hicimos ninguna (están enfundados).
Más allá veran ustedes a ambos lados de la ruta una de las fincas más lindas de España, "La Medianería", de la familia Flores, ganaderos serios que conservan sangre santacolomeña inasequibles al desaliento. Este añojo será cárdeno ojalado de mayor:
La placita de tientas es de piedra, primorosa:
Y toda la instalación del embarcadero, lo mismo:
Como ustedes irán parando para recrearse en las vistas, no tendrán dificultad en ver todo tipo de fauna. Aparte de los ungulados ya citados, hay jabalís, zorros, culebras y rapaces. Entre estas últimas, hay águila imperial en la finca de Germán Gervás. Los nidos están justo en los árboles del fondo de esta foto donde posa uno de los erales:
No es extraño ver holandeses por la zona con sus telescopios. Ignoran los toros pero están como locos con el águila imperial. Eso sí, ustedes sí que disfrutarán poniéndose muy cerca de los toros, separados tan solo por un muro de piedra de poco más de un metro:
¿Han visto que se pueden ver reflejados en la pupila del toro? Es un santacoloma de Gervás. Igual que este otro de abajo, aunque nadie lo diría ¿verdad?
En esta ganadería se junta lo que viene de Buendía y lo que viene de Hermanos Clemares-Alipio. Fíjense en estas dos vacas porque podrían ser una de cada procedencia:
Se conservan los antiguos comederos de piedra, perfectamente integrados en el paisaje, una maravilla:
La finca es "Los Escoriales" y siguiendo el camino que hay al lado de estos comederos se desciende hasta el pantano del Jándula. Los forestales nos han dicho que por allí es relativamente fácil ver lince ibérico (aunque mucho nos tememos que para ver este felino pasa lo que con una faena buena de Curro Romero: hay que ser de la cuadrilla).
Iniciando ya el descenso hacia Andújar tendremos fenomenales vistas del santuario de Nuestra Señora de la Cabeza. Se ve allí al fondo en un risco y fíjense abajo en el pantano del Jándula que les comentábamos antes:
En la guerra civil se hicieron fuertes en el santuario simpatizantes de las tropas sublevadas. Protagonizaron un episodio muy similar al del coronel Moscardó en Toledo. Quizás ustedes no lo conozcan porque estos jiennenses no estuvieron a tiempo de dar novedades a Franco.
Llegados aquí pueden ustedes bajar hasta Andújar o desandar lo andado.
Observen estas dos fotos porque están hechas en el mismo sitio, la primera este verano y la segunda en primavera:
Ya les amenazamos con que en otoño volveremos y tendremos el placer de marearles nuevamente con otra entrada sobre este auténtico paraíso ecológico y taurino.
Si la ruta la hacen por la tarde asistirán a crepúsculos como el que cierra estas líneas.Y, con un poco de suerte, no se cruzarán con ninguna persona en 40 kms. En los tiempos que corren, un privilegio.
Pueden encontrar más información por aquí.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
jueves, 3 de septiembre de 2015
TEORÍA DEL ARRIMÓN
ARRIMONES ANTIGUOS Y ARRIMONES MODERNOS
Los arrimones de Perera provocan división de opiniones. Ha llamado la atención esta foto de un arrimón suyo en Almería:
Para nosotros, la teoría del arrimón está clara. Sólo hay dos tipos de arrimones, el que tiene valor y el que no vale nada. Y es fácil distinguirlos: el que tiene valor se sigue con el corazón en vilo y el espectador está deseando que acabe por el mal rato que está pasando ante la posibilidad de una tragedia. El que no vale nada pasa de lo sublime a lo ridículo y el espectador desea que termine de una vez porque es una comedia barata.
Si uno fuese torero, no haría nunca un arrimón de estos ante torillos agotados porque dan vergüenza. Y si uno fuese ganadero de ´toros de arrimón moderno´, no saldría de casa durante meses ni a comprar el pan, también por la sensación de vergüenza.
El creador del arrimón moderno sin valor fue, en nuestra modesta opinión, Paco Ojeda. Él necesitaba el toro adecuado para sus faenas encimistas. Por definición, había de ser un toro bastante aplomado. Dicen los que lo defienden que sus arrimones eran válidos porque los hacía ya al inicio de faena. En cambio, los de nuestras figuras son al final. Puede ser, pero los arrimones de Ojeda tampoco se vivían con miedo:
Vean este cartel de abajo porque los tres que se anuncian sí protagonizaron arrimones que mantenían al respetable en vilo:
Recuerdo un arrimón de Manili a un sexto toro de Martínez Benavides en Tarragona. Era un marrajo de cuidado y allí estaba el bueno de Manili jugándose abiertamente la vida cuando la gente empezaba a desfilar, había un montón de turistas que no entendían nada y él no tenía ninguna necesidad de arriesgar la vida en una plaza como la mía.
Cuando Manili empezó a ganar dinero siguió igual y recuerdo otro arrimón terrorífico en Madrid, creo que en otoño, que se vivió con permanentes y sonoros gritos femeninos desde el tendido. Y Manili, riendo, cayendo directamente en la temeridad.
Otro que se arrimaba temerariamente y se reía fue el malogrado Antonio José Galán. Y Dámaso González también se arrimó valerosamente a toros difíciles muchas veces -aunque el albaceteño se arrimaba a todos, no tenía ningún problema-.
El rey del arrimón de mérito fue, para nosotros, Ruiz Miguel. Él se arrimó muchas veces cuando había dominado toros que, hoy en día, se irían sin torear porque, tras cuatro mantazos, el diestro miraría al tendido como diciendo ´¿lo ven? No hay nada que hacer´ y el público actual, en lugar de silbar, lo aplaudiría.
Y aquí llegamos al meollo del asunto: el arrimón de mérito tiene que venir tras dominar un toro contra el que se ha luchado y, al final, se ha podido con él. Algunos justifican a nuestras queridas figuras diciendo que sus arrimones son el producto de una lidia poderosa en la que han vencido al toro.
Permítannos que lo dudemos por la sencilla razón de que incluso sus penosos turiferarios habituales reconocen que los toros de esos arrimones no tenían raza, eran descastados, estaban aplomados o eran, directamente, unos marmolillos. Repasen ustedes las crónicas que encuentren de corridas con arrimones de nuestras figuras y lo confirmarán.
En esta red social que con el nombre lo dice todo, hay un comentario de un aficionado que no firma pero que debe de ser mexicano del cual copiamos unos párrafos para despedirnos. habla del arrimón moderno:
"Sólo tengan un poco de memoria: ¿cuántas cornadas han visto por lidias en las que el muslo del torero está pegado al hocico del toro, en el popular "arrimón"? Esta destreza de pegarse a la visual del toro, siempre ocurre cuando el animal está totalmente parado, sin ganas de embestir ni de soltar la cabeza. Lo peligroso, la gran mayoría de cornadas, ocurren cuando el toro embiste, como es lógico.Un toro parado es el que no embiste, y al que se le arriman porque no hace por el torero. Cuando esto ocurre, lo que hace el matador es taparle la visual al animal, que no ve nada más que una gran mancha. (...)
"La gente interpreta que el torero está jugándosela como nunca, pero en realidad está engañando a la audiencia al alargar una faena con un toro que no es peligroso ya, dentro de los límites del término (todo toro es peligroso siempre, pero no nos pueden vender lo de la foto como el riesgo máximo que corre un torero). En mi experiencia personal de noches viendo tauromaquia mexicana desde hace más de seis años, nunca he visto una cornada por arrimón, por ejemplo.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Los arrimones de Perera provocan división de opiniones. Ha llamado la atención esta foto de un arrimón suyo en Almería:
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Perera en Almería, el toro es de Núñez del Cuvillo |
Para nosotros, la teoría del arrimón está clara. Sólo hay dos tipos de arrimones, el que tiene valor y el que no vale nada. Y es fácil distinguirlos: el que tiene valor se sigue con el corazón en vilo y el espectador está deseando que acabe por el mal rato que está pasando ante la posibilidad de una tragedia. El que no vale nada pasa de lo sublime a lo ridículo y el espectador desea que termine de una vez porque es una comedia barata.
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El Juli en Pamplona, toro de Garcigrande |
Si uno fuese torero, no haría nunca un arrimón de estos ante torillos agotados porque dan vergüenza. Y si uno fuese ganadero de ´toros de arrimón moderno´, no saldría de casa durante meses ni a comprar el pan, también por la sensación de vergüenza.
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Perera en Huelva, el toro es de Ana Mª Bohórquez |
El creador del arrimón moderno sin valor fue, en nuestra modesta opinión, Paco Ojeda. Él necesitaba el toro adecuado para sus faenas encimistas. Por definición, había de ser un toro bastante aplomado. Dicen los que lo defienden que sus arrimones eran válidos porque los hacía ya al inicio de faena. En cambio, los de nuestras figuras son al final. Puede ser, pero los arrimones de Ojeda tampoco se vivían con miedo:
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FOTO: https://eltoroporloscuernos.blogspot.com |
Vean este cartel de abajo porque los tres que se anuncian sí protagonizaron arrimones que mantenían al respetable en vilo:
Recuerdo un arrimón de Manili a un sexto toro de Martínez Benavides en Tarragona. Era un marrajo de cuidado y allí estaba el bueno de Manili jugándose abiertamente la vida cuando la gente empezaba a desfilar, había un montón de turistas que no entendían nada y él no tenía ninguna necesidad de arriesgar la vida en una plaza como la mía.
Cuando Manili empezó a ganar dinero siguió igual y recuerdo otro arrimón terrorífico en Madrid, creo que en otoño, que se vivió con permanentes y sonoros gritos femeninos desde el tendido. Y Manili, riendo, cayendo directamente en la temeridad.
Otro que se arrimaba temerariamente y se reía fue el malogrado Antonio José Galán. Y Dámaso González también se arrimó valerosamente a toros difíciles muchas veces -aunque el albaceteño se arrimaba a todos, no tenía ningún problema-.
El rey del arrimón de mérito fue, para nosotros, Ruiz Miguel. Él se arrimó muchas veces cuando había dominado toros que, hoy en día, se irían sin torear porque, tras cuatro mantazos, el diestro miraría al tendido como diciendo ´¿lo ven? No hay nada que hacer´ y el público actual, en lugar de silbar, lo aplaudiría.
Y aquí llegamos al meollo del asunto: el arrimón de mérito tiene que venir tras dominar un toro contra el que se ha luchado y, al final, se ha podido con él. Algunos justifican a nuestras queridas figuras diciendo que sus arrimones son el producto de una lidia poderosa en la que han vencido al toro.
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El novillero Sebastián Ritter en Madrid, el novillo es de Carmen Segovia |
Permítannos que lo dudemos por la sencilla razón de que incluso sus penosos turiferarios habituales reconocen que los toros de esos arrimones no tenían raza, eran descastados, estaban aplomados o eran, directamente, unos marmolillos. Repasen ustedes las crónicas que encuentren de corridas con arrimones de nuestras figuras y lo confirmarán.
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El Juli en Bilbao, el toro es de Garcigrande |
En esta red social que con el nombre lo dice todo, hay un comentario de un aficionado que no firma pero que debe de ser mexicano del cual copiamos unos párrafos para despedirnos. habla del arrimón moderno:
"Sólo tengan un poco de memoria: ¿cuántas cornadas han visto por lidias en las que el muslo del torero está pegado al hocico del toro, en el popular "arrimón"? Esta destreza de pegarse a la visual del toro, siempre ocurre cuando el animal está totalmente parado, sin ganas de embestir ni de soltar la cabeza. Lo peligroso, la gran mayoría de cornadas, ocurren cuando el toro embiste, como es lógico.Un toro parado es el que no embiste, y al que se le arriman porque no hace por el torero. Cuando esto ocurre, lo que hace el matador es taparle la visual al animal, que no ve nada más que una gran mancha. (...)
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Perera en Madrid, el toro es de Las Ramblas |
"La gente interpreta que el torero está jugándosela como nunca, pero en realidad está engañando a la audiencia al alargar una faena con un toro que no es peligroso ya, dentro de los límites del término (todo toro es peligroso siempre, pero no nos pueden vender lo de la foto como el riesgo máximo que corre un torero). En mi experiencia personal de noches viendo tauromaquia mexicana desde hace más de seis años, nunca he visto una cornada por arrimón, por ejemplo.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
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