En la pasada feria de Céret comentábamos que Mario Vilau se había equivocado al entrar a matar en la suerte contraria y por ello había resultado cogido. Así lo captó el maestro Moore:
Afortunadamente la cosa se saldó con una pequeña cornada de cinco centímetros que podría haber sido mucho peor si el novillo le clava el cuerno en el suelo, como ocurrió con el infortunado Víctor Barrio cuando el toro le perforó un pulmón.
Hay aficionados que nos impelen a olvidar nuestra cruzada con esto de entrar en la suerte natural o la contraria. Nos dicen que nadie mira eso, ni siquiera los profesionales, y que los toreros y su entorno solamente están pendientes de que el animal esté cuadrado. Antes de seguir digamos que esto último es una estupidez, como mantenemos nosotros desde siempre y nos confirmó Marcial Lalanda. Recuerden sus palabras, que transcribíamos en esta entrada:
El único beneficio de cuadrar el toro es evitar que tenga las manos en disposición de arrancarse. Digamos que es para ganarle un segundo la acción, nada más. Lo hemos intentado dejar claro también en esta entrada que titulábamos Cuadrar el toro no es una suerte. Es otro de los lugares comunes de la tauromaquia.
Que no, señoras y señores, que vamos a seguir erre que erre con nuestra manía de las suertes natural y contraria porque estamos convencidos de que tenemos razón. Pocas cosas pasan para las innumerables veces que los diestros se equivocan de suerte y el toro hace por ellos al estar en el lado erróneo. Uno de los pocos que siempre se preocupa por acertar en la elección es Manuel Escribano. Él nos dará la razón si lee estas líneas.
La diferencia entre ambas suertes la explicábamos aquí y no la vamos a reiterar. Un amigo del blog que se mueve dentro del mundillo de los profesionales nos decía que eso no interesa a nadie. Dicen los de dentro que con la selección del toro a la que se ha llegado ya no hay tanta mansedumbre y que lo de escoger la suerte al entrar a matar queda para el Cossío y para maniáticos como nosotros.
Pues precisamente con lo de la selección nos están dando la razón ya que nuestra teoría siempre ha sido que al 90% de los toros hay que matarlos en la suerte natural. Con esa selección que ha ido eliminando la mansedumbre de carreta, más razón para venir a nuestra vera. ¿Por qué tanta entrada en la suerte contraria? Veamos dos ejemplos donde, aunque no dispongamos de la lidia completa, tiene toda la pinta de que ambos diestros se equivocaron y por ello se llevaron sendas cornadas de caballo.
Sergio Rollón fue gravemente herido en Valdetorres de Jarama. Por la reacción del toro, la misma que han visto en el de Vilau, salta a la vista que no era de suerte contraria, observen:
El resultado fue una terrorífica cornada que le afectó el triángulo de Scarpa más un coágulo en el pulmón. Aquí abajo tienen el vídeo. Algunos dicen que se echó encima del toro. Puede ser, añadiendo que es honrado y no pega el telonazo, pero es que ese giro del cuello del toro hacia su salida natural hace que pensemos que aunque se hubiera aliviado un poco, la cogida habría sobrevenido igualmente:
Erró también este invierno el pobre Emilio Macías entrando en la suerte contraria en Tlaxcala. Esta vez el toro le destrozó el recto en una de esas cornadas que duele sólo de verlas. Pulsen aquí.
No tenemos la lidia completa pero nos da la impresión de que equivocó la suerte. Se perfila en la contraria y se tira con rectitud pero el gesto del cuello del toro es clarísimo. Se va hacia su tendencia natural y le corta el paso:
La gran desgracia es que cuando lo voltea no permite que caiga al suelo sino que lo ensarta en el aire y lo mantiene en vilo durante diez segundos horripilantes:
El resultado fue la gravísima lesión de la que se ha ido recuperando lentamente. Es de esas cornadas que se sienten en el cielo de la boca, como la muy similar de Rafael Ortega en Pamplona ante un toro de Bohórquez, que contábamos aquí. En la enfermería le dieron la extrema unción.
Castaño entró al volapié en la suerte natural en Mont-de-Marsan. Su estilo es lamentable pero no vamos a insistir en lo dicho aquí:
El de Escolar era un toro aplomado y acobardado. Pues fíjense en que directamente aprieta para adentro de manera descarada y pasea al diestro por la atmósfera. Resultado: cornada de 10 cms. en el gemelo.
¿Saben lo que repiten los profesionales? Pues que donde el diestro lo vea, ahí está bien. ¡No, hombre, no! Donde lo vea no vale porque los toreros actuales no ven nada y con lo mal que los aconsejan, todavía ven menos. Recuerden otra cogida sin consecuencias por esa equivocación que vimos en directo en La Granja. Fue al novillero Francisco Morales un instante después de esta imagen:
En el callejón lo abordamos y nuestro diálogo fue éste:
- Maestro, si era un novillo bravo, ¿por qué entró en la suerte contraria?
- Es que lo he visto ahí y me he tirado.
- Pues cuando se perfilaba en la contraria estaba seguro de que lo iba a coger y así ha sido. Y ya me ha extrañado que nadie desde el callejón le avisase del peligro (dicho esto para que nos oyese el peón que estaba a su lado y que se giró para decirnos lo que sigue)
- Él lo ha visto y ya está. Ha corrido un riesgo y eso también está bien.
- Hombre, el riesgo hay que correrlo pero con cabeza y a un toro bravo siempre hay que matarlo en la suerte natural.
- Bueno pero lo ha matao y ya está. El novillo está muerto y él está aquí.
- Sí, pero podría estar en el hospital...
Con Vilau debió de pasar lo mismo. Lo vio ahí y entró a por todas. Es verdad que se tiró derecho y con toda la fe del mundo pero estamos convencidos de que el animal, por mucho que durante la lidia hubiera hecho algún gesto hacia tablas, era de suerte natural.
Nos dicen de su entorno que mata siempre en la suerte contraria, lo cual nos parece un craso error. Puestos a no pensar en qué suerte aplicar, que mate todo en la natural ya que es lo que pide un mayor porcentaje de toros.
Bruno Aloi tuvo suerte en Santander. También entra en la contraria y el toro se abre y lo engancha aunque le perdona la cornada, véanlo aquí. Calzada, otro que tal baila. Miren la reacción de un novillo que pedía la natural:
Cuando Vilau, Calzada o Aloi lleguen a figuras tendrán un problema añadido y es que se las verán con toros mansinobles. ¿Qué es eso? Recuerden aquí la conversación entre Hernández y Delgado de la Cámara. Se trata de ese tipo de animal, el preferido de las figuras, que desarrolla una gran tendencia a tablas muy pronto, en cuanto se ve podido. Tiene mérito seguir consiguiendo que trague sin que se raje. Y ese mérito es el de las figuras, que no lo permiten y lo exprimen.
Ahí se genera la duda de si entrar en la natural a un toro que no es manso o cambiar a la contraria porque ha cantado esa querencia hacia adentro dada su selección comercial (recuerden que don Juan Pedro Domecq avisaba de que esa selección degeneraba en mansedumbre). Le cedemos la palabra pero hagan el favor de leer esta entrada :
La ventaja es que ese norit, aunque tienda a tablas pero lo mates en la natural, es tan burro que difícilmente hará por ti aunque lo hayas frito a derechazos.
Y ahora, ¿qué hacemos con toros muy encastados que en un momento dado se rajan al sentirse podidos? Nos referimos por ejemplo a Santanero I de Ibán. Román le pudo y el toro se fue a tablas descaradamente al final de la faena, observen:
El diestro optó por la suerte contraria al ver eso. Le hemos dado vueltas al asunto y pensamos que se equivocó. Con un norit rajado no hay problema pero con el toro encastado sí porque a pesar de haberse sentido momentáneamente podido, tenderá siempre hacia su terreno natural y así pasó lo que pasó. La foto, tan oportuna como espeluznante, la hizo el aficionado escocés Sean Boyle:
Recuerden esta entrada con nuestro homenaje al maestro valenciano por lo que hizo ante ese animal. El mayoral Domingo nos daba la razón tiempo después cuando le preguntábamos al respecto. Respondía sin dudar que se equivocó entrando en la contraria.
Empezábamos esta reflexión con eso de que no está de moda ni entre profesionales ni entre aficionados mirar la suerte natural o la contraria porque parece que en la actualidad no tiene ninguna importancia. De hecho, apostaríamos mucho dinero a que una gran mayoría de novilleros y de toreros ignoran de qué estamos hablando. No obstante, las cornadas causadas por equivocarse en esta elección resultan siempre gravísimas aunque afortunadamente no sean tan frecuentes como debiera derivarse de tanta contumacia.
Hombre, recuerden el mismo error de Gonzalo Caballero en Madrid que le llevó a entrar en la enfermería casi clínicamente muerto. Fíjense en la actitud del toro:
La cornada fue en la pierna izquierda, ojo. Le partió la femoral:
Se lo dijimos personalmente en las Jornadas de Pamplona y nos dio la razón. Éste fue nuestro diálogo:
- Aquel toro de Valdefresno era de suerte natural, no de contraria como entraste.
- Sí, me equivoqué en la suerte contraria, me lo dijo después Escribano... es que yo soy de entrar a matar cuando lo veo claro (fíjense en que repite lo mismo que Gómez del Pilar, recuerden aquí).
- Pero es que sólo con un muletazo cambias la suerte y te puedes ahorrar un accidente...
- Sí, ya... es verdad.
- Es que te has llevado esas dos cornadas al entrar a matar ¡y en la pierna izquierda! Eso no puede ser (y asentía con la cabeza).
La otra cornada que le recordábamos también fue entrando a matar y se la pegó un toro de El Pilar en aquella durísima corrida de la sangre espesa, pulsen aquí.
Y Emilio De Justo, ¿qué? No está en silla de ruedas porque se le apareció la Virgen de la Almudena. Se equivocó entrando en la contraria y el toro de Pallarés lo volteó de mala manera. En nuestro titular de la crónica no lo tapábamos, recuérdenlo aquí:
Observen la siguiente foto del maestro Moore hecha desde el otro lado en la cual se aprecia con claridad que el toro ha girado completamente el cuerpo hacia su salida natural. Es un instante antes de que el diestro aterrice lesionándose en las cervicales con secuelas que llegan hasta hoy, tres años después. Y podría haber sido mucho peor:
¿Se han fijado en que la mayoría de equivocaciones que hemos visto consisten en entrar en la contraria a toros que son de suerte natural? La selección de los ganaderos ha hecho que haya desaparecido esa mansedumbre de buey para la que se recetaba entrar en la suerte contraria.
Conclusión: suerte natural para la gran mayoría de toros. La contraria, sólo para los que ya desde el primer tercio hayan mostrado una clarísima tendencia hacia los adentros. La duda quedará únicamente para el mansinoble rajadillo pero su condición dócil y bobalicona hará que una posible equivocación sea más llevadera.
Si ni los diestros ni sus mentores quieren seguir nuestro consejo, con su pan se lo coman pero luego que no vengan a quejarse de cornadas tan tremendas como las que hemos visto en esta entrada.
Ya que los chavales que han salido en el texto están en edad de aprender, enlazamos a continuación los otros capítulos de nuestra serie Las verdades del toreo de verdad. Por lo menos que los lean, aunque después no nos hagan ni caso:
El Cordobés: cómo romper un toro y cómo se torea al natural.
Marcial Lalanda: entrar a matar.
Antoñete y el toreo desmayado.
Esplá explica qué es el temple.
El medio pase y el toreo de perfil.
Cañabate y el público de toros.
Cañabate, las fundas y el toro comercial.
Las verdades del Duque de Veragua.
La Tauromaquia de Amós Salvador.
Así remataba El Viti los pases.
Las verdades de Corrochano sobre el toro de lidia.
Roca Rey, el que mejor descubre la muerte.
Si hablas, no vuelves a torear.
Cuadrar el toro no es una suerte.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Acabo de llegar de ver la de Juan Luis Fraile en Las Ventas.
ResponderEliminarPerfectamente podrían haber pasado por toros de El Puerto de San Lorenzo de procedencia Lisardo.
¿Qué le ven los franceses a esta ganadería para darle tanta importancia? Valdellán igual le supera dentro de lo de Graciliano - Ibarra negro.
Dos han sido devueltos. Y otros dos toros han sido muy peligrosos, esos 2 peligrosos sí podrían haber sido ‘toros de guerra’.
Le dejo al host del blog una muestra de lo ¿mal? Hecha que está la suerte de varas en un toro de Juan Luis Fraile en la corrida de hace unas horas:
https://streamable.com/ufb1vr
Saludos
La carioca que se ve es de antología pero esa actitud del toro mirando la pecera... tela. Por lo menos no le clava en el espinazo y la sangre cae por delante del brazuelo.
EliminarSaludos
Buenas Rafa .
ResponderEliminarMe parece incomprensible que los toreros no tengan en cuenta este detalle cuando las cornadas ejecutando la estocada suelen ser de gravedad . Hay detalles que marcan la diferencia , cuando se ponen de rodillas y dan un afarolado o una larga cambiada siempre sacan el toro había afuera nunca hacia las tablas y lo mismo con la muleta , acuérdate aquella cogida tan espeluznante de Roca por citar al toro del medio hacia las tablas .
Hasta los recortadores que por regla general tienen más facilidad de quebrar con una pierna que con la otra observan las reacciones del toro para cambiar de pitón si este es muy difícil por un lado .
Pues al final resulta que de esto pasa todo el mundo y las consecuencias se pueden ver en tus fotos , está claro que aun acertando la suerte te puedes llevar la cornada pero cuantos menos números de la lotería juegues mucho mejor .
Saludos
No quisiera haber dado la impresión de que si aciertas en la suerte al entrar a matar vas a evitar siempre la cornada. Pero usted da en el clavo cuando dice que hay menos posibilidades de que te toque la lotería sangrienta.
EliminarLa cornada de Roca que comenta es la de Santander. Lo hablábamos aquí:
https://share.google/BZ6fJ7r1yzcKpys2d
Saludos
Lo sorprendente de anoche en las ventas es las poca hambre de toro que parecían tener en ocasiones los toreros, salvo Rafael Cerro y cómo aceptaban/ordenaban que los picadores trabajasen de modo que forzosamente dejan a los toros en malas condiciones para la muleta. En general creo que, como vaticinaste Rafa, excelente presencia de los toros y muy bien armados. El sobrero de Guadajira menudo tío.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el comentario del compañero Luisillo. Lo mejor de la tarde noche, el quite a cuerpo limpio que le hace Rafael Cerro a Adalid a la salida de un par de banderillas. Otro par de Iván García esta vez clavando en la cara y asomándose al balcón. El segundo tenía un pitón derecho que era un primor, pero se lo cargan piquero y la mala lidia que recibe en general. El tercero fue tres veces al caballo, empujando, y aún tuvo gasolina para plantear pelea y problemas en la muleta. Los toros por encima de la terna. El sobrero de Guadajira, un torazo, hondo y largo como el sólo. Vaya cara tenía. Podría haber ido perfectamente a la calles de la Vall de Uxó o similar.
EliminarEncantado de volver a saludarte ALEJANDRO. Espero que tu amigo del campo charro que se estrenaba ayer, no se aburriera mucho...
Saludos desde Madrid,
Rulan
Le hubieran pagado el doble o el triple en las calles que por sobrero de Madrid.
EliminarVeo que no me perdí gran cosa, como era fácilmente previsible. Y ya que sale, he visto a Adalid parear a escandaloso toro pasado, como suele ser habitual en él pero deduzco que también saldría muy aplaudido por ser vos quien sois.
Saludos
Pura pedagogía práctica. Espero que los profesionales la lean. Igual que en la técnica belcantista, los maestros, los grandes, han sido racionales, expertos en ver, oír y razonar. Nunca los grandes cantantes. Hoy no se lee, hoy no se escucha, hoy no se sabe el porqué de la técnica. Gracias por su perseverancia. La tozudez...pal asno.
ResponderEliminarAh...! Se me olvidaba: que le pregunten a Manolete por qué le cogió Isler.
ResponderEliminarImanol.
La polémica sobre si Manolete se equivocó al matar dura hasta hoy. Yo leí que el miura había desarrollado mucha querencia hacia chiqueros y que los toriles se encontraban a la espalda del maestro. Si fue así, el beneficio de la duda es para él.
EliminarHablando del belcanto, ya conoce mi cruzada sobre lo que hoy brilla por su ausencia en el toreo: la naturalidad. Precisamente el primer capítulo de Las Verdades del toreo de verdad iba sobre ello.
Pues en el belcanto nadie ha personificado tanto la naturalidad al cantar como Tito Schipa. ¡Qué grande! El más grande en su repertorio casi con toda seguridad.
Saludos
La misma técnica del canto sul fiato in maschera que Alfredo Kraus No colocaban la voz , pues esta no es un jarrón, algo sólido. Pero aceptaban la innfeeriioridad que supone un soplo de aiire y dos cuuerdas vocales. Con elllo, llegaban sotto voce a la última fila. Pura técnica que con el mínimo de medios de volumen, alcanzaban lo máxxiimo. El toreo, como arte temporal, se basa en técnica : cómo una persona de 80 kilos puede domeñar a una masa de media tonelada. Geometría ,Sabiduría y no impostación. El toreo sale del alma..pero es purita técnica
EliminarCorrecto todo. Por eso hay veces, cuando el toreo es demasiado pensado, que resulta artificioso, igual que el canto. Por supuesto que detrás siempre hay una técnica pero la impresión que deben dar tanto el cantante como el torero es de naturalidad.
EliminarEsa sensación de algo muy repensado me la da siempre en el toreo Morante. Y en el canto me la daba Elisabeth Schwarzkopf, en contraposición a la naturalidad de Elisabeth Grümmer.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña. 1/2
ResponderEliminarHola Rafa.
Hoy has tocado uno de los temas más controvertidos y quizás difíciles para que haya unanimidad al respecto. Dice el reglamento taurino en el art. 82.2 relativo a los trofeos, y en concreto a la concesión de la segunda oreja de la misma res, … y fundamentalmente la estocada. Actualmente, pocos aficionados le dan la debida importancia a esta suerte tan importante, difícil y peligrosa.
Por el recorrido que hacen toro y torero durante la ejecución de la misma conocemos cinco variedades: recibiendo, aguantando, a un tiempo, a toro arrancado y al volapié. Aunque no soy amante de las estadísticas, diría que en el 95% de los casos se realiza al volapié, y del 5% restante, la mayoría a toro arrancado. En cuanto a la dirección del recorrido, estando toro y torero paralelos a las tablas: contraria (el toro sale hacia tablas) y natural (el toro sale hacia las afueras), estando ambos perpendiculares a las tablas: de dentro a fuera (el torero sale hacia los medios) y de fuera a dentro (el torero sale hacia las tablas). A mayores del recorrido y la dirección, habremos de tener en cuenta los aficionados en que lugar del ruedo se ejecuta, si al hilo de tablas, en tablas, en el tercio o en los medios.
Veo corridas de toros desde que era niño. En el año 1952 mis padres me regalaron mi primer libro sobre tema taurino, “La hora de la verdad”, el cual conservo, y por mor de su lectura, con diez años, comencé a navegar con ilusión por el inmenso océano de la tauromaquia. En este navegar vi a distintos toreros realizar francamente bien la suerte suprema, pero dos de ellos me impactaron, Rafael Ortega y Paco Camino, en la actualidad citaría a Uceda Leal y Roca Rey. Anteriormente comenté sobre en que lugar del ruedo se ejecuta, y hago referencia a esto, porque los dos toreros antes citados en primer lugar tras haber realizado una gran faena en el tercio o los medios, realizaban allí la suerte, en donde el toro se había encontrado a gusto y les iba ayudar por tal motivo, no lo llevaban hacia tablas, lo contrario de lo que hoy en día es habitual, llevarlo hacia las mismas.
La suerte en si es valorable en cuatro puntos: por su ejecución, y la ubicación, dirección y penetración del estoque. La mayoría de los aficionados se preocupan de las tres últimas, no dando importancia a la primera, la que yo entiendo más importante, pues en ella está el riesgo, la pureza y la verdad de la suerte suprema, las otras tres son consecuencia de esta, cierta rutina y suerte. En cuanto a las tres últimas citadas tenemos cierto tiempo para analizarlas, pues el estoque, hasta que el toro dobla, nos permite ver y analizar cual es su ubicación, dirección y penetración, no sucede lo propio con la ejecución, que dura un par de segundos. Esta se compone de cuatro tiempos, citar (con la muleta plegada sobre la punta del estaquillador y este en dirección oblicua hacia abajo -pezuñas- y lateralmente -ojo izquierdo- sin sobrepasar el pitón del mismo lado), ir (con la muleta plegada y la dirección indicada, dar los pasos necesarios para poder introducir el estoque en el cuerpo del toro), clavar (introducir el estoque en el cuerpo del toro) y vaciar (dar salida al toro con la muleta como si se fuese a realizar un pase de pecho). Dije con la muleta plegada sobre la punta del estaquillador con dirección oblicua hacia abajo y lateralmente, lo contrario de lo que hace la mayoría de los toreros, presentarla desplegada, en sentido paralelo a la testuz y sobrepasando el pitón izquierdo para taparle la visión. También dije dar los pasos necesarios para poder introducir el estoque, esto es dar pureza y verdad a la ejecución, el dar un salto es la mentira, NO ES LO MISMO QUE EL TORO TE LEVANTE DEL SUELO CON UNA CORNADA, QUE UNA VEZ EN EL AIRE TE PROPINE L CORNADA.
Discrepo en que el 95% sean volapiés. Para mí en el volapié el toro no debe moverse, como sucede en la estocada de Castaño que sale en la entrada.
EliminarEn casi todas las estocadas en que el maestro avanza hacia el toro este siempre se mueve un poco con lo cual la mayoría serían al encuentro, que es una categoría que usted no contempla y que para mí es la habitual.
En caso de que ambos avancen al unísono la estocada al encuentro se transformaría en a un tiempo.
De acuerdo con Ortega y Camino pero nunca con el Uceda actual, vendido al telonazo fácilmente de manera ignominiosa.
Sobre el as de espadas:
https://share.google/I9UMB7asg4PXwpGo7
Sobre el telonazo:
https://share.google/ZLJdrPUx8q9DVBk2B
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña. 2/2
ResponderEliminarComo ejemplo de lo que es realizar la suerte suprema con mayor mentira (tapar con la muleta desplegada la visión del toro antes de que este se arranque y dar un salto para en caso de cornada ya estar en el aire), pongo a Julián López “El Juli” de los últimos tiempos, al que por desdicha para la fiesta, con excesiva frecuencia están imitando no ya solo la mayoría de matadores de toros, sino también de novillos.
Entiendo que es importantísimo que el torero o quienes le ayudan y aconsejan (subalternos, apoderado, etc.) tengan en cuenta cual ha sido el comportamiento del toro durante toda la lidia, en que lugar este se encontró a gusto, y en este hacia donde empujaba más, para así poder determinar el lugar en donde realizar la suerte y con que dirección; estar atento a cuando el toro ya está “pidiendo la muerte”, no alargar la faena indebidamente y sin sentido, a fin de que aun tenga la fuerza suficiente para empujar durante la ejecución. Entiendo que no tiene lógica que, a un toro bravo que ha pedido la faena en el tercio, para matarlo, lo lleven a tablas y realicen la suerte en modalidad de contraria, y viceversa.
El toro ya está “cuadrado” para entrar a matar. ¿Qué se debe tener en cuenta para decir esto? ¿Que las patas delanteras estén a la misma altura para dificultar el primer paso del toro? ¿Que estén las traseras? ¿O las cuatro?, todo ello puede influir, pero creo que lo determinante para considerar si el toro está cuadrado es ver si su columna vertebral forma una línea recta desde la nuca hasta la penca,
pues; esto significa que los espacios intercostales por donde habrá de penetrar el estoque, están abiertos, de estar curvada la columna, formando un arco cóncavo por el lado derecho del toro, los espacios intercostales se irán cerrando. Hay que tener en cuenta, que prácticamente antes de que el toro dé el primer paso, la punta del estoque está indicando por donde este va a penetrar. Lo que antes desconocíamos al respecto de la anatomía del toro, así como de su fisiología, hoy lo podemos conocer a través de libros científicos, quizás el más completo sea “Descubriendo al toro de lidia” de Julio Fernández Sanz.
He visto varias veces el video de la cornada que recibió Sergio Rollón. Mi opinión es que no ha hecho el cite para que el novillo se fije en la muleta, y Sergio se va hacia aquel sin darle a esta la oblicuidad idónea para que el ojo izquierdo del toro se fije en ella y la siga, después se la deja en la cara sin tratar de vaciar la embestida del novillo y queda completamente al descubierto, prácticamente antes de ser desarmado. En este caso la suerte no estuvo con el novillero.
Lo de la alineación de la columna solamente vale para el volapié, que es una suerte que, como decía en mi otra respuesta, se da únicamente cuando el toro es de Guisando o sea, está completamente quieto.
EliminarLos del mundillo lo único que transmiten a los chavales son los ratimagos.
Sobre la funesta herencia de Juli en la estocada:
https://share.google/8UedcwI9mciGi2MXR
Sobre que cuando el toro pide la muerte hay que matar:
https://share.google/8UedcwI9mciGi2MXR
Saludos
Sobre que cuando el toro pide la muerte hay que matar, éste es el enlace correcto a lo que sucedió a Chacón en Sevilla con un miura:
Eliminarhttps://share.google/derqBbLfPVeKH33Kf
Buenas tardes Rafa y compañía. Divido mi comentario en dos, el segundo para comentar mis impresiones de la corrida de Juan Luis Fraile.
ResponderEliminarRespecto al artículo decir que estoy prácticamente de acuerdo con todo lo que has expuesto, sólo matizar con palabras que dijo el maestro Esplá, refiriéndose a que el toro actual no acusa tanto como el toro de épocas anteriores la elección de la suerte natural o contraria en el último tercio. Realmente es que no hay tantos “santaneros” o similares. Es cierto lo que has descrito sobre que malas elecciones han derivado en cornadas tal vez evitables pero no es menos cierto que también muchas veces se han equivocado en la elección y han matado certeramente o al menos han salido ilesos del evento.
Saludos de un aficionado venteño.
Claro, estamos en lo de la lotería que hablaba más arriba en respuesta a Juan Ramón.
EliminarEsplá lleva razón pero no en que el toro de hoy no acuse las querencias sino en que la selección ha ido eliminando la mansedumbre clamorosa. Además, al toro posmoderno le han quitado las ideas y le han dejado solo una, que es seguir la tela y perdonar los errores del maestro.
Pienso que el maestro alicantino me daría la razón en lo de que a la gran mayoría de toros actuales hay que matarlos en la suerte natural.
Saludos
Decir que a mí me gustó la corrida de Juan Luis Fraile, mejor dicho, no me aburrí en absoluto. La falta de fuerzas condicionó la tarde. La devolución del primero y que el sobrero no nos hizo concebir grandes esperanzas vaticinaba una tarde plomiza que luego no se cumplió. Tal vez porque las fuerzas estaban igualadas. Los toros ganaron por goleada a los actuantes, que no tenían mimbres suficientes para tejer una obra medianamente pasable. La presentación bastante mejorable, el único nexo común era que se tapaban por la cara pero eran una escalera en cuanto a pesos. Por cierto, no hubo un quite en toda la tarde.
ResponderEliminarEl sentido común dice que había que dosificar el número de capotazos y medir el castigo en varas. Nada de eso sucedió, les dejaban correr a sus anchas por la plaza para que se desgastasen, capotazos por doquier y sangría en el caballo. Todos protestaban por arriba pero si bajabas la mano o simplemente tenías temple, como lo tuvieron Escorial e Iván García con el capote, los toros iban mejor.
Pinar tuvo una tarde vergonzosa. Ordenó el asesinato de sus tres toros, sólo hubo una voz en la plaza que se lo recriminó ante las protestas del resto al picador, la mía. Decir que los tres toros le desarmaron, sobrero de Guadajira incluido, incluso tomó una vez el olivo olvidándose del capote en el trayecto. Agustín Moreno, un sinvergüenza de tomo y lomo, se fue a por el primero de la ganadería titular desde el primer puyazo, saliendo a por él, no esperando su llegada. Lo mismo en los otros dos puyazos. Porque le dieron 3, por órdenes de Pinar, cuando no había demostrado nada en los anteriores puyazos. Bueno sí, que le desarmó y le cogió miedo. Afortunadamente las protestas de algunos hicieron que el Delegado se fuese a hablar con el picador. Caería multa? No lo creo. El tercio de banderillas en el cuarto fue de escándalo, cómo sería la cosa en cuanto a pasadas en falso que prácticamente toda la plaza protestó.
El confirmante, Raúl Rivera, más vale que se vista de plata. No digo más, de lo peor que he visto en mi vida. Sólo destaco que hizo un buen quite en banderillas. No veo toreo de capa, muleta, temple, valor o buenas estocadas. Por cierto, a la muerte del toro de la confirmación, Vicente Herrera apuntilla certeramente por detrás… y escucha protestas desde el 7.
Rafael Cerro, aun habiendo perdido la partida que ambos toros, fue el mejor de la tarde. El único que intentó realizar el toreo. En sus manos cayó el mejor toro de la tarde, el tercero, protestado de salida por el 7 (qué curioso) por sus escasos 520 kilos a pesar de su destacada altura y sólo tapado por la cara. Entró tres veces al caballo, con prontitud y metiendo la cara abajo, se dejó pegar pero salía suelto. Cosa que le disculpo porque le dieron cera, tanto es así que incluso cuando iba a entrar a matar aún se veía manar sangre. El toro fue aplaudido en el arrastre. Iván García se desmonteró, mejor que otras veces aunque bastante acelerado. En el quinto tuvo su mejor actuación, primero haciendo un providencialísimo quite a Adalid a cuerpo descubierto que le salvó de la cornada. Tanto es así que Adalid se lo agradeció in situ, prácticamente toda la plaza en pie. Como dijiste antes, efectivamente, pareó mal pero la gente tampoco le aplaudió en exceso. Más bien creo que muchos no saben quién es ni su trayectoria y ya sabes que muchas veces se aplaude por fama. Hubo una serie bastante asentada por el pitón izquierdo y también un buen derechazo suelto. Aunque no mató bien, al menos no se aliviaba y no tapaba la cara al toro con la muleta. Decir que Iván García hizo muy buena brega a este quinto.
Saludos de un aficionado venteño
Bien por Vicente Herrera y bien por usted afeando la conducta a Pinar. Deduzco que lo que dice de que los toros ganaron por goleada a los coletudos fue más bien por demérito de éstos que por haber visto un ganado memorable.
EliminarSaludos
En relación a la entrada que nos ocupa, y aunque no directa pero si indirectamente, otro dato a tener en cuenta; es que ya ninguno matador realiza la faena de muleta con el estoque de verdad.
ResponderEliminarEsto muchas veces hace que cuando el toro esté “pidiendo la muerte” colocado prácticamente donde se ha desarrollado la faena de muleta, no se actúe en consecuencia, y se pierda un tiempo muy precioso en darse un paseo a las tablas, secarse el sudor de la frente, echar un buchito de agua, y cambiar el estoque simulado por el de verdad. Ante la atenta mirada del animal… En la mayoría de las ocasiones, además, se toca al toro con la muleta, llevándolo de aquí para allá. Moviéndole del lugar donde se tenía que haber entrado a matar, porque así lo pedía el propio bicho. Se pierde absolutamente el “momentum”.
Me viene a la mente aquella tarde de Juan Mora (el último que yo recuerde que ha toreado con el estoque de verdad) ennuan Feria de Otoño hace ya unos cuantos años. Creo que cortó tres orejas. La faena a su primero fueron 15-20 muletazos, montó la espada, y estocada. Pim, pam, pum. Sin solución de continuidad. Puso eso boca abajo.
Yo si fuera novillero, y estuviera empezando en esto, lo tendría claro. Aunque solo fuera por distinguirme del resto. Si se me permite el ejercicio de ensoñación.
Saludos desde Madrid,
Rulan
Ese consejo del estoque de verdad se lo dábamos al novillero inexistente en esta entrada y preciamente lo ilustrábamos con una foto de Juan Mora:
Eliminarhttps://share.google/E4T0lqkdj426PnZiR
Lo de ir a buscar la espada de verdad se ha convertido en una excursión ridícula. Estoy seguro de que muchos se piensan que lo de la toalla, el vaso de agua y demás es otra suerte del toreo.
Y recuerde que ese momento suele utilizarlo algún subalterno para pegar lances al toro. He llegado a contar más de ocho. En Francia siempre se protesta pero en España da igual.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa.
El discrepar siempre es bueno, pues es el modo de conocer opiniones distintas y en base a ello poder llegar a una que unifique el criterio discrepante.
Como en mi primera entrada detallé, cinco son las variantes de la suerte suprema en lo que se refiere al recorrido que hacen toro y torero, las cuales vuelvo a citar especificándolas. RECIBIR O RECIBIENDO, es en la que el toro hace el total del recorrido, y el torero, para citar, adelanta la pierna izquierda y la muleta, volviendo ambas al sitio cuando el toro ha arrancado. AGUANTAR O AGUANTANDO, es cuando el toro hace tres cuartas partes del recorrido y el torero una. A UN TIEMPO, el toro y torero se encuentran en la mitad del recorrido. A TORO ARRANCADO, en esta el torero hace tres cuartas partes del recorrido y el toro una. AL VOLAPIE, cuando el torero hace el total del recorrido. En el volapié el toro se mueve cuando el torero clava y comienza a realizar el vaciado. Lo que titulas al “encuentro”, y que respeto pero no comparto, es lo que muchos aficionados dicen del aguantar, a un tiempo y a toro arrancado, dejando así los recorridos en tres variantes: RECIBIR, A UN TIEMPO Y AL VOLAPIE, porque las intermedias, aguantar y a toro arrancado son muy difíciles de definir.
En lo referente a Uceda, indudablemente que no me refiero al actual.
En lo relativo a la rectitud de la columna, para determinar si el toro está cuadrado, es lógico que tan solo sea valida para el volapié, no así para el resto de los casos, puesto que el toro está en movimiento.