martes, 2 de agosto de 2016

FERIA DE AZPEITIA, 2016 (3): PEDRAZA DE YELTES

¿SERÁ UNA CUESTIÓN DE DIÁMETRO?

Es que hay quienes sostienen que los pedrazas últimamente no tienen fuelle para aguantar el esfuerzo en plazas de gran diámetro como Madrid y Pamplona. En cambio, en Azpeitia dieron un juego en general aceptable aunque con matices que ahora les explicamos.


Acudieron diez veces al caballo y empujaron con ganas aunque se les levantó el palo a casi todos.



Antes que nada, destacar la sobresaliente actuación de los banderilleros. Sólo una pasada en falso y prácticamente todos cuadraron en la cara. Eso es una noticia y una alegría. Todos muy bien, Mora, Pirri, Castellanos, Martín, Sánchez... Dio la impresión de que se picaron entre ellos, desde este primer par que puso José Mora al primero:



Hasta este penúltimo de Fernando Sánchez al sexto:



Los toros dieron una media de 576 kilos. Empezamos igual que acabábamos ayer, con un pitón roto y aparentemente sangrando, el del primero, este colorado ojo de perdiz, astracanado y ligeramente anteado:




El segundo bajaba un poco de cara y el tercero era negro listón:




El cuarto era largo, aleonado y cornidelantero:



Y estos son quinto y sexto. El quinto ya ven que había cobrado de sus hermanos y el sexto salió haciendo honor a su nombre, 'Huracán':




RAFAELILLO. Su primero era obediente pero iba un poco rebrincado. Había que bajarle la mano, cosa que no hizo Rafaelillo y se llevó un par de sustos cuando el toro le echó los pitones al pecho pero creemos que sin mucha maldad.

Quizás el toro hubiera tragado más en la raya que en los medios. Rafaelillo se pasó el toro bastante lejos con su gran muleta:



Le pegó una buena estocada pero como era un poco trasera  no dobló hasta después de un rato tras dos descabellos fallidos. Nos ofreció esta bonita muerte:



A su segundo el presidente le cambió el primer tercio cuando el maestro y nosotros esperábamos una segunda entrada al caballo. Como tardeaba y debía de tener prisa por merendar, sacó el pañuelo ¡Ibarzábal, qué mal!



El toro era noble, iba y venía sin novedad. 



Pero cuando todo transcurría de manera inane, el de Pedraza pisó la muleta y, cuando el murciano se agachó para cogerla, lo enganchó y lo volteó aparatosamente:



Cambió el panorama porque el público se asustó, Rafaelillo se quitó la chaquetilla y se embraguetó echándose encima del toro. Ahí estaba en su salsa, acobardando al toro y sonriendo al tendido. Tenía la oreja asegurada pero la perdió al matar de pinchazo trasero, otro que escupe y esta estocada trasera.



CURRO DÍAZ. Su primero blandeó de manos nada más salir. Muy mal Díaz al dejar que fuera al caballo al relance y lo mismo Pirri en la segunda entrada ¡Qué desastre!

El pobre torillo era medio bravo, empujaba con interés el peto pero casi no recibió castigo por su blandura. Quedó en disposición ideal para hacer toreo de salón en el último tercio.

Y la suerte es que por lo menos se vio algún pase con cierto gusto a cargo de Díaz. Con otro tipo de torero hubiera sido una cosa insufrible.

Vimos ese codilleo suyo que huele a ámbar al lado de los brazos alargados de nuestras queridas figuras para enviar al toro lo más lejos posible y así volverse a poner fuera de cacho y ligar de forma espuria (como Adame en la foto de más abajo):



Pero ojo porque también destoreó a gusto ya que observó que le ovacionaban tanto si echaba la pierna adelante como si la dejaba atrás con mucho menos riesgo. Como el maestro no es tonto, a partir de entonces todo fueron perfilerías sin valor y menos ante un tullido como el de Pedraza.



Pero habría cortado la oreja si no mata de pinchazo, esta rinconera perpendicular y dos descabellos. Observen que tapa la cara del toro como El Juli:



Su segundo fue más de lo mismo, dócil y noblón, perfecto para que hiciera de enfermero. 



Pero el toro no transmitía nada y Díaz terminó pegándose un arrimón que no venía a cuento. Pinchazo y esta rinconera con degüello. Siguió tapando la cara pero por lo menos sin brincar como El Juli:



Le censuraremos que no nos deleitase con uno de sus pases de la firma, que realiza con tiralíneas y en el que es el gran maestro actual. Le alabaremos que le hemos visto con toros muy diferentes: los toracos de Gavira en Madrid (recuerden aquí), los de Hernando en Céret (aquí), los ibanes de Vic (aquí) y estos pedrazas (aunque igual son lo mismo, pulsen aquí). Además, venía de matar victorinos en Calasparra. Tiene nuestro respeto.

ADAME. Lo mejor lo hizo con el capote. En su primero estuvo perfecto sacándolo hasta la boca de riego y amansando su furia inicial. Nos recordó a cuando hacía eso mismo El Yiyo ¡Qué bien! 

Pero luego no puso al toro bien en suerte sino que permitió que fuese al relance y encima pidió el cambio ¡Qué mal! Conste que el toro hizo una gran pelea en ese único puyazo pero nunca sabremos si era realmente bravo.

Con la muleta tuvo un problema. Venía después de Díaz y la finura de éste chocó con la zafiedad del mexicano. Estuvo de perfil y abriendo al toro en cada remate. Suponemos que en televisión los comentaristas lo resaltarían para aprender entre todos  ¿Qué les parece?



Mató de casi media arriba que el toro escupe, estocada trasera y descabello. En Azpeitia quieren que mates rápido, aunque sea sin ejecutar bien la suerte, por eso la tarde se iba sin orejas.

A su segundo, nuevo recibo excelente con el capote rodilla en tierra y remate con esta apolínea media:



La pueden comparar con la media de Curro, un poco más barroca, con menos vuelo de capote:



Lo que decíamos antes, este toro metió bien los riñones en la primera vara pero se repuchó en la segunda. Esta es la primera, lógicamente:



En la muleta era un bombón con el que Adame destoreó a conciencia entre las ovaciones del personal.

En ocasiones llegó a citar más que con la cadera, con el trasero, de tan fuera de cacho que se colocaba:



Acabó con unas bernadinas en tablas (por cierto, nuestro paisano Bernadó no habría desentonado en esta feria por su condición de gran pinchaúvas). Adame pinchó y perpetró este horrible bajonazo que le valió una oreja, 'belarria merkea':



Nuestra compañera de tendido no comprendía por qué silbábamos cuando todo el mundo aplaudía, debía de pensar que nos habían dado el día libre en el manicomio. Al final no pudo por menos que preguntarnos 'Pero ¿por qué silba? ¿No le ha clavado bien el estoque o qué?' Intentamos explicarle en qué consiste un bajonazo y creemos que lo entendió. Suponemos que en televisión también lo explicarían para seguir aprendiendo entre todos.

Y ahí acabó la Feria de Azpeitia, entretenida en general pero no para tirar cohetes. Lamentable el desinterés de los diestros en el primer tercio, pegando el triste monopuyazo español salvo tres excepciones en que se dosificó el castigo. Excelentes en líneas generales todos los subalternos. Gran cuajo de muchos de los toros, dignos de plaza de primera como les avisábamos aquí



Destaquemos la presencia notabilísima de aficionados franceses de Bayona, Biarritz, Dax... Y, por último, lamentar la poca destreza de casi todos los matadores con el acero porque, si llegan a acertar, llueven más orejas en Azpeitia que agua el primer día.

El día del patrón hubo una pequeña manifestación antitaurina mayoritariamente femenina. Uno de los gritos era '¡SIN SUBVENCIONES, NO SOIS NADA!'. Hombre, si estas señoras tan amables como malcaradas se ponen a pensar ¿quién es algo en España sin subvenciones? Ni los partidos políticos, ni las televisiones públicas, ni muchos deportes, ni muchas orquestas, ni las fiestas mayores, ni los agricultores, ni los coches con el plan PIVE, ni los del cine español, ni los que viajan con el IMSERSO, ni los sindicatos, ni la Iglesia católica... Quizás no pensaron muy bien lo que decían. Para el año que viene les recomendamos que se circunscriban a lo de '¡ASESINOS'!

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

NOTA: como ustedes no tienen la obligación de saber euskera, 'belarria merkea' significa 'oreja barata'.














lunes, 1 de agosto de 2016

FERIA DE AZPEITIA, 2016 (2): CUADRI

SURCOS EN LA ARENA

Los cuadris salieron 'desorejables' y banderilleables. Nunca habíamos visto en una misma corrida tantos toros de esta ganadería labrar semejantes surcos en la arena. Si Serrano y Mota aciertan con el estoque, estaríamos hablando de cinco orejas por lo menos.

¿Y en el caballo? Acudieron un total de nueve veces al peto, pero casi todos metieron los riñones con ganas el primer puyazo:



Los diestros quisieron aplicar el monopuyazo asesino típico español y, cada vez que pedían el cambio, se oía la decepción en el tendido y los gritos aislados de '¡otra!' Por eso los tres últimos sí fueron un par de veces pero ojo porque en el segundo encuentro cantaron la gallina sin excepción.


Entonces ¿qué hacemos, don Fernando? Toros boyantes para el torero y que en el primer puyazo nos engañan porque luego salen huyendo o se van sueltos sin pelear. Ahí tiene un buen problema el ganadero triguereño.

La presentación, irreprochable excepto el sexto, de 620 kilos, que salió con un pitón roto. Estos fueron los ejemplares, que dieron una media de 586 kilos:








Y decimos que fueron muy banderilleables por la mala fama que tienen estos toros. Sólo un pase en falso y la mayoría de subalternos cuadraron en la cara, muy bien. Destacaron Fernando Casanova y el hermano de Mota:



PAULITA. Fue el triunfador porque mató acertadamente. Su primero humillaba de lujo pero le faltaba raza. Paulita lo toreó bastante a placer pero echándoselo fuera en cada muletazo:



Estocada trasera y oreja:



Su segundo se le quedó debajo del capote de salida pero el aragonés tiene gran facilidad con el percal y salió airosísimo improvisando una chicuelina y una serpentina en medio de una ovación:



Este toro fue el primero que huyó en el segundo encuentro al sentir el hierro.

Con los tres doblones de inicio fue suficiente para confirmar lo que Carretero le había enseñado en la brega. Empezó al hilo del pitón pero conforme el toro perdió gas tuvo que cruzarse y echar la pierna adelante para obligar al toro a embestir. Fíjense en el morro:



Finalizó con tres naturales a pies juntos:



Y, tras ellos, el toro quedó perfectamente cuadrado, de manera que Paulita no se fue a pasear para recoger la ovación sino que armó la espada y le pegó una estocada trasera y caída recibiendo un varetazo. 



Tras la bella muerte del toro, segunda oreja de premio.



PÉREZ MOTA. Le tocaron dos de los que se hicieron sangre en el morro de tanto arrastrarlo por la arena. Observen, no les engañamos:



Su primero, 'Remache', tomó un primer puyazo de bravo (el de la primera foto de arriba), pero lamentablemente pidió el cambio y nos dejó a nosotros y a don Fernando sin saber si el toro era bravo de verdad. Este no es el Mota que vemos en Francia donde vela por el primer tercio con interés. Vean cómo humillaba el toro por el derecho...



... y por el izquierdo:



Para nuestro gusto, estuvo un poco basto en su toreo, a pesar de que es de los pocos que no suele abusar del pico, miren las fotos. El problema vino a la hora de matar. Fue un pinchaúvas, con dos pinchazos a ley, una trasera atravesada y perpendicular y siete descabellos.

Su segundo era 'Geranio', astracanado y musculado. Este es otro que en el segundo puyazo se repuchó tras un buen primero. Y lo que les decíamos del morro, fíjense, de ida...



... y de vuelta:



Pero a Mota le va más la pelea que este tipo de toro tan pastueño (aunque no duró mucho, la verdad). Nuevo sainete para matar: pinchazo trasero, otro arriba que escupe, otro sin soltar, otro abajo, otro más arriba y cuatro descabellos.

Observamos después en el callejón el enfado monumental de su hermano, que le dirigió unas palabras que nos parecieron poco amables y que el diestro recibió en silencio con resignación. Seguramente pensaría que pasarán muchos años antes de que a un torero le vuelvan a tocar dos cuadris con tanta humillación en la misma corrida.



SERGIO SERRANO.  Su primero tenía fijeza pero iba rebrincado ¿saben por qué? Porque su picador le pegó un puyazo criminal más allá del lomo. Ni más, ni menos. Lo brindó a sus compañeros en recuerdo de la accidentada tarde del año pasado en esta misma plaza:



El toro no era tonto y, como Serrano lo dejaba respirar, acabó pensando más de lo debido. 



Se cruzó y estuvo valiente. Nos recordó el toreo encimista de Dámaso, debe de ser cosa de compartir sangre albaceteña. Casi entera trasera y caída.

El sexto pesaba 620 kilos, lo mismo que el caballo de Peña que lo picó. Fue el tercero en ir por segunda vez al peto pero cabeceó y se marchó suelto sin ninguna vergüenza tras un primer puyazo de bravo. Insistimos, ¿qué pensará don Fernando de esto? Tras los buenos pares de Casanova, se vino arriba y fue el de mayor transmisión en la muleta pero se paró en la cuarta tanda. Lástima que en las tres primeras le enganchara la tela más de lo reglamentario.



Serrano volvió al encimismo damasiano y si no da la tabarra con la espada corta una oreja seguro: dos pinchazos que escupe, otro hondo, otro sin cruzar y casi entera baja. Hubo unos instantes preciosos con el toro sin querer morir.

Ya ven que la cosa estuvo entretenida. Nos hizo pensar y hará reflexionar bastante al señor Cuadri este invierno en Comeúñas.



Y un ruego a los acomodadores de la plaza: cuando en el segundo toro permiten la entrada de la chiquillería, a ver si se esperan a que el toro haya doblado. Está muy bien que fomenten la afición entre la juventud pero resulta bastante cargante el bullicio de miles de niños buscando acomodo entre los aficionados con el toro todavía vivo (y ocupando localidades cuyo abono supera los 140 euros, ojo).

Saludos cordiales desde Azpeitia. Rafa.