La primera, en la frente. Monumental decepción con los victorinos en Arnedo. Si llega a echar esta corrida en Madrid, el ganadero se oye las impertinencias de más de uno, con toda la razón. Tuvo suerte de la buena educación y el aguante del público de Arnedo porque la corrida salió blanda, sin poder, descastada, 'desaboría' y con una alarmante tendencia a tablas. Por no tener, no tuvo ni peligro.
Fueron doce veces al caballo, donde se dejaron pegar sin más, un trámite. Los diestros se equivocaron porque, excepto el quinto, vinieron todos picados del campo. Como los tres toreros deben de ser madridistas, al ver la divisa azulgrana, ordenaron absurdamente que se les pegase a base de bien:
En la muleta, una colección de toros suavones, sin temperamento y sin emoción. El tuerto en país de ciegos fue el sexto, sin ser nada del otro mundo, que conste. Si en varas les hubiesen dado un par de picotazos, quizá ahora estaríamos hablando de victorinos sensacionales para el torero desde el punto de vista 'taurino', ya me entienden. La corrida, eso sí, estuvo bien rematada. Estos fueron los seis toros. No salió el sobrero, que era de Hermanos Garzón y que figuraba como nacido en noviembre de 2011 (?). El primero, con culata, con trapío y con fijeza pero blandengue:
El segundo, otro muy blando, dulce hasta empalagar y con tres alevosos intentos de rajarse yéndose a tablas. Ése es el peligro de seleccionar para el torero, recuerden lo que decíamos aquí:
También con ganas de tablas el tercero, tan pastueño como desangelado:
El cuarto fue el más bonito a nuestro gusto. Díaz cambió el turno porque era su primero. Arrastró el morro por el suelo pero demostró menos poder y menos categoría que nosotros haciéndole esta foto tan penosa (disculpen ustedes):
El quinto fue el de más trapío, el único que en varas dio un poco la cara. Luego fue distraído y gazapón:
Y el sexto, como decíamos, fue el tuerto en país de ciegos. Obedecía al extraño nombre de 'Melcochuro'. Vino picado de Las Tiesas y embistió con son, que no con casta, no se confundan. Era más badanudo de lo habitual en la casa, observen:
La opinión del ganadero la pueden leer aquí, no hay duda de que vimos corridas diferentes. Había tres cinqueños y tres cuatreños y les aseguramos que nadie percibió ninguna diferencia. Victorino había anunciado que venían tres con muy buena nota (?) Para que no nos acusen de catastrofistas, destacaremos una cosa de la corrida: el sexto toro murió en los medios.
Muy mal Tauroemoción al no entregar programas de mano. Y aún queda peor cuando recordamos los lujosos documentos que se reparten en esta misma plaza para la feria de novilladas.
Algún despistado se preguntará a qué viene el titular. Resulta que Pilar Martín Canto es la nieta de Victorino, esta chica que ven aquí tomando notas junto a su padre:
Estuvo este invierno en Trigueros dando una conferencia y dijo lo siguiente:
"A mi padre le gustan los animales más redondos y más completos en líneas generales. A mí me gustan con más picante, que pidan toreros que les puedan".
Por eso le pedimos que tome las riendas y eche más picante a este guiso cárdeno que está tomando una deriva preocupante. Ella tiene la ventaja de que no se pone delante de las utreras en los tentaderos como su padre. Es archisabido que, cuando el ganadero se pone a torear, el perjudicado será siempre el aficionado a toros (a no ser que seas Pepe Luis Vázquez Garcés y luego te pase como a él, que tus toros no te los quieran ver ni en pintura).
CURRO DÍAZ. Si no lo ha sacado antes, creemos que estrenaba uno de los dos vestidos que ha elegido este invierno su madre para él. Sigue siendo un desastre en el primer tercio, le da todo igual. Su primero salió picado, nos recordó a 'Dalia' en Beneficencia. Díaz pudo estirarse a gusto:
Perfecto toda la tarde su peón Óscar Castellanos, tanto en la brega como en las banderillas:
Su primero tenía fijeza pero, si le bajaba la mano, se iba al suelo. Encima, cortaba el viaje por su poca fuerza. Lo único de valor, un par de naturales. Por lo demás, bastante pico:
A su segundo, el picador le perpetró una carioca indignante pero en la muleta tenía la embestida que quiere Victorino, fíjense en la foto: el morro por el suelo y la pezuña claudicante por la propia entrega del animal y su poco poder.
Para nosotros, no tuvo ningún valor lo que hizo Díaz ante este 'Portezolano'. Lo mató de entera tendida tapándole la cara como acostumbra. Para que comprueben su vergonzoso alivio donde imita a El Juli, comparen esta foto con la siguiente. Aquí, Díaz girando la muñeca y dejando ciego al toro con su telonazo:
Aquí, el anciano Ortega Cano, en un festival este invierno. Él si que podría aliviarse por su edad, sus años de cárcel, su cargo de conciencia y su nefasto hijo. Pues no, no gira el estaquillador como hacen estos 'maestros' actuales, ventajistas a más no poder:
UREÑA. Le vimos cosas buenas como poner bien los toros en suerte en el caballo, conocer los terrenos y no ir tan apresurado como solía. También le vimos otras malas como dar un sainete al cuadrar el toro por no aprovechar cuando le pedía la muerte, alargar las faenas indebidamente y matar fatal, ahí no progresa.
Hizo un aseado quite por delantales al toro de Díaz:
Y a su primero le pegó inmisericordemente en el caballo cuando de salida se veía que tenía la fuerza justa. Y encima sale Varea y le pega dos medias en su quite, ésta fue la primera:
Yo soy Ureña y la cosa acaba como entre El Cordobés y Camino en Aranjuez, recuerden la pelea aquí, o, por lo menos, le digo 'oye, Varea, en tu toro voy a salir yo a pegarle no dos sino tres medias y unas cuantas navarras para tocarle las orejas'. Nada. No tienen sangre ni para eso.
Muy bien al sacarlo al platillo porque el toro se quería rajar escandalosamente con esa peligrosa tendencia a tablas que está sacando lo de Victorino (como hace tiempo que demuestra lo de Adolfo). Aquí lo tienen, de perfil, tirando del toro en redondo:
Hoy en día todos los toreros se ven desnudos en cuanto no tienen la ayuda del estoque. Como nos lo temíamos, apuntamos las tandas al natural que vimos: una de Díaz, tres de Ureña y tres de Varea. Combinando el estoque y las descomunales muletas que usan, se les ve más confiados:
Dos pinchazos hondos y media pasada y atravesada. El toro se salió con la suya y murió en toriles.
En su segundo, Ureña se puso insoportable porfiando cuando el toro no valía nada. Lo brindó al público de forma que debería considerarse humillante para el respetable. Dos pinchazos y media atravesada entrando mal, como siempre, con el brazo arriba y a capón. Va a perder un montón de trofeos porque sigue sin saber matar:
VAREA. Aprendió de Ureña que había que sacar los toros a los medios porque se iban a tablas. Dio distancia y corrió la mano con cierto gusto en la única tanda por naturales a su primero. Pero la embestida del toro era sosa y desangelada, ahí lo tienen, al paso:
Pinchazo y estocada fulminante pero porque era ¡contraria y baja! Menos mal que cuatro aficionados nos pusimos a silbar rápidamente porque si no, le piden la oreja.
Al sexto le dio esta buena media verónica, de lo mejor que vimos en toda la soporífera tarde:
El toro embistió con son en las tres primeras tandas, el público se calentó, Varea se cruzó, puso ganas y cortó una oreja tras una rinconera.
Como les decíamos antes, el toro murió en los medios, cosa tan agradable como infrecuente de ver (en varas, una primera en que se deja y una segunda en que se marchó suelto):
Aparte de los riojanos, vimos aficionados de Navarra, Valencia, Castellón, Cataluña, Aragón y Francia (concretamente de Bayona). Todos salimos decepcionados diga lo que diga Victorino en su web.
Mira, Pilar, a la salida nos vino a buscar un joven y serio aficionado navarro. Su pregunta fue:
'Oye, Rafa, ¿en qué se diferencian éstos que hemos visto de los de Cuvillo?'
¿Qué debíamos responderle? Otro amigo nos decía durante la lidia que parecían saltillos mexicanos. Por eso te animo desde aquí a que busques cuanto antes una buena ración de picante. Pon lo que quieras: pimienta, tabasco, chile o pólvora. Pero intenta que los albaserradas salgan a tu gusto ya que, según dices, se acerca al nuestro.
Pilar, si tus victorinos nos aburren ¿qué va a ser de nosotros?
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Esta es la entrada a la plaza de tientas de 'Las Tiesas'. En homenaje a la nieta, la Virgen del Pilar con la divisa en el manto y cuatro arcángeles. |