sábado, 26 de agosto de 2017

LE CONTABAN LOS PASES...

Justo antes de salir hacia Tarazona de la Mancha nos sorprende la muerte de Dámaso González. Aquí lo tienen con 'Tramposo', de Miura, en Pamplona en 1982 (se dio la vuelta al toro):



Estaba a punto de cumplir sesenta y nueve años. Acompañamos en el sentimiento a toda su familia:



No nos da tiempo a comentar lo que el maestro se merecería porque si no, no llegamos a la corrida. Sólo recordaremos su honradez matando todo tipo de toros, su corrección y educación cuando en Madrid los del siete le contaban los pases y lo buena persona que era, al decir de todos los que le conocieron.

Estarán ustedes de acuerdo en que en la plaza fue uno de los más valientes de la historia. Además, era capaz de sacar pases a una silla. Cuando se retiró, las lanzas se tornaron cañas y el mismísimo Joaquín Vidal comentaba que los dos toreros básicos respecto a la forma de torear en el siglo XX habían sido Juan Belmonte y Dámaso González. Lean: 

"Ese señor bajito con el pelillo del tupé cayéndole sobre los ojos, el nudo del corbatín (llámanlo pañoleta) corrido hasta la oreja, la faja floja y colgando por la cadera; ese señor que citaba al torazo hondo reservón, lo hacía embestir y después de hacerlo embestir se retiraba con gesto compungido, es el fundador. Su nombre, Dámaso González, más conocido por Damáso.Es el fundador del toreo contemporáneo, ahí queda eso. ¿Juan Belmonte fue el creador del toreo moderno? Pues Dámaso González es el creador del toreo contemporáneo. 

"Todo el toreo que practican los espartacos, los ojedas y restantes compañeros mártires es el toreo inventado por Dámaso González, de pe a pa, con la diferencia de que a los espartacos y a los ojedas no se les corre la pañoleta a la oreja, ni se les cae la faja por la cadera, ni ponen cara de pobres de pedir; antes al contrario, plagiado el toreo que fundó Dámaso, la cara que ponen es de triunfadores, y sacan pecho, y se dan pote, y la popularidad con sus glorias, más los contratos con sus dinerines, les llegan en copioso caudal".

Coincidimos con él en un tentadero en que toreaba su hijo. No tuvo ningún problema en coger la manguera y preparar el piso. Ahí lo tienen, regando 'en redondo':



No verán esta foto en ninguno de los álbumes que acompañen las necrológicas que se redacten estos días. Lo abordamos sólo un minuto. Nuestro diálogo fue éste:

- Maestro, sabrá lo que escribió Joaquín Vidal de usted, ¿no?
- ¿El qué?
- Que usted ha sido el creador del toreo contemporáneo y que junto a Belmonte es la base de la forma de torear de nuestros días
- (Sonriendo) Bah, ¡qué exageración!

Descanse en paz.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

jueves, 24 de agosto de 2017

MIURAS CON FUNDAS

Muchos aficionados se han sorprendido al ver aquí que algunos de los toros reseñados para Bilbao llevaban fundas. Ya saben que en nuestro modesto blog no ponemos nunca fotos de toros humillados con semejante apósito pero en esta entrada no tendremos más remedio:



Por aquí ya comentamos la cuestión hace tiempo respondiendo una pregunta de nuestro amigo Clément pero no hay problema en recordarla de nuevo. 

En Miura suele haber unos seis o siete toros enfundados en cada camada. Son aquéllos que tienen el vicio acentuado de cornear el duro suelo de la finca. No están escondidos. Los hemos visto cuando hemos ido por allí aunque, lógicamente, no los hemos retratado porque ya decimos que odiamos esa costumbre. No obstante, en alguna de nuestras fotos se coló de rondón algún toro enfundado:



Lo que les contamos podría certificarse con éste también de Bilbao al que le falta una de las fundas, que le habrá saltado probablemente por ser de los que hurgan en el suelo:



No sabemos más. Sí somos conscientes del monumental enfado que aún tienen en Francia por la corrida de Céret. Alguno de ustedes estará pensando que habrán puesto fundas a última hora a estos toros de Bilbao para evitar problemas. La verdad es que nos parece absurdo meter en la manga los toros para marearlos a estas alturas con el enfundado si la razón es ésa que decimos.

Simplemente queremos pensar, y es opinión personal, que habrán coincidido en estos toros apartados para Bilbao varios de los que tienen esa costumbre de darle al suelo. No creemos que haya nada más.

En Francia han vuelto a salir voces criticando los pitones en los miuras de Béziers. Éste 12 viajó a Francia:


FOTO: Aplausos.com

Pueden pulsar aquí para ver cómo remata con saña en el burladero de salida y se astilla. Después da un juego bastante aceptable que propicia la oreja de Bautista.

Pasó lo mismo con aquel colorado chorreado en verdugo tan espectacular de Pamplona. En el campo, 'Hurón' tenía dos puñales:



En Pamplona se astilló notablemente:


FOTO: Jesús Diges

Otros de los de Béziers eran astigordos, característica típica del encaste:




Uno de ellos, en un primer plano ya en la plaza:


FOTO: cultoro.com

El problema para Miura este año es que a perro flaco, todo son pulgas. Las corridas han salido blandas y sin poder y encima con la polémica de Céret. Así, recordando a vuelapluma ¿qué es lo más notable que ha echado Miura últimamente? 

El año pasado en Béziers Rafaelillo cortó tres orejas y Savalli, una. Se dio la vuelta al ruedo a este 'Aldeano':


FOTO: Isabelle Dupin



FOTO: Isabelle Dupin

En 2015 recordamos aquel toro noblote de las lágrimas de Rafaelillo en Madrid tras perder la oreja por la espada. Se llamaba 'Injuriado':


FOTO: Fran Jiménez

FOTO: Fran Jiménez


FOTO: abc.es

Y en 2014, el 'Olivito' que se le escapó a Esaú en Pamplona:



FOTO: Javier Arroyo

Si los miuras salen nobles es que ya no son lo que eran. Si salen marrajos es que tendría que ir todo al matadero. Si salen blandos y sin poder, es que son un desastre a causa de la consaguinidad. Si se astillan los pitones al rematar en los burladeros es que están tocados. Ahora, con las fundas, es que se ha caído el mito. En fin...



Pero una cosa es indudable: la selección en Zahariche ha ido eliminando la fiereza primando tanto la duración como la nobleza en la muleta, que es lo que hacen todos los ganaderos digan lo que digan. 

Aquí hay dos hombres que han cambiado la historia del toreo. Primero fue Juan Pedro Domecq Solís en el campo y luego Julián López Escobar en el ruedo. Aunque no lo reconozcan, todos los ganaderos seleccionan teniendo en el subconsciente ese toro y ese toreo posmodernos.

Antonio Miura lo explica:

"Todos los ganaderos tenemos en la cabeza lo que es un toro bueno. A algunos les gustará con un poco más de picante y a otros que sea más noble pero nosotros hacemos un examen donde tiene que cumplir en el caballo y tiene que cumplir en la muleta. En el caballo exigimos los puyazos normales y en la muleta es verdad que las cosas han cambiado y las faenas son mucho más largas que antes. 

"Entonces es lógico que vayas buscando una becerra que dure más en la muleta. Es que las faenas de hoy en día no tienen nada que ver con las de antes. Sin remontarnos mucho, no tienen nada que ver con las de los años sesenta. Aunque entonces era otro toro y sus veinte muletazos de entonces no tienen nada que ver con los muletazos de ahora.

"La verdad es que las faenas ahora son muy largas aunque a alguno le parecerá que aún son cortas...pero en mi opinión las faenas actuales son muy largas. Yo preferiría menos muletazos y más intensidad. Mejor veinte o treinta muletazos intensos que no doscientos demasiado...tranquilos".

Quedan lejos los tiempos en que don Fernando Parladé mandaba al matadero una vaca porque había cabeceado ¡en el puyazo número quince! Hubo otra vez en que una vaca cárdena ofreció una pelea excelente en ocho puyazos seguidos y entonces Parladé dijo 'a partir de ahora es cuando hay que empezar a verla' Él era de los que sólo tenía dos letras para calificar en los tentaderos: S o M ('superior' o 'matadero').



Sea como fuere, este año se cumplían ciento setenta y cinco de la fundación de la ganadería de Miura. Las expectativas de los propietarios eran grandes en invierno. Lean lo que decía el mismo Antonio: 


"Es un año fuerte para nosotros. A ver si todo sale bien, las corridas quieren embestir y cuando termine el año tenemos un recuerdo agradable y bonito de la efeméride".

"La gente cuando va a ver nuestras corridas quiere ver unos toros que permitan el triunfo del torero y otros toros que presenten dificultades. Tiene que haber de todo. Nosotros, por supuesto, queremos que embistan y que los toreros triunfen. Yo no quiero que hagan pasar malos ratos ni que los toreros tengan que andar de carreras. Yo, cuanto más embistan y más orejas les puedan cortar, mejor que mejor, pero siempre en bravo, transmitiendo y llegando con sus embestidas a la gente. 

"Es preciso que la gente sienta esa sensación de peligro que tiene que tener la corrida. Si le quitamos esa sensación nos quedamos en el tendido comiendo pipas" 

O en Bilbao se endereza la cosa o la efeméride habrá sido para olvidar. 

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



martes, 22 de agosto de 2017

FERIA DE TAFALLA, 2017 (y 3): ANTONIO SAN ROMÁN

DOS PICADORES DIGNOS DE VESTIR LA CHAQUETILLA DE ORO

Antonio García y Juan Bernal. Por fin dos picadores que honran el oro de su chaquetilla y no actúan como picadores de carne dando cera trasera o en el lomo. Fue la grata sorpresa de la tarde, que, a pesar del molesto cierzo, estuvo entretenida por varias razones.

La primera, por ver que habían calificado este toro como sardo (?):



Luego aclararemos cuál es su pinta correcta. Hubo cinco pares de banderillas excelentes. Los toros cumplieron en el caballo y, sin ser fieros ni especialmente encastados, tuvieron una variedad de juego que fue desde la ternera que hizo cuarto hasta el desconcertante quinto, ¿estaba tentado? Ya hablaremos después. Variados también los toreros. El que puso más ganas, Borja Jiménez. El que menos, además echando cara al asunto y con actitud chulesca, Nazaré. El Cid se quedó entre dos aguas.

Los toros no demostraron estar muy encastados en ningún momento pero tampoco fueron la tonta del bote. Acudieron dieciséis veces al caballo pero seis se las lleva el supuestamente tentado. Los pitones dieron que hablar pero nosotros no lo vamos a hacer más de la cuenta porque no tenemos ninguna evidencia ni vimos los toros en el campo. Una cosa es lo que se pueda decir en un bar y otra dejarlo aquí por escrito. Sobraron los crotales.

Aquí los tienen. El primero fue este 'Granero':



El segundo era burraco aunque algún amigo nos dijo que podría calificarse como girón. Para nosotros, el girón debe tener la mancha más uniforme y aquí está más salpicada:



El tercero, 'Cortado', tuvo el honor de que fue bien picado y bien banderilleado. Su problema fue el no ser bien estoqueado. Se lleva el premio del Club Taurino Tafallés al mejor toro de la feria (el premio a la mejor faena es para Javier Cortés pero el de triunfador de la feria ha quedado desierto):



El cuarto es este 'Fundido' al que calificaron como sardo simplemente porque tenía ese listón de pelos rojos:



Vamos a ver: si pulsan aquí recordarán la entrada donde hablábamos de los toros sardos. Es la combinación de pelos negros, blancos y rojos pero tienen que estar en proporciones más o menos equivalentes. No puede ser que porque tenga un listón rojo se diga que un toro es sardo. Según este criterio, un toro negro con listón rojo de Cuadri, habría que decir que es castaño ¿no? Pues no. Al final, un despropósito decir que era sardo cuando la pinta del toro, para nosotros, es negro salpicado, ojalado, caribello, gargantillo y estrellado. Véanlo otra vez o vuelvan a la foto que abría la entrada:



El quinto era un pavo, negro zaíno y aleonado. Cuando salió, oímos cómo uno de los picadores de Borja dijo '¡pero este toro es de Bilbao!':



El sexto fue negro listón, bragado, meano corrido, axiblanco y gargantillo:



EL CID. Debutaba en Tafalla. Llevaba el terno de El Yiyo: grana y azabache con chalequillo en oro y los cabos también azabaches. Lo mejor que hizo en su primero fue sacarlo con torería al platillo. Todo el mundo daba por amortizada la entrada si veía un natural de El Cid. Pero no hubo pintura al óleo, sólo algún apunte a lápiz:



El resto, una vulgaridad. Mató de cuatro descabellos tras esta media pasada entrando al cuarteo:



Su segundo fue el que no era sardo. Resultó una hermanita de la caridad. Aquí ven esta media nada barroca de El Cid (es que estamos hartos de ver cómo se retuercen actualmente casi todos los toreros). Insistimos en que el toro, de sardo, nada:



Fue el único de la feria al que se cambió con un puyazo y encima suave. Lo único positivo de su juego en varas fue que Juan Bernal lo picó muy bien. Observen que no se va trasero ni tapa la salida:



El toro nos permitió hacerle esta bonita instantánea a la que sólo sobra el horrible crotal:



Tras un buen par de Curro Robles, se vio que en la muleta era una ternera sin fuerza ni emoción. La cosa transcurrió de manera desangelada. En la foto se ve que el torete embiste al paso:



Pero El Cid compuso la figura y tiró bien del torillo por lo que todo parecía presagiar que cortaría la oreja. Se habrán fijado en que El Cid no retuerce el cuerpo grotescamente como nuestras queridas figuras ni arrastra la muleta como le gusta hacer a El Juli, Perera y muchos novilleros que los imitan (recuerden lo que decíamos aquí). 

Como matar no es lo suyo (por miedo), sorprendió dejando esta estocada perpendicular y trasera. Observen que tapa la cara del toro, alarga el brazo para aliviarse y no termina de irse tras el estoque para matar el toro con el pecho (recuerden lo comentado en esta entrada). Insistimos en que es porque nunca ha superado el miedo que siempre nos ha demostrado en la suerte suprema. 



Para nosotros, eso de que El Cid ha tenido muy mala suerte al perder puertas grandes por la espada es esconder la realidad. No es mala suerte sino mala ejecución de sus estocadas por lo que acabamos de comentar. Tras el descabello, la prevista oreja.

NAZARÉ. El primer tercio le dio igual, eso no va con él. Luego destoreó a base de bien. Fíjense en que, si se ve la foto en medio del pase, puede enmascararse que su toreo es falso aunque ya se intuye que no ha ofrecido el medio pecho al citar (por la posición de las zapatillas):



Pero si la foto es antes, canta un carro: fuera de cacho, la pierna retrasada y citando con la cadera:



Nos aburrió bastante. Media tendida y desprendida y dos descabellos.

Y en quinto lugar salió el toro de Bilbao:



Se engalló de salida en el centro de ruedo y ahí se plantó. El maestro no quiso ni verlo y envió a un peón. Comentamos a nuestro compañero de tendido que con esa actitud, el tal 'Bailarino' iba a dar que hablar en el caballo. Y así fue. 

Nazaré permitió que el toro fuese al relance en el primero cuando el picador no estaba colocado, cosa que dice muy poco de su compañerismo porque le hizo pasar un buen apuro. Pegó un arreón de manso y salió suelto tras cobrar en el lomo. Más cera en el lomo en el segundo echando el caballo encima:



En el tercero se lo lleva Nazaré al reserva ignoramos por qué y allí le dan dos más entre la bronca general. Vuelta al titular con dos picotazos en la paletilla de los que el toro salía huyendo no sabemos si por manso o porque estaba asqueado de lo que le estaban haciendo.

Cuando se vino el picador a la barrera hablamos con él:

- La bronca que te han echado tendría que ser más para el maestro que para ti
- ¡Es que ese toro estaba tentado! Estaba tentado, ¡hombre!
- (Otro picador al lado) Sí, estaba tentado
- Ojo porque eso es un poco delicado, yo creo que simplemente era manso
- No, estaba tentado. Y no se podía picar porque se iba.
- Pues yo creo que tú, si lo picas bien, le podrías haber corregido bastantes defectos
- No, era imposible
- Sí que era posible si te lo cierra en la barrera y tú le haces una bonita y merecida carioca. Hubieras salido de la plaza sintiéndote picador.
(Se callan los dos)

Lo curioso es que en la muleta fue boyante en tres tandas. Además, no hizo nada de manso. Nazaré volvió a aburrirnos soberanamente y encima con el público de uñas. El toro se paró, el diestro se enfadó y entró a matar pinchando tras tapar la cara del toro y huyendo de la suerte como pueden ver:



Nos temíamos lo peor y acertamos. Le perpetró este bajonazo al cuarteo. Tendría que haber pasado la noche en el cuartelillo y luego un mes a pan y agua en Nanclares. 



Nos indignó tanto que tuvimos que levantar la voz y el mismo picador de antes se giró para dialogar con nosotros:

- Es que el toro no le ha ayudado
- Perdona: le ha pegado deliberadamente un bajonazo infame que es una vergüenza para un torero
- Es que no se podía hacer otra cosa, hombre
- ¡¿Cómo?! Un torero es matador de toros ¿no? Pues lo menos que se le puede exigir es que los mate con dignidad y no que los asesine dando vergüenza ante todo el mundo

El picador se calló porque nos vio realmente indignados. Muy mal Nazaré, que no nos demostró más que desidia en el primer tercio, aburrimiento con la muleta y muy poca vergüenza con la espada. 

BORJA JIMÉNEZ. Vino acompañado de su hermano Javier y de su mentor Espartaco. Fue el que puso más ganas:



Lo mejor fue que trajo una cuadrilla magnífica. A su primero lo picó Antonio García, de Camas, que estuvo muy bien aunque en el segundo marró por colocar mal la cruceta como él mismo nos confesó:



Ojo porque el toro romaneó en el segundo encuentro pero sin la puya porque había habido el marronazo comentado. Eso no cuenta aunque a alguno le pareció equivocadamente un signo de bravura. Pero recalquemos que Borja fue el único torero de toda la feria que puso el toro a ocho metros en el segundo puyazo ¡Gracias, maestro!

Dieron una lección en banderillas Alejandro Sobrino y Perico, al que ven aquí:



El toro tenía tranco y nobleza. A animales así, este señor los desorejaba sin bajar del autobús:



Vean cómo embestía el toro:



El aire molestó bastante pero, pese a todo, el diestro trazó algún pase largo y bien dibujado con la derecha:



Lamentablemente, Jiménez tiene un problema que ya detectamos el año pasado en Azpeitia en aquella corrida del diluvio universal (pulsen aquí). No cruza al matar y eso es fatal. Ahí lo tienen:



Cuatro pinchazos, casi media, otra media tendida y trasera y dos descabellos. Tenía la oreja y la echó a perder.

El sexto, 'Cantarín', fue el único de toda la feria que entró tres veces al caballo (no contamos el sainete de Nazaré con el quinto). En los dos primeros cumplió bien y entonces nos sorprendió ver que no se cambiaba el tercio ¿Qué pasó en el tercero? Pues que el toro salió huyendo al sentir el hierro. Cantó la gallina de forma clamorosa ¿Se dan cuenta de que la tercera entrada es clave? Si no llega a ir, nos quedamos con la idea de que tenía cierta bravura pero ahora ya no.

Hubo dos grandes pares de Álvaro Oliver, otro más en la sobresaliente cuadrilla de Jiménez. El toro en la muleta tuvo cierta casta. La pena fue, nuevamente, el aire, que no permitió ligar al torero ni quedarse quieto. Vean que el toro iba franco por ambos pitones:




Una lástima lo del viento pero entre todos los que le rodean tendrían que haber preguntado a cualquiera de Tafalla para aconsejar al maestro que debajo de la banda es el sitio con menos aire. Incluso había un par de bolsas de plástico allí quietas. Si el torero no lo ve, alguien tiene que decírselo. Pero no, nadie se preocupa de nada.

Nuevos problemas al matar con susto incluido siempre por quedarse en la cara. Entre las precauciones de El Cid, la poca vergüenza de Nazaré y Jiménez quedándose en la cara, menuda tarde de 'matadores' nos dieron los tres.

Y así terminó la feria de Tafalla de 2017. Estuvo marcada por tres detalles: el viento, el desacierto de los toreros con el estoque y las flojas entradas, cosa esta última bastante preocupante.

El balance de toros, de menos a más: fiasco total con Albaserrada, corrida muy toreable de Couto/Santa Teresa y seis toros variados de San Román que nos entretuvieron adecuadamente (esta corrida de San Román, luciéndola en el caballo y toreándola sin aire podría haber sido para recordar).

Por cierto, vayan a los comentarios de la primera corrida porque nos ha escrito Fabrice Torrito, el mayoral de marqués de Albaserrada.

El palco estuvo muy correcto las tres tardes, nada que objetar por nuestra parte.

Lo más positivo, la brillante labor de los banderilleros: Sobrino, Perico, Cervantes, Oliver, Robles y Linejo, ahí es nada. Como homenaje y agradecimiento a todos ellos, aquí tienen uno de los pares de Raúl Cervantes, sensacional ¡Cuánta verdad! Se lleva el premio al mejor subalterno de la feria. Si tuviéramos una foto así de Gaona, de Gallito, de Magritas, de Blanquet o de Pepe Dominguín ¿qué diríamos?


FOTO: Iñaki Porto

En picadores, destacar a Réhabi, Bernal y Antonio García, muy bien los tres a pesar de esos caballazos monstruosos que montaron y que muchas veces no obedecían (daba miedo ponerse a su lado en el patio). Por cierto ¿cuánto cobraría Bonijol por venir con su cuadra el año que viene? ¿Por qué no le preguntan?

El auge de la afición en los banderilleros y su deseo de quedar bien arranca de la cuadrilla de Castaño. Ojalá dentro de unos años podamos decir algo similar de los picadores pero ahí es clave el maestro y mucho nos tememos que no hay nada que hacer. Los aplausos tienen que ser para el torero y no para el toro, eso está prohibido. Recuerden pulsando aquí esto que decía Joselito Arroyo:


'De torero lo sentía mucho por el toro o por el ganadero, sea quien fuere. Pero la gente tenía que hablar de mí, no del toro. Cuando yo estaba en la plaza, el que tenía que destacar era yo. El toro, no: yo'.

Y en ésas estamos, una pena.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.