domingo, 16 de abril de 2023

COPA CHENEL, 2023 (6): CUADRI - IBÁN

TORISMO DE ANDAR POR CASA 

Sobre el papel era la corrida más interesante de todo el certamen. Sobre la arena se saldó con una notable decepción por nuestra parte ya que esperábamos muchísimo más de ambas ganaderías.

Los animales estuvieron bien presentados y en puntas pero en el caballo no hubo nada reseñable. El balance de la tarde fue seis entradas más un picotazo, mediando peleas bastante mediocres. Excepto Tito Sandoval, que se ensañó de forma soez, los demás levantaron siempre el palo. Habrán leído por ahí que uno de Ibán fue azuleado, ¿verdad? Pues no lo tengan en cuenta siempre que nos quieran hacer caso a nosotros.



En otras corridas nos queda siempre la duda de qué hubiera pasado en caso de hacer bien la suerte de varas y poner las reses tres veces al caballo. Pues en este festejo de San Agustín del Guadalix la verdad es que la pelea de los toros no nos hace suponer que hubiéramos asistido a algo espectacular. Estos dos del sombrero no deberían engañarse y mucho menos don Domingo con el azulete:



Mención aparte merece el incompetente y necio torilero. Se metía en la manga pero dejaba una puerta del lateral abierta hasta el último instante de manera que el toro la veía cuando venía, girando el cuello hacia él en plena carrera. Así consiguió lesionar a dos de Cuadri. Criar durante cinco años un toro para que se encuentre con un maula como éste en chiqueros es para blasfemar.




BORJA JIMÉNEZ. Su primero era de Cuadri y se llamaba Trastero, como aquel de Rafaelillo que puso en pie al público de Valencia por su juego en varas. Era negro zaíno, astracanado, astinegro, colín y parado de salida:



Vimos una carioca trasera y vergonzosa de Tito Sandoval, ese picador otrora prestigioso pero que hace tiempo que ha pasado a ser uno más dentro de la banda del castoreño. Monopuyazo español con protestas al cambio. Quizá los aficionados cabales que se desplazaron a Guadalix y pretendían disfrutar del primer tercio no se dieron cuenta de que esto era la Copa Chenel.

El toro era de los de pronto y en la mano porque no iba a tener más de quince pases bien dados. Jiménez estuvo firme y bien asentado pero, como preveíamos, el toro se diluyó como un azucarillo a las dos tandas y media:



El diestro terminó poniéndose pesado antes de matar con una casi entera, trasera y caída perfilándose demasiado lejos más tres descabellos. El toro, con la cara a la altura del Guadarrama, como ven:



Su segundo era un Provechoso de Ibán, negro, zurdo y bajito:



Viendo a caballo al otro Sandoval nos temíamos lo peor y se confirmó cuando le clavó en el lomo aunque por lo menos no recargó con saña como otras veces. El toro empujó al principio pero luego simplemente se dejó antes de que le levantasen el palo.

Jiménez quitó de frente al costado, lance que a nosotros no nos gusta pero reconoceremos que el segundo tuvo un aire a don Antonio Bienvenida, con aquella escoba suya.

Buen inicio de faena obligando al toro y sin quitarle la muleta de la cara. El animal repetía con un viaje recto por el derecho. Se enroscaba mejor por el izquierdo y por ahí el diestro estuvo bastante correcto, cuando se colocó bien, que no fue siempre:



Sobraron al final sus movimientos de cadera y esas posturas forzadas y exageradas que resultaron un poco cargantes. Se equivoca en la suerte contraria pero deja una estocada hasta la tela que envía al de Ibán patas arriba en los medios. 

Oreja más un demencial azul que sacó Costales por su cuenta y riesgo mientras su asesor se reía a carcajadas suponemos que ante el capricho de este caprichoso presidente:




JUAN DE CASTILLA. Echó por delante el de Ibán. Era negro, colín y con cara:



Mal puesto en suerte pero el picador se limitó a señalar cuando se le vino al relance sin que lo viéramos porque el realizador de Telemadrid es muy malo. En el segundo le clavó en el lomo con alevosía aunque ni apretó el jinete ni el toro, para olvidar.

Pareció que se orientaba en el segundo tercio durante una lidia embarullada. Mal inicio de faena donde Juan de Castilla no se aclaraba y seguía colaborando con el barullo anterior. Mientras, el toro empezaba a pensar más de la cuenta. Anduvo el colombiano siempre de perfil porque no se confiaba. Encabo dio la nota eufórica jaleando al diestro; se le vio el plumero al ser parte interesada en el asunto.



A nosotros lo que hizo el caleño no nos pareció absolutamente nada del otro mundo y encima culminó con un desarme. Casi entera un poco contraria, tendida y atravesada. 



Los dos comentaristas hablaban de un gran toro, cosa que nosotros no vimos por ningún sitio. Dado que no tenemos ninguna necesidad de hacer la pelota a Encabo como ellos, así lo decimos. Orejica de pueblo que concedieron los mulilleros montando su número habitual. El presidente Costales no tenía intención de sacarla pero fue incapaz de llamarles la atención y de aguantar el chaparrón. En televisión casi perdían los papeles contra él: 'y ahora, después de tanto rato, la concede... pero ¿por qué ha esperado tanto? ¡Es que no se entiende!' Poca personalidad en el palco, está claro.

Su segundo era de Cuadri pero tropezó con la barrera al salir y se lesionó. Fue culpa del torilero, como dijimos al principio. Mantenía un portón interior abierto cuando el toro ya venía en carrera desde su chiquero. Torció el viaje e hizo por él. El sobrero también de Comeúñas volvió a golpearse por la misma execrable razón. Salió al ruedo renqueando del topetazo pero se sobrepuso.



Tardeó en varas pero cuando se arrancó empujó un poco aunque sin recibir demasiado castigo porque García Marugán le levantó el palo. La comentarista del callejón recordó que al picador manchego le tocaron la música hace ocho años en Vic-Fezensac. Efectivamente, pueden recordarlo pulsando aquí cuando discutíamos si aquel Cubano de Valdellán había sido auténticamente bravo.

Raúl Cervantes demostró que se puede banderillear perfectamente bien a un toro de Cuadri a pesar de todo lo que se nos diga de estos toros en el segundo tercio. Cuando hay oficio, valor y ganas de hacer las cosas bien, se puede banderillear así cualquier toro:



Embestía con un poquitín de violencia aunque sin maldad aparente. Castilla se dedicó a andar por ahí pegando pases, una lástima:



Estocada al encuentro pasada y perpendicular, tapando la cara como se aprecia:




RAFAEL SERNA. Su primero era de Cuadri, otro colín, negro mate, con kilos:



Lo puso bien en suerte y se arrancó al caballo donde empujó pero con mal estilo: la cara altísima y saliendo suelto. Curro Javier puso este buen par, e insistimos, a otro de Cuadri. Vale para él lo dicho antes para Cervantes:



El toro humillaba con ganas pero protestaba al final del pase y obligaba a Serna a tener alas en los pies. Poca cosa, como no fuese alargarse con una pesadez que se agravó con un sainete: pinchazo malo, otro arriba saliéndose, otro que escupe, otro sin soltar y una entera, perpendicular y pasada más dos descabellos. Ah, y siempre estirando el brazo para darse ventaja, ahí lo tienen:



Su segundo era un Saltillo de Ibán, negro bragado, meano, axiblanco, ligeramente salpicado, con cuello, ensillado y astifino:



Serna fue el único de los tres diestros que tuvo un mínimo interés en poner sus dos toros largos en el caballo, ¡gracias, maestro! Este sexto tardeó pero al final se arrancó raudo para dejarse perpetrar una puñalada criminal con la firma de Chocolate:



En el segundo tercio pegaba arreones e iba con la cara alta, mientras Curro Javier se esforzaba por corregir sus defectos. Mal el presidente insistiendo en que quedasen absurdamente cuatro palos, provocando más capotazos y más pasadas en falso.

El toro no era tonto, había aprendido en banderillas y tenía su pimienta. Serna sacó la faena del hotel para no convencer ni a los espectadores ni al de don Baltasar, que lo miraba sin entender qué pretendía allí delante. Pitos aislados pero merecidos:



Estocada baja y trasera, estirando el brazo, tapando la cara y perfilándose fuera de la cuna, como pueden comprobar aquí, más descabello:



Fin de fiesta con la citada decepción por nuestra parte. Pensábamos que a estos seis toros se les iba a pegar en el caballo de manera inmisericorde pero el único que lo hizo fue Tito Sandoval ya que los demás piqueros se aguantaron las ganas porque se vio claramente que no hacía falta matarlos en el peto. Ahí podrían haberse agarrado los ganaderos después del festejo pero ni eso. No tuvo que quedar contento Fernando El Viejo, ¿lo ven ahí?



Respecto a los diestros, está claro que Borja Jiménez se encuentra a años luz de cualquiera de los otros que hemos visto en esta Copa excepto Fonseca. En el callejón Espartaco se lamentaba de las pocas oportunidades que tienen los toreros jóvenes. Hombre, maestro, vaya usted con el cuento sin ir más lejos a su querida Maestranza, con esos carteles tan remataos donde repiten una y otra vez el mismo plato combinado.

Y respecto al presidente, decir que estuvo en su línea habitual, o sea, taurineando. Lo habitual es que taurinee con los toreros regalando orejas pero esta tarde lo hizo también con los toros enseñando ese azul de chichinabo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.









16 comentarios:

  1. Buenas Rafa .

    Totalmente de acuerdo con lo del torilero aunque yo creo que el sobrero no hubiera dado más de sí porque apenas se dolió un poco al principio .

    La tarde como bien dices no fue nada del otro mundo sobre todo porque de las ganaderías anunciadas siempre esperamos más aunque por lo menos los toros no fueron la típica borrega . El tal Provechoso se tenia que haber puesto en una segunda y por qué no tercera entrada para demostrar la posible bravura que pudiera tener. Es inadmisible conceder el pañuelo azul con una entrada .

    El tener a Encabo al otro lado del micrófono con una de Ibán tenía su miga como bien se pudo ver , se quejaron de los puyazos traseros y hasta Encabo pidió una segunda entrada al caballo para el último de los suyos .

    Saludos

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    1. Yo pensaba antes de la corrida que Encabo declinaría hacer comentarios al ser parte interesada. Yo lo hubiera hecho. Pero aquí todos tienen sus intereses en los comentarios, desde los televisivos con su triunfalismo hasta otros comentaristas técnicos con sus amistades dentro del mundillo. Recuerdo estar en el tendido y ver como Emilio Muñoz no paraba de hacer gestos al diestro actuante simultaneando en esos momentos su labor en televisión con sus consejos gesticulando.

      Saludos

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  2. Queda demostrado que cuando no hay toros lo mismo da el tercio de varas ... Si no se les masacra siguen siendo una auténtica mierda ,ya no hay excusas ... Baltasar es un borrón pero con lo de cuadri no cuela .. si el toro es malo sea torista o torerista con un picotazo está todo visto.. vaya si le dieran 3 en condiciones.. menos mal que no vemos los toros por la masacre en varas si es que desde la ganadería no mandan un toro que aguante ni un trincherazo .. un saludo, Iván!!!

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    1. Por eso digo en la crónica que cuando a todos los toros menos al primero que picó Tito Sandoval les levantaron el palo, pocas esperanzas habría de que con una suerte de varas en condiciones hubiéramos visto algo más lucido.
      Parece ser que Luis Cuadri quedó satisfecho con lo que vio. Si es realmente así, me cuesta entenderlo.

      Saludos

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  3. Buenos días, Don Rafael y la compaña:

    La verdad es que anteayer esperaba más de la tarde, pero ni los de Cuadri se movieron tanto como la última vez que los vi ni los de Ibán estuvieron tan en Ibán, aunque a mi modesto entender se llevaron la partida ganadera, así como mi paisano Jiménez la "chenelera" (que me disculpe el Maestro, q.e.p.d., por el palabro).

    Jiménez debió estar un poco más despierto y haberse echado a la mano zurda la muleta para arrancarle a su primero las 2 ó 3 tandas potables que tenía, pero puede que siga teniendo esperanzas de emular a su mentor Espartaco, así que se perdió un poco probando a derechas.

    En el de Ibán le vi muy dispuesto y listo, aunque algo tosco. Creo que si se mentalizase de meterse en el círculo torista sería un torero de 20 ó 25 tardes muy dignas y reseñables, porque tiene valor y le funciona la cabeza, pero con lo de Domecq será uno más.

    A Juan de Castilla lo veo en la fase de este toreo del s. XXI en la que aún debería ser novillero, pero como no torean toman la alternativa y calientan banco mientras se pulen (o no, ya se verá).

    A mi otro paisano no lo veo, francamente: no naufraga, va cogiendo oficio, pero no me dice nada, ni en estas corridas ni en las del "otro circuito", hubiera deseado que ayer en la Maestranza me hubiese tapado la boca, pero a mi juicio se dejó ir un toro con un cortijo en cada pitón (o de 20 contratos, siendo más realista).

    El presidente puede que tenga un alcance de visión al que ni usted ni yo llegamos, haciendo un cálculo mental de las posibilidades de bravura del animal que se nos escapa.. o a lo mejor estaba loco por ondear el azul, vaya usted a saber..

    Vi precauciones y pasadas medrosas e injustificadas en el segundo tercio con los de Cuadri, pues tampoco, excepto uno, esperaron y recortaron como suelen.

    En fin, quizás esperábamos más, pero no me aburrí en absoluto, lo cual no es poco hablando de Tauromaquia.

    Saludos a usted y a los selectos lectores del blog .

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    1. Celebro que viésemos la misma corrida. Es cierto que no hubo el aburrimiento soporífero de otras tardes pero la cosa transcurrió con esa decepción con la que encabezaba la crónica.

      Estamos de acuerdo en la visión de los tres toreros. Lo que usted comenta lo resumo yo diciendo que Jiménez está a años luz de los otros toreros de la Copa, que Juan de Castilla se dedica a pegar pases y que Serna va con la faena del hotel y ni eso le acaba de salir.

      Respecto al presidente después de la corrida pensaba que sí enseñó ese azul de risa, por poco que hubiera hecho algún toro era capaz de enseñar el naranja.

      Saludos

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    2. Lo mismo está entrenando para en breve debutar en la plaza de mi pueblo y sacarle azules y naranjas a bovillos y juanperrodomés jijijiji

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    3. Por supuesto que no desentonaría nada en esa plaza de la Maestranza que hace mucho tiempo que da pena. No puedo dejar por escrito muchas de las cosas que me han contado sobre este presidente pero se lo resumiré diciendo que era un aficionado serio y respetado por todos los que lo conocían hasta que se ha metido de hoz y coz en el taurineo. Y de ahí dentro ya no se sale.

      Saludos

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  4. Pues a mí me gustaron los tres toros de Ibán. Especialmente primero y sexto. No fueron tontos, fueron encastados, con posibilidades de éxito el primero, más complicado el sexto. En el caballo no dijeron mucho, pero los puyazos (aunque fuese uno por toro) si que se deben rescontar, sirva como ejemplo el cuarto que en el tercio de muleta parecía la matanza de Texas.

    Los Cuadri, pues... mejorando, salvo el primero que fue una burra, pero muy poco a poco. Lástima que se lesionarán dos y especialmente el que devolvieron porque embistió con pies de salida y con nobleza. Si mis espías paraguayos no me fallan estos toros ya son resultado de los nuevos sementales elegidos por los nuevos propietarios, más en Parladé. Me quedo con dudas y con un poco de esperanza.

    De los toreros: El hijo de Espartaco mal, para lo que yo esperaba. Sabemos que tiene técnica, valor y ganas, pero con su primero estuvo muy pesado y con el último mal. Era un toro para gustarse y anduvo amontonao, eligiendo mal los terrenos (metiendo y sacando el toro fuera y dentro, hijo mío ponte en paralelo a las tablas), encimista, acelerao, un maltrato... a mí me gusta como lleva de arreados Julián Guerra a sus toreros, pero este toro era para otra cosa. Para gustarse. Ha perdido una buena oportunidad.

    Juan de Castilla no es Rafael de Paula pero tuvo mando en los naturales al primer Ibán y no era fácil. No fue muy estético pero me gustó. Con el Cuadri ni lo recuerdo.

    Serna, petardo. No sé si es falta de valor de sitio... pero vaya. El último toro lo dejó con el culo al aire. Que se piense lo de retomar los estudios, no le vendrá mal tener un plan B.

    Saludos

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    1. Queda claro que yo no vi tan mal a Jiménez excepto por ponerse pesado ni tan bien a Castilla, cuya colocación para mi gusto dejó bastante que desear. A lo que dices de Serna hay que añadir lo que comenta más arriba el amigo Curro de Sevilla, o sea que quizás sea una buena opción para él el Plan B.

      Saludos

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  5. Muy buenas! Coincido completamente contigo en que la corrida fue una decepción. Una corrida de gran interés para el aficionado por ver dos ganaderías toristas importantes frente a frente, pero ninguna de las dos echó los toros que el aficionado espera de ellos.

    Al margen de ello, comentar que en la novillada de las ventas, Mario Alcalde resultó cogido por el novillo, y le hizo un agujero en la taleguilla que dejo al descubierto esa malla de tono gris que ya hemos visto a algunos toreros. ¿De qué estará hecha esa malla? Y ¿Para que sirve? ¿Se están blindado las piernas los toreros, para evitar cornadas? Tal vez la gran mayoría del escalafón las use.

    Un saludo!

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    1. Supongo que será algo psicológico para sentirse más protegido porque el cuerno penetrará igual aunque no se de que material estará hecha esa protección.

      Saludos y me alegro de compartir con usted la misma opinión aunque sea de decepción.

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  6. Susana Alonso Merino18 de abril de 2023, 21:39

    Buenas tardes, Rafa.

    Si me permite me gustaría añadir a todo lo dicho, que yo pensaba que al hacer la espada guardia el señor presidente iba a tener la personalidad de aguantar y no sacar el pañuelo concediendo la oreja, pero como le era poco conceder la oreja pues toma el azul.

    Los amigos del torero contentos y los representantes de la ganadería también. Todos Felices.
    En el sexto toro también hizo guardia.

    Enhorabuena por cada entrada.

    Un saludo cordial.

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    1. Gracias por duplicado especialmente por el apunte que hace de la guardia. En televisión pasó desapercibida y si hay que confiar en el realizador para que haga una retransmisión medio decente, ya podemos sentarnos a esperar porque es malo como él solo. Los comentaristas no hicieron mención salvo que alguien me rectifique. Lo que dice redunda en las merecidas críticas al presidente y también al risueño asesor.

      Saludos

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  7. Buenas Rafa,

    Sin duda lo más decepcionante fue el juego de todos los toros en el caballo, ninguno hizo nada que destacara y solo tomaron un puyazo.

    Lo de Ibán por debajo de lo esperado, aún así sus toros mantuvieron el interés, también hay que decir que el de la vuelta al ruedo estuvo sangrando chorros de sangre durante toda la lidia, cosa que no sé si se apreciaría en televisión porque en la plaza parecía mentira que se aguantase en pie por la forma en la que se estaba desangrando, pocas veces recuerdo ver a un toro sangrar de esa manera.

    Cuadri venía con grandes expectativas después de Madrid y decepcionó, toros que no pelean en el caballo y demasiado aplomados en la muleta. En la tónica de los últimos años. Quizás algo mejor porque los toros tuvieron algo de más de movilidad, tampoco es difícil porque hemos visto corridas de Cuadri paradas desde el tercio de banderillas estos últimos años, y es una buena noticia que tengan algo más de duración. Es algo que los ganaderos han dicho en alguna entrevista, que buscan aumentar la movilidad, aunque lo más preocupante es que esa movilidad no venga acompañada de la casta y bravura necesarias para protagonizar grandes tercios de varas, que es lo que muchos aficionados esperamos de ganaderías como esta.

    Un saludo.

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    1. Estamos de acuerdo, vimos la misma corrida. Lo de la sangre que comenta en ese toro de Ibán se aprecia en una de las imágenes que capturé pero no lo comenté porque parece demostrada, según el veterinario Julio Fernández, la teoría de que por muy espectacular que sea la pérdida de sangre durante la lidia de un toro, no es algo significativo en su comportamiento. Copio sus palabras literales:

      "la sangre que pierde el toro por los puyazos es insignificante para el volumen circulante de un toro de lidia, ¿para qué buscar insistentemente una hemorragia que no aporta ningún beneficio para la lidia ni causa una merma significativa en el animal?"

      Añadiré para completar su frase que un toro de quinientos kilos tiene unos 40 litros de sangre. En un caso espectacular y aparentemente exagerado como el que comentamos, la pérdida no supera los tres litros.

      Saludos

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