domingo, 9 de febrero de 2020

FERIA DE VALDEMORILLO, 2020 (1): ORTEGA VINO MAL DESPIERTO

O mal dormido. La cuestión es que nos sumió en el sopor cuando veníamos con toda la ilusión del mundo a verle. Lo peor fue la impresión que dejó de poca actitud, de esperar a que me salga el torito que me permita 'expresar lo que llevo en el alma'. Eso se lo puede permitir Morante porque le ríen las gracias pero él no. Tienen trabajo sus tres apoderados para espabilarlo porque lo que vimos en Valdemorillo no nos gustó un pelo.

La corrida de Alcurrucén fue perfectamente olvidable. Desigual de presentación y con un quinto que vendría de buena reata pero no valía ni para novillo en la portátil de un pueblo. En el caballo, un puyazo por barba y pare usted de contar. Pero es que la cosa no llegó ni al monopuyazo excepto la cera que Molina dio al primero de Ortega. Todos los picadores lo fueron de carne excepto Cortes, único a quien salvamos de la quema. Con los de la inmerecida chaquetilla de oro seguimos igual que terminamos el año pasado, ¡qué desastre!



Y los diestros, ni por bien quedar intentaron poner a los toros varias veces al caballo sacándolos rápidamente del peto para lucir el primer tercio. Total, como en casa de los Lozano lo que importa es la muleta, ¡adelante con los faroles!

Éstos fueron los toros, que dieron una media de 521 kilos. El primero, acochinado y con las patitas de porcelana de Sévres.



El segundo metió bien los riñones en el caballo. Único negro de todo el encierro:



El tercero, enmorrilado y con trapío:



El cuarto, colorado anteado y aleonado:



El quinto, corniapretado y cubeto, impresentable en corrida de toros. Y en novillada con caballos, ya veríamos:



El sexto, colorado, chorreado en verdugo y que en el caballo no quiso pelear a pesar de que Cortes apuntó bien, ya lo hemos dicho.



Dos tercios de entrada. En el callejón contamos más de cien personas (!). Los tres matadores eran nuevos en esta plaza.



JUAN ORTEGA. Lo vimos ausente. Hizo el paseíllo con el capote sin liar. 



El público estaba de su parte y no lo supo aprovechar. Su primero remató un par de veces en los burladeros nada más salir y eso es algo que en casa Lozano no gusta porque dicen que se dejan la fuerza al principio.

Como el torillo era de cristal, sólo le faltaban estos alardes. Pues va Ortega y ordena que Molina le pegue una paliza en el único puyazo. ¿Ustedes entienden esta actitud de desidia y de pasotismo? Intentó un quite por verónicas que quedó en nada:



No brindó al público el primer toro del año, cosa que sí hicieron sus compañeros, otro detalle curioso. Pero lo indignante fue que recibió al pobre animal con unos doblones por abajo y unas trincheras que rompieron el espinazo al bicho. Juanito, ¿a santo de qué lo matas en el caballo primero y lo rematas con cinco hachazos después? Luego dirán que tuvo mala suerte con su lote...ya.

El tal Sucesor era prontito y noblón, una perita en dulce de haberlo cuidado. Era para pegarle cuatro tandas bien dadas si Ortega lucha por que no perdiera el poco fuelle que tenía. Observen que va al paso:



Dentro del desangelado panorama, por lo menos remató bien los pases y nunca le enganchó la muleta:



Pinchazo, media arriba y dos descabellos.

A su segundo le dio dos verónicas que fueron jaleadas con avaricia pero tras esta segunda que ven, el toro le enganchó la capa y todo se diluyó como un azucarillo:



El toro metió bien los riñones mientras le pinchaban en el lomo. No les engañamos, vuelvan a la primera foto de la entrada.

Y va Ortega y pide el cambio sin hacer ni un quite, cosa que sí habían realizado sus dos compañeros en los toros anteriores, ¡qué pocas ganas! ¿No les parece?

El sevillano vio que el tal Bullanguero se venía arriba en banderillas y decidió perpetrar otro terrorífico inicio doblándose con el animal y dejándolo tieso. 



Aún así, medio le respondió. A nosotros fue el que más nos gustó de los seis. Éste no iba al paso:



Primera tanda con la derecha que no sirve para nada. Segunda en que le hace hilo y abusa de las pausas. Tercera, sin raza (hablamos del torero, ¿eh?).

Cuarta al natural pero que queda deshilvanada. Quinta en la que empieza a tocar la banda pero las protestas hacen que corte el pasodoble en seco, imaginen. Vuelve a la derecha en la sexta para escuchar ronquidos.



Dos pinchazos saliéndose y entera atravesada y contraria. El toro muere en los medios. Recordando nuestra entrada anterior, no nos duelen prendas en reconocer que Perera a cada uno de estos dos toretes de Ortega les corta una oreja. Pepe Luis Vargas tuvo que ver lo mismo que nosotros. Deducimos que en el hotel se oyeron más que palabras o si no, mal vamos.

GARRIDO. Éste sí que vino a por todas. Su toreo gustará o no (a nosotros, no) pero estaba decidido a sacar petróleo. Su primero empujó bien al caballo pero vean dónde está la puya:



Buena actitud quitando por chicuelinas y sobresaliente brega de Antonio Chacón. Garrido vio que el toro tenía la fuerza de un mosquito y le hizo un inicio suave, por arriba, sin forzarlo. ¡Aprende, Ortega!



Dio distancia y calentó al público mirando al tendido en algún pase de pecho. Destorea y remata mal los pases, nada que ver con Ortega, pero la oreja se la llevó él, es lo que hay. Ahí lo tienen destoreando mientras el torete avanzaba al ralentí:



También abría la puerta:



Estocada baja arqueando el brazo y saltando aunque sin tapar la cara del toro. Descabello que acaba con el de Alcurrucén.



Su segundo era el cubeto:



Protestas abundantes por ello hasta mediada la faena de muleta. Se echó de rodillas de inicio para intentar acallarlas:



Y volvió a postrarse con la muleta porque arreciaban:



Había brindado a Javier Cortés y Garrido se lo tomó en serio ya que quería luchar por que las lanzas se tornaran cañas. 



Aplicó un destoreo de lo más vulgar pero suficiente para ir apaciguando al personal:



Acabó con manoletinas nuevamente de hinojos. La verdad es que pegó esta buena estocada, desprendida sin puntilla, que le sirvió para cortar la única oreja y salir hoy en los titulares de los portales comerciales, que es lo que querían los tres y sólo consiguió él.



DE MIRANDA. Tiene una de las mejores verónicas del circuito pero no hay forma de verlas. Se dedica a las pamplinas con la capa, no sabemos por qué razón. En su primero fueron esas saltilleras que ejecuta escondiendo el capote mientras se le viene el toro:



Carbonell le pegó una de sus habituales lanzadas en el lomo. Quizás por eso, se descompuso aunque también es verdad que iba derrengado de los cuartos traseros. Un par de veces zancadilleó al diestro con ellos porque los abría como si no le aguantasen.



El triguereño se puso pesadito alargando la agonía traumatológica del de Alcurrucén. Entera desprendida.



El último venía de buena reata y salió abanto y sin rematar, como gusta en donde nació. Nos las prometíamos felices pero la cosa no pasó de muy discreta. Esta vez las pamplinas fueron por tafalleras. A la vuelta de ésta el toro lo trompicó sin consecuencias:



Gran quite de Garrido a Muriel en el segundo tercio. De Miranda hizo un inicio tomasista para dedicarse después a dar el paso atrás con alevosía, sin rubor, fuera de cacho pero con temple, eso no se lo negamos.



Luego vinieron, por este orden, un arrimón sin mérito, un golletazo y este espadazo caído con el que se finiquitó la aburrida función.



¿Qué nos queda en el recuerdo? Nada. 

Bueno, sí, la preocupación por la deriva de Ortega. Pensábamos que vendría a comerse el mundo y el mundo se lo comió a él. Tarjeta amarilla de nuestra parte y de la de todos los aficionados que vinieron de propio a verlo. No nos ensañamos más porque, como indicábamos antes, estamos convencidos de que Pepe Luis Vargas le habrá leído la cartilla con acritud. Puede que haya sido incluso más duro que nosotros.

Saludos cordiales desde San Lorenzo de El Escorial. Rafa.






6 comentarios:

  1. Qué decepción Juan, que decepción...

    En cuanto al ganado, que feos todos excepto el negro y que pitones más bastos y alguno como el quinto, impresentable...

    Siendo la primera corrida del año en España ya podían haberse esmerado más con la selección del ganado, y Ortega haberle echado más ganas...

    Y hablando del ganado; será que no hay ganaderías en España para poder lidiar toros mejor presentados que estos. Si en las plazas de tercera acaban lidiando las grandes ganaderías en número de Reses (Alcurrucén, Garcigrande, Cuvillo, etc...), qué les queda a los ganaderos pequeños y honrados? Querían encaste Núñez para esta corrida? Pues que tiren de ganaderías cercanas a la zona como el Retamar, Marqués de Quintanar o Andrea Ochaita entre otras. Es más, yo soy partidario que se obligarse, sobre todo en plazas de 3ª y portátiles a contratar ganaderías de la provincia (siempre que sea posible).

    Un saludo desde Bilbao

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    1. Pues sí, una decepción por todo lo alto tanto en Ortega como en los toros. Esperemos que el entorno del maestro no le vaya con excusas baratas y paños calientes.

      Saludos.

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  2. Hola Rafa y lectores:
    No le voy a negar la falta de ganas de Juan Ortega, como dice usted, dio la sensación de que está esperando que le salga el toro que le permita torear a su gusto (o el toro que se acople a su toreo, el mundo al revés).

    Era mi primera vez en ver a Juan Ortega y a pesar de estar de acuerdo en su crónica, prefiero ver a Ortega sin ganas que a Garrido con todas las ganas de mundo.

    Lo de entrar a matar en suerte natural o contraria mejor ni comentarlo, no Rafa?

    Un placer coincidir con usted y echar un buen rato hablando de toros.
    Un saludo.

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    1. Celebro que usted viera igual que yo la imagen de un Ortega esperando que le salga su torito. Eso te lo puedes permitir si eres Curro, Paula o Morante. Él, no.

      Lo de la suerte al entrar a matar es una batalla perdida.

      Saludos y el placer fue mío.

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    2. Primero que nada saludarle y felicitarle por el blog, Rafa. Hace tiempo que lo sigo y coincido en la mayoria de sus opiniones.

      Pues después de leer su crónica y la opinión de Juanjo Forner, al que tengo gusto de conocer, me he desilusionado un poco, ya que Ortega era uno de los que tenia ilusión por ver esta temporada.
      A ver si ha sido una mala tarde y no npasa en futuras ocasiones.

      Gracias.

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    3. Ojalá sea como usted dice pero me consta que en su círculo más íntimo han notado la misma apatía que comento yo en la entrada. Esperemos que le vaya todo de cara en su comparecencia maestrante el próximo 22 de abril con Fuente Ymbro.

      Saludos y me alegro de que le guste el blog.

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