Ésos fueron los primeros temas que se trataron en Pamplona dentro de las Jornadas que con tanto esmero organiza Antonio Purroy. Por cierto, en su presentación dijo que no olvidáramos que la fiesta es de los aficionados... aunque en ese instante dudó y añadió 'y del público que asiste a las corridas'. Efectivamente, don Antonio, el público es quien ha mantenido las corridas. Los verdaderos aficionados no llenarían una portátil.
La primera parte versó sobre el papel de los aficionados. Hablaron Valmaury y Coste en representación de la afición francesa. El primero parafraseó al Tigre cuando dijo aquella frase de que 'la guerra es una cosa demasiado seria para dejársela a los militares'. Él la cambió por que 'la corrida es algo demasiado serio para dejársela al mundillo'.
Se refería a la Federación de Sociedades Taurinas francesas creada en 1910 para defender a los aficionados, al toro y a la integridad del espectáculo.
Dentro del último apartado dijo que insistían mucho en el tercio de varas y que lucharon para que se realizara con un solo caballo en el ruedo. Sobre este aspecto fuimos a buscar en un receso a la máxima autoridad de la policía foral y le preguntamos que por qué en Navarra no se hacía algo parecido. Nos dijo que el reglamento dice que con determinado diámetro de plaza, tiene que haber dos caballos y que los que quieran cambiar eso, que se dirijan a interior para que con una simple disposición que tengan a bien hacer, sea suficiente para que se deje al libre albedrío de quien presida la corrida. En ese caso, ninguna pega. Los franceses tuvieron la gran suerte de que Juan Bautista abanderó la idea.
Ya que estábamos, le preguntamos si las sanciones que se proponían llegaban a buen puerto y nos indicó que en muchos casos sí. Nos dijo que a un picador le podían caer 300 euros en Navarra por tapar la salida al toro y barrenar. Le dijimos que entonces recaudarían mucho dinero cada tarde y nos reconoció que era muy complicado porque luego el picador decía que el toro le había apretado y que todo eran excusas. Nos dijo que verifican el peso de los caballos, con un máximo permitido que puede llegar oficialmente a los 650 kilos más los 30 de peto.
Hablaron luego Fajardo como representante de las peñas taurinas españolas y Ganuza como presidente del club Taurino de Pamplona. Éste último reconoció no haber seguido el consejo que el gran aficionado Polite le dio de pequeño: 'no te hagas amigo de toreros ni de ganaderos porque no podrás ver las corridas con libertad de opinión'. Tenía razón, ¿no les parece?
En el coloquio se dijeron cosas discutibles como por ejemplo estas dos:
1. Que cada vez hay más jóvenes aficionados en las plazas (?). En Francia está claro que no y aquí, que nos digan dónde.
2. Salió el tema de las fundas y Arévalo dijo que en el toro 'todo es manipulación desde el momento en que manipulas la reproducción seleccionando unos reproductores y no otros; y si no se ponen fundas, el toro se autoafeita y eso también es manipulación' (?).
3. Arévalo insistió en que 'no hay que ser tan negativos porque parece que el mejor aficionado es hoy el más pesimista'. Luego hablamos con él y nos dijo que los dos críticos que más habían sabido de toros eran Corrochano y Navalón (de quien le informamos que era nacido en Huelva, cosa que desconocía).
En la segunda parte hicieron acto de presencia Iturralde, Fernández y Moreno para hablar de la suerte de varas. Moreno resumió su ponencia con esta frase: 'el toro debería ser tratado éticamente en el primer tercio y después, a ser posible, épica y estéticamente'. Nosotros, con el trato ético nos daríamos con un canto en los dientes.
Iturralde precisaría después que la suerte de varas está muy bien denominada así porque hay que confiar en la suerte de que el toro te venga bien, en la suerte de que el caballo te obedezca y en la suerte de que el picador acierte y haga todo de manera lucida.
Fernández nos expuso las teorías que ya conocen ustedes porque nos hemos hecho eco de ellas en nuestro modesto blog (pulsen aquí). Nos dijo que había tres mitos a desmontar:
1. La sangría del toro no aporta ningún beneficio a la lidia. El toro pierde unos 3 litros de sangre sobre un total de 40, cosa que calificó de ridícula tras haber analizado más de mil toros.
2. El puyazo no favorece que el toro humille porque la clave está en la dopamina que segrega el animal. A más secreción, más embestidas y a menos, el toro se raja. Luego tuvimos ocasión de pedirle su opinión sobre los ganaderos posmodernos que dicen que la verdadera bravura está en la muleta. Se sonrió y zanjó la cuestión diciendo que 'bueno...es que hay diferentes tipos de bravura'.
3. El último mito es decir que las varas propician que el toro se atempere. El toro se fatiga por los músculos que trabajan. Un toro descarga una energía de más de 2000 julios sólo por hacer el gesto de cornear. El puñetazo de un boxeador son 250. Pero empujar el peto supone un gasto de 5000 julios a los que se añadirán 3000 más si el toro romanea. Ese esfuerzo es el que en su opinión atempera el toro y no el puyazo.
Dijo que picar trasero es terrorífico porque afecta a la arteria intercostal y a una distancia de tan sólo 3 cms. está debajo el pulmón. La herida puede producir un neumotórax (como al Zahareño de Santiago Domecq y El Fandi en Madrid).
Nosotros le comentamos que no puede ser que los picadores sean tan malos como para picar siempre trasero incluso cuando rectifican, que a nosotros nos parece deliberado. Nos dio la razón, cosa que tampoco tiene mucho mérito porque lo ve un ciego.
Planteó unas medidas para mejorar la suerte de varas. Fueron éstas:
1. Cambiar la pirámide triangular por una cuadrangular.
2. Aumentar las entradas colocando bien el toro en suerte.
3. Como el toro embiste a lo negro de forma comprobada, cambiar el color del estribo y acolcharlo.
4. Verificar el peso de los caballos con microchips y con básculas digitales en las plazas que cuestan 600 euros.
5. Premiar a picadores y cuadras.
Cuando lo abordamos en privado le dijimos con todos los respetos que compartíamos esas medidas pero que aunque se pusieran en práctica, siempre estaremos en manos de lo que quiera hacer el matador. Si el maestro opta por la carnicería y se despreocupa del primer tercio, todo seguirá igual. Nos volvió a dar la razón, cosa que tampoco tuvo mucho mérito por nuestra parte.
Iturralde dijo que el toro actual está criado para la muleta porque las plazas las llena el público y no los aficionados. Lo que el público quiere ver es el último tercio.
Luego rompió una lanza por el toro comercial. Dijo que no es más bravo el toro que da un gran espectáculo en varas y luego se apaga. Puede serlo el que simplemente cumple en el caballo y luego aguanta más de sesenta pases. La bravura para él es 'que el toro saque de dentro aquello para lo que ha sido seleccionado'.
Recordó a Castaño diciendo que había dignificado los tres tercios en su día. Fue optimista diciendo que la cosa parece que cambie porque ahora los aficionados son capaces de decir el nombre de siete u ocho picadores y hace diez años no.
En el coloquio, Fernández dijo que no comparte en absoluto dos gritos típicos de Madrid: el de '¡hay que picar!', innecesario por lo dicho de que no atempera al toro, y el de '¡ni para un análisis!' por lo dicho de la inutilidad de la sangría.
Arévalo nos deleitó con otra ración de optimismo cuando aseguró que 'la suerte de varas está hoy muchísimo mejor que a finales del siglo XX y eso hay que decirlo'.
Para terminar, un par de cosas que les interesarán a ustedes y que indagamos durante la comida:
- Lo que decía Carreño de que las fundas pueden obstaculizar el crecimiento del cuerno deformando el pitón podría estar justificado.
- De Guardiola no queda nada, desapareció todo lo que tenía la familia (a no ser que los amigos de Tauromaquia para el Recuerdo nos rectifiquen yendo a ver los toros de Ricardo Fernández que pastan por Villamanta en Madrid).
En la próxima entrada les hablaremos del combate que hubo sobre si el toro actual es el más bravo de la historia. Los púgiles fueron Javier Núñez (de La Palmosilla) defendiendo que sí y Prieto de la Cal argumentando que no. En medio estaba El Pincha, que se decantó por la respuesta afirmativa dejando al ganadero de los veraguas más solo que la una, cosa a la que ya está bastante acostumbrado.
Saludos cordiales desde Pamplona. Rafa.
El toro embiste a lo negro de forma comprobada.
ResponderEliminarComo desconozco esa comprobación, me puede decir dónde encontrarla?
Saludos
Paco B.
El veterinario Julio Fernández lo aseguró como algo probado pero no entró en detalles. A ver si hoy lo abordo y le pido que me lo explique.
EliminarSaludos.
Buenos días, Don Rafael y la compaña:
ResponderEliminarAnoche me desvelé viendo una redifusión del "plus", en la que Álvaro N. del Cuvillo tiraba por tierra esta su entrada del blog, a los ganaderos de pelo gris (Saltillo y Ana Romero) que trataban de rebatirle, romaneando con contumacia hasta derribar con estrépito ese mantra añejo e infundado que nos empeñamos en mantener sobre la suerte de varas.
Don Álvaro vino a decir que "la suerte de varas en el tentadero, para mí, es algo muy secundario una vez que ya tienes seleccionada y fijada la ganadería. Lo que de verdad quebranta al toro es meter mucho y bien la cara en la muleta e ir a más". Moreno Silva le miraba, le escuchaba.. y no sabía si rebatirle o embestirle metiendo riñones.
Al final, Don Rafael, ganan siempre ellos, porque el debate lo finiquitan con que "el público es el que llena las plazas y sostiene esto,quiere divertirse y ver triunfar a las figuras, por lo que estás optan por una reducidísima baraja de ganaderías (la suya entre ellas) que les dan más opciones de triunfo". Argumento irrebatible incluso hasta para Aristóteles, aunque desde la aldea de Astérix algunos sigamos pensando que nobleza sin casta es simple estulticia, manque la selección y el entrenamiento la maquillen y disfracen, haciendo creer que perseguir un trapo 60 veces sin una mala mirada es "capacidad de luchar hasta la muerte".
En fin, creo que al final tendré que ser yo el que vaya a buscarle a tierras norteñas si alguna vez quiero volver a disfrutar de un Toro Bravo peleando en varas y una faena de no más de 20 muletazos, que es lo que admiten los animalitos que aún se salen de los esquemas de Cuvillo y del taurinismo dominante.
Un saludo.
Ya que saca a Ásterix, al final tendrá que venirse usted con las legiones del norte comandadas por el emperador Marco Aurelio. Pero ya le he avisado de que si se acerca a Vic o a Céret o a la concurso de Zaragoza la suerte de varas le va a generar adicción.
EliminarSeguimos comentando en la entrada siguiente el tema del toro más bravo o no que salió en las Jornadas de Pamplona. Y antes de que me lo recuerde usted, ya le recuerdo yo que Marco Aurelio murió precisamente de unas fiebres cuando estaba en el norte luchando contra los bárbaros (aunque luego le hicieron dios y le quemaban incienso exactamente igual que muchos turiferarios de nuestras queridas figuras).
Saludos.
FANDI Y NO FUNDI RAFA.
ResponderEliminarPor supuesto, ahí he pegado un mantazo precisamente porque al día siguiente en las jornadas la primera ponencia era sobre Zahareño y El Fandi y la siguiente era con El Fundi como contaremos por aquí. Gracias por estar al quite tan oportunamente.
EliminarSaludos.
Son muchos los puntos en los que siempre he estado de acuerdo con Julio Fernández, pero eso de reducir tanto la puya para que el toro no sangre no me convence en absoluto. Un toro tiene que sentirse herido para así demostrar si se viene arriba (el bravo) o canta la gallina ( el manso). Con castigos mínimos puede ser que viéramos más entradas, pero a lo mejor serían más engañosas. Picando en el morrillo donde solo se afecta músculo sería suficiente.
ResponderEliminarPues yo creo que eso iría en la misma línea que proponía yo en esta entrada:
Eliminarhttp://toreoenredhondo.blogspot.com/2019/04/corrida-concurso-de-zaragoza-2019.html?m=1
Saludos.
Lo "curioso" de la conversación de los forales es que no hay un solo artículo en el reglamento en el que se hable de las medidas del ruedo y mucho menos en el que se establezca relación entre el numero de picadores presentes en el ruedo y las dimensiones del mismo.
ResponderEliminarFrancamente me quedó muy mal sabor de boca de esa conversación porque quedó clarísimo que ni conocen el reglamento ni son aficionados.
1. Que el toro después del caballo se "atempera" es una evidencia. Mirad los vídeos de Fandiño dejándose el toro crudo, con la violencia que le embiste en la muleta. Lo mismo ahora con Roca Rey. Otra cosa es que algunos toros salgan "picaos" de toriles, pero eso es otra cosa.
ResponderEliminar2. Se pica atrás (en la cruz) deliberadamente porque en ese sitio se afecta a la capacidad locomotriz del toro. Se pica para que se pare. Al toro "bueno", ya veréis como se le pica poco y más delantero.
3. Me parecen muy bien las iniciativas reformadoas, pero que sean conscientes que no contarán con el apoyo de los profesionales y que son contradictorias con el concepto de la suerte de varas, ver al toro bravo crecerse en el castigo y comprobar su bravura (de verdad).
Saludos.
Buenas Rafa y la compaña,
ResponderEliminarsi para usted el actual no es el toro más bravo de la historia, ¿cuál diría usted que lo es? ¿qué época del toreo tuvo el placer de tener el toro más bravo?, ¿igual la de Bombita y Machaquito?
Muchas gracias y, como siempre, buen artículo, no hace falta aclarar que soy del team Prieto.
Saludos desde la Capital del Santo Reino.
Copio su comentario y lo pongo en la entrada siguiente porque corresponde a lo tratado allí.
EliminarSaludos.