Con Saltillo nunca sabes si te va a salir una cosa bobalicona y somnolienta o avisada y peligrosa. Veníamos de aquel sexto toro excelente en Madrid que dejó escapar Cristóbal Reyes. Después, la sardinada atontada de Vic-Fezensac. Luego se suspendió la corrida de Céret y aquí la novillada de Villaseca pidió los papeles.
Novillos bien presentados, en puntas con las dudas del quinto, cuajados, mansos los seis (o menos bravos), duros para morir, listos y todos con ideas, en su mayoría malas. Fueron reses de las de antes, con el personal absolutamente pendiente de las lidias tanto dentro como fuera del redondel. Nadie sesteó porque los protagonistas fueron los toros. A dos los calificaremos como indiscutiblemente descastados: cuarto y sexto. Los otros, ¿fueron descastados? Hombre, la falta de raza brilló bastante pero el calificativo de descastados es tan grave que los selectos lectores de nuestro modesto blog saben que lo usamos poquísimas veces.
Por supuesto que discrepamos con César Jiménez, que calificó la novillada como 'infumable' y pegó el puyacito al ganadero con lo de 'es difícil creer en que se pueda criar toros con más sentido'.
MIGUEL SERRANO.Su primero era un cárdeno claro, facado, gordo y bizco del izquierdo.
Galope con ganas de pelea en el caballo pero cobrando mal, muy caído, tras lo que se puso tonto y gazapón. Caminaba atravesado y fue sembrando el canguis.
Se veía que en el izquierdo llevaba una gillette. Serrano empezó a tratarlo como si fuese el típico norit comercial mientras el novillo tragaba a regañadientes y desparramaba la vista.
Victoria del de Saltillo que en ningún momento cedió. Pinchazo escupido a capón total y media en las agujas perdiendo muleta, que el animal, con la boca cerrada y la cara por el cielo, no acusó.
A novillo resabiadísimo volvió a entrar, pinchando a paso de banderillas y dejando luego una entera tirando la muleta y huyendo. Se amorcilla, seis descabellos y tres avisos. La desolación del chaval contrastaba con la desvergüenza de algunos matadores de alternativa a quienes da igual que les echen un toro al corral (Morante, Talavante, Roca, Robleño...).
El cuarto era un cárdeno oscuro, ojalado y bocigris, si nos permiten el neologismo que acabamos de inventar. Lo desarmó de inicio:
Se deja pegar una buena paliza, que era a estas alturas de festejo la consigna de los piqueros.
En el segundo tercio topaba y esperaba. Quiso Serrano borrar el fiasco del anterior pero volvió a ponerse a torear sin doblarse por bajo y así no puede ser porque esto no era otro norit. ¿Quién los aconseja? Observen ese hocico gris tan peculiar:
El animal siguió topando, mirando de reojo, sin demostrar ganas de pelea, en suma, un descastado con avaricia. Buena voluntad del diestro pero poco petróleo. Pinchazo malo, corta cruzada que ven abajo y bajonazo perdiendo avíos pero muy ovacionado (?).
MARISCAL RUIZ. Su primero era un cárdeno, salpicado y listón, con poca cara pero cuajado:
Empuje de bravo recibiendo dos agujeros por el precio de uno y la barrenada que no falte. En el segundo lo pinchó cerca de la penca del rabo.
El novillo blandeaba y era sosito. Mariscal se puso pinturero en plan desmayado y sufrió un susto al no querer rectificar el terreno.
Lo mejor fue que tuvo aplomo y no le hizo mella lo sucedido en el primer novillo. Además no se retuerce pero se alargó demasiado y luego no podía cuadrar. Estocada caída sin telonazo pero a capón.
El quinto era un cárdeno careto, jirón y calzado de pies. Hechuras de toro aunque con los pitones raros:
Nefasta carioca de Antoñito Muñoz en el lomo. Menos mal que en el segundo dosificó.
El novillo era pronto y metía bien la cabeza al principio de la embestida. Mariscal, favorecido claramente por el sorteo, quiso gustarse pero enganchó más de la cuenta y no llevó el animal toreado. La pierna, siempre atrás como se ve, incluso en el primer pase:
Dos pinchazos y media pasada, todo a capón, con la mano por encima de la cabeza en lugar de llevarla pegada al pecho. ¿Por qué Campuzano no le dice nada?
OSORNIO. Su primero era un cárdeno, bragado corrido, nevado y estrellado:
Se le fue al pecho ignorando la capa y en el suelo hizo por él sin consecuencias:
Asquerosa carioca clavando ahí donde ven, mientras Jiménez decía ¡gran puyazo, muy buen puyazo! (sic).
De Blas, que es el mejor locutor de toros de la actualidad, sin verborrea vana ni protagonismo estúpido como otros, vio lo mismo que nosotros pero se quedó callado. Como creemos que es lector de nuestro blog, desde aquí le animamos a que plante cara al maestro cuando engañe a los televidentes de forma tan indignante.
El animal era un cazarratilla, pegando arreones, mirando más allá del diestro, distrayéndose, repuchándose en el segundo... Con el tercio cambiado siguió el piquero zurrando trasero y la autoridad tomó cartas. Esta imagen de abajo querríamos verla cada tarde. Si fue a iniciativa del presidente Basco, vaya desde aquí nuestra felicitación ¡y que no pare la música en lo que queda de feria!
Hizo hilo en banderillas, con Iván García sudando en la brega, pero el otro García puso este magnífico par, de gran profesionalidad. Lo mejor de la tarde:
Sin castigarlo, el de Toluca se puso a torear pero el novillo iba a su aire y lo chuleó. Cortó por lo sano. Pinchazo en el lomo, otro caído, otro que escupe y por fin lo caza con esta entera atravesada que lo fulmina:
El último era un cárdeno ordinario, aldiblanco corrido, caribello, rabicano y calcetero de atrás:
Al relance huye al hierro. En el segundo empuja con la salida tapada. En el tercero, carioca de Melgar barrenando con mala fe. En banderillas empezó a regatear, a desobedecer y a mirar. Bien Iván García.
Continuó en la muleta con su actitud ausente, encima embestía al paso y no por asfixiado sino por desganado o, mejor dicho, por descastado.
Nada que hacer. Sablazo en el lomo tapando la cara, perdiendo la muleta, con saltito y perfilándose en Consuegra, como sigue haciendo sin que nadie lo rectifique:
¿Estos son los saltillos que queremos? Hombre, comparados con aquellos toros chirles y mal presentados de Vic, sin duda. Pero sin irnos a los extremos les diremos que lo que echamos en falta en Villaseca fue que alguno de los diestros consiguiese meter en cintura a los más díscolos. ¿Lo hubiera conseguido este hombre que estaba en el tendido?
No lo sabremos pero está claro que si todas las corridas fuesen como ésta sólo quedarían satisfechos algunos de los amigos lectores del blog... ¡y no todos! La otra opción es que los diestros tengan delante toros que les permitan expresar lo que llevan dentro, que es lo que gustaría a César Jiménez. Pero eso a nosotros nos aburre porque no nos interesa lo que lleva dentro el noventa por ciento del escalafón.
Puestos a escoger, preferimos esto pero no les negaremos que si la ganadería fuese nuestra nos volveríamos un poco preopupados a Lora del Río.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Rafa, un placer leerte como siempre.
ResponderEliminarVi la novillada por televisión y durante aquella carioca infame que hasta movió a la autoridad, se escuchó desde el tendido un grito al piquero que me pareció tan certero y oportuno como tu manera de contarlo después aquí. No sé si eras tú el que alzó la voz, pero lo parecía… y no me sorprendería, porque tuvo ese mismo aire de llamar las cosas por su nombre.
¿Fuiste tú el que se lo dijo desde el tendido?
Un saludo y gracias por seguir escribiendo con tanta claridad sobre lo que pasa en el ruedo.
No fui yo. Las corridas donde estoy presente llevan siempre mis fotos. Ésta la vi como usted, por televisión.
EliminarNo nos hagamos ilusiones porque pienso que la propuesta para sanción a Santiago Pérez fue por seguir picando con el tercio cambiado. Me temo que las cariocas y las barrenadas injustificadas van a seguir impunes.
Saludos y gracias a usted por perder su tiempo leyendo nuestro blog.
Pues yo soy de los que no quedaron satisfechos, y pensaba que estaríamos más cerca en la opinión al respecto. Quitando el primero, que me gustó (incluso siendo un verdadero hdp por el izquierdo), tuvo casta y saña. No bravura, aunque cumplió de manera aceptable en el caballo; en la muleta, en cambio, se vio la mansedumbre.
ResponderEliminarEl tercero lo vamos a dejar en “aceptable”, aunque en la muleta resultó tonto y mentiroso: los aires de casta que había apuntado con el capote desaparecieron por completo.
Pero lo demás… los novillos fueron la Mula Francis. Lo único que tuvieron, además del descastamiento (y no me importa decirlo, porque llamarlos “Mula Francis” ya lo dice todo), fue un poco de orientación. Pero ni casta, ni bravura, ni poder…
Supongo que, como tú valoras mucho la pelea en varas, eres más magnánimo que yo. En la muleta fueron bastante menos que en el caballo. Dicen algunos que algún novillo estaba toreado; no sé si el tercero, pero lo que no estaban era picados, porque al caballo fueron, y algunos incluso empujaron.
Por cierto, creo que entre los insatisfechos hay que añadir a don Joaquín: lo enfocaban en el tendido con un gesto muy serio, nada que ver con las sonrisas —y hasta carcajadas— que le he visto en Céret cuando sus toros perseguían a los banderilleros.
De los novilleros: el primero al menos tuvo la habilidad de saber quitarse y estuvo, él y su cuadrilla, totalmente superados. Mariscal, dentro de su concepto, es un torero poderoso, de quietud y ligazón; estuvo hasta bien. Osornio, inédito.
Y sobre lo que se comenta de que en las escuelas no se les enseña a enfrentarse a este tipo de toros: es cierto. Allí les enseñan a “torear”, pero no a defenderse. Supongo que porque no quieren que luego, cuando les salga el toro bueno, se defiendan en lugar de torear, a defenderse siempre hay tiempo para aprender. Con el primero había que defenderse; con los otros, ni una cosa ni otra.
Saludos
Muchas cosas a comentar. La última, lo de que ya aprenderán a defenderse, si te refieres a hacer una lidia sobre las piernas eso ya no lo hace nadie. Ni han aprendido ni tienen intención. Hay uno que sí sabe pero no le da la real gana de hacerlo, tu amigo Morante.
EliminarEn el caballo prácticamente todos metieron el riñón. Incluso el que huyó al hierro cuando volvió peleó medio bien. Por eso no hablo de descastados excepto cuarto y sexto. Es que esos dos embestían como por obligación, de forma penosa, indigna de un toro de lidia.
Creo que si hubieran sido todos mulas Francis nos hubiéramos dormido y nadie se durmió.
Yo venía con el recuerdo de la nefasta corrida de Vic-Fezensac. Estuvo mal presentada y fueron monjitas de clausura, algo insufrible por aburrido y somnoliento. Aquí me hicieron estar muy pendiente de todo.
Sobre Moreno, cualquiera sabe lo que pensó. Dijo que en Vic le habían gustado cuatro...
Saludos
Buenas tardes! Yo estoy presenciando la feria de novilladas de Calasparra. Ayer se lidio una novillada de Pincha que salió con poca casta y faltos de fuerza. Además de manejables y muy nobles.
ResponderEliminarHoy viene una CORRIDA DE TOROS con todas las letras de Juan Luis Fraile, menuda presentación y menuda integridad. Del cartel se ha caído Gonzalo Capdevila, que mañana si torea en villaseca. Está tarde nos tocará ver el cangui de todas las cuadrillas y masacres en varas.
Un saludo, desde Calasparra
Ay, Baigorri... su juguete se le está rompiendo y el culpable es él.
Eliminarhttps://share.google/3LHtOmHp80mBm4x9g
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa y demás blogueros.
Ayer vi la novillada de Saltillo que se ¿lidio? en Villaseca de la Sagra, y que por el comportamiento de los novillos, nos podía trasladar imaginatívamente como espectadores al siglo XIX o principios del XX, para ver, según comentan los tratadistas, era, una corrida de toros de la época.
Dices en la entrada que discrepas con Cesar Jiménez al calificar este la novillada de “infumable”, también yo discrepo. ¿Infumable? No. Si nos atenemos a la RAE, este vocablo significa: no aprovechable, o también, aburrido. Yo no me aburrí, porque soy torista y no torerista, y me sirvió para apreciar las condiciones que tienen los que quieren ser futuros matadores de toros, y no solo eso, sino también lo mal que les aconsejan y enseñan en las escuelas taurinas, después de ver como desarrollan las enseñanzas recibidas (a dar pases y pases y estos de cualquier modo) ante los novillos.
En cuanto a la presentación de la novillada coincido contigo, bien presentada. En lo referente a su comportamiento estoy de acuerdo en parte, comparto lo de la mansedumbre de los seis, no en que en general tuvieron falta de raza y hubo dos descastados, en mi opinión, los seis fueron descastados, aunque ante el picador se dejaron pegar. Y digo descastados, por ser el antónimo de encastados, que viene a significar: toro que, aun siendo manso, etc. sus genes le obligan a embestir, lo que en comparación humana pudiéramos decir: amor propio, el que le falto a los novillos. La novillada, como bien dices, fue muy variada de comportamientos, de: avisado, bronco, descompuesto, distraído, huidizo, marrajo, reservón, resabiado, remolón, ¡para que más vocablos!
El problema para los novilleros, y aficionados toreristas ávidos de trofeos, es que era una novillada para lidiarse de principio a fin, sin pensar en más. Primero dominar, y luego, si era posible, torear. Considero que varios novillos salieron descompuestos del primer tercio por la forma en que han sido picados (puyazos traseros, caídos, varias rectificaciones, etc.). Asimismo, que han lidiado bien toda la tarde dos matadores de toros, hoy subalternos, Iván García y Ángel Gómez Escorial.
En resumen, que la novillada de ayer no era para torear y si para lidiar. ¿Si la mayoría de los matadores no saben hacerlo, y es a quien hay que exigírselo, como se le va a exigir esto a los novilleros? Exigirles sí, que estén en novilleros ¡Y ahí si lo han estado! Era una buena novillada para poder valorar a Javier Zulueta, a El Mene o al reciente matador de toros Marcos Pérez, y ¿porque no? a la novillera Olga Casado ¿Qué le aconsejaría Miguel Abellán?
Por cierto, viendo la novillada me vino a la mente una entrada que realicé hace tiempo en la que se cambiaban pareceres sobre los conceptos torear y lidiar. Para mi entender muy distintos, sin embargo, no así para otros que decían que debería ser o era lo mismo, que quien lidia está toreando y quien torea está lidiando. Pero en la entrada se citó a Sureda, quien sobre el tema hacía la siguiente distinción: hay toreros que no saben torear pero torean bien y toreros que saben torear pero no torean bien. Está clara la diferencia en su frase referida a lo de lidiar y torear, se percibe la diferencia existente entre los dos conceptos, aunque Sureda tiene “retranca” en su exposición. La misma que un día le oí a Alfonso Navalón sobre Rafael de Paula, cuando decía: “que mal lo hace, pero que bien torea”.
Un saludo.
Durante todo el festejo estaba pensando en si hubiesen hecho algo más positivo tres matadores de alternativa anye este ganado. Lo dudo bastante.
EliminarRespecto a valorar a otros novilleros con este material me temo que hubieran naufragado todos.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa.
Decía que era una buena novillada para poder valorar a los novilleros citados, o a cualquier otro del escalafón, incluso también a los matadores de toros en activo. Digo buena novillada para valorar, porque lo que actualmente vemos en novilladas y corridas de toros, no sirve para hacer una valoración seria.
Hoy me estoy aburriendo, no por los novillos, sino por lo que están ofreciendo los novilleros.
Un saludo.
Mañana pondré la crónica de lo de hoy. Respecto a los dos tipos de toreros que mencionaba Sureda recuerde que añadía dos más: los que saben torear y torean bien y los que ni saben torear ni torean bien.
EliminarDe los primeros un ejemplo sería Pepe Luis Vázquez padre y de los segundos hay tantos ejemplos solamente de los que están en activo que no sabríamos por dónde empezar.
Saludos
Gracias, Rafa, por el excelente reportaje y a quienes aportaron comentarios realmente interesantes. Yo tampoco me aburrí; por fin, una corrida decente. Incluso el público de la plaza parecía más serio y menos triunfalista que en otros lugares (aunque quizás la Vuelta al Ruedo de ayer en Terzo contradiga esta afirmación). También me pareció bastante buena la estocada de Osornio en su primero.
EliminarEl mexicano se perfila siempre demasiado lejos y eso cuando tienes delante toros con sentido como eran éstos es ir a la boca del lobo.
EliminarSaludos y gracias a usted.
Buenas tardes, Don Rafael y la compaña:
ResponderEliminarReitero: mientras el mundillo del toro no se ponga en las manos de un comisionado que redefina el espectáculo, esto va a ir a peor, dominado, entre otros, por el "deep state" de la mafia del castoreño, que todas las tardes se carga el 80% del evento (sí, ya sé que me quedo corto).
La corrida era para lidiarla, pero los chavales se empeñaron en torearla, porque ya nadie enseña a lidiar y porque el camino empedrado de euros es el de torear. Personalmente le tomo la matrícula a mi paisano Mariscal, tengo ganas de verlo con otro ganado, me gustó mucho lo poco que pude verle, quizás me equivoque, pero ese manejar la muleta me evocó reminiscencias de las grandes tardes de Urdiales. Me dejó con ganas de volver a verlo.
Tan insípido no vi el ganado, porque había banderilleros de la parte alta del escalafón que perdieron 4 puntos del carné bregando con ellos.
A ver si alguien supiera explicar eso que soltó Jiménez de que "es una plaza muy complicada para picar, se van muchos puyazos contrarios por la configuración del ruedo" (sic). A primera vista yo sólo vi la desvergüenza y el descaro habituales en el gremio.
Saludos a usted y a la escasa pero selecta parroquia de fieles.
¡Pero si Jiménez alaba puyazos en el lomo! Ya me dirá usted qué caso vamos a hacerle.
EliminarLo de los picadores cargándose el espectáculo creo que todavía se vio más claro en la de Ibán pero en el fondo es culpa de los diestros por despreocuparse. O de un Tomás Campuzano que está ahí y lo permite. Si al chaval no le hacen caso, pega tú un golpe en la mesa.
Mariscal me recordó al Fortes de San Isidro. Al de los pueblos no porque ahí es un mediocre y cargante destoreador del montón.
Saludos
El bueno de César Jiménez, dijo ayer varias veces durante la retransmisión, de alguno de los de Iban sic “el novillo es muy informal”… Debe ser que llegan siempre tarde, no dan los buenos días en el ascensor y comen con boca abierta. A saber.
ResponderEliminarLa quietud y el seguir poniéndose como si nada después de salvarse por los pelos de una operación de colon y próstata a taleguilla abierta sí puede recordar a Fortes, pero la pañosa la movió con aires de torero de jamón de la zona de mis veraneos, ojalá..
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