jueves, 5 de mayo de 2022

FERIA DE SEVILLA, 2022 (2): ¿PRÍNCIPE O MENDIGO?

Hasta ahora las cursilerías de los críticos paniaguados iban destinadas principalmente a Morante. Parece ser que también hay un puñado para dedicarlas a El Juli tras su salida a hombros en Sevilla.

A pesar de todos los panegíricos, no hay cursilerías que valgan para describir la zafiedad con que ejecuto la suerte suprema. ¿Cómo se puede conceder una segunda oreja con semejante espadazo?



Más que estocada es un sablazo lleno de defectos: mano alta, telonazo infame, saliéndose de la suerte y encima clavando en el lomo:




Observen dónde ha caído la espada:



Pero aquí solo interesa enterrar el estoque en la masa negra de carne ya que, al fin y al cabo, todo es toro.

Y su toreo ¿qué? Pues no nos impresiona demasiado. Al hilo del pitón y tirando bien de un torito de Duracell que va y viene como preguntando al maestro si le está gustando cómo embiste y que si en algún momento le molesta, avise. Le pegó 56 pases y el comentarista dijo que era un toro de mucha calidad dulzura y obediencia... No hay más preguntas.

Justo Hernández dice que con toretes como éste es cuando un maestro puede construir. Pues lo que construyó López a nosotros nos deja más bien fríos a pesar de que el choto no le toque la tela y de que hay algún pase por alto marca de la casa. Esa faena se nos antoja vino cosechero pero de ninguna manera un rioja de Ramón Bilbao, por no irnos a un Vega Sicilia.

Aguado pechó con un primero que parecía una cabra y con un segundo que parecía un buey: acochinado basto y sin cuello. Menudo lote le hicieron. ¿Estos son los toritos bonitos que gustan tanto en Sevilla?

A Juli, como a Roca, los vemos como estajanovistas del toreo, dicho sea con todos los respetos y desde la educada discrepancia con los que vieron en lo de ayer un dechado de arte. Aguado u Ortega van de orfebres y en los tiempos que corren, con la inmediatez tecnológica del pronto y en la mano, el personal taurino orejil se puede cansar de esperar un día tras otro a que pase el cometa Halley.

Siguiendo con el símil vitivinícola, el público va bebiendo el vino cosechero o a granel que le ofrecen en cada menú nuestras queridas figuras. Siempre es el mismo y con el mismo regusto áspero para nuestro maniático paladar pero exquisito en el de los críticos paniaguados.

Mientras, el Gran Reserva que supuestamente iban a servir los que vienen por detrás se hace de rogar. Sólo te ponen gaseosa a palo seco porque el camarero no descorcha nunca la botella esperada.

 Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa


9 comentarios:

  1. Alameda de Osuna6 de mayo de 2022, 9:02

    "Embestida importante" repite el comentarista de TV y yo corriendo al diccionario para buscar esa acepción que se nos escapa. La diferencia es diametral. Hablan de lo que se espera del toro para que sea posible componer su coreografía, mientras que desde otra perspectiva la mirada se nos clava en el toro incierto. En el "yo lo veo así de Ureña" en sus terrenos imposibles. Saludos Rafa.

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    1. Si por error saliera un toro encastado, cosa que esperamos que suceda el domingo con los miuras donde estaremos presentes si Dios quiere, hablarían de embestida imposible. Justo Hernández diría que era una embestida amontonada. La cuestión es que los taurinos nos vuelven locos con su insoportable argot en el cual hay que incluir una expresión demencial que acabo de leer dedicada precisamente al toreo de El Juli que nos ocupa: desmuñecado.

      Si eso significa que su toreo fue tan sedoso que parecía no tener muñeca, no estamos en absoluto de acuerdo porque se apreciaba perfectamente el leve toque que daba para enviar el toro fuera y ligar el pase siguiente.

      Saludos

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  2. La peor feria de abril que he visto en mi vida. No hay nada mas que añadir.

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    1. Pues se han cortado miles de orejas y el personal ha quedado encantado de la vida especialmente los críticos paniaguados, saludos.

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  3. <>
    Extraído del libro :Joselito el Gallo - Rey de los Toreros.
    Autor : Paco Aguado.

    Según reza la historia, Granero, al igual que casi todos los que recibieron el doctorado de manos de Joselito, tuvieron un final trágico en los ruedos, creo que sólo se librarian Camará y no recuerdo sí algún otro más.

    Saludos desde Almería
    Ángel Magán.

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  4. Saludos Rafa6, creo que mi comentario anterior lo he publicado en donde no corresponde según tengo fundados barruntos, ruego procedas en consecuencia, pues eres discreto, caro amigo.

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  5. No se preocupe, ya lo he puesto en su sitio.

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  6. Un horror, aquello parecía un concurso de esos de adiestramiento de perros y el Juli el dueño de uno. Sólo le faltó hacer pasar al torete por el aro, ¡alejop!

    Ah Rafa y compañía, no duden que Justo prefiere (y busca) esos toros que el de Emilio de Justo de Madrid del ano pasado.

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    1. Quizá el justo medio sería el Ballestero de Morante al que desorejó cuando nadie se lo esperaba después de haberse reído del público en el primero y mandar al corral al segundo para ver si salía el sobrero de la otra ganadería. Aquí ya nos conocemos todos.

      Por cierto, fue un toro que había viajado por media España subiendo y bajando de camiones y viviendo en diferentes corrales casi más tiempo que en la dehesa.
      Saludos

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