lunes, 29 de septiembre de 2025

'JUGUETÓN' DEJÓ A ROCA EN EVIDENCIA

De Pascuas a Ramos salen algunos cuvillos que piden el carnet y entonces cuidado. No porque sean especialmente marrajos sino porque pueden dejar con el trasero al aire al más pintado dado que exigen torearlos muy bien. 

Recuerden ustedes aquí a aquel Nenito que ganó la partida a Talavante en Madrid. En Sevilla este otro, de nombre Juguetón, se la ganó a Roca. Dos figurones que perdieron la partida frente a sendos cuvillos, esos toros tantas veces denostados.



Tuvieron un comportamiento curioso porque fue más que aceptable en varas pero no muy colaborador en la muleta. Menearon las cabezas más de lo reglamentario y no deberían hacer eso porque las figuras se pueden incomodar. Es todo lo contrario de lo que esperan en una ganadería de las más comerciales. La presentación fue desigual, con caritas toreras los seis pero más de uno de trapío justito.

Por encima de todos destacó ese Juguetón, que podría haber tomado tres puyazos perfectamente y a estas horas lo calificaríamos como uno de los mejores toros que hemos visto este año. 

Roca y Morante firmaron la paz visiblemente tras su encontronazo en El Puerto. Estamos en un mundo buenista y lo suyo es no alborotar el gallinero con rivalidades de otras épocas:



Presidió sin problemas Luque Teruel, a quien vimos un poco desmejorado de cara:




MORANTE. Su primero era negro lombardo, con carita cornialta, cerrada y sevillanísima. Incierto de salida:



Asistimos compungidos a un memorable puyazo porque Rivas, de la banda del castoreño, batió el récord de la temporada con cinco cariocas consecutivas, ¡cinco! Vayan al 1:04'00'' de este vídeo y cuéntenlas. Al maestro no le gustaba el torito y había que zurrarle:



En la muleta fue bastante mulo y en estos casos el recurso obligatorio debería ser matarlo bien. Morante es uno de los mejores estoqueadores de la actualidad pero solamente cuando quiere y ayer no quiso. Perpetró una corta en el lomo a paso vergonzoso de banderillas. Con este toro no había nada que hacer insistían los televisivos pero sí había una cosa que hacer y era matarlo bien:



Su segundo era un coloradico rabicorto que marcaba 500 kilos porque seguramente habían pisado la báscula. Lo recibió de rodillas con un peculiar lance al costado que enloqueció al respetable:




Mediocre pelea en varas. Ya se había ido al suelo cuatro veces. Esta media fue lo mejor que hizo el maestro con la capa en toda la tarde antes de dos buenos pares de Javier. Verónicas, ni una, oiga:




Inicio pinturero con un gran natural, el de la primera imagen. Y en la segunda tanda dio otro muy bueno, el de la segunda:




Pero el torillo estaba asfixiado y al quedarse debajo obligaba al maestro a rectificar la posición. Horrorosa cuchillada trasera, caída y atravesada perdiendo avíos. Lógicamente no tenía ninguna muerte a pesar de los indisimulados deseos de los televisivos. Dos descabellos. 




ROCA. Su primero era negro mulato, con poca badana y cornilevantado. Llevaba una buena herida en el cuadril izquierdo. Fue al corral no por ella sino por blandear:



Y salió Juguetón, al que habían dejado como sobrero porque pesaba 598 kilos. Era colorado oscuro, casi retinto, ojo de perdiz, listón, bocidorado, bragado, meano corrido, axiblanco, chorreado, largo y hondo:



Primer puyazo de bravo y encelándose aunque Quinta lo pinchó en el lomo como ven. 



Y en el segundo también peleó bien. Vean cómo levantó al piquero con el topetazo. Lástima no haber asistido a un tercero de largo porque seguro que hubiese galopado. Y viendo su posterior comportamiento hubiéramos pedido a Luque el azul:



En banderillas iba sin dudar a todo lo que se movía, como hacen los toros que son bravos. Chacón puso un gran par de poder a poder:



Era un enemigo ideal para Roca pero nuestro gozo, al pozo porque lo vimos muy tosco. Maestro, estuvo usted por debajo de un toro franco, pronto, noble e incluso bravo... a falta del tercer puyazo.



Por supuesto que discrepamos con Cañaílla, quien dijo que el peruano había estado cumbre. Para nosotros lo que hizo fue pegar pases sin piedad. Gran pinchazo aunque humilla al toro entrando en la suerte contraria.  Cambia a la natural dejando una corta que escupe, otro pinchazo y por fin, de nuevo en la contraria, esta desprendida hasta la tela pero perdiendo muleta:



El quinto era un castaño bragado, meano, axiblanco, lavado de cara, bociblanco y un tanto anovillado:



Va rápido al caballo donde recibe una recargada con la sangre por el costillar como ven. Parece mentira que Roca permita esto. Suele dejarse los toros bastante crudos pero quizá no quería otro Juguetón...



Clavaron los seis palos en el lomo. El torete estaba loco por salir del redondel. De rodillas lo arrolló:



Embestida desaboría, sin mala idea pero sin posibilidad de lucimiento... para un torero vulgar. De un gran maestro como él esperábamos que corrigiese algo sus defectos y sacase petróleo pero no hubo tal. 

Estocada caída y pasada saliéndose ligeramente pero apuntando con el palillo al morro, como debe ser. Hay que tener mucho valor para estirar el brazo izquierdo de esa manera. Precisamente valor al entrar a matar es lo que falta a todos los que pegan el telonazo:




ZULUETA. El de la alternativa era otro colorado oscuro, casi retinto, ojo de perdiz, bocidorado, bragado, meano corrido, axiblanco, rebarbo y bien encornado:



Lanzada en la paletilla y salida tapada. En el segundo, ovación por un alfilerazo.

El torito era ideal para hacer el toreo güeno aunque no iba a durar. El trasteo de Zulueta lo encontramos demasiado académico (no queremos poner ortopédico) y encima abriendo la puerta mucho más de lo debido:



Gustó más al tendido y a los televisivos que a nosotros. No pega el telonazo pero pincha caído. Dos más y esta estocada también caída. Jugando en casa tenía una oreja cortada casi sin bajar del autobús y la perdió:



El sexto era un negro bragado, ensillado, bajo de agujas y de no mucho respeto:




Lanzada un poquito trasera según el locutor. Vean abajo, hay que ser desahogado... Lógicamente al segundo no quería ir y eso que había empujado a conciencia. Cobró trasero de nuevo y se fue:



El toro en la muleta pasaba por ahí, topando y distrayéndose. Poca cosa. Estocada trasera y caída sin telonazo pero tirando la muleta y saliendo perseguido. Muerte en el tercio:



Zulueta lo va a tener todo de cara en Sevilla y si no, al tiempo. Su toreo no nos dijo nada pero eso en este mundo tan falso de los toros no quiere decir nada. Aquí no siempre llegan arriba quienes más lo merecen y el sevillano tiene muy buenos padrinos y al público maestrante a sus pies. Muy mal tendrá que hacerlo para desaprovechar semejante viento de cola.

Morante trazó dos naturales muy hermosos y se echó de rodillas en tablas. Nada más, muy pobre bagaje. 

Y de Roca dirán lo que quieran los críticos paniaguados o los admiradores del maestro pero ayer el tal Juguetón lo dejó retratado. Y era un toro de Núñez del Cuvillo, ¿eh?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa



1 comentario:

  1. Gran crónica como siempre, Rafa, es cierto que lo de juguetón me pareció muy curioso porque era muy listo, no quería nada con los capotes pero al caballo y a banderillas me pareció excepcional, nunca había visto algo así, aunque es probable que sea porque hace 2 años retorné a esta afición. Un saludo desde México

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