domingo, 20 de noviembre de 2022

¿POR QUÉ SE PICA SIEMPRE TRASERO?

¿Son los picadores tan malos como aparentan? ¿Por qué quienes les pagan son tan necios de consentirles que les descompongan los toros? ¿Sería evitable la carnicería que vemos cada tarde en el primer tercio?

Recordarán ustedes que en esta entrada resolvíamos la duda de por qué todas las estocadas caían traseras. La razón era que los diestros se sienten más seguros llevando la mano alta. A la vez, pegan el telonazo y luego no cruzan porque el instinto les dice que hay que salir de allí lo antes posible. Eso es un gran error ya que por donde hay que salir es por la puerta de atrás, o sea, por la penca del rabo (recuerden esta otra entrada). Juli ha conseguido un dominio total de esta colección de alivios. A ver quién de ustedes recuerda una estocada suya que no haya caído trasera.

Pero a lo que íbamos: ¿por qué el 98% de los puyazos caen traseros? Nos negamos a pensar que todos los picadores sean así de malos. Observen esta foto de la serie que nos ha cedido el maestro Moore y díganme si este picador no está apuntando deliberadamente atrás:



Llovía sobre mojado porque miren dónde había caído el anterior. ¿Simple coincidencia?, ¿mala suerte?



Entendemos el accidente en uno como Réhabi, que siempre intenta clavar por lo menos en la yema (que ya sería atrás). Aquí lo tienen en Tafalla:



Pero es que se pueden contar con los dedos de una mano los picadores que no clavan trasero. El drama, en nuestra modesta opinión, es que lo hacen deliberadamente como intentaremos demostrar.

Para ello hemos sostenido este diálogo IMAGINARIO con un picador en activo. Empezamos nosotros:

- No puede ser que ustedes sean todos tan malos y por eso claven siempre trasero o en el lomo

- Pues claro que no, ¿qué te has creído?

- Es que incluso en las ocasiones en que marran, cuando tienen el toro abajo en el peto, ahí quieto y metiendo la cara, le clavan en el espinazo.

- Claro, es porque buscamos nuestra seguridad

- ¿Le parece poca seguridad montar un caballazo monstruoso protegido por un peto acorazado?

- Toda la seguridad es poca cuando hay un toro delante. ¿por qué te piensas que siempre nos hemos negado a cualquier reforma tanto de la puya como del peto o del peso de los caballos? Mira lo que le pasó a Mejía a puerta cerrada (tiene razón, recuerden aquí).


David Mejía, El Marqués

- Y ¿qué tiene que ver su seguridad con clavar trasero?

- Es una cuestión de ángulo.

- A ver...

- El objetivo es castigar al toro para que el diestro no nos pueda echar en cara que ha quedado crudo, ¿no? Pues partimos de que para ello da lo mismo dónde clavar porque ¡todo es toro!

- Pues claven en el morrillo, hombre. El animal no sangra tanto, se descompondrá menos su embestida y no le lesionarán órganos vitales.

- Ya... pero el ángulo al clavar delantero es superior a 50º y eso hace nuestra posición en la montura más vulnerable. Fíjate en esta imagen clavando atrás. El ángulo que forma la vara es de unos 45º y eso permite al picador asegurarse encima del caballo mientras pincha:



- ¿Y si se pica delantero?

- Entonces el ángulo es mucho mayor y corres el riesgo de no estar bien apalancado en la montura. Podrías perder el equilibrio e irte al suelo. Como al fin y al cabo se trata de castigar, pues se castiga trasero que para nosotros es más cómodo y, repito, más seguro. Mira aquí cómo el francés ha pinchado delantero y tiene ciertos apuros para mantener el equilibrio. Compara el brazo que pica con el de la foto anterior:



- Pero eso es un desastre primero para el toro, después para el matador y, en definitiva, para el espectáculo en general...

- ¿Y qué? Oye, tanto que hablas, súbete tú.


El diálogo es todo imaginario excepto la última frase, que nos la espetó personalmente un picador cuando intentamos hablar con él de la suerte de varas. ¡Fue lo primero que nos dijo antes de iniciar la conversación!

Pues efectivamente, párense a pensar en lo que nos ha dicho ese piquero imaginario. Lo vimos claro en la novillada de Montealto en Las Ventas, recuerden aquí. El picador Ángel Rivas intentó clavar delantero por dos veces y en ambas ocasiones estuvo a punto de saltar de la montura y caer encima del toro. Y eso a pesar de no marrar. Simplemente la embestida del toro hizo que el ángulo al clavar fuese de 80° y casi pierde el equilibrio en el caballo. 

Parecido al picador de Alberto Aguilar aquí abajo. No pica trasero y su posición en la montura se ha vuelto muy insegura ante el empuje del resina:



Nunca le puede pasar eso a Sangüesa aquí:



El ángulo con el que han clavado ambos es totalmente diferente respecto a la horizontal que marca el toro, ¿lo han visto?

Recuerden otra situación que hemos sufrido muchas veces: el toro está colocado en la raya y como no se arranca, el picador le echa el caballo encima pinchándole para que se mueva y el público protesta. Pues incluso en esa situación, con el toro completamente parado, le clavan trasero con total desvergüenza para mantener ese ángulo de comodidad con la vara.

Vemos otro ejemplo, en este caso de la corrida de Guadalix. Máxima seguridad picando de esa manera para el piquero o carnicero, que ya me dirán ustedes si no ha acertado con gran puntería donde ha apuntado:



La verdad es que para clavar delantero y compensar ese ángulo tan grande que te puede desequilibrar, hay que dejar que la vara resbale en la mano algo más que si clavas atrás y, sobre todo, estar ágil en la montura. 

Ambas cosas, especialmente la segunda, intenta hacer Réhabi. Por eso es capaz de picar delantero ya que se levanta en el momento del embroque para compensar ese ángulo digamos que peligroso para él.

La situación se torna aún más peliaguda si el toro se viene de lejos y pega el topetazo. En ese caso, la seguridad, o comodidad, del piquero implicaría clavarle bien trasero para compensar su fuerza manteniéndose fijo encima del caballo sin problemas. Ahí ven a Rodríguez masacrando uno de Saltillo en Céret:



Por eso tuvo tanto valor lo que hizo Gabino en San Agustín de Guadalix. El de Penajara se le vino de lejos y él se jugó su posible caída clavando delantero. Y no hablamos del batacazo hacia atrás sino de haber salido despedido por delante como casi sucedió con Ángel Rivas. Pero es un deportista, como decíamos aquí, y tuvo agilidad para levantarse sobre los estribos y compensar el gran ángulo con que clavó.

Está claro que todo el mundo que puede busca la comodidad en su trabajo. El torero prefiere unas ganaderías a otras, el banderillero intenta clavar a toro pasado y los matadores buscan todo el alivio posible en la estocada. El picador no iba a ser menos. A pesar de la inmensa ventaja de que goza subido en su catafracto, lo de clavar trasero le asegura tener un buen punto de apoyo con el ángulo perfecto para apuntalarse firme en la montura y no tener ningún susto.

Lo resumimos con las líneas que hemos superpuesto a la siguiente imagen. Está claro que es más cómodo, fácil y seguro para el caballista picar con el ángulo rojo que con el amarillo, que sería el correcto:



Vean abajo el apuro de Réhabi clavando totalmente diferente. Tiene casi medio trasero fuera de la montura mientras que el anterior estaba sentado más confortablemente que en el sofá de su casa. Comparen con el de arriba:



Y que no salga ningún piquero a decirnos que no se puede picar en el morrillo. Su presidente, David Prados, demostró en la pasada feria de Vic que eso es una falacia, aquí lo tienen:  



No sabemos si nuestra teoría les habrá parecido plausible. Por cierto, pensarán que estos puyazos traseros menudearán más ante toros de ganaderías duras. Pues no necesariamente ya que cobran todos por igual.

Hay corridas como la última de la Prensa en Madrid que fue un nauseabundo festival de lanzadas traseras, recuerden aquí y miren las imágenes. Sabemos de buenísima tinta que Victorino se quejó amargamente de aquella vergüenza pero lo hizo en la intimidad y sin micrófonos. De puertas afuera, el presidente de la Fundación tiene que vender que estamos en el país de las maravillas taurinas.

Pero es que toros de ganaderías comerciales que sólo reciben el monopuyazo o el monopicotazo también son alanceados en el espinazo ya que el picador de turno sigue buscando esa seguridad que comentamos. Y ojo porque hay ganaderías como Juan Pedro o Garcigrande que en su única entrada al caballo empujan a conciencia, más que otros hierros supuestamente toristas. Observen éste de Garcigrande en el único puyazo que recibió aquel día:



Julio Fernández, amigo del blog, nos confirma el drama de clavar trasero:

Los puyazos traseros seccionan arterias intercostales, que vienen directamente de la arteria aorta, vaso de más calibre del cuerpo, y también venas intercostales. El problema es que las venas y arterias intercostales están a milímetros del pulmón y esos puyazos más veces de la cuenta, perforan la cavidad torácica.


Y antiguamente sin peto ¿qué pasaba? Pues que lo de asegurarte en la montura ni se planteaba porque más del 40% de las varas terminaban en una caída, tanto si picabas trasero como delantero. Recuerden a Gallito gritando a su picador: ¡Camero, delantero! Si obedecía, podía acabar en batacazo y si se le iba atrás la vara, también. Por eso seguramente antes sí se daban puyazos delanteros que hoy han desaparecido buscando esa comodidad del piquero.

¿Cómo cambiamos esto de picar trasero?

En los banderilleros, la cosa sí que mejoró gracias a la cuadrilla de Castaño: Galán, Sánchez y Adalid se encargaron de brillar en el segundo tercio, que languidecía y se hacía insoportable en aquella época. Actualmente goza de muy buena salud.

En los picadores, no vemos la solución tan clara. Se niegan tanto a usar la puya de Sales/Fernández como a cualquier mínima reforma en la suerte a fin de equilibrar la lucha contra el toro. ¿Cómo van a dejar de clavar trasero si eso les garantiza volverse a casa minimizando riesgos con esos 400 ó 500 euros ganados fácilmente en un combate tan desigual? Su objetivo es quebrantar al toro pinchando donde sea y sin sufrir sobresaltos encima de la montura, no hay más. Aunque por un milagro se impusiera una puya menos dañina seguirían clavando en el lomo.

¿Ustedes creen que los picadores se habrán picado con Réhabi tras lo del año pasado en Guadalix e intentarán emularlo? Ni de broma. Lo han puesto a caldo de manera inmisericorde por dejarlos en evidencia. 'Ése sólo busca lucirse él', repiten. Anda, ¿y qué buscan Fernando Sánchez, Curro Javier o Ángel Otero cuando parean con brillantez? Pues lucirse ellos y de paso dar lustre a la fiesta. Pero con los de a caballo no hay manera dado que tienen la espada de Damocles de que el diestro que les paga los pueda acusar de haber dejado crudo el toro y los mande al paro.

Como ven, la cosa tiene difícil arreglo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


21 comentarios:

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    1. Me alegro. Sería perfecto que usted fuese un picador en activo.

      Saludos

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  2. Buenas Rafa .

    Una vez más creo has dado en la tecla. La solución es muy difícil y pasaría por que los matadores obligarán a sus picadores a cruzar esa línea de seguridad . El que no esté de acuerdo pues a su casa y a trabajar 8 horas al día 5 días a la semana con todas las medidas de seguridad reglamentarias por ley .

    Otro tema a tener en cuenta es el físico de los picadores , muchos están pasados de kilos y aunque sean buenos caballistas esto les impide cruzar esa línea con una cierta garantía . Luego ves a un recortador que no es profesional y cobran 4 perras entrenando para mantenerse en línea, ¿ como se come eso ?

    Saludos

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    1. Un recortador se lleva entre 150 y 200 euros por participar en un concurso mientras que un picador se llevará entre 300 y 400 por pinchar un toro la mayoría de las veces con un riesgo mínimo. El alcalde de Villaseca se quejaba de que se embolsaban más dinero que el propio novillero.

      Tan sólo en Vic, Céret o una concurso de Madrid tienes conciencia en el tendido de que el picador se está ganando medianamente bien su sueldo. En cualquier otro sitio, la lucha es tan desigual que quien da pena siempre es el toro.

      Y si el toro en lugar de dar miedo da pena, es que estamos en algo que no tiene nada que ver con lo que fue la tauromaquia en su origen.

      Saludos

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  3. Gracias por el artículo.
    Has demostrado matemáticamente el truco de los varilargueros.
    No he montado nunca a caballo, pero imagino que para ponerlo delantero hay que estar en forma y poder levantarse rápido del caballo para estabilizar la carga del golpe.
    En fin, ojala hubiese muchos Rehabis o Marqueses.
    Yo pondría en el reglamento:
    Aquellos picadores que opten por picar trasero por norma, cambien su chaquetilla en oro, por una de Chandal del Carrefour.

    Un saludo

    Frascuelista

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    1. Yo doy mi paseo a caballo seis o siete días a la semana y muchas veces pienso lo que tiene que ser ver venir de lejos un toro con toda su fuerza para pegarte el topetazo.

      Hay que ser muy valiente para intentar hacer las cosas bien cuando delante hay un toro de verdad. Por eso en nuestro modesto blog siempre intento ensalzar a los que se esfuerzan y criticar a los que se alivian. Y eso vale para la suerte de varas, la de banderillas, el capote, el trasteo de muleta y la estocada.

      En otros sitios que hablan de toros les da igual ocho que ochenta y eso es un ultraje para los que arriesgan el doble queriendo hacer las cosas bien, empezando por los picadores.

      Saludos

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  4. Mi teoría es que no quieren lucirse ( hacer bien su trabajo ) por qué no se lo creen ni la importancia del tercio ni la que le da el público ( ninguna ) date cuenta que muchos picadores son mayorales en ganaderías y esto evoluciona como la tauromaquia .. si degenera el tercio de varas en las corridas y novilladas también lo hacen en las ganaderías en las tientas .. es algo que va unido .. con la salvedad que en una tienta se puede quedar si quieren vivo el bicho o la bicha y se andan con más cuidado de no destrozarlo aparte que el tamaño varía mucho en una tienta a lo demás .. sumale a lo de que no se creen importantes y tampoco lo intentan por eso... Sumale a la falta de fuerzas y poder de toros y novillos y va en consecuencia a eso .. si no valen para un tercio de varas en condiciones pues .. más los caballos .. pueden ser muy grandes si , pero por lo menos que estén bien domados y sean toreros cosa que no pasa casi cualquier caballo percherón ya por serlo vale para una cuadra de picar y la doma pasa a un segundo plano y es más difícil picar bien por su falta de doma a eso sumale que cada vez también vale cualquiera para picador .. y se ve esas dos cosas en muchas tardes .. que picador sabe mover al caballo ? Que caballo cita con los pechos al toro ? Que caballo sabe aguantar el embite perdiendo pasos ? Muy pocos .. en San Agustín se vio .. un gran picador como rehabi que sabía mover al caballo , citar y torearlo a caballo y clavar en el sitio .. sumale a un caballo ligero muy torero que aguantaba como un cosaco la pujanza del toro , sabía moverse y aguantar con valentía .. parecía de rejoneo .. pero 100 años antes y después es más o menos igual .. antes se cogían caballos viejos para mandarlos a la muerte , caballos que por supuesto no eran de picar no estaban entrenados para ello y picadores que causaban casi las mismas bajas que los caballos de los batacazos de irse al suelo .. cuantos se quedaban en la enfermería ? ... Antes se veía el topetazo y el derribo y no existía pelea puesto que estaba muy desiquilibrada la balanza en favor del toro y ahora en el otro extremo es al revés .. así es imposible .. se pica mal porque no se pide que se pique bien .. y lo que cobran los picadores rafa es 3 4 veces más de lo que dices .. depende un poco de los grupos y festejos pero sus 1.200 o más no sé los quita nadie .. un saludo, Iván!!!

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    1. Hace usted una disección de la suerte de varas en su conjunto. Mi opinión la expliqué aquí:

      http://toreoenredhondo.blogspot.com/2016/11/sobre-la-suerte-de-varas.html

      Por cierto, en la primera foto que verán allí el picador terminó en el hospital con una pierna rota (el toro es de Aguirre).

      En esta entrada me limitaba a la cuestión de por qué coincide que más del 90% de los puyazos se vayan traseros.

      Respecto a lo que cobran, lo que me han dicho no es tanto como usted dice aunque o igual me han engañado o es posible que en una feria de postín sí cobren lo que comenta, no lo puedo confirmar.

      Saludos.

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    2. De postín y no tan de postín .. me parecería bien pagado si hacen bien su trabajo si no habría que cobrarles a ellos .. si , se que es de los puyazos traseros pero creo en mi opinión que se debe a los cúmulos que e comentado en que se pique tan mal .. varias situaciones que llevan a esa desgana que caiga donde sea .. no creo que tengan en la mente pinchar en la espina pero sí que caiga donde sea por qué les suda los cojones y lo mismo les da donde caiga la puya .. fijate su propio desconocimiento si la tiras trasera para agarrarse tienen la vara más perpendicular que vertical osea dependen más del toro que de la vara para equilibrarse pero se valen de que la mayoría de toros no apretan por falta de fuerzas y de casta pero fíjate que cuando lo hacen los problemas que tienen para agarrarse y defenderse con la vara y el caballo estando tan vencidos hacia el toro en cambio en el sitio ( más vertical ) pueden hecharse más encima , estar más rectos en el lomo del caballo y no estar tan descabalgados .. en teoría con una puya delantera , en el sitio el picador está más firme en la montura y con un agarre mucho mejor de la vara para equilibrarse al no llevarla tan tirada atrás pero para eso hace falta estar atento rápido y apuntar para que caiga delantera y eso influye mucho lo malos que son , su desgana y las domas tan nefastas con esos caballos que reaccionan segundos después de darles la orden .. un saludo, Iván!!!

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    3. Iván, entiendo que donde dices” perpendicular” quieres decir “ horizontal”.

      Un saludo

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    4. Exacto , me hice un lío .. quiero decir horizontal , un saludo , Iván!!!

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  5. Lo dicho por Iván es cierto y creo que todos tenemos esa imagen del gordo picador que habiendo tempranamente picado trasero -antes de que el toro se estrelle contra el peto-, es derrumbado fácilmente con su caballo como si de un pastel inconsistente se tratase.

    Pero pienso que son más los casos en que el picador -gordo o menos gordo- deja que se empotre el toro bajo el faldón del caballo y picando trasero logra gracias al “zambullirse” el toro en el traidor mar del peto y el caballazo, convertir la horizontal del palo en vertical y es entonces cuando cerrando la salida del toro y con ese palo más vertical acomete el picador su repugnante hacer.

    Otra cuestión no hablada: cómo se explica la poca sensibilidad del aficionado actual hacia algo tan desagradable e innoble como el picar actual con su exagerada sensibilidad hacia las verónicas de Morante o Pablo Aguado.

    ¿No será sensiblería del público actual en modalidad distinta - pero igual sensiblería- que la que manifiesta el hombre mascotista urbano?

    En definitiva, ¿no estaremos ante la invasión del hombre sensiblero sea Taurino o anti, pero en cualquier caso incapaz de aceptar la sublime verdad del toro de lidia?

    Un saludo.

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    1. Esa comparación que hace usted sobre el mar sirve para nuestra sociedad buenista, animalista y en el fondo infantil que nos ha tocado vivir.

      El morantista se deshace de gusto con las verónicas del maestro o con su muleta y a la vez le da igual la suerte de varas porque interpreta que es un trámite para que luego el diestro exprese lo que lleva dentro.

      Y lo que comenta de la vara es verdad porque se ensañan con la puya vertical cuando el toro está debajo pero antes han clavado trasero para asegurar su posición en la montura como digo en la entrada. Una vez que están firmemente asentados y no han tenido ningún sobresalto empiezan a recargar y barrenar y alguna vez rectifican la lanzada trasera que han pegado y la ponen un poco más adelante. Y siguen masacrando.

      Saludos

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  6. Mi teoría la has explicado anteriormente, tienen miedo a que el matador les deje en el paro. Actualmente se quiere torear en el caballo lo que no se quiere torear con la muleta. Aquí en Madrid es norma general dar cera en el primer puyazo y después ya se verá qué hacer en el segundo. Pero el guion está muy claro, dejar al toro con las fuerzas justas para aguantar el último tercio sin que tenga sobradas fuerzas para inquietar al matador. De ahí el escandaloso comportamiento del subalterno levantando el capote para que el toro no se derrumbe como un castillo de naipes.
    Prácticamente el 95% de los puyazos se hacen tapando la salida y barrenando si es menester. Es algo que ya se ha instaurado. Lo peor es que he visto aplaudir a picadores que, aun ejecutando la suerte medio bien, cometen esas afrentas ante el toro. Si encima ven que les aplauden, ¿por qué no iban a cometer tal atrocidad? Todos salen ganando, el picador es aplaudido y deja al toro justo como quiere el que le paga. Todos contentos y además contando con la colaboración de una presidencia que no cambia un toro ni a tiros.
    Lo peor es que una buena parte del sector crítico sigue espetando el “picador qué malo eres”. Si en vez de protestar al picador, se protestase y reclamase al matador mientras se está ejecutando la suerte de varas, yo creo que algo cambiaría. O simplemente a ese matador no se le premia porque se ha enfrentado a un animal mermado en su condición física con premeditación y alevosía.
    Saludos Rafa.
    Aficionado venteño.

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    1. De acuerdo en todo, lo que pasa es que usted se centra en la barrenada y la carioca. Eso es posterior a la teoría de mi entrada, que es el sitio donde clavan para asegurar su posición en la montura. Una vez que se sienten seguros es cuando empieza la carnicería que usted ha relatado perfectamente.

      Le confesaré una cosa. Yo no soy de dar voces en la plaza y a lo sumo puedo pegar cuatro o cinco en todo el año. Suelo hacerlo cuando algo me saca absolutamente de quicio, por ejemplo que alguien esté dormido en un quite en el segundo tercio o que un subalterno provoque el remate del toro en el burladero.

      Pero el grito más indignado que pegué esta temporada fue en Vic. Me hirvió la sangre al ver cómo López Chaves ordenaba a su picador que matase su segundo toro con la puya. Con el tercio cambiado llegó a echar el caballo encima para volcarse sobre la vara y asesinar al de Escolar en medio de una bronca monumental con lluvia de objetos.

      Cuando ya se había ido el picador y se calmaron los ánimos, en medio del silencio que se hizo, yo grité: ¡¡LA CULPA ES DEL MAESTRO!!

      Se oyó hasta fuera de la plaza aunque a Chaves, ese torero inconcebiblemente mimado en esa plaza, le entró por una oreja y le salió por la otra.

      Saludos

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  7. En el mundo de la crítica taurina, ¡son contados los que aciertan y señalan con tanta justicia y con tanta razón este descarado y nefasto defecto de picar trasero como Vd., Dn. Rafa! Enhorabuena.

    ¡Hace falta indicarlo!, incluso con fotos tan elocuentes, con geometría y con sangre como lo acostumbra Vd., con penosa evidencia. ¡Ja!... con razón su diálogo imaginario e inevitable.

    Vaya contraste con la suerte de picar de antaño, aquellas imágenes vetustas cuando se justificaba el oro en la chaquetilla del jinete, cuando se saboreaba su profesionalismo, su valentía y su arte. Tiempos de sazón y orgullo mutuo entre el matador y los picadores de su cuadrilla; y hasta del público que a menudo rechiflaba el tercio de varas salvo a los reconocidos héroes de éste, hoy una verdadera rareza.

    Esta necedad actual de picar en la penca la ha demostrado Vd. en varias entradas y en múltiples ocasiones -en realidad pocas al compararlas con la vergonzosa cantidad de incidencias de parte de los pícaros y de los pillos del castoreño. Para muestras los botones que incluye Vd. aquí, p. ej., del respetable maestro Mejía, El Marqués (lástima del percance que le ha afectado el físico).

    Esos enormes caballos de Troya, la alevosía del picador moderno, y sobre todo la frecuencia con la que se repite este insulto e infamia... caramba, ¡bien hace Vd. en dedicar esta entrada con todo y título en contra de este crimen! Repito, hace falta, al menos que sirva de espejo para dichos picadores, que sepan que se les llama a cuentas, aunque quizá a la mayoría les importe un bledo. Triste cinismo.

    ¿Es que están coludidos los picadores con los Antis para apresurar los últimos capítulos (o párrafos) de la Fiesta?
    Mil gracias maestro. // Atte., Torotino

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    1. Lo que usted comenta hace que me venga a la memoria algo que pienso a menudo.

      Se trata de que la fiesta de toros es el único espectáculo donde él público tolera abusos vergonzosos como es el desarrollo de todo el primer tercio.

      En el fútbol nadie consentiría que saliesen jugadores con barriga que no pudiesen correr. En el teatro no se aceptaría que un actor olvidase parte de su papel. En el mundo de la música se protestaría a un director de orquesta que se pierde en la partitura y no dirige como Dios manda.

      En cambio en los toros se traga con todo, fundamentalmente porque los críticos paniaguados viven también del cuento dentro del mundillo.

      Saludos

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  8. "Pero es que se pueden contar con los dedos de una mano los picadores que no clavan trasero. El drama, en nuestra modesta opinión, es que lo hacen deliberadamente." - Dn. Rafa

    Si los toros pudiesen hablar y formar un sindicato respetable, serio, uno de sus primeros temas en la anual y venerable agenda sería este mismo que ha colocado Vd. aquí en portada de primera plana: 'Viles picadores sinvergüenzas, traseros, so canallas... ¡fuera! Multa moledora a los matadores que esto fomenten.'

    No digamos que la razón de los toros fuese que les cale la puya en el lomo, sino por el penoso detrimento del tercio. "Viles picadores, ¡fuera!"

    // Atte., Torotino

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    1. El reglamento taurino Nacional contempla posibles multas a los picadores en su artículo 72.4. Copio:

      "Cuando la res acuda al caballo, el picador efectuará la suerte por la derecha, quedando prohibido barrenar, tapar la salida de la res, girar alrededor de la misma, insistir o mantener el castigo incorrectamente aplicado. Si el astado deshace la reunión, queda prohibido terminantemente consumar otro puyazo inmediatamente".

      Estas infracciones se vieron más de una vez en cada tarde del pasado San Isidro y fueron más de treinta con lo cual deberíamos haber tenido un mínimo de cincuenta multas.

      ¿Cuántas hubo? La primera plaza del mundo...qué risa.

      Saludos

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  9. Buenas tardes Rafa. Te he leído, y no te negaré que me esperaba alguna conspiración judeomasonica, no pensaba en algo tan mundano como la seguridad de los picadores.... Además, viendo el primer comentario, chitón. No obstante, querido Watson, me surgen otras dudas, dudas en base a lo que solemos ver más que a menudo. Hay demasiadas tardes donde los toros no es que queden picados , quedan inutilizados para torear, además toros francos y boyantes con los que lucirse el torero. Esta es mi intro, después de esto pienso,¿ cobran siempre los picadores el mínimo ? por que si actúan tal como tu mencionas, cosa que no dudo, pero los resultados suelen ser casi siempre una auténtica mierrrda, a mi , me da que no cobran. Es una especulación total, pero si cobran, los gritos de las broncas se oirían desde aquí en Thies. Por que hay muchisimos toros destrozados por la incapacidad de los picadores, y les estropean el toro para el torero. Y este no se luce, y todos nos enfadamos con el, y , por que nos hemos vueltos unos pusilánimes , si no, habría puestos de tomates podridos en las puertas de las plazas para ponerles finos, que merecido lo tienen.
    ¿ Que opinas Rafa?. Bueno, ya dirás si se puede decir, o no dirás y se te podrá interpretar.
    Un saludo.
    Kaparra
    Fin.

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    1. Es verdad lo que usted dice pero creo que el torero transige con que el picador le pueda estropear un toro ante la posibilidad de que si se le queda crudo, le deje en evidencia.

      Hay veces en que el picador ve que el torero no está en buen momento y por su cuenta y riesgo pega la paliza al toro sin recibir órdenes directas del diestro para así hacerle un presumible favor.

      Y respecto a cobrar yo pienso que cobran siempre a no ser que alguien más metido en el mundillo que yo me desmienta.

      Saludos

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