CÉRET DE TOROS, 2023 (4). SALTILLO: SÓLO HUBO UN SALTILLO

Al final del festejo un amigo venía a preguntarnos qué nos había parecido la corrida de La Quinta. Nosotros respondíamos si había sido de La Quinta o de don Joaquín Buendía... El primero fue el único que hizo honor al hierro del marqués. Empujó más en el caballo este tal Jilguerón de abajo que toda la corrida de Peñajara. 

Los otros cuatro lidiados oscilaron entre el que pareció malo por culpa de Castaño y el bonancible cuarto, un Caraconcejo ideal para hacer el toreo güeno. En el caballo, poca cosa. Eso sí, fueron todos duros para morir.

Decimos cuatro porque el quinto fue devuelto sorpresivamente por la presidencia sin que muchos sepamos a estas horas el motivo. Lo sustituyó un toro de Los Maños, a quienes ha tocado la lotería porque la novillada de hoy será íntegramente suya y no de Paloma.

SÁNCHEZ VARA. El primero era negro entrepelado, bragado axiblanco, carinevado y astifino, ovacionado de salida:

Ya hemos dicho que en el caballo empujó más que toda la corrida de Rubio entera aunque en la tercera entrada se soltó. Nos las prometíamos felicísimas.

Banderilleó el maestro destacando el segundo par y ya saltaba a la vista en el segundo tercio que el toro era pronto y muy vivo. En la muleta repetía sin ser tonto, buscando lo que había detrás de la tela. Si no es Vara, cualquier otro torero va a la deriva pero él lo mantuvo a raya, eso sí, sin arrimarse más de lo reglamentario. 

Conste que no le ganó la partida sino que le concederemos unas generosas tablas. Lo mató de una media tendida y trasera más ocho descabellos, siendo desarmado en los dos primeros. Aplausos merecidos al toro.

Su segundo fue este cárdeno salpicado, veleto y caribello:

Ya han visto por dónde le caía la sangre, ¿no? Es que el piquero protagonizó una pestilente carnicería en cuatro entradas, con pelea vulgar del toro. Observen por el otro lado, ¡qué desastre!

 

Puso dos buenos pares, especialmente uno a lo Menuhin en la puerta de chiqueros. El problema es que tienen que pegarle cincuenta capotazos al toro hasta que lo ponen donde solicita el maestro. ¿Recuerdan los más talluditos cuando Esplá lo iba colocando moviéndose él a cuerpo limpio solo en el ruedo?

Brindó al Fundi. Había visto que el toro era obediente y pasaba por allí sin molestar. El problema del guadalajareño es que ante este tipo de animal es un torero que no interesa. El gran misterio de la crianza del toro bravo hizo acto de presencia ya que con la carnicería infecta que habían perpetrado con el pobre animal, luego se comportó como una ursulina.

Fue curioso ver cómo le silbaron un destoreo exactamente igual al que habían aplaudido a Cortés el día anterior. Todo transcurrió militando en la ultraderecha. Cuando se echó la mano a la izquierda, con visible desconfianza y ayudándose del estoque, en el segundo pase el toro le rasgó la taleguilla. Media tendida al encuentro con derrame y bella muerte del toro. Dio una vuelta por su cuenta ignorando las protestas.

CASTAÑO. Su primero era un cárdeno claro, bragado, listón y cornivuelto:

Como Sandoval pequeño había ganado el premio el día anterior sin picar, aquí repitió la operación del picotazo, con la agravante de que el presidente cambió el tercio con dos entradas. Le salió mal la jugada porque el galardón quedó justamente desierto. 

Bien Galán bregando, como ven. Luego el salmantino brindó a Rubio:

Erró en un inicio muy malo permitiendo que el toro anduviera a su aire. Fue el preludio de una faena donde el que mandó fue el toro. Es que por cada paso que daba el diestro hacia adelante inmediatamente retrocedía cinco mientras el tal Cazafiera se venía arriba con chulería. Perdió la batalla por nocaut técnico sin que nos diera la impresión de que el toro hubiera sido un saltillo de verdad.

Acabó con una sorprendente estocada arriba ejecutada a la velocidad del rayo pero cruzando bien aunque embarullado, observen sus pies:

Fíjense en que está perfectamente colocada. En todo San Isidro no vimos ni una ahí. Le valió una oreja barata.

El quinto fue el toro de Osborne, un negro mate, bragado y cornalón, de 610 kilos que equivocadamente nadie quería en el sorteo pero al que en el campo pegaban sus hermanos y eso es indicio de buen juego después en el ruedo:

Mientras daba un juego vulgar en el caballo empezaron cuatro protestas por una supuesta blandura. Sin que se fuese al suelo ni una sola vez, el presidente sacó el verde para evitarse problemas. Nadie lo entendió, el que menos, Carreño.

Al terminar fuimos al palco a pedir explicaciones y se nos dijo que no estaba inválido sino que tenía una lesión en el pie derecho, muy difícil de ver por el público pero lo hemos devuelto porque estamos para defender al aficionado... Casi aseguraríamos que los pocos protestantes eran todos españoles, incluso alguno vino provisto de pañuelo verde, cosa nunca vista en esta plaza.

Salió este sobrero de Los Maños, negro salpicado, con morrillo, que en varas acudió sin tardear pero en el peto no destacó especialmente sino que cumplió a secas. 

Brindó el maestro al Club 3Puyazos. Vio que el toro se venía pronto a pesar de que flojeaba de remos mucho más que el devuelto. Castaño se encontró a gusto y se puso pinturero toreando de salón y sacando naturales con buena estética como éste. Es de los poquísimos toreros actuales que interesa más con la izquierda que con la derecha:

Terminó con esta honda perpendicular y pescuecera saliendo perseguido:

SOLERA. Su primero era un cárdeno claro, listón, cornivuelto y enmorrillado:

Acudió como un relámpago al caballo sólo en el primero pero la pelea en conjunto la emborronó a base de repucharse e irse suelto. Conforme se repuchaba, De Pedro le echaba el caballo encima aunque le pegó mucho menos de lo que acostumbra. Buena brega de Omar:

Se vio al vuelo que el toro era noblón y flojo, un buendía para torear a menos sesenta pulsaciones, lo que decíamos al principio. En el haber de Solera pondremos que no permitió que el toro puntease la tela y en el debe, que toreó hacia atrás. 

Al final asistimos al milagro de verle dejar una estocada entera desprendida perdiendo la muleta, con dos descabellos y el toro que se echó al escuchar el aviso.

El sexto se llamaba Viergado y era un cárdeno claro, salpicado, calcetero de pies, facado, playero y cornipaso:

Lo mejor que hizo en el primer tercio fue irse como un tren nada más ver el caballo pero aprendió rápido que no daban caramelos y entramos en un pegapuyacismo un tanto absurdo. Esa mano izquierda sobra:

Por el derecho se ceñía y Solera lo vio rápidamente, o sea que toreó siempre con la izquierda. El problema fue que el de saltillo era desaborío y la cosa languideció sin remedio. 

Para ver a Solera dejar en la misma corrida dos estocadas hasta el puño no es que haya que ser de la cuadrilla sino que eso ¡aún no lo había visto nadie! El caso es que hundió la espada pasada y un poco cruzada aunque necesitó cinco descabellos a punto de que sonara segundo aviso. Para dos estocadas que pega, los toros no se le mueren, hay que ver...

En la tertulia no apareció el ganadero sin que se sepa el motivo. Es algo insólito porque siempre van. La ADAC lo invitó pero hizo mutis. 

Se preguntó al presidente ceretano si estaba de acuerdo con que habíamos venido a ver seis saltillos y nos habíamos tenido que conformar únicamente con uno, el primero. Esto respondió:

Es verdad que la corrida ha sido más facilona de lo esperado. Nuestra idea era mostrar una corrida de Saltillo con pánico, difícil, áspera... pero ha habido demasiada nobleza... Habría que preguntar al ganadero sobre la sangre...

Hombre, el ganadero en estos momentos puede que esté mucho más preocupado por los problemas sanitarios recién surgidos en su vacada. La ADAC tenía otra corrida andaluza en la recámara porque hasta última hora no se confirmó el embarque de ésta. ¿Habremos asistido en Céret a la última corrida de Saltillo?

Esperemos que no aunque si continúa su andadura, que es lo que deseamos, le rogaremos que lo que críe sean saltillos y no buendías chochones. En Céret queremos los toros de guerra que demandaba el llorado Fourquet. Y Saltillo los tiene... o los tenía, como pueden recordar pulsando aquí.

Saludos cordiales desde Céret. Rafa.