Uno de los escasos pero muy selectos lectores de nuestro modesto blog nos mandaba esta foto de la estocada de Urdiales, sabedor de que tenemos tan poca afición que ignoraríamos lo sucedido en Bilbao. Efectivamente, acertó de pleno acerca de nuestra despreocupación y además nos picó la curiosidad por ver la secuencia completa.
Esta es la foto aunque ya saben que las fotos engañan, tal y como comentábamos con otros dos lectores en la entrada anterior a cuenta de un natural de Castaño:
Resultó que lo que en la imagen parece una gran estocada queda viciada cuando se ve en la secuencia que Urdiales avanza con el delantal, sin ninguna intención de pegar el toque abajo y sin apuntar con el palillo el morro del toro (recuerden a Jaime Ostos aquí). No obstante, se tira sin estirar el brazo, hace bien la cruz y sale por el costillar. Menos da una piedra porque muchos otros, ni eso:
El problema ha sido que al visionar el vídeo hemos quedado desmoralizados ante la abundancia de toreo hacia atrás escondiendo la pierna que protagonizan los tres diestros, incluido el riojano. De los otros dos nos lo esperábamos pero de Urdiales, no. Bueno, al menos no tanto, porque cuando destorea sabe hacerlo como el mejor.
Observen su pierna derecha porque eso es precisamente lo que nosotros calificamos como torear hacia atrás, escondiendo la pierna para aprovechar el viaje del toro, sin ganarle terreno:
Los más críticos con Urdiales nos dirán que por lo menos aquí no da aquellos dos pasitos de rectificación y que ahora liga los pases. Pues la verdad es que ligar espuriamente como hace él aquí nos satisface mucho menos que cuando toreaba más puro aunque fuese rectificando un poco la colocación.
Luego viene otra estocada avanzando con el delantal y la cosa queda en saludos:
En el segundo norit, que no toro, más de lo mismo. Esa pierna derecha debería estar en donde ven la estrella. Sería la manera de que el toro viese dónde está la femoral del torero aunque luego no quiera buscarla porque ya se ha encargado Justo en la finca de que ni se le ocurra:
Hay un par de naturales buenos a los que no ponemos ni un pero. Lo que nos indigna es que dada la calidad bombonera y borreguil del ganado, no toreara como mandan los cánones y prefiriera aliviarse. Total, en el palco estaba su padre putativo y era esperable que cayera toda la casquería, como así aconteció tras hundir el estoque.
A los que nos acusan de pescanovas por congelar la imagen cuando nos interesa les remitimos a este vídeo a partir del 2'05''. Para nosotros este Urdiales no vale nada comparado con el de Fuente-Ymbro en otoño en Madrid. Éste es un destoreador más, perfectamente a la altura de sus dos compañeros de terna, que de eso saben un rato.
El Talavante posterior a su reaparición tras el matillazo no interesa. Es un diestro vulgar, sin que apreciemos ninguna diferencia con cualquier otro de los que nos aburren cada tarde. Vean su tramposa colocación citando con la cadera en lugar de con el medio pecho. La muleta la compró en unos astilleros coreanos:
Observarán en el 4'42'' que el extremeño humilla al torete sin querer rectificar su posición cuando se le para a medio pase ya que está moribundo. El norit de Garcigrande le pide por favor que se salga de ahí porque si no, no va a tener más remedio que levantarle los pies del suelo. La señorita del burladero de los médicos se lleva la mano a la boca absolutamente espantada ante el deslumbrante alarde de valor del maestro. Ignora la condición del animal, un norit cloroformizado:
Tranquila, señorita, que estos toros, cuando cogen, no hacen daño. Vean que el animal, tras esperar prudentemente unos segundos a que Talavante se aparte de ahí, no tiene más remedio que levantarle los pies del suelo. Es que la humillación a un toro tiene sus límites y éste se ve obligado a arremeter contra el maestro porque si no, en el cielo de los toros le iban a hacer el vacío:
No obstante, luego adopta el comportamiento que se espera de su vacada. No hace por él sino que se queda husmeando la muleta mientras el diestro croquetea por el suelo saliendo del apuro sin novedad. El pobre animal debió de pensar que si lo busca, Hernández sería capaz de apuntillar a la madre:
Al final de la faena asistimos al ultraje que Talavante perpetra al histórico hierro del vizconde haciendo este desplante barriobajero ante el choto muerto en pie. A veces en directo hemos silbado actitudes como ésta y nos ha mirado alguna/o como si fuésemos unos desalmados. Recordamos especialmente esta corrida venteña, con Luque haciendo un desplante parecido pero incluso avanzando hacia el toro mientras éste retrocedía acobardado en lugar de enviar el torero a la andanada.
Y de Borja Jiménez, ¿qué? Nos lo están vendiendo como si fuera Belmonte y mucho nos tememos que eso es un disparate. Su toreo tiene la mayoría de los vicios de hogaño, especialmente el retorcimiento y el escondite de pierna. Hemos vuelto a dibujar otra estrella donde debería estar la pierna. Y fíjense en ese brazo estirado al máximo y encima con el torso violentado para embarcar al toro lo más lejos posible. Luego se lo atrae hacia el cuerpo pero la trampa ya está hecha y el personal traga, fundamentalmente porque los críticos paniaguados no informan al aficionado de todos estos ratimagos. Hay que comer en el pesebre de los taurinos cada día...
Decía Corrochano que pocas cosas hay más interesantes en una corrida que fijarse en las piernas de los toreros. Una vez estábamos en el tendido y un amigo nos recriminaba con amargura nuestras quejas por el destoreo de un diestro: '¡deja de fijarte en las piernas y fíjate en cómo torea, hombre!' Pero señoras y señores, es que en el toreo la colocación es la clave y si comenzamos el pase mal ubicados, lo que venga después tiene muy poco interés dado que la supuesta obra de arte ha empezado corrompida.
Bah, tampoco nos hagan mucho caso. Son esas manías nuestras que con el paso del tiempo todavía se acentúan más sin que encontremos un médico que nos pueda curar. Si la mayoría del público bilbaino estaba enardecida, si Matías sacó toda la ropa al tendedor, si los paniaguados agotan los adjetivos laudatorios en sus panegíricos... ¿por qué insistimos en que el rey está desnudo?
Al fin y al cabo ¿qué fuerza puede tener lo que digamos en nuestra aldea gala si estamos rodeados de romanos? Tendremos que pegarnos un trago del brebaje de Panorámix a ver si aguantamos un poco más sin rendirnos.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Gracias Rafa, como siempre una entrada informativa y sabrosa.
ResponderEliminarBuenas Rafa .
ResponderEliminarTu blog es el único sitio donde se puede encontrar información de la técnica del toreo con rigor y pureza , eres un oasis en el desierto . Con respecto a la pócima de los galos yo diría que tú eres como Obelix que se cayó en la caldera de pequeño porque la afición que tienes para hacer tantos quilómetros y salir enfadado casi siempre se sale de lo normal . Supongo que el conocer lugares, sus gentes y los paseos con bici compensarán tanto desagravio .
Saludos
A Piero: gracias a usted.
EliminarA Juan Ramón:
No dude de que lo que compensa con creces es la cantidad de aficionados cabales que he conocido gracias a blog. Eso no tiene precio.
Saludos a los dos.
No esperaba menos de usted, Rafa. No le pongo ningún pero a su análisis, especialmente en los derechazos a los que hace referencia en las fotografías. Sin embargo, creo que al natural estuvo muy bien en un par de tandas, dando el medio pecho, llevando largo al torete y rematando atrás, cosa que otros no hacen ni por error. Siempre con empaque, hasta cuando se alivia. Respecto a la colocación, y de si es mejor el unipase aunque no se liguen los muletazos, tengo sentimientos encontrados. Yo no aprecio que Urdiales descargue la suerte y se aparte descaradamente para ligar, sobre todo si lo comparamos con el resto de la terna y el escalafón. En fin, hay opiniones para todos los gustos, se ve que nos conformamos con poco.
ResponderEliminarFdo. un aficionado.
Es que el unipase ubicado en la oreja sin que el toro te vea no lo soporto. Por supuesto que el empaque de Urdiales al lado de la zafiedad de muchos otros huele a ámbar.
EliminarRecuerde que lo alababa en esta entrada:
https://share.google/G6Z7gCZaHGMuEIjqR
Saludos
Una pregunta ¿y para la altura que tiene Urdiales no hace lo máximo que puede? ¿No tienen matadores de la altura de Urdiales o Isaac Fonseca una clara desventaja y hacen lo máximo que pueden con su altura?
ResponderEliminarPor cierto le dejo unas fotos de las reses de Cebada Gago que veré en Illescas: https://www.mundotoro.com/noticia/cebada-gago-un-hierro-de-leyenda-para-una-cita-de-interes-en-illescas-fotos/1884966
Al final compré las entradas y a ver qué tal el mexicano al que usted le dio el premio nº por enfrentarse al toro Judío de Fuente Ymbro.
Un saludo.
Pues no me gustan mucho esos cebaditas, qué quiere que le diga.
EliminarY la historia de la tauromaquia está llena de toreros bajitos que torearon muy bien.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa y demás blogueros.
La tercera fotografía que insertas (Urdiales toreando al natural con la derecha) sirve para hacer un buen análisis de lo que puede ser el gran toreo (el clásico con verdad y pureza) o el mal toreo (el tramposo y ventajista -destoreo-). Tenemos que tener en cuenta para realizar el análisis, que el toro se sirve de las patas delanteras para dirigir la trayectoria del recorrido, iniciarlo, o frenarlo acompañándose de las traseras, y de estas para empujarse. En este caso, relativo al toro y viendo la curvatura del lomo, la posición de la pata derecha trasera, la de la mano derecha apoyada y hacia adentro, y la de la izquierda también hacia adentro pero sin apoyar y más adelantada; la imagen nos dice que el toro está en movimiento y a punto de entrar en el tiempo del pase conocido como reunión. Y respecto al torero, se aprecia que este está de semi-perfil referente al toro, con la pierna (izquierda) de la entrada al pase totalmente apoyada y adelantada, y la de la salida (derecha) ligeramente apoyada y retrasada.
Partiendo de lo explicado sobre la imagen, para realizar el toreo clásico con verdad y pureza, la pierna derecha habrá de adelantarse hasta que sobrepase la otra, y de hacer este gesto cuando el toro ya está en movimiento, pero todavía no llego al tiempo de la reunión del pase, diremos que está cargando la suerte. De adelantar la pierna antes de que el toro inicie el recorrido de pase, diremos que va a torear con el compás abierto.
Y ahora vamos a lo peor, el toreo tramposo y ventajista (el destoreo). Para ejecutarlo, es tan sencillo como dejar la pierna derecha (la de la salida del pase) donde la tiene Urdiales en la tercera fotografía y apoyar la planta el pie en el suelo, o incluso retrasarla algo más. La prueba flagrante de este mal toreo, de ventaja y trampa, se aprecia en la última fotografía que insertas (Borja Jiménez toreando al natural con la derecha). Por cierto, que esto es muy habitual de toreros como Perera, Manzanares, Talavante, Luque, Rufo, Borja Jiménez, es decir, casi todas las llamadas figuras por los paniaguados, que además aplauden y jalean este toreo. Pero ya no solo las figuras, los noveles que están surgiendo copian este mal toreo porque el publico no exige, salvo en rara ocasión, el clásico puro y de verdad.
Que importante es fijarse en la colocación de los pies del torero durante los tiempos del pase: el cite, la reunión, el recorrido y el remate. Si el cite es dentro o fuera de la rectitud, la reunión es adelantada o atrasada; el recorrido es en línea o en redondo, y si el remate se hace hacia adentro o hacia afuera.
Un saludo.
Es que en esa tercera imagen Urdiales no adelantará la pierna sino que dejará caer el talón y quedará retrasada con lo cual estamos ante lo que usted califica como mal toreo.
EliminarEs lo habitual porque así se arriesga menos, el toro no te ve y aprovechas su viaje para componer la figura. Encima todo el mundo queda encantado porque dicen que has ligado los muletazos pero como digo en la entrada es una ligazón adulterada.
O sea que la prueba de mal toreo es tanto la imagen de Urdiales cómo la de Jiménez.
Saludos
Un simple aficionado de La Coruña.
ResponderEliminarHola Rafa y demás blogueros.
Efectivamente y que razón tienes. Al apoyar Urdiales el talón y no desplazar la pierna de salida hacia adelante, viene a quedar como él mismo está en la quinta fotografía, la pierna de entrada adelantada y la de salida retrasada, y para mi criterio; un pase que durante el recorrido las piernas mantienen esa posición, es un pase tramposo y ventajista, y de hacer con varios de igual tipo una serie, ES HACER TOREO MALO, el que desafortunadamente el público consiente y no protesta, al contrario, lo jalea, y encumbra al que aprovechando el recorrido noble del toro en circulo siguiendo el engaño y sin rematar el pase. Y mejor olvidarnos y no entrar a juzgar los adornos que hacen pegándose un arrimón entre los cuernos y a medio metro de la testuz, donde el toro no ve, pues percibe tan solo una leve sombra.
En fin, como se dice en mi tierra “mellor non meneallo”
Un saludo.
Aunque torear no sea como echar un huevo a una sartén o hacer un bizcocho, a propósito de tu interesante artículo, Rafa, voy a intentar clasificar lo que, para mí, supone mayor grado de exposición y dificultad, y lo que menos.
ResponderEliminar1. Ligar sin mover la pierna de entrada y adelantando la de salida.
2. Ligar sin mover la pierna de entrada y sin retrasar la de salida.
3. Ligar sin mover la pierna de entrada y retrasando la de salida.
4. Mover los pies y recolocarse entre muletazo y muletazo, aunque se haga echando —y digo bien, echando— la pierna de salida hacia delante.
Diego Urdiales es un torero del grupo cuatro: con un excelente embroque y mucho gusto, pero del cuatro. Ayer, por momentos, se situó entre el 1, el 2 y el 3. Eso, para él, supone un esfuerzo notable. Dejar la muleta puesta, tragar y no quitarse para volver a colocarse requiere más valor que ponerse flamenco en el primero y luego... dar pasitos.
Intercambié unos mensajes con un lector de este blog, que le achacaba a Urdiales que ayer perdiera pasos en exceso. Sin embargo, yo vi en el vídeo justo lo contrario: Diego no suele tragar tanto a los toros como lo hizo ayer en Bilbao.
Las cosas no suceden porque sí. Los toreros del grupo cuatro (Ponce, Robleño, Urdiales...) suelen tener muchas menos cogidas que los de otros grupos.
Conviene añadir que, al igual que hay veces en que el toro no permite la ligazón, también las hay en que no permite adelantar la pierna en la ligazón: porque se ciñe, porque es mirón... o porque se aflige. Al toro se le somete mucho más cuando se le invade su terreno que cuando se le deja espacio, y eso puede hacer que el toro se raje o no quiera embestir más.
Sobre lo de "echar", para finalizar debo añadir que no es lo mismo dejar la pierna de salida adelantada que echarla. La suerte, cuando se cambia, no se carga; y también se puede descargar, tanto por exceso como por defecto. Cada día me gusta más la expresión de que la suerte se tiende (como una camisa al sol). No recuerdo dónde lo leí, pero me parece mucho más exacta.
Bueno, todo esto abre la puerta a otra dimensión que, si su cerrazón se lo permite, algún día me reconocerán: el riesgo en los toros lo pone el torero. Si uno no quiere, no le coge ni un Reta toreado; y si uno se pone con verdadera exposición y compromiso, lo manda al hule hasta una oveja descastada.
Les dejo que me den la razón en privado; no se preocupen, guardaré en secreto sus nombres.
Saludos