domingo, 15 de octubre de 2017

12 DE OCTUBRE EN LAS VENTAS: UNA OREJA DE PUEBLO

Y UNA ANTIGÜEDAD AL PASO

Nos fuimos a Madrid el jueves a despedir la temporada. Ya saben que nosotros no somos de ningún torero. Sólo somos de Stefan Zweig cuando dijo hace cien años que 'el nacionalismo es la peste del siglo XX'. Estábamos saturados de nacionalismo catalán y en Madrid equilibramos nuestro PH (la corrida terminó con el 'Que viva España' y antes, vivas al rey, a España, a la Guardia Civil y a la Legión...) ¡Qué ganas tenemos de ir a andar por el campo en silencio entre los toros! Los pobres, de momento, no pasean banderas de ningún color.

A lo que íbamos: Salvador Gavira tomó esta tarde antigüedad con la parte de la ganadería que se quedó tras la división de 2015 con sus hermanos. Fue una antigüedad al paso, así es como embistieron todos sus toros. Nada que decir sobre el trapío porque tuvieron cara, cuajo y, sobre todo, culata. Dieron una media de 545 kilos. Pero por dentro no tuvieron ni poder, ni fuerza, ni temperamento. Nosotros cambiaríamos de muy buen grado el trapío por estas tres cosas recién citadas.


FOTO: Javier Arroyo

Los toros eran hermanos de los que saltaron aquí mismo el Domingo de Ramos del año pasado cuando salió a hombros Curro Díaz y tuvimos nuestra polémica a cuenta de ello (lean aquí los comentarios a nuestra crónica). Todos mansearon de salida y ninguno remató en los burladeros, ¡ni uno, ni una sola vez! ¿No será que manosear tanto los toros con las fundas los acaba resabiando más de la cuenta? Vaya usted a saber...

Observen en la foto anterior ese castaño que hizo cuarto y vean cómo tiene marcadas en los pitones las fundas. El resultado es un animal de diseño que, en condiciones normales, jamás tendría esos pitones tricolores:



Como no llevábamos la cámara, las fotos que verán no son nuestras. Los animales vinieron todos picados del campo, o sea que los picadores se ganaron el sueldo sin trabajar. El primer tercio fue un trámite muy triste. Los toros medio metieron los riñones sin mansear tan claramente como sus hermanos del año pasado pero no tiene valor porque se les levantó siempre el palo de forma automática o directamente se les señaló sin más. Una pena su blandura general, con más de uno rozando la invalidez.

Éstos fueron los toros. El primero, negro astracanado y listón era un pavo:



El segundo seguro que fue el que más gustaría al ganadero. Se llamaba 'Entonado', también astracanado. En el primer tercio metió los riñones pero la primera vez le levantaron el palo, tras echarle encima el caballo, y la segunda fue señalar. Ustedes mismos. Luego embistió con nobleza e incluso de inicio se venía con medio tranco. Al principio de la faena, eso fue todo:



El tercero era el más feo, bajo de agujas, basto de cabos y sin cuello:



El cuarto era ese castaño oscuro, bocinegro, ojinegro, albardadado, anteado, listón y lavado de cara:



El quinto, otro pavo negro zaíno:



Y el sexto, cornalón, veleto, sin cuello y  acarnerado:



DANIEL LUQUE. Su primero fue muy protestado por blando. Tuvo que llevar la muleta a media altura porque el toro apenas se mantenía en pie. Faena de enfermero que terminó con una estocada pasada y contraria tapando la cara.



En su segundo asistimos a lo mejor de la tarde: las banderillas de Juan Contreras y Alfredo Cervantes.

El toro era noblón y no muy listo. Observen la fiereza de la embestida:


FOTO: Javier Arroyo

Luque quiso darle una importancia que el animal ni tenía ni merecía. Empezó a pegarse un arrimón:



 Al ver que se le jaleaba como si estuviéramos en una portátil, nos dio una tabarra de consideración que le sirvió para que el presidente le regalara una oreja tras media pasada y desprendida. Hay arrimones que se siguen con el corazón en un puño y otros que rozan la ridiculez, como éste. Fíjense en la mano del toro porque en ese instante estaba reculando:



Una oreja, como lo oyen. Nos frotábamos los ojos porque no dábamos crédito a estar en la primera plaza del mundo ¡Qué risa y qué pena! La vuelta al ruedo de Luque se transformó en un manicomio con unos que silbaban, otros que aplaudían, los del siete con palmas de tango y la abundante colonia japonesa dándole también al tango pensando que en España se aplaude así... 

Nunca nos hemos ido de una corrida a la mitad pero aquí faltó poco para que saliéramos huyendo. No lo hicimos pero nos dejamos los pulmones silbando al palco.

RITTER. En su primero se ubicó al hilo del pitón para realizar un destoreo cargante. Como hoy en día les da igual matar en la suerte que sea, Ritter se equivocó pinchando arriba por tres veces en la contraria ¿Quién les aconseja? Cuando por fin entró en la natural, dejó una estocada honda (las cuatro veces arriba, eso se lo reconocemos). Luego, dos descabellos y dos avisos.

Su segundo mostró cierto geniecillo en la primera tanda y el colombiano lo paró y lo sacó muy bien al tercio. Los que lo recordábamos de novillero sabemos que a arrimones temerarios no le gana nadie (pulsen aquí y vean la foto suya que incluíamos en la entrada).



Como el muchacho había visto con la oreja anterior que estábamos en una plaza de pueblo, se colocó entre los pitones pero tan cerca que primero el toro lo empujó sin pinchar y a la segunda le pegó este puntazo en el muslo: 



Pero es que luego lo prendió del chalequillo manteniéndolo en el aire unos segundos eternos. Vean dónde estaba el cuerno (ahí fue la cornada mortal a Montoliú pero con el otro pitón, pulsen aquí):



Cayó al suelo delante de nuestra posición, boca arriba y blanco como el papel. Se oyeron voces de '¡lo ha matado!'


Se zafó de todos, volvió a la cara del toro y aún se arrimó más mientras unos aplaudían, los del siete protestaban y los japoneses se llevaban las manos a la cabeza. Otra vez el manicomio.

Contrastaban el negro del toro junto al azabache del vestido con la cara de Ritter más blanca que Siberia en diciembre.

Pinchazo siempre arriba, contraria atravesada y vuelta al ruedo por su cuenta tambaleándose.


FOTO: Javier Arroyo

JAVIER JIMÉNEZ. Su primero fue aquel tan feo sin cuello. Manseó en el caballo sin ninguna vergüenza y luego embistió a paso de burra.

Vimos a Jiménez con sitio y con soltura pero sin toro. Lo mejor fue su estocada contraria al encuentro, excelente de ejecución: con lentitud, sin tapar la cara al toro y con los pies en el suelo. Muy bien, una de las mejores que se han dado este año en Madrid: 


FOTO: Javier Arroyo

Antes había hecho un quite de tres verónicas al primero de Ritter que fue lo más artístico de toda la tarde:



Su segundo tampoco tenía cuello, curioso el lote que le hicieron...

Muy bien El Algabeño en banderillas, que conste. En la muleta fue el toro de más interés porque iba rebrincado y era revoltosillo. Lástima que no duró más que dos tandas. Cuando el toro se agotó, Jiménez le arrancó pases sueltos ante el aburrimiento general.



Pinchazo alargando el brazo y media desprendida. Cuando dobló, uno gritó '¡vaya moruchada!' No, ni de broma. Una moruchada fue esto: pulsen aquí y lean el penúltimo comentario. Lo de Salvador Gavira fue lo que hemos dicho al principio: mucho trapío, poca fuerza, menos casta y ningún poder. Pero, de moruchada, nada.

Los toros salieron con el hierro histórico de Gavira que se han quedado sus hermanos y no con la G que se ha dibujado Salvador. Para ver lo que quiere él habrá que esperar por lo menos cuatro años. Afición no le falta aunque si la tuviese inmaculada, no pondría fundas.

Vimos en el tendido a Román y a José Arcila. Al manizalita lo abordamos a la salida. Es un chaval educadísimo. Sostuvimos con él este diálogo relacionado con lo que le criticábamos en esta entrada:

- Estuviste muy bien en Sangüesa 
- Muchas gracias
- Pero muy mal en Tafalla 
- Ay, no me hables de Tafalla...
- Sólo te pregunto una cosa ¿por qué dejaste que Sangüesa te matara el sexto toro en el caballo?
- No, no! Ese picador me lo pusieron, yo no lo conocía. Empezó a pegarle al toro por su cuenta y me echo el público encima...
- Pues yo creí que era orden tuya porque te miré y no hiciste ningún gesto para que parase.
- Llevas razón, es verdad que no hice nada ¡Pero no fue orden mía que le pegara de esa manera al toro! Eso te lo aseguro...

Y aquí se acabó nuestra temporada. A la salida, nos giramos desde la boca del metro mirando la fachada de la plaza para confirmar que no era una portátil. 

No, era la plaza de Las Ventas, con un triste cuarto de entrada, sin los del clavel pero con un toque oriental a más no poder: por un lado, los japoneses enloquecidos dando palmas de tango y, por otro, un presidente que debe de ser chino porque la oreja que concedió fue de 'todo a un euro'.

Por cierto, ¿saben quién era? Jesús María Gómez Martín. Ya le criticamos en junio por inventarse la vuelta al ruedo a 'Liebre' en san Isidro (pulsen aquí). Cualquier día sacará el naranja. Al tiempo.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


FOTO: Ricardo Relvas, es del 17 de abril del año pasado en Las Ventas



7 comentarios:

  1. Buenos días,

    No estuve en la corrida pero pude leer cronicas como esta de aficionados muy descontentos pero por el contrario escuche al ganadero en Carrusel Taurino y estaba feliz, para el el segundo toro fue de los mejores de la temporada en Madrid..
    No me ha cuadrado nunca este ganadero, siempre le escucho vendiendo la moto..

    Un saludo,
    Ricardo

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    1. He intentado ser bastante imparcial. La corrida no fue una moruchada como ya ve que decían algunos pero no tuvo ni poder, ni fuerza, ni casta. Ese segundo toro ya ha leído la discretísima pelea que hizo en el caballo. Luego, en la muleta, no pasó de ser un torete comercial al uso que iba y venía sin más. Puede confirmarlo viendo su embestida a partir del minuto 4' aquí:

      https://www.aplausos.es/noticia/41454/noticias/luque-y-un-bravo-entonado-para-cerrar-el-ano-en-las-ventas.html

      Si el ganadero quiere esto, adelante con los faroles pero que no cuente con nosotros para ir a ver sus corridas.

      Saludos.

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  2. Que pena, parece que ya casi no quedan vestigios de la antigua Casta Castellana en estos toros, con lo que fue Gavira...

    Toro Salvaje

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    1. Exacto, creo que no queda nada de nada. Salvador Gavira dice que sus toros tienen el fenotipo de El Torero con el genotipo de Marzal. De lo primero no hay queja pero de lo segundo, si la embestida que busca es la de ese 'Entonado', estamos ante un ganadero más en la línea de lo comercial. Y es una lástima porque, cuando lo oyes hablar, no hay duda de su gran afición (excepto por las fundas que pone, insisto).

      Saludos.

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  3. Hombre, siendo usted aficionado de Ceret no sé por qué le sorprende el patriotismo en los toros, cuando allí está todo plagado de senyeras, se toca Els segadors, etc.

    Racionalización en 3, 2, 1...

    Un saludo
    Eloy Catalán

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    1. No, no me sorprende. Que conste que en Céret también me sobra pero por lo menos me sirve para pasarlo por la cara de los nacionalistas de la Cataluña sur cuando se creen que los toros es algo 'español'.

      Y conste también que soy muy respetuoso cuando suenan himnos en las plazas, el de Cataluña en Céret, el gascón en Vic, el de España el otro día en las Ventas o la Marsellesa en Carcasona. Siempre de pie y destocado por respeto a todo el mundo.

      Saludos.

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  4. Lo de Gavira lleva 20 años siendo una mierda.

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