lunes, 13 de noviembre de 2023

FERIA 3PUYAZOS, 2024 (1): FOLQUE DA LA SORPRESA

Hay tres ganaderías cuyos toros ya están mirando de reojo al caballo en cuanto accede al ruedo. Son Dolores Aguirre, Palha y Raso de Portillo. Pues estamos encantados de que las tres estén en San Agustín del Guadalix el último fin de semana de abril junto a la del Conde de la Corte.

La quinta vacada en liza será, por fin, la de Isaías y Tulio Vázquez. En pocos sitios como en nuestro modesto blog se habrá insistido tanto y con tan poco éxito en querer volver a ver sobre el ruedo a los pedrajas de las patitas finas. A veces incluso hemos llegado a pensar que había una cierta desidia por parte de la familia. La cuestión es que el ganadero estuvo presente en la feria de 3Puyazos de este año y quedó encantado con lo que vio.



Antes de seguir les diremos que el club recoge los votos de los simpatizantes como idea orientativa y precisamente el resultado de este año les ha indicado que muchos querían ver los tulios (las más votadas en novillos fueron Isaías, Barcial, Conde de la Corte y Raso de Portillo; en toros, Baltasar, Aguirre, Cuadri, Raso, Palha, Murteira y Conde). 

Yendo a los socios ponedores, que son los que lógicamente cortan el bacalao, hay una primera votación donde cada uno vota libremente por cualquier ganadería. Tras el escrutinio se hacen las pertinentes visitas al campo y en la asamblea posterior se produce la segunda votación. En ella únicamente se puede optar a lo que tiene el visto bueno del club tras las citadas visitas.

Volviendo a la novillada, siempre se comentaba que los novillos de Los Guaperales se veían siempre poco desarrollados cuando en invierno acudían a verlos especialmente aficionados franceses. Pero son animales que pegan el estirón en primavera, igual que los de Raso de Portillo.

Recuerden esta entrada donde comparábamos algunos de los ejemplares que habíamos visto nosotros en el campo en diciembre con su aspecto una vez consumado su desarrollo. Vean como ejemplo este negro número 2 y vaya por delante nuestra disculpa porque las fundas son del cebadero donde acabó:




O este colorado:




En aquella novillada de Pedrajas hubo uno que dejó contento a todo el mundo, aquí está romaneando:



Pulsen aquí para recordar nuestra crónica. En cambio poco después en Andorra éste que se lidió en una concurso fue perfectamente olvidable, recuerden aquí:



¿Se han fijado en la penca del rabo? Esa prominencia es otra de sus características típicas, como en el Conde de la Corte. Y ya que estamos con lo que fuera de don Antonio García Pedrajas, se pueden entretener pulsando también aquí para recordar nuestro homenaje histórico a la ganadería. Como curiosidad les diremos que uno de los dos que saltarán al ruedo es negro entrepelado. Lo decimos para que los expertos en encastes nos aclaren de dónde proviene el misterio de ese pelo en lo de Pedrajas.

En Guadalix serán dos tulios contra dos rasos. De Raso todavía nos dura el buen recuerdo que nos dejó su novillada de Peralta, donde suponemos que repetirán este año. También los veremos en un sitio muy importante de Francia. Hay apartados cinco novillos de los cuales dos tienen hechuras excelentes, ambos cárdenos, siendo uno de ellos facado y caribello. Éste es el Quitapenas de Vic saltando hacia el caballo en aquella novillada que suspendió Fernando Sánchez, recuerden aquí lo sucedido:



Nos alegramos de que la familia Gamazo vaya colocando sus toros. Además en San Agustín los propietarios tendrán el gusto de ver acudir un mínimo de tres veces al caballo a sus novillos, que es lo que faltó en Peralta y que ellos mismos eran los primeros en lamentar. Ya saben que estamos ante unos ganaderos que antes que nada son aficionados, cosa no muy habitual. Por cierto, ya veremos a cuántos novilleros tienen que llamar los amigos de 3Puyazos porque la mirada tanto de los tulios como de los rasos es de las que más inquieta a los diestros y lo de inquietar es por no poner algo más duro.

Y hablando de Peralta recordarán aquel titular que algunos nos discutieron sobre la novillada del Conde de la Corte que vimos el año pasado. Pulsen aquí, donde leerán aquello de que el Conde volvió por la puerta grande.



Otra mirada desasosegante, ¿no les parece? Estamos seguros de que esa novillada hubiera dejado muy satisfechos a los selectos lectores de nuestro modesto blog. Esa fue la razón de que pusiéramos aquel titular. Esperemos que los tres toros de Guadalix confirmen aquella buena impresión. 

Decíamos al comienzo que la sorpresa que nos han dado los amigos del club es la presencia inesperada de Palha (pronúnciese palla). La verdad es que el portugués quedó gratamente sorprendido por la feria del año pasado. Ha apartado tres toros que son sendos pavos.

Seguro que además del trapío serán de excelente reata aunque ya saben que Folque es capaz de vender un AK47 a la madre Teresa. Nos consta que quedó muy dolido por el trato en varas que sufrieron sus toros en la corrida de Zaragoza. Lo censurábamos agriamente en nuestra crónica y alguna de las fotos como ésta de abajo sabemos que han llegado a poder del ganadero. A esto que ven no hay derecho:



Respecto a la suerte de varas, en principio la idea es que repita la caballería de Bonijol. Y ya veremos si las puyas por fin pueden ser las de Sales-Fernández, de las que tanto hemos hablado por aquí. Para ello habrá que pedir permiso a la Comunidad y sobre todo ¡a los picadores!

Las dos ganaderías que actualmente demuestran más poder en el caballo son Dolores y Baltasar. Probablemente sean las dos que más temen los de la siniestra banda del castoreño. Pues nos parece muy bien que repita este año y con corrida completa la ganadería de Constantina. Se pusieron en contacto con Ibán pero no tenían ni toros ni novillos. En toros se lo juegan casi todo a la carta de Madrid pero de momento hay dos cinqueños que se les han matado, con lo cual ya veremos si llegan. 

En el sanedrín del club se votó si se hacían dos desafíos o se dejaba para el domingo una corrida completa. Al final se llevó el gato al agua doña María Isabel con la completa. Éste que ven fue el Bilbatero de Vic-Fezensac:



Para esta corrida sí que encontrarán toreros con relativa facilidad pero ya veremos qué ocurrirá con el desafío. Igual hay que recuperar virtualmente a Bombita y Machaquito para que hagan el paseíllo... Hombre, los condesos son una incógnita pero los palhas hace tiempo que no se comen a nadie.

Una buena noticia es que todos los animales que ya están apartados para la feria no llevan fundas con lo cual se garantiza que la manipulación habrá sido mínima y encima los veedores del club lo han tenido más fácil. Se aplicará la cámara termográfica que ustedes ya conocen aunque tampoco ignoran nuestras reticencias.

No nos vamos sin pedirles que vayan a esta entrada para leer lo que decía el viejo Isaías ya que casa perfectamente con la filosofía de esta feria. Por ejemplo, esto:

"El toro actual permite que te equivoques varias veces sin consecuencias. En cierta medida, permite el relax del torero, con lo cual se pierde emoción y el público se aburre con el espectáculo y con el toro. Si no hay emoción en el ruedo, aquí sobramos todos"

Empezamos a descontar los días que quedan para ir a la tercera edición de la feria de 3Puyazos, no sólo por los festejos sino también por la gratificante coyuntura de que allí nos volveremos a encontrar Dios mediante los que somos aficionados al toro por encima de todo, o sea, los de la portátil.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


viernes, 10 de noviembre de 2023

'CHORICERO' DE MIURA EN SEVILLA

Recordarán ustedes que en la pasada feria de abril salió un toro de Miura que obedecía a ese nombre de Choricero y que lidió Manuel Escribano en cuarto lugar. Fue loado por muchos, incluso ha sido elegido como el toro del año por alguno (pulsen aquí y de paso comprueben cómo nos quedábamos solos votando por el Provechito de Ibán lidiado en Vic, aunque nos gratificó que uno de nuestros selectos lectores nos dijera que cualquiera que viera ese toro no discute que ha sido el mejor de la temporada).

Como no vimos la corrida sevillana en su día, hemos localizado la lidia completa del animal para salir de dudas. Decir en primer lugar que lo calificaron como cárdeno calzado. Hombre, más que calzado y sólo de atrás nosotros diríamos simplemente calzado con la corona blanca. Sí se aprecia que es cárdeno bragado, meano, axiblanco, nevado, ojalado, gargantillo, astigordo y cornialto. 

El maestro aguantó de rodillas con gran valor el parón del toro al salir de chiqueros.



Cuando se incorporó cogió el capote con diligencia y le dio unas verónicas aseadas donde se aprecia que el de Miura no venía picado del campo.



El picador es Manuel Sánchez y tiene que esperar a que le pongan el toro en suerte porque se distrae con los capotes. Acude con alegría y cobra trasero. 



Le levantan el palo y el toro alza la cara para irse suelto. Ahí lo tienen cuando se despega del peto:



Escribano lo pone largo en la segunda vara y no hay ninguna queja sobre la prontitud del toro:



Pero enseguida deja de empujar y vuelve a soltarse del peto. En esta imagen de abajo el toro estaba retrocediendo tras presentar enseguida su dimisión en la pelea, no es que esté a punto de hacer por el capote de Ferrera. Aquí no otorgamos el beneficio de la duda al miura ya que se empezaba a ir suelto antes de ver la capa:



Deducirán que la pelea en el primer tercio no ha sido memorable que digamos. 

El de Miura saca un buen tranco en el segundo tercio hasta el punto de obligar a Escribano a refugiarse en un burladero. Los dos primeros pares son un poco pasaditos pero el tercero por dentro tiene mucho mérito a pesar de que termine tomando el olivo cuando el toro saca más pies de lo que quizá él se esperaba:




En el inicio de faena, el maestro tiene que tragar cuando al intentar un cambiado en el platillo el toro se le queda parado a media carrera mirando. La embestida es rebrincada pero noble, no hace ningún mal gesto y obedece siempre a la tela. Lo que sucede es que no va al paso ni tampoco con el trote cochinero de la ternera al uso.

Dos veces blandea de manos y una de manos y pies. A Escribano le hubiésemos pedido adelantar más la pierna y ganar terreno al toro en lugar de ir hacia atrás pero ya nos conocemos todos:



Mientras veíamos la faena nos planteábamos si el toro era realmente encastado y nuestra respuesta es que no. A pesar de que esa embestida no es al tran tran, tiene un componente de obediencia que nos hace olvidar ese otro ingrediente de listeza que implica la casta.



Pases como este de abajo son alabados con ¡ole! por el público maestrante y con ¡bien! por los comentaristas televisivos, cosa que podríamos comprender en esos tendidos tan festivos pero no nos entra en la cabeza cuando los que jalean son los del micrófono:



El toro merecía la suerte natural y Escribano es de los pocos que en eso acierta siempre. Aquí insiste por dos veces en colocar al toro en la suerte correcta. Observen que el animal está entregado:



Otra cosa es el telonazo que pega el diestro con alargamiento del brazo. El desaguisado queda aderezado con un bajonazo que invalidaría cualquier trofeo pero como estamos en Sevilla, la ruidosa petición provocó la concesión del trofeo. Fíjense en que el toro echa la cara arriba porque el torero no ha pegado correctamente el toque fuerte abajo con el palillo señalando al morro sino que ha avanzado con la muleta a guisa de delantal:



Llamativa, por ser generosos en el calificativo, la notable petición de una segunda oreja por parte de ese público rebañego y su bronca consiguiente al palco por haber estado en su sitio al no conceder toda la casquería tras el citado bajonazo.

Respecto a Choricero digamos que fue un buen toro, sin más. No lo calificaremos como bravo ni como encastado. En televisión sí se insistió en que era un toro bravo, cosa con la que queda claro que no estamos de acuerdo. José Antonio Campuzano lo calificó en el callejón como un toro noble y agradecido y con él sí que nos vamos a entender. 



Pero en casa de Miura se darían con un canto en los dientes si cada tarde saliesen cinco o seis como éste. Bueno, Miura ¡y nosotros!

Oigan, antes de irnos, una pregunta: ¿ustedes creen que los hermanos Miura avisaron a Escribano después del sorteo de que estuviese atento porque le había tocado la lotería con este toro? ¡Exacto! Nosotros también estamos seguros de que lo avisaron...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.





lunes, 6 de noviembre de 2023

¡23 MULTAS EN UNA CORRIDA!

Fueron dieciocho a los actuantes más cuatro posteriores a los veterinarios, a quienes se castigó también con la inhabilitación por el resto de la temporada. Y falta una que anotaremos al final. ¿Se dan ustedes cuenta? Sólo en un festejo se impusieron más multas que sumando los trescientos y pico celebrados esta temporada.

Este año nos consta una propuesta para sanción a Téllez por entrar a matar en Cuéllar a un toro que tenía ya un estoque clavado y que no le pudieron extraer. Creemos que si hubiera pedido permiso a la autoridad, no habría habido consecuencias pero no lo hizo y suponemos que la multa que le impuso el presidente Costales habrá prosperado. En Las Ventas no tenemos constancia de ninguna pero estaremos encantados de que nos enseñen la lista de sanciones que se han propuesto este año en los sesenta festejos celebrados. Si la hoja no está en blanco nos sorprendería muchísimo. Y en ésas estamos, con unos presidentes que no quieren problemas y que no aplican el reglamento como es su obligación cuando las cosas se hacen deliberadamente mal sobre la arena.

La corrida de las multas tuvo lugar el 18 de junio de 1922 en la plaza de la carretera de Aragón de Madrid. Este era el cartel:


Los tres diestros tenían en común un carácter muy abierto y alegre. Los unió también que defraudaron las grandes expectativas que la afición había puesto en ellos.

Pepe Valencia era albañil de profesión. Como torero tenía bastante facilidad, banderilleaba y mataba bien pero le faltó ambición y adoleció de ser bastante galbanero. Le dio la alternativa Belmonte.


Juan Luis de la Rosa fue torero de matadero, como Paquiro, Lagartijo, el Guerra, los Gordito, Pepe-Hillo, Curro Guillén, los Vázquez de San Bernardo, Lalanda o Rafael Ortega. Pertenece a la nómina de maestros a quienes dio la alternativa Gallito acompañada del mal fario. Morirá asesinado durante la Guerra Civil igual que Valencia II, el hermano de su compañero de cartel, de quien hablábamos en esta entrada. De la Rosa es quien tendría que haber matado al Pocapena de Granero pero como estaba en la enfermería se encargó de ello Lalanda (lo contábamos aquí).


Joseíto de Málaga tiene el honor de que en el Cossío su biografía va justo después de la de Gallito porque ya vieron que se llamaba José Gómez. Ojo porque en ella se comete el error de decir que en 1922 no toreó en Madrid hasta septiembre y están leyendo en esta entrada que estuvo acartelado en junio.


La corrida empezaba a las cuatro y media. A pesar de las brevísimas faenas de entonces el festejo terminaba pasadas las siete pero es que los toreros no abandonaban el coso hasta las nueve de la noche, ya verán. 

Lo que iba a ser una tarde de dos ganaderías, la de Celso Cruz del Castillo y la de Darnaude, al final fue de cuatro. Resultó que el segundo volvió al corral porque era una cucaracha y salió un sobrero de Carreras. Además, un titular de Cruz del Castillo fue rechazado y sustituido por otro de Félix Gómez. Como ven, un saldo ganadero. Durante el paseíllo se plegó un caballo y casi tuvieron que sacrificarlo allí mismo. No empezaba nada bien la tarde...


El primero fue el de Félix Gómez, tomó cuatro varas y mató un caballo. El segundo era ese sobrero de Carreras y como parecía reparado de la vista, Juan Luis de la Rosa hizo señas al público al respecto y el respetable se puso de su parte. El diestro tiró el capote con desprecio e hizo retirar a los picadores. Subió al palco llamado al orden por el presidente para volver a la arena en medio de un gran escándalo mayoritariamente contra el palco.

El tercero era de Celso Cruz y tomó cuatro varas matando un caballo. El cuarto también de Cruz tomó cinco varas y mató tres caballos. Lo de Cruz eran santacolomas comprados a Dionisio Peláez y, salvo error, llevaban el hierro que hoy es de La Guadamilla, con divisa amarilla y negra:


El quinto era de Narciso Darnaude y tomó cinco varas matando dos caballos. El sexto, también de Darnaude, tomó dos varas y mató dos caballos. Darnaude, con divisa celeste y blanca, había comprado lo que era de Gregorio Campos y que venía de Adalid.

Valencia resultó cogido al matar aguantando al primero. Ése es el momento:


Se retiró con fractura de la cresta ilíaca y múltiples contusiones al ser pisoteado. De la Rosa resultó también zarandeado en el quite por el tal Barquillero de Félix Gómez. Luego lo descabelló porque Valencia había hundido el estoque antes de ser cogido:


En el siguiente, De la Rosa montó ese número que hemos comentado antes, llegando a tirar el capote de manera despectiva contra la barrera después de veroniquear de esta guisa al toro por su ojo bueno. Fíjense en que da la impresión de que el animal se le ha quedado debajo y el maestro tendrá que salir de ahí por pies:


El presidente ordenó tostar al toro tras la visita del diestro al palco en medio de lo que ya era un auténtico motín. Parecía claro que el toro no veía bien pero en aquella época se mataban toros que no veían sin tanta queja. La verdad es que a principios de siglo no debía lidiarse un toro si era realmente tuerto, al menos en corridas dado que en novilladas sí se mataban.

De la Rosa volvió al ruedo cuando al toro le habían puesto ya cuatro pares de cohetes, con abundantes almohadillas volando. No brindó al presidente como era preceptivo sino que arrojó la montera con soberbia. Debe reconocerse que en lugar de pegarle de entrada un golletazo, tuvo la vergüenza de pasárselo varias veces por el pitón derecho.

En unos sitios dicen que lo mató de tres pinchazos y una media perpendicular y en otros que fue un pinchazo y tres medias atravesadas. Esperen porque en otro periódico ponen que mató de dos pinchazos, una media rompiendo el estoque y otra media en todo lo alto. No hay forma de aclararse. Ya hemos comentado muchas veces por aquí que no debemos fiarnos de las crónicas antiguas porque en cuanto se investiga un poco, se ven incongruencias como ésta. Sucede lo mismo respecto al número de varas que tomó un toro o los caballos que mató. Se habrán fijado en que el cartel anuncia que en caso de inutilizarse los ocho caballos no podrá exigirse otros y hemos copiado de una de las crónicas que los toros mataron nueve (?).

Cuando salió Joseíto a matar el tercero se solidarizó con su compañero, al que había acompañado antes al palco, y en lugar de brindar el toro al presidente, tiró la montera contra las tablas de manera desafiante, recibiendo una ovación del público. En aquella época era preceptivo brindarlo, no valía lo de con su permiso. Ahí lo tienen esa tarde en un pase por alto:


El sexto recibió una lidia lamentable que lo resabió y desde el palco enseñaron de nuevo el pañuelo rojo. El segundo tercio se convirtió en un herradero. Como el tal Morenito estaba amorcillado, el banderillero Pepillo intentó sacarlo de allí clavándole un par desde la barrera en la grupa, como se aprecia en este dibujo de El Liberal. Una de las multas será para él:


Al terminar el festejo el presidente, que había permanecido hierático durante las seis lidias, dio orden de que quedaban todos detenidos diciendo que 'de aquí no se va nadie hasta que cada uno pague el importe de las multas que he impuesto'. Esto lo dijo a las siete y media y con las discusiones subsiguientes no pudieron marcharse los diestros hasta las nueve. La suma de las dieciocho multas pasaba de tres mil pesetas.

La sorpresa en las calles de Madrid fue que a las diez de la noche se veían banderilleros vestidos de luces con picadores y monosabios sentados en algunos tranvías de vuelta a casa ante la perpleja mirada del resto de viajeros.

De la Rosa tuvo dos multas: una por el gesto de tirar el capote olvidando su deber como lidiador y otra por instar a otros a no cumplir con su obligación ya que ordenó que se retirasen picadores y peones. Antes de bajar de nuevo al ruedo tras su visita al palco ya le había avisado el presidente de que al terminar la corrida iba a ser detenido.


A las siete y media y a petición del mismo De La Rosa, se ordenó a cuatro veterinarios diferentes de los que habían autorizado la corrida que examinasen los ojos del toro de la polémica. En el desolladero se dieron cita La Rosa, Joseíto, el presidente, algunos aficionados y el abogado de la Asociación de Toreros, que era Guitarte. Los nuevos veterinarios observaron que el tal Calcetero tenía en el ojo izquierdo una queratitis que imposibilitaba la visión y por consiguiente confirmaban que el animal estaba tuerto. Pues aunque ello otorgaba la razón al diestro en sus quejas oculares, no le quitaron las multas. Y quinientas pesetas por cada una de las dos no era moco de pavo en los años veinte. Piensen que en aquella corrida la entrada más cara costó 17 pesetas, con lo cual cada multa de 500 pesetas multiplica por 29 ese importe. Hoy la localidad más cara en Las Ventas son 195 euros, que multiplicados por 29 nos dan 5.655. El amigo De la Rosa tuvo que apoquinar más de 10.000 euros de multa. 

En vista del dictamen oftalmológico, el director de Orden Público, de nombre Millán de Priego, impuso por su cuenta sendas multas de quinientas pesetas a los cuatro veterinarios matinales, que quedaron inhabilitados para el resto de la temporada.

Esas cuatro multas se suman a las dos del director de lidia y a estas dieciséis a otros profesionales. La última de 500 pesetas es para el banderillero que clavó desde el callejón. Piensen que siguiendo el cálculo anterior, las 100 pesetas de multa a los subalternos serían 1.100 euros actuales. ¿Se imaginan castigar hoy en día con mil euros a un picador por barrenar?


Hemos leído las críticas aparecidas en El Heraldo de Madrid, La Prensa, El Imparcial, El Toreo, La Acción, La Correspondencia de España, La Libertad, El Liberal y La Voz. En general se critica a la presidencia por haber aceptado el saldo ganadero y también por no haber defendido los intereses de los aficionados permitiendo la lidia de un toro que todo el mundo dio por tuerto.

No obstante, hay revisteros que no se olvidan de censurar al director de lidia por haber intentado tomarse la justicia por su mano. El titular de El Heraldo de Madrid resume todo esto:


Se habrán percatado de que la suma de multas no coincide con las veintitrés de nuestro titular verdad? Es que la citada Dirección de Orden Público impuso una más: fue a la empresa por importe de cuatro mil pesetas. El motivo lo resume el crítico de La Libertad:

'Aparte del presidente o los toreros hay otros culpables, que son los que se mofan de los sagrados derechos del público y los que abusan de la afición y también de los diestros y que son culpables, en suma, de una falta de respeto a la fiesta. Para éstos, todas las censuras son pocas'

Hoy esa multa ascendería a 45.000 euros, ¿qué les parece? 

Como decíamos al principio, es inimaginable ver algo igual en los tiempos que corren, donde la golfería de los taurinos campa a sus anchas. Pero es que no solamente es imposible que veamos una corrida donde haya más de veinte multas sino simplemente ¡donde haya una sola! Y lo de multar a la empresa entraría en los límites del delirio. Pero vuelvan a repasar las líneas anteriores en cursiva y ya nos dirán si lo comentado allí hace cien años no se puede aplicar a muchos de los festejos organizados en la actualidad.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.




jueves, 2 de noviembre de 2023

4. LOS CORRILLOS DEL CONGRESO DE TAUROMAQUIA

Último de los cuatro capítulos que hemos dedicado al Primer Congreso Nacional de Tauromaquia organizado por ANPTE. Nos entretendremos a cuenta de las conversaciones que mantuvimos con unos y otros en los corrillos.



Por ejemplo, estuvimos hablando con Francis Fabre, que es el director de la revista francesa Toros. La publicación no tiene absolutamente nada que ver con los paniaguados portales comerciales españoles sino que mantiene una independencia exquisita. Nos comentaba que eso que se suele decir de que en Francia no hay afeitado es muy discutible. Piensen que tras una corrida el ganadero puede descartar dos pares de cuernos para no ser analizados. De los ocho restantes siempre se da la casualidad de que algún aficionado quiere quedarse con alguna cabeza. De lo que pueda quedar se envía a Tolosa y allí son analizados. Los resultados se mandan discretamente a la ciudad donde se ha celebrado el festejo y los veterinarios están obligados a mantener el secreto profesional, con lo cual la cosa queda bastante tapada. Y toros aplatanados en Francia los hemos visto todos. Aquí tienen la representación francesa en el Congreso:



Hablamos también con don Rafael Cabrera, cuya biblioteca taurina ronda los cuatro mil volúmenes. Departimos sobre la preocupante ausencia de multas en los festejos, muy especialmente en los que se dan en la que algunos tildan como primera del mundo. Nos recordó al presidente don Félix Campos Carranza, en cuyos tiempos rara era una corrida donde no había sanción para cinco o seis profesionales, especialmente picadores, dicho sea de paso. Esas multas llevaban aparejada, en caso de reincidencia, la inhabilitación para ejercer su profesión durante varios meses.

Recuerden que Antonio Ordóñez y Miguelín acabaron en el calabozo cuando se presentaron desafiantes sin picadores en un festejo de 1959 en Albacete porque los tenían inhabilitados por sanción... ¡a todos! Ahí tienen a Ordóñez cuando se lo llevan los grises al cuartelillo (lo contábamos aquí):



No hay más que leer el reglamento para ver que la palabra sanción o sancionar aparece dieciocho veces. Repasemos las diferentes dircunstancias que se hacen acreedoras de sanción durante la lidia y que acontecen cada tarde mientras los del palco se hacen los locos y los de televisión callan. Por ejemplo, el artículo 71.3:

Queda prohibido recortar a la res, empaparla en el capote provocando el choque contra la barrera o hacerla derrotar en los burladeros. El lidiador que infrinja esta prohibición será advertido por el Presidente y, en su caso, podrá ser sancionado

Por ejemplo, el 72.4, que si se aplicase cada vez que se da, habría más de seis multas cada tarde:

Cuando la res acuda al caballo, el picador efectuará la suerte por la derecha, quedando prohibido barrenar, tapar la salida de la res, girar alrededor de la misma, insistir o mantener el castigo incorrectamente aplicado. Si el astado deshace la reunión, queda prohibido terminantemente consumar otro puyazo inmediatamente.

El artículo 95.2 dice esto:

En la aplicación de las multas, el órgano competente para imponerlas tendrá en cuenta, especialmente, el grado de culpabilidad, el daño producido o el riesgo derivado de la infracción y su transcendencia, así como la remuneración o beneficio económico del infractor en el espectáculo donde se cometió la infracción

Sobre el secretismo imperante y la falta de transparencia de los palcos, lean el artículo 96:

Las sanciones impuestas, una vez que sean firmes en vía administrativa, serán comunicadas por el órgano administrativo competente al Registro General de Profesionales Taurinos o al Registro de Empresas Ganaderas de Reses de Lidia, según los casos, para su constancia y a los medios de comunicación social, en especial, a los de la provincia y localidad donde se cometió la infracción

Miren esta noticia de la Feria de Pamlona de 1960. No es una excepción sino que por aquel entonces cada temporada se saldaba con cuarenta o cincuenta picadores multados. Y esas 5.000 pesetas de hace sesenta años perfectamente serían cinco o seis mil euros actuales:



Hagan memoria ustedes y piensen en cualquier corrida que hayan visto este año especialmente en plazas de la máxima categoría, empezando por la que denominan primera del mundo. En cada lidia asistimos a toros estrellados contra el burladero, a picadores que barrenan, tapan la salida, carioquean o insisten en un castigo incorrectamente aplicado. Esto quiere decir que podríamos sacar fácilmente un par de propuestas para sanción ¡en cada toro!



Y atención a ese detalle del artículo 71 diciendo que queda prohibido recortar a la res. Era algo de lo que se quejaba recurrentemente Corrochano ya hace cien años. Los lectores más fieles conocerán nuestra cruzada contra los maestros que perpetran tres medias verónicas consecutivas a un toro. La media es un recorte que hace crujir las vértebras del animal. En caso de tres consecutivas, aplicaríamos el reglamento sin piedad y la propuesta para sanción debería ser inmediata... por respeto al toro.

Proponíamos en los comentarios a la entrada anterior la posibilidad de que la presidencia tuviese unas banderitas o pequeños pañuelos que se mostrarían en caso de detectar una propuesta para sanción. Antes de que el toro doblase todos los espectadores podrían observar en el palco la presencia de dos o tres de estas señales para saber que se iba a proponer sendas multas por haberse saltado el reglamento durante la lidia de ese toro las veces indicadas. 

Y lo más importante: el profesional sancionado dos veces quedaría inhabilitado durante un mes para vestirse de luces. Ahí sí que dolería. Por cierto, a finales de los sesenta se proponía en El Ruedo que la cuantía de las sanciones fuera en proporción a los honorarios percibidos por los infractores. Ni que decir tiene que las inhabilitaciones deberían caer también para los ganaderos en caso de manipulación de cuernos, si es que se arregla la polémica con la cadena de custodia de la manera que proponíamos en la entrada anterior.



La cámara termográfica ya dijimos que a pesar de las explicaciones del señor Blasco no terminamos de verla clara pero no repetiremos aquí nuestras reticencias respecto a la bolita que no detecta y a la indefensión de los que no enfundan. En alguna de las mesas de trabajo se habló de que podría figurar por contrato la posibilidad de que el control termográfico en los corrales echase por tierra algún toro o toda la corrida. Pero es que si ese control se produce en el momento del desembarque en los corrales ya me dirán ustedes el problema con que se encontraría el empresario si se rechazan varios ejemplares. Plazas importantes como Madrid o Zaragoza pueden movilizarse pero no sabemos qué pasaría con las demás.

Ah, y sobre la célebre proporción de 1:7, que es lo que detectaría la cámara de marras, recuerden esta entrada y miren bien las fotos del escándalo de Miura en Céret, que en nuestra opinión no fue para tanto.



Les damos un dato: en 1982 los presidentes mandaron analizar 222 cuernos. Las ganaderías sancionadas en primera instancia a expensas de los recursos presentados fueron 19 (entre ellas, la de José Escolar por una res lidiada el 27 de junio en Segovia). ¿Cuántos cuernos se han enviado en 2023? Salvo que desde el País Vasco nos rectifiquen en caso de haber aplicado su sistema aleatorio, en el resto de España habrán  sido cero.

Un presidente nos contó que rechazó un toro de la ganadería X por tener los pitones muy deteriorados. El ganadero se ofreció a traer otro a toda prisa la mañana del festejo. Cumplió su palabra pero la sorpresa fue que el toro era el mismo... ¡con los cuernos arreglados! En esa tesitura, ¿qué se hace a unas horas del inicio del festejo? El animal se lidió en corrida televisada.

Respecto a la suerte de varas departíamos con uno de los congresistas y nos decía que había estado hablando recientemente con el banderillero X de la cuadrilla de un matador conocidísimo de todos ustedes. Las reflexiones de nuestro interlocutor sobre el primer tercio fueron interrumpidas de raíz por el profesional cuando le dijo: 'el picador lo que tiene que ser es un asesino... y punto'. Ya ven que según esa sanguinaria  teoría, cuando desde el tendido se dedique esa palabra a algún picador deberá entenderla con orgullo, como un cumplido.

Sobre los nuevos útiles para la lidia del veterinario Fernández y del maestro Sales ustedes han tenido en nuestro modesto blog la más completa información (pulsen aquí y también aquí). El problema es que son muy interesantes pero únicamente para los aficionados al toro, que somos los de la portátil. A la mayoría de profesionales y al público orejil o de rebaño todo esto les da absolutamente igual porque ya les parece bien la cosa tal como está, es decir, que el caballo sea un trámite y que luego se puedan ver sesenta pases de muleta para amortizar la entrada.



En uno de los corrillos dábamos nuestra opinión y es que la única manera de que se impongan estas innovaciones es luchar por que las acepten nuestras queridas figuras. Que sepamos, el único que ha tenido un poco de interés ha sido Morante. El resto igual no sabe ni de qué estamos hablando. Si los de arriba se dieran cuenta de que se puede hacer una lidia más atractiva con ellas y que encima el toro embestirá mejor a la muleta, las impondrían a pesar de las reticencias que habría, sobre todo de los picadores. Aunque ya saben ustedes que los picadores se oponen a todo desde hace más de cien años. Recuerden que en 1908 quisieron fastidiar a los ganaderos pintando una raya en la plaza de Zaragoza ya que el duque de Veragua quería que se picase con una puya menos lesiva. Lo contábamos aquí.

Han de saber que este año se hizo una propuesta oficial tanto a la Comunidad de Madrid como a la Fundación para que en la Copa Chenel se usasen estos instrumentos innovados. La respuesta fue que no y eso llama la atención en una Fundación llamada del Toro de Lidia, que debería velar por este bello animal y su lucimiento en la lidia. Pues que si quieres arroz, Catalina. Los responsables de ambos organismos tienen a su disposición la sección de comentarios aquí abajo para aclararnos qué presiones recibieron para denegar la propuesta.



Veamos otro ejemplo de presiones. Uno de los presidentes, que venía presidiendo una plaza de toros hasta este año, nos contó que recibió una llamada del Ayuntamiento para decirle que había habido muchas quejas sobre su labor y que a partir del año que viene dejaría de subir al palco. Las quejas consistían en que había aguantado el chaparrón negando la segunda oreja a un figurón por considerar que la estocada era baja. Ni siquiera le dieron la oportunidad de defenderse en la reunión donde se decidió fulminarlo.

Nos enteramos en otro corrillo de algo que es vox populi entre los aficionados venteños. Se trata de la razón por la cual se desechó la corrida de Núñez del Cuvillo del Día de la Hispanidad. Lo que nos contaron, que no dejaremos por escrito aquí, es un ejemplo de lo hediondas que bajan las aguas en el mundillo, donde el más honrado sigue siendo el pobre toro.

Otro de los presidentes de ANPTE de los más veteranos nos dijo que hubo una corrida donde él abordó a los banderilleros la mañana del festejo para decirles que de ninguna manera iba a conceder la segunda oreja si no se preocupaban de hacer un tercio de varas correcto. Los de la cuadrilla se pusieron farrucos y le dijeron que eso no podía ser ya que 'la faena de muleta es mu importante'. El presidente no se bajó del burro y los banderilleros le dijeron que todo esto se lo comentase al matador, que miren por dónde era una de nuestras grandes figuras del Belén. La respuesta del presidente fue de esta guisa: 'como el matador no está aquí, todo esto se lo dicen ustedes porque como comprenderán yo no voy a ir al hotel a decirle nada'.

Lo único que podemos decir es ¡ole por el presidente! pero... en otro de los corrillos donde hablábamos con otros dos presidentes más jóvenes muy beligerantes a favor de esa propuesta de denegar la segunda oreja en caso de despreocupación por el tercio de varas, planteábamos un caso práctico. Imaginemos que torea Morante y que, como es habitual en él, ordena masacrar el toro en un monopuyazo español. Después resulta que al choto moribundo lo torea convirtiendo en gaseosa el cerebro de todos sus corifeos. Encima, después entierra la espada aunque caída y el toro dobla al momento. A ver quién es el presidente que tiene perendengues de negar una segunda oreja en esa tesitura, ¡es que lo empluman!



Por eso, como proponer es gratis, hablábamos en un comentario nuestro a la entrada anterior de la posibilidad del pañuelo negro. El palco lo enseñaría en caso de un tercio de varas repugnante, de manera que todo el tendido vería que no se iba a conceder una segunda oreja. El mismo pañuelo se podría enseñar tras la estocada en caso de que el matador se escupa, pegue el telonazo cegando al toro, alargue el brazo o la espada caiga trasera, atravesada o baja, que es lo habitual. Los espectadores verían ese pañuelo negro pendiendo del palco y se supone que desistirían en su desaforada petición de casquería viendo que no había nada que hacer. Y lo mismo serviría para que entrasen en razón los comentaristas televisivos, quienes a veces parecen auténticos hooligans del orejismo.

No les mareamos más. Esperemos haberles entretenido con estos cuatro reportajes sobre el Congreso de Tauromaquia. Las conclusiones se han trasladado ya de manera oficial a los medios y a la Administración. ¿Será un brindis al sol? Esperemos que no pero si tuviésemos que apostar...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.