Recuerden que en esta entrada nos ofrecíamos como mediadores entre los de la ADAC y Alain Bonijol. Les hubiéramos invitado a comer en un territorio neutral como es Tarragona, concretamente en este restaurante ubicado bajo las bóvedas del antiguo circo romano. No sabemos si hay otro en el mundo que esté situado en un local con dos mil años de antigüedad.
Al final, nos hemos ahorrado la invitación porque parece que las aguas han vuelto a su cauce y se ha firmado la paz. Ignoramos las gestiones realizadas por unos y otros. Nosotros proponíamos simplemente que hablaran con Réhabi para que les contara las dificultades que tuvo con aquel caballazo tordo sevillano, tan resabiado y desobediente. Era más fácil mover la torre Eiffel que aquel exasperante cuadrúpedo:
Como nunca estamos contentos, ahora que ha retornado Bonijol nos gustaría mejorar dos cosas en el tercio de varas de la próxima feria.
La primera es que se taparan los intervinientes excepto el maestro de turno y un subalterno. Si los otros desean hacer el quite, que salgan pero que se vuelvan a tapar tras poner el toro en suerte. Recordamos haber visto el año pasado bajo nuestra localidad cómo Chacón hizo el gesto de que se tapasen en su primer toro pero no le hicieron caso y desistió.
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Sánchez Mejías, al quite |
La segunda es no empeñarse en que el toro acuda al caballo cuando tardea, se distrae y finalmente se va a los capotes y no al peto. En ese caso, el toro está visto y no hay que marear más la perdiz volviendo a ponerlo en suerte y esperando nuevamente a que le dé la gana de arrancarse para el trámite de un puyazo que está claro que no quiere. Se cambia el tercio y a otra cosa. No obstante, si todo el mundo estuviera tapado, como proponíamos antes, el toro no se distraería con los capotes en un ruedo tan pequeño como el de Céret y estaría más por la labor de irse al peto, ¿no creen?
Nosotros somos fervientes partidarios del primer tercio pero también seremos los primeros en reconocer que, si el toro está visto, no hay que perder el tiempo.
No creemos que nos hagan caso los de la ADAC pero como nuestra modesta tabarra en lo del retorno de Bonijol nos ha dado resultado, insistimos con estas dos propuestas citadas. Somos inasequibles al desaliento.
Oiga, y ya puestos, vamos a dar dos ideas más por si cae esa breva. La primera es que vuelva Prieto de la Cal. Ya sabemos que eso parece imposible por el desencuentro que se produjo tras aquella corrida de septiembre de 2012. Pero también parecía un sueño que volviera Bonijol y ya lo tenemos aquí. Nada es imposible y menos cuando damos fe de que el ganadero estaría encantado de retornar a Céret tras lo que serán más de siete años de ostracismo. Éste es el último toro de su ganadería que murió en ese ruedo. Se llamaba 'Hocicón', de 582 kilos:
La otra proposición la considerarán deshonesta muchos ceretanos. Se trata de que planteen a Justo Hernández la posibilidad de lidiar una corrida de Garcigrande en Céret. Tranquilos, no nos hemos vuelto locos, sigan leyendo y luego discutimos.
Revisen esta entrada donde decíamos que Hernández es muy listo y en su ganadería hace experimentos raros aprovechando las casi mil vacas que tiene con sus setenta sementales. Según sus propias palabras, hace experimentos dejando como madres algunas vacas 'que no sé muy bien qué darán, una sorpresa; al tener una ganadería larga, hago muchos tipos de selección y eso me gusta, me divierte más'.
La cuestión sería proponerle algo así: '¿tiene usted seis toros para Céret de los que NUNCA apartaría para El Juli? Sí, hombre, de ésos que no está seguro de lo que llevan dentro, de los que de vez en cuando le salen sabiendo latín y dejan con el trasero al aire al más pintado'.
Saben ustedes que los picadores no quieren ver garcigrandes ni en pintura porque regatean y se van al pecho. Habrán visto que muchos toros de esta ganadería toman una primera vara de bravos, sin tardear y metiendo los riñones de verdad. El problema es que les pegan el monopuyazo mientras que en Céret se podría dosificar el castigo para ver qué pasa en tres posibles entradas. Saben también que muchos banderilleros recalcan las dificultades que dan muchos garcigrandes en el segundo tercio. Y todos ustedes habrán visto en alguna ocasión que hasta nuestras queridas figuras sudan tinta cuando sale uno de los que piden el carnet, ya lleve el hierro del padre o el del hijo (recuerden aquel 'Bochinchero' de Bilbao con el que Manzanares no pudo el año pasado).
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FOTO: André Viard |
En la web del torero escribieron que este toro fue 'malo, sin clase y con peligro'. Eso es precisamente lo que pueden solicitar los de la ADAC a Justo Hernández, que embarque seis toros de los que las figuras dirían que son 'malos, sin clase y con peligro', seis toros como este 'Bochinchero'. Un garcigrande con carbón tiene mucho interés. En cambio, el que es 'bueno, con clase y sin peligro' no nos interesa lo más mínimo porque es una ternera que aburre a las ovejas. Él sabe perfectamente lo que tiene en su casa y lo vemos capaz de aceptar el desafío. ¿Por qué no le preguntan?
Si quieren, reservamos una mesa en nuestro restaurante de Tarragona y citamos allí a Justo Hernández junto a Garrigue, Coste, Fernández y Raviglione, los capitostes de la ADAC. Si no llegan a un acuerdo, por lo menos habrán comido muy bien en un marco incomparable. Y encima invitamos nosotros. Más no podemos hacer.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
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Foto de Jean Laurent, de quien tienen una exposición en Madrid, pulsen aquí. |