Novillada concurso bien presentada excepto el asardinado de Saltillo. Vimos ganas de hacer las cosas bien en el primer tercio, con las rayas marcadas al efecto, los diestros con interés en poner los toros correctamente en suerte y un total de diecisiete entradas al caballo.
Éste fue el boquerón de Saltillo:
Por cierto, presentaba un aspecto más lozano en el cartel de la corrida:
Cuando salió, empezó a regatear en el capote de Cabrera y en el callejón leímos el pensamiento de todos: ¡el hijo de 'Cazarratas'!
El segundo fue de Isaías y Tulio, una decepción total, nada que ver con lo que vimos en Pedrajas. Muy vulgar en el caballo y sin casta después:
El tercero fue 'Prisionero', de Flor de Jara, premiado exageradamente con la vuelta al ruedo pero sin ninguna queja sobre su trapío. Ahí está, saludando a Omar:
El cuarto fue de Aurelio Hernando. En el sorteo lo daban como colorado pero no lo es ni de broma. Para nosotros es una curiosa mezcla de melocotón en dos tercios y jabonero en el tercio anterior. Incluso en la cara tiene un curioso lucero 'en melocotón', observen:
El quinto fue de Fernando Guzmán, en teoría Santa Coloma aunque dicen que con gotas de Murube, una mezcla como la de la antigua ganadería de Martínez Benavides:
Y el sexto fue de El Añadío. ¿Qué encaste ven ustedes aquí? ¿Coquilla?
La propietaria tiene coquillas y santacolomas. Hace dos años compró diez vacas y un semental a Sánchez Fabrés. Tenía otro semental de San Martín puro Santa Coloma. En total tiene cien vacas con las dos sangres: Coquilla y Santa Coloma pero ella reconoce que también mezcla alguna cosa para que lo de Coquilla salga con más presencia. Ademas de esto, ¿qué quedará de Coquilla auténtico en el mundo? Pues las treinta vacas que mantiene Sánchez Arjona por romanticismo y lo que puedan tener los Huertas entre sus sesenta y cinco vacas. Bueno, también queda el hierro original, que es el que posee Daniel Ruiz, que tuvo patasblancas, coquillas y ahora los jandillas. Mató los coquillas después de esta corrida en Valencia.
El comportamiento de los novillos en el caballo fue discreto aunque vimos arrancadas de largo del de Cancela y del de Hernando. El que más empujó fue el de Guzmán. Para que vean cómo está el patio, algún muy buen aficionado recalcaba al acabar que era de agradecer que la novillada estuviese en puntas...Es triste que ésa sea la novedad.
JOSÉ CABRERA. El almeriense vio con preocupación los regates del de Saltillo, que no hacía honor a la nobleza de su nombre: 'Diano'. En el caballo echó la cara arriba sin ninguna vergüenza:
Ya ven que cobró en el lomo, como toda la corrida. ¿Es posible que todos los picadores sean tan malos que hasta cuando rectifican con el toro quieto en el peto clavan trasero? A éste le hicieron más sangre que a corridas enteras de encastes comerciales, le salía a borbotones:
Aseado y con ganas de agradar estuvo Cabrera en banderillas:
Pero se veía en la brega que el novillo iba aprendiendo latín durante el segundo tercio. Con la muleta, el de Saltillo ya era capaz de traducir a Virgilio, con lo que asistimos a una especie de jota donde no se quedaron quietos ni el diestro ni su oponente:
Estocada trasera baja perdiendo la muleta porque se la pisa el toro, no porque la tire para aliviarse:
A su segundo lo colocó largo en el caballo por dos veces. A regañadientes, se terminó arrancando pero peleó sin fe. Nuevamente estuvo muy correcto y diligente en banderillas, donde se veía que el toro iba a colaborar:
Cuando salió con los trastos intentamos animarle desde el tendido gritándole que el toro era de oreja (más abajo, en la barrera, un espectador asintió ostensiblemente con la cabeza; resultó ser el señor Hernando). Ahí ven la embestida del toro:
Si salen como éste los de Zaragoza, triunfo seguro. El toro fue dulce pero tuvo que tragarse pases más bien amargos. Lo dejaremos aquí. Acabó Cabrera con esta estocada contraria hasta la gamuza y cortó una oreja del bondadoso público andorrano:
DANIEL MENÉS. Hace dos años cortó una oreja en su presentación en Madrid a uno de Sepúlveda. En Andorra estuvo mal sin paliativos. A su primero, el tulio, lo estrellaron tres veces en el burladero antes del caballo y dos más antes de la muleta, de vergüenza.
Casi no se le hizo sangre en el peto a pesar de las tres entradas a las que acudió por obligación. Iba topando y esperaba en banderillas.
En la muleta no tuvo codicia, iba con la cara alta, reculaba, embestía a arreones...Nada que ver con lo que buscaba el señor Pedrajas.
A la hora de matar, Menés dio sendos sainetes. En éste, siempre tapando la cara y saliéndose de la suerte, pinchazo arriba, dos más bajos, otro caído, golletazo, otro pinchazo y una casi entera atravesada y trasera:
Vimos que el delegado amonestaba visiblemente a uno de la cuadrilla y nos aclaró que fue porque pisaron el rabo del toro para que no se levantase cuando estaba doblando.
Su segundo fue el de Guzmán, el que metió los riñones con fuerza en el caballo, vean:
Llegó a poner en apuros al picador, casi lo descabalga, pero en total le hizo no menos de cuatro agujeros, es indignante lo de esta gente:
Lidia infame en el segundo tercio y Menés que salió con la montera y con el estoque de verdad. Esto, que parece un buen detalle, deja de serlo cuando mata tan mal y cuando se va rápidamente de la plaza, suponemos que con permiso, a la muerte de este novillo. Como tenía prisa por coger un avión, no esperaba a que el toro se arrancase al caballo y no quería perder tiempo cambiando el estoque de mentira.
El toro iba rebrincadillo y era distraído. Si a eso añadimos los mantazos que dio el madrileño, ya imaginan el resultado:
Con otro lamentable sainete al matar culminado con nueve descabellos finalizó su triste actuación en Andorra. ¿Sería por las prisas al tener la cabeza en México? Debe reconocerse en su haber que hizo gestos claros de pedir perdón al público.
MAXIME SOLERA. Fue el triunfador el año pasado y repitió ayer. A este paso tendrá que cambiar su nombre por el de 'Macario', patrón de Andorra (lo contábamos aquí).
Ya dijimos que torea mermado por su fisura de menisco pendiente de operación, pero no quiere perderse ningún festejo tras quedar fuera de Céret. Tiene afición, como demuestra en una entrevista que pueden leer aquí, ya me dirán qué aficionado no firma todo lo que dice.
Con interés y ganas en el primer tercio, se esmeró en colocar bien sus dos novillos. Al primero lo picó Réhabi. Movió muy bien el caballo más liviano de la cuadra valenciana, ofreció el pecho pero clavó trasero las tres veces:
Roberto Ortega es subalterno resabiado. Estrelló en el burladero el segundo novillo de Menés ¡que no era suyo! Aquí lo vemos clavando de sobaquillo:
El problema del santacoloma de Cancela es que estaba muy mermado de facultades y no iba infiltrado como el francés. Embestida melosa hasta empalagar y Solera, obligado a no bajar la mano en exceso:
La sorpresa fue descubrir que templó y corrió la mano con gusto. Para nosotros fue una agradable sorpresa porque de tanto torear corridas duras, vas cogiendo mucho oficio pero es un oficio digamos que 'defensivo'. Queda la duda de qué pasará cuando salga la perita en dulce. Pues aquí Solera salió airoso:
Cuando se iba a perfilar, dijimos a un vecino de tendido: 'tendría que dejarse de tonterías y entrar a matar con la izquierda porque es zurdo'. Nos debió de leer el pensamiento porque se cambió los trastos de mano en el último momento y dejó esta estocada caída recibiendo:
Solera jugaba a tenis y era más zurdo que John McEnroe aunque de mejor carácter. Pues zapatero, a tus zapatos. Observen que se ha aliviado tapando la cara del toro y que esa estocada, que con la diestra sería contraria, pasa a ser caída pero nunca un bajonazo como nos insistía un aficionado díscolo a nuestro lado. Las categorías son: desprendida, caída, baja, bajonazo y golletazo. Ésta es caída y punto.
Dos orejas exageradas y aún más excesiva la vuelta al ruedo al de Flor de Jara:
El último fue ese misterioso coquilla estrellado de El Añadío. Solera hizo lo único bueno que se vio con la capa en toda la tarde:
En el caballo se repuchaba y no estaba por la labor, fue el único cambiado con dos entradas. Se le veía mansurrón y descastadito pero sin ninguna maldad, ahí lo tienen:
El público estaba más pendiente del trompetista que del novillero. Mientras, Solera luchaba por evitar que el toro se rajase y se fuese a tablas, que es lo que quería. Pero intuíamos que si enterraba la espada, cortaría otra oreja. Recuerden aquí que Solera al volapié es otro que se queda peligrosamente en la cara. Pues volvió a intentar recibir pero la cosa quedó al encuentro, también caída y con degüello:
Cuando se iba a perfilar nos echábamos las manos a la cabeza porque a la izquierda de la foto está la puerta de chiqueros y el diestro llevaba la espada en la derecha. Pero volvió a cambiársela de mano y lo que iba a ser la suerte natural con gran riesgo para él, pasó a ser la suerte contraria. Muy bien.
Cuando el toro había doblado, se volvió a levantar y nos ofreció una muy bella muerte. Sacó a la hora de morir la bravura que había escondido durante toda su lidia. La sorpresa fue que luego no cayó una oreja sino dos. Quizás fue por el empeño que puso su padre en silbar desde el callejón, le oían desde Alcorisa:
Hablamos antes de la corrida con su apoderado, Enrique Guillén. No podemos contarles cosas off the record pero sí transcribimos esta parte de nuestro diálogo, empezamos nosotros:
- He leído la entrevista a Solera y me parece muy bien todo lo que dice, sobre todo lo del primer tercio, donde insiste en que quiere hacer las cosas bien.
- Pero es que, vamos a ver: si nos sentásemos en una mesa toreros y aficionados, nos pondríamos rápidamente de acuerdo en lo que queremos porque queremos lo mismo
- Perdona pero me temo que no: hay muchos toreros para los que el caballo es un engorro y hay también una mayoría de público que lo que quiere ver son sesenta pases con la muleta, nada más.
- Eso no es así...
-¡Cómo que no es así! Ven al tendido conmigo cualquier día y en cualquier plaza.
- Pero es que tú me hablas del público y yo hablo de sentar a los toreros con los aficionados
- ¡Hombre! Pero es que el que llena las plazas es el público, los aficionados no llenaríamos ni una portátil...
Nos llamó la atención ver en la grada a Isaías Vázquez, a Moreno Silva y a Hernando. De las otras tres ganaderías no logramos identificar a nadie. Saludamos también a dos miembros de la ADAC, a quienes dimos la tabarra para que vuelva Bonijol a Céret, a ver si conseguimos algo.
Comimos muy bien, hubo temperatura ideal, disfrutamos del precioso paisaje que hay entre Tarragona y Alcañiz y tuvimos ocasión de departir con aficionados cabales de Valencia y Zaragoza. Vimos diecisiete entradas al caballo y se notó bastante interés por poner los novillos largos. Además, en Andorra trabaja el alguacilillo más serio de España y hay un delegado de la autoridad pendiente de todo.
¿Qué más queremos en los tiempos que corren?
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.