domingo, 9 de septiembre de 2018

ANDORRA, NOVILLADA CONCURSO: DESPUÉS DE LA HIEL, LA MIEL

Maxime Solera ha comido más hiel esta temporada que Nuestro Señor en la cruz. Ha tenido que matar Raso de Portillo, Hoyo de la Gitana, Cuillé, Conde de la Maza, Dolores Aguirre y Prieto de la Cal. A eso se suma que los toros le han pegado más que en toda su carrera y va infiltrado con una fisura en el menisco pendiente de operación. Tras este camino de espinas le llegaron las rosas en Andorra. Tuvo suerte en el sorteo con la miel de Flor de Jara y con un caramelete no muy amargo de El Añadío. Cuatro orejas y a hombros.

Novillada concurso bien presentada excepto el asardinado de Saltillo. Vimos ganas de hacer las cosas bien en el primer tercio, con las rayas marcadas al efecto, los diestros con interés en poner los toros correctamente en suerte y un total de diecisiete entradas al caballo.

Éste fue el boquerón de Saltillo:



Por cierto, presentaba un aspecto más lozano en el cartel de la corrida:


Cuando salió, empezó a regatear en el capote de Cabrera y en el callejón leímos el pensamiento de todos: ¡el hijo de 'Cazarratas'!



El segundo fue de Isaías y Tulio, una decepción total, nada que ver con lo que vimos en Pedrajas. Muy vulgar en el caballo y sin casta después:



El tercero fue 'Prisionero', de Flor de Jara, premiado exageradamente con la vuelta al ruedo pero sin ninguna queja sobre su trapío. Ahí está, saludando a Omar:



El cuarto fue de Aurelio Hernando. En el sorteo lo daban como colorado pero no lo es ni de broma. Para nosotros es una curiosa mezcla de melocotón en dos tercios y jabonero en el tercio anterior. Incluso en la cara tiene un curioso lucero 'en melocotón', observen:



El quinto fue de Fernando Guzmán, en teoría Santa Coloma aunque dicen que con gotas de Murube, una mezcla como la de la antigua ganadería de Martínez Benavides:



Y el sexto fue de El Añadío. ¿Qué encaste ven ustedes aquí? ¿Coquilla?



La propietaria tiene coquillas y santacolomas. Hace dos años compró diez vacas y un semental a Sánchez Fabrés. Tenía otro semental de San Martín puro Santa Coloma. En total tiene cien vacas con las dos sangres: Coquilla y Santa Coloma pero ella reconoce que también mezcla alguna cosa para que lo de Coquilla salga con más presencia. Ademas de esto, ¿qué quedará de Coquilla auténtico en el mundo? Pues las treinta vacas que mantiene Sánchez Arjona por romanticismo y lo que puedan tener los Huertas entre sus sesenta y cinco vacas. Bueno, también queda el hierro original, que es el que posee Daniel Ruiz, que tuvo patasblancas, coquillas y ahora los jandillas. Mató los coquillas después de esta corrida en Valencia.


El comportamiento de los novillos en el caballo fue discreto aunque vimos arrancadas de largo del de Cancela y del de Hernando. El que más empujó fue el de Guzmán. Para que vean cómo está el patio, algún muy buen aficionado recalcaba al acabar que era de agradecer que la novillada estuviese en puntas...Es triste que ésa sea la novedad.

JOSÉ CABRERA. El almeriense vio con preocupación los regates del de Saltillo, que no hacía honor a la nobleza de su nombre: 'Diano'. En el caballo echó la cara arriba sin ninguna vergüenza:



Ya ven que cobró en el lomo, como toda la corrida. ¿Es posible que todos los picadores sean tan malos que hasta cuando rectifican con el toro quieto en el peto clavan trasero? A éste le hicieron más sangre que a corridas enteras de encastes comerciales, le salía a borbotones:



Aseado y con ganas de agradar estuvo Cabrera en banderillas:



Pero se veía en la brega que el novillo iba aprendiendo latín durante el segundo tercio. Con la muleta, el de Saltillo ya era capaz de traducir a Virgilio, con lo que asistimos a una especie de jota donde no se quedaron quietos ni el diestro ni su oponente:



Estocada trasera baja perdiendo la muleta porque se la pisa el toro, no porque la tire para aliviarse:



A su segundo lo colocó largo en el caballo por dos veces. A regañadientes, se terminó arrancando pero peleó sin fe. Nuevamente estuvo muy correcto y diligente en banderillas, donde se veía que el toro iba a colaborar:



Cuando salió con los trastos intentamos animarle desde el tendido gritándole que el toro era de oreja (más abajo, en la barrera, un espectador asintió ostensiblemente con la cabeza; resultó ser el señor Hernando). Ahí ven la embestida del toro:



Si salen como éste los de Zaragoza, triunfo seguro. El toro fue dulce pero tuvo que tragarse pases más bien amargos. Lo dejaremos aquí. Acabó Cabrera con esta estocada contraria hasta la gamuza y cortó una oreja del bondadoso público andorrano:



DANIEL MENÉS. Hace dos años cortó una oreja en su presentación en Madrid a uno de Sepúlveda. En Andorra estuvo mal sin paliativos. A su primero, el tulio, lo estrellaron tres veces en el burladero antes del caballo y dos más antes de la muleta, de vergüenza.

Casi no se le hizo sangre en el peto a pesar de las tres entradas a las que acudió por obligación. Iba topando y esperaba en banderillas.



En la muleta no tuvo codicia, iba con la cara alta, reculaba, embestía a arreones...Nada que ver con lo que buscaba el señor Pedrajas.

A la hora de matar, Menés dio sendos sainetes. En éste, siempre tapando la cara y saliéndose de la suerte, pinchazo arriba, dos más bajos, otro caído, golletazo, otro pinchazo y una casi entera atravesada y trasera:



Vimos que el delegado amonestaba visiblemente a uno de la cuadrilla y nos aclaró que fue porque pisaron el rabo del toro para que no se levantase cuando estaba doblando.

Su segundo fue el de Guzmán, el que metió los riñones con fuerza en el caballo, vean:



Llegó a poner en apuros al picador, casi lo descabalga, pero en total le hizo no menos de cuatro agujeros, es indignante lo de esta gente:



Lidia infame en el segundo tercio y Menés que salió con la montera y con el estoque de verdad. Esto, que parece un buen detalle, deja de serlo cuando mata tan mal y cuando se va rápidamente de la plaza, suponemos que con permiso, a la muerte de este novillo. Como tenía prisa por coger un avión, no esperaba a que el toro se arrancase al caballo y no quería perder tiempo cambiando el estoque de mentira. 

El toro iba rebrincadillo y era distraído. Si a eso añadimos los mantazos que dio el madrileño, ya imaginan el resultado:



Con otro lamentable sainete al matar culminado con nueve descabellos finalizó su triste actuación en Andorra. ¿Sería por las prisas al tener la cabeza en México? Debe reconocerse en su haber que hizo gestos claros de pedir perdón al público.

MAXIME SOLERA. Fue el triunfador el año pasado y repitió ayer. A este paso tendrá que cambiar su nombre por el de 'Macario', patrón de Andorra (lo contábamos aquí).

Ya dijimos que torea mermado por su fisura de menisco pendiente de operación, pero no quiere perderse ningún festejo tras quedar fuera de Céret. Tiene afición, como demuestra en una entrevista que pueden leer aquí, ya me dirán qué aficionado no firma todo lo que dice.

Con interés y ganas en el primer tercio, se esmeró en colocar bien sus dos novillos. Al primero lo picó Réhabi. Movió muy bien el caballo más liviano de la cuadra valenciana, ofreció el pecho pero clavó trasero las tres veces:



Roberto Ortega es subalterno resabiado. Estrelló en el burladero el segundo novillo de Menés ¡que no era suyo! Aquí lo vemos clavando de sobaquillo:



El problema del santacoloma de Cancela es que estaba muy mermado de facultades y no iba infiltrado como el francés. Embestida melosa hasta empalagar y Solera, obligado a no bajar la mano en exceso:



La sorpresa fue descubrir que templó y corrió la mano con gusto. Para nosotros fue una agradable sorpresa porque de tanto torear corridas duras, vas cogiendo mucho oficio pero es un oficio digamos que 'defensivo'. Queda la duda de qué pasará cuando salga la perita en dulce. Pues aquí Solera salió airoso:



Cuando se iba a perfilar, dijimos a un vecino de tendido: 'tendría que dejarse de tonterías y entrar a matar con la izquierda porque es zurdo'. Nos debió de leer el pensamiento porque se cambió los trastos de mano en el último momento y dejó esta estocada caída recibiendo:



Solera jugaba a tenis y era más zurdo que John McEnroe aunque de mejor carácter. Pues zapatero, a tus zapatos. Observen que se ha aliviado tapando la cara del toro y que esa estocada, que con la diestra sería contraria, pasa a ser caída pero nunca un bajonazo como nos insistía un aficionado díscolo a nuestro lado. Las categorías son: desprendida, caída, baja, bajonazo y golletazo. Ésta es caída y punto.

Dos orejas exageradas y aún más excesiva la vuelta al ruedo al de Flor de Jara:



El último fue ese misterioso coquilla estrellado de El Añadío. Solera hizo lo único bueno que se vio con la capa en toda la tarde:



En el caballo se repuchaba y no estaba por la labor, fue el único cambiado con dos entradas. Se le veía mansurrón y descastadito pero sin ninguna maldad, ahí lo tienen:



El público estaba más pendiente del trompetista que del novillero. Mientras, Solera luchaba por evitar que el toro se rajase y se fuese a tablas, que es lo que quería. Pero intuíamos que si enterraba la espada, cortaría otra oreja. Recuerden aquí que Solera al volapié es otro que se queda peligrosamente en la cara. Pues volvió a intentar recibir pero la cosa quedó al encuentro, también caída y con degüello:



Cuando se iba a perfilar nos echábamos las manos a la cabeza porque a la izquierda de la foto está la puerta de chiqueros y el diestro llevaba la espada en la derecha. Pero volvió a cambiársela de mano y lo que iba a ser la suerte natural con gran riesgo para él, pasó a ser la suerte contraria. Muy bien.

Cuando el toro había doblado, se volvió a levantar y nos ofreció una muy bella muerte. Sacó a la hora de morir la bravura que había escondido durante toda su lidia. La sorpresa fue que luego no cayó una oreja sino dos. Quizás fue por el empeño que puso su padre en silbar desde el callejón, le oían desde Alcorisa:



Hablamos antes de la corrida con su apoderado, Enrique Guillén. No podemos contarles cosas off the record pero sí transcribimos esta parte de nuestro diálogo, empezamos nosotros:

- He leído la entrevista a Solera y me parece muy bien todo lo que dice, sobre todo lo del primer tercio, donde insiste en que quiere hacer las cosas bien.
- Pero es que, vamos a ver: si nos sentásemos en una mesa toreros y aficionados, nos pondríamos rápidamente de acuerdo en lo que queremos porque queremos lo mismo
- Perdona pero me temo que no: hay muchos toreros para los que el caballo es un engorro y hay también una mayoría de público que lo que quiere ver son sesenta pases con la muleta, nada más.
- Eso no es así...
-¡Cómo que no es así! Ven al tendido conmigo cualquier día y en cualquier plaza.
- Pero es que tú me hablas del público y yo hablo de sentar a los toreros con los aficionados
- ¡Hombre! Pero es que el que llena las plazas es el público, los aficionados no llenaríamos ni una portátil...

Nos llamó la atención ver en la grada a Isaías Vázquez, a Moreno Silva y a Hernando. De las otras tres ganaderías no logramos identificar a nadie. Saludamos también a dos miembros de la ADAC, a quienes dimos la tabarra para que vuelva Bonijol a Céret, a ver si conseguimos algo. 

Comimos muy bien, hubo temperatura ideal, disfrutamos del precioso paisaje que hay entre Tarragona y Alcañiz y tuvimos ocasión de departir con aficionados cabales de Valencia y Zaragoza. Vimos diecisiete entradas al caballo y se notó bastante interés por poner los novillos largos. Además, en Andorra trabaja el alguacilillo más serio de España y hay un delegado de la autoridad pendiente de todo. 

¿Qué más queremos en los tiempos que corren?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.








miércoles, 5 de septiembre de 2018

FERIA DE BILBAO, 2018 (y 3): YA AVISÁBAMOS AQUÍ A JUAN LEAL DE SU COGIDA

No hacía falta ser la sibila Cumana para hacer de adivino y darse cuenta de que, más pronto que tarde, Juan Leal se llevaría una cornada al entrar a matar. Lo anunciábamos aquí en el pasado mes de marzo y nos sabe mal haber acertado. Copiamos:

"Hablando de estocadas, habrá que rezar para no asistir a una desgracia ya que el tercer espada es Juan Leal. Lo decimos porque tiene el problema grave de que se tira a matar a lo loco y sin cruzar. Suele salir trompicado y está cercano el día en que se llevará una cornada fea en esta suerte".

El único consuelo es que lo de Bilbao podría haber sido mucho peor. Leal tiene a varios familiares metidos en el mundo del toro y nadie es capaz de decirle que no puede seguir así porque le pesará. Recuerden aquí que en Céret este año tuvo un susto gordo. El toro chorreado es de Sao Torcato:




Ustedes pensarán que hay otros toreros que van haciendo carrera quedándose en la cara del toro a la hora de matar sin cruzar. Así es, Ureña es uno de ellos. Hace justo un año, en Madrid, se quedó en la cara al matar sus dos toros y salió sólo golpeado afortunadamente para él. Ahí lo tienen con su primero y con su segundo, la misma equivocación:



Ambas fotos son de Julián López

Ureña es otro que está teniendo mucha suerte hasta el momento pero vayan contando sus seguidores las veces que sale trompicado al entrar a matar. El drama es que vemos el mismo defecto en muchos novilleros. Lo comentábamos en la pasada feria de Pedrajas, pueden ir al archivo del mes de agosto. Éste de abajo es el ejemplo de Jesús Orozco, pero también se quedaron en la cara Domínguez, Cervera y Joselete. 



Vean ahora al último de los citados ¿no se da cuenta ninguno de sus mentores de que se van a hacer daño más pronto que tarde?



Está todo inventado. Paquiro insistía siempre en su Tauromaquia en 'salir con pies' o 'salir con todos los pies'  (no salir 'por pies' como se lee en algunos que lo citan mal). Sea como fuere, ¡se trata de salir!

Guerrita añadía por dónde salir:



Eso de salir rozando el costillar es lo que se denomina 'salir limpiamente' de la suerte. Si te quedas en la cara, es que no sales de la suerte, ni limpiamente ni de ninguna manera. Esa limpieza al salir se solía recalcar en las crónicas antiguas cuando se ejecutaba una buena estocada. Lean aquí estos versos de 1896 dedicados a El Algabeño (recuerden esta entrada):


Un poco antes, en 1883, se publican estos versos para definir lo que era el 'vuela-pies':



Sale bien también de la suerte Agustín García 'Malla' en 1914:



En cambio, aquí critican a Fuentes por no salir correctamente tras estoquear a un Miura en Madrid en 1900:



Rafael Ortega siempre lo recalcaba:

"si te quedas en la cara al entrar a matar es cuando te cogen los toros"


En 'Los grandes sucesos de la vida taurómaca de Lagartijo' de Aurelio Ramírez, más de lo mismo al referirse al diestro matando un toro de Ripamilán en Barcelona para la Merced:



No se preocupen los frascuelistas porque también hay para ellos. Cañabate rendía este homenaje a Salvador:



¿Qué paso con Juan Leal frente a este miura? Empezó la faena de manera temeraria, de rodillas en los medios. Hizo lo mismo el año pasado, recuerden aquí en el 8'02'' . Pero aquel miura iba muy rebrincado y Leal decidió con buen criterio ponerse de pie. Este año la cosa fue diferente. Tenía delante este toro que vemos en el campo, donde no pasa de ser un miura normal y corriente, el número 62 de nombre 'Orejilla' y de 596 kilos:



Pero la mirada de ese toro era más penetrante de lo normal, ya se fijarán en ella en el vídeo, da miedo:



Se echó de rodillas en los medios como decíamos pero el toro era tan revoltoso que no dio tiempo a que el diestro se pusiese de pie y lo levantó del suelo. Observen el ojo del miura:


FOTO: EFE


FOTO: Manu de Alba

Cuando sí se repitió la historia fue al entrar a matar. Leal se volvió a quedar en la cara como siempre. Ésta es la estocada de 2017, la pueden ver en el vídeo a partir del 18'25''. El diestro se tira encima agravándose la situación porque el miura echa la cara arriba:






Escuchen al locutor cuando dice '¡se ha ido detrás de la espada hasta chocar con el toro!'. Lo comenta admirado cuando debería censurarlo por no salir por el costillar. Va en la línea de los que ensalzan demencialmente a los toreros que se tiran a matar a lo loco, recuerden lo explicado aquíUna cosa sí la vamos a resaltar como se merece: Leal no tapa nunca la cara del toro, siempre apunta con el estaquillador al morro, como tiene que ser.

La cogida de este año la pueden ver aquí en el 0'48'' (insistimos en que pongan el vídeo desde el inicio y se fijen todo el rato en el inquietante brillo de los ojos del toro). No lleva el brazo especialmente estirado y apunta con el estaquillador al morro como decíamos:



No pega el telonazo pero sí ese saltito quedándose en la cara:



Ha enterrado la espada pero el toro se lo lleva por delante:



Al final, lo anunciado: cornada afortunadamente menos grave de lo que podría haber sido. La vemos aquí desde otro ángulo:


FOTO: Manu de Alba

Éste es el parte: 

"Herida por asta de toro en el tercio medio del muslo derecho con dos trayectorias, una de cinco centímetros que afecta al músculo que rodea la rodilla (...) y la otra subcutánea que lo mantendrá de baja unos quince días si no hay complicaciones"

Esa cornada en la zona de la rodilla podría haberlo dejado cojo. 

¿Le volverá a ocurrir algo parecido en una próxima ocasión? Esperemos que no. Ojalá se mentalice de que, tras clavar, tiene que ir a tocar la penca del rabo. Es la manera que se nos ocurre de que se le meta en la cabeza que tiene que salir 'limpiamente por el costillar'. 

Y aunque no sea limpiamente, por lo menos que salga, que no se quede ahí dando ese saltito porque la cogida se puede repetir (a no ser que El Juli le dé clases sobre cómo dar el salto hacia la izquierda saliéndose a la vez de la suerte y dejando la espada trasera). Los toreros no cruzan porque en el subconsciente van con miedo y precisamente Leal tiene valor por arrobas. Debe recordar la frase que, en nuestra opinión, se cita mal: a quien no cruza se lo lleva el diablo (no a quien no hace la cruz).

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

  

sábado, 1 de septiembre de 2018

FERIA DE BILBAO, 2018 (2): URDIALES, MATÍAS Y LA TERNERA

Parece el título de un cuento de los hermanos Grimm. Un cuento con final feliz para el primer protagonista pero gracias a un presidente al que se le pasó el arroz hace mucho tiempo y a un tal 'Gaiterito' que era una ternerilla al uso.

Casi podríamos repetir lo que decíamos hace tres años aquí. Hay momentos de toreo bueno de Urdiales que ahora comentaremos pero tiene delante un animal sin entidad. No se puede conceder dos orejas con ese enemigo (dejemos aparte el pinchazo y el aviso...aunque recordemos que estamos en Bilbao). No obstante, si Matías había regalado dos a Roca de forma indebida, aquí mostró una coherencia digna de mejor causa.


FOTO: EFE

El primero de Urdiales es calificado como encastado en muchos sitios. Lo dejaríamos en 'encastadito' siendo generosos aunque, al lado de su segundo, es 'Jaquetón'. Estamos cansados de denunciar cómo los toreros se echan el toro afuera en cada pase para que les dé tiempo a componer la figura fuera de cacho en el siguiente pase. Pues Urdiales no lo hizo. Pueden seguir las imágenes en este vídeo a partir del 0'28''. No tiene la pierna de salida retrasada, no abusa del pico pero coge mal la muleta:



Paula decía que no se puede coger la muleta como una garrota y eso se lo apuntamos a Urdiales en el debe. Tira del toro con naturalidad, sin retorcerse. Los pies, bien asentados en la arena:



Esa combinación de naturalidad y solidez es el empaque, lo que Curro ha alabado del riojano en ocasiones (y el faraón sabe de qué está hablando). Nuestras queridas figuras no tienen empaque porque no torean con naturalidad sino retorciéndose grotescamente una (El Juli, Perera) o haciendo poses almibaradas otros (Castella, Ponce, Roca, Manzanares...). Además Urdiales torea en redondo y no en línea. Camino decía hace poco que hoy se torea en línea recta y no en semicírculo como entiende él que debería ser:



Verán a continuación que remata el pase atrás. El citado Paula decía que 'al toro se le llama aquí con la muleta plana, de frente, y se le lleva detrás de la cadera'.



Lo vuelve a repetir Urdiales en la tanda siguiente. Ahí está embarcando al toro con la panza de la muleta, sin arrastrarla y ofreciendo el medio pecho:



Dense cuenta del quebranto que supone para el toro llevarlo así. Las babosas habituales no aguantan más de tres tandas bien rematadas porque se rompen. 



El drama es que a una figura le sale un 'Bochinchero', que sí que las aguanta, y no quiere hacer el toreo bueno porque se le ha olvidado (hablamos de Manzanares, con el castaño de Garcigrande en Bilbao, y con ése no valen las excusas de que se va a romper). Si Urdiales quisiera, no remataría el pase como ven en la imagen siguiente sino que se lo echaría afuera. 



En el destoreo habitual, veríamos la cabeza del toro a la derecha de la imagen porque el maestro le habría abierto la puerta. No es el caso, como ven.

Los toreros tienen técnica y sabiduría para hacer esas trampas. Lo volvía a decir Paula: 'si yo quisiera, podría llevar el toro lejos porque tengo recursos, sé mandar y además tengo brazo y estatura para dejarlo en la otra parte de la plaza'. Esas cuatro características las tienen todas nuestras figuras y se aprovechan de ellas para torear sin hondura y aliviándose. El que menos estatura tiene es El Juli, por eso dobla la pierna externa al rematar los pases y así alarga más el brazo para echarse el toro afuera, como en esta imagen de La Maestranza:



La serie la remata Urdiales con uno de pecho, que no es precisamente su especialidad. Hace tres años éramos los únicos que decíamos que sus pases de pecho suelen ser mantazos (pulsen aquí). Le pasa lo que a Manolete, que no le gusta rematar con el de pecho o por alto, se encuentra más a gusto con una trinchera o con un molinete.



Como el de Arnedo no es un prodigio de valor, suele salirse de la suerte a la hora de entrar a matar. Aquí, con la temporada que lleva, no lo hizo y se tiró a por todas aunque con la mano alta:



Tapa la cara del toro y deja una estocada contraria, señal de que no intentó aliviarse:



El sexto fue la ternera de las dos orejas. A este animal no le han contado que su encaste debería mostrar un tranco de más. Los taurinos nos dirán que fue 'un toro con calidad' pero es que esa expresión nos hace salir huyendo porque un toro no tiene que tener calidad sino poder, casta y, a ser posible, bravura, aunque esto último no es imprescindible. Vuelve a haber instantes de toreo bueno pero es de salón, para nosotros sin valor porque lo hace ante un perrillo. 

Ustedes nos dirán: a las figuras se las pone por las nubes en los medios de comunicación cuando componen sus posturitas ante perrillos, a ver si ahora usted va a negar el pan y la sal a Urdiales porque delante tenía un animal sin respeto. Pero es que nosotros intentamos ser imparciales y si criticamos a unos también habrá que criticar a éste. No obstante, siguió intentando torear con pureza, aquí lo tienen bien colocado y llevando al torete en redondo, no en línea:





Para que vean la diferencia entre ubicarse correctamente y fuera de cacho, vayan al vídeo a ver la tanda del 2'11''. Empieza muy correcto, observen las piernas:



Sigue dando el medio pecho y citando con la muleta plana, sin echar la pierna atrás. Tira muy bien del toro en los tres primeros pases:



Pero en el cuarto se coloca fuera de cacho, ahí lo tienen. Eso es destorear:



¿Ven la diferencia? Se está retirando del camino del toro para simplemente componer la figura a su paso. Recuerden que la clave  es esto:

"El torero debe colocarse de forma que el toro quede interpuesto en el terreno del torero y éste en el de aquél. Así, si el toro avanza por su terreno, debería coger al diestro a no ser que el maestro, para impedirlo, interponga una suerte y lo desvíe de su intención"

Lo explicábamos aquí. Y es que Urdiales sabe destorear como el que más pero le agradecemos que en Bilbao haya preferido torear. Dicen que no liga...Ligar rematando los muletazos atrás es muy difícil aunque no imposible. El problema es que no puedes dar más de tres porque al cuarto el toro te ha comido el terreno y te ves obligado a darle salida. De todas formas, para ligar como Ponce, Perera, Manzanares, Castella, Roca o El Juli, apartándose del toro, preferimos que no ligue (o Talavante y Morante, aunque estos dos, cuando quieren, no se apartan, la pena es que hay que ser de su cuadrilla para verlo).

Destorear es lo que hace Ponce en el mismo vídeo a partir del 1'14'', cuando se monta en el tiovivo:



Es curioso que también se ve cómo El Juli no se echa el toro afuera tanto como acostumbra, véanlo en el 1'30'':



Parece decir '¿lo veis? Yo también remataría atrás si quisiera, lo que pasa es que no quiero, total, me aplaudís igual':



Urdiales pinchó y oyó un aviso pero sabía que en el palco tenía a su padre putativo y se tiró de nuevo con fe. Vuelve a tapar la cara del toro y lleva la mano alta, por eso la espada se irá atrás:



Matías terminó el bonito cuento de Urdiales y la ternera dando un final feliz al evento. Si llega a tener seis pañuelos blancos, los echa todos al viento. 

Creemos haber dado una visión ecuánime de lo realizado por el riojano. Hay algún amigo que nos dice que su toreo le aburre. Bueno, contra eso no podemos decir nada excepto preguntarnos que si ver esos pases con la muleta plana y bien rematados aburre, ¿qué diríamos de Perera o de Manzanares sin ir más lejos?

Y, para acabar, es curioso leer las loas unánimes de los críticos taurinos al toreo de Urdiales. Quedan con el trasero al aire porque no se puede alabar este toreo y el de Roca, Juli o Castella. No tiene nada que ver. En el de Urdiales hay destellos de verdad. En el de los otros, alivios y trampas constantes, aunque con el valor de quedarse quietos, eso es lo único que nunca les negaremos. 

La actuación de Urdiales desató una educada polémica entre algunos lectores de nuestro modesto blog adelantándose a esta entrada. La copiamos a continuación en la sección de comentarios. 

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.