sábado, 18 de mayo de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO, 2024 (7). LA QUINTA: VIDRIERO Y PERIQUITO

FIRMA INVITADA: JOAN ADELL

Como estábamos de viaje a Vic-Fezensac, cedimos los trastos a nuestro amigo Joan para que hiciese la crónica de la corrida. Esperemos que no nos robe muchos aplausos porque si es así, le mandaremos inmediatamente a que se tape y ya veremos si vuelve a ir en nuestra cuadrilla. No duden en entrar a discutir en la sección de comentarios si discrepan de sus apreciaciones.


VIDRIERO Y PERIQUITO: LA EMOCIÓN DE LA CASTA

Si usted es algo observador habrá detectado que existen dos tipos de aficionados “toristas”. Los aficionados que miran de reojo siempre al otro bando (a los de Domecq), que miden al toro a favor o en contra según si el hierro es de los suyos o no y que siempre dan la razón a su lector. 

Yo llamo a ese tipo de aficionados los “toristas de garita”. Por el contrario, está el aficionado torista que opina sin mirar al bando contrario, que critica los defectos independientemente del hierro del burel y que no tiene problemas en llevar la contraria a su lector. A ese tipo de aficionados yo les llamo “toristas a la intemperie”.



Todo esto viene a cuenta porque quizás lea o escuche opiniones de la corrida que no diferencian, como todos eran cárdenos, entre la emocionante casta agresiva y la previsible y noble formalidad. 

La corrida de La Quinta, bien presentada, llamativamente chata, enteramente cinqueña, pesadora (con un sexto de 627 kgs) tuvo dos partes claramente diferenciadas: por un lado el 1º, 2º, 3º y 6º, nobles y sosos, y por otro lado el 4º y 5º, encastados y agresivos. Vayamos al detalle.


MIGUEL ÁNGEL PERERA

Se fue Perera a puerta gayola en su primero, que era de los de nobleza. Tomó dos puyazos discretos, se ceñía algo en la muleta y aceptó sin problemas el tío vivo de pierna retrasada (eso sí, esta vez erguido) que le propinó el diestro de la Puebla de Prior. Acabó rajándose y Perera saludando una ovación.



Su segundo, Vidriero, fue un toro que recordaba a los mejores albaserradas: se dejó pegar en sus dos puyazos y llegó a la muleta embistiendo por abajo, revolviéndose y no dejándose tomar el pelo. No se tragó ni un muletazo por arriba. Y ahí se vio la falta de recursos de Perera. El toro pedía la muleta retrasada, cruzarse y ganarle la acción. Perera le quiso hacer su trasteo de siempre, de escuadra y cartabón, muleta adelantada, tirar largo y en línea… y ahí, en mi opinión, naufragó su faena. Madrid valoró su disposición y pidió minoritariamente la oreja no concedida.




EMILIO DE JUSTO

En su primero, un toro noble que embistió a todo con generosa bondad desde que salió de chiqueros, al diestro se le vio algo faltó de mando (toreando llamativamente muy de frente) y algo desacoplado.

Su segundo, Periquito, el toro de la corrida y de lo que llevamos de feria, fue un toro, probablemente bravo (hizo un buen papel embistiendo agresivo en dos varas, no hubo tercera) y, eso sí, sin duda, encastado. Se revolvía antes de acabar de pasar siendo consciente de que ahí había alguien que movía el trapo. 

Exigía ser toreado. De Justo empezó queriendo torearlo con la derecha con ortodoxa honradez, pero el toro se venció y revolcó al matador con agresividad, afortunadamente sin consecuencias. 



Estuvo listo De Justo porque cambió de mano y se dedicó a dar naturales saliendo y entrando de la tanda con la muleta retrasada (muy bien visto). Pero si antes criticábamos a Perera por no hacerlo, ahora criticaremos a De Justo por hacerlo en exceso (y de manera algo bruta). Es decir, faltó dejarla puesta, retrasada, en el pitón contrario y “tragar”, o por lo menos intentarlo, en vez de salir y entrar. Pero la cosa no era ni mucho menos sencilla, nada es fácil cuando hay casta.

El toro fue ovacionado en el arrastre y De Justo, después de una estocada tendida y trasera y tres descabellos, dio una vuelta al ruedo tras minoritaria petición.




GINÉS MARÍN.

Anda Ginés, un torero con un embroque envidiable, perdido entre sus cualidades (la facilidad) y sus defectos (el abuso de ventajas), Sus dos trasteos se parecieron ante dos toros, noble su primero y soso su enorme segundo. Toreo paralelo y perdiendo pasos. Nada suyo recordaremos de esta tarde.



Pero sí recordaremos la casta de Vidriero y Periquito, y la buena noticia de que todavía queda verdadera casta entre tanto merengue alabado por los toristas de garita. Y servidor, que es muy cabrón, con perdón, también recordará que no le cabe ninguna duda de que tanto a Vidriero como a Periquito, Ruiz Miguel les cortaba las orejas. (Póngase sus vídeos con victorinos si lo dudan).



Y recuerde, desconfíe de los que siempre le dan ciega y fanáticamente la razón. Son excelentes personas, pero no distinguen sus fobias de la verdad.

Cuídense.

J.


 



viernes, 17 de mayo de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO, 2024 (6). VICTORIANO: MEDIAS TINTAS

Lo del titular viene de que los victorianos no dejaron contentos ni a los que les gusta el norit ni a los que prefieren la casta brava. Se quedaron ahí en medio, en tierra de nadie. Fueron desiguales de presentación, varios feos y varios protestados. En el caballo empujaron en el primero pero se afligieron en el segundo. Este mismo encierro, bien tratado en el caballo hubiera dejado un recuerdo creemos que muy superior. 

Mención aparte merecen cuarto y quinto, que demandaban a gritos una tercera entrada ya que hubieran galopado de lejos pero eso es pedir uvas a la higuera porque estamos en Madrid, señores.



CASTELLA. Su primero era un negro mate, alto, que se tapaba por la cara y se protestó:



Puyazo duro empujando bien y salida suelta en la posterior señal. 

Viento molesto, toro incómodo sin ser peligroso y muñeca fina del francés tirando de él entre voces y protestas. Ahí se aprecia el aire:



Lo mató de corta caída y trasera y otra honda, que no corta, aún más atrás. Bella muerte del toro, mucho más que la forma de matar del diestro:



El cuarto era castaño albardado, carinegro, listón y con cuernos modernos:



Bernal se arriesgó cumpliendo la orden del maestro de no picar al toro, que se le vino como un tren y se dejó. Era para ponerlo de lejos otra vez y señalar pero Castella no quiso.

Bien Viotti y Chacón. Pero atención a la moda de clavar esos pares tan traseros porque lesionan a los toros mucho más de lo que creemos:




Toro de embestida amorosa, con una bondad enternecedora sin ser un borrego al menos al principio. Castella se lo pasó por delante, por detrás, por arriba y por abajo. 



A la tercera tanda el toro cambió de bondadoso a bobo integral. Para nuestro maniático gusto, merecía mejor toreo que esto: 



Encima el maestro se puso pesadísimo pegando pases a destajo y montando un arrimón ridículo. Entera trasera en los medios perdiendo los avíos, saltando, con mano alta y tapando la cara:




MANZANARES. Su primero era un castaño muy oscuro, veleto y blando:



Se deja pegar una monorrecargada y confirma su debilidad de patas. En la muleta XXL del maestro, cara alta pero embestida hacia adentro, de las que gusta a nuestras figuras.




Ultraderechismo que nos atosigó el alma y estocada corta arriba recibiendo, que basta:



El quinto fue el de más trapío, negro no zaíno por axiblanco, con dos machetes y buena pelota, cinqueño:



Tuvo un susto cuando pisó un hoyo y se torció el tobillo:



Primer puyazo de bravo con carioca infecta de María. Ahí tienen al pobre toro atrapado en ese remolino infernal y sanguinario:



Pero no se vayan: nuevo empuje y nueva vergüenza del piquero con esa mano izquierda asesina. ¡Pobre toro! Fíjense también en cómo recarga vilmente con todo el cuerpo sin respetar al animal, ¡y lo aplaudieron cuando se iba! Pongamos que hablo de Madrid...



El toro sacó cierto picante aunque siendo siempre noble. El pitón mejor había sido claramente el izquierdo en el segundo tercio pero ya saben que a Manzanares eso le da igual porque parece el hijo de Marie Le Pen y Abascal. Frió al toro y a nosotros a derechazos. Este fue uno de los diez pases con la izquierda que pegó... ¡en toda la tarde!



Metisaca en los bajos, dos pinchazos sin soltar y estocada arriba, trasera, con vómito y con muerte en los medios. Adviertan que, como es habitual en él cuando no recibe, aprovecha su largo brazo para clavar escupiéndose. Su pierna izquierda lo delata yéndose hacia afuera. Lo lleva haciendo toda la vida y nadie dice ni mu, recuerden lo que comentábamos hace nueve años :




RUFO. Su primero era negro zaíno, con poco cuello y también protestado:



Espartaco vino con el freno de mano olvidándose de las lanzadas que había propinado inmisericordemente el otro día. El toro quería empujar pero no podía con el paquidermo.



Sánchez domina tanto la suerte que es capaz de dejarse ese medio metrito de alivio para dárnosla con queso y clavar en el lomo. Blasco, mucho mejor, comparen:




Tragó en un inicio genuflexo, lo mejor que hizo en toda la tarde a nuestro entender:



El torito no podía porque tenía patitas de alabastro. Cuando estaba haciendo un tiovivo vulgar, de ésos que gustan tanto en este coso, se confió y el toro lo paseó por la atmósfera:



Volvió a la cara para dedicarse a mover las caderas, hacer muecas y destorear. Media pasada con salto, con telonazo, con derrame y sin puntilla. Oreja para nosotros muy barata:



El último fue este toraco alto, cornalón, de 599 kilos, feo, zarco, un poco salpicado y listón:



Huye al hierro pero luego pelea desordenado, cabeceando primero y metiendo riñón después, vean porque fue desconcertante:



Sánchez volvió a aliviarse pero lo aplaudieron igual, menudo chollo.

Nobleza y repetición del cinqueño y toreo moderno del talaverano. Más ultraderechismo, con mucho pico por ambos lados.



Se oía zaragata constante en el tendido, con gritos extemporáneos y enfrentamientos entre el personal. Pinchazo arriba, otro que escupe y espadazo bajo:



Tarde que mañana habremos olvidado aunque los paniaguados echarán previsiblemente las campanas al vuelo con el toreo rufesco. A nosotros los toros de Victoriano que nos gustan son los de banderillas negras, como el Andaluz de Ureña en la que para nosotros fue la mejor faena del año pasado, por encima de la del rabo morantino. La pueden recordar aquí.



No nos atrevimos a contar todos los pases con la derecha que nos recetaron los tres diestros porque hubiéramos corrido el riesgo de quedarnos dormidos a mitad de festejo como quien cuenta ovejas. Se sienten desnudos sin la ayuda y optan por castigar al personal sin piedad. ¿Veremos algún día toreo al natural medio decente en este interminable serial? 

Es lo que buscamos con un fanal, como cuando Diógenes buscaba un hombre honrado.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


jueves, 16 de mayo de 2024

FERIA DE SAN ISIDRO, 2024 (5). EL PARRALEJO: VÁYASE A HACER CROQUETAS

Nuestro amigo Joan ya nos avisaba de que no pensaba ver esta corrida y que iba a dedicarse a la concienzuda elaboración de croquetas. Acertó de pleno. Por supuesto que nosotros jamás la hubiéramos visto si no es por la obligación que nos hemos impuesto de comentar todo el serial para ustedes en nuestro modesto blog.



Lo de El Parralejo fue un desfile de cinqueños tontos y entrados en carnes, con una media de 582 kilos. Gran vulgaridad en el caballo, sosería por arrobas en la muleta y ausencia general de casta, de poder, de bravura y de todo lo que quieran ustedes añadir. Fue un castigo que no estamos seguros de merecer. Ni siquiera los triunfalistas televisivos pudieron tapar este insoportable caliqueño.



PERERA. Su primero era negro bragado, meano, alto, cornialto y venía picadito del campo. Las fotos son del maestro Moore a quien agradeceremos personalmente su colaboración este sábado en Vic:



Marronazo del que huye y después muy torpe Perera provocando que el toro se fuera al reserva al hacer un quite malo.

Toro chirle, que iba y venía embistiendo por obligación. Ante ese material nos costó mantenernos despiertos.



Por fin terminó el inaguantable sopor con una estocada baja a capón justamente protestada:



El cuarto era castaño aldinegro, bien encornado y anteado en la albarda como se aprecia:



Rivas marró por tres veces y el animal huyó de allí antes de que lo convirtiera en un colador. En el segundo, sin castigo. No podemos entender que si el toro estaba visto y el diestro pedía el cambio, el presidente obligara a otra estúpida entrada.

Bien Fini porque el toro lo esperó:



Inicio valiente de rodillas en el platillo. Fíjense en el overbooking de figurones en el callejón. Ninguno de ésos ha pagado:



Con el toro reservón y escarbando, Perera demostró su habilidad para que no viera otra cosa que la tela roja. Sacó petróleo de un toro con poco dentro aunque se protestaron debidamente sus ubicaciones fuera de cacho.



Pinchazo chalequero y estocada muy baja a capón, el codo lo delata:




UREÑA. Su primero fue protestado de salida. Negro zaíno, de pezuña basta, con cara adolescente y la penca despeinada:



La sorpresa saltó cuando en el primero estuvo mejor el piquero que el toro ya que Romero clavó en buen sitio, no tapó y no barrenó. En cambio, en el segundo nos devolvió a la triste realidad señalando en un sitio horroroso.

Toro blando, sin aire, que se derrumbó y hubo que colearlo. Nada. Pinchazo muy malo y corta que basta ejecutada a la carrera, estirando el brazo, con la mano por la andanada y con telonazo, o sea, marca de la casa:



El quinto era este castaño albardado, listón, lavado de cara, veleto, astinegro, ajamonado de atrás, de 602 kilos y parado ya de salida:



Empuje de bravo con la puya en el espinazo, vean abajo. En el segundo fue alegre a topar sin más:



Toro doliente, mugidor, noble y cabeceador. Ureña puso más ganas que su enemigo pero no fue suficiente para evitar el sesteo del respetable. 



Mandoble nefasto por muy bajo, trasero y con hemorragia:




FERMÍN. Confirmó con este toraco feo, con poco cuello, astinegro, husmeador y escarbador:



Huye al hierro, luego empuja cobrando muy caído y se deja sin más en un tercero obligado por el palco. Cuando hay que poner los toros más veces porque lo merecen, cambian el tercio y en esta corrida, que era absurdo, obligan a que siga la tabarra. Observen el catafracto equigárcico. El toro es gordo pero el caballo, más:



Resultó un animal soso, flojo, sin sal. Lo mismo cabe decir del trasteo plúmbeo de Fermín.



Se perfiló a la distancia correcta pero fue lo único bueno que hizo: pinchazo malo sin cruzar y bajonazo trasero muy desagradable. 

El sexto era el camión de la carne, con 628 kilos, negro bragado, axiblanco, aleonado, cornalón, astinegro y renqueante de pies sin que se oyesen protestas porque todo el mundo estaba ya cansado:



Se deja barrenar trasero con mediocridad aunque en televisión decían que el piquero se había agarrado bien (?).



Embestida ramplona y blandura de remos. La tarde terminaba con más somnolencia si cabe y encima Fermín echaba la pierna atrás. Confirmó que no sabe matar: pinchazo feo, otro hondo muy bajo y esta puñalada atravesada, baja y trasera:




A estas alturas el público asistente ya estaba harto de los toros, de los toreros, del fresco reinante y hasta del santo patrón.

Menuda tarde inaguantable. De cinco que llevamos, tres han sido pesadísimas. Y lo que nos queda... Suponemos que lo único bueno serían las croquetas de Joan pero no llegaremos a tiempo de probarlas y su testimonio no tiene valor ante este tribunal.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.