Nos gustaría conocer personalmente al maestro para preguntarle si no es casualidad que el anuncio de su retirada haya venido justo después de las dos cogidas de Roca en Santander. Habría que mirarle a los ojos antes de que respondiera porque lógicamente nos iba a decir que ha sido una coincidencia, que ya lo tenía pensado.
Es que nos ha recordado a cuando Curro Romero anunció de improviso su retirada curiosamente poco después de haber visto cómo en el festival de La Algaba un novillo volteaba a Morante y caía de cabeza torciéndose el cuello. En ese momento el cerebro del Faraón dijo que se acabó y no lo sabía ni su mujer. ¿Qué pudo ver El Juli en lo de Santander?
Pues ni más ni menos que esto:
Ese instante dramático que se aprecia en la oportuna foto de Libertad Rodríguez es lo peor que le puede pasar a alguien cuando le coge un toro. Y es lo que ha podido hacer reflexionar a El Juli. Luego lo comentaremos.
Afortunadamente Roca no sufrió más que contusiones por la paliza que se llevó además de lesiones traumatológicas en una pierna. En el peruano la naturaleza depositó valor, la fama aplausos y la Virgen del Mar, patrona de Santander, su protección. Aquí lo tienen, sano y salvo mostrando tanto la casquería como el refajo que lleva bajo la taleguilla (ya no es negro como el que antes provocaba tantos comentarios sino blanco):
La cogida que sufre en su primer toro no es ninguna novedad para los amigos leyentes de nuestro modesto blog. Recuerden esta entradan de hace poco donde hablábamos del peligro del pase de pecho.
Ese primer percance no es en uno de pecho sino en uno por alto ya que lo da con la derecha. Este es el último pase en redondo de la tanda tras el cual intenta ligar el remate sin enmendarse:
Quizá sea porque no ha mandado al toro suficientemente lejos con el derechazo o quizá porque está acostumbrado al norit, que obedece la tela aunque la pongas de cualquier manera, el caso es que el de Bañuelos, en lugar de seguir la muleta hacia afuera lo engancha por la pierna derecha:
Decíamos en aquella entrada que se ha puesto de moda en Madrid silbar al torero por no rectificar su posición en los remates por alto. Pues si aquí el diestro llega a rectificar y da con el pico al toro en el ojo contrario, seguro que no sale volteado. Se le apareció la Virgen en la caída ya que le dio tiempo a atenuarla con su brazo izquierdo como se ve en la imagen. Recuerden que tuvo una grave cogida en 2016 que lo dejó sin conocimiento y le afectó seriamente las cervicales. Fue en Palencia y la contábamos aquí:
Cuando está en el suelo el toro lo busca pero sin aquella furia con que el de Escolar se quiso comer a Álvaro De la Calle en Céret. Es entonces cuando aparece Cayetano al quite a cuerpo limpio porque no estaba con el capote cogido en el callejón como debería ser su obligación:
En el pecado llevará la penitencia porque en la segunda cogida de Roca volverá a salir sin la capa y el toro estará a punto de darle un disgusto muy gordo. Está bien su compañerismo, que ha agradecido el americano, pero eso no es. Recordarán que El Papa Negro tenía a todos sus hijos amenazados de muerte si no estaban prestos en el callejón siguiendo la faena del compañero con el capote cogido para salir rápidamente al quite. 'Os haré responsables de lo que le ocurra', les decía siempre. Aunque Cayetano viene de raigambre torera se ve que esa norma básica y sagrada no rige para él:
Roca pasó a la enfermería para ser atendido y salió a matar su otro toro en sexto lugar. La segunda cogida que sufrió vino por su exceso de confianza al estar acostumbrado, como decíamos antes, a torear ursulinas marsellesas.
Cita al toro con la derecha y el de Bañuelos se le viene aparentemente sin novedad:
En principio no tendría que suceder nada extraño a pesar de que corre la mano un instante antes de lo debido. Lo lógico es que el toro posmoderno, tan manoseado y bien domesticado, en caso de que tenga que elegir entre el muñeco o la tela se irá por esta última en el 99% de las ocasiones. Observen el instante en el cual el toro puede elegir:
Nos ha recordado a cuando Perera se echó de rodillas por verónicas para recibir a un toro en Salamanca y éste se le vino encima enviándolo al callejón de un seco y formidable golpe. Le hizo bastante daño. Es lo que tiene la confianza cuando no es que desprecies al toro sino que estás mal acostumbrado.
Volviendo a Roca, la confianza es madre del descuido, como decía el gran sabio que fue don Baltasar Gracián. Observen que el toro lo escoge a él en lugar de la muleta:
Lo vemos desde otro ángulo:
Seguro que recuerdan todos ustedes la cornada que costó la vida a Gallito, ¿verdad? Se habia retirado de la cara del toro para arreglar la muleta cuando Bailador se arrancó inesperadamente y le clavó el pitón en el vientre sacándole los intestinos. Tuvo que ser algo muy parecido a la imagen anterior.
Aquí a Roca se le apareció la Virgen porque el tal Almibarado lo encunó por el abdomen sin hacer carne aunque golpeándole el brazo izquierdo con el pitón derecho y lastimándole después una rodilla:
Y ahora es cuando vuelve a aparecer Cayetano a cuerpo limpio. Ahí lo tienen por la izquierda. Ojo porque vuelve a actuar la Virgen para evitar lo peor que puede pasar si te coge un toro y es que te clave el cuerno contra un objeto sólido detrás de tu cuerpo. Fíjense en que Roca podría haber acabado sus días ahí:
FOTO: Serrano Arce para ABC |
Ya ven que Nuestra Señora del Mar tuvo trabajo en esta corrida. Estará bastante molesta, primero con el peruano por confiarse más de la cuenta, acostumbrado como está a vérselas contra terneras, y segundo con Ordóñez, por no tener cogido el capote en el callejón pendiente de su compañero.
Lamentablemente es una escena habitual. Miren abajo cuando Morante resultó cogido también en un pase por alto en La Línea el año pasado. Lo contábamos aquí. Saltó al ruedo más gente que en el entierro de la reina de Inglaterra y observen que la mayoría va sin capote: