lunes, 24 de junio de 2019

JOSÉ TOMÁS EN GRANADA: NO HAY MAYOR PENA QUE DESTOREAR EN GRANADA

Maestro, ¡quién le ha visto y quién le ve! Para este viaje no hacía falta alforjas. Por nosotros, puede usted continuar prejubilado porque ya no aporta nada. Las gaoneras las hace mejor Perera. El quite combinando reyneras y caleserinas le sale más garboso a El Fandi. Su quietud ya no llama la atención porque Roca y algún que otro novillero como San Román se quedan más quietos que usted. Torear con el pico lo hace usted igual que Curro Díaz. Y el destoreo vil que usted practica es el mismo que el de El Juli,  Manzanares,  Castella, López Simón, Mora y tutti quanti. No nos aporta ninguna novedad. 



Respecto al ganado que se trajo bajo el brazo, una ternera de Sayago tiene más casta que esos borregos.

Como es nuestra costumbre, no hemos leído absolutamente nada de los panegíricos que a buen seguro le habrán dedicado por todas partes. Más de uno va a tener trabajo en explicarnos cómo es que el toreo puro era el de Roca en Sevilla, luego el de Aguado, antes el de Juan Ortega y ahora éste de Tomás que se diferencia en muy poco del de nuestras queridas figuras. Y ¿cómo van a convencernos de que burlarse de estas babosas indignas es lo mismo que lo de Román en Madrid o lo de Pacheco en Vic?

Ahí lo tienen en redondo. De ida, ubicado totalmente fuera de cacho y citando con la cadera sin dar el medio pecho:



De vuelta, escondiendo la pierna para seguir dando gato por liebre
a ese bondadoso público que lo jaleaba de manera enloquecida:



Las terneras que toreó tenían claros síntomas de autismo. Vean el de Cuvillo papando moscas y despreciando al diestro. El choto estaba bien entrenado para colaborar pero le faltó aprenderse que tenía ante él al gran maestro y no debería dejarlo tan desairado:



Lo mismo sucedía con el de El Pilar, qué poco respeto:



¿Es posible que este toro fuera hermano de los tremendos de san Isidro? Sí, aquéllos que cobraron en el caballo de manera terrorífica y cuya sangre era tan espesa como contábamos aquí. Si vio la corrida, José Tomás llamaría con urgencia al ganadero para que en lugar de sangre espesa el suyo tuviera leche merengada. 

Ahí está de nuevo fuera de cacho y destoreando a conciencia (tienen la faena completa excepto la estocada aquí a partir del 1'50''):



Si llega a estar en Madrid, suponemos que los del pico no lo hubieran dejado vivir. Ni por la derecha...



Ni por la izquierda:



Dentro de ese toreo de salón pero de pago que tuvo a bien realizar en sesión abierta al público, saltó algún natural bien dibujado. Hombre, sólo faltaría que toreando de salón no fuese capaz de templar y de rematar bien un pase:






Estamos ante un torero que no es un piernas pero sí un aprovechado de esa legión de corifeos que le ríen las gracias. Ahí entran los del tendido y los de la prensa. Los primeros tienen una disculpa porque se han gastado mucho dinero por ver esta sesión de toreo de salón. A los de la prensa vendida también los disculpamos porque tienen que dar de comer a sus hijos.

Por cierto, en las imágenes que hemos visto aquí y allá no aparece ni una sola verónica. Ya intuíamos en san Isidro que es un lance en peligro de extinción. Viene siendo sustituido por los delantales. Algún listo nos quiere vender la mula ciega de que son verónicas a pies juntos...¡qué risa! Eso no existe, señores, son vulgares delantales que nunca pueden tener la hondura ni el riesgo de la verónica porque no enseñas el muslo al toro. Qué casualidad que prefieran el delantal para esconder una vez más la pierna, ¿no les parece? Aquí está el gran maestro recibiendo al de Cuvillo. Le pegó diecisiete delantales de salida (los pueden contar aquí a partir del 5'05''):



Advertiremos de que de los diecisiete, diez le salen enganchados mientras que a Perera en san Isidro le vimos un quite con cuatro que fueron mucho más elegantes, templados y enjundiosos que éstos de Tomás. En Granada le hubieran jaleado ciento cincuenta que hubiera pegado pero el diestro decidió cortar la serie antes del decimoctavo con una revolera y esta brionesa:



En la faena al cuvillo se nos saltan las lágrimas pero no de la emoción sino de la pena que da el pobre animal. Empieza embistiendo moviendo la cabeza como haría un borreguillo retozando en el prado. Al poco, se va convirtiendo en una babosilla para que el maestro siga con su clase de salón. Ya ven que no le enseña el muslo ni una sola vez, no vaya a ser que cargando la suerte se cargue al torillo:



Algo bueno le habrá visto usted, nos dirán. Hombre, pues que la muleta no es XXL como la de Manzanares, que se retuerce pero no tanto como El Juli y que va templando la embestida en ocasiones aunque la verdad es que ya viene muy templada del campo. Son tres cosas que no tienen ningún valor ante esas monas sin respeto.

Destaquemos la estocada a éste de Cuvillo porque está bien ejecutada. Se perfila a la distancia correcta y con la mano donde tiene que estar. Además, no alarga el brazo para darse ventaja:



Arranca con lentitud y sigue sin alargar el brazo para pegar la puñalada. No tapa la cara del toro:



Cruzará correctamente pero la estocada se le irá trasera aunque no es culpa suya por llevar la mano alta, es mala suerte:



Si alguno de ustedes nos viene con la milonga del 'sí, pero a mí me emocionó', ya no tenemos nada más que hablar.  A nosotros nos emociona lo de Román aquí o lo de Pacheco aquí. Pagar por ver torear de salón unos animales que parecen sacados de un circo no sólo no nos emociona sino que nos indigna soberanamente.

Maestro, para hacer esto, mejor no vuelva. No sabemos si desde su retiro dorado habrá oído hablar de toreros como Juan Ortega, David de Miranda o Pablo Aguado. Son de los pocos que intentan torear bien o medio bien. Igual hasta le recuerdan a usted mismo hace años, muchos años. 

Ellos le tienen a usted como un dios y ahora se les aparece en carne y hueso para decirles que no, que no hace falta que se esfuercen en hacer las cosas bien porque con una ternerica asfixiada se pueden montar las mismas posturas fuera de cacho que las figuras del Belén y te van a aplaudir igual. 



Seguramente nos vamos a quedar más solos que la una criticando al gran maestro pero alguien tiene que decírselo. Alguien que no viva de esto porque los críticos paniaguados tienen que hincar la rodilla ante el insultante espectáculo vivido en Granada.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



viernes, 21 de junio de 2019

FERIA DE VIC-FEZENSAC, 2019 (y 4). DOLORES AGUIRRE: PACHECO SE HIZO UN HOMBRE EN VIC

El domingo 9 de junio, Román Collado, de 26 años, era operado de urgencia en la plaza de Las Ventas  tras demostrarnos la verdad del toreo ante un toro de Baltasar Ibán. En esos mismos instantes, en Vic, a 700 kms. de distancia, Miguel Ángel Pacheco, de 22 años, era cogido aparatosamente por un toro de Dolores Aguirre ante el que estaba demostrando esa misma autenticidad del toreo que vemos tan pocas veces. Mientras dos chavales de esa edad opten libremente por jugarse la vida para dominar sendos toros de combate que estuvieron a punto de matarlos, este espectáculo/rito no perecerá. 



Pero la corrida languidecía tristemente a la muerte del tercer toro. Nosotros mirábamos al cielo donde veíamos a doña Lola seguir la corrida. Le decíamos '¿Van a ser todos como estos tres o qué?' Habían sido tres toros blandos, mansos, descastados, que enseñaban ya un palmo de lengua en el segundo tercio. El aburrimiento era total mientras doña Dolores bajaba la cabeza y a su lado, recién llegado, Fernando Domecq le hacía gestos negativos con la cabeza como perdonándole la vida.



Pero héteme aquí que salieron los tres últimos. El cuarto hizo resoplar visiblemente a un Gómez del Pilar curtido en mil batallas:



Ante el quinto, el pobre Javier Jiménez no paraba de mirar al callejón pidiendo árnica. Fueron dos toros consecutivos en que los maestros utilizaron la muleta únicamente como arma defensiva, era retroceder en la máquina del tiempo. Y ante el sexto salió Pacheco con su corazón de león a comérselo vivo toreando. 

Señores, ahí doña Lola levantó la cabeza orgullosa de ver un toro de verdad ante un torero de verdad. Nada de 'sentirme' o 'transmitir mi esencia' o 'romperme por dentro'. Esas memeces de los taurinos pasan a segundo término cuando había que dar la batalla a un animal que te podía partir en dos en cualquier momento.

A la muerte del toro, oíamos el diálogo entre Dolores y Fernando en el cielo pero lo dejamos para el final. No adelantemos acontecimientos y empecemos con el ganado.

Corrida cuajada y muy seria, dividida en dos partes: los tres primeros fueron descastados, flojos y aburridos. Aquí los tienen, el tercero fue el único cinqueño:





Cuando en este encaste salen así, es para desesperarse. Pero los tres siguientes resultaron fieros a más no poder y ésos sí que fueron para seguir la lidia aguantando la respiración. El cuarto era este pavo que hizo sudar sangre a Gómez del Pilar:



El quinto era este burraco que salió andando y husmeando el ruedo de esta guisa:



El sexto se llamaba 'Voluntario'. Quiso matar a Pacheco pero fue Pacheco quien lo mató a él:



En el caballo protagonizó este batacazo echándose el caballo a los lomos. Miren el rabo:


FOTO: vueltaalostoros.fr

Acudieron un total de diecinueve veces al peto. 

GÓMEZ DEL PILAR. Era la primera vez que veíamos a un torero irse a porta gayola en Vic, tal com hizo en Céret el año pasado. Tuvo que tragar un litro de saliva porque el de Aguirre se quedó en la manga mirando y no quería salir. Al final, casi se lo lleva por delante, lo salvó su agilidad de piernas para quitarse de enmedio:



Después le pegó esta buena verónica sin arredrarse lo más mínimo. Este diestro es de los que tiene un valor sereno, no temerario:



El toro era abanto y mansurrón. Fue horriblemente picado, le hicieron este siete lamentable:



Creemos que fue González quien le puso este buen par:



Berreaba y sacaba un palmo de lengua pero seguía la tela aunque con poca casta como ven:



Gómez del Pilar tuvo ganas de agradar pero el toro era un pozo seco:



Pinchazo y esta estocada caída y pasada:



Bella muerte del toro en tablas tragándose la sangre:



El cuarto era un marrajo con poder, o sea que ya pueden ustedes hacerse cargo de la papeleta. Se llamaba 'Clavetuerto', por si sale algún hermano en Madrid o en Cenicientos. Sangüesa le pegó esta carioca. No se sabía quién era más bestia, si el toro empujando o el picador apalizándolo: 



En la segunda entrada marró y el público francés no le dejó volver a clavar. Se puso al toro por tercera vez, volvió a cobrar trasero pero de nuevo empujando con fe aunque se marchó suelto.

Cebadera se asomó al balcón a pesar de que las vistas no eran muy agradables:



El toro se había dedicado a escarbar en el segundo tercio, no hacía caso de los capotes y decidió irse a chiqueros. Insistimos en que se hagan cargo de la prenda que tenía que matar Gómez del Pilar. Vean:



Se echó la muleta a la izquierda porque por el derecho llevaba una guillotina.


El toro era además licenciado en calamocheo, en probaturas y en arreones. Vimos un par de veces resoplar al diestro porque no sabía cómo meter mano a esta fiera. Al final, estocada caída con degüello y sin puntilla:



Tiene que ser de las veces en que el maestro ha pasado un rato más malo ante un toro y eso que ha matado más de un marrajo. Incluso cuando se moría, el de Aguirre hacía gestos con la cabeza de desafío, ahí lo tienen:



Le esperan dos hermanos de éste el domingo en Madrid...

JIMÉNEZ. Menudo trago pasó. Su primero fue tres veces al caballo pero manseando, blandeando y berreando. Intentó llevarlo a media altura porque se caía. Además iba con la lengua afuera. Era cuando doña Lola en el cielo bajaba la cabeza avergonzada.



Se perfiló lejos y fuera de la cuna para dejar un pinchazo feo y esta estocada arriba un poco pasada y tendida:



Con su segundo pasó un calvario. Se llamaba 'Botero'. Salió al ruedo husmeando la arena como vieron antes. Luego le dio por andar hacia atrás pero de pronto despertó y se puso a arrear:



Metió los riñones en el peto. Cuando tenía a caballo y caballero contra las cuerdas como se aprecia en la foto, salió huyendo:



En el segundo la venganza fue terrible y cobró tanta cera trasera que salió huyendo de nuevo pero hasta toriles. En la tercera entrada va pero se frena y huye al hierro. En la cuarta el picador fue a buscarlo para despedirse de él con toda la mala sangre que le pudo echar encima.

El toro empezó a regatear en banderillas. Hubo un gran par creemos que de Sobrino, arriesgó y salió ileso. En un momento dado había tres capotes en el suelo, se lo van imaginando ¿verdad?

Pues ahí que se fue Jiménez para ponerse a torear sin machetear ni doblarse por abajo con esta tintorera. Lógicamente el toro le miraba diciendo 'pero niño, ¿tú cuántas corridas llevas? ¿No ves que te voy a levantar del suelo?' Pues señor toro, no creemos que Jiménez llegue a sumar seis corridas entre el año pasado y éste. Ahí lo tienen intentando capear el temporal:



El pobre miraba al callejón buscando ayuda pero nadie podía dársela. Sólo Dios velando por que lo matase a la primera ya que podía pasar de todo. Hubo un primer pinchazo que nos hizo temer lo peor y después esta honda atravesada de la que el toro se reía:



Mucho mérito tuvo que Jiménez decidiese volver a entrar en lugar de refugiarse en el verduguillo. Otro pinchazo y estocada casi entera escuchando unos pitos aislados totalmente injustos. Sucede que en Vic gustan de estos toros encastados en malo y quieren que el torero dé la cara. Jiménez hizo lo que buenamente pudo y suponemos que estará sin dormir hasta el 15 de agosto donde se las tendrá que ver en Cenicientos con otros dos de esta ganadería.

PACHECO. En Vic tenían buen recuerdo de novillero con Raso y El Retamar, pueden ir a las etiquetas de la derecha para ver las crónicas. Aquí lo anunciaron de matador con la de Dolores Aguirre, que había ido a ver a Dehesa Frías:



Su primero salió al paso y así atravesó todo el ruedo, parecía que iba detrás de la Esperanza de Triana. El diestro aún salió airoso cuando, como era previsible, se le paró en el capote a mirarle el número de las zapatillas. Réhabi estuvo horroroso, vean la imagen y no hay nada más que decir:



Era otro toro berreón y protestón, así llevábamos tres y los bostezos menudeaban en el tendido. Pegaba el tornillazo como se aprecia:



Pacheco se mantuvo firme pero el toro duró once pases por su flojedad sumada al duro castigo de Gabino. Lo liquidó con esta estocada perpendicular arriba, tapando la cara, más un descabello.



Y salió el sexto cuando ya todos nos habíamos desperezado tras el marrajo cuarto y la tintorera quinta. Pacheco se estiró bien con la capa:



Acudió cuatro veces al caballo. La primera vez se fue al pecho y empezó a romanear:



Se echó el caballo al lomo como veían en la foto del principio. Aquí, desde otro ángulo, se ve cómo se sostiene con una sola pata:



Batacazo y se encela con el caballo caído:




Carioca dura trasera en el segundo. En el tercero, señala muy atrás barrenando y en el cuarto, otro pinchazo más en el lomo también enchufando el túrmix. Pues ahí tienen al tal 'Voluntario' como si lo que acababan de hacerle fuese lavar y marcar:



Llevaba más agujeros que un colador pero tenía la intención de vender muy cara su vida. Hubo dos grandes pares creemos que de Mayoral, con el toro enseñando a todos que se sabía la teoría de la relatividad.

En la muleta arreaba, buscaba, probaba...Menos mal que era un tanto flojo de remos porque si no, aún estaría vivo. Pacheco salió igual que había salido Román unos minutos antes en Madrid contra 'Santanero I'. Fíjense en la violencia de la embestida:



Pero el diestro no se amilanó y poco a poco le hizo tragar ante la mirada atónita y emocionada del tendido:



No dudó ni un instante porque si a uno de Aguirre le dudas, estás acabado. Se echó encima del toro y lo exprimió. Pero en un pase de pecho, cuando parecía que el animal ya había entregado la cuchara, se revolvió y lo hizo volar:


FOTO: vueltaalostoros.fr

¿Se han fijado en ese pitón derecho? Podría haber sido la misma cornada de Román. Tuvo suerte porque se aprecia que sólo le enhebró la taleguilla. Pero es que en el aire lo encunó de nuevo mientras el maestro se agarraba a la cabeza para minimizar los daños. Observen cómo el de Aguirre hace fuerza con los riñones con intención de matar:



Todo el mundo temió una cornada gorda. Tras ser atendido de su aturdimiento y ver que no llevaba herida, Pacheco volvió a la cara del toro a jugárselo todo a una carta con el público entregado (los primeros, nosotros). Lo que se estaba viendo era toreo auténtico, el dominio de un animal fiero que se niega ser dominado y lucha contra un hombre de 22 años a ver quién puede más. Y sin destoreo, enseñando el muslo:



Hubo más verdad en esos instantes que en muchas puertas grandes de san Isidro. Se perfiló con la cara ensangrentada y dejó esta buena estocada desprendida:



El toro, manso pero muy encastado, murió en el platillo. Había ganado Pacheco:



Oreja merecidísima y de mucho peso para el de La Línea y, lo que es más importante, tiene nuestro respeto y el del público vicois. 



Cuando los otros dos toreros habían abandonado el ruedo y no se movía nadie esperando la despedida de Pacheco para ovacionarlo, el club anunció por megafonía que allí mismo lo acababan de contratar para el día siguiente con los de Pedraza en sustitución de Román. ¿Ven cómo son los franceses? ¿Se imaginan algo igual por aquí?

Valió la pena ir a Vic este año sólo por este toro y la demostración de valor de Pacheco. En España nadie se habrá enterado de esto pero en el país vecino ya les aseguramos que se le van a abrir todas las puertas porque lo que hizo está al alcance de pocos. Concretamente de dos, Román y Pacheco, ¡en el mismo día y casi a la misma hora!



Dejábamos pendiente el diálogo que escuchábamos desde el cielo al final de la corrida entre Dolores Aguirre y Fernando Domecq. Aquí lo tienen:

- Dolores, eso que crías tú son tigres. Así no hay manera de que el torero se exprese
- Perdona, Fernando, pero este chico ha expresado lo que siempre ha sido el toreo, dominar un toro que no se deja
- Pero ¿no has visto el rato que ha pasado el chaval? Si cuando lo ha cogido casi lo mata... Total, para lo que le va a servir. Nadie valora estas cosas. La prensa especializada no ensalza nada de esto, lo bonito es el arte.
- En España no pero en Francia sí. Este chico va a repetir en Vic durante años y muchos aficionados de otras plazas francesas van a querer verlo en su casa. Mientras, en España pueden seguir con el borreguete para hacer posturas a su paso y que te rían las gracias los críticos taurinos.
- Mira, Dolores, yo creo que hasta los espectadores han pasado un mal rato viendo cómo porfiaba con ese tigre
- Pues yo estoy segura de que los espectadores se han ido convencidos de haber asistido a algo que no olvidarán. ¿Sabes lo que pasa, Fernando? Que tú y yo hablamos de espectadores diferentes
- Ya...pero los míos son los que llenan las plazas. Los tuyos son cuatro gatos a los que se les ha parado el corazón.

De esos cuatro gatos, tres y medio son lectores de nuestro modesto blog.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.