miércoles, 19 de junio de 2024

LA SOBERBIA DE ROCA REY

El peruano es de familia católica y tendría que saber que la soberbia es un pecado capital. Cayó en él cuando en la pasada feria de San Isidro se enojó el día de Mayalde porque su primero no dobló cuando debería. Claro, nuestras queridas figuras están tan acostumbradas a que todo el mundo les baile el agua que cuando es el toro quien no lleva a cabo lo que se espera de él, se enfadan como niños consentidos. Veamos qué sucedió.

El maestro ejecutó ante su primero la mejor estocada de la feria. Le otorgábamos la medalla de oro en la entrada anterior. El tal Abonador se tragó entera la espada y además en buen sitio. El ambiente en la plaza era de oreja, incluso podrían haber caído dos dada la deriva talanquera de Las Ventas.





Pues resultó que el toro se fue a tablas tragándose la sangre. Pasaron cuarenta y tres segundos sin que doblase y como el diestro había pegado más pases de los soportables, sonó el primer aviso. Dado que el animal estaba amorcillado, no podían montar la repugnante rueda de peones. Muchas veces los toros están deseando echarse pero como los marean con los capotes, se niegan a doblar y prefieren encarar las telas. Por eso, el maestro dio orden de dejarlo solo pero ni por ésas.

Como Roca veía que el voluble personal venteño podría enfriarse, se acercó personalmente a recoger el verduguillo. Es una reacción curiosa porque siempre es un peón quien lo trae al maestro. Observen:



Le quita la espada y le pincha varias veces en el morro con muy mala fe. Este gesto repulsivo demuestra un inmenso desprecio por el toro. Esos pinchazos sangrientos que afortunadamente desconocen los animalistas se han puesto de moda entre los toreros, enfurruñados porque el pobre animal no dobla cuando debería y les obliga a jugar a la lotería con el descabello. Además demuestran una gran cobardía porque castigan al toro con esos aguijonazos tan viles pero dan un saltito para atrás previendo la airada reacción de su enemigo. Ahí tienen ese primer pinchazo:



Luego vendrán dos más. El alguacilillo lo está viendo desde la barrera pero la autoridad es del delegado, que ahí han visto con traje. El maestro hace ademán de apuntar con el verduguillo pero el toro se tapa y el diestro se retira porque parece que va a echarse. Suena el segundo aviso y Roca vuelve a la cara para pegarle el cuarto toque duro y feo en el hocico. En esa parte de su anatomía, el toro tiene un cartílago sumamente sensible. 



Fíjense en la siguiente imagen. El pobre animal tiene la zona del morro completamente ensangrentada pero no es sangre que le venga de la boca por culpa de la estocada sino que procede de la tortura a que le está sometiendo el torero:



Por fin, un intento fallido, sexto pinchazo en el morro y el toro se echa pero han pasado ya cuatro minutos después de la estocada. El respetable se ha quedado frío, la petición no será atendida y no habrá trofeo.



En el momento de doblar es penosa la actitud del diestro que, sin respetar al toro todavía vivo, se va al platillo como un mendigo de ovaciones. Andresito, tienes que permanecer a su lado hasta que muera. Un poco de respeto al toro, por favor, que para eso te da de comer. Bah, no sienten ninguna estima por el animal que dicen querer tanto. En el fondo, para ellos el toro no es más que una molestia necesaria cuando tendría que ser su dios.

El delegado de la autoridad se acercó por el callejón a llamarle la atención por esa carnicería que había hecho en el morro del pobre animal y Roca tuvo un intercambio de palabras con él un tanto desafiante. La imagen es de cuando está mirando al delegado. A pesar de su cara de niño, se aprecia que está muy molesto:



El adulador del callejón se hizo eco en Onetoro de esta discusión pero dijo no estar seguro de lo que se habían dicho. Fue patético Dávila cuando afirmó: 'si le ha llamado la atención por haber pinchado al toro en el morro, no lo entiendo porque creo que lo ha pinchado con el palillo, ¿no?' No, Eduardito, no, que lo has visto igual que nosotros pero lo estás tapando sin vergüenza para que el niño consentido no se incomode también contigo. 

A todo esto, ni el locutor ni el otro comentarista técnico abrieron la boca. Tampoco habían dicho nada antes, cuando se veían claramente por televisión los desagradables pinchazos de Roca en el hocico. ¿No se llenan siempre la boca hablando maravillas del toro especialmente como argumento contra los antitaurinos? Venga, hombre, a otro perro con ese hueso. Si los de la arena no lo respetan, los del micrófono tampoco lo defienden porque su prioridad es seguir comiendo en el pesebre de los taurinos.

Por cierto, fue pasmoso ver que tras la petición de oreja no atendida por el palco, el público se calló y no lo sacaron ni a saludar (?). Así quedó la cosa cuando saltó a la arena su segundo toro.

Pesó 580 kilos, tenía casi seis años, con una cabeza bonita pero con unas patitas de cartón. Faena interminable, sin pena ni gloria tras la cual el diestro se arma para pinchar en buen sitio. Escucha el primer aviso. El toro se pone gazapón y cuando se para recibe otro pinchazo aguantando. Otro más con prisas y sin soltar más un cuarto buscando ya los blandos con descaro. Al fin, esta estocada baja:



El toro se traga la sangre y el maestro queda a la expectativa. Observen a la derecha los dos peones con los brazos en jarras:



Entre los pinchazos reseñados y la espera del diestro, suena el segundo aviso pero sin que nadie de la cuadrilla haga ademán de ir a buscar el verduguillo.  Barbeo del toro mientras subalternos y maestro ni siquiera montan el cortejo fúnebre. Se limitan a presenciar de lejos la larga agonía del toro sin moverse. El animal se va y ellos, parados:



Bronca, gritos de ¡fuera, fuera! y por fin toman la decisión de acercarse pero sin coger el descabello. 



En ambiente de motín suena el tercer aviso. Justo en ese instante, el tercero deja en el suelo el descabello que acababa de coger porque tal como se oía el clarín doblaba el toro. Este es el momento:



Tres cachetazos y bronca gorda. Pero el maestro, como si oyese llover, ahí lo tienen. Sabe que los críticos y comentaristas taurinos paniaguados comen en su mano y taparán esos tres avisos en la teóricamente primera plaza del mundo. En nuestro modesto blog no le perdonamos su arrogancia y por eso el triple aviso a la gran figura se llevó el titular de la crónica al día siguiente. Siempre fue un grave baldón para un torero pero hoy todo da igual.



El rumor es que tras la estocada al tal Jarretón Roca no tenía ninguna intención de descabellar. Dicen que se le oyó decir: 'que coja el descabello el delegado...' Si eso es verdad, estamos ante la demostración palmaria de la impunidad con que se desenvuelve esta gente.

¿En qué quedó este desafío del diestro? Que sepamos sólo el delegado de la autoridad le reprochó lo de los pinchazos a la muerte de su primer toro. No nos consta ninguna otra admonición al finalizar el festejo. No obstante, seremos felices si alguien de la Comunidad de Madrid nos indica que la hubo.

Reglamentariamente no hay nada que hacer. Quizá sea una laguna de la legislación vigente ya que no contempla propuesta para sanción en un caso como éste. El maestro lidió la res y la mató... aunque no muriera en el tiempo reglamentado. El problema fue la desidia o negligencia del diestro haciendo tan ostensible dejadez de su obligación. Solamente si constase una orden del palco de que cogiera el descabello y se hubiera negado, podría acogerse la autoridad a reseñar una falta por desobediencia. Como pensamos que no fue así, insistimos en que no hay nada que rascar.

Sin embargo, recordemos que antiguamente era habitual que el presidente parase la corrida e hiciese subir al palco a los tres actuantes para leerles la cartilla sobre sus deficientes lidias. Aquí podrían haber llamado a Roca al final del festejo. Se le afea la conducta, se transcribe la actuación para que conste en acta y así los medios taurinos se hacen eco al día siguiente de que el diestro no se fue de rositas.

Bah, eso es pedir uvas a la higuera. En los tiempos que corren, nadie quiere tener problemas por ejercer la autoridad y en los toros, todavía menos. Tendremos que seguir diciendo de la presidencia de Las Ventas lo mismo que aquel personaje de Galdós: 

'¿Qué hacéis que todo esto consentís? Mala peste haya con vos...'

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa. 


lunes, 17 de junio de 2024

NO SE DEJEN ENGAÑAR

Últimamente tanto los comentaristas televisivos que están al servicio del taurineo como los críticos paniaguados parecen haberse puesto de acuerdo en vendernos una mula ciega. Consiste en asegurar, con un aplomo digno de mejor causa, que torear fuera de cacho escondiendo la pierna tiene mucho más riesgo porque el toro te ve. Esta afirmación llevaría el corolario de que destorear apartándose del toro tiene más mérito que cargar la suerte como Dios manda. 

Sobre en qué consiste cargar la suerte, relean esta entrada de hace nueve años donde dábamos nuestra opinión.

Los lacayos del mundillo aseguran que cuando el torero se cruza desplaza el toro hacia afuera, siguiendo la doctrina espartaquista y poncista. Eso puede ser cuando pegas un zapatillazo hacia las afueras pero aquí hablamos de otra cosa. Hablamos de que la pierna de salida la echan atrás para aliviarse y asumir menos riesgo. 

Ayer en Las Ventas vimos cómo dos toreros fueron paseados por la atmósfera precisamente porque no se aliviaron, habían adelantado esa pierna y el toro se la enganchó, afortunadamente sin hacer carne. 

Observen las dos imágenes porque corresponden justo al instante anterior a que el toro los coja por esa pierna derecha que tenían adelantada:




Si se hubiesen aliviado escondiendo la pierna llevándola donde marca la flechica, probablemente no hubieran sufrido ese percance:




Tras el susto podrían haber acabado ambos en la enfermería con un buen destrozo en la zona tibial pero tuvieron suerte. Observen ambas volteretas:






Por cierto, en el caso de Ureña, que quedó conmocionado, está perfecto Manzanares saliendo rápidamente con el capote. En cambio, ahí hay tres peones y Talavante que saltaron a cuerpo limpio. Si los viera el papa negro, los criticaría bien a gusto y con toda la razón:



En Las Ventas sigue habiendo algunos aficionados que protestan cuando los toreros se colocan mal. Los televisivos no pierden ocasión de soltar su socorrido: 'no sé qué están protestando... bah, protestan porque no entienden que poniéndose ahí el toro lo ve y tiene más riesgo...' 

Pues no, señores, protestan con razón aunque luego los toreros, que son muy listos, decidan rectificar su ubicación hacia el pitón contrario para tenerlos contentos y de paso sentirse más seguros, sobre todo con el toro que es un rufián. Creemos que ha quedado claro en las imágenes que hemos capturado y cuya secuencia pueden ver pulsando aquí.

Insistimos en que no nos referimos a rectificar la posición en cada pase yendo al pitón contrario sino en que, cuando se liguen los pases, no se eche descaradamente la pierna de salida atrás para citar con la cadera y esconderse del toro. Es lo que nosotros denominamos torear hacia atrás cuando el toreo debe ser hacia adelante. Y lo de que toreando así también se carga la suerte aunque con la pierna de entrada, no lo hemos entendido nunca (Joselito Arroyo defendía eso).

Es curioso observar en el vídeo que Manzanares sabe perfectamente de qué estamos hablando (como todos los que utilizan este ratimago). Por eso, al escuchar las protestas decide no echar la pierna atrás, fíjense en el vídeo a partir del 18''. Éste es el primer pase:



Y éste, el segundo. ¿Se dan cuenta de que como lo protestaban no ha escondido la pierna derecha?



En el tercero, como la cabra tira al monte, la pierna derecha se le escapa hacia atrás. Total, así es como torea siempre y lo aplauden a rabiar hasta en Sevilla. Es acongojante que nos quieran hacer comulgar con ruedas de molino diciendo que en esa situación el toro te ve más y que hay más peligro:



Pero en el cuarto se centra intentando no hacer las cosas tan mal. Vean que la pierna retorna al sitio del riesgo, enseñando la femoral:



En la siguiente tanda se tira a lo fácil nuevamente. Quizá suponía demasiada tensión psicológica eso de adelantar la pierna y que el toro, por comercial que sea, lo volviera a enganchar. Éste es el primer pase:



Y en el segundo ya vuelve a aliviarse y se escuchan silbidos de los cabales mezclados con aplausos de los clavelistas. Fíjense en la imagen y dígannos mirándonos a los ojos que torear así tiene más mérito porque el toro te está viendo:



Tendrán que explicárnoslo muy bien para que lo entendamos. Al toro mínimamente encastado no puedes aplicarle esta receta tramposa porque no va a tragar. Al torillo comercial más o menos terneril, sí: le abres la puerta para que se vaya lo suficientemente lejos y mientras se revuelve, pivotas sobre la pierna de entrada dejando la muleta ahí delante para que, al girarse, el animal vea una cortina roja. 

Destoreando así, todo son ventajas. El toro no se quebranta tanto y durará más. El maestro arriesga menos. Los pases aparecen ligados pero lo están de una manera adulterada. El espectador se come el gato mientras los comentaristas apesebrados y la crítica paniaguada lo convencen de que es liebre. Y, en suma, el público orejil termina encantado de la vida, persuadido de que hoy se torea mejor que nunca (recuerden lo que contábamos aquí al respecto de esa peregrina afirmación).

Pónganse ustedes a torear de salón en casa citando a la mesa camilla. En una tanda adelantan la pierna de salida y en la otra la dejan atrás. Ya verán la diferencia sobre todo psicológica que hay entre torear de verdad o hacerlo de manera bastarda.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


miércoles, 12 de junio de 2024

PREMIOS DE TOREOENREDHONDO TRAS LA FERIA DE SAN ISIDRO, 2024

Durante un mes Las Ventas se convirtió en el templo del tedio. No les cansaremos con una reflexión filosófica acerca de la diferencia entre tedio y aburrimiento. En esta cuestión ya sentaron cátedra Pascal, Pessoa, Camus y Josep Pla. Diremos únicamente que el tedio sería el aburrimiento pasado por el cerebro, con lo que el resultado sería una decepción, una desilusión y una desesperanza, que es lo que embarga a cualquiera de los aficionados medianamente cabales que se haya tragado este interminable serial.


Otra cosa es lo que vendan los críticos y comentaristas paniaguados, que no miran más allá del pesebre donde les han puesto el pienso los taurinos. Si levantan la cabeza y se apartan del pensamiento taurino único, corren el peligro de que los castiguen a pan y agua. 

En esta entrada repartiremos nuestros particulares premios a los participantes más destacados de la feria. Vamos con ellos agradeciendo de antemano la colaboración del maestro Moore. 

Empezamos por el protagonista más importante, aquél de quien todos se aprovechan, al que todos critican y culpan, al que desprecian y humillan, al que someten a todo tipo de perrerías en el ruedo, pero del que viven sin agradecerle nada: el toro.


- PREMIO TOREOENREDHONDO AL MEJOR TORO:

Aquí hay que hacer una primera salvedad y es que se cuentan con los dedos de una mano los que tomaron tres varas, que sería lo suyo. Los poquísimos que acudieron tres veces fue porque la primera había sido intrascendente, no porque los profesionales o el palco deseasen que mostraran su posible bravura. Bah, total, eso no interesa a nadie, empezando por ellos.

Ya están ustedes haciendo sus quinielas, ¿verdad? ¿Se lo dará al Periquito de La Quinta? 


¿Al Bastonito de Ibán? 


¿Al Oficial de Fuente Ymbro?


¿Al Garañuelo de Victorino? 


¿Al Experto de Santiago Domecq? No entra en nuestros candidatos el sexto del mismo Santiago, de nombre Emperador, por su pobre prestación en el caballo. ¿Quizá al Tordillo de Victoriano? 


Por cierto, todos estos animales se movieron a gusto durante su lidia y por ello dieron problemas a sus matadores y eso a pesar de los 587 del ymbro, los 590 del victorino, los 592 del ibán o los 588 de Emperador. Para que luego digan del peso... El de La Quinta estaba en 543, igual que el de Santiago Domecq. El más ligero de los citados fue el de Victoriano con 533.

Por supuesto que ni nos planteamos dar premio a toros de ésos que tienen clase, ritmo y profundidad. Que se lo den los portales comerciales. Nosotros premiamos un mínimo de temperamento en los tres tercios a pesar de que no hayamos visto esas tres varas que deben ser imprescindibles, excepción hecha de aquel toro que está ya más que visto tras la segunda.

Nuestro premio no es para ninguno de los citados sino para este sexto de Ibán, Santanero de nombre:


Tomó dos puyazos galopando con alegría y sin remolonear. El primero fue de bravo y al rato le levantaron la vara dándole al túrmix. El segundo, sin tardear y también levantándole cuando se había quedado encelado.


Siguió galopando muy a su sabor en el segundo tercio y no se dolió de los palos. En la  muleta embistió pronto y con codicia. Nada más notar la espada apretó... ¡hacia los medios! Allí murió. Repasen el vídeo de su prestación porque ha pasado bastante desapercibido a cuenta de su hermano Bastonito pero nuestra opinión ha quedado clara. Ah, y pesó 584 kilos.

- PREMIO TOREOENREDHONDO AL MEJOR PUYAZO:

Está más claro que el agua que este premio va para el comportamiento del toro. Es que si fuese para un piquero quedaría desierto a pesar de que más de dos se retiraron entre inmerecidos aplausos.

Lo otorgamos ex aequo a dos. El primero para el Cóndor de Victoriano, que empujó de manera salvaje tras huir al hierro en el primero. Tardaremos mucho en ver un toro enloquecido contra el caballo como éste:


Comparte los honores con Vaticano, de El Torero, que nos deleitó con un memorable
 romaneo de más de 180º:




- PREMIO TOREOENREDHONDO A LA MEJOR FAENA:

Aquí no hay mucho donde rascar pero nuestro galardón está claro. No va para De Justo porque Periquito lo desbordó totalmente hasta la voltereta. Tampoco para el extremeño por la suya a Tordillo, al que no quiso sacar a los medios por el aire y no lo dominó. No se lo damos a Perera por la de Vidriero, ni a Jiménez por la tan alabada por muchos, no nosotros, a Experto. Ni que decir tiene que el mismo Jiménez no pudo con el Garañuelo de Victorino. El destoreo de Adrián al Bromista de Garcigrande no merece ni comentario (otro toro que se movió incansable arrastrando sin problemas sus 597 kilos).

El premio va para la faena de Román al Oficial de Fuente Ymbro, que pueden recordar aquí


Fue un bravucón, astracanado y violento. Enganchó a un banderillero, no aceptaba las monsergas del destoreo posmoderno y fue muy duro para morir. Román estuvo muy bravo y toda su labor se siguió con el corazón en un puño.

Saben que a nosotros nos pareció perfecta la forma como doblegó Roca al Cóndor de Victoriano. En dos tandas lo mandó a pensar. Como a Roca muchos le niegan el pan y la sal, han salido diciendo que el toro no duró, que no tenía peligro, que tampoco dio tantos problemas y que, en definitiva, no fue para tanto. Discrepamos con todo. No hay más que pensar qué hubiera sucedido con ese toro en otras manos. 



- PREMIO TOREOENREDHONDO A LA MEJOR ESTOCADA:

Es fácil porque lo que vimos, en su gran mayoría, fueron puñaladas ejecutadas de cualquier manera. Los diestros saben que la suerte suprema no importa a nadie fuera de cuatro aficionados chapados a la antigua que se refugian en este blog. Encima, casi todos los maestros desconocen la diferencia entre entrar natural o contrariamente pero se les suele aparecer la Virgen y salvan su ignorancia a base de una baraka que más temprano que tarde se les acabará. Lo lamentarán cuando se vean en el hospital con una cornada en el vientre.

El pódium de mejores estocadas es el siguiente:

Medalla de oro a Roca por ésta al Abonador de Mayalde:


Medalla de plata a Roca por la del Cóndor de Victoriano:


Medalla de bronce a Roca por la que recetó al Soleares de Victoriano:


Pensamos que ninguno de los grandes matadores que en el mundo han sido nos discutirían estas medallas. Seguro que los roquistas estarán encantados con nuestro veredicto. Pues que no canten victoria ya que los emplazamos para una próxima entrada donde sacudiremos al americano a cuenta de su indisculpable chulería el día de los tres avisos.

- PREMIO TOREOENREDHONDO AL MEJOR PAR DE BANDERILLAS:

No ha habido tantos pares buenos como otras veces porque tras los primeros festejos los peones se dieron cuenta de que el público chicuelino no sabía distinguir entre cuadrar en la cara y aliviarse a toro pasado. Visto lo visto, ¿qué harían ustedes? Pues lo que hicieron ellos, dar ese pasito de más para salvar los pitones. Total, fueron igualmente aplaudidos. Como los comentaristas televisivos hacen el juego a los taurinos y no ejercen la labor didáctica de censurar los pares mal ejecutados, eso se traslada después a todas las plazas de España.

Por todo lo dicho tuvieron mucho mérito los que, a pesar de eso, clavaron con riesgo y con profesionalidad. Nuestros premios son éstos:

1r. premio: para Joselito Rus por este par que puso a uno de Montalvo el día del rejoneo y que probablemente pasó desapercibido a muchos. Además demostramos así que no le guardamos rencor ya que una vez tuvimos una pequeña enganchada con él a cuenta de que se dedicaba a provocar el derrote del toro en el burladero aprovechando el brindis del torero, que es el momento en que dan rienda suelta a esa barrabasada:


2º premio: para Viruta por el riesgo que asumió banderilleando a favor de querencia al bravucón Cóndor de Victoriano, que lo esperó y lo apretó a base de bien. El par no quedó en una perra gorda pero arriesgó tanto que nos da igual:


3r premio: para Juan Carlos Rey porque aunó cantidad y calidad y además dejó en el armario ese vestido naranja que estrenó el año pasado y que hacía daño a la vista. Mucho más elegante de catafalco y plata, como ven. Éste se lo puso a uno de Alcurrucén:



Hay cuatro galardones más que no patrocina Toreoenredhondo pero que merecen sin duda esos otros protagonistas que dedicaron todo su esfuerzo a burlarse del aficionado haciendo las cosas rematadamente mal. Son éstos:

- PREMIO JACK EL DESTRIPADOR AL PICADOR MÁS CARNICERO (patrocinado por el matadero de Binéfar):

Aquí hay bofetadas porque es un premio muy buscado ya que garantiza trabajo seguro al más sanguinario. La verdad es que no sabemos a quién otorgarlo dada la larga lista de candidatos. Destacaremos a Marín, Briceño, Agustín Romero, los dos de Rafaelillo (González y Collado), Espartaco, Peña, Cid, Burgos, Núñez... 

Desconocemos el autor de esta foto

Quizá el maximo deshonor debería ser para Espartaco por el formidable destrozo que hizo al sexto toro de Victorino, de nombre Misterioso. No obstante, esta gran ignominia con que lo castigamos tendría que compartirla con Borja Jiménez y con Julián Guerra. Los tres formarían la Triple A. ¿Con la A de asesinos? Por lo menos con la A de antitaurinos.

- PREMIO ALEKSEI STAJANOV A LOS PICADORES DE PIEDRA:

Muy disputado también ya que fueron muchos los diestros que nos castigaron pegando pases sin piedad, abusando de la paciencia del respetable. A eso lo denominamos picar piedra. La diferencia es que lo de Stajanov tenía un objetivo patriótico y lo de éstos sólo busca amargarnos la vida.

Apunten a Galván, Espada, Adrián, Rufo, Lorenzo, Parejo, Leal, Castella... El respetable protestaba, les cantaban oles de regodeo y que si quieres arroz Catalina. Ahí siguieron, dando una tabarra absolutamente irritante.

- PREMIO SUAVIZANTE NORIT A LA CORRIDA MÁS BORREGUIL:

Podríamos discutir entre varias pero como el borreguismo en un toro es lo peor que puede suceder sobre el ruedo, no perdemos el tiempo. Se lo damos, así, pronto y en la mano, al encierro de El Puerto de San Lorenzo.

- PREMIO PRESIDENTE SÁNCHEZ A LA INCOHERENCIA:

Un candidato es el público venteño, que fue dando tumbos durante toda la feria aplaudiendo lo que estaba bien y lo contrario, demostrando fehacientemente su desconocimiento. 

Otro candidato es el equipo de comentaristas de Onetoro. Alaban cuando un banderillero cuadra en la cara pero callan cuando se alivia demostrando que saben pero no quieren. Dicen que el toro no se emplea mientras el picador lo está carioqueando, le tumba el caballazo encima y lo barrena sin piedad. Ven estocadas en todo lo alto cuando están traseras y en cambio, critican otras por bajas cuando sólo están caídas. Tampoco saben distinguir entre una corta y una honda pero dejémoslo. No se llevan el premio para no darles más protagonismo.

Este galardón a la incoherencia, que lleva tan prestigioso nombre, es para el palco, incluyendo en él a todo el equipo de presidentes. Teóricamente deberían defender al aficionado y resulta que mantienen en el ruedo toros inválidos o dan el placet a otros sin el trapío exigible. Tendrían que defender al toro y permiten todas esas nauseabundas tropelías que hemos visto en unos primeros tercios abracadabrantes (insistimos en que nos contradigan anotando en la sección de comentarios todas sus propuestas para sanción). Además, cambiaron el tercio con dos entradas a toros que pedían a gritos una tercera. Cuando ello sucedía, la decepción y las protestas de los aficionados cabales se las pasaron por el forro. Por contra, obligaron a una tercera entrada a animales que estaban vistos y con el diestro pidiendo el cambio. Tamaña incongruencia se saldaba colocando el toro de cualquier manera para señalar y cambiar. Este desatino lo protagonizaron, por ejemplo, González con Fuente Ymbro, Oliver con Guadaira o Eutimio con Juan Pedro.



¿Están ustedes de acuerdo con este elenco de premiados? En caso de disentir tienen a su disposición abajo los comentarios. Son premios virtuales, lo avisamos por si alguno de los galardonados nos reclama algo tangible. 

Es que Toreoenredhondo no tenía ningún tipo de ingresos... hasta hoy. Habrán visto el pie que hemos añadido arriba de todo, en la cabecera. No es cosa de ningún hacker, es cosa nuestra, no teman.

Algunos amables lectores nos han planteado la posibilidad de habilitar una cuenta para hacer donaciones. Hombre, la idea podría servir no para premiar a Roca por sus estocadas sino para que el administrador del blog se pague la gasolina. Nadie está obligado a nada. Simplemente si ustedes leen entradas que les entretienen o les enseñan alguna cosa que no sabían y les gustaría invitarnos a tomar algo, pueden ingresar el importe de esa consumición. 

Lo que les garantizamos aquí son unas cien entradas al año. Junto a los comentarios que susciten serán algo terapéutico para su buena salud taurómaca. Seguro que les sirve como penicilina contra las infecciones que provocan los taurinos.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.