domingo, 6 de julio de 2025

COPA CHENEL, 2025 (2). CUADRI - ADOLFO: LA EMBESTIDA DEL TÍO Y LA DEL SOBRINO

Solamente habíamos visto una corrida de la copa Chenel este año. Fueron tres de Montecillo y tres de Montealto y el juego de aquellos domecqs nos gustó, como pueden recordar aquí.

Nos dispusimos a ver este otro festejo al reclamo de Cuadri y de Burdiel, torero que de novillero era de nuestra maniática devoción por una simple razón: sabe torear. Los tres de Adolfo entraban en el lote pero no esperábamos nada de ellos.

Los toreros aportaron poca cosa excepto Burdiel en el sexto al natural. Los toros de Adolfo, lo mismo. Sin embargo, hubo un par de Cuadri que dieron oportunidad de discutir a los aficionados. Fueron quinto y sexto, Comercio y Trastero, dos toros diferentes y con matices peculiares. ¡Cuánto nos gustaría escuchar qué dicen en privado Fernando El Viejo y Luis Cuadri sobre su prestación!



El juego de los seis toros lo anotamos a continuación. Los de Adolfo: segundo, soso y aplomado a pesar de que el ganadero afirmó que fue encastado (?); tercero, asesinado en varas y cuarto, noble y escarbador. Los de Cuadri: primero, noble; quinto, bueno aunque adoleciendo de falta de temperamento y sexto, reservón pero siendo humillador y encastado.




DANIEL CRESPO. Fue el único que echó por delante al de Cuadri. Era negro zaíno, gordo, acapachado y carpintero.

El pobre vino de Trigueros ignorando que iba a picarlo uno de la famiglia Vicente porque si lo sabe, no sube al camión. Una carioca vergonzosa y trasera en el primero y una vil recargada caída, trasera y contraria en el segundo. Todo de gran repugnancia y no por culpa del toro, que se vio atrapado ahí abajo a traición:



Embestida franca y noble pero de viaje corto. Crespo fue arrollado sin consecuencias y luego desarmado, aunque nunca por maldad del toro al que intentó arrancar pases pero siempre picando más de la cuenta.



Se equivoca en la contraria, el toro lo corta lógicamente y pincha. Contumacia en la segunda entrada y casi tiene un susto gordo como se ve abajo. ¿Quién los aconseja? No hay dos sin tres y ahora deja un pinchazo escupido, otro con el toro resabiado y un último ¡todos en la contraria! El animal se amorcilla para que no lo pinche más y cuatro descabellos. 



Su segundo era un Malagueño de Adolfo, rabicorto y cuajado pero con esta carita:



Venía picado del campo y Crespo va y le pega dos medias seguidas para crujirle a base de bien las vértebras. Luego vino un puyazo asesino de El Bala, que barrenó vomitivamente tapando la salida con esa mano izquierda asesina:



Ya ven la ambición del gaditano cuidando la lidia para pasar a la final... ¿No había visto a estas alturas que los otros dos adolfos estaban moribundos? Ojo porque quizá era lo que quería el maestro para expresar lo que lleva dentro...



No nos interesó nada lo que expresó, molestado por el aire, picando, despegado, pasado de faena y estando por debajo del toro. Pinchazo perdiendo avíos, otro sin cruzar y tendida tan trasera que lo vio todo el mundo excepto Encabo, quien dijo que no la veía tan atrás. ¿A quién quiere engañar? Observen:




SERGIO RODRÍGUEZ. Su primero era un Mulillero de Adolfo, con crotal, rabicorto, cárdeno ordinario, casi playero, que se tapaba por la cara.



Majada pequeño lo trató con guante blanco y el albaserrada no peleó, fue un simulacro.

Bien Fini, con un toro que ya estaba asfixiado sin haber hecho nada. Por ese motivo se quedaba debajo. Pocas opciones para el diestro, que se puso pesadito a toro aplomado.



Estocada chalequera ya que el toro se trastabilla aunque no se vea por el telonazo y tras la cual se echa.



El quinto era de Cuadri, negro zaíno, hondo, con trapío.



Descabalgó al piquero con gran limpieza sin recibir castigo. 



En el segundo mete el riñón cobrando trasero y saliendo con la puya enhebrada. Tercero de largo, galopa, señal y ¿salió suelto? Había un capote cerca o sea que el beneficio de la duda va para el de Cuadri. Se pidió una cuarta entrada, que hubiera sido de hecho la tercera porque la primera no contó, pero Arnás ya se preocupó de decir que 'esto no es un tentadero, ni siquiera una concurso'. Salta a la vista que los paniaguados televisivos no están para crear afición sino para hacernos hervir la sangre con sus comentarios.



Embestida noble, de las de pronto y en la mano, pero demasiados parones en Rodríguez y muñeca con poco mando aunque con la atenuante del aire. Creemos que el toro no se sintió toreado. Al final de faena llevaba la cabeza más alta que cuando salió, vean:



Humilló al animal entrando en la contraria y encima pegando un bajonazo con sangría oral, con el telonazo que ven, clavando a capón y perdiendo la muleta. Oreja de pueblo y justos aplausos a Comercio en el arrastre. 



Luis Cuadri dijo que este toro había cubierto de pequeño pero que lo habían quitado por las hechuras. No nos terminó de matar por su boyantía, que rozó lo pastueño. ¿Será esta la embestida que busca el bueno de Luis?


BURDIEL. Su primero era de Adolfo, cárdeno acarnerado, sin cuello y con pitones un tanto romos.



Espartaco lo masacró en el espinazo con la anuencia del diestro, de manera que quedó para el tinte.

Nada que hacer con la muleta por haberse despreocupado del primer tercio. Con su pan se lo coma. Pincha dos veces arriba, con el toro cortándolo en ambas porque yerra en la contraria, más una entera contraria que basta. Vean el susto por su culpa. Pocas cosas pasan para tanta contumacia.




El sexto era un Trastero de Cuadri, como aquel de Rafaelillo en Valencia. Negro zaíno, rabicorto, alto de agujas y con el morro y el cuello muy largos:



Dimite en su empuje en el primero al notar en las vértebras la paliza ordenada por el jefe. De largo en el segundo pero con lógica no quería ir recordando lo anterior. Tardea lo indecible y al final, señal marrando. ¿Cómo se hubiera comportado este mismo toro si no lo apalizan en la primera vara? Seguramente muy parecido a lo que había hecho en el primer tercio su hermano anterior. Pero éste era listo y no quiso colaborar viendo la infamia con que lo habían maltratado en la primera entrada.

Se orientó en el segundo tercio, parándose, esperando y pensando. Como se había reservado, cuando salió el diestro empezó a embestir con casta y humillando bien. Faena al natural, con pases buenos, de boca seca, de ciento cuarenta pulsaciones, sin la ayuda y embarcando una embestida que pesaba muchísimo. Fueron mejores que los de la gran mayoría de toreros que hemos sufrido en el pasado culebrón isidril, pero sin terminar de confiarse quizá por no estar acostumbrado a las miradas de un cuadri. Nos dio la impresión de que le faltó decisión y por eso el toro se le subió a las barbas al final.



Burdiel tiene gusto y sabe torear mejor que muchos pero le faltó aplomo... ¿o valor? No se puede tener todo.

Se equivoca en la contraria y al armarse, el toro se arranca, aprieta para afuera donde se había ido el diestro y lo derriba, pisoteándolo en el pecho y afectándole varias costillas. Tuvo que retirarse (véanlo aquí en el 2'30"). ¿No sabe Carretero explicarle la diferencia entre suerte natural y contraria? Por lo menos que durante su convalecencia lea lo que decíamos aquí



Salió Crespo para pinchazo, corta cuarteando perdiendo avíos, metisaca bajo y espadazo caído y trasero perdiendo de nuevo la muleta porque el toro iba ya al muñeco.

Mala suerte para Burdi, que merecía ganar esta Copa ya que su toreo está a años luz no sólo del de los demás participantes sino también de una gran mayoría de diestros cuyos nombres nos repiten en esos carteles de los que estamos más hartos que Tarragona de pescado.

Sus naturales al sexto fueron excelentes por su naturalidad, su buen gusto y, lo fundamental, por recetarlos a un toro de verdad y no a un norit. No hubo que hacer abstracción del toro porque era un toro, con su embestida sólida, seca y encastada. Ahí nos hubiera gustado ver a esos artistas que están pensando ustedes pero nunca caerá esa breva. Ellos no pasan de las sesenta pulsaciones por la entidad lanar de sus oponentes.

Por el contrario, buena suerte para la familia Cuadri ya que los toros van respondiendo. A ver dónde se lidia de cinqueña la corrida que se ha quedado en el campo este año. 

Pero retrátense, ¿cuál de los dos cuadris de ayer les gustó más? Nosotros no nos tapamos: el sexto. Su juego en varas fue inferior al anterior pero con la atenuante del maltrato sufrido. En la muleta embistió como los cuadris que nos gustan. El quinto fue... demasiado fácil, ya nos entendemos.

Por eso planteábamos aquella duda en el titular. Creemos que la embestida de ese sexto fue la que gusta a don Fernando. En cambio, la del quinto puede ser la que agrade más a Luis. L@s amig@s cuadriadict@s que tienen hilo directo con la familia les preguntan al respecto y nos lo cuentan por privado.

¿Quiere esto decir que a partir de ahora veremos más cuadris como Comercio y no tantos como Trastero? Pues vaya usted a saber...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.