sábado, 16 de enero de 2016

UNAS VACAS DE MIURA

Y DOS GALLOS ¿PARA PAMPLONA?

En la última entrada sobre Miura, un amable lector quería ver fotos de vacas de esta ganadería. Volvimos a la finca e hicimos algunas que les enseñaremos a continuación.


Lo de los gallos viene porque de lejos vimos dos pavos que perfectamente pueden terminar tramitando la curva de Estafeta. Al final se los mostramos. Y atención porque en la camada de este año hay un colorado ojo de perdiz absolutamente colosal. Los que añoraban los colorados de Miura en lugar de tanto cárdeno, con este van a tener taza y media -aunque más lo vemos para Madrid que para Pamplona-. Desafortunadamente, la foto que hicimos no tiene la calidad necesaria que se merecen ustedes.

La vaca de Miura se caracteriza por sus grandes ojos de mirada penetrante:


No es tan grande como otras pero sí de cierta alzada, a lo cual contribuyen las patas largas. Las encornaduras son variadas, como la que abría estas líneas o esta de abajo, más recogida -se aprecia también el hocico ancho del encaste-:


Y respecto a la pinta, encontraremos la misma variedad que en los machos. Excepto jaboneras y berrendas, hay de todo. Aquí, en primer término, una colorada ojinegra y bocidorada esperando el tentadero este año:


Y aquí, una colorada ojo de perdiz. Detrás de ella hay una caribella claramente más desarrollada. Esa se quedó sin tentar el año pasado porque era una de las que guardaban a Enrique Ponce Martínez. Ya les dijimos que era la primera vez que el de Chiva iba a Zahariche y quedó tan encantado con las que toreó que, cuando se levantó un vendaval molestísimo, pararon el tentadero y dijo que volvería. Esa caribella le está esperando:


Este becerro será un precioso cárdeno ordinario, aldiblanco y la vaca de atrás será cárdena oscura, bragada y rabicana:


Este becerro, en cambio, acabará siendo cárdeno claro casi franciscano:


Estas de aquí están pendientes de ser tentadas. La de la izquierda es salinera:


Y vamos con los dos gallos que tienen toda la pinta de acabar en Pamplona. Observen este castaño retinto, bragado, meano, listón, ligeramente bociblanco y rabicano. Además, es astigordo y cornialto. Imponente, una lámina de toro antiguo:


No sé si saben que Antonio Miura, el hijo del sombrerero y fundador de la ganadería, Juan, era criador de gallos de pelea. Se incomodó no poco cuando un gallo del torero Manuel Domínguez mató a un campeón suyo. Coincidió poco después una corrida de Miura donde toreaba Domínguez y Antonio se preocupó de buscar lo más ofensivo que había en el campo para 'vengarse' del torero. Cuando iba hacia uno de sus toros con la muleta, el ganadero le gritó '¡A ver si matas ese gallo!'

El matador lo miró pero no dijo nada. Dicen que lo toreó y lo mató bien. Cuando volvía hacia la barrera, miró a don Antonio y le espetó '¡yo le mato a usted todos sus toros y todos sus gallos!'

Ese gallo retinto que hemos visto se alejó bastante pero se juntó con un hermano que también tiene cara de San Fermín. A pesar de que la foto no es de la calidad que quisiéramos, nos despedimos con ella.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



4 comentarios:

  1. ¡me encantan las vacas¡
    Luis

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    1. En una próxima entrada enseñaremos también alguna de Cuadri.

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  2. ¿Cuántas vacas aprox. tiene Miura?

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    1. Unas doscientas cincuenta para unos cinco o seis sementales (que yo sepa).

      Saludos.

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