Esperemos que Roca no supere el récord de cornadas de Diego Puerta pero va camino de mejorar el de José Tomás. De momento han sido cinco cogidas en nueve días. Nombramos a estos dos maestros por ser ejemplo máximo de valor sobre la arena, cosa que nadie en su sano juicio puede discutir al peruano.
Cuando preguntaban a Esplá por el torero de más valor respondía: 'en cuanto al valor, a mí no me valen las películas, eso tengo que haberlo visto yo y el torero que yo he visto con más huevos es José Tomás, sin duda'.
Paco Camino afirmaba esto sobre Puerta: 'el valor que ha tenido Diego Puerta, sabiendo torear, yo no se lo he visto a nadie... Éramos íntimos amigos fuera de la plaza; en cambio dentro, igual que dos lobos. Pero es que el toreo de Puerta, con esos c****** ¡es que era demasiado!'
A Roca le han pegado los toros principalmente por confiarse. Le pasó en Málaga por quedarse en el terreno del toro al destorear (pulsen aquí, donde se llevó una cornada en el abdomen y un golpe en la boca que a punto estuvo de saltarle los dientes). En Palencia sufrió una grave lesión de cervicales (pulsen aquí). En Santander tuvo mucha suerte tras el mismo exceso de confianza (recuerden aquí). En Huelva fue arrollado tras una zancadilla en una tafallera y derribado después en un estatuario al no enmendarse.
Pero tiene ganado el respeto de todos con gestos de Torero en mayúsculas como el que tuvo en El Puerto saliendo a matar el sexto toro con la cornada en la pierna o el que nos puso a todos el corazón en un puño hace un año en Bilbao (pulsen aquí, cuando hacía el péndulo en un arrimón y el toro se le arrancó)
A todo esto, comentaremos lo de El Puerto de Santa María. En esta ocasión ha sido cuestión un poco de confianza y un mucho de mala suerte. Decimos lo de la confianza porque siempre la hay en una chicharrina, que este diestro no sólo prodiga sino que ha puesto de moda. Se trata de un pase cambiado muy arriesgado en el que nunca pasa nada pero cuando pasa, ojo. Es éste de abajo. Nosotros lo llamamos chicharrina en honor al mexicano Enrique Carvajal El Chicharrín, que lo puso de actualidad:
FOTO: Plaza 1 |
En El Puerto se lo quiso hacer a un cuvillo que no era la tonta del bote (como aquel Nenito de Talavante en San Isidro que pueden recordar en esta entrada). Esto nos comenta un amigo del blog que estaba presente y de quien nos fiamos totalmente:
El toro, un jabonero sucio fue violento, manso, encastado y poderoso. Le pegaron un puyazo en el otro penco. Vistoso el quite por chicuelinas y tafalleras alternadas. Debieron pegarle otro puyazo.... El toro llegó bronco, violento, y a Roca se le veía mermado. Roberto Domínguez estaba muy nervioso. Tras brindar, unos redondos poderosos haciéndose con el toro, liga unos redondos y buen susto en el de pecho. Por el izquierdo, sólo peligro. Hasta ahí, correcto todo aunque no era el Roca que levanta a los públicos. Mermado, intentó unos estatuarios a pies juntos, más en corto, y al intentar el cambiado, por el izquierdo, el toro lo arrolló, e hizo por él en el suelo.
La cornada es llamativa porque cita al toro ofreciéndole el perfil izquierdo de su cuerpo pero la cornada se la lleva en el gemelo de la pierna derecha (!):
FOTO: El País |
Vemos el percance desde otro ángulo. En esa parte del vestido no hay refajo y la cornada será de 18 cms.
FOTO: Mundotoro |
La caída es escalofriante y aún más en uno como Roca que ya tiene las cervicales maltrechas. Piensen que en un partido de rugby, tras una caída como ésta, se para el partido, sale el médico con las asistencias, se coloca cuidadosamente un collarín al afectado y se le retira del campo en camilla con todas las precauciones:
FOTOS: las dos son de Miguel Gómez |
Lógicamente aquí no hubo nada de eso. Lo que sucedió después nos lo sigue relatando nuestro improvisado corresponsal:
Muy conmocionado, volvió al toro para unas manoletinas tan ceñidas que puso la plaza en pie. Se le veía cogido y pasó, tras matar, a la enfermería. Pudo no salir con la cogida que llevaba pero salió al 6°, muy, muy mermado...
FOTO: Cultoro |
Roca está hecho de la pasta de los que pisaban más fuerte en Villa Santa Rita, como decía Borges en uno de sus cuentos. Para él, su salud es menos importante que su honor como matador de toros. Por eso salió a matar el sexto contra la opinión de los médicos. El Juli, que había acudido anteriormente al quite con el capote bien cogido, vio en platea la actitud del peruano saliendo a matar ese sexto con el gemelo rajado. Es muy probable que en esos momentos diese por buena su retirada.
Citando de nuevo a Borges, diremos del maestro peruano lo mismo que escribía el maestro argentino de aquel gaucho de su cuento El Sur (cambiamos una pelea a cuchillo por la lidia de un toro):
'Sintió al atravesar el umbral que morir durante la lidia de un toro hubiera sido para él una liberación, una felicidad y una fiesta. Sintió que si hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado'
Puede ser que de aquí a veinte años los toreros que hayan compartido cartel con Roca digan de él algo parecido a lo que comentaban Esplá y Camino de Tomás y Puerta respectivamente. Quién sabe si uno de ellos no será El Juli...
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
ResponderEliminarBuenos días, Don Rafael y la compaña:
No le quito ni le pongo una sola coma a su escrito, tan solo lamento que haya citado usted en este blog al Maestro Borges, tan divino y acertado en todo lo que escribía, pero tan antitaurino desde el desconocimiento y la pérfida anglofilia más absolutos. Proscrito debería de estar nuestro Homero hispano en cualquier círculo taurino, aunque en mis anaqueles, como en los de cualquier lector de bien, no falten sus obras. No obstante, me uno a la opinión que el genial e inclasificable Pavlosky tenía del que fue su vecino en Buenos Aires (busquen, busquen en Youtube a Borges soltando estupideces sobre la Tauromaquia y a Pavlosky retratando al gran escritor y no tan gran persona).
Saludos a usted y a los selectos lectores del blog
Leía hace poco la autobiografía de Ramón y Cajal quien también hablaba mal de los toros igual que Baroja y tantos otros. Sobre la anglofilia de Borges recuerde que aprendió inglés desde su más tierna infancia porque su abuela era de la pérfida Albión. El Quijote lo leyó antes en inglés que en castellano. Pero no creo que le venga de ahí su crítica a los toros, que por cierto habría que unir a la del fútbol como usted bien sabrá.
EliminarÉl siempre comentaba que no era una persona especialmente valiente aunque en sus cuentos aparecen personajes que sí lo son quizá para compensar. Pues esos personajes chulescos que desprecian su vida y sacan el cuchillo a la primera de cambio tienen un cierto paralelismo con los toreros.
No obstante, antes que proscribir al gran escritor en nuestro modesto blog condenaríamos al ostracismo a muchos taurinos que pasan por defensores de los toros y son sus peores enemigos.
Saludos
Buenas Rafa .
ResponderEliminarEl valor de Roca yo creo que es indiscutible pero me da la sensación de que cuando tiraba la moneda casi siempre salía cara y ahora por simple regla matemática están empezando a salirle las cruces . Ese toreo tan efectista te puede aupar muy rápido pero intentar salir de él le puede costar muchas broncas de sus seguidores que se han acostumbrado a ese tiovivo endiablado .
Saludos
Esas matemáticas de la moneda que usted plantea no hay duda de que pueden ser acertadas. Pero me temo que por la forma de ser del peruano va a seguir tirándola y le va a dar igual que salga cruz. En eso recuerda al citado Diego Puerta, que cada cornada que recibía era una inyección más de valor.
EliminarSaludos
Buenos días:
EliminarLas comparaciones siempre son odiosas.
El toro de los 60 nada tiene que ver con el "bobalicón" de hoy.
Sería imposible hacerle a ese toro muchas de las cosas que se hacen a de día de hoy, porque no te perdonaría.
¿Roca Rey le haría las mismas cosas al toro de los 60?. Puede que si, pero considero que aquellos toros lo cogieran casi todas las tardes.
Por muy "amigo" que sea el toro, hay cosas que no se deben hacer, por respecto y porque te puede hacer mucho daño.
Un saludo,
ZZ
Yo creo que haría lo mismo aunque, como dice usted, igual le costaba más caro que ahora. Conste que a veces, viendo películas del NO-DO con esos toros de los años sesenta, me planteo si es verdad que eran más 'listos' y con más movilidad que los de ahora. No lo tengo tan claro a pesar de lo que digan toreros de entonces. Sé que esto va contra lo comúnmente admitido pero aquí no es como hablar de los tiempos de Lagartijo donde no hay películas sino que están al alcance de cualquiera.
EliminarSaludos.
Para nada se dejaría coger tan a ciencia cierta, vayan si no al vídeo de la famosa feria de otoño en que el pgoduggtogg de agte impuso el sorteo y le tocó lidiar adolfos: al primero, en cuanto vio que no era una ternera boba de las que acostumbra a pasaportar, no quiso ni verlo y anduvo descompuesto con él, y en el segundo tuvo que decirle Campuzano que se pusiera a torearlo, que metía bien la cara. Es muy muy valiente, pero no tonto.
EliminarLa verdad es que a día de hoy le veo más maduro, ambicioso y seguro de sí mismo, puede que no estuviese tan timorato si se volviese a ver en semejante trance.
Aquel día de Adolfo fue tal como usted dice, culminando el enfado de José Antonio Campuzano con el sorteo de marras. Pero si llega a acertar con la espada en ese segundo de Adolfo completamente comercial, corta dos orejas y sale en hombros. Aquí pueden recordar nuestra crónica:
Eliminarhttp://toreoenredhondo.blogspot.com/2019/05/feria-de-san-isidro-2019-15-adolfo.html?m=1
Saludos
Grande Rafa. Poniendo el dedo el la llaga. No se hagan cábalas. Ya puede decir Corrochano, Bergamín... lo que quieran. El toro coge al que se arrima. Y eso siempre ha sido así, desde Puerta, JT, RR y el susum corda. Y sobre todo, no al que se arrima poniéndose y quitándose, sino al que traga donde el suelo quema. Y RR, es el que más traga y el que más cerca se lo pasa.
ResponderEliminarComo tragaba López Simón, malísimo y lo que quieran, pero tragaba (y por eso tiene media docena de cornadas cuando otros en 30 años de alternativa le han cogido dos veces. (Y no miro a nadie: P_nc_, U_d_a_e_, R_bl_ñ_).
Ese último paréntesis tiene una considerable dosis de veneno que firmaría sin problemas don Jorge Luis Borges Acevedo.
EliminarHay un tema que puede quedar pendiente para analizar en el invierno y es el que plantea Curro aquí arriba. Me refiero a cuando empieza diciendo "para nada se dejaría coger tan a ciencia cierta..."
El título de una posible entrada podría ser: "¿se deja coger Roca por los toros?"
Saludos
Eso no es nuevo. Recuerdo que decían lo mismo de JT. Pero incluso por elevación. "El torero que quiere morir en el ruedo". Sí alguien cree que RR se deja coger por ventajismo o por incapacidad de triunfar, en mi opinión se equivoca de cabo a rabo.
EliminarEs curioso que personas que ni de lejos son aficionados a los toros solo coincide que me hayan preguntado por dos toreros: José Tomás y Roca Rey. Nunca me han preguntado ni por Juli ni por Manzanares ni por Ponce, por ejemplo.
EliminarHola Rafa y lectores del "modesto cuadernillo"
EliminarA mí me cuesta creer que un torero se "deje coger" por un toro a conciencia de ello. Lo podría más o menos entender si el torero "supiera" a ciencia cierta que el resultado de ese dejarse coger va a ser una cornada de 15cm en la cara anterior del gemelo de la pierna derecha, pronóstico menosgrave. Porque en un momento dado esa cogida le puede suponer cortar una oreja, salir por la puerta grandeen una plaza importante y mejorar notablemente sus expectativas de contratos.
El problema es que la cornada de pronóstico "menos grave" no está garantizada. Cuando el toro te coge, no se sabe qué puede pasar. Y entre las posibilidades está el salir de la plaza con los pies por delante. O tetrapléjico. O tuerto. O...
Así que no, no creo que los toreros se "dejen" coger.
Pero sí creo que, a menudo, juegan con el dramatismo y la posibilidad de la cornada. Torean en el filo de la navaja y se arriesgan a la cornada, con todo lo que ello conlleva. Esto se puede ver como un alarde de valor o, como tú dices muchas veces, Rafa, un alarde de temeridad. Que no es lo mismo.
Yo no tuve la oportunidad de ver mucho a José Tomás porque en esa época no era aficionado. Los años de su retirada fueron cuando yo comencé a asomarme, tímidamente a las plazas de toros. Y llegé a verle la segunda de sus tardes en Las Ventas en 2008 (tres orejas y tres cornadas, creo)
Y pese a que salí impactado, mi análisis con el tiempo de aquella tarde fue que no se trataba de un torero "queriendo" o "buscando" morir en el ruedo para emular a Manolete. Si no de alguien que, con su manera de estar en la plaza, con su manera de torear, quedándose quieto en el sitio dónde "quema" justificaba por sí solo toda la tauromaquia. No es que buscara morir en el ruedo si no que estaba dispuesto a morir en la plaza. Con su actitud, dándole todas las ventajas al toro, "dejándose matar" se ganaba él el derecho a matarlo en el ruedo.
(continúa)
Sin embargo, y que l Minotauro me perdone por lo que voy a decir, me parece que lo de Roca es otra cosa. No veo en Roca un toreo puro. En Roca lo que veo es efectismo y tremendismo. Jugándose la vida, por supuesto. Pero, en mi opinión, de una manera completamente diferente a como lo hacía José Tomás.
EliminarMe da la sensación de que lo hace buscando el ay y la congoja continua del espectador como fin. Y eso es lo que hace que, toree bien o no, mejor o peor, salga tarde tras tarde por la puerta grande de todas las plazas. Para mí fue evidente el último día en Madrid. Pone a la gente tan en tensión que, al final, si mata al toro, se sacan los pañuelos casi como un alivio.
Otro que, en su registro, me da la sensación de que intenta tocar teclas parecidas, es Paco Ureña. Es cierto que no son los mismos los Victorinos de la corrida de la Prensa de este año que otros toros. Pero durante aquella tarde, todo el rato me parecía que buscaba el revolcón, el poner a la gente de su parte a través del drama, ya que daba la sensación de que toreando no iba a cortar las orejas.
Como conclusión: me parece que José Tomás se ponía en un sitio temerario, arriesgaba mucho, en pos de un fin elevado que era el de torear y dominar al toro. Dándole las ventajas al toro para ganarse el "derecho" a matarlo. Eso le costaba cogidas y volteretas, pero el objetivo era la excelencia y la pureza
En el caso de Roca Rey, me parece que el objetivo es precisamente ese toreo tremendista, de ayes y drama que pone a la gente a tu favor y te hace triunfar y firmar contratos sin haber dado un natural o una verónica decente. Tiene además su lógica. Es imposible conseguir la excelencia en el toreo todas las tardes. Sin embargo es más "fácil", o más efectivo, jugarse la vida todas las tardes y conseguir salir a hombros, se haya toreado o no. Hay que ser muy valiente, sí. O muy temerario. O muy imprudente.
El valor puesto al servicio de un fin superior acongoja, enaltece todo lo que hay alrededor y nos puede sublimar. La temeridad por temeridad que busca el susto como una película de viernes 13 no tiene mayor interés.
Un saludo y gracias como siempre por las crónicas, publicaciones y comentarios. Y perdón por el rollo.
No hay nada que perdonar, al contrario, agradecer su colaboración y sus interesantes reflexiones.
EliminarEl problema en esencia radica en si aceptamos en el toreo la temeridad o no. En mi caso, no. Por eso yo censuraba a José Tomás cuando se metía en el terreno del toro y estaba claro que a la segunda o a la tercera iba a salir volando, como sucedía casi siempre que cometía esa temeridad.
No termino de ver claro que a Roca haya que ponerlo en la nómina de toreros tremendistas. Quizá tengamos que esperar todavía unos años a ver hacia dónde se decanta, si los toros se lo permiten...
Saludos
Muy interesantes apuntes sobre el valor de Roca Rey. Valor, valentía de torero cabal, no así el falso adjetivo de 'temerario' (que Vd. ha tratado, acertadamente, aquí mismo), esa temeridad engañosa y perjudicial para el toreo recto, el toreo de integridad e inteligencia.
ResponderEliminarOjalá que RR atienda bien sus lesiones, incluso de vértebras, y que no abuse de su estado físico actual antes de volver de lleno. Últimamente ha tenido la fortuna de evitar un percance serio; no hay que exponerse ahora a alguna complicación.
En efecto, remembranzas de Diego Valor.
2023: ¿Valor de Roca? ¿Rey del Valor? Es el espejo que debieran utilizar muchas figuras de la actualidad. // Atte., Torotino
Valor, sí, indudable, no especialmente temerario... pero exhibido ante el medio toro que acostumbra a torear Roca y con el que la confianza te puede jugar malas pasadas. Los percances citados en la entrada fueron causados por Cuvillo, García Jiménez, Garcigrande, Bañuelos y Charro de Llen (no Atanasio sino Daniel Ruiz).
EliminarSaludos
Quise decir 'Roca de Valor' como mote. Gracias. // Atte., Torotino
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