DOS TOREROS QUE NO VAN A LA OFICINA
Se supone que los toreros deberían poner siempre toda la carne en el asador. Por diferentes circunstancias no siempre es así y son muchas las tardes en que los maestros dan la impresión de estar en el ruedo como quien ha ido a la oficina.
Ayer vimos a dos que le echaron ganas y vergüenza torera al asunto especialmente el mexicano Fonseca, que no salió a hombros por fallar con la espada en su segundo. Los que compartan cartel con el de Michoacán han de saber que saldrá siempre con el cuchillo entre los dientes. A ellos tendría que preocuparles pero a nosotros nos encanta su actitud. Así debieron de hacer el paseíllo todos los valientes que en el mundo han sido, desde El Espartero hasta Diego Puerta pasando por Larita (recuérdenlo aquí porque para Belmonte era el más valiente de todos).
El otro fue Téllez, que aprovechó el único toro bueno que tuvo y no se dejó ganar la partida. Como convidado de piedra vino Álvaro Lorenzo, quien pasó con más pena que gloria por Villaseca de la Sagra. Alvarito, para viajar así no hace falta alforjas.
Nos fuimos hasta allí a echar la tarde a cuenta de la corrida del Conde de Mayalde. Es una ganadería que últimamente ha exhibido buenos novillos en esta plaza y además había ese cartel de gente joven ya comentado, en los antípodas de esos casposos, repetitivos y adocenados carteles de la Feria de Sevilla. Se había organizado el festejo como obra benéfica, miel sobre hojuelas porque la donación fue de 41.500 euros.
Tarde de invierno impecable, con un solecito agradabilísimo y sin viento. Hubo lleno:
La duda era si los de Mayalde serían de aquellos que demuestran buenas maneras en el caballo aunque nunca los luzcan o de los otros animales bondasosos que suele echar esta ganadería para regusto de los toreros y también del propietario. Pues al final podemos decir que hubo dos y dos.
Los dos primeros fueron desesperantes por inválidos, sin fuerza y sin casta. En cambio, cuarto y quinto resultaron notables además de ser los dos mejor presentados. Tercero y sexto se quedaron a medio camino y no fueron ni chicha ni limoná.
Conste en acta que los seis estaban en puntas y la famosa bolita no se vio por ningún lado. Tuvieron fijeza y humillaron a conciencia como se aprecia en la foto. Tan es así que cuatro de ellos clavaron los pitones en la arena y un par se pegaron sendas volteretas. Fonseca, por dos veces, y Téllez resultaron cogidos sin que los toros hicieran carne.
LORENZO. Su primero estaba gordo, tenía poco cuello, llevaba el pelo de invierno y era flojo de remos pero metía la cabeza de lujo en el capote. Fue de los que clavó los cuernos en la arena de salida.
No existió el primer tercio como no fuera para demostrar el autismo del maestro. Quizá lo mejor o lo único bueno que hizo en toda la tarde fue esta media:
El toro salió del primer tercio trotando descoordinado aunque propició este buen par de Javier que fue lo mejor de toda su triste lidia:
Lorenzo empezó echando la muleta a las nubes para que no se derrumbase y así llevar a cabo su labor de enfermero. El pobre bicho iba y venía con déficit de oxígeno mientras el diestro tiraba de él colocándose fuera de cacho:
Nuestro aburrimiento acabó con el suplicio de tres pinchazos, una corta y otra casi entera siempre clavando en el lomo por llevar la mano alta y apuntar deliberadamente atrás:
Inconcebibles palmitas al toro en el arrastre que se mezclaron con los pitos de dos personas, una de las cuales ya pueden suponer quién fue.
Su segundo fue el de trapío más armónico para nuestro gusto, un castaño oscuro:
Pegó un topetazo al caballo en el primero y aprovechó para romanear, derribarlo y encelarse en la grupa mientras lo coleaban:
Creemos que el de la foto es Prieto, quien se volvió a subir y en el segundo puyazo le dio a duro por peseta como es habitual en este personal cuando han sido derribados.
En el segundo tercio Javier nos deleitó con una lidia sedosa mientras Fonseca en un quite sufría el susto que ven más abajo:
¿Han visto que el primero al quite fue Téllez? El toro pareció venirse arriba y sacó un poco de pimienta que no fue aprovechada por el diestro. Su toreo nos pareció muy vulgar y claramente por debajo del toro al que terminó aburriendo tanto como a nosotros:
Estocada honda traserísima y caída sin cruzar y saliéndose, que rubricó su tarde para olvidar.
Muy mal el presidente concediendo una oreja de chichinabo con petición ridícula. Resultó que tocando al palco había cuatro familiares del torero vociferando de manera alarmante contra él. Pero jefe, usted debe cumplir el reglamento y aguantar el chaparrón, hombre, ¿para qué tenía a su lado un guardia civil?
TÉLLEZ. Su primero era un castaño aldinegro, cornigacho, cornidelantero y abanto de salida pero Téllez estuvo pendiente de retenerlo.
Simulacro en varas dándole al túrmix en una única y paupérrima entrada. Lo mejor fueron los dos pares que puso Aguado salvo error, aunque al refugiarse en el burladero en el primero casi se lleva la misma cornada que Chapurra en Estella. El diestro acababa de hacer un quite de frente por detrás para demostrar su buena actitud:
Era otro toro que no podía ni con su alma y vimos otra faena de sanatorio con el de Mayalde más tiempo arrodillado que de pie:
Pinchazo malo y estocada baja siempre tapando la cara:
Su segundo era un toro serio, cuajado y un poco alto de agujas. Ya van viendo lo que decíamos de los pitones limpios:
Creemos que fue Carlos Prieto quien pegó el puyazo menos malo de toda la tarde pero el toro salió suelto clamorosamente de la segunda vara y eso lo anotamos para criticar el posterior pañuelo azul. Estamos convencidos de que en un tercero hubiera cantado la gallina.
Fonseca hizo su quite con verónicas de paso atrás y estuvo muy bien Téllez respondiendo con esta primera que ven abajo que fue lo mejor de toda la tarde en lo que a toreo se refiere. Remató con una bonita larga:
Excelente Navazo en los dos pares. Cuando llegó al hotel se dio cuenta de que el toro se había quedado con un alamar de su taleguilla izquierda. Es que le resbaló un palo con otro ya puesto y casi se cae en la cara:
El toro sacó casta en la muleta y llegó a pegar un susto gordo al diestro cuando este tropezó mientras retrocedía:
Es una lástima que Téllez traiga la faena del hotel porque hubiéramos querido que se echase la mano a la izquierda de inicio ya que es de los pocos maestros que no milita en la ultraderecha. Además, tiene interés en dibujar bien los pases de pecho:
Cuando por fin quiso torear por naturales, nuestro gozo se fue al pozo porque no fueron buenos sino de pico y pierna atrás y él lo sabe perfectamente, qué pena...
Aunque lo aplaudieran, pensamos que es de los que no se dan coba y tiene que ser plenamente consciente de que lo que nos ofreció fue bisutería. Terminó también al natural pero de perfil:
Se tiró a por todas dejando una estocada pasada y caída con bella muerte del toro. Si el presidente había regalado una orejica a Lorenzo, ahora tenía que conceder por lo menos tres a Téllez aunque la cosa quedó en dos y un exagerado azul para el de Mayalde.
FONSECA. Su primero es el que en las fotos que vimos nos gustaba más y luego nos enteramos de que al mayoral también. Era un colorado ojo de perdiz un poco chorreado en verdugo:
Lo recibió de rodillas en tablas antes de que el toro se pegase una voltereta a causa de su gran humillación.
Estaba como loco por acudir al caballo. Lo hizo raudo en la primera entrada y de largo en la segunda, cosa que hay que agradecer a Fonseca. El problema es que en el peto se dedicó a emular a Santillana. Lorenzo hizo un quite por verónicas de paso atrás al que sorprendentemente el manito no respondió. Muy bien Rey con los palos. Anduvo toda la tarde muy atento a la lidia de sus toros y de los de sus compañeros:
Empezó cambiando en el platillo y calentando al público, que aquí lo quiere mucho:
El toro era un bombón pero tenía poca gasolina. Con buen criterio le dio distancia para no ahogarlo pero el pobre animal se ahogó el solo y únicamente duró diez pases medianamente serios:
Arrimón final antes de un pinchazo con fe y de este puñetazo arriba del que el toro salió muerto para ir a rodar en el platillo:
El sexto era un toro bien comido y bien encornado, castaño como toda la corrida, listón, lavado de cara y fino de cabos:
Le dio dos largas cambiadas de rodillas por dentro, que sumadas a la del tercero fueron tres. Insistimos en que quien quiera ganar a Fonseca por disposición y ganas de agradar tendrá que darlo todo para estar a la altura:
El picador estuvo infame pegando una carioca de cárcel. Así es como nos gustaría que pegasen a los toros de Cancela. En el segundo, Fonseca lo puso de largo pero el de Mayalde berreó y escarbó antes de arrancarse para ver cómo el jinete marraba desastrosamente.
Estuvo valentísimo el mexicano cuando dejó venir al toro desde lejos para pegar una saltillera escondida que casi le cuesta un disgusto pero que repitió sin mirarse:
Inició la faena de rodillas con el público en pie:
Cuando se levantó nos dio la impresión de que faltó mando en su muñeca para embarcar bien al toro. A este hombre le podrán ganar en técnica pero nunca en coraje, que es lo que nosotros pedimos a cualquier torero cada tarde, ¡nada de oficinistas!
Además no es de los que esconde la pierna, como han visto en la imagen anterior. Dos pinchazos y una entera hasta el arriaz que llegó tarde hicieron que se quedase sin salir a hombros:
Cancela sabrá lo que hace pero qué mal nos sabe no ver a ese torero en plazas donde sería bien recibido. Intentar convertirlo en un nuevo Roca se nos antoja harto difícil. Por contra, sería un diestro muy bienvenido en los cosos toristas que están en la mente de todos nuestros gentiles lectores ya que su valor es capaz de acobardar al toro más pintado.
Téllez se llevó el gato al agua y marchó en hombros a la espera de que pueda entrar en Sevilla por alguna sustitución. De Juan Ortega dijimos cuando no toreaba que si algún día en la Maestranza le salía un toro para pegarle tres buenas verónicas, los asistentes no lo iban a olvidar.
Pues con Ángel Téllez estamos ante algo similar: si por casualidad se anuncia alguna tarde en Sevilla y le sale el torete chochón que va al tran-tran, con un par de tandas al natural, hará felices a todos. Al tiempo...
Saludos cordiales desde Madrid. Rafa.