martes, 6 de septiembre de 2022

FERIA DE VILLASECA DE LA SAGRA, 2022 (2). CONDE DE MAYALDE


MAYALDE, FÁBRICA DE BOMBONES


Pero bombones de los buenos, de los que no empalagan. Sus novillos no fueron esos norit que duermen a las ovejas. El señor Finat envió una novillada de lujo para los toreros. Estuvo bien presentada y había tres que cumplían como toros en cuestión de días. Humillaron todos sin excepción hasta el punto de que se pegaron tres volteretas y media. Además hubo cuatro de los seis que clavaron los pitones en la arena.



Todos demostraron gran nobleza, fueron fijos en los engaños y embistieron sin hacer nada extraño y por ambos pitones. Ningún síntoma de mansedumbre declarada si exceptuamos que dos acusaron la querencia del encierro matinal. Como decíamos al principio, un lujo.

Por poner un pero, decir que no aguantaron cincuenta pases aunque ni falta que hace porque fueron de veinte bien dados, estocada y oreja. No hace falta más. 



Fue una pena no haberla cuidado en el caballo para lucirla un poco más ya que solo dos acudieron en sendas entradas. Esos dos que repitieron salieron sueltos en el segundo pinchazo, que conste. A causa de esos primeros tercios un poco de visita, calificaremos los seis novillos no como bravos sino como bravitos, recordando a Corrochano.




VÍCTOR HERNÁNDEZ. Su primero era playero y enmorrillado y lo recibió de rodillas en tablas:



Un solo puyazo donde cobró trasero pero por lo menos no le taparon la salida. Luego estuvo muy bien Aguado clavando a favor de la querencia del toro, que la tenía muy marcada:



Hernández anduvo con aplomo y serenidad ante el novillo, que se cansó rápidamente de tanta carrera como había pegado en los dos primeros tercios mientras buscaba la salida del redondel. Al natural se recreó porque el de Mayalde iba al ralentí:



Estuvo por encima del sosito novillo. Pinchazo caído y un casi bajonazo contrario muy protestado más cuatro golpes:



Salió a matar el segundo suyo en sexto lugar con los puntos recién puestos por la cornada recibida en el quite al tercero. Apareció contra la opinión del médico. ¿Fue un gesto valiente o temerario?

El novillo era un castaño albardado, bocidorado y muy astifino. Ni ayer ni anteayer vimos que hubiera trabajado el artista de la bolita. Esperemos que siga de vacaciones:



Lo recibió con unas verónicas apenas sin moverse quizá por lo mermado de sus facultades. Nos recordó aquella vez en que Belmonte había pasado muy mala noche y al día siguiente dio cinco verónicas sin enmendarse en medio de la locura colectiva pero luego reconoció que es que no podía menearse.

Vulgaridad en el único puyazo y Hernández que se fue al platillo para la chicharrina. Se puso a torear de inicio y afortunadamente el de Mayalde resultó ser el más pastueño, bondadoso y soso del encierro. Así, pudo olvidarse de la cornada y se estiró a placer:



Al final pegó unas bernadinas que fueron indudablemente temerarias porque el toro estaba parado frente a él.



Estocada mojándose las uñas, bella muerte del toro y dos orejas con algunas protestas:





JORGE MARTÍNEZ. Su primero era de septiembre de 2018, cornigacho, cornidelantero y con una penca prominente:



Se fue al relance para cobrar contrario haciendo una pelea cumplidora. En la serpentina de remate del quite de Martínez se pegó una voltereta. Ya dijimos que hubo tres y media en la misma corrida, ojo.

A punto estuvo de pegarse otra en el inicio de faena porque su humillación era máxima. Añadan a ello una cierta codicia y el resultado será un novillo de triunfo.



Y andaba diáfano por los dos pitones aunque se apagó antes de lo previsto:



Martínez optó entonces por enlazar arrucinas, pases por alto y bilbaínas con el arrimón correspondiente. Mató mal, con una honda trasera, caída y atravesada barrenando.



Su segundó era castaño oscuro, listón, corniabierto y cornidelantero, muy cuajado:


Quiso pegar unas verónicas templadas y gustosas pero con el defecto de que le salieron enganchadas. Las empezó fenomenalmente pero las acabó todas sucias:



Fue una lástima que sólo viéramos al novillo en un puyazo porque empujó de bravo. Nos consolábamos acto seguido con la excelente brega de Rojas.

El novillo se comía primero la arena y después la muleta. Hasta tres veces llegó a clavar los pitones en el suelo. No nos dio la impresión de que Martínez consiguiera estar a la altura del de Mayalde. Es que el tal Chorlito era primoroso por ambos pitones:




Ejecutó bien la suerte pero la espada se le fue bajísima y trasera. Tuvo el buen detalle de volver a entrar y a la segunda dejó una entera trasera sin puntilla perdiendo la muleta y saliendo golpeado:




CHRISTIAN PAREJO. Su primero se convertía en toro en unos días. Era un castaño albardado, bocidorado y bizco del izquierdo:



Por fin vimos un novillo puesto de largo pero porque lo pidió el público aunque luego fuese para que Sandoval clavase traserísimo. En el segundo lo señaló y se fue suelto:



Estuvo muy temerario Hernández en su quite porque tras combinar una tafallesa con una caleserina y un farol, se arrodilló para pegar una larga de remate pero el novillo se quedó quieto delante de él. ¿Qué harían ustedes en su lugar? Si te levantas quedas desairado. Si no, te va a coger. Como no quiso levantarse resultó arrollado y fue herido en el muslo:



Se oyeron pitos creemos que injustos porque algunos interpretaron que se había dejado coger.

El novillo embestía por dentro, sin amontonarse y con nobleza aunque a veces se distraía. Parejo nos ofreció un trasteo juliesco: pierna atrás, mano baja, torso retorcido y abriendo la puerta. Se aprecia en la imagen siguiente, donde más parece Julián que Christian:



Estocada corta pasada y descabello.



Su segundo también estaba a punto de ser un toro y por hechuras lo parecía aunque no era tan astifino como sus hermanos.

Bien Parejo de nuevo colocando largo al novillo, que empujó pero con el palo levantado. En el segundo dimitió y se fue suelto.

Aseado Revuelta con los palos y el toro que se venía con un buen tranco. El problema es que en la muleta sacó un calamocheo un poco incómodo aunque sin ninguna malicia.



Tras ese natural que han visto, tuvo un pequeño susto cuando en el siguiente el novillo lo miró, él no se movió y resultó volteado pero volvió a la cara sin mirarse:



Dejó una estocada aguantando que cayó contraria, baja y trasera más descabello.

Al terminar el festejo, Hernández se fue en hombros aunque llevándolo con mimo por si se le abrían los puntos. Venía de una cornada en Almería que le tocó el fémur en la misma pierna en que había sufrido ésta de Villaseca.

Lo que hizo ¿fue temerario o fue un gesto de torero valiente? Nos referimos tanto a no levantarse en el remate de rodillas como a salir a matar su segundo estando muy herido. ¿Cómo hubieran reaccionado ustedes en ambas situaciones? Recuerden lo que contábamos aquí.

Lo que nosotros nunca hubiéramos hecho desde el tendido es silbarle o protestar. Ni por lo del remate ni por irse con las dos orejas.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.




4 comentarios:

  1. Buenas, Rafa. Un gusto leerte como siempre. También, como suele pasar, es imposible coincidir en todo. A mí la novillada de Mayalde me dejó a medias: me esperaba más (y más casta, sobre todo). Vamos a ver hoy los ibanes.
    Las estocadas algunas las vimos algo distintas. Seguro que en la tele las viste mejor, aunque la plaza de La Sagra es muy pequeñita.

    Sobre Víctor Hernández decir que me parecieron muy exageradas las dos orejas. Con una valía. Si el hecho de ir herido o de hacer unas temerarias bernadinas cambiando el viaje es lo que te da las orejas no se está premiando el toreo de verdad y se sigue fomentando esas imprudencias.
    Por cierto, en el quite le silbaron porque el novillo no era suyo y muchos consideraron que le dio demasiados capotazos, cosa que no comparto. Hay que recuperar la rivalidad en quites, lo que sucede es que no se mide con la misma vara a todos, en especial por parte del tendido 7 de Madrid, que al no haber toros ayer en Las Ventas muchos estaban en el 8 de Villaseca. Son grandes aficionados y muy necesarios, por supuesto, pero deben ser más ecuánimes y no seguir con la mente en aquel regalo de Puerta Grande del mes de marzo (igual que la de ayer también me pareció un regalo).

    Dejo aquí mi crónica:
    https://criticataurina.com/2022/09/05/excesiva-puerta-grande-para-victor-hernandez-en-villaseca/

    Un saludo,
    Eugenio.

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    1. Perfecto que enlace su crónica para que así los lectores puedan comparar.

      Quizá yo esperaba menos de la novillada y por eso me pareció mejor que a usted. De todas formas, fíjese en que la palabra casta no aparece en ningún sitio de mi crónica. Pero no fueron borreguetes al uso...

      No crea que haya visto mejor las estocadas. Estos de TV CMM justo tras clavar se van a un plano general y es muy difícil ver la colocación. Cuando llega el descabello, enfocan con la cámara de la otra punta y la puntilla no se ve prácticamente nunca. Son cosas del buenismo imperante...

      Correcto que las dos orejas son exageradas pero es lo que usted dice: las damos por buenas en grandes maestros que destorean a gusto y pegan el mandoble y luego se las regateamos al novillero.

      Respecto a los pitos en el quite de la cornada: no acabo de ver lo que usted dice. En primer lugar, esa combinación de lances que hizo no suponen grave quebranto para el toro. Si fuese que protestaron porque hiciera el quite al toro de otro, ¿usted cree que hubieran protestado en caso de haber rematado con una revolera? Pienso que no y que las quejas vinieron por su acción temeraria de no levantarse cuando se veía claro que iba a ser arrollado.

      Esas protestas también hubieran sido muy adecuadas en la época de José Tomás cuando pisaba el terreno del toro hasta que éste lo levantaba del suelo. Entonces no se oía ni una protesta, al contrario, era un dios...

      Lo de que le regalaron la Grande en Madrid en marzo no puedo discutirlo porque no lo vi aunque algo de eso me llegó.

      Saludos.

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  2. No iba a comentar nada porque acabo de ver la novillada ahora y ya hace días que pasó, pero lo voy a hacer porque creo que nunca he estado más en desacuerdo contigo.

    La novillada para mí, mansita. Recuerdo varios novillos saliendo (huyendo) del muletazo y otros con claras querencias hacia toriles (puerta del encierro). También noble bordeando lo tonto (poco sentido), de ahí que dijeran poco. Y con las bolitas hechas.

    Sobre los novilleros, me gustó Víctor Hernández. Torea con los talones asentados y aunque en el primero estuvo algo despegado con su segundo estuvo muy bien. Las protestas, incomprensibles. Para mí con el ultimo es de dos.

    Jorge Martínez deja tan buenos detalles, sobre todo con la izquierda, como borrones (con la derecha torea excesivamente con el pico). Bien en las verónicas de recibo.

    Cristián Parejo, uno más.

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  3. Hombre, respecto a lo de mansita, en el caballo solo salieron sueltos y en el segundo puyazo los dos que tomaron dos porque los demás no hicieron ni un mal gesto y lo de las querencias es habitual en esta plaza por culpa del encierro.

    En lo de noble y poquita casta estamos de acuerdo ya que no he dicho lo contrario aunque de las bolitas yo no puedo hablar tan claro como tú y no porque no vea lo mismo en muchos festejos.

    Y respecto a los novilleros estamos de acuerdo en las incomprensibles protestas, en que Martínez quiso torear bien a la verónica pero le salieron todas enganchadas y que Parejo nos recordó a El Juli o sea, como dices tú, uno más.

    Como siempre que quieres estar en desacuerdo conmigo no veo que nuestras posiciones estén tan alejadas.

    Saludos

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