FERIA DE VIC-FEZENSAC, 2022 (y 5): ESCOLAR

 '¡CHAVES, NO VUELVAS A VIC!

Ese grito que se oyó lo suscribimos totalmente. Domingo López Chaves se burló del público de Vic, que lo idolatra de forma a nuestro entender incomprensible. Salió su segundo toro de Escolar y le arrancó el capote de las manos en un arreón. A partir de entonces ordenó una carnicería infecta a su picador y después con la muleta le dio cuatro pases contados, ¡cuatro!

Tras ese cuarto pase saltaron al ruedo todos sus peones, e incluso Octavio Chacón, para hacer la faena que el gran maestro se negó a realizar. Ahí lo tienen y la imagen no es de después de haber entrado a matar sino, insistimos, tras el cuarto pase que había dado al toro:

Una vergüenza total y absoluta para un maestro como él a quien muchos le siguen riendo las gracias. Ni Morante cuando no ha querido ni ver a un toro ha protagonizado una imagen tan patética como la que acaban de ver.

La corrida de Escolar fue mala sin paliativos, con cuatro toros dormidos y dos demasiado despiertos. Pero ojo porque esos dos de ninguna manera llegaban a la suela del zapato a la alimaña que mató Chacón en sexto lugar en Madrid a pesar de lo que suponemos que habrán leído por ahí.

Lo decimos para que se hagan una idea los que vieron la corrida de San Isidro pero no han visto ésta. Cuatro de ellos cumplían seis años en septiembre. El fiasco ganadero de Pichorrongo no hay quien lo salve y se merecería unos años de ostracismo. Pero querer tapar a Chaves y también a Chacón diciendo que esos dos toros eran unos tigres de Bengala es querer engañar al personal.

No hemos leído nada de lo escrito sobre esta corrida. Probablemente nos volveremos a quedar más solos que la una pero aunque se conjure contra nosotros el mundo entero, sostendremos a pie o a caballo que Chaves se rió con descaro del público que más lo quiere y no merece volver nunca más a esta plaza.

1. LÓPEZ CHAVES. Su primero era casi cornipaso y estaba demasiado gordo:

Como la foto anterior engaña un poco por el movimiento aquí tienen otra:

Nada en el caballo y el toro que seguía como dormido desde que había salido. Nunca debería haber brindado al público un animal así.

Empezó a destorear con avaricia pero nadie decía nada. Pueden comparar estas dos imágenes. La de arriba es Chaves con el público en silencio y aplaudiendo al final de la tanda. La segunda es Pinar el día anterior con el público silbando y gritándole ¡crúzate!

Pero es que Chaves enseñó el pico de manera alevosa mientras se pasaba el toro a un metro. En la plaza el silencio era mayor que el de Sevilla cuando toreaba Curro:

En cambio a Pinar por hacer lo mismo lo amargaron con gritos constantes de ¡pico, pico! Nosotros no soportamos el doble rasero a la hora de medir a los toreros ni tampoco a los toros según el hierro que muestren.

Lo mató de un pinchazo bajo y de esta estocada arriba pegando el telonazo como siempre. Lo único bueno que hizo el toro fue morir en el tercio:

Y salió el tal Armensito, que estaba reseñado como sobrero pero parece ser que algún toro se hirió y terminó siendo de la partida:

Era un cárdeno oscuro muy musculoso y con un morrillo que llamaba la atención para lo que debería ser este encaste. Se puede entender que estés ya en prevengan cuando te dicen que no estaba previsto pero que vas a tener que matar un toro con toda la barba de Escolar y que en septiembre cumplía los seis años:

Ya hemos dicho que le arrancó el capote con violencia en uno de los lances de recibo. A partir de entonces el gran lidiador se desentendió de la lidia, dejando que el toro acudiese al relance para recibir una de las peores barrenadas recargando que hemos visto en los últimos años.

Mirábamos al maestro y permanecía ausente escuchando el escándalo en la plaza. De nuevo el gran lidiador lo dejó casi debajo del caballo de cualquier manera para el segundo asesinato del picador. El público estaba muy enfadado pero se equivocaban de destinatario porque los gritos y los insultos tendrían que haber ido contra el salmantino y no contra el del castoreño, que siempre cumple órdenes, ¡siempre!

Esperen, porque en el tercero le echó el caballo encima y lo masacró como si quisiese partirlo por la mitad. Cuando se cambió el tercio, volvió a tirarse encima para pegarle otra paliza y sacar de quicio al personal, que de manera censurable arrojó doce o catorce botellas de agua al ruedo (de las pequeñas). No nos cansaremos de reiterar que esa furia enloquecida del piquero no fue un arrebato suyo sino obediencia debida a quien le paga. Un amigo del blog nos ha enviado la secuencia de lo que les acabamos de relatar, de manera que pueden juzgar ustedes mismos pulsando aquí. 

Algunos espectadores nos habíamos dado cuenta perfectamente de que toda esa vergüenza era culpa del maestro y no de un picador a quien jamás le entraría en la cabeza hacer lo que éste hizo si no es por haber recibido una orden clara de su jefe.

Ya pueden suponer que las banderillas se pusieron de una en una. Mientras, Chaves pedía al presidente que cambiase el tercio con dos palos.

Salió con la muleta atenazado por el pánico y miren que es una frase dura para dedicarla a cualquier torero. Pues mucho más para uno que lleva veinticinco años de alternativa. Observen que hay un subalterno en el ruedo, como en tiempos de Tato y Gordito. No va contra el reglamento pero llamaba la atención:

Ya hemos dicho que al cuarto pase saltaron todos sus amigos al ruedo para rescatarlo del naufragio:

Volvemos a enseñar la foto inicial porque insistimos en que nunca hemos visto una situación como ésta durante la faena, antes de entrar a matar:

La hipotética faena, claro, porque ya hemos dicho que fueron cuatro pases antes de que clavase esta puñalada corta y caída cuarteando escandalosamente:

La espada quedó bien enganchada y con los capotes no podían arrancarla. Decidieron llevar a Armensito hasta la madera para quitársela con un verduguillo desde el callejón. Nosotros estábamos deseando que no se acercase a las tablas. Si se queda en los medios, todavía estaría vivo y hubieran sonado los inevitables tres avisos para el matador. Volvió a entrar de esta manera que ven pegando ese sablazo trasero y atravesado:

Pueden juzgar ustedes su labor según lo que hemos descrito y compararlo con lo que hayan leído por ahí. Ignoramos si hubo algo relacionado con el toro detrás de todo este desaguisado que se nos haya escapado. Abajo está la sección de comentarios por si algún lector tiene alguna clave de lo que sucedió que no hemos contemplado. Pulsen aquí a partir del minuto 2 para verlo con sus propios ojos.

Lo cierto es que se viene repitiendo que Chaves es un gran lidiador siendo algo que nosotros hemos discutido con muchos aficionados porque lo que le hemos visto siempre son gestos teatrales de cara a la galería. Aquí tuvo la ocasión de demostrarlo y no quiso.

En fin, que ojalá hubiera podido venir Gómez del Pilar, el verdadero triunfador de San Isidro. Ni por asomo nos pareció peor este toro de Chaves que el Milagroso al que cortó la oreja en Madrid. Y no decimos más.

2. CHACÓN. Su primero era negro entrepelado, badanudo y ajamonado:

Vulgaridad total en las dos varas que tomó. Banderillas de una en una como fue la tónica de toda la tarde mientras el toro seguía tan dormido como el primero. Su embestida aburría a las ovejas y encima no humillaba:

Ya ven que Chacón lo enviaba en cada pase hasta Orthez. Terminó la pesadilla primero con una estocada honda baja y atravesada y luego con esta caída, también atravesada y siempre pegando su telonazo marca de la casa:

El quinto era otro negro entrepelado casi seiseño:

Fíjense en que era altísimo de agujas (vayan a los comentarios para ver el tejemaneje que hubo en chiqueros):

En el primero empujó con un pitón y en el segundo el carnicero a caballo le hizo dos agujeros recargando y barrenando con absoluta maldad.

Al salir Chacón con la muleta, el tal Callejero levantó la cabeza papando moscas y gazapeando hacia el gaditano como para presentarse. Ahí queríamos ver a otro maestro que goza de una buena fama como lidiador que tampoco nos explicamos. Ahí lo tienen, con el toro avanzando y él retrocediendo:

Esa fama de lidiador quedó en entredicho porque se dedicó a andar en torno al toro aunque sin la desfachatez de su compañero. Lo mató de estocada corta que escupe y este espadazo trasero que fue el preludio de una asquerosa rueda de peones dando doce vueltas al toro más cinco descabellos, incluidos dos desarmando al maestro, que tuvo que poner pies en polvorosa:

3. SERRANO. Su primero era el de menos cara pero el más en tipo para nuestro gusto:

Vulgaridad total en las dos varas y después, banderillas clavadas de una en una con el toro totalmente aletargado.

Serrano es un torero que necesita la pelea y el albaserrada no quería pelear. Se alargó excesivamente y acabó dando la tabarra.

Estocada honda perpendicular y contraria. Acertó al sexto descabello de milagro porque estábamos justo encima y veíamos cómo clavaba cuatro dedos más arriba del sitio:

El último era un toraco también pasado de kilos que se llamaba Bravucón:

Fue el único que empujó de bravo aunque sólo en la primera de las tres entradas. Por supuesto que recibió sendas barrenadas recargando, ¡a ver si el último se iba a ir de rositas! 

¿Se han fijado en que los monosabios de la cuadra de Bonijol están todos quietos a la expectativa? Nada que ver con los de Madrid, mareando al picador con sus gritos, cogiendo caballos de las riendas desde el callejón o pegándoles en la grupa con una vara. 

Fernando Casanova puso el único par medio decente de toda la tarde, que fue éste, imagínense:

Tampoco tuvo suerte Serrano porque se topó con otro toro tontorrón frente al que puso voluntad para arrancarle pases a base de zapatillazos. ¿Desde cuándo hay que pegar zapatillazos para que embista un toro de don José Escolar Gil?

Lo mejor de la tarde fue esta entera desprendida muy bien ejecutada aunque entrando demasiado rápido:

Perdón: no fue lo mejor sino lo único bueno de una tarde que debería ser para olvidar pero tiene que ser para no olvidar.

Lo decimos dedicado al Club Taurino de Vic que no debe olvidar esa actitud deplorable de Chaves asesinando vilmente su toro en el caballo y permitiendo que saliera la cuadrilla a hacerle la faena.

Con tiempo haremos un balance de la feria pero si han seguido las crónicas hasta aquí, habrán deducido que hay maestros que no deberían volver por Vic. La lista tendría que capitanearla Chaves seguido muy de cerca por Lamelas, Ferrera, Pinar, Chacón, Morenito... En esas conclusiones que pondremos más adelante sugeriremos algunos nombres en su lugar aunque pueden anotar ustedes sus propuestas abajo en los comentarios.

Otra cosa es que quiera venir alguien el año que viene a matar una corrida de Baltasar Ibán, claro. Y para encontrar un novillero que acepte venir si repite Raso, habrá que buscarlo con la linterna de Diógenes.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.