sábado, 7 de noviembre de 2015

LAS VERDADES DEL TOREO DE VERDAD (4): ANTOÑETE: EL TOREO DESMAYADO

No se asombren los admiradores de Chenel (entre los que nos encontramos). Es imposible que un torero serio como él alabase esa auténtica memez que es el toreo que denominan los cursis 'desmayado'.

Pertenece a la sarta de necedades que se van poniendo de moda o, más bien, que van poniendo de moda los taurinos de tres al cuarto y todo el mundo acaba repitiendo. Que si el toro tobillero, que si el toque, que si ¡bieeeen! en lugar de ¡óle!, que si los toros 'gatean'... Es insufrible.

Fantástica estocada de Chenel el 8 de agosto de 1965 en Madrid, toro de Félix Cameno. Cortó dos orejas y salió a hombros.

Observen lo que decía el maestro madrileño sobre ese toreo 'desmayado':

'En el momento de pasarme el toro por la cintura, a mí siempre me ha gustado meter los riñones, dejarme caer sobre ellos, pero no con desmayo, que es una palabra que nunca he entendido. Si los toreros se desmayan... ¡que vayan a la enfermería!'

Efectivamente, don Antonio. Eso del desmayo, para nosotros, es lo contrario del empaque y la naturalidad, dos componentes esenciales en el toreo de verdad. Sobre todo, la naturalidad, porque el torear con empaque es una cosa que viene de nacimiento.


Revolera de Antoñete dos días después de su confirmación en Madrid.
Es mayo de 1953. Cortó 3 orejas y salió a hombros, toros de Bohórquez.

Recordarán cuando Talavante cantaba fandangos mientras toreaba. Lo comentamos aquí y aquí también. Sus miles de corifeos hablaron entonces de que toreó desmayado.


Bueno, aquello no fue torear. Si te permites cantar con un toro delante es que vas a menos de cien pulsaciones, la emoción brilla por su ausencia y estás montando una especie de ballet, no toreando. Es lo que continúa diciendo Chenel:

'El torero debe tener fibra aunque sin perder la naturalidad. Si estás desmayado y relajado, no sientes lo que estás haciendo'.

Lo ven ¿no? Es todo lo contrario de lo que nos hacen creer nuestras queridas figuras cuando nos cuentan cómo se han sentido delante de uno de sus toretes, esos animalillos que no les exigen nada más que componer la postura mientras aprovechan su viaje.

'En el toreo no hay que tener relajo porque si no, no se transmite emoción'.

Cuántas verdades en tan pocas líneas, ¿no creen?

Nos despedimos con una media marca de la casa. Pertenece a su segundo retorno, aquella misma tarde de agosto de 1965 en Las Ventas en que salió a hombros.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

3 comentarios:

  1. Sólo hay que ver como carga la suerte en las fotos que has puesto de su toreo a Capote. Uno de los toreros con más ortodoxia y clasicismo.

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  2. Sí, es así. Pero con una moral de cristal. Y algunos, no yo, le achacan haber toreado bien sólo en Madrid, no como las grandes figuras que se han prodigado en todas partes.

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  3. Menos Cesar Rincón, Joselito Arroyo y alguno más que sólo se arrimaba en Madrid y en el resto se lo llevaba crudo.

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