domingo, 16 de junio de 2019

CORRIDA DE LA CULTURA, 2019. VICTORIANO DEL RÍO: LA LOCURA PERFECTA

La película se llamaba 'La tormenta perfecta' pero en Las Ventas asistimos ayer a la locura perfecta, que culminó con la salida a hombros de Ureña. Se dieron unos factores que se coaligaron para provocar esta ciclogénesis explosiva que derivó en manicomio. Fueron los siguientes:

- Predisposición muy favorable hacia Ureña por parte de los sectores más duros de la plaza. Parecía una forma de 'castigar' a los dos figurones poniéndose de parte del humilde. Se le jaleó desde el primer lance de capa y así, hasta el final viniera o no a cuento. Se le perdonaron cosas que en otros se pitan, luego entramos en detalles. Ya se sabe que los más exigentes no arrastran al resto de la plaza cuando protestan pero sí cuando aplauden (¿verdad, Urdiales?)

- Cogida de Ureña en su primero con visibles muestras de dolor, cara ensangrentada y retirada a la enfermería. Ha quedado demostrado en la pasada feria isidril que esos percances hacen mucha mella en el sentimental público madrileño.

- Retorno de la enfermería para matar su segundo toro al final de la corrida. Doblaba el toro de Roca y se oía una ovación de gala no para el peruano sino para Ureña que caminaba por el callejón.

- Le tocó el mejor lote con diferencia. Fue una cosa que llamó mucho la atención, tanto como para dejar bastante mosqueados a los otros dos diestros. Recordamos una corrida en que pasó lo mismo y tiempo después nos encontrábamos con el torero triunfador. Cuando le recriminamos educadamente que tendría que haber sacado en su segundo al mayoral a dar la vuelta al ruedo con él, nos respondió: 'no, no, preferí no hacerlo porque había muy mal ambiente en el callejón por cómo había hecho los lotes con la gran diferencia que había habido entre los dos míos y los de los demás'.


¿Fue realmente para tanto? En nuestra modesta opinión, no. Sabemos que alguno de los presentes en la plaza nos recriminará que al no estar allí no hemos sentido la emoción del momento. Bueno, quizás. El problema es que nosotros somos de natural bastante frío, quizás porque nos perdemos en tecnicismos, tal y como nos echaba en cara un amigo lector, seguramente con razón. Sólo dejamos de lado esos tecnicismos cuando estamos ante una cosa verdaderamente auténtica y eso sucede poquísimas veces (Varea con el cuadri de banderillas negras en Valencia, Román con el de Ibán el otro día o Pacheco en Vic con el de Aguirre, que aún tenemos pendiente para la semana que viene).

Del Río envió una corrida desigual porque dijo que un par de toros tuvo que cambiarlos a última hora sin que sepamos la razón. El de más trapío, para nuestro gusto, el tercero, este 'Patatero' que además fue el de comportamiento más interesante:



Todos miraban al caballo de reojo nada más verlo pero los maestros nos robaron una vez más el espectáculo de ponerlos de largo. Los dos mejores para el torero, los de Ureña, tal como indicábamos. Su primero fue noble y blandito sin que nadie protestara cuando claudicaba como sí hacen cuando les salen a otros. Su segundo fue el del triunfo, un toro para ser lucido en el caballo sin que Ureña tuviese el más mínimo interés en ello, le da absolutamente igual el primer tercio. En la muleta fue también noble y flojito de remos para acabar embistiendo al ralentí en medio de una locura delirante mientras Ureña se lo pasaba mirando al tendido.



CASTELLA. Se va de vacío tras disponer de seis toros en Madrid en el último mes. Su primero vino picado del campo y se cayó cinco veces. Le puso un buen segundo par Viotti, gran banderillero que se suele aliviar más de lo reglamentario.

Empezó la faena con el celeste imperio para evitar que el toro se le derrumbara. En cuanto bajó la mano eso fue lo que sucedió entre las protestas de los que habían venido con el cuchillo en la boca contra el francés y el peruano. Rincón en televisión estaba viendo otra corrida porque dijo que el toro 'tiene mucha fuerza y mucho poder'. Sin comentarios:



La cosa no tuvo ningún interés. Pinchazo caído perdiendo la muleta de manera desairada y estocada caída, trasera y atravesada alargando el brazo y dando ese saltito que ha cogido como vicio:



Su segundo cobró una carioca trasera de Juan Melgar y luego le echó el caballo encima en el segundo. Bien Chacón en banderillas, lo cual ya no es noticia. El toro se ponía tonto en cuanto notaba la muleta en el pitón y la enganchó más de lo debido. Obedecía presto al cite pero, entre su defecto y su virtud, desconcertó a Castella, que no sacó nada en claro tras estar un buen rato mareando la perdiz.

Lo asesinó de una espantosa estocada honda, baja y trasera con gran degüello y sin puntilla. Por cierto, los comentaristas televisivos insisten en calificar estas estocadas hondas como cortas, lo han hecho durante toda la feria. Necesitan repasar el Cossío con urgencia.

ROCA. Dejamos a Ureña para el final ya que mató su quinto toro en sexto lugar. El primero de Roca era aquél que vimos antes, un toro de gran trapío por su culata, su finura de cabos, su cuello y su perfecta encornadura. Lo recibió con unos delantales con las manos hacia abajo. Se han puesto de moda y a nosotros no nos gustan nada por relamidos y antinaturales.


Fue el toro de comportamiento más atractivo para el aficionado, no para el público. Tomó un gran puyazo de bravo pero ante ese caballazo blanco demoníaco. Además, Quinta le tapa la salida:



Estábamos deseando ver un segundo en condiciones y de largo pero se fue al reserva y allí cantó la gallina: a favor de querencia se repuchó y salió suelto.

En banderillas ya se le veía loco por irse a tablas. Por ese motivo, no tragó con el celeste imperio de Roca despreciándolo para irse a la madera. Cuando el peruano conseguía encelarlo, se quería comer la muleta y el torero no podía aplicar su habitual destoreo de pierna escondida. El toro era 'informal' para los de televisión, igual que fueron 'informales' los que pitaron al maestro por vivir fuera de cacho. A ver si aprenden los toros y los aficionados a ser formales, lo cual quiere decir propiciar el triunfo del torero a toda costa sin poner palos en la rueda.



Leve metisaca y bajonazo sin contemplaciones con bella muerte del toro.

Su segundo se tapaba por la cara. Más delantales de inicio. Desde el tendido le reclamaban verónicas pero está claro que para ver una verónica de Roca, hay que ser de la cuadrilla. 



Ordenó no picar al toro y vimos la muy triste imagen de que le levantaron el palo y ahí se quedó el torillo empujando patéticamente ese monstruo blanco al que algunos llaman caballo.

El segundo tercio fue una capea por culpa del toro, que tenía ganas de pasear, especialmente por los adentros. Roca se despidió con una nueva ración doble de destoreo al uso pero esta vez las protestas fueron ahogadas por los aplausos de la isidrada:



Nosotros estamos firmemente convencidos de que nadie le ha explicado a Roca cómo es el toreo auténtico, por eso no lo hace. No dudamos de que si quisiera, lo haría y marcaría el camino a los demás. Pero mientras la maquinita de ganar billetes siga viento en popa, ¿para qué cambiarla?

Se equivocó indicando al 7 que se callase y ahí arreciaron las protestas desde aquel sector. En televisión, Muñoz dijo '¡qué falta de respeto!' Como pueden suponer, se refería a los que habían pagado su entrada, no al maestro.

Dos pinchazos saliéndose de la suerte de manera sorprendente y estocada arriba bien ejecutada.

UREÑA. Es ya el novio formal de Madrid. Cayó de pie en su día mientras nosotros no le veíamos las bondades con que lo ensalzaban (recuerden aquí y aquí). Tras el accidente del año pasado sí es verdad que lo vemos más reposado pero eso no quita que lo de ayer fuese una exageración total.



Peña picó bien, sin tapar la salida, sin irse trasero y sin recargar. Tuvo más problemas en dominar su resabiado caballo careto que con el toro. A Ureña le habían jaleado las verónicas de recibo sin ser nada del otro mundo. En el quite de réplica a las chicuelinas de Roca, dejó tres con las manos hacia abajo (no insistimos más en que así nos parecen feas):




Fueron muy ovacionadas. quizás para castigar al americano por su aversión a este lance:



Brillante Agustín de Espartinas con los palos mientras el toro hacía hilo. El animal era blandito, dobló tres veces las manos al ir y venir aunque eso no molestó nada a los más exigentes. Tenía un pitón izquierdo de oro pero las fuerzas justas. Era de doce naturales hondos y estocada en las agujas. Ureña planteó la faena hotelera y se equivocó. La cosa parecía tan de salón que el diestro se confió por el derecho, el pitón malo. Presentó mal la muleta retrasada y oblicua, éste es el instante:



El toro lo vio y se lo echó a los lomos sin hacer carne pero golpeándole en una costilla:



Manchado de sangre desde la cara hasta la rodilla, volvió al toro pero a esas alturas ya se había equivocado al no hacer una faena corta y sólo con naturales. El torillo estaba asfixiado y no se aguantaba. Pinchazo trasero y desde el callejón le dan la orden: '¡apunta atrás y pasa!' Ya ven que lo de clavar trasero como vemos cada tarde no es una coincidencia. Y lo de pasar se lo dicen porque nunca pasa, siempre se queda en la cara. Estocada caída y, efectivamente, trasera, ¿ven qué obediente es el murciano? Petición minoritaria que desoye muy bien el presidente.

Se había visto claramente que tanto el público isidril como el que va de estricto perdonaban todo a Ureña esta tarde pero la culminación de tanta indulgencia todavía estaba por venir. Volvió de la enfermería bajo su responsabilidad recibiendo una ovación de gala de ese tendido de Madrid, que es el más sentimental del mundo. 



El tal 'Empanado' era un toro que se lanzó sobre el peto empujando bien. Anotemos que todos los toros fueron prontos al caballo aunque con peleas mediocres. Esperábamos que Ureña lo pusiera de largo para lucirlo un poco pero es uno a quien le da igual el primer tercio y, por extensión, el toro y el público (lo volvió a demostrar al final como veremos). Lo puso debajo y recibió un pinchazo trasero.



Excelente brega de Espartinas, que está muchísimo mejor de plata que de oro. Buen inicio de faena por ayudados y este natural sacando el cuchillo para obligar al toro:


FOTO: Javier Arroyo
El animal tenía una embestida franca y era de condición noble y blandita, o sea, un torete comercial al uso. Se cayó tres veces pero nadie se lo tuvo en cuenta porque el ambiente desde el primer pase era de sanatorio psiquiátrico: 



Hubo pases enganchados y otros al hilo del pitón pero daba igual. La locura se había adueñado de la plaza y se jaleaba todo sin dudar. No vamos a negar que hubo un natural especialmente bueno, éste de abajo. Y ello a pesar de que a nosotros no nos gusta que el diestro cargue el peso en los riñones y saque la barriga para mancharse de sangre (Antoñete también se apoyaba así, lo apuntamos antes de que alguien nos lo recuerde): 




Lo remató muy bien atrás, sin echarse el toro afuera como tutti quanti:


Ureña estaba en trance en medio de aquella marea que lo arrastraba. Con el toro agotado, dio varios pases seguidos mirando al tendido y tragó cuando el animal se le quedaba parado debajo. No sabemos si en aquellos instantes se acordaba de su calvario este invierno pero estaba claro que le daba igual que el tal 'Empanado' lo arrollase.

El toro fue 'formal' y no cogió al maestro para no emborronar el demencial entusiasmo de la muchedumbre. Estocada mal ejecutada: con la mano alta, tapando la cara, clavando a capón y echándose encima del toro sin salir por el costillar. Cayó trasera como es normal si entras con la mano por las nubes:



En la foto de Arroyo se aprecia perfectamente cómo se tira encima y no saldrá por el costillar porque se queda siempre en la cara. Por lo menos ya no tira la muleta por sistema como hacía antes:



El toro hizo por él y tuvo que tirar la muleta cuando salía corriendo. Ahí tuvo un comportamiento que no le perdonamos. Sin los avíos, se olvidó del toro y se fue al platillo a escuchar los gritos de '¡torero, torero!' Paquito, eso es un desprecio máximo a un toro que te ha permitido triunfar. Tienes que quedarte ahí hasta que muera y los aplausos ya los recibirás después.



Llevó en el pecado la penitencia porque el toro no dobló y tuvo que volver a su lado. Se permitió el lujo de no querer descabellar y así estuvimos tres minutos con el toro agonizante. A cualquier otro se le pita con ganas por ello, pero al novio de Madrid se le permite todo, faltaría más. Dos orejas y el delirio que, como habrán comprobado si han llegado hasta aquí, no compartimos. Hubo una gran decepción en los comentaristas televisivos al no ver el pañuelo azul que reclamaban con insistencia.

Por supuesto que nos parece bien que a un torero honrado y sencillo como él le vayan las cosas de cara mientras a otros figurones les regalan las orejas por hacer posturas fuera de cacho. Pero intentamos ser ecuánimes y creemos que las cosas se salieron de madre. Ayer en Las Ventas se juntaron las masas de aire cálido con las de aire frío y descargó una tormenta delirante que, con el tiempo, se pondrá en su justo medio bajando un poco todo ese triunfalismo desbordado. 

Recordarán los seguidores habituales que nos quedamos más solos que la una criticando el indulto al tal 'Cobradiezmos' . En su día provocó un entusiasmo parecido al de Ureña. En aquella ocasión, un lector nos decía que éramos unos inconformistas y que mejor nos buscáramos otra afición. Con el tiempo, las aguas de aquel indulto volvieron un poco a su cauce y suponemos que pasará lo mismo con lo del murciano ayer. Si no ocurre así, no hay problema, ya nos iremos buscando esa otra afición.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.





10 comentarios:

  1. Creo que castigas duramente al aficionado de Madrid, al que cuando acabe la feria seguirá yendo a la plaza. Las críticas que haces al público bullanguero también las hago yo. Al generalizar, cometes una injusticia con los muchos aficionados que no sacaron el pañuelo blanco. Piensa que cuando hay petición suficiente para conceder la oreja hay aproximadamente la mitad de la plaza sacando pañuelos. Así que imagínate la cantidad de aficionados que no sacaron el pañuelo. A mi alrededor, no vi ni al 10% de los de siempre sacando el pañuelo. También es cierto que muchos aficionados por norma nunca sacan el pañuelo.

    Bajo mi punto de vista, una oreja hubiera sido justa. No se pueden conceder dos orejas porque significaría conceder más importancia al toreo accesorio, a los adornos, que al toreo fundamental y es en éste último donde encontré algunos defectos en la faena de Paco Ureña.

    Completamente de acuerdo con tus comentarios sobre Castella y Roca Rey. Nada que añadir.

    Saludos desde Madrid

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    1. Entiendo que más de un aficionado serio se pueda sentir dolido porque parezca que los meto a todos en el mismo saco. Habrá visto que muchas veces insisto en que son los que pasan vergüenza al ver la deriva de la plaza. Aquí no hice esa salvedad no porque no los hubiera (yo conozco a alguno) sino porque me dio la impresión de que muchos de los exigentes venían predispuestos a ensalzar a Ureña. Y supongo que sería al 50%: la mitad por Ureña y la otra mitad para fastidiar a los otros dos. O quizás fue al 80% lo de fastidiar...¿no le parece?

      Respecto a la segunda oreja y los adornos, no se olvide de que también es fundamental valorar la calidad de la res lidiada y ese torillo comercial al que Ureña no nos enseñó en el caballo, yo pienso que invalida esa segunda.

      Saludos.

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  2. El inicio de faena de muleta al 6 toro me pareció muy bueno... Por lo demás, pues lo de siempre. La estocada es doblemente trasera y eso tiene que restar. Una oreja como mucho. También me sorprendió la manera de entrar a matar de Roca Rey saliendose descaradamente de la suerte, y me sorprendió porque suele matar bien los toros. Esperemos que no lo pierda, o se estará volviendo Juligan?????

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    1. Bien visto lo de Roca. Yo quedé desagradablemente sorprendido por cómo huyó de la suerte, por eso lo recalco en la reseña. Eso no es lo normal en él aunque sí en muchos otros. No lo entiendo. Luego dejó una buena estocada donde no se alivió como en esos dos pinchazos penosos.

      Saludos.

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  3. A las buenas tardes, Don Rafael y la compaña, hoy le voy a hacer un refrito, a ver cómo lo encuentra usted de sabor y si me lo compra, en conjunto o manque sea "a cachitos":
    El otro día salió en los comentarios el nombre de Domingo Delgado; poniendo por delante que no comparto su poncismo (del Ponce de hogaño, que yo le vi debutar en Sevilla y Toreaba Toros) y también veo cómo le afloran las contradicciones (¿a quién no?), en general le veo un buen aficionado, al que se puede escuchar y aprender de él, siempre teniendo en cuenta que jamás veremos la misma corrida que el aficionado que se sienta a la vera nuestra.
    De Castella suelo esperar poco, a pesar de que tiene de todo, pero lo que suele vender no soy habitual de consumirlo.
    Sobre Roca y su toreo destoreando, hice esa misma pregunta a mis amigos aficionados por wasa y Miguel, que se mueve mucho en el mundillo novilleril, me respondió lo siguiente:
    "-Ah bueno....¿tú lo viste sin caballos? Entonces toreaba que daba gusto verlo, se ha ido maleando con vicios y técnicas malignas con la firma..." y hasta ahí puedo contar ¿Al final tendrá razón Pepe Mata?
    Ayer se oyó claramente cómo un aficionado, durante uno de sus archirrepetidos quites le gritaba: "a ver cuándo te vemos dar algunas verónicas.." y él pensaría "las voy a dar después de que las pegue Chacón.."
    Sobre Ureña.. la gente está por él, se dejó ir a medias el primer toro, pero entre la paliza que le pegó y lo poco que le hizo, la gente no se lo tuvo en cuenta.
    La segunda faena era de oreja y media, pero el usía no querría líos con un torero que nos cae bien a todos, que se está recuperando de un grave percance, que fue el único que ayer toreó y.. que es torero de la casa.
    Y dejo para postre a mi paisano el trianero y al resto del elenco de sobre-cogedores, que cada día me estragan más. Se le nota a leguas que los de la Asociación el Toro le corrieron las espuelas, porque no pierde ocasión de escupir veneno sobre quienes han pagado su entrada y a los que, de toda la vida, se les ha denominado RESPETABLE público, aunque no se puedan compartir algunas de sus opiniones o maneras de manifestarlas, para mí se merecen doble respeto porque velan por la integridad del protagonista de la Fiesta, manque no comparta su gusto por los bisontes obesos de imposible embestida.
    Luego ya se cubrió de gloria cuando Ureña desorejó a su segundo, se le notaba que la sangre del torete para el que pedía la vuelta al ruedo (¡ni una mirada le echó a Ureña todas las veces que lo pilló fuera de cacho!) le corría por la cartera ubriqueña familiar, vía Aldeano, no privándose del comentario chusco y descalificante: "Anda que si fuera cárdeno no le iban a estar pidiendo la vuelta al ruedo algunos". Está llegando a unas cotas tales de ridículo que el día menos pensado saltará al ruedo y correrá delante del tiro de mulillas emulando al tonto del pueblo de la película "La vaquilla", gritando "¿avéi vihto lo buenoh que son tós loh toroh que vienen de lo de mi zuegro?". Patético y muy chusco lo suyo y lo del resto de comentaristas, el día menos pensado pediremos la vuelta de Molés, que ya es pedir.
    Un saludo y perdone la extensión del comentario, algunas veces me voy largo con la pluma.

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    1. No hay nada que perdonar y menos en uno como usted que no da nunca puntada sin hilo.

      El párrafo dedicado a Delgado de la Cámara lo comparto plenamente (Ponce toreó en Tarragona hasta patasblancas de Tabernero Hernández en su primer año de alternativa).

      Sobre lo de Roca, la firma ésa de que habla y en la que tira la piedra y esconde la mano ¿no estará hecha con un bolígrafo comprado en Gerena?

      Sobre lo de televisión, he ido dejando caer algunas pinceladas durante la feria, aunque no demasiadas para no aburrir porque ya sabemos de qué pie calzan. La frase del pelaje gris no la he puesto para no repetirme porque ya indiqué que dijo algo parecido en la de Beneficencia. A mí me da pena especialmente Rincón. El otro día lo entrevistaban y se mostraba muy sensato. Incluso criticaba el tiovivo que digo yo por aquí y que él llamaba 'la rueda'. Pues amigo, ¿por qué no dices lo mismo cuando lo hacen Roca, Talavante, Manzanares, Juli, Castella o Urdiales? No, entonces a callar para defender no sé qué lentejas porque creo que tiene el riñón bien cubierto. Aquí está la frase ¡di esto mismo en televisión para educar al aficionado, hombre!

      "Por ejemplo, a mí hay una cosa que no me gusta nada que es la rueda. En la rueda te quedas siempre en la pala del pitón. En la oreja. Le tapas al toro la cara. No te va a coger nunca pero el muletazo debe ser soltar y enganchar".

      Saludos.

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  4. Cadavezmasdesencantado16 de junio de 2019, 14:36

    ¿Inconformista usted?, Pues permítame unirme al club. Después de asistir a lo de Román no todo vale. Soy paisano de Ureña pero eso no me impide ver lo exagerado de ayer. Esta feria (como en Sevilla), puede ser el punto de inflexión para dar paso al dominio del triunfalismo.

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    1. Así es. Lo de ayer fue una salida de madre tremenda. Confiemos en que las aguas vuelvan a su cauce aunque una buena parte de ese triunfalismo barato viene dado por los ataques que sufren las corridas de toros. Es una especie de respuesta.

      Saludos.

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  5. Puerta grande demasiada barata.
    Se veía venir el triunfo de Ureña lo malo es que lo hicieron acosta de todo..
    El balance de esta feria es que estuvo llena de triunfalismo barato y mediocre..
    Saludos Rafa!!

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    1. Dio la impresión desde el primer lance de que Ureña tenía la puerta grande abierta de par en par. Sin bajar del autobús, como decía Helenio Herrera.

      Saludos.

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