FERIA DE SAN ISIDRO, 2019 ( y 26): FUENTE YMBRO: ANTOLOGÍA DEL PEGAPASISMO

Menuda tarde nos dieron los diestros. Por si no tuviéramos bastante con el empacho de toros que llevamos, nos castigaron con una ración triple de pegapasismo. La cosa tuvo más delito cuando hubo no menos de tres toros que merecían mejor trato. Como decía Chaves en la corrida de Cuadri, 'si los toros hablasen...'

Gallardo trajo su tercera corrida a Madrid en un mes. Para ello, juntó uno de su padre y otro de su madre. El primero hubiera terminado en las calles o en el matadero dentro de un mes. El cuarto era feo por muy acarnerado mientras que el sexto era cariavacado. Todos cornalones, eso sí, porque da la impresión de que en 'Los Romerales', criar toros con cara es lo que prima ya que será suficiente para que te los compren en plazas de primera. Pero la cara no es el trapío.

El mejor de todos en el caballo fue ¡el sobrero de Mayalde! Empujó más que toda la corrida de Cuadri junta. Ahí lo tienen mientras Bernal le pega 'un tanto trasero' según Muñoz:

En la muleta,tercero, cuarto y quinto merecieron mucha mejor suerte como decíamos antes. El ganadero lo vería igual que nosotros pero no le interesaba criticar a los maestros. Su valoración de la corrida fue ésta:

"No quisiera entrar mucho en el tema hoy...ha sido una tarde gris y ya está"

No quiere entrar porque no le conviene decir las verdades del barquero no vaya a ser que moleste a algunos cuando las cosas le van razonablemente bien y está colocando sus toros sin problemas.

MORENITO DE ARANDA. Se le vio dispuesto yéndose a porta gayola y tragando con un animal de seis años que se le paró delante:

Era este 'Vinazo', toraco feo y de poca raza:

Nada en el caballo, tras lo cual se pone a escarbar, se refugia en los adentros y gazapea. Pues así las cosas, va Morenito y brinda al público (?). Embestía a saltos como un miura y a la mínima huía a tablas al trote.El diestro tuvo que ir persiguiéndolo para arrancarle pases y alguno tuvo hasta buen gusto:

No echó la pierna atrás ni una vez porque estamos en Madrid. Cuando lo vemos en provincias destorea a conciencia y eso no se lo perdonamos porque el público de allí paga igual que éstos. Pinchazo caído y rinconera con degüello tapando la cara.

Su segundo era un castaño oscuro, albardado, cornalón y acarnerado. 

Campillo se pasó la tarde estrellando sus toros contra los burladeros. A éste de inició lo cerró pero dejó sibilinamente el capote a la vista para que el pobre bicho se pegara un buen trompazo, qué vergüenza:

Recordemos que el reglamento contempla multas económicas que podrían picar bastante para estas situaciones. La rigidez que tiene De Villa mirando el reloj para mandar avisos la podría aplicar aquí o en la carioca con dos vueltas completas que a continuación pegó Piña al pobre toro.

Por fin vimos una media decente de Moreno en el quite. En cuatro toros que ha tenido no ha conseguido estirarse con el capote ni una vez:

De recibo, le pegó al toro un hachazo en el primer pase que casi le rompe el cuello:

A partir de entonces se dedicó al toreo de '¡puertaaa!' Quedaba la cosa deslucida por las brusquedades del toro que, al tocarle la muleta en cada pase, no se corregía ni a tiros. Con la izquierda le dio unos naturales acuchillados que enviaron al toro dos veces al suelo. Nada. Pinchazo, corta atravesada y estocada baja.

Al final, el maestro, a quien no conocemos de nada pero se nota que es inteligente y sabe de toros, dijo que había sido 'un toro más de la gente que del torero, tenía sus problemas pero nuestra labor es solventarlos'. Ahí lo tienen, veía claro que no lo había visto claro.

MORAL. Sigue a la deriva. Salió con su capote coreano, tan descomunal como los de Manzanares y Ferrera:

Ordenó no pegar al toro, rara avis. Tenía ganas de hacer algo pero lo que hizo fue pegar pases. Tiene que llegar baldado al hotel de tanto violentar la figura, cansa bastante ver cómo se retuerce:

Le ha cogido miedo al matar y se dedica a tapar la cara y salirse de la suerte con alevosía:

Su segundo tenía un nombre histórico en la vacada, 'Agitador'. En varas el monosabio se pasó de listo:

Bien Varela y Mellinas en banderillas:

Segundo brindis de Moral al público, pase cambiado en el platillo y acto seguido se pone a destorear sin disimulo:

Quiso sobreponerse allí al viento pero no tuvo más remedio que cerrar al toro, que no era nada del otro mundo pero quizás por eso el público se molestó al verle pegar pases. También se incomodó el animal al ver este maltrato y se puso a escarbar y a repucharse como diciendo 'oye, Pepe, si vas a picar piedra, conmigo no cuentes'. Con la izquierda pegó tales cuatro mantazos que debieron de indignar al mismísimo Juan  Guerra. 

Demostró una vez más su miedo al matar. Se perfila ahí donde ven y terminará donde hemos marcado. Dejó un pinchazo y una estocada lógicamente atravesada más dos descabellos. Observen la raya:

GARRIDO. A su primero le puso un buen par Antonio Chacón. Era un animal cornalón que pasó por el caballo como quien va al dentista. Era flojo de remos pero noble. Garrido se esforzó en rematar bien los pases sin dar puerta al toro pero escondía la pierna en cuanto bajaba la guardia el público más exigente. 

Estocada caída, trasera y atravesada porque el toro se trompicó. El maestro usó el lenguaje abstruso de los taurinos para decir: 'he estado compuesto y reunido" (?). Cuando hablan los taurinos, nosotros necesitaríamos traducción simultánea.

El sexto era un colorado cariavacado pero largo y astifino. Como en el programa venía que el sobrero era de Mayalde y el personal tenía el recuerdo del que cogió a Roca, se montó una protesta verde de consideración. Otros toros han dado más motivo y no se ha dicho ni mu. Consiguieron su objetivo y salió al ruedo este toraco castaño oscuro y listón, regordío, basto de patas y corraleado.

Pero atención porque tomó un primer puyazo de bravo donde cobró trasero como vimos al principio y un segundo en que vuelve a empujar pero se desespera ante el caballazo que se le tumbaba encima. Una verdadera lástima porque era un toro para haberlo lucido en tres entradas con tres puyazos como muletazos.

Se dolió en banderillas y escarbaba pero en la muleta se mostró como un toro franco que pedía únicamente diecisiete pases bien dados y una estocada en las agujas.

No hubo suerte: Garrido enganchó más de la cuenta y no se adaptó, por lo que el toro se quejó y terminó gazapeando para demostrarle que no lo había toreado.

Tres pinchazos caídos muy feos, media tendida y entera buscando con descaro los blandos más tres descabellos con dos avisos. Ojo que Garrido tuvo esta tarde dos toros para haber hecho muchísimo más que pasar por allí. Otro emergente que se sumerge.

Ya ven que la corrida final de la feria resultó pesadita excepto el empuje del sobrero en el caballo. Los maestros nos hicieron recordar una vez más al llorado Vidal: '¿qué querrán?' Es lo mismo que pensaría Gallardo en el callejón pero él vive de esto y no puede hablar tan claro como nosotros.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.