Mantuvimos una animada charla con él de la que les hacemos partícipes para que se hagan una idea del placer que supuso para nosotros escuchar lo que nos contaba. Aquí lo tienen al lado de un jovencísimo Francisco Romero con el que hizo collera ese día tentando en lo de Diego Garrido, cerca de Trigueros. Curro tiene su mano izquierda en el hombro de nuestro protagonista:
A Curro lo llevaba entonces Miguel Moreno, que era un ponedor de los años cincuenta con chavales a los que él creía ver futuro. Curro ya había toreado alguna con picadores y había matado cuatro o cinco toros a puerta cerrada que le había pagado Miguel, pero dejemos que sea Pepe Luis quien nos lo cuente:
'Cada uno le costó cinco mil pesetas. Aquel día fui antes a casa de Miguel y vi un esportón con los avíos y un vestido de torear. Me dijo: "es de uno de los que llevo pero que mañana mismo después del tentadero lo voy a dejar. Te llevo de collera con él".
El tentadero era en lo de Diego Garrido, cerca de Comeúñas. La última vaca correspondía a Pepe Luis pero Curro lo cogió aparte:
'Vino Curro y me dijo "dicen que usted no quiere ser torero, ¿no? Déjeme esa última vaca suya a mí, hombre" Yo se la dejé y viendo cómo la toreó le dije a Miguel: "Miguel, ése no está para que lo dejes ahora, ¿eh?, aunque te hayas gastado cinco mil duros; quema el último cartucho y vuelve a decirle a don Pedro que lo ponga en Barcelona otra vez a ver qué pasa"
Se trata de Pedro Balañá como ya han adivinado. Curro había toreado muy bien en Barcelona pero se le había ido un novillo vivo para desesperación de Moreno. Se le metió en la cabeza que no y era que no porque además ya tenía por aquel entonces en el punto de mira a Miguel Montenegro:
'Me dijo "yo no vuelvo a molestar a don Pedro para eso". Yo le dije: 'Miguel, tú vales para vender melones pero no para cortarlos"
El que corta los melones es el que sabe que están maduros. El que los vende no tiene mérito porque es el otro quien se los ha proporcionado dulces. Moreno ya había dejado escapar antes a Chamaco.
Por aquella época, Pepe Luis casi no iba a los toros pero un día:
'Manolo Márquez me dio una entrada para ver a un chiquillo que toreaba y en el tendido de la Maestranza me crucé con Curro, que me dijo "pero usted ¿no decía que no venía a los toros? Pues la semana que viene toreo yo aquí". Yo le dije "hombre, si es así, sí que vendré" Pero antes del día previsto entró en una novillada sustituyendo a Mondeño y yo no me enteré'
Efectivamente, aquí abajo tienen el cartel donde el nombre de Mondeño está tachado. Le había cogido un novillo en Zafra y le afectó el nervio ciático. Luego se metería a monje en la orden de los dominicos pero se salió. Hoy vive en París.:
A la derecha se anuncia también el debut de Diego Puerta en Sevilla, de quien Pepe Luis nos dice que 'tenía mal bajío hasta durmiendo la siesta, qué carácter más malo...'
Vean aquí el cartel ya rectificado, con novillos de Benítez Cubero:
Antonio Romero es éste que ven aquí aquel día:
Pepe Luis se acuerda de él:
'Era hijo del matador 'Romerito', buen torero, gracioso y con mucho salero. Vivían por la avenida de la Cruz Roja...'
El portugués Pepe Trincheira estuvo valentísimo y cortó una oreja a este novillo con el que sufre un apuro:
'El portugués tomó la alternativa pero con poca fortuna porque se acabó diluyendo y eso que un año había toreado cien novilladas. Alternó mucho con Mondeño de novilleros'
Y Curro se llevó ovación en el primero y las dos orejas de este sexto al que se le dio la vuelta al ruedo tras ir seis veces al caballo. Se llamaba 'Radiador':
Ahí lo tienen saliendo a hombros de amigos suyos del barrio, no de capitalistas. También lo hizo el mayoral:
El albero estaba mojado y las imágenes de un Curro descalzo llaman la atención:
El terno, blanco y oro con remates rojos, se conserva en el museo de su peña en Camas:
Vean una verónica de aquel día con el compás excesivamente abierto y los pies descalzos:
El vestido, inusualmente embadurnado de sangre, estilo Ureña:
Esto decía el martes la crónica en el ABC de Sevilla:
Brageli fue quien se lo pasó a Moreno. Dice Curro que lo traspasó como a un futbolista, por tres mil duros.
También llovió el día que Curro confirmó la alternativa en Madrid sustituyendo a Miguelín. Lo hizo bajo la fina lluvia con ese 'Lunito' de la foto perteneciente a doña Eusebia Galache (lo contábamos aquí):
Volvemos con Pepe Luis quien, en su casa de la calle Feria, a cincuenta metros de donde nació Belmonte, se encontró ese día con la mujer de Miguel Moreno, quien había cumplido su palabra de dejar a Curro tras aquel tentadero:
'Vino la mujer de Miguel muy alterada y me dijo "no veas la que ha formao hoy el que llevaba Miguel" Yo no sabía nada porque no me había enterado de la sustitución. Luego vino Miguel cariacontecido y me dijo "si ése fuera como Dios manda, ahora volvería a que yo le apoderase..."
Pero no volvió porque dice Curro que, tras hacerle firmar un papel reconociendo una deuda de 30.000 duros, lo había dejado tirado (lo explica aquí). Se encargó de él Camero, que aprovechó el éxito para hacer la propaganda, vean abajo. Antonio Chaves era nieto del picador de Gallito:
El pobre Miguel tuvo un final trágico:
'Miguel tenía depresiones. Una vez se tiró a un pozo seco queriéndose matar. Lo sacaron muy magullado. Otra vez intentó electrocutarse. Un día vino Juanillo, un amigo, y me dijo "¿sabes Miguel? Lo han encontrado ahorcado"
No consta que tuviera nada que ver su suicidio con el fiasco tras su error de vista con el faraón y con Chamaco.
Miguel es el de la camisa negra en esta foto. A su lado, con la montera en la mano, Pepe Luis:
Cuando ya fue figura, a Curro le daba siempre mucho apuro que lo parasen por la calle -y le sigue dando-:
'Una vez, en la plaza de los Terceros, iba Curro andando y del quiosco salió el quiosquero a pegarle un grito "¡¡CURRO!! ¿NO ME CONOCES?" El berrido fue tal que Curro dio dos pasos atrás e incluso puso las manos por delante para protegerse porque aquel hombre a quien no identificaba se le aproximaba con decisión. "Soy Manolo, Manolo Franco". Al oír ese nombre, a Curro le cambió la cara, se echó encima de él, le abrazó con fuerza y le dio dos besos. Manolo era amigo suyo de la infancia cuando el pequeño Curro se dedicaba a hacer los recados de la farmacia de La Pañoleta en bicicleta. Muchas veces se quedaba a comer en casa de Manolo y dejaba los platos limpios como una patena'
En esta otra foto vuelve a salir Pepe Luis encima del que está agachado, que es Manuel de la Rosa, mozo de espadas. El de camisa blanca a la derecha es Manuel Carneiro 'Minuto', quien fue apoderado del malogrado Ricardo Chibanga:
'Minuto estuvo de banderillero con Trincheira aquella tarde de la presentación de Curro en La Maestranza'
Luego, Pepe Luis nos cuenta esta anécdota de cuando apoderó al diestro mozambiqueño:
'Se llevó a Chibanga a Mozambique a una corrida junto a Diamantino Vizeu (salvo error, el primer matador portugués de alternativa) y Amadeo Dos Anjos. Fue una cosa triunfal y el negro que era el jefe de la kabila de allí quedó encantado especialmente con los banderilleros. Los invitó a cenar pero quisieron declinar la invitación porque tenían que torear en España. Las autoridades les avisaron de que de ninguna manera podían despreciar la cena y les pusieron un avión especial al día siguiente. El jefe los recibió desnudo, llevaba sólo una piel de leopardo. La comida estaba en el suelo y nadie se atrevía a tocar aquello porque no sabían lo que era. El negro, cuando se sentaba y se levantaba, dejaba ver cómo le colgaba una mortadela así de grande...'
El mozambiqueño se hacía llamar igual que Escipión tras vencer en Zama, Ricardo Chibanga 'Africano'. Fue torero de valor, con grandes facultades físicas, buen banderillero, muy aceptable estoqueador... pero tosco y de poco arte. Aquí lo ven en Madrid el día de su confirmación con Sánchez Bejarano y Gregorio Lalanda. Es abril de 1975 con toros de Charco Blanco:
FOTO: Botán |
Preguntamos a Pepe Luis por su íntimo amigo X, a ver si era verdad que afeitaba los toros tan bien como se decía (lo dejamos en incógnita porque está viva la figura para la que hizo de barbero en decenas de ocasiones, ¿o fueron centenares?):
'Sí, lo hacía muy bien, éramos amigos desde la infancia...pero el mejor que yo he visto fue José Vargas, un taxista de Sevilla. Él arreglaba los toros que embarcaba Villarillo en Andalucía para el norte. Hacía un trabajo de artesanía y luego frotaba los pitones con boñigas y no había forma de ver que aquello estaba tocado'.
No está de acuerdo Pepe Luis con lo que decía del afeitado esta otra figura:
'Bah, eso es una tontería porque lo único que se consigue despuntando los pitones es proporcionar al torero una mayor seguridad y confianza y al público, más probabilidades de divertirse. Además, confiando en el afeitado, el diestro corre un peligro muchísimo mayor al torear pensando en que no hay riesgo'
A lo que íbamos, esto nos decía nuestro interlocutor:
'Será todo lo psicológico que quieran pero yo te digo que el toro arreglado no coge bien las distancias. Toreé unas vacas en la parte seria de un espectáculo en Higuera de la Sierra. José Vargas vino a decirme "tranquilo, que ya las he arreglado las dos". Menos mal, porque tenían unas espabiladeras de miedo. Pues una persiguió a un banderillero hasta la barrera y, como en aquellas plazas de la sierra no había callejón, mientras intentaba ganar el burladero, la vaca quería cornearle por detrás ¡y no lo conseguía! No le hizo ná'
Nos avisa de lo que podía pasar si se arreglaba mal el pitón:
'A veces igual venía alguien en mitad de la faena y había que dejar la cosa a medias. Eso era muy peligroso porque el pitón hay que redondearlo. Si dejabas alguna arista por hacerlo mal o ir con prisa, aquello te rajaba el capote nada más rozarlo porque cortaba como una navaja'
Él estaba en el tendido cuando la terrorífica cogida de Calderón, el 18 de julio de 1943:
'Eran toros de Isaías y Tulio Vázquez para Manolito Calderón, Domingo Dominguín y Paquito Casado. Son los toros más grandes que he visto en mi vida, más que los miuras (hemos ido a confirmarlo y el sexto tuvo un peso en canal equivalente a 630 kilos). Aquél derribó cuatro veces al picador (se refiere a 'Gamito', del que hablábamos aquí). A Manolito lo cogió por el pecho y pensábamos que lo había matado. Se dice que lo retiró esa cornada pero no fue así: se retiró porque su padre se ponía de rodillas delante de él para que por favor se quitase y al final hizo caso'
Aquí tienen a 'Gamito' aquella tarde. El picador es Antonio Chaves:
La primera corrida a la que asistió teniendo ya un cierto uso de razón taurino fue de Infante da Cámara para Nicanor Villalta, Niño de la Palma y Pedro Barrera. Hemos buscado el cartel y fue el 5 de abril de 1942:
Pepe Luis tenía quince años. Su prodigiosa memoria nos da el cartel entero con el rejoneador y con el novillero que mató los dos toros del portugués. Luego nos relata sin dudar el resultado:
'Villalta cortó una oreja. Estuvo grandioso y eso que debía de tener casi cincuenta años (cumpliría cuarenta y cinco ese año). ¡Qué torero más bueno a pesar de su físico con ese cuello y ese mentón... Pero qué estocadas pegó...'
Villalta en 1930, observen su cabeza al lado del brazo, señal de que no se ha aliviado alargándolo |
Despedíamos esta primera entrevista con el bueno de Pepe Luis preguntándole por el torero que más le había impresionado. Su respuesta les sorprenderá porque además no duda:
'Fermín Espinosa 'Armillita'. Para mí es el torero que yo he visto hacerlo todo más fácil, un torero largo, poderoso, no se despeinaba, no sudaba ni poniendo banderillas. De peones traía a dos hermanos de allí, Juan y Zenoido. Se entendían los tres con una mirada. De tercero llevaban a 'Rojita', uno de aquí. Aquel Juan miraba a Armillita y le corría el toro a una mano tres o cuatro veces hasta que con una mirada, el maestro le decía que vale. Lanceando a una mano, le enseñaba perfectamente cómo iba por cada pitón. Eso hoy se ha perdido'
Ya ven, Pepe Luis 'el de la Cámara' es un fenómeno, da gusto hablar de toros con aficionados así. Lo de la cámara es por la cámara frigorífica que tenía la familia en la misma casa donde sigue viviendo casi cien años después. Probablemente el tener un buen negocio familiar hizo que se le quitasen las veleidades taurinas de quererse dedicar. Durante muchos años mató el gusanillo tentando camadas enteras en varias ganaderías, especialmente en Mirandilla.
Bueno, no nos vamos sin dejar que les cuente cómo era aquello:
'Yo era muy amigo de Domingo Minguilla, el mayoral del marqués de Albaserrada. Cuando iba a Mirandilla me decía que lo acompañase a echar el pienso. Íbamos con una mula y las albardas. Al llegar al cercado me hacía abrir la portera y, con los toros ahí mismo mirando, me decía "entra conmigo, que no hacen ná"
'Entrábamos y me daba una albarda para que me la echase al hombro y empezase a repartir. Yo le decía "Domingo, ¿estás seguro de que no hacen ná?" Él insistía y yo iba echando el pienso notando cómo los toros se venían detrás de mí husmeando el pienso. Cuando nos íbamos, me decía "¿sabes que vienen muchos toreros y cuando les digo que entren conmigo a hacer lo que has hecho tú no se atreven? Con el capote y la muleta sí, pero con las albardas a cuerpo limpio...ya es otra cosa"
Les recordaremos de nuestra cosecha que en Miura por aquellos mismos años hubo una época en que a los toros les dio por matar los mulos que llevaban el pienso y tuvieron que cargar a los mansos con las albardas porque a ellos no los tocaban.
Respecto a los tentaderos, enviaban a Sevilla un vaquero para avisarle:
'Sí, porque en el cortijo no tenían teléfono. El marqués mandaba a un vaquero de la finca de 'La Pisana' que venía a caballo desde Gerena. Yo sólo ponía la condición de que fueran por la tarde y en días alternos para poder compaginarlo con mi trabajo. Solían tentar en primavera, a partir de las cuatro'.
El marqués prefería que no viniesen toreros a tentar porque no hacían lo que quería él.
'Él no era partidario de avisar a toreros para tentar pues decía que no le dejaban ver bien las vacas, prefería que fuese yo porque toreaba para él. Tentábamos unas treinta vacas cada tarde porque en aquellos tiempos no se entretenían tanto con la muleta (Rafael Ortega diría que 'no enredaban tanto con la muleta', ya saben que hoy se pegan una hora tentando una vaca)'
Un día saltó de la tapia un muchacho de quince años:
'Había venido con un amigo. Bajaron al burladero y se alternaron en la tienta conmigo. El chiquillo paraba de salida las vacas, sin dejarlas corretear y fijándolas en el capote con una facilidad pasmosa. A todos nos sorprendía esa facilidad que tenía. Venía desde Camas, era Paco Camino'
Hablamos, por tanto de mediados de los años cincuenta porque Camino nació en 1940. Hemos empezado con uno y acabamos con el otro:
FOTO: José Manuel Pérez Cabo |
Señores, ya tienen suficiente en esta primera entrega. Nos comprometemos a volver a visitar a nuestro Pepe Luis para que nos hable de cuando iba a los tentaderos con su amigo Chicuelo, de cuando conoció a Belmonte, de Manolete...
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Rafa, muy bonito. Interesante y entretenido. Yo, que vivo a 900 kms de Sevilla, he sentido nostalgia de una época que no conocí y una ciudad que apenas conozco. Imagino que a los sevillanos lectores del blog les gustará todavía más y alguno se pondrá sentimental al recordar una Sevilla y un ambiente que nada tiene que ver con la actual.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención lo diferente que toreaba Curro en su primera época de novillero (por las fotos que veo) despatarrao, bastante rígido algo vertical (¿a pies juntos?) y si bien nunca ha sido muy "puro" citando con la muleta, se ve en las fotos como entonces toreaba descaradamente con el pico, desde fuera y casi en paralelo. También me ha llamado la atención que el cronista comparara a Curro con Reverte. Vaya, según tengo entendido Reverte era un torero famoso por su valentía temeraria, más que por su buen toreo. En fin, cosas que se dicen. O tal vez Curro entonces era un torero... diferente a lo que acabó siendo.
Saludos
Sí, esa foto de la verónica llama la atención, igual que el vestido ensangrentado. Algún amigo lector del blog y currista acérrimo, nos podría informar sobre si la forma de torear de Curro cambió con los años.
ResponderEliminarYo vivo a 800 kms de Sevilla y en cuanto puedo me dejo caer, no sólo por allí sino por Córdoba, Sierra Morena, la Sierra Norte, Huelva, Grazalema... Aquello es una maravilla. Yo tengo especial debilidad por la ciudad de Sevilla a pesar del actual turismo desmadrado y del gamberrismo nocturno. Y la forma de tomarse la vida es diferente de la que tenemos aquí en Cataluña.
Saludos.