jueves, 4 de junio de 2020

CURRO VÁZQUEZ, EN EL ANFITEATRO ROMANO DE LAS VENTAS

No se enfaden los aficionados venteños con nosotros al ver que comparamos su plaza con un anfiteatro romano. Enfádense con Alfonso Navalón, que es quien lo dijo.

Resulta que a cuenta de la entrada anterior donde salían el crítico y el torero Curro Vázquez, nos apetece referirnos a lo que sucedió en Las Ventas el 2 de junio de 1983. Todos los amigos lectores que ya no cumplirán cuarenta años saben qué pasó. Lo que quizá ignoren es la versión que Navalón dio de los hechos, que es lo que trataremos aquí. 


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

Aquel san Isidro de 1983 transcurría entre el malhumor por la presentación de bastantes corridas y las sospechas de manipulación, digamos que estupefaciente, de otras. Añádase a ello el descontento con el empresario Chopera por lo que se dirá después y también con algunos presidentes especialmente orejeros como el señor Font. 

Pues bien, la tormenta que se estaba criando estalló el día que se anunció este cartel (remendado con dos de Alonso Moreno):



Vamos con el relato de los hechos e iremos intercalando las opiniones de Navalón sobre lo que aconteció.

Salta al ruedo el primero, con el hierro de Alonso Moreno. Es un inválido total que se lidia en medio de un escándalo monumental porque el presidente no ha sacado el verde. Se puede entender siendo el primero pero es que llovía sobre mojado. Para los que idealizan tiempos pasados, digamos que Manolo Chopera había avisado de que en ese san Isidro sólo habría un sobrero por corrida. ¿Qué ocurriría hoy si Casas anunciara lo mismo?

Curro Vázquez está mal, apresurado, nervioso y echándose encima del toro. Es su tercera y última oportunidad en la feria. En la primera mató mal y en la segunda los toros de Lora Sangrán no valieron ni para carne. Bueno, por lo menos sirvieron para el pique en quites entre Robles y Antoñete en el que éste diera aquella media verónica inolvidable. Ésta es la foto de Muriel Feiner desde las escaleras del 2. Luego el ganadero Joaquín Lora, aficionado a la pintura, hizo un cuadro de ella:



El segundo se va al suelo a las primeras de cambio y antes de que salgan los caballos, el presidente Del Río lo devuelve. En ese momento salta de espontáneo El Jato y le da diez o doce pases siendo jaleado por el personal, y eso a un saltillo sin picar.

Sale un sobrero de Campos Peña tan inválido como el anterior. Nueva bronca, gritos de '¡toros, toros!' y Jorge Gutiérrez pasa sin pena ni gloria. En su segundo, de Alonso Moreno, el único que permitió algo por su condición pastueña, tampoco hará nada.

El tercero también es muy flojo pero estos saltillos, si no tienen fuerza, aún se orientan más. Es el caso que nos ocupa. El problema es que ahora menudean desde el tendido las alusiones a las substancias psicotrópicas. Se hace eco Joaquín Vidal en su crónica recordando gritos de '¡os habéis pasado de dosis!'

De nuevo llovía sobre mojado porque la corrida de Cuadri había salido con un comportamiento que extrañó incluso al propio Fernando, poco dado a conceder pábulo a conspiraciones. Esto dijo Vidal:


Cuadris, posiblemente de la misma camada, vimos en Valencia hace ahora un par de meses, y no tenían nada de sigilosos; por el contrario, dotados de una casta excepcional, salían del chiquero despendolados, se comían los engaños, abatían caballos. No puede ser que en sólo dos meses una ganadería así se venga abajo. No puede ser que en sólo dos meses toros atléticos y pujantes parezcan fumados. Una investigación es precisa. 


Éste es Emilio Muñoz aquella tarde de Cuadri. Lo acompañaban Teruel y Dámaso:


FOTO: Monge/Olloqui

Pepe Luis Vargas pasa las de Caín con ese tercero de Moreno Silva echando verdad al trasteo y ganándose saludar al final. La foto corresponde a esa lidia:


FOTO: Monge/Olloqui

En el sexto se temió por su vida ante otra prenda. Aquello fue la guerra del Vietnam, como suele decir él. Vuelta al ruedo de peso. Si el maestro lee estas líneas se acordará del aceite de ricino que tragó ese día del Corpus. La foto de Arjona es de aquel toro:



Navalón tendrá palabras de elogio para él:

'Pepe Luis Vargas se jugó la vida hermosamente la tarde de los saltillos'


FOTO: Monge/Olloqui

Lo mismo, Juan Posada:

'Pepe Luis Vargas demostró en su primero que posee un valor a prueba de toros asesinos. Estuvo valiente, con sentido del toreo y la mente clara. Supo capear el temporal con la dignidad de los toreros grandes'



La tragedia llega en el segundo de Curro. El público está caliente tras los cuatro inválidos que han salido hasta el momento contando el sobrero. Este cuarto salió gazapón y reservón. En un derechazo el toro vio al maestro y lo empitonó. Aquí tienen la secuencia. Fíjense en que si la pierna de salida llega a estar escondida, no lo coge. Para que luego nos digan que da lo mismo cómo colocarse:







Pueden verla pulsando aquí a partir del 1'03''. Observen en el vídeo que la muleta del diestro al caer le hace el quite porque el toro se ceba con ella en lugar de hacer por el maestro. 

Es un reportaje de Informe Semanal, el programa más veterano de la televisión española que, en horario sabatino de máxima audiencia, dedicaba una cuarta parte de su programa a un torero. Eso es algo totalmente inconcebible hoy en día cuando han pasado treinta y siete años. ¿Cómo estaremos dentro de otros treinta?

Zabala dijo que había sido 'una de las cogidas más espeluznantes que he visto nunca'. La cornada tuvo dos trayectorias de 15 y 20 cms. Le destrozó la safena y le afectó la femoral. Entró a la enfermería con shock hemorrágico y en esta camilla se le hizo una transfusión de medio litro de sangre:



La operación de urgencia en la enfermería vino seguida de otra en el Primero de Octubre que duró más de tres horas. El problema había sido que justo en el instante del percance, arreciaban los gritos de '¡toros, toros!' 



Pero mientras hacían la transfusión al torero, ¿qué pasaba en la plaza? Continúa Navalón:

'Pues que el presidente Del Río, con su actitud desafiante, casi logró que los espectadores se mataran unos a otros, convirtiendo la plaza de Las Ventas en un anfiteatro romano donde se desataron las pasiones mientras un hombre independiente y modesto como Curro Vázquez pasaba a la enfermería destrozado por la cornada'


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

La clave fue que el sector crítico siguió protestando el toro tras la cornada. Incluso Navalón lo censura:

'Ahí fue donde el sector contestatario perdió los nervios. Ahí empezó la mayor vergüenza que he visto en Madrid. El público burlado seguía defendiendo sus derechos pero estando un hombre luchando entre la vida y la muerte ya no era humano seguir protestando la flojera de un toro'


FOTO: Monge/Olloqui

Mientras don Máximo intentaba salvar al maestro linarense, el personal se encaraba con el palco: '¡No tenéis vergüenza! ¡Del Río, borracho perdío!' Y entonces se lió la cosa cuando Bojilla, el apoderado de Curro, volvió y se encaró con los del 7 desde la arena. 



Él dijo esto después:

'Cuando vi la cornada me di cuenta de que era muy grave. Me acordé de la que me pegó a mí un toro en Valencia en 1970. Me partió la safena y la ilíaca. Me fui hacia los espectadores del 7 porque tenía los nervios destrozados. Cuando un hombre está delante de un toro hay que respetar eso y esperar a que termine para recriminarle'

Bojilla había intentado hacer un torniquete con un pañuelo a su pupilo y cuando volvió al ruedo llevaba la camisa manchada de sangre. Ahí lo ven a la izquierda de la foto:


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

El problema es que luego, en la enfermería, entre los peones y los que llegaron como Macareno, Raúl Aranda y Paco Alcalde  echaron más leña al fuego contra el 7. Por eso, cuando vinieron de la radio a hablar con Bojilla, éste se despachó con tales exabruptos contra los protestantes que el entrevistador cortó el diálogo en seco. Seguro que hoy lo que harían es echarle más carnaza para conseguir una audiencia morbosa escuchando barbaridades.

Volviendo a la plaza, la sombra estaba callada hasta ese momento pero al ver a Bojilla abroncando a los de la bronca, se puso también en contra del 7: '¡Criminales! ¡Asesinos! ¡Hijos de p...!'

'Los del 7, en vez de callarse, enarbolaron las entradas. Las entradas estaban pagadas con dinero legal y el espectáculo era un fraude por culpa del presidente. Tenían toda la razón y además no tenían la culpa de la cornada a un torero que no es precisamente de los rechazados por el 7 sino una de sus debilidades. Pero el gesto de Bojilla había desatado la guerra civil entre el público'


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

Atención porque el Molés de aquellos años iba en la misma línea:

'El público de Madrid ha tragado este año sapos como nunca. Ha visto salir reses tullidas como no se veían desde los sesenta. Han permitido su lidia aguantándose la bronca gorda y sufriendo la tolerancia sin razón de unos presidentes a la deriva. Y encima, la campañita. Porque el colmo fue culparles de la cornada a Curro Vázquez, qué cosas hay que oír. Chillaron contra un toro tullido y contra el presidente, no contra Curro, y les han querido culpar de una cornada'

¿Qué les parece? ¿Qué escribiría hoy en una situación parecida? Aquel Molés de 43 años recién cumplidos no tiene nada que ver con el Molés acomodado y amigo de todos que han conocido los más jóvenes por televisión. Miren cómo sigue:

'No hay afición más santa y fiel que la de Madrid. ¿Que chillan? Hombre, es lo menos. Tan solo piden toro, un toro con fuerza y trapío. Paga y exige. Me duele esta absurda campaña montada contra los habituales de Las Ventas, contra los que aguantan en sus asientos todo el año, verano incluido, cuando no hay otra cosa que un torero modesto y un toro muy serio'

Esperen, que volvemos al tendido 7 porque no quedó ahí la cosa. Ahora viene la policía. Continuamos con Navalón:

'Debió de ser el presidente quien envió a los guardias para detener a los alborotadores. Subió la policía al 7 cumpliendo órdenes para detener al 'Lupas' y a sus más significados compañeros de protesta. Pero se hicieron los fuertes y se negaron a acompañarlos. Agitaban las entradas y se oían gritos de ¡que detengan al presidente!'


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

Suponemos que van haciéndose cargo de la referencia del titular al anfiteatro romano, ¿no? Pues aún hay más porque entonces la situación da un giro sorprendente:

'En ese momento vino lo inesperado. El mismo público que llamaba asesinos a los del 7 tomó partido a su favor protegiéndolos de la policía. Ese mismo público conservador de sombra se giraba ahora hacia el presidente gritando '¡fuera del palco!'. La policía decidió abandonar el tendido con prudencia'

A todo esto, en la enfermería, estas manos salvaban la vida y la pierna de Vázquez:



El propio maestro explicaba después en el Primero de Octubre que:

'Había tenido otras cornadas pero nunca había notado aquella sensación de que toda la plaza me daba vueltas... me di cuenta enseguida de que estaba muy herido'

Es curioso que una de las manías del maestro cuando toreaba en Madrid era ésta que él mismo nos cuenta:

'Siempre entraba a saludar a don Máximo vestido de luces. Me fumaba un cigarrito con él y así me quitaba de la bulla de fuera. Ese rato con él antes de torear en Madrid me daba tranquilidad'


FOTO: José Mª Pastor para la agencia EFE

Navalón recordará siempre aquella tarde del Corpus como algo aciago:

'Ese día se consumó una de las mayores vergüenzas de esta plaza. Aquel enfrentamiento entre el sector indignado del público contra los que seguían pidiendo toros de verdad estando un torero herido de suma gravedad fue un enfrentamiento feroz. Y el presidente, como un Nerón de anfiteatro romano, contemplaba su obra desde el palco. Estoy seguro de que esa tarde todos sentimos vergüenza de estar en una plaza de toros'

El maestro, en actitud que lo honra, reconocería en el hospital que 'la culpa de la cornada fue mía, sólo mía... y del toro, pero de nadie más'. 

Ahí lo tienen a principios de los sesenta:



Hasta aquí nuestro recordatorio de aquella tarde agria y desagradable que más de un lector de nuestro modesto blog viviría en directo. 

Por cierto, ¿se han fijado en la foto que hemos puesto de la bronca en el tendido? Sólo hay una persona que permanece al margen de las gesticulaciones y los improperios. Miren aquí, el de la flecha:


FOTO: Monge/Olloqui

¿No es el propio Navalón?

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



4 comentarios:

  1. Que historia más bonita, sobre todo porque el Maestro se recupero de la tremenda cornada.

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    1. Así fue. De hecho, el tentaderos que contábamos en la entrada anterior fue cinco meses después de esta cogida. El maestro no actuó pero ya estaba recuperado.

      Saludos.

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  2. Gracias por este emotivo post. Me estaba formando como aficionado en aquellos años, desde la andanada 8 contemplé la terrible cornada que en esos terrenos acaeció. La plaza se volvió un poco loca, la gente no sabía a quién echar la culpa, me asusté mucho. Curro Vázquez fue sin duda uno de mis preferidos y nunca jamás, aunque diera un sainete, mostré desaprovación con él, porque fue además,torero de toreros.

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    1. Gracias a usted por leerlo. Me alegro de que le haya gustado y de que le haya traído recuerdos de esa andanada histórica.

      Saludos.

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