sábado, 15 de noviembre de 2025

¿UN DESAFÍO CON RETA EL AÑO QUE VIENE?

Nos fuimos a echar la mañana a la finca de Reta para ver qué tenía previsto de cara a la próxima temporada. El problema es que las previsiones van quedando en agua de borrajas conforme los toros se le van matando en las peleas.



Las fundas no lo evitan ya que de las cuatro bajas hasta el momento, tres han sido muertos por hermanos enfundados, que los reventaron por dentro. Pero es que de los animales apartados para 2027 ya hay otro que apareció muerto hace pocos días.



No querríamos insistir en que la de Reta es la única ganadería enfundadora a la cual hacemos reportajes para nuestro modesto blog. Es así porque este ganadero es el único de España que pone los malhadados apósitos a su pesar. Todos los demás están muy contentos de colocarlas. La clave en La Tejería es la falta de espacio.



Éste que acaban de ver es uno de los dos sementales que recientemente se aprobaron tras ser tentados por Sánchez-Vara. Está claro que viene de la línea de Adolfo. El otro es el de abajo, de la línea de Aranda:




Aquí abajo está husmeando con ese gesto que recibe el nombre de reflejo de Flehmen:



De las cinco líneas que manejó desde un comienzo las dos que se van imponiendo son las citadas más la resultante de mezclarlas. Recuerden que las otras tres eran Patillas, Arriazu y Domínguez. Vean estas vacas y deduzcan los retistas a cuál pertenecen:




Actualmente hay dos lotes con sesenta vacas más diez de reserva. Eso por lo que hace al ganado de lidia a pie. Para festejos populares hay unas cien hembras de cubrición. Ahí radica el gran quebradero de cabeza del ganadero, en llevar los dos tipos de animales en la misma explotación.

El total de machos a día de hoy es de en torno a setenta. Estos que ven abajo tienen un año y medio, o sea que podrían lidiarse de aquí a tres, descartando los que no tengan suficiente cara. Entre ellos había un colorado claro muy salpicado que llamaba la atención. Miguel nos dijo que venía de lo que Nicolás compró a Mariscal, ganadero de Biota, en las Cinco Villas. A aquella zona aragonesa fueron a refrescar ganaderos navarros en los años cincuenta. Otro de allí, Nogué, que solía bajar a Albacete, se trajo vacas de aquellas cornalonas de Samuel Flores:



Los de la foto siguiente son los que cumplirán cuatro años en 2027. Había diecisiete pero descuenten uno muerto en una pelea reciente. Observen que alguno de los más pegones lleva fundas también desde hace pocos días:



Vamos con las reses que podrán lidiarse a pie la temporada que viene. De las doce previstas quedan solamente ocho y esperemos que la cifra quede definitivamente estancada ahí:



De estos tres que han visto, el de en medio, el 7, está más avanzado que los otros. Piensen que hay diferencia de hasta seis o siete meses entre unos y otros. Las fundas estaban puestas de la semana pasada ya que en este cercado apareció muerto el último novillo hace escasos días:



Éste es el 7 que les decíamos:



Están separados: los cuatro anteriores en un cercado, los dos que veremos ahora en otro y los dos últimos en un tercero. Aquí tienen uno chorreado y el de la derecha, el de los rizos, que es el que abría la entrada:



El 5 ostenta ya el pelo de invierno, que cambia de color según le toca el sol, vean:




Y aquí tienen al chorreado a lo largo:




Los dos siguientes son candidatos principales a formar parte de ese hipotético desafío que podría darse el año que viene. En 2026 ambos serán cinqueños:





El de la derecha es un castaño carinegro y bocidorado:



El de la derecha, otro castaño pero más claro, que se engalló cuando nos vio entrar en su cercado:



Aquí lo ven luciendo un gran trapío. Además es albardado, anteado, ojinegro, bociblanco, bragado, meano y rabicano:




¿Tendremos un desafío o una corrida completa? La segunda opción es muy justa con sólo ocho toros disponibles y además con alguna desigualdad entre ellos. ¿Quién se apuntará a matarlos? Pregunten por Guadalajara y encontrarán un titular indiscutible. Los otros dos... ¡uf! 

Bastantes profesionales de la zona de Madrid estuvieron viendo el último tentadero de machos. Mario Palacios tentó vacas recientemente en Estella. No ponemos más nombres y les pasamos a ustedes el testigo para que se los apunten al bueno de Miguel en la sección de comentarios. Pero ojo porque luego sucede que invita a más de uno a venir a tentar y a la hora de la verdad algo les pasa que no hacen acto de presencia.

Ya ven que lidiar lo de Reta supone contar con un montón de imponderables que empiezan por seleccionar el ganado disponible, descontar los animales que se matarán y por último buscar a ver quién se pone delante.



Sea como fuere parece ser que algo de Reta veremos el año que viene en algún sitio, lo cual es una buena noticia para los retistas, quienes son legión entre los seguidores de nuestro cuadernillo. Si eso sucede, estaremos de enhorabuena... Dios mediante.

Saludos cordiales desde Bilbao. Rafa.








lunes, 10 de noviembre de 2025

¿FUE 'JUDÍO' DE FUENTE-YMBRO UN TORO BRAVO?

Recordarán que en la pasada feria de San Isidro hubo su polémica a cuenta de este sexto toro de la corrida de Gallardo, el que mató Diego San Román. Que si fue bravo, que si solamente encastado, que si las dos cosas, que si de una bravura parcial y no total, que si faltó o no el tercer puyazo, que si la pelea en el peto fue o no la adecuada, que si habría que haberle dado más distancia en la muleta...



Vamos a analizar su lidia y a ver si llegamos a algunas conclusiones. Pesó 561 kilos. El trapío, impecable, aleonado. Su pinta: castaño, bragado, bocidorado, listón y perfectamente encornado.



Llama la atención cómo mete el cuerno izquierdo en el capote del diestro ya desde el recibo. Este es el tercer lance:



Es una pena que cambie a de frente al costado, o sea, vulgares chicuelinas. Pero en la revolera vuelve a acreditar la bondad de ese cuerno, vean:



Lo coloca muy bien en suerte. El también mexicano Reyna tiene problemas para dominar el resabiado monstruo equigárcico, que se huele la presencia del toro e intenta escaquearse. Al final, a caballo atravesado, el toro acude y lo pincha en el lomo, ahí lo tienen. Por lo menos no le tapará la salida sino que lo abrirá:



Atención al detalle de que el animal empuja con el costillar, observen:



En la crónica escribimos que intentó quitarse el palo. Alguno debió de pensar que exagerábamos pero aquí abajo lo ven. No es precisamente la forma en que un toro verdaderamente bravo metería la cara en el peto. La posible justificación de que ese puyazo en el lomo moleste al toro y se lo quiera quitar no nos termina de valer porque al 95% de los toros los pican atrás y no actúan todos como éste:



Es de agradecer que lo coloque de largo en el segundo, con el picador llamándolo:



El toro escarba tres veces pero al final se viene al galope:



El piquero quiere volver a atravesar el caballo pero éste lo desobedece intentando zafarse del previsible trompazo. Fíjense abajo en que el del castoreño ha quedado vendido, con el toro viniendo en carrera y él dando la grupa del caballo contra su voluntad. Ya nos dirán cómo picas el toro en esa posición. Tuvo que ser un instante de muchísimo apuro para Reyna:


Desde otro ángulo observen el papelón del picador cuando el caballo se le quería marchar de ahí y lo obligaba a picar casi de espaldas:


El tal Judío choca y levanta las cuatro patas del caballo pero el picador ha marrado. Intenta clavar mientras en el fondo San Román le dice que levante, que no hace falta. Se acordaba en ese momento de que el anterior se lo había dejado crudo Román cortándole una oreja:



Reyna no hace caso y clava en el mismo agujero trasero del primero. El toro empuja contra el tope de las tablas. El puyazo dura seis segundos, con los monolistos dando la nota ahí detrás... ¡pongamos que hablo de Madrid! Uno, golpeando la grupa del caballo; otro, manoseando las riendas y hay un tercero que no sabemos qué trapacerías hará porque está oculto tras el jinete:



Como la retransmisión fue mala, no se vio si salió suelto. Le otorgaremos el beneficio de la duda porque había un peón por ahí cerca. No obstante, habrán anotado igual que nosotros varios detalles negativos para calibrar su bravura: empuja con el costillar, lleva la cara no alta sino altísima, como de toro tentado, y escarba antes de arrancarse en el segundo.

¿Qué hubiera pasado en una tercera entrada de más largo? No lo sabremos nunca. En nuestra opinión podría haber vuelto a escarbar, se podría haber vuelto a arrancar y... aquí no nos atrevemos a decir si hubiera cantado la gallina. La cuestión es que este primer tercio nos ha dejado claro que no puede dársele el exigente calificativo de bravo. Hay que ver dónde lo han picado...



Escandaloso primer par de Gallego, a toro tan pasado que se ha quedado sin animal y los palos caen en el espinazo. Que con esos puyazos y ese par de banderillas embistiese como lo hizo es un gran milagro de la genética. El toro nota el pinchazo pero no ve quién se lo ha hecho:



Herrera no es tan desahogado y clavó más decentemente. El toro hizo hilo con él hasta el burladero, detalle muy positivo en el que los revisteros antiguos siempre se fijaban:



Gallego vuelve a reírse del público en lo que fue la tónica general de todos los banderilleros en el serial isidril, ¡una vergüenza!



Siete pases de tanteo por abajo para sacarlo a los medios y uno final de tirón. Ha visto lo mismo que nosotros y se echa la mano a la izquierda pero en el segundo pase el toro le suelta un tornillazo que está a punto de golpearle en la mandíbula:




Han sido nueve pases con la izquierda en los que el toro se ha puesto muy violento (¿a causa de esas banderillas en el espinazo?). Se habrán fijado en la imagen anterior en que al pobre le mana la sangre por el costillar.

Seis pases más con la izquierda con el toro que se quiere comer la muleta. En el último intenta desarmarlo sin éxito. Decide cambiar a la derecha. '¡Apóyala abajo!' le dicen con acento mexica desde la barrera. Se le viene el toro y tiene que quitárselo de encima con dos pases de recurso. Pero es que cuando medio se coloca, el toro arrolla la tela como se aprecia en la imagen y tiene que volver a la zurda con presteza. Vean por dónde le ha colado el cuerno derecho:



Vienen cuatro naturales y el de pecho, metido en el terreno del toro, sin echar la pierna atrás, toreando hacia adelante con el objetivo de acobardar al toro:



Tres naturales buenos donde el toro se ciñe tanto que el diestro debe salirse y volverse a colocar. Cuatro más y el remate, con el toro pasando muy cerca:



Tiene justificación que el maestro se vaya a dar un paseíto para respirar porque el corazón debería de irle a ciento ochenta pulsaciones. Pero es un error porque el toro también recupera el resuello. Se aprecia cuando en la siguiente tanda embiste con fuerza los dos primeros pases pero se ralentiza en los dos siguientes.




Vienen ocho pases más siempre con la izquierda precedidos por un arreón inicial del toro cuando aún no se había colocado. El toro le avisaba de que no estaba toreado del todo: 



Tres de remate y un desplante con honor y no como esos patéticos en plan Castella ante un norit moribundo. Con la espada de verdad se dobla siete veces por abajo para terminar de ahormarlo:



Acierta escogiendo la suerte natural y el palillo apunta al morro, sin telonazo:



Dos defectos: esa pierna izquierda debería avanzar arrastrándola hacia el toro y esa mano derecha no debería ir tan alta:




El toro le ha pegado esa última tarascada que han visto. Bueno, la penúltima porque luego no hace caso de capotes y persigue al maestro con toda la casta que aún le quedaba dentro. Pierde la muleta pero se lo consiguen quitar de encima. La espada ha quedado casi entera, perpendicular y delantera:




Estamos hartos de ver estocadas traseras, caídas y bajas y ésta fue delantera y arriba aunque perpendicular.

El toro dobla con derrame cuando antes de la estocada todavía tenía otra faena. Hubieran podido llamar a Aguado para que se la hiciese pero seguro que antes habría hecho salir a su picador para darle otra buena tunda. 

El resto ya lo saben: mínima petición y saludos de San Román. Son unos saludos que para nosotros valen más que cualquier oreja del pasado San Isidro. 



Una faena de treinta y nueve pases, toda con la izquierda, sin la ayuda, a un toro con poder, con casta y con mucha codicia. Valentía por arrobas, pasándoselo muy cerca, sin esconder la pierna y sin ceder un paso ante él. Se jugó la vida queriendo hacer las cosas con verdad y dando la impresión a los del tendido de que nadie querría estar ahí abajo en su lugar. Entonces, ¿qué más queremos? Para nosotros, la mejor faena del año teniendo en cuenta todos estos ingredientes, especialmente la dificultad del toro que tenía delante.

A Judío nosotros lo calificábamos en la crónica como 'con poder y encastado en la muleta'. Nos reafirmamos completamente en aquella apreciación del momento. De ninguna manera lo calificaremos como bravo visto lo visto. 

Pero, si nos paramos a pensar, ¿qué más da? Lo que demandamos es casta y movilidad. La bravura depende muchas veces de una buena lidia y puede que éste fuera el caso aunque los detalles reseñados en su pelea con el caballo nos dejan con la mosca tras la oreja.

Sea como fuere, toros como éstos son los que hacen afición ya que nos permiten hablar de ellos durante el invierno. Porque, si se paran a pensar, ¿cuántos son los toros de los que guardamos buen recuerdo a final de esta temporada? Cigarrero, Yegüizo, Relamido, Bronceado, Brigadier, Saltillo, Felino... Se cuentan con los dedos de las manos y Judío fue uno de ellos.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.