sábado, 27 de diciembre de 2025

A LOS TORISTAS LES TOCÓ LA LOTERÍA

Empezando por los amigos de 3Puyazos, 20 euros por papeleta. Nos alegramos de que sigan teniendo fuera del redondel la suerte que merecen por su dedicación y su afición.

Pero es que además el aficionado torista está de enhorabuena tras conocer las ganaderías que se anuncian para los tres únicos cosos donde lo primero es el toro: Céret, Vic-Fezensac y el citado de 3Puyazos. Añadan Orthez y ya tienen el póquer de ases, no hay más.



Antes que nada dejaremos claro que para nosotros la distinción entre torista y torerista no es absurda sino que tiene todo el sentido del mundo. El torista solamente mira la ganadería en el cartel. El torerista mira los toreros. ¿Les parece poca diferencia? El torista, si se ha lucido el toro en el primer tercio, desearía que la faena de muleta no pasase de cinco minutos. Al torerista le fastidian los dos primeros tercios porque quiere ver una abundante ración de pases de muleta. La estocada también le da igual mientras el estoque desaparezca dentro de las carnes del toro.



La pena para el torista es que únicamente las tres plazas antes citadas le ofrecen cierta garantía de velar por el respeto al toro. En cambio, un torerista del montón sale satisfecho de cualquier un festejo donde el diestro haya pegado sesenta pases a cada animal, aunque sean sabandijas. En cambio, al torista le hierve la sangre con el monopuyazo español, que es lo habitual por estos lares cuando se anuncia una ganadería teóricamente dura con tres tiesos en el cartel.

A lo que íbamos: la lotería ha tocado porque en Céret y Vic-Fezensac se han anunciado los hierros. Los de 3Puyazos los comentábamos aquí: Salvador Guardiola, Isaías, Prieto de la Cal, Dolores Aguirre, Escolar y Reta. Son seis encastes diferentes.

En Céret serán cinco también en dos días. Habrá cuatro festejos ya que la novillada habitual se cambia por sendas de cuatro reses. Dos novillos de Barcial y otros dos resinas serán para Mario Vilau. En la otra veremos cuatro ejemplares de Isaías. Las corridas serán de Dolores Aguirre y de Escolar. Estos son tres de los aguirres que pueden viajar al Rosellón:




El novillero catalán pidió matar cuatro novillos con la idea de mostrar su agradecimiento a la plaza donde empezaron sus éxitos de 2025. No planteó ninguna exigencia en cuanto a hierros. El que ven abajo es uno de los cuatro candidatos reservados en Salamanca. A Isaías la seguían desde hace años y ya tienen ocho apartados para la primavera. De los pablorromeros, tres:



Si a Vilau le sale un barcial mexicano como éste de la concurso de Villaseca se podrá dar con un canto en los dientes. Recuerden aquí:



Nosotros pensábamos que Saltillo se anunciaría tras la suspensión por la lluvia de este año pero la mayoría de aquellos toros, o quizá todos, están vendidos para el próximo San Isidro. Hombre, si se paran a pensar eso es un honor para Céret, ¿no creen? Lo que les ofreció Moreno para acudir en 2026 no obtuvo los votos necesarios.

Como curiosidad les diremos que la ADAC sopesó también la posibilidad de que vinieran Valdellán, Partido de Resina, Murteira o Dias Coutinho entre otras.

En Vic ha habido cambio de presidente en su Club Taurino y llama la atención que el lunes, donde sobre el papel solía suavizarse la exigencia torista, se anuncie una de Miura para 2026. La lógica dice que les habrá costado el doble que cualquiera de las otras pero queda clara su apuesta. ¿Vendrá Esaú?

Morenito no creemos que se apunte a Miura. Tampoco a Prieto de la Cal. La duda que le quedará es si anunciarse con Ibán o ir a la concurso. Si en ésta última el director de lidia es Sánchez Vara, a él no le importaría matar el de La Quinta  pero tendría que pechar con uno de Aguirre, cosa que creemos no es de su gusto. Probablemente mate la de Ibán, aunque su recuerdo con ella en Vic sea agridulce. Ya veremos.

La novillada será Núñez con Aguadulce. Parece que a los vicoises que viajaron este año a Orthez les gustó a pesar de lo mal lidiada que fue. La pueden recordar aquí, donde uno de los novillos pidió el carnet. Fue este colorado:



A cuenta del maestro de Aranda ya han leído las otras ganaderías. Los veraguas repiten con corrida completa tal como todo el mundo daba por seguro tras la buena prestación de este año.  El ganadero se quitará de encima esa lotería de jugárselo todo a una carta con un toro aislado en concurso. Recuerden pulsando aquí que ganó la última con este Farolero al que Garrido cortó una oreja muy benévola. Rozó el bajonazo como ven:



Por fin veremos de nuevo a Baltasar Ibán. No olvidaremos nunca la madre de todas las corridas, que fue la de 2022 con este magnífico Espantavivos: 



Aquel día se saldó con cinco ovaciones en el arrastre y "sólo" aplausos para el cuarto. Ni azules ni naranjas, ni orejas, ni falta que hizo para que resultase una corrida que, insistimos, no olvidaremos jamás. La pueden recordar pulsando aquí.



Pero es que al año siguiente reeditó el éxito bajo la lluvia. Allí hubo un Provechito memorable en el caballo a pesar de que Amestoy quiso cambiar el tercio tras la tercera entrada. Fue Colombo quien leyó la decepción en los tendidos y solicitó una cuarta, en la cual el toro se vino al galope desde la otra punta, poniendo en pie a toda la plaza y tiñendo con el rojo de la vergüenza la cara del presidente. 



Por cierto, Colombo colocó a Provechito este par, el mejor de toda su vida, observen. Queda claro que cuando se pasa de listo clavando a escandaloso toro pasado es porque ha decidido aliviarse ya que está demostrado que banderillear cuadrando en la cara lo sabe hacer perfectamente. Miren sus brazos entre los cuernos y sus pies en el suelo:



Mención especial al citado Morenito, que estuvo heroico tras su cornada en la axila a porta gayola. Los seguidores del blog verán que es de las pocas veces en que la primera foto de nuestra crónica es de un torero y no de un toro.



Algunos animales de esta última corrida se pararon en la muleta acusando el esfuerzo en varas pero eso al torista le da igual. Aunque ojo porque también hay toristas que piensan que el toro es una máquina y que, tras exigirle el máximo en el primer tercio, luego tiene que prestarse a una faena de cincuenta pases. 

Para nosotros eso de que se paren tiene la ventaja de que nos ahorramos una buena dosis de pegapasismo si el animal sale boyante. Y en caso de que no se pare y sea bronco, que es lo que deseamos para ver cómo el maestro lo domina sin arte ni pinturerías, la mayoría de las veces nos quedamos compuestos y sin novia. Sucedió en la concurso de este año cuando Esaú no quiso ni ver a este toro del Conde de la Corte:



¿Ha quedado clara la diferencia entre el torista y el torerista? Es que no es absurda, como decíamos al principio. El problema es que el torista tiene muy poco donde agarrarse durante toda la larga temporada. Concretamente dispone de los tres asideros que hemos descrito más Orthez. 

En ellos veremos catorce encastes diferentes, si no nos hemos descontado. Solamente habrá un toro de Domecq, el de Pagès-Mailhan en la concurso, que lo es por Fuente-Ymbro:



Si Dios quiere serán tres ferias donde no faltaremos y por aquí les contaremos lo que acontezca. No nos vamos sin avisar a Alain Bonijol de que no queremos volver a ver esos faldones tan bajos. Vestir de esta guisa el caballo de picar es algo deliberado para evitar que el toro pueda hacer palanca y proteger así a los picadores. Si hemos convenido en que estas plazas son donde más se respeta al toro, esto no puede repetirse:



Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

viernes, 19 de diciembre de 2025

FELIZ NAVIDAD CON LAS MEJORES VERÓNICAS DEL AÑO

En 2024 hicimos una entrada a principios de temporada sobre unas verónicas excelentes de Aguado. Fue en Castellón, en marzo, a principio de temporada. Las pueden recordar pulsando aquí. Decíamos que igual terminaba el año y no las igualaba nadie, como así fue. Ni Morante, ni Ortega, ni nadie estuvo a esa altura.

¿Cuáles han sido las mejores verónicas de 2025? Pues las del propio Aguado esta vez en Nimes. El toro es un jandillita pero no es de los que viene picado del campo porque lo que se ve en las imágenes es que embiste con cierta codicia. Observen la actitud del toro en la primera:



Aguado asienta ambos pies en el suelo sin moverlos, lo cual es la esencia del empaque. Es una palabra que no gusta a algunos de nuestros desocupados lectores pero para nosotros es algo que tienen pocos toreros y como tal debe valorarse ya que contribuye a lo que echamos en falta en el toreo de hogaño: la naturalidad.

Sobre el empaque, recuerden esta entrada donde intentábamos definirlo. Allí salían Urdiales, Morante, Bernadó, Paula, Curro, el propio Aguado y Pepe Luis como ejemplos de ello. Y para ilustrar la antítesis del empaque, que se da cuando se cae en la artificiosidad o el retorcimiento, veíamos imágenes de El Juli, Perera, Roca y de un Ponce torciendo la cadera con una afectación insoportable. 

Ya que estamos, repasen también esta entrada sobre la naturalidad al torear. Precisamente con ella inaugurábamos la serie sobre las verdades del toreo de verdad. Allí salía el arcángel del toreo, Manolo Vázquez, cuyas palabras van a misa y más en una época como la nuestra donde lo que dice es dificilísimo de ver:

"Mi intención ha sido hacer el toreo lo más natural posible. Lo mejor que tiene el toreo es hacerlo de modo que no sólo parezca sino que sea fácil. Sin correr, sin apresurarse, sin esforzarse, hay que hacerlo con mucha naturalidad".

Volvemos a Aguado, ejemplo de naturalidad en estos lances. Viene la segunda verónica, ésta. Observen que no coge el capote cortito como Curro o Paula sino más bien largo, como Pepe Luis padre:




La tercera es la mejor para nuestro gusto. El toro viene en la panza y en su viaje traza un semicírculo porque el diestro no lo echa hacia afuera. Al pobre, las vértebras tienen que crujirle. Fíjense cómo en el final de la secuencia quiere seguir el engaño buscando en la cadera del maestro:





La cuarta no vale porque el toro se va recto hacia afuera sin seguir la tela. La quinta vuelve a ser de categoría. Noten que el animal conserva el brío:



Pero se hace bueno aquello de que en una verónica debe entrar tempestad y salir calma. Da la impresión de que el toro no comprende nada. Lo están burlando y no entiende cómo. Vuelve a retorcer el espinazo dado que el maestro remata bien cada uno de los lances. Ese retorcimiento del animal hace que se quebrante muchísimo, por eso siempre hemos criticado desde aquí la vileza de pegar tres medias verónicas consecutivas a un toro. Esa maldad representa un puyazo extra:



Acaba con una media seca, vertical, sin retorcerse, que no resulta nada barroca:





Ha salido hasta la raya sin echar la pierna atrás y el toro se ha ido quebrantando al seguir el percal en semicírculos y no en línea ya que Aguado no le ha abierto la puerta. Conste en acta que las medias barrocas no nos molestan en absoluto. Recuerden lo que decíamos aquí sobre ese hermoso lance. 

No nos resistimos a adjuntar tres medias barrocas pero todas excelentes. La primera es de Borja Jiménez a un toro de Victorino, la segunda de Chacón a uno del Conde de la Maza y la tercera, de Antoñete a otro del Conde de la Corte:





Esperen, que no nos vamos sin darnos el gustazo de informarles de que Morante de la Puebla nos da la razón. Seguro que ustedes están cansados de nuestra insistencia al censurar las verónicas de paso atrás, ¿verdad? Lo explicábamos en esta otra entrada aunque todavía hay amigos del blog que cuando coincidimos en algún festejo nos piden que se lo volvamos a explicar.

Todos los toreros saben de qué va eso, así como del alivio que supone echar esa pierna interior hacia atrás en lugar de sacar la otra hacia afuera para enseñar la femoral al toro y ganarle terreno. Echando la pierna atrás no se gana terreno sino que se lancea en línea. Si se gana es porque se dan pasitos hacia afuera cuando el toro se está dando la vuelta, no cuando debería ser, que es toreando. Recuerden esta entrada donde en la plaza de Ronda Aguado no echaba la pierna atrás pero Morante sí.

Pues el citado Morante, que conoce absolutamente todos los intríngulis del arte de torear, sabe perfectamente en qué consiste ese alivio. Se lo confiesa en un vídeo a unos no sabemos si amigos o alumnos a quienes dice:

'Lo importante es que cuando se va a echar el vuelo del capote uno ya se quede colocado. Hay veces en que hacemos, yo incluso... cuando uno no se fía tanto (...) damos un paso hacia atrás y eso no está bien hecho'

Y da este lance de salón en el vídeo por el teórico pitón izquierdo ¡donde echa claramente la pierna derecha hacia atrás para que los alumnos se den cuenta del alivio! 



Efectivamente, cuando un torero no se fía tanto esconde la pierna porque echarla p'alante implica una dosis de valor y riesgo que uno no está siempre dispuesto a asumir. Y mucho menos cuando te van a aplaudir igual, ¿verdad, maestro?

¿Cuántas veces Morante habrá visto y oído cómo el tendido se volvía loco con unas verónicas suyas que estaban siendo de paso atrás? 

Nos alegramos de que haya quedado constancia de que él ve lo mismo que nosotros. El problema es que cuando por aquí lo censuramos siempre salta algún feligrés a decir que le tenemos manía. De eso nada, señoras y señores. Cuando ha pegado verónicas como Dios manda hemos sido los primeros en alabarlo, recuerden aquéllas de Huelva aquí.

A continuación tienen el vídeo donde lo explica. Ha sido nuestro mejor regalo de Navidad:




Y abajo el de las verónicas de Aguado, las mejores del año, insistimos. Sirvan para desearles una feliz Navidad desde nuestro modesto blog:



Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



viernes, 12 de diciembre de 2025

CAMBIEMOS UNA SOLA COSA DE LA FIESTA

Íbamos a titular 'de los toros' o 'de la tauromaquia' pero se podría malinterpretar. Nos referimos a que dispusiésemos de una varita mágica para cambiar una sola cosa en la fiesta de toros tal como está en este siglo XXI, una sola. ¿Qué responderían ustedes?



Seguro que se les pasa por la imaginación decenas de posibilidades, señal de que la situación no es muy boyante. La pregunta se la hicieron a bote pronto y de improviso al flamante presidente de la Asociación El Toro de Madrid, Carlos Rodríguez-Villa. Era un coloquio con bastante público y en décimas de segundo tenía que responder.

Su respuesta fue que cambiaría la integridad. Dio una explicación con la que estuvimos muy de acuerdo hablando de que la fiesta daría un cambio radical si mejorase esa circunstancia. El problema es que la integridad así, en general, queda en un concepto un poco etéreo. No es que esté vacío de contenido sino que esa integridad depende a su vez de bastantes factores, que son los que justamente habría que cambiar. Pero la pregunta lo obligaba a circunscribirse a uno solo...



¿Qué hubiésemos respondido nosotros si nos obligan a optar por una sola cosa a cambiar? Lo tenemos clarísimo pero antes pensemos en los diferentes implicados en esa integridad de la que hablaba el presidente de la Asociación.

Señoras y señores, ¿quién debe garantizar la integridad del espectáculo? Nunca lo harán los taurinos, cuya principal pretensión es ordeñar la vaca aunque esté ya tísica. Los profesionales buscarán siempre su comodidad. Los ganaderos, colocar sus productos, como dicen ellos humillando al toro de lidia que crían. Los empresarios no moverán un dedo mientras les salgan los números organizando festejos adulterados. Los aficionados bastante hacen con pasar por taquilla y si protestan, pueden llegar a ser recriminados o insultados incluso por otros aficionados. Sucedió en la despedida de Morante, sin ir más lejos.



Por último, no confíen en los críticos paniaguados. Ellos tragan carros y carretas porque comen en el mismo pesebre que los taurinos. Están conchabados para dar gato por liebre al aficionado y ensalzar corridas afeitadas o festivales de casquería que avergonzarían a cualquiera. Bueno, a cualquiera que tuviera vergüenza. La consigna es vender triunfalismo barato por encima de todo.



Solamente nos queda un clavo ardiendo al que agarrarnos para defender la integridad: las presidencias, y dicho así nos sirve tanto para los hombres como para las mujeres que suben al palco. La presidencia es a día de hoy la única que puede garantizar la integridad en la fiesta de toros. El presidente debería ser quien defendiera al aficionado y quien aguantase la presión tanto de empresas avariciosas como de taurinos golfantes, público orejil y críticos lacayunos. ¿Qué debería hacer?

En primer lugar, no autorizar la lidia de reses impresentables como muchas que hemos visto este año y que ilustran esta entrada. Todas las fotos son de la presente temporada. ¿Se han fijado en esos pitones? Poca integridad se aprecia, ¿no creen?



Ponerse serio en este punto implicaría suspensiones de festejos pero eso no nos afecta porque de lo que estamos hablando es de salvaguardar la citada integridad y si no la hay, pues que no haya corrida.



En segundo lugar, aplicar el reglamento a rajatabla en cuanto a proponer sanciones a los profesionales que humillan al toro en el ruedo. Habría que hacer una previa actualización de la cuantía de las multas porque están obsoletas. Asimismo deberían llamar severamente la atención a otros que también se pasan de listos en cada festejo, empezando por los monosabios y continuando por los mulilleros.

En tercer lugar, respetar inexcusablemente los criterios para la concesión de segundas orejas. Está claro que habría que aguantar el chaparrón del público indocto y también de los críticos serviles. Conste que éstos últimos no son indoctos sino algo peor: vendidos.



En cuarto lugar, enviar a analizar cuernos al laboratorio. Da igual que luego la cosa termine en agua de borrajas por la dichosa cadena de custodia, tal como explicábamos en esta entrada. Por lo menos que se obligue a los afectados a buscarse un abogado y reclamar. Y que así salga la noticia con las fotos de los toros lidiados para que todo el mundo vea que el rey está desnudo.

¿Saben cuántos toros se han mandado a analizar esta temporada? Cuatro, salvo que alguien de Canillas nos rectifique. Fueron tres lidiados en Valladolid y uno en Guadalajara. Por cierto, enviados por sendos presidentes de ANPTE. ¡Ocho cuernos en toda la temporada! Esto es de risa o de vergüenza.



En 2018 se analizaron los cuernos de siete toros y en 2025, cuatro. Ya ven que vamos a menos, lo cual sirve para que los taurinos se llenen la boca diciendo que eso demuestra que el afeitado es prácticamente inexistente en la actualidad. Hay que ser desahogado, ¿no les parece?

Hace cuarenta años la cosa era diferente. En 1982 se analizaron ciento once toros y resultaron positivos todos estos:




¿Qué hacer ante tanta impunidad hoy en día? Pues mandar a analizar sin compasión a pesar de que los recursos prosperen siempre. Es posible que a base de resoluciones quizá legalmente ajustadas a derecho pero contrarias a evidencias como lo que se puede ver en estas imágenes, alguien cogiera el toro precisamente por los cuernos. Insistimos en que las fotos son todas de esta temporada y algunas, de plazas de primera. Hemos seccionado la cabeza de los maestros para evitar susceptibilidades.

Ah, y para que no se nos acuse de hacer crítica destructiva, recuerden que en esta otra entrada planteábamos algunas posibles soluciones para el problema del afeitado. Allí encontrarán los retazos de una conversación de taurinos que transcribíamos tras escucharla en la mesa de al lado en un restaurante. Hablaban de sus golferías con total descaro sabiéndose plenamente impunes.



Por último, y volviendo a los presidentes, en plazas de primera siempre hemos propuesto la comparecencia de los equipos presidenciales antes y después de las ferias importantes. Antes, para establecer públicamente ante la prensa y la afición los criterios unificados que seguirán todos los que subirán al palco. Después, para someterse al escrutinio de cualquiera que pida explicaciones por las actuaciones desarrolladas durante la feria.

¿Qué les parece? ¿No creen como nosotros que la clave para preservar esa integridad que tanto echamos en falta está en manos de las presidencias?



Es igual, no caerá esa breva. En España nadie quiere ejercer la autoridad ya que te acarreará problemas y los toros no son una excepción. Además, a muchos presidentes el que los vean en el palco les gusta más que a un tonto un lápiz y nunca querrán aparecer como problemáticos para no perder la mamandurria. 

¿Cómo preservar entonces la integridad si quienes tendrían que ser sus garantes permiten la lidia de reses vergonzosas, se saltan el reglamento regalando casquería de manera sonrojante y ni proponen sanciones ni mandan cuernos a analizar? Difícil...



Ya ven que estamos de acuerdo con el presidente de la Asociación en que habría que velar por la integridad. De hecho, pulsando aquí pueden leer la carta que ha enviado valorando la actuación de los presidentes venteños y con cuyo contenido estamos de acuerdo. 

El problema es que cuando en esta entrada hemos intentado poner hilo en la aguja para buscar quién debería garantizar esa integridad, nos pasa lo mismo que a él: chocamos contra la triste y tozuda realidad.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.



sábado, 6 de diciembre de 2025

RUIZ MIGUEL EN PAMPLONA

Tenemos la obligación de recomendarles que vean este vídeo con la comparecencia de Cañaílla en el Club Taurino de Pamplona. Pasarán un rato entretenidísimo y cuando termine se quedarán con ganas de más a pesar de los problemillas de sonido, ya verán.

Su presencia era a cuenta de este libro de Txarli Lerga:



Con la excusa del mismo, 'El Espontáneo', como empezó a anunciarse de novillero, va desgranando historias de su vida torera que harán las delicias de todos ustedes.

Empieza contando sus inicios, cuando precisamente se tiró de espontáneo a los catorce años en un festival. Fue a un novillo que era de Paquirri: 'salté directamente desde la primera fila de barrera al ruedo, volando por el callejón'.   

Luego lo cogerá Paco Ortega, que fue como un padre para él. Se emociona cuando recuerda que murió de un cáncer de páncreas el día que él toreaba por la tarde en Madrid. No quería hacer el paseíllo pero Rafael Ortega, que le acababa de dar la noticia por teléfono, le dijo que p'alante. Brindó al cielo la muerte de un toro del Marqués de Domecq que le pegaría una cornada muy fea. 'Es la cornada que he llevado con más orgullo en toda mi vida', dice con la voz entrecortada mientras se le saltan las lágrimas.



Habla del as de espadas, que fue siempre su maestro, y dice que 'cuando un día lo vi en bañador, uf... tenía todo el cuerpo cosido a cornadas y yo me preguntaba: pero ¿los toros hacen todo eso?'

Estaba montada su alternativa con Camino y Puerta pero se suspendió por la lluvia. 'No he llorado tanto en mi vida, ni cuando murió mi padre'. Posteriormente se la daría José Fuentes en Barcelona con diecinueve años (recuerden que al fino torero que fue Fuentes le dedicábamos esta entrada). Aquel día Márquez cortó un rabo y actuó también un novillero pequeño de estatura pero muy grande de corazón que fue cogido dos veces. Ahí lo tienen, se llamaba Dámaso González y lo mencionábamos aquí:



Volviendo a Pamplona contó lo del día en que se decidió por el apoderamiento de Pepe Luis Segura, 'El Medalla'. `Como no había móviles me avisaron para que bajase por la noche a la centralita ya que tendría una llamada. Bajé y era Manolo Molés, que me dijo que estaba con él Manolo Chopera porque me quería apoderar... imagínate, Chopera... Justo en ese momento me llaman de la otra cabina, la número 1, y le digo a mi cuñado que coja un momento el teléfono donde se iba a poner Chopera. Me llamaba Miguelito 'El Potra', que me dice que estaba ahí Pepe Luis y que me quería apoderar. No me lo pensé y acepté. Cuando volví a coger el otro teléfono tuve que decirle a Chopera que me acababa de comprometer con Segura. Me dijo: 'has hecho muy bien, Segura es tu hombre'. 

La foto siguiente es de una estocada a uno de Sepúlveda en Madrid:


FOTO: Botán

La anécdota es curiosa pero lo que más nos llama la atención es ver a un crítico taurino como Molés taurineando de esa manera.

Vicente Zabala le negó siempre el pan y la sal. 'A él lo que le iba eran los toreros de dinastía. Yo, que había sido albañil y repartidor de leche, no le gustaba, siempre me puso mal. Un día me invitó a comer en Málaga y vi que era una persona vacía, un hombre frío, no sé... Pero me vengué cuando lo humillé en el Wellington delante de Ordóñez, los Bienvenida y Rafael Ortega...'

No les contamos lo que hizo, ya lo escucharán. Tiene un recuerdo para el célebre toraco Estopeño de Miura: 659 kilos y por lo menos metro y medio en la cruz. 'Cuando vi una foto suya en el campo le dije a mi mujer: 'este hijop... seguro que me toca a mí...' Y me tocó pero fue muy noble. El problema es que era tan alto que yo no le veía el morrillo para matarlo...' Fue el catorce de julio de 1985, ahí lo tienen en dos fotos célebres:




De este instante que acaban de ver escribió esto Barquerito (quien por cierto ha ayudado a Lerga en la redacción del libro):



Esta foto de EFE para Toros 16 que guardábamos en nuestro archivo quizá no la hayan visto:



Y las de abajo del encierro de ese día, que hizo Mena para el Diario de Navarra, tampoco. Es de la época en que nosotros comprábamos cada día en Tarragona ese periódico para seguir la Feria del Toro. Aún los guardamos en casa:




Esto contó Vidal, quien criticó a la presidente María Soledad Elizari por otorgar la vuelta al ruedo al toro. El propio diestro mostró al final su disconformidad con ese azul (los asesores fueron Isidro Marín y Javier Lorente):

'El entusiasmo de toda la tarde por la presentación del ganado fue pálido para la que se armó cuando apareció el quinto, miurazo de miurazos, colorao, un pedazo pecho como la proa de un barco, papada inmensa que le bamboleaba entre los brazuelos, cornamentas disparatadas, anchas, vueltas y astifinas. El angelito pesaba la friolera de 659 kilos, y cuando Ruiz Miguel, que lo saludó, muy valiente y sereno, las buenas tardes le dio y todo, puso a aquel miurazo desmedido frente al picador, hasta en la peñas se hizo el silencio, los bocados de ajoarriero quedaron en suspenso por donde anduvieran en los conductos digestivos. Se temía que, del arreón, el caballo saldría catapultado a la andanada. ¿Y qué ocurrió? Pues lo contrario: el que se cayó fue el toro'.

Cada uno de los miuras acudió tres veces al caballo, no como ahora. Por cierto, el año anterior tuvo lugar una de las mejores miuradas no solamente de Pamplona sino de todos los tiempos. Seguro que algún amigo lector de Navarra la recuerda. Se llevó el premio a la mejor corrida. La mataron el propio Ruiz Miguel (oreja y vuelta), José Antonio Campuzano (saludos y dos orejas) y Mendes (saludos y oreja). El Carriquiri fue para aquel Palomero de Bohórquez que dejó escapar Emilio Muñoz.

Precisamente el maestro gaditano recuerda una tarde pamplonesa en que estaba anunciado con Antonio José Galán, quien lo convenció el día antes para correr el encierro. 'Yo no quería pero al final nos levantamos y fuimos. Cuando estábamos allí yo pensaba que íbamos a ir a la Estafeta pero Galán me dijo: 'no, hombre, no... nosotros comenzaremos a correr cuando suene el cohete y haremos sólo la parte final entrando en la plaza...' Así fue pero empezamos a escuchar gritos de '¡mariquitas, mariquitas!' y yo dije a Galán: 'Antonio, que eso va por nosotros, que nos han conocido...'


FOTO: Botán 

Compara su generación con los toreros de hogaño: 'en nuestra generación nos mordíamos, nos pegábamos bocaos... ahora se dan besos y se tocan el culito antes de la corrida...'

Se pone muy serio cuando le preguntan por el toro actual: 'es mucho más noble y obediente que antes, se para cuando tú le dices que se pare... Los de antes eran más violentos, no tenían ritmo ni clase, eran más salvajes que ahora... Los ganaderos han criado un toro que aburre al espectador; es que muchas veces pienso en los que han pagado una entrada y veo que aquello es un calvario... Se marchan aburridos de lo que han visto, se van vacíos, desilusionados... Antes en el tendido se pasaba más miedo que ahora, eso es una realidad; antes salías de torear con el vestido partido y lleno de sangre... hoy torean con la gomina y vuelven al hotel con la misma gomina...'

La peor alimaña de Victorino que mató fue un Pocapena en Madrid: 'yo no he visto un toro más fiero y con más mala leche que aquél... si me coge, hoy no estaría aquí hablando. Le corté una oreja, pero en cada muletazo que le pegué veía la muerte. Tengo su cabeza en casa. Yo creo que hasta el taxidermista cuando lo disecó se asustó, te lo juro...' Fue en esta corrida:



Este fue el balance del festejo. Ese quinto que Vidal reputa como bravísimo se llamó Veloso:

Toros de Victorino Martín, desiguales de presencia, que en general dieron buen juego; bravísimo el quinto, muy manso el tercero. Ruiz Miguel, único espada. Estoconazo (petición y vuelta). Estoconazo (oreja). Dos pinchazos, otro hondo, rueda de peones y descabello (aplausos y saludos). Estocada ladeada (oreja). Pinchazo y bajonazo en la suerte de recibir (petición y vuelta con protestas). Pinchazo y estocada atravesada (aplausos). Salió a hombros por la puerta grande.



Recordó también un castaño de Miura en Dax, que había estado con las vacas y en el que el mayoral confiaba mucho: 'se quitaba el palo del picador y luego hubo que cambiar el segundo tercio sin ponerle una sola banderilla, ni siquiera pudo Juan Luis (El Formidable, recuerden nuestro homenaje aquí). Manolo, el mayoral, no sabía dónde meterse después de la corrida'.



No nos despediremos sin anotar cómo toca los costados a los críticos paniaguados cuando dice: 'la crítica de entonces sí que era crítica. Si yo nazco ahora... con el toro de hoy y los críticos de hoy... que hoy no hay críticos, ¡que son amigos...!'

Durante el entretenido coloquio alguno de los presentes alabó la buena memoria del maestro pero cuidado porque a veces le falla. Lo avisábamos aquí cuando repite a menudo que toreó cinco tardes seguidas en Bilbao. Pulsen porque les sorprenderá comprobar que no fue así y que es otro torero quien ostenta ese récord (y no es Gallito).

También le falló la memoria al bueno de Paco durante una retransmisión televisiva cuando dijo que había cortado un rabo a un toro de Veragua en Tarragona, a veinte metros de donde escribimos esto. No: cortó sólo una oreja. Fue en un mano a mano con José Nelo en el debut como ganadero de Tomás Prieto de la Cal tras la muerte de su padre (sepan que Pepín Jiménez se cayó del cartel cuando vio los toros en los corrales). Lo contábamos aquí.

Parece mentira que este Ruiz Miguel de Pamplona sea el mismo que comenta las corridas en Canal Sur, ¿verdad? ¿Cuál es el Cañaílla auténtico, ese patético de las retransmisiones televisivas o el genuino de coloquios como éste? No nos cabe ninguna duda sobre la respuesta pero es que lo suyo en televisión... Bueno, dejémoslo aquí para que no nos venga mal sabor de boca ya que tras ver el vídeo quedarán encantados, igual que nosotros. Es el recuerdo que queremos tener del gran Ruiz Miguel.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.