A principio de temporada había llamado la atención la generosidad del público madrileño concediendo orejas sin cuento en las primeras novilladas. No sabemos si es que vienen autobuses de familiares o es que el sentimentalismo de esta plaza se vuelca últimamente con los chavales. Pero la verdad es que es más fácil para ellos cortar orejas en Las Ventas que en Villaseca o Calasparra.
Sólo faltaban dos cosas para tener la fiesta completa ayer: que la novillada de Fuente Ymbro colaborase con el triunfalismo y que el palco demostrase bastante poco criterio. Llamó la atención que la presentación del ganado no fue la habitual en las novilladas venteñas sino que bajó considerablemente. Constatamos simplemente el hecho aunque añadiremos que nosotros no tenemos queja.
Como decimos, el presidente Oliver demostró ser un veleta, negando la oreja a Martínez en su segundo y, siguiendo ese criterio tan exigente, regalando una a Diosleguarde y por lo menos dos a Alarcón.
DIOSLEGUARDE. Su primero era negro, chorreado en morcillo y corniapretado. Como siempre, agradecemos la colaboración del maestro Moore:
El primer tercio no existió. Después se clavaron tres pares en teoría para alegrar al novillete tras un quebranto en varas insistimos en que inexistente.
El animal iba y venía con sosería y blandura, ideal para torear de salón. O mejor, destorear, que es lo que hizo el salmantino, jaleado por su cuadrilla, eso sí.
Nos despertamos para la estocada porque este novillero mata muy bien. Se equivoca en la suerte contraria pero deja una estocada pasada hasta la tela que ha sido la mejor que hemos visto hasta ahora en el serial.
No discutiremos la oreja precisamente por esa estocada, que fue aire fresco comparada con los mandobles barriobajeros que hemos sufrido por parte de los grandes maestros en las corridas anteriores. Esta estocada fue lo mejor de la tarde sin duda.
Su segundo era un castaño ojinegro:
Empujó de bravo en el primero recibiendo una paliza cruel, con los monosabios pegando al caballo desde el callejón para que aguantase el envite. Lo colocó mal en el segundo demostrando que la suerte de varas le da igual:
Las banderillas cayeron de cualquier manera. Diosleguarde empezó con un farol de rodillas y el toro lo desarmó y casi lo arrolla pero volvió a insistir en la raya y esta vez la jugada le salió mejor:
El de Gallardo era un novillo comercial con el problemilla de hacer hilo algunas veces y al que fue pegando pases de forma bastante insulsa.
De nuevo estábamos deseando que acabase de una vez para verlo entrar a matar. El novillo le pidió la muerte pero se fue a pasear y luego tuvo problemas para cuadrar. Al final dejó una estocada muy tendida que hacía guardia como ven abajo, más descabello:
JORGE MARTÍNEZ. Su primero era un castaño bocidorado, astillano y aleonado:
No paró de enganchar el capote de Martínez desde que salió. Hizo una muy correcta pelea en varas pero recibió un puyazo bajo que era doloroso de ver.
Brindó a Abellán y el novillo salió codicioso y repetidor, de los que se te pueden subir a las barbas. Parecía que Martínez no le otorgaba la importancia que tenía, de modo que el toro lo arrolló a la primera de cambio:
Continuó pero con la muleta retrasada y muy despegada. El toro lo estaba viendo permanentemente, o sea que lo desarmó al poco y si no volvió a cogerlo fue porque Dios no quiso. Nos dio la impresión de que quizá esté mal acostumbrado a la ternera y este novillo lo superó:
Estocada a un tiempo alargando el brazo, baja y con derrame:
Su segundo era un negro salpicado y un poco cariavacado:
Martínez le dio unas verónicas muy aseadas y sin echar la pierna atrás:
Mal estilo en el caballo y quite de Alarcón también por verónicas, lo cual es algo noticioso porque ha habido tardes en que no hemos visto ni una:
El novillo repetía de forma pegajosa y esta vez sí que vimos al diestro sin dejarse sorprender. Pasó apuros al natural porque es un novillero claramente de derechas. Fíjense en que no presentaba bien la muleta y el toro lo veía más a él que al engaño:
El novillo le pidió la muerte pero él se fue a pasear y a beber agua. A la vuelta de su excursión escuchó un aviso por haberse puesto pesado antes pero enterró el estoque arriba con el brazo elástico, tapando la cara y sin puntilla:
El presidente aguantó la festiva petición sorprendiendo con una dureza que antes no había tenido con los otros dos actuantes. La cara del murciano-almeriense era de muy pocos amigos, con toda la razón.
ÁLVARO ALARCÓN. Su primero era negro mate, meleno, de mazorca gruesa pero cornicorto:
A Alarcón se le ve suelto con el capote pero las dos únicas verónicas que dio en toda la tarde fueron las del quite ya comentado. Cumple en varas el de Gallardo y da un susto a Diosleguarde en una brionesa:
Empezó el torrijeño con una tobalina en el platillo, homenaje a Cristóbal Cuenca, Tóbalo Vargas, y se puso a torear con la izquierda acto seguido. El tal Volante mugía y enseñaba la lengua pero era de gran nobleza y no tonto del todo.
Alarcón destoreó apartándose del viaje del toro. ¿Cómo vamos a criticarlo por hacer lo mismo que nuestras queridas figuras cuando citan con la cadera? Vean. Toreando así maestros en la mente de todos han acumulado varias puertas grandes en Madrid:
Le sobraba ese rictus permanente de enfado, no sabemos por qué. Lo exhibió toda la tarde:
Estocada en el lomo perdiendo la muleta, tapando la cara y quedándose con los gavilanes en la mano porque se rompió el estoque. Orejica de los chinos y ovación excesiva al novillo.
El último era un castaño oscuro, bocidorado, cornialto y astigordo:
Por fin vimos un novillo largo en el caballo. Fue en el segundo puyazo después de que en el primero empujara de bravo aunque con Antoñito Muñoz tapándole la salida. Lástima no ver una tercera vara pero eso es pedir la luna. Y eso que dicen que estamos en la primera plaza del mundo, parece mentira. El novillo se pegó esta voltereta a la salida:
Empezó con el celeste imperio y una trinchera que mató al toro. Luego retorció la figura con esos aspavientos suyos demostrando ese enfado que no sabemos de dónde le viene.
No hubo ni un atisbo de naturalidad en un trasteo que nos pareció un poco vulgar y más al compararlo con la bondadosa condición del de Fuente Ymbro. Ahí tienen las posturas:
Entera desprendida alargando el brazo y sin puntilla, que sirvió para poner en un brete al presidente. ¿Qué iba a hacer ahora después de haber negado el premio a Martínez un cuarto de hora antes?
Pues esta vez no quiso escuchar broncas y su anterior dureza se trocó en mantequilla de Soria, menuda personalidad. Sacó los dos pañuelos con rapidez más el azul por su cuenta. Ya saben que nuestra teoría es negar cualquier azul con sólo dos entradas al caballo y más en Madrid.
La euforia desatada se vio cuando saltaron decenas de personas al ruedo para pelearse por llevar en hombros a Alarcón. Los televisivos alababan la actitud del público de Madrid: 'ojalá estuviese así siempre, sin tanta exigencia ni tantos pititos... hoy ha estado de categoría'.
Lo que parece que va de capa caída es la categoría de la plaza. Pero, ¡qué diablos! A los toros hay que ir a divertirse. ¿Qué es eso de estar pendiente de si se cita con la cadera o se pega el telonazo? ¡Fuera los aguafiestas! Si ya lo dice Perera:
‘Aquí hace falta triunfalismo y sobra el purista, porque para purista y para recortes ya están los de Podemos. La gente quiere divertirse y qué mejor imagen que los toreros en hombros‘
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Buenas Rafa .
ResponderEliminarEl otro día viendo una tertulia el torero Vicente Soler comentaba que se había pasado a la plata. Al preguntarle si algo le había hecho mal en su carrera no dudó en decir que lo peor que le había pasado fue cortar una oreja en Madrid porque le sirvió para firmar contratos y se relajó pensando que lo tenía todo hecho ya . Viéndolo de esta manera tal vez el pobre novillero al que se le negó los trofeos tenga algún consuelo .
Saludos
Hombre, no creo que conozca ni la existencia del blog pero si cae por casualidad será un consuelo para él aunque triste.
EliminarVisto de otro modo menos consolador, si los novilleros que están yendo este año a Madrid cortan orejas sin bajar del autobús, todavía se hace más preocupante para él haberse ido de vacío aunque tuviese buena culpa de ello el veleta del palco.
Saludos
Hola, Rafa,
ResponderEliminarEs verdad que, en otras ocasiones, el público no se hubiera mostrado tan benevolente con los novilleros. En mi caso no me molestaron en demasía las orejas cortadas. Vi en los tres toreros cosas interesantes y esperanzadoras.
En el caso de Diosleguarde me gustó la forma de encajarse al torear. Es verdad que le afea girar demasiado entre muletazo y muletazo. Pero también es verdad que asienta los pies, sin torear de puntillas y tirando de cintura, de riñones. No es fácil hoy en día ver eso.
Martínez tiene un concepto más que aceptable, verde también se le ve, algo normal. No hay que desechar que en el quinto, al final, le pegó una tanda con la izquierda muy lograda, colocándose bien y por el pitón que no lo había visto claro al ser el más complicado. Yo le hubiera pedido la oreja.
Y de Alarcón te diré que también me gustó. Que podrían haber sido dos mejor que tres orejas, pues a lo mejor. Pero que en el sexto hubo momentos de buen toreo y con una buena colocación también es verdad.
Creo que en esta ocasión, has estado un "poco tramposillo" con las capturas. Entiendo con reflejan el concepto que los tres mostraron en Las Ventas. Y por último, con la espada ya firmaba que todas las tardes se vieran estocadas así, tanto de ejecución como de colocación.
Un saludo y gracias por tu seguimiento de la isidrada.
Gracias a usted por seguir lo que aquí ponemos aunque da la impresión de que la Isidrada me está dejando atorado porque no vi tantas bondades como usted en los tres novilleros. Excepto la primera estocada de Diosleguarde que me pareció extraordinaria como he anotado.
EliminarNo sé si por ahí compartirán todas esas bondades de que habla usted pero si es así, no cabe duda de que el problema lo tengo yo.
Saludos