¡Faenón!, ¡cumbre!, ¡obra de arte!, ¡Juan Ortega libera su alma!, ¡gloriosa tarde!, ¡auténtico viaje emocional!, ¡goce para los sentidos!, ¡inolvidable!, ¡alimento espiritual!, ¡orgasmo pleno!, ¡hizo rugir al tendido con su recibo por verónicas a su segundo!... ¡Alto! Por ahí no pasamos. Discrepamos al cien por cien con tan fastidiosas lisonjas pero especialmente con la última.
Por supuesto que el público tiene todo su derecho a rugir viendo torear como guste pero esas verónicas de Ortega fueron todas de paso atrás. Como alguna vez nos han preguntado qué es eso, estamos ante la ocasión de que lo aprecien aquéllos que no lo tengan claro a pesar de que intentábamos explicarlo aquí. Va también por los que se dejaron llevar por el rugido valdemorillense del tendido.
FOTO: Luis Sánchez Olmedo |
Vayan a este vídeo y fíjense en la pierna de dentro. Debería ser ésa la que estuviera fija mientras se adelanta la de salida. Ortega lo hace al revés, asienta la de salida y cuando llega el toro retrasa la del interior para componer la figura:
Está atentando contra la hondura del lance practicando un alivio con objeto de arriesgar menos... y estamos seguros de que él es consciente de ello aunque no lo reconocerá en público.
Precisamente por eso lo censuramos. Tanto él como Vargas saben que tiene técnica y categoría para veroniquear de lujo y aquí nos ofrece bisutería. Y todavía tiene más delito cuando el de Cuvillo embiste de salida como si le hubieran pegado en el chiquero cuatro puyazos recargando. Si se fijan en las rayas, el diestro gana terreno al toro pero eso no lo disculpa porque lo puedes ganar a la vez que te limitas a componer la figura. Hay que ganarlo con la pierna de salida y no dando un pasito después de haber hecho la postura para salir bien en la foto.
Respecto a la faena de muleta, pulsen aquí para ver que da gusto cómo corre la mano al final de la misma a la vez que da lástima la actitud del toro. Si en el recibo capotero venía bien picado del campo, a estas alturas es ya una auténtica alma en pena.
El propio maestro decía que al toro le faltó querer un poquito más. Ya ven que el bueno de Juan podría haber cursado la carrera diplomática además de la de ingeniería. En cambio, está claro que la diplomacia no es lo nuestro. No obstante, el diestro es más honrado que los críticos paniaguados, para los que había clase, profundidad, son y ritmo en el pobre animal. Por contra, el maestro reconoce que delante no había un toro sino una ternera de Sayago.
Del resto del trasteo decir que hemos visto torear a Ortega mucho mejor que aquí (pulsen a partir del 53" y se darán cuenta de la perspicacia del maestro al empezar con ayudados por alto ya que si baja la mano envía al cuvillo al otro barrio). A nosotros esa somnolencia del toro en su desangelado vagabundeo yendo y viniendo se nos contagia irremisiblemente. Por eso decíamos al principio que tanto ditirambo nos sobra.
A los que hayan descubierto al diestro hace poco y nos empiecen a apuntar con la recortada decirles que en ningún sitio como en nuestro modesto blog se defendió tanto y se habló más de Juan cuando lo conocían cuatro, apostábamos por él tres y nadie lo contrataba (entre esos tres apunten ustedes a los Sorando, a la familia Lancha y a quien esto firma). Por aquel entonces, cuando no toreaba, lo vimos una vez en Los Monasterios arreglando la valla de un cercado. Agachado a pleno sol, con las tenazas y el alambre de espino, parecía un inmigrante recién llegado de la Europa del Este. Recuerden por ejemplo lo que decíamos de él aquí hace seis años o aquí hace cuatro y hagan el favor de no encañonarnos.
Los morantistas saldrán a decir que su ídolo no pega verónicas de paso atrás. Bueno, no las pega... cuando quiere porque a la hora de aliviarse se alivia como el que más, con el capote, con la muleta y con la espada. Conste que si torea bien somos los primeros en alabarlo, recuerden aquí aquellas verónicas suyas en Huelva.
Y con Juan Ortega nos sucede lo mismo. Si lo hace bien aplaudimos los primeros, como por ejemplo cuando veroniqueó como Dios manda en Sevilla, pulsen aquí:
FOTO: Alejandro Ruesga |
Pero en Valdemorillo, no. Y además abre la puerta al toro sin terminar de rematar bien esos lances aunque nos queríamos centrar en las piernas porque, lo decía Corrochano, pocas cosas hay tan interesantes en una corrida de toros como fijarse en las piernas de los toreros. En Valdemorillo Ortega echó la pierna atrás en las verónicas y eso no nos gustó un pelo. Suponemos que a su mentor Pepe Luis Vargas tampoco. Le cedemos la palabra:
'El aficionado actual ha cambiado para mal: aplauden las ventajas de torear sin cruzarse, echando la pierna atrás y escondiéndose del toro, ese toro docilón, que no molesta, con el que todos hacen la misma faena. No hay verdad ni emoción...'
En las imágenes se ven tres de las cosas que denuncia: pierna atrás, torillo docilón y ausencia de emoción.
Dado que estamos convencidos de que Ortega sabe, hay que exigirle que nos dé jamón de pata negra y más con un enemigo de mazapán como el que tenía en Valdemorillo. Si nos sirve jamón de York echando la pierna atrás, nos va a tener siempre enfrente.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Eres un amargado, quédate con tus basuras minoritarias que no embisten ni en 100 años
ResponderEliminarCuanto respeto y tolerancia desprenden sus palabras..., sr anonimo, seguramente usted seguirá disfrutando de los desechos mayoritarios.. y el resto de minoría seguiremos leyendo este bloque donde, se exponen opiniones , de las cuales algunas tambien diferimos, pero nos deleitan con su buen uso de la argumentación y objetividad.
EliminarYo me encuentro muy contento -feliz-de estar en la “amargura” que se logra gracias al desentrañar por medio de la razón la técnica del toreo.
EliminarMe pilla el comentario de la amargura leyendo sobre Aristóteles( Lecciones de Aristóteles , John Sellars) y a su pregunta de cómo debemos vivir , su respuesta es sencilla: debemos usar nuestra razón, nuestra capacidad distintiva para intentar comprender lo que nos rodea.
Nuestro modo de desvelar la verdad sobre lo que existe no pasa, por nuestros sentidos, sino por la razón.
Sobre el modo de llevar una vida buena , Aristóteles dice que la función distintivamente humana es “la actividad del alma conforme a la razón “.
Un buen ser humano es, pues, aquel que piensa y actúa de forma racional. Cuando hacemos esto, estamos funcionando como deberíamos, en tanto que animales racionales, y “ felicidad” o “ bienestar” es el nombre de ese adecuado funcionamiento.
Sobre encastres minoritarios y si embisten o no, ya hemos hablado mucho en este blog.
Es cuestión de que el señor ”anónimo “ lo lea.
Un saludo.
Buenas Rafa .
ResponderEliminarAl final todos hacen lo mismo , mientras están tiesos y sin contratos tratan de guardar su concepto pero en el momento que tienen por delante una temporada con un montón de contratos ya firmados empiezan a dejar este para las plazas importantes únicamente ( a veces ni eso ) , saludos
No creo que Ortega sea de ésos pero siendo uno que sabe hacer las cosas bien, da rabia que se tire a lo fácil. Pero si se lo aplauden y alaban con expresiones tan exageradas como las que transcribo al comienzo, pues nos dirá que lo nuestro son zarandajas.
EliminarSaludos
Objetividad !! Comparto lo dicho por Rafa yo tambien desde el 2019 soy un admirador de la toreria de Juan Ortega pero cuando se equivoca de lidia como ocurrió en Valdemorillo hace 4 años o como esos pasitos este año hay que reconocerlo . Objetividad por favor señores comentaristas!!
ResponderEliminarUn saludo desde Ceret
MG
Aquella otra vez en Valdemorillo estuvo apático no sabemos por qué y nos consta que le llegó nuestra crónica. A Ortega, como a los buenos alumnos, hay que exigirle siempre el máximo.
EliminarSalud
Ésta fue la crónica:
Eliminarhttps://toreoenredhondo.blogspot.com/2020/02/feria-de-valdemorillo-2019-1-ortega.html?m=1
Lo dices y enlazas por el texto: Morante, Urdiales, Ortega... saben torear y, además, como pocos, pero topamos con la Iglesia cuando antes que sus nombres leemos los de esas amplias ganaderías comerciales que ¡ojo! siempre creeré que también tienen de esos toros que nos gustan por aquí.
ResponderEliminarEjemplo de Urdiales, creo que fue precisamente en Valdemorillo donde comentamos sus verónicas de paso atrás; por contra, en Azpeitia estuvo más natural que el intento de toreo rocareyista de Luque esa misma tarde.
Estamos en lo de siempre: ¿cuántas veces hemos visto toros de esas ganaderías que según usted nos gustan por aquí dar buen juego en el caballo? Es que no llegamos a verlas en el primer tercio y lo malo es que a sus propietarios les da igual. Yo he defendido cómo meten los riñones muchas veces toros de Domecq pero desafortunadamente es en un solo puyazo... a veces picotazo.
EliminarSaludos
Perdonen buenos aficionados ¿era aquí donde se apoyaba a Rubén Sanz? Es que recuerdo que había un blog donde leí que apoyaban a este torero pero no recuerdo si era este. Lo digo porque ha sido anunciado en la Copa Chenel 2024
ResponderEliminarSalió mencionado una vez por haber toreado en Tafalla. Creo que eso fue todo. Saludos.
ResponderEliminarMe alegro por él, torero de clase. Ahora que habláis de la copa chenel me gustaría saber tu opinión Rafa sobre esta copa y que cambios harías tú en formato, desarrollo, ganaderías, toreros ...
EliminarEsperemos a que comente alguna corrida. De momento yo exigiría y me conformaría con que los toros saliesen en puntas. No creo que sea mucho pedir. Ah, y que usen las puyas de Sales-Fernández y se preocupen por el primer tercio.
EliminarSaludos
Buenas Rafa! Hoy en día vivimos una época en la que el medio toro, si llega y el ventajismo es el pan de cada día. Y el torero que no se da ventajas se acaba acomodando en el ventajismo una vez que no le faltan los contratos.
ResponderEliminarAl margen de ello, estoy interesado en comprar algún libro taurino para disfrutar en los ratos libres. ¿Que libros recomiendas?
Aquí encontrará algunos:
Eliminarhttps://toreoenredhondo.blogspot.com/2023/02/las-verdades-del-toreo-de-verdad-25.html?m=1
Saludos