CERET, 2013. Domingo: PALHA Y ESCOLAR
1.
PALHA. Muy entretenida corrida, la más barata de
las tres (24.000 euros). Se ve que la ADAC, de viaje por Portugal, no tenía
intención de traerla pero Folque los metió en la finca y es difícil resistirse
al portugués, capaz de venderle un bikini a la mujer de un esquimal.
Muy desiguales de presentación, todos duros para morir y mostrando un
tranco excelente. A ver si en la extraña mezcla que tiene en su finca tendrá
también metido ahí puro Murube.
Iván García, que torea poco, estuvo con ganas de agradar en el primero,
poniéndolo largo. Los Palha estaban como locos por irse al caballo y dio gusto
verlos galopar. En su segundo, pasado claramente de kilos y nacido en agosto de
2007 –sumen ustedes- se encontró con un toro bravo que hizo una pelea correcta
en el caballo arrancándose de lejos y que tuvo casta en la muleta porque lo
cuidó en el primer tercio (a estas alturas ya se habían dado cuenta los
coletudos de que no era necesario masacrarlos en el caballo como hicieron con
los tres primeros). El toro le superó y el presidente del Bocho va y por su
cuenta le dio una vuelta al ruedo al toro. Luego iba diciendo que por
comparación a los otros se la merecía. Menudo argumento, si realmente dijo esta memez, queda descalificado hasta
para presidir en una portátil. García fue pitado, menudo papelón.
El primer toro de Escribano, rebarbo y calzado, era de dos orejas pero el
‘maestro’ mando al picador que lo asesinara. Así de claro lo vimos y así lo
decimos. Luego el toro en la muleta duró menos de lo debido y encima pedía
distancia. Escribano lo ahogó. Un desastre.
En su segundo, hizo un buen tercio
de banderillas con un par del violín con gran exposición. Estuvo desangelado,
parecía que no le gustase torear por la mañana.
El primero de Aguilar derribó pero con mal estilo de manso.
El de
Miraflores tiene esa forma de torear forzando la postura, gritando al toro…
Podría curarse viendo vídeos de Pepe Luis Vázquez padre (incluso hijo) y de
Rafael Ortega, así entendería que en el toreo la naturalidad es un mérito. Pero
es torero que goza de predicamento en el sur de Francia y tras pinchazo y
estocada le dieron una oreja.
En el sexto, el de más trapío, no pudo hacer nada porque el toro manseó y
se paró. Le recetó una media lagartijera auténtica que hizo rodar al toro –no
como la de Robleño por la tarde que, al ser trasera, no hizo daño al toro a
pesar de los aspavientos del torero y, por tanto, no fue lagartijera sino
trasera-.
2. ESCOLAR. Desiguales de presencia, con poca cara,
alguno terciado en exceso –los pesos que publicaron parecían calculados a ojo-.
Toda la tarde se picó trasero de forma desesperante. Corrida muy toreable que
cumplió a secas en el caballo.
Robleño no quiso ni ver a su primero, desconfiado y dubitativo. Muy mal.
En su segundo se despertó. Ahora no dudó. El toro era buenísimo por el pitón
izquierdo pero como todos vienen con la faena del hotel empezó con la derecha
hasta que después de un rato, con la izquierda le sacó unos naturales de
mérito, el mejor toreo que se ha visto en la Feria. Media trasera como dijimos
antes, descabello y oreja con gestos previos del torero más propios de un
futbolista tras un gol que de un hombre serio.
Fernando Cruz, un alma en pena, a la deriva toda la tarde, medroso y sin
sitio, una pena. Pero no dio pena en su primero con un feísimo gesto. Resulta
que Iturralde, tras picar trasero le quitó la puya al toro y la apoyó en el
suelo. Desde nuestra localidad vimos claramente cómo Cruz le gritó ‘¡dale!’. Iturralde
volvió a ponerse la pica en ristre y castigó al de Escolar aguantando la bronca
del respetable. Y entonces, Cruz, empezó a bracear diciéndole que levantase el
palo. ¿A quién querías engañar, Fernandito? Penoso y vergonzoso. Su segundo
cortaba con un cuchillo por el pitón derecho y Cruz, otro que viene con la
faena del hotel, se echó la muleta a la derecha y, lógicamente, al segundo viaje
el toro lo enganchó y en la arena lo tuvo a su merced. Le perdonó la vida, tal
como lo decimos. Esa mala suerte que ha tenido Cruz con cornadas de caballo
aquí fue todo lo contrario. Siguió con la derecha y cada dos pases era un ay
permanente. Al final le dieron palmas por el momento de apuro. Paupérrimo
balance, va por mal camino.
Rubén Pinar no le dudó al tercero y, bien aconsejado desde el callejón
hizo lo que hay que hacer a lo de santacoloma: no dudar, la muleta en la cara
siempre y que el toro vea quién manda. Si lo haces así, que no es fácil, esos
toros se entregan (le enseñó el camino a Robleño para su segundo). Fue
aplaudido pero su sexto fue devuelto por dos de San Román, un primero devuelto
y un segundo que fue manso y parado, nada que hacer.
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