martes, 23 de julio de 2013

Dalì, toros y Cataluña

Dalì en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona
Cerca de Ceret,  donde hemos vivido un fin de semana de toros  de verdad, en una plaza decorada con señeras,  y al son de la sardana,  pasamos a Cataluña del Sur, donde una decision politica ha establecido que los toros son algo malo, barbaro, español, ajeno al "seny" de los autoctonos y a la cultura catalana. Mas el negacionismo taurino oficial no puede borrar el hecho que los festejos taurinos forman parte de una hasta hace poco ininterrumpida tradicion catalana, y que el mas famoso artista moderno de esta tierra, que hoy se proclama ajena a las corridas de toros, Salvador Dalì i Domenech, ha asumido y celebrado el rito taurino en su vida y en su obra artistica.

Intentamos aqui un somero recorrido ideal, en busca de las huellas taurinas de Salvador Dalì.

Cruzamos la frontera de La Jonquera: la iglesia de Santa Maria, parroquial del pueblo fronterizo plagado de centros comerciales y de "clubs", (en esto Cataluña se parece un monton al resto de España) en su portal lleva una decoracion con dos toritos, que se han salvado, hasta ahora, de la inevitable purga. No quiero dar ideas, pero lo propio seria cambiarlos por dos burros, que por su trapio ya lo parecen.


Unos veinte kilometros despues, llegamos a Figueras, cuyo principal atractivo es el  Teatro Museo Dalì. En su patio los visitadores pueden admirar una obra del pintor cuyo titulo es "Torero alucinogeno".


En el museo hay otras obras de Dalì dedicadas a la tauromaquia, tema que tocò varias veces a lo largo de su extensa carrera artistica.


Como nos relata el blog  Tercio de Pinceles:

"En 1954 Dalí creó una falla cuyo argumento se centra en una corrida de toros: la plaza es una paellera y el matador ocupa el centro hundiéndose en arroz, siendo ovacionado desde los tendidos por brazos. Por otra parte, el toro, lejos de ser arrastrado por el clásico tiro de mulillas, es izado por un dragón-autogiro. Preside la escena una enorme cabeza mitad Dalí, mitad Picasso. Y en el exterior del recinto se distinguen cuerpos sin cabeza que por lo visto aluden la figura de San Sebastián. Esta personalísima recreación no gustó ni a la prensa ni al público por lo que el fuego se la llevó por delante."



En la siguiente lamina de 1968, Dalì retrata un torero entrando a matar.



De Figueras a Cadaques hay otros veinte kilometros, y la casa de Port Lligat donde veraneaba Dalì està salpicada de detalles y recuerdos taurinos.  Estas son algunas fotos que decoran los armarios del vestibulo a lado del dormitorio.




Salvador Dalì no solo pintaba toros y toreros, tambien era amigos de algunos de ellos, como Luis Miguel Dominguin. Gustaba de ir a la plaza, sobre todo en Barcelona, y en Figueras, su ciudad natal, donde en 1961 se celebrò un festejo extraordinario en su honor. Las fotos de arriba se refieren a este acontecimiento, cuyo cartel cuelga en otra habitacion de la casa.


Se trata de la famosa "Corrida Daliniana", que tuvo lugar el 12 de Agosto de 1961 en la ahora derribada Plaza de Toros de Figueras, y cuya cronica se puede leer en las paginas de la hemeroteca del ABC pulsando aqui.

Existe tambien un reportaje cinematografico del festejo, recogido en el NO-DO, que se puede ver en los archivos digitales de RTVE  aqui, a partir del minuto 2:54.




Esta arriba es la obra con tema taurino que en el documental del NO-DO se ve "pintar" con una pistola disparando una bala de tinta.




El genial y polifacetico artista, catalan (sin por eso dejar de ser español, y universal ) eso decia de la tauromaquia:  

«En una corrida podría morirme de una sobredosis de susto y de gusto».


Le gustaba retratarse con la barretina, la misma que llevan con orgullo los areneros de la Plaza de Toros de Ceret.

Tauro.

1 comentario:

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