martes, 22 de febrero de 2022

BERNADÓ: 'YO SERÍA UN FENÓMENO EN PORTUGAL'

Bernadó no era de desear la mujer del prójimo ni de codiciar los bienes ajenos. Él era del no matarás, cosa que repetía a menudo cuando se le recordaba su merecida fama de pinchaúvas: es que yo soy del quinto mandamiento. Ahora se entiende el titular, ¿verdad?

Como les escribimos a veinte metros de la plaza de Tarragona, arrimaremos el ascua a nuestra sardina para informarles de que la primera vez que se puso ante una vaca fue en Amposta, a unos pocos kilómetros de donde vivimos nosotros. Puede que aquello aconteciese cuando se hizo esta foto:



Allí siguen manteniendo una gran afición al bou capllaçat, el toro ensogado. Para este año han comprado este pavo de Adolfo:



Este cartel en nuestra plaza lo recordaba siempre con cariño el maestro fallecido:



Ha muerto uno de los pocos toreros que deja para la historia de la tauromaquia el nombre de una suerte. No obstante, y como ocurre con la gaonera o la manoletina, tampoco el bueno de Joaquín fue realmente el inventor de la bernadina. No tenía ningún empacho en reconocer que la había copiado de Miguel Ortas. Lamentablemente, incluso en televisión siguen haciendo poco honor al maestro calificándola equivocadamente como bernardina.



Sobre nuestro protagonista disponen ustedes de este apasionado libro:



Si no quieren salir de nuestro modesto blog para homenajear al maestro, recuerden que figuraba en nuestra serie sobre el toreo de verdad, serie que pueden rastrear en la etiqueta de la derecha verdades del toreo.

Pulsen aquí, donde nos hacíamos eco de su despedida de la plaza de Madrid repitiendo las palabras que estuvieron en boca de todos aquel día: dignidad, torería, pulcritud y elegancia.



Tenía seis años cuando vio su primera corrida. Fue aquella de doce toros donde Antonio Bienvenida sufrió una formidable cornada en el abdomen con el cartuchito del pescado. Se la pegó Buenacara, de Ignacio Sánchez, antes Trespalacios.

Aquel niño de Santa Coloma no podía ni sospechar que ese mismo torero a quien llevaban en volandas a la enfermería le daría la alternativa con veinte años. Aquí lo tienen con diecisiete junto a su padre Manolo:



Les contaremos que también coincidieron ambos maestros mucho después en un tentadero en La Ruiza y cuando Joaquín vio las vacas que había en los corrales de la placita, se acordó de un compromiso ineludible que tenía y tuvo que marcharse, dejando a Bienvenida solo ante el peligro. Como ya no está, no nos puede desmentir pero es la verdad.

En aquella entrada donde Bernadó decía las verdades del barquero, mostraba su gran amargura por lo que veía en los despachos:

'Hoy torear bien ya no importa porque los empresarios hacen y deshacen más que nunca en la historia del toreo. Las cosas han cambiado mucho en los años que llevo metido en esto. Antes, cuando estabas bien, tenías premio; ahora, da lo mismo estar bien que mal'



Hombre, ya que estamos les diremos que discutíamos amigablemente con unos amigos muy buenos aficionados sobre la encerrona de Emilio de Justo. Nuestra teoría es que el extremeño sólo tiene que perder con ella. Tanto si sale a hombros como si la cosa no es un éxito, ¿ustedes creen que cambiará significativamente su nivel de contrataciones o su consideración ante la afición orejil, que es la que da dinero a los empresarios? Bernadó decía eso en los años ochenta y la vida sigue igual. 

En aquella entrada sobre el noi de la riereta nos hacíamos eco de sus críticas a Chopera cuando sólo lo llamó para la corrida del cincuentenario. Resulta que había toros diferentes que se lidiaban por su antigüedad y necesitaba un torero antiguo que encabezara el cartel para matar un toro de Aleas que nadie quería ver ni en pintura.

Los Lozano amenazaron una vez con quitar a Teruel si se acartelaba Bernadó. Aunque en España cuando se muere alguien nadie se acuerda de cosas negativas, estamos convencidos de que desde el cielo el maestro nos agradecerá que recordemos algunas de las injusticias que se cometieron con él en los despachos.  Siempre repetía que no se podía hablar claro dentro del mundo del toro porque el que hable sabe que no va a volver a torear.



Ya ven ustedes qué poco han cambiado las cosas en este mundo de golfos que es el de los taurinos. Es que eso lo decía el maestro en 1983. Cuarenta años después, la golfería continúa igual o peor. Ya verán lo que ocurrió en Madrid cuando El Cordobés se cayó de un cartel en 1980 y la empresa quiso deshacer la corrida. Bernadó se opuso alegando con toda la razón que él tenía firmado un contrato. Hasta Victorino padre lo presionó para que se quitara de en medio. Pulsen aquí.



Unos meses antes se había anunciado en Castellón con Benítez y con Palomo, imagínense, dos toreros en los antípodas del catalán. Pues les pasó la mano por la cara porque se dedicó a torear. Joaquín Vidal tituló diciendo que 'Bernadó se impone a la demagogia cordobesista' y escribía esto:



Hablaba bien de Balañá, que era amigo de su padre y le regalaba entradas para la Monumental. También de Pepe Teruel, que fue el último apoderado que tuvo. Miren qué cartel de novilleros en Palma de Mallorca. Se repetiría más adelante con los dos primeros como toreros de alternativa. Ellos tenían diecinueve años y el sobrino de Gitanillo, veinte:



Para calibrar su honradez diremos que no hacía ascos a ningún encaste. Ejemplo de ello es esta imagen donde está pasando de muleta a un toro de Luciano Cobaleda, los que sembraban el terror. Observen la muleta plana, sin arrastrarla, dando el pecho y sin retorcerse como nuestras queridas figuras:


FOTO: Botán

Recuerden esta entrada donde hablábamos de aquella temida ganadería probablemente la que más miedo ha dado a los toreros, más que la de Miura, no lo duden.

Por cierto, el 3 de septiembre de 1972 mató seis toros de Miura en Barcelona cortando dos orejas:



Sus dos toreros favoritos eran Pepín Martín Vázquez y Chamaco. Decía que solo de una zapatilla de este último se podía sacar seis toreros artistas. No nos resistimos a volver a poner esta foto de Chamaco rematando un pase de una manera que desconoce totalmente el trío de la bencina: Perera, Juli y Manzanares. ¿Cuándo fue la última vez que remataron un pase de esta manera?



Aquí tienen a Bernadó entrenando en el Bernabéu, a pesar de que él sostenía que el mejor ejercicio para el torero era el frontón:



Fue apoderado de varios toreros y profesor en la Escuela Taurina de Madrid. A ver si encuentran ustedes a alguien que haya pasado por ella y que hable mal de él (aparte de Morante, cuando asegura con desahogo e insolencia que todos esos maestros de las escuelas taurinas son unos fracasados).

Un experto en tauromaquia como K-Hito, de quien hablábamos aquí, ponía en duda que Quimet hubiera nacido en Santa Coloma de Gramenet porque su sabor a toreo caro era tal que decía que 
había que pedir su partida de nacimiento a la parroquia de Santa Ana en Sevilla. Quimet es el diminutivo de Joaquim, en la lengua de Pla.

Para que nadie dude de que su origen era catalán les contaremos una anécdota. Le hicieron un homenaje en Barcelona casi un centenar de aficionados, que lo invitaron a cenar con él. El maestro aceptó encantado y cuando estaban en la mesa, antes de empezar el ágape, se levantó para decir que estaba tan a gusto rodeado por tantos amigos que todas las bebidas incluidos los licores corrían de su parte.

Recibió una ovación de gala como no podía ser menos y la velada transcurrió de manera inolvidable tanto para el maestro como para los aficionados.

Al final se montaron los corrillos cuando todos estaban de pie para irse marchando y la sorpresa fue que el dueño del local reclamó a los últimos en salir que las bebidas estaban pendientes de pago.

Se miraron unos a otros y no se molestaron en buscar a Bernadó porque hacía rato que se había despedido. Como ven, esta vez no pinchó en hueso y la faena que dejó a los que le habían invitado fue de dos orejas y rabo. El crítico K-Hito no conoció esta historia, por eso se murió sin poder confirmar si era catalán o trianero...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.








domingo, 20 de febrero de 2022

XII JORNADAS SOBRE GANADO DE LIDIA Y TAUROMAQUIA EN PAMPLONA

Nos vinimos a Pamplona para asistir a las Jornadas que organizan los señores Purroy y Mendizábal en la Universidad Pública de Navarra. Inasequibles al desaliento, van veinticuatro años al pie del cañón. Decimos lo del desaliento porque quedan lejos los tiempos en que el Diario de Navarra dedicaba dos páginas cada día al evento. Hoy, la cosa se reduce a un artículo y 'una fotico'. Puede que sea una señal de los tristes años que nos toca vivir en lo que a la tauromaquia se refiere.

Echamos en falta entre el público a personas vinculadas con el sector por lo menos de la provincia de Navarra. Si no acuden a algo como esto que se celebra en la puerta de tu casa, ya nos dirán. También falló a última hora la presencia de Hermoso de Mendoza, cuya ausencia repentina sentó mal a alguno de los presentes y suponemos que también a los organizadores.

Miguel Reta y Javier Tarín exhibieron esta curiosa pancarta reivindicativa. Entre la caligrafía kaleborrokeña y las máscaras anti virus, parecía que iban a entrar de un momento a otro los antidisturbios a disolver la manifestación:



Sólo estuvimos el sábado porque el viernes teníamos que trabajar. 

Empezó la mañana con una Mesa titulada 'A los jóvenes les gusta la Tauromaquia'. Ya ven que el título era de un optimismo casi diríamos que ciego. Hombre, habría que distinguir entre los festejos de calle, que gozan de buena salud, y los de la plaza, que están en la UCI mientras todos los del mundillo no intentan curar al enfermo sino sacarle la herencia antes de que se muera.

Javier Munárriz, joven organizador de novilladas, lo dijo claramente: 'tenemos que abrir los ojos porque los toros están tocados de muerte'. Su teoría es que a los jóvenes no les interesa lo que pasa en el ruedo. Hubo tiempos de vacas gordas en los ochenta y noventa donde había dinero para todos. Ahora que llegaron los de las flacas, se pide a los jóvenes que vayan a las corridas.



Su idea es que son claves las novilladas en los pueblos para que atraigan a esos jóvenes. Pero se choca contra los costes de los festejos, que no permiten la comparación con los toros en las calles. Él montó la novillada de Reta con cuatro reses en Corella. Con un aforo de 800 personas y pensando en un lleno, no podía bajar de 35 euros la entrada para cubrir gastos.

Observen este desglose que nos presentó de lo que cuesta organizar una novillada picada:



Planteado el problema, expuso su solución, que pasa inexcusablemente por la reducción de cuadrillas: tres picadores y cuatro banderilleros por festejo. Basta. Cambiar los márgenes de Seguridad Social e IRPF es imposible dado que los políticos nunca estarán por la labor. La reducción de actuantes sería hambre para hoy pero pan para mañana ya que aumentarían las novilladas y a la postre habría más trabajo para los toreros.

Desde Zumaya vino el veterinario Asier Alvite para informarnos de que la legislación vasca permite los encierros con becerros para menores de dieciséis años. Que sepamos, eso pasa también en La Rioja pero no en Navarra, donde se quiere conseguir pero de nuevo estás en las manos, o en las garras, de los políticos. Él tiene claro que el toro es clave y si el espectáculo en la plaza es repetitivo y monótono, no hay forma de hacerlo atractivo. Recuerden esta entrada en la misma línea.

De Murcia acudió Eliana Abellán para explicar cómo en su ciudad consiguió que el abono joven que era de 50 chavales pasase a 300 en cinco años. Puso el dedo en la llaga con algo que pensamos también nosotros: en la corrida hay que saber de qué va la cosa y, o alguien te la explica y te preocupas de leer e informarte, o sin ese poso, es imposible que germine una afición. En las calles, en cambio, no hace falta este requisito.

Jon San José es el autor de un interesantísimo trabajo de fin de grado sobre toda la labor que hizo Reta en su casa para pasar del festejo popular a la lidia en la plaza. Para él, la responsabilidad de la poca afluencia de jóvenes es de los empresarios, que no se preocupan de promocionar su espectáculo. Sumemos a eso la censura que sufren los toros en los medios de comunicación especialmente televisivos, la mínima inversión en redes sociales y lo que apuntó Gorka Azpilicueta, esto es, el reducido interés de los que viven del toro por todo esto. Ya saben que nuestra teoría es que los del mundillo se dedican a ordeñar la poca leche que queda en las ubres de la moribunda vaca y el que venga detrás, que arree. 

Como conclusión sobre los jóvenes, si una encuesta nos diera la media de edad del público asistente, nos tememos que difícilmente bajaría de sesenta. Quizá no haya que hacer más preguntas, ¿no creen?


FOTO: Ayerra

A continuación Miguel Reta nos presentó su ONG Toros sin Fronteras. Como alma inquieta, Miguel daba vueltas en su cabeza a cómo encauzar la ayuda gratuita en forma de carne que donan los ganaderos de lidia. 

Asumido que ellos transportan gratis las reses sobrantes al matadero, hacía falta sufragar los gastos de transformar esa carne en hamburguesas ultracongeladas. Para ello necesita un euro por kilogramo y ese es el motivo de la creación de esta organización benéfica.



Subyacía la idea de que era una forma de ayudar y a la vez de visibilizar el mundo del toro. La verdad es que el bueno de Miguel es persona indomable en sus ideales porque, en estos tiempos que corren de animalismo, antitaurinismo y veganismo, sólo falta que alguien promocione un programa de carne ¡y de reses de lidia! Estamos ante un héroe digno de figurar en La Ilíada al lado de Héctor y Aquiles (aunque los dos acabaron mal...).

Apaolaza intervino para destacar las tres características de este héroe moderno: la valentía, la nobleza y la inteligencia. Recalcó que hay que luchar contra la vergüenza social que se ha impuesto para arrinconar, censurar, ignorar o directamente masacrar todo lo que provenga del mundo del toro.

Los dos toreros invitados eran esta vez Gonzalo Caballero y Pepe Moral. Las jornadas de 2020 tuvieron a Rafaelillo y Fundi, con los que comentábamos las cosas que pueden recordar aquí.



Caballero recordó su agradecimiento a los profesores que tuvo en la escuela taurina, ni más ni menos que Gregorio Sánchez y nuestro paisano Bernadó. Lo propio hizo Moral con otro grande en su escuela, Tito de san Bernardo. Recuerden aquí cómo despreciaba Morante a los maestros de las escuelas taurinas. Qué poco respeto, parece mentira.

Recordó Caballero que en la cornada del de Valdefresno en Madrid perdió tres litros de sangre antes de llegar a la enfermería y eso gracias a que instintivamente se puso el puño en la herida al ver el chorro que manaba.




Eso nos dio pie a preguntarle en el coloquio si había tenido interés en volver a ver esa cogida y la anterior de El Pilar que les comentábamos aquí. Le dijimos que las considerábamos errores suyos y nos dijo que sí las había vuelto a ver. Nos dio la razón en su error en la de El Pilar. Añadió que meses después llegó a salirle un callo en la mano derecha de tanto entrar al carretón. Respecto a la del 12 de octubre, no lo reconoció en público pero sí luego cuando lo abordamos en privado. Nuestro diálogo fue éste empezando nosotros:

- Aquel toro de Valdefresno era de suerte natural, no contraria como entraste.

- Sí, me equivoqué en la suerte contraria, me lo dijo después Escribano... es que yo soy de entrar a matar cuando lo veo claro (fíjense en que repite lo mismo que Gómez del Pilar, recuerden aquí).

- Pero es que sólo con un muletazo cambias la suerte y te puedes ahorrar un accidente...

- Sí, ya... es verdad.

- Es que te has llevado esas dos cornadas al entrar a matar ¡y en la pierna izquierda! Eso no puede ser (y asentía con la cabeza).



Recuerden aquí nuestra crónica sobre la corrida de aquella terrorífica puñalada, donde recalcábamos lo de su equivocación al ejecutar la suerte. 

Preguntamos a Moral si tenía interés en leer lo que se decía o se escribía después de sus corridas y su respuesta no dejó lugar a dudas: 'yo no leo , sólo alguna vez que algún amigo me dice que mire lo que dicen de mí en algún sitio... pero yo ya sé cuándo he estado bien o mal'.

Toto Miura nos contó que sus antepasados han sido poco locuaces. Su padre se limitaba a preguntar: '¿has visto eso, te has fijado?' Y tú tenías que ir deduciendo cosas.



Se acordó de su bisabuelo El Patillas, que a finales del XIX tenía mil vacas y lidiaba cuarenta corridas por temporada. Duplicaba festejos por todas partes y herraba los machos por ambos lados para no poner los números muy altos.

La fiesta terminó con un documental sobre su ganadería elaborado por otros dos Antonios, veterinarios ambos. Antonio Ruiz fue quien puso voz a las imágenes con un verbo encendido y apasionado que hizo las delicias de los concurrentes y puso en un brete al alcalde, quien debía intervenir acto seguido para clausurar las jornadas. La verdad es que resultó llamativo cuando en la parte final de su alegato hizo una loa a Pamplona y a San Fermín con un discurso florido de acento sevillano (es el de la izquierda en la foto).



El alcalde anunció unas fiestas normales para este año, con encierros, encierrillos y corridas. No confirmó el rumor que circula de que igual hay más festejos de los habituales pero eso lo sabremos dentro de poco.

Tuvimos ocasión de saludar a bastantes amigos. El presidente del Club Taurino de Tafalla nos enseñó este cartel de su feria de 1995. Miren el sobresaliente:



Nos acercamos a saludar a Miguel Reta. No hablábamos con él desde la víspera de la corrida de Céret. Nos contó las reses que ha tenido que matar y las previsiones para este año. Una corrida de toros está disponible y es posible que la veamos en España. Pero dejémoslo aquí. De momento no vamos a hablar más de la cuenta a ver si seremos gafes.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.




miércoles, 16 de febrero de 2022

FRANCO Y LA CASTA NAVARRA

Como la casta navarra está de moda, la uniremos en esta entrada a otro personaje de moda, el dictador Franco, a quien se suele sacar de paseo cada dos por tres de manera latosa, y eso que hace casi cincuenta años que está tres metros bajo tierra.



¿Sabía Franco de qué iba la casta navarra? Cuando el marroquí Mizzian visitó a Stalin, estaba temeroso de que el otro dictador le sacase al gallego, como así fue. Mizzian, amigo de Franco de cuando era teniente coronel en el ejército sublevado, no pudo disimular su azoramiento porque no sabía qué decir ante el bigotudo georgiano.

El propio Josif le echó un capote cuando le dijo: 'puede hablarme de Franco con total libertad...él y yo somos los únicos que sabemos a dónde vamos'

Quizá lo que Franco sabía de la casta navarra se lo habría contado alguno de los requetés a quienes admiraba. El que fuera líder de la Comunión Tradicionalista, José Luis Zamanillo, lo visitó varias veces en El Pardo y relata esto:

'Pude comprobar lo que había oído contar; la guardia interior de sus habitaciones particulares, sus alabarderos de día y de noche, eran exclusivamente requetés navarros'



El caso es que el general parece que estaba perfectamente familiarizado con el boticario de don Nazario y con aquellos toricos bravos y royos que picaban como avispas.

Lo cuenta Torcuato Luca de Tena, el nieto del fundador de ABC. Ya saben que su abuelo había fichado a Corrochano y su padre, Juan Ignacio, fue quien encargó años después a Cañabate la crítica taurina del periódico monárquico.

Torcuato mantuvo dos entrevistas con Su Excelencia. En la primera, a principios de los años cincuenta, no pudo meter baza porque fue el Caudillo quien estuvo hablando todo el rato, cosa rara. En la segunda, veinte años después, sucedió al revés. Luca de Tena no sabía ya qué decir porque llevaba más de media hora hablando él solo sin que Franco dijese ni pío, ¡nada! 'Era como una estatua, es que no me decía absolutamente nada'.


La última corrida que vería Franco, Beneficencia de 1975.

Pero de pronto se puso en pie y preguntó a Torcuato cómo estaba su padre. Le respondió que bien pero que iba a embarcarse en unos días con el embajador de los Estados Unidos para hacer una excursión marítima por el Mediterráneo en un barco que no reunía condiciones mínimas de seguridad. Y de pronto Franco lo interrumpió:

'Las olas del Mediterráneo son como los toros navarros'

Y se echó a reír ante la atónita mirada del director de ABC. Franco continuó con su teoría marítimo-taurina:

'Las olas largas del Cantábrico asustan por su grandeza pero son mucho menos peligrosas que las olas revueltas y traviesas del Mediterráneo aunque sean más pequeñas. Las del Cantábrico son como los toros andaluces o salmantinos, que permiten el lucimiento del torero dando grandes pases porque el toro no se revuelve. Las del Mediterráneo son las peligrosas porque son como el toro que se revuelve, como esos toros pequeños de casta navarra'

Y volvió a reírse aunque faltaba el estrambote:

'A mí los enemigos grandes como las olas del Cantábrico y los toros andaluces no me dan miedo, se les ve venir... me preocupa mucho más el enemigo pequeño, como las olas mediterráneas y el toro navarro, porque se retuercen cuando uno menos se lo espera... no se les ve venir...'



¿Qué me dicen? ¿Conocía de qué iba la cosa o no? 

En su círculo íntimo comentaban que no le gustaba ir a las plazas de toros porque tenía la impresión de que los toreros tendían a arriesgar más dada su presencia. Ya les contamos aquí la anécdota de la arena negra de Bilbao con Manolete.

¿Sabía Franco de toros? ¿Sería hoy un aficionado orejil o se apuntaría a lo de Guadalix? Lo único que nos consta es que le molestaba sobremanera que se criticase la fiesta porque la consideraba como genuinamente española. 

Acerca de si Picasso entendía de tauromaquia, tenemos preparada otra entrada. Respecto al Caudillo, seguiremos leyendo, a ver...

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.





domingo, 13 de febrero de 2022

BAÑUELOS NOS HIZO LA CARIOCA

¡Menudo castigo! Se presentó el presidente de la Unión en la Asociación El Toro de Madrid para pegarnos un monopuyazo trasero y recargando. Soltó un plúmbeo discurso de casi una hora que en vídeo nos hace compadecer a los presentes. Afortunadamente, en casa puedes dar al cursor y convertir en ceniza toda su verborrea. Pero a los presentes Bañuelos les tapó la salida y los barrenó a placer. No había forma de huir a chiqueros.



Demostró vivir en la Arcadia feliz. Todo el mundo es bueno en la tauromaquia actual. Se torea mejor que nunca, los toros se caen por ser bajitos, tener mucho cuello y entregarse humillando, los indultos son una bendición y las fundas, mano de santo. 

Fíjense si estaba encantado de haberse conocido, que tras esa hora de castigo inmerecido, se dirigió al presidente para decirle: 'me han indicado antes de empezar que sea distraído y creo que lo estoy consiguiendo, ¿verdad?' Ay, Bañuelos... Incluso administró  el somnífero de un vídeo donde se veía a Ponce destoreando con avaricia. Por cierto, todas las fotos que verán en la entrada son toros de su ganadería excepto la de El Vellosino.



Afortunadamente, tras la paliza que pegó los amigos de El Toro se vinieron arriba y empezaron a calamochear para quitarse el palo. La tarea resultó casi imposible porque el ganadero burgalés le dio a la carioca sin piedad. 

Por ejemplo, negó la manipulación que suponen las fundas: 

'Al toro se lo manipula desde su nacimiento al ponerle los crotales. Está viendo personas a su lado constantemente y puede calcular las distancias. En el caso de las fundas, cuando se ponen, está sedado y no ve a nadie, es el único momento en que se lo manipula y no se entera. Quitárselas es una cosa que dura cincuenta segundos, se coge una llave de grifa, se da media vuelta y la funda sale sola'

Coincidió con Garcigrande en que le gusta ir a ver los toros al Batán pero mejor que sean los de otros ganaderos, no los suyos. Fue menos diplomático que otros invitados cuando pinchó a los del 7 en el costado para decirles: 'oigan, que no todos los aficionados son como ustedes, ¿eh? ¿A quién hay que contentar, a ustedes o a los otros?' 



Nos soliviantó cuando le preguntaron que quién defiende a la afición. Su indignante contestación fue ésta:

'Esa pregunta no tiene respuesta. Las leyes las componen la ley (sic), la costumbre y la jurisprudencia. La jurisprudencia en este caso no se usa, la normativa de la ley es escasísima y está todo basado en la costumbre y la costumbre es la que hace ley. Esa costumbre se ha logrado gracias a algo que hay en los toros y que es la división de opiniones. Es que no todo el mundo opina como los aficionados que están en esta sala. Lo que pasa es que aficionados como ustedes arrastran en sus protestas a espectadores... que son distintos de los aficionados pero hay una división de opiniones. Yo no sé quién defiende al aficionado. Se le invita, se le escucha pero yo no sé si se le hace caso porque es que no todos opinan como ustedes'

Dejemos aparte el lío que se hace con lo de la ley, la jurisprudencia y la costumbre. Se dedica a echar balones fuera con una verborrea vana y cargante para terminar concluyendo que no sabe quién debería defender al aficionado. Pues señor Bañuelos, ya que usted no lo sabe se lo diremos nosotros desde nuestro humilde blog.



Al aficionado y al espectador, A TODOS, deben defenderlos tres personas: el presidente, el crítico y el ganadero. El torero no porque intentará buscar la máxima comodidad dentro de su trabajo, como es comprensible. El empresario tampoco porque intenta llenarse el bolsillo. Ello no quita que haya diestros y empresarios con afición, faltaría más. Pero la tríada que hemos citado tendría que ser el bastión de esa defensa del aficionado, la cual implicaría la defensa de la integridad de la fiesta.

Lo del presidente como defensor del aficionado lo tenían claro algunos de los históricos como Juan Lamarca o Luis Espada, a quien dedicábamos nuestro homenaje aquí. Él nos dijo personalmente que tenía clarísima su función como defensor del aficionado, contra viento y marea y por encima de todo.

¿Qué vemos en la gran mayoría de presidentes actuales? Que tragan con lo que sea con tal de figurar en el palco. Echan a volar pañuelos blancos para que todo el mundo se vaya a casa contento. Si tienen el naranja y el azul, desean pasar a la historia enseñándolos sin ton ni son. Y, ante todo, no quieren problemas. El teórico defensor del aficionado desde el palco se convierte en una pieza más del engranaje taurino donde los golfos campan por sus respetos.

Sobre los críticos taurinos paniaguados, ¿qué vamos a decir a Bañuelos que no sepa? Compañeros suyos de la Unión subvencionan medios de comunicación que defienden no al aficionado sino sus lentejas. Y el platito de legumbres lo tienen gracias a la publicidad de toreros, de empresarios y, como decíamos, a donaciones de ganaderos. ¿A quién van a defender?



Por último, el primer interesado en la integridad del espectáculo debería ser el ganadero porque es quien cría al protagonista del mismo. Sin él no hay nada. Pues el ganadero es el primero que se siente humillado y Bañuelos, como presidente del colectivo, es quien tendría que haber roto una lanza en su defensa.

El ganadero era quien mandaba en el siglo XIX. Luego, a partir de Guerrita, serán los toreros. Y avanzado ya el XX los amos serán los empresarios con sus monopolios, donde hemos llegado a ver que en un mismo festejo acumulaban la empresa de la plaza, los toros que se lidiaban y además eran apoderados de los actuantes.

Si los diestros no pueden con los toros, el ganadero debe callar porque va a la lista negra. Si le apalabran una corrida pero luego se echan atrás, tiene que comerse los animales y agachar la cabeza. Si le pagan a la baja, se da con un canto en los dientes... ¡porque le pagan! Lo marean veedores y banderilleros y cuidado no le salgan vacas aviesas en un tentadero ante una figurita del Belén porque no vuelve más.

Señor Bañuelos, ¿por qué no cargó usted contra toda esta vergüenza? No... Se limitó a decir que no sabe quién tiene que defender al aficionado y que, como no todos los aficionados piensan igual, pues casi mejor que nadie haga nada. Todo se reduce a lo que para él es una saludable división de opiniones.



El subconsciente le traicionó cuando defendía las fundas. Vayan al 2:02'50'' de este vídeo. Dijo que:

'Cuando se le han quitado, se conserva la integridad del pitón porque en ese momento, manipularlo es un delito y, como delito, hay que decirlo y por tanto HAY QUE CONSERVAR LA MANIPULACIÓN'

Aunque lo que dice no tiene pies ni cabeza, podemos entender esta afirmación final como un lapsus linguae. No obstante, Freud diría que le ha traicionado el subconsciente porque quería decir que hay que conservar las fundas.

Pero es que sigue:

'Si no fuese por las fundas, ni un 5% de los toros llegarían a tener las puntas tan flamantes que ven ustedes... HABRÍA QUE MIRAR A CUÁNTOS TOROS SE LES SACA PUNTA'

¡Cuidado, Bañuelos, que se está delatando! ¡Que no controla su locuacidad! Resulta que no había manipulación y que el toro no estaba en el mueco más de cincuenta segundos ¡pero le dan al sacapuntas! Eso sí, no hay bolitas ni afeitado. 

Ya saben ustedes que un presidente serio y cabal envió a analizar los seis pares de cuernos del mano a mano de Juli y Ponce en Huesca con el Vellosino hace cuatro años (recuerden esta entrada). 



Nos consta que por la mañana no quiso suspender la corrida para evitar un altercado de orden público cuando estaba todo el papel vendido.

Tras el análisis hubo sanción pero el posterior recurso del ganadero consiguió que todo quedase en agua de borrajas:




Habría que haberle recordado cómo hace cuarenta años se analizaron en la temporada de 1982 doscientos veintidós cuernos y se sancionó a treinta y un ganaderos. Aquí tienen la lista, que incluíamos en esta entrada:



Bah, no valía la pena recordarle nada porque el presidente de la Unión hubiera dicho que hoy no se analiza nada dado que los presidentes no envían nada a analizar y que eso es señal de que el fraude ha desaparecido. 

También se le podría haber contado el caso de ese ganadero a quien un veedor dijo: 'no sabes lo que tengo que batallar para convencerles de que tú no vas a tocar tus toros' ¿Se dan cuenta? Señal de que no le cuesta nada convencer a todos los demás de lo contrario. O aquel otro que vendió su corrida con la amenaza de que no se tocase ni un pitón porque no lo iba a consentir. ¿Desde cuándo un ganadero tiene que avisar de eso? O de aquellos dos propietarios de ganaderías de primerísima categoría que delante de nosotros sostenían este diálogo. 

- Se llevó una cornada fuerte

- ¿A ese toro no lo habíais tocado?

- No, a ése, no

A ése no... Los cuatro a que nos referimos son compañeros de Bañuelos en la Unión. En fin, para qué seguir. Si quieren ver el vídeo, ya lo saben. Sufrirán el monopuyazo trasero de su mitin durante la primera hora y luego banderillas de fuego con sus respuestas en la segunda. Ustedes verán...

Pueden ir al minuto 2:09'00'' donde observaran cómo se pone un poco nervioso y hablando del afeitado se encara con un aficionado diciéndole que 'no intente usted confundir a nadie, que yo estoy siendo muy serio y riguroso y esa afirmación que ha hecho es confusa, no sé si voluntaria o involuntariamente'.

Pues el presidente de la Unión debería ir con cuidado no vaya a ser que lo acusen a él de ser confuso voluntaria o involuntariamente cuando dice que el toro 'tiene que tener un cuello largo para poder seguir los vuelos de la muleta y así crear plasticidad'. Esto puede dar lugar a una confusión sobre lo que debería ser un auténtico toro de combate. Incluso algún ganadero podría llegar a acusarlo de confundir por defender con esas palabras un tipo de toro con el que gracias a Dios no comulgan todos los socios de la Unión.

Al final nos quedamos con la idea de que el aficionado no tiene quién le defienda. Y es que, según Bañuelos, como en el tendido no todos piensan igual, es mejor dejar las cosas como están. ¡Viva la Pepa! 

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


miércoles, 9 de febrero de 2022

¿OTRA ENCERRONA EN MADRID?

La anuncia De Justo en Las Ventas. Tanta encerrona nos da ya bastante pereza. Lo que debería ser una inyección de ilusión se va transformando estos últimos años en un escepticismo que termina invariablemente en decepciones una detrás de otra.

Así, a vuelapluma, recordemos en Madrid las de El Cid, Talavante, Fandiño, Luque y Ferrera. De la de Morante en El Puerto, mejor ni hablar. En otro nivel, lo de Montero en Céret se saldó con otro fiasco. Luque triunfó el año pasado en Bayona y se vuelve a encerrar éste en Dax con La Quinta, que ya no es lo que era, ni siquiera en el señorío perdido por su propietario (como bien saben los amigos de Valencia que fueron a comprarle un toro hace poco).



Desde nuestro modesto blog hicimos todo lo posible por generar expectación semanas antes de la recordada del pobre Fandiño. Para caldear el ambiente, contábamos encerronas previas como las de Gregorio Sánchez o Paco Camino.

Luego pasó lo que pasó. Fandiño quiso dar un golpe en la mesa y en nuestra crónica hablábamos de que las figuras podían estar tranquilas (pulsen aquí). Normalmente, cuando un maestro de estos actuales quiere dar un golpe en la mesa, se rompe la mano. A las pruebas nos remitimos.



¿Qué necesidad tiene De Justo de encerrarse en Madrid con seis toros tras el buen sabor de boca que dejó con Farolero? Aparte del beneficio económico, ¿qué quiere conseguir? Ya ha salido por la puerta grande y su cartel no creemos que se vaya a agigantar. Tiene el beneplácito de la afición más exigente e incluso  de los críticos paniaguados que comen en la mano de las figuras lo han alabado.

También goza de nuestra consideración pero con una condición: que tenga delante el toro que le exija ponerse con verdad sin permitirle destorear. El toro encastado no tolera ni el cite con la cadera, ni la muleta retrasada, ni la pierna escondida. Ese es el animal con el cual el extremeño muestra ser un torero con mayúsculas. Frente a Norit, De Justo no pasa, en nuestra opinión, de un destoreador más al uso, tan vulgar como cualquier otro.

Lo hemos visto dar la talla frente a reses encastadas como las de Palha en Vic (aquí):



Pero cuando le ha salido la ternera, nos hunde en un sopor, un desencanto y una modorra dignas de peor causa. Recuerden aquí en el Santo Reino con La Quinta o aquí frente a buendías chochones en Estepona. Miren:




¿Qué reses se va a traer bajo el brazo a Madrid el Domingo de Ramos? Los seis que matará en Guijuelo en agosto serán de Galache, Puerto de San Lorenzo, Capea, Castillejo de Huebra, Montalvo y Garcigrande. Nuestra propuesta para Las Ventas sería: Cebada Gago, Fuente Ymbro, Peñajara, Victoriano del Río, Victorino y Escolar. A los dos de Domecq les puede cortar sendas orejas y si el de Victorino es un García y el de Escolar un Fundi, se va con cuatro por la puerta grande.

¿Lucirá los toros o nos vendrá con el cuento de que no es una concurso? ¿Tendrá variedad con el capote o nos castigará con chicuelinas y delantales? Y con la muleta ¿surgirá el interés de que veamos cómo su poderosa muñeca hace tragar con el trapo a un toro encastado? ¿O será una muñeca de mermelada que acompañará la embestida somnolienta de un choto domesticado? Damos por supuesto que nos deleitará con buenas estocadas, tirándose con fe y sin tapar la cara al toro...



En esta entrada decíamos que para que una encerrona salga bien tienen que cumplirse cuatro supuestos:

1. Lucir los toros en el primer tercio. Además, será la forma de ganarse unas ovaciones gratis.

2. Variedad con el capote pero siendo la verónica la base y De Justo sabe dar ese lance con gusto cuando quiere.

3. Variedad a su vez en las faenas de muleta olvidando la hotelera, a la que el maestro también se apunta más de lo reglamentario.

4. Seis estocadas sin aliviarse (ahí pondríamos la mano en el fuego por el diestro, ya lo decíamos antes).



No obstante, poca ilusión tenemos, salta a la vista. Si nos coge de paso, asistiremos al evento. Pero estamos tan escarmentados con los fiascos que hemos mencionado al principio que a día de hoy nos da mucha pereza pensar en preparar alguna entrada ilusionante con lo de De Justo como hicimos con el llorado Fandiño. Si quieren entretenerse ustedes, pueden dar a la moviola y pulsar aquí para recordar la de Gregorio Sánchez con Barcial o aquí la de Camino, con diferentes ganaderías y cuyos ejemplares hoy no se lidiarían ni de novillos en Las Ventas. 

Deseamos lo mejor para De Justo en Madrid por su bien y por el de la afición. Al menos confiemos en que si el Domingo de Ramos las cosas se empiezan a torcer, no baje los brazos a partir de la muerte del cuarto toro como el de Orduña o a partir del segundo como el de La Puebla en El Puerto.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

sábado, 5 de febrero de 2022

COLOQUIO CON JUAN ORTEGA: ¿TORERO O POLÍTICO?

Los seguidores de nuestro modesto blog saben de sobra que Juan Ortega es santo de nuestra devoción. Y lo es desde el principio, cuando vimos que era un diestro que tenía una insobornable decisión de torear como mandan los cánones.

Lo pasó mal y no había manera de que sacase la cabeza fuera del agua, recuerden esta entrada de hace cinco años donde nos planteábamos con desesperanza de qué les servía torear bien tanto al ingeniero como a su mentor, el poeta.

Afortunadamente la cosa cambió a mejor y a día de hoy es un torero muy bien considerado tanto en Madrid como en Sevilla.

La Asociación El Toro de la capital lo invitó a su tertulia pero el maestro nos dejó un regusto más agrio que dulce. Se duchó y no se mojó, vio los charcos pero no pisó ninguno y ni tiró la piedra ni tuvo necesidad de esconder la mano. Fue todo un ejemplo de diplomacia taurina que nos defraudó sobremanera.



Le preguntaron qué era para él el toreo y ya empezábamos mal cuando dio una definición propia de un taurino de clavel: 'para mí el toreo es expresar una necesidad interior'.

Menos mal que acto seguido indicó que había que torear con pureza y que ello consistía 'en echar la pata p'alante, dar el medio pecho y llevar al toro en la panza de la muleta, todo ello, a ser posible, haciéndolo despacio'. Acerca de lo de la pata, recuerden esta entrada con el combate pugilístico entre él y Perera.

A la pregunta de si le sirven muchos toros, nosotros tenemos claro que no. Pues héteme aquí que coincide con nuestra apreciación porque dijo que 'la pureza va reñida con la regularidad', dando a entender que si su toro no se desplaza despacio, él no puede construir ese toreo puro al que aspira.

Creemos que es mejor hacer una sola pregunta en cada intervención y después volver a tomar la palabra para la segunda. Lo decimos porque en una misma intervención le pidieron que contase una anécdota de su exitosa tarde en Linares y a la vez que explicase lo que para él era la naturalidad en el toreo.

Resultó que se entretuvo con la anécdota y se olvidó de hablarnos de esa naturalidad que hoy brilla por su ausencia en la tauromaquia. Recordemos que aquella tarde de Linares la comentábamos aquí y fue cuando toreó de salón ante este pobre animal desmochado.



Hemos alabado muchas veces sus cualidades a la verónica y cuando le preguntaron al respecto, habló de lancear bajando las manos y soltando el toro atrás 'en lugar de despedir los toros para afuera o echar las manos arriba para darles más salida... yo intento buscar lo contrario, despedirlos con las manos abajo'.

Es curioso que interprete que elevar las manos es darse ventaja. Es que se le podría haber recordado lo que comentó Morante al respecto, diciendo que no tenía mérito bajar las manos con el capote ('es como sacudir una alfombra, cuando queráis que baje las manos me lo decís'). Lo pueden recordar aquí.

No les negaremos que nos dio un poco de pena ver que cuando le preguntaron por Pepe Luis Vargas liquidó al maestro simplemente diciendo que le había hecho ver sus defectos. Poco homenaje nos parece ese para uno como Vargas que seguramente es quien le ha metido en la cabeza torear como Dios manda.



Una nueva pregunta interesante fue sobre la estocada pero aquí no dijo nada, decepción total. Fue algo parecido a lo que hizo Morante cuando le preguntaron qué era cargar la suerte o Justo Hernández cuando balbuceaba sin saber definir qué era la casta. Ortega se limitó a dudar durante bastante segundos antes de responder diciendo que la estocada era 'como comprar un décimo de lotería' (¡sic!):

'Yo cojo la espada con toda la ilusión y noto que ahora me gusta sentir la suerte, no como antes... Una tarde que pinché, Ferrera me dijo que lo que me faltaba era coger cariño a la espada'

Se nos saltaban las lágrimas escuchando esto. Ya nos dirán ustedes qué les parece la respuesta porque a nosotros se nos antoja una verborrea inane acerca de la suerte suprema.



Otra pregunta certera fue sobre el toro que le gusta y aquí lo volvimos a ver metido en las entretelas del taurinismo:

'Yo en el tendido exijo que haya verdad en el torero pero es que a veces el toro no cabe en la panza de la muleta y entonces hay que abusar del pico y echarlo para afuera. Creo que la seriedad y el trapío no están reñidos con las buenas hechuras. Eso para mí es que el toro sea bajo, tenga cuello y, sobre todo, una buena expresión en la cara, con su mirada, su cara p'alante, colocada... ése es el toro que me va a dejar hacer el toreo tal como yo lo entiendo'

Parece Emilio Muñoz o Cristina Sánchez en televisión, sólo le faltó lo de 'estrechito de sienes y agradable de cara'. Estuvo muy bien el presidente después de un rato cuando le dijo que los aficionados serios de Madrid no tragaban ni con el pico, ni con la pierna atrás, ni con el toreo en línea pero fue una pena que no le pidiese su opinión al respecto, aunque no dudamos de que hubiese pegado un par de mantazos sin meterse en berenjenales.

A Garcigrande le dio palo y zanahoria:

'Con sus toros lo paso muy mal con el capote porque es que te arrollan...me veo cogido, además desparraman la vista, parece que no ven bien pero tienen un fondo de raza y el bueno se entrega mucho y te permite torear despacio'


Con Garcigrande en El Puerto de Santa María (2021)

Volvió a estar bien otro de los aficionados cuando le habló del posible agravio comparativo que puede sentir en su interior cuando ve otros toreros a los que regalan las orejas toreando con menos pureza. Pues si cuando le preguntaron por la estocada no dijo nada, imagínense lo que iba a decir sobre este tema:

'¿A quién le voy a echar la culpa de eso? Bastante tengo con preocuparme de lo mío'

Pero se notó que en el callejón ve lo mismo que nosotros desde arriba.

Llegó una sobre si tenía pensado torear diferentes encastes y volvió a pegar una larga cordobesa no sabemos si con desparpajo o con desfachatez:

'No soy de encastes y ganaderías sino de ganaderos: el que tiene sensibilidad y un concepto del toreo y le dedica la vida a ello es el buen ganadero y el que no lo hace pues no'

Vaya explicación, que intentó aclarar citando dos ejemplos: el de Victorino padre y el de Juan Pedro Domecq y Díez pero no terminó de mojarse diciendo si estaría dispuesto a torear albaserradas.

Insistió el aficionado en que dijese el nombre de un ganadero que mereciera actualmente sus respetos y que no fuese ni de Núñez ni de Domecq. Cuando esperábamos otro mantazo, soltó el nombre de Rehuelga con Rafael Buendía. Por cierto, habló un buen rato y muy bien de un veedor que tiene sin decir el nombre y sin que nadie le preguntara quién es.

Nos sorprendió cuando dijo que estaba convencido de que el toreo interesaba a los jóvenes y que era muy optimista en ese aspecto. Por supuesto que no compartimos semejante optimismo. Es algo que tendremos ocasión de discutir en las próximas Jornadas sobre el Toro de Lidia en Pamplona, donde habrá una mesa redonda titulada, con tanto entusiasmo como ilusión, 'A los jóvenes les gusta la tauromaquia'.



Así como en otras tertulias de la Asociación nos hemos quedado con las ganas de hacer alguna pregunta al interviniente, en esta ocasión creemos que no merecía la pena ya que Ortega nos hubiera liquidado con un vulgar abaniqueo.

Aunque sólo por molestar al diestro y sacarlo de su discurso tan políticamente insulso sí que le habríamos preguntado por ejemplo esto:

- ¿No le sabe a cuerno quemado que la crítica paniaguada diga un día que usted hace el toreo puro para decir al día siguiente que también lo hacen otros colegas que esconden la pierna, citan con la cadera y se echan el toro fuera?

- ¿Por qué algunas veces sale usted al ruedo con la mandanga como por ejemplo al inaugurar la temporada en Valdemorillo hace un par de años? ¿A qué se debe esa apatía? ¿Es verdad que aquel día se ganó una buena bronca de Vargas? Recuerden aquí nuestra crónica. 

- ¿Qué pasó en los despachos para que usted tuviera cerrada durante tanto tiempo la puerta de la Maestranza cuando otros con mucho menos mérito han entrado a las primeras de cambio? ¿Hubo algo relacionado con el maestro Vargas?

- Si ha dicho que usted nota la sensación de pureza .al torear 'cuando te pasas el toro por la barriga y te lo echas atrás', ¿qué opinión le merece que el premio del público y las loas de la crítica taurina sean para los que jamás rematan los pases atrás sino que torean en línea y abren la puerta al toro? 



Pulsen aquí si, a pesar de lo dicho en esta entrada, quieren estar un par de horas escuchando vaciedades políticamente correctas. Y conste que esta vez los aficionados de la Asociación no tienen culpa porque el problema radicó en el invitado.

En definitiva, queda claro que preferimos ver al bueno de Ortega en el ruedo que con un micrófono en la mano. Aunque, puestos a escoger, a ver si lo vemos frente a un toro y no ante esas terneras que van tan despacio como a él le gusta.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.