lunes, 30 de septiembre de 2024

EL PARQUE DE ATRACCIONES DE TALAVANTE Y PONCE

En esos parques de atracciones y ferias infantiles siempre hay un tiovivo para los más pequeños. No obstante, esos tiovivos pueden convertirse en el cine en siniestros aparatos de pesadilla, recuerden El Poder de Haskin, Impacto súbito de Eastwood o Extraños en un tren de Hitchcock.

En Sevilla el tiovivo volvió a su esencia de entretenimiento infantil que hizo las delicias de un público maestrante cada vez más feliz y menos exigente ante la bisutería que le ofrecen. Hagan un alto en la lectura y vean esto:



En el vídeo lo que hace Talavante a nuestro juicio es torear hacia atrás dejando la muleta puesta en la carita del de Victoriano. Va pivotando mientras favorece el viaje del toro y se ubica en su oreja, ayuno de riesgo. La sensación de peligro ha desaparecido en ese ballet circular que, con todos los respetos, calificaremos como ridículo tiovivo.

Lo de la oreja no es de nuestra cosecha sino de la de César Rincón. Cuando se turnaba en los comentarios televisivos con Emilio Muñoz, hubo un día en que se le escapó. Un torero en Las Ventas estaba enloqueciendo a la mayoría del público con su toreo de tiovivo ante un borrego muy similar al de Talavante en Sevilla. En un momento dado, Rincón dijo, con esa media sonrisa suya que se le intuía al escucharlo: 'bueno... es que... la verdad es que está toreando en la oreja del toro, ahí no hay riesgo...'

Observen el mecanismo porque podríamos calificarlo como el pase sin fin. Miren en el primer pase a dónde apuntan las zapatillas respecto a la situación del toro. ¡Ha citado casi con el trasero!



Cuando el pobre animal se vuelve, el diestro enlaza con otro pase pero continúa en permanente fuera de cacho:



Sigue pivotando escondiendo la pierna y toreando hacia atrás:



La forma como el toro sigue empapado la muleta es un milagro de la genética. Pero cuando el maestro se lo vuelve a traer, de nuevo se ubica fuera de su trayectoria. En eso consiste lo que decimos de componer la figura aprovechando simplemente el viaje del toro, no mandando en la embestida:




Dado que al toro le cuesta respirar por humillar tanto y tan seguido, levanta la cabeza para tomar aire:



El momento lo aprovecha el maestro para terminar ese pase sin fin con una arrucina que el de Victoriano se traga con docilidad perruna, culminando este patético ultraje a la raza de lidia:



Qué empalagoso todo, ¿no les parece? Y qué toreo más falso... Torear debería ser conseguir que el toro anduviera por donde no quiere andar o, dicho de otro modo, lo que afirmaba con toda la razón el gran Amós Salvador en su Tauromaquia (recuerden aquí):

"El torero debe colocarse de forma que el toro quede interpuesto en el terreno del torero y éste en el de aquél. Así, si el toro avanza por su terreno en dirección al diestro, debería cogerlo a no ser que, para impedirlo, el maestro interponga una suerte destinada a desviarlo de su intención"

Nada de esto vemos en ese toreo de Talavante, ayuno de hondura, de riesgo, de esencia taurómaca y pleno de candonga y ratimago. Nos dirán que el público quedó encantado de la vida. Ya... ¿y? ¿Insisten ustedes en que los críticos paniaguados han echado las campanas al vuelo? Sí, claro, pero ésa es su obligación para seguir degustando el menú que les sirven en el pesebre los taurinos, donde se agachan a comer de rodillas.

En este vídeo a partir del 5'34'' podemos asistir en la misma corrida a un arrimón vulgar de Luque. A quienes hemos visto los arrimones de verdad de Manili no nos impresiona en absoluto. Ya conocen nuestra teoría sobre el arrimón, que pueden releer aquí.



Esos tiovivos que menudean hoy en día ante el norit o la ternerilla vuelven locos a los espectadores de una manera inconcebible. Por contra, a nosotros nos dejan con una mezcla de somnolencia e irritación. El de Victoriano de Talavante no es un norit genuino porque no va al ralentí. Pero no cabe duda de que es un animal fundamentalmente bobo, dado que traga con esa gran afrenta para lo que debería ser un toro de lidia, que consiste en ponerse a dar vueltas alrededor de un maestro en el parque de atracciones.

En esos parques siempre hay otra atracción que hace las delicias de los más pequeños. Se trata del domador que exhibe algún animalico al que obliga a hacer gracias. Así, encontramos al risueño chimpancé, al oso que baila, a la cabra que se sube a una silla o a los típicos caniches. Precisamente en esta foto de abajo no desentonaría el juampedro que desorejó Ponce en Las Ventas:



No exageramos, observen este vídeo de abajo a ver si llegan hasta el final (nosotros fuimos incapaces):



No vamos a repetirnos porque lo que vemos aquí es lo mismo que criticábamos en esta entrada. Todo lo que escribíamos entonces sirve para comentar esa faena de Ponce al juampedro, con la agravante de que aquello fue en Murcia y esto le valió dos orejas en la que algunos consideran primera plaza del mundo. Entresacamos una autocita de aquella entrada pidiendo disculpas por ello. Es de hace siete años pero va que ni pintada para lo visto en Madrid:

El toro sólo ve un trapo rojo y él se aparta mientras el animal 'pasa por ahí'. Ya verán que le da un pase donde el toro gira casi quinientos grados a su alrededor. Por ahí se dice que Ponce 'empuja la embestida' del toro ¿Dónde se ha visto que haya que empujar la embestida del toro? ¿El toreo no debería consistir en tratar de dominar esa embestida? El mundo al revés... Al final da unos circulares de espaldas rodilla en tierra donde se sigue confirmando la impresión de estar viendo un número de circo y no ante el dominio de un animal fiero

Que tanto Talavante como Ponce se marchasen en hombros por sendas puertas otrora grandes y hoy de servicio no tiene la menor relevancia en esa tauromaquia de la martingala y el engaño.

Bueno, al fin y al cabo en este parque de atracciones se cumple lo que decía otro de los gloriosos comentaristas televisivos del pesebre, Manuel Caballero: 

Nadie dude de que hoy estamos ante el mejor toro de la historia, es que con él se puede hacer diabluras...

Pues no, jefe, nosotros preferimos menos diabluras y más toreo hondo. Estamos convencidos de que los viejos maestros todavía vivos deben de ver con envidia, y también con cierta indignación, que ante ese toro tan facilón, el de las diabluras, los diestros actuales se dedican al tiovivo, a las posturitas, a torear hacia atrás, a esconder la pierna y, en suma, a aburrirnos con tanta comedia. Las diabluras, con los caniches.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.


jueves, 26 de septiembre de 2024

DON LUIS ESPADA VOLVIÓ A LAS VENTAS

Como el domingo pasado no organizaban ningún festejo en el cielo, don Luis Espada Simón decidió bajar a ver el de Las Ventas. Se debió de encontrar en su salsa con el baile de sobreros. Lo acontecido nos retrotrajo a aquellas tardes de principios de los noventa en que su pañuelo verde ondeaba habitualmente en el palco para desesperación de la empresa. Tiene el récord de haber devuelto cinco toros y no una sino dos veces.

Parecía que estábamos en la máquina del tiempo. Con el presidente Sanjuán se lidiaron diez toros de cinco hierros diferentes: Bañuelos, Montalvo, Carmen Valiente y Couto de Fornilhos (de la lidia de este último hablaremos al final). Con el presidente Espada la tarde del 19 de mayo de 1991 fueron también cinco: Galache, Ortigao Costa, Río Grande, Puerto de San Lorenzo y Diego Garrido.



Casi da risa ver cómo los críticos paniaguados que se han cebado criticando a Sanjuán han utilizado los mismos argumentos con los que se censuraba a Espada hace treinta años. El pesebre de los taurinos sigue ofreciendo el mismo menú a tanto estómago agradecido de los medios taurinos. 

El drama es que hoy en día el panorama de la crítica taurina es desolador y no encontraremos a nadie que hable tan claro en favor del presidente como lo hizo Joaquín Vidal aquel día:

'Cuatro toros murieron en los corrales donde los envió sin contemplaciones el comisario Luis Espada -ayer, para la afición, don Luis y para los muy aficionados, excelentísimo señor don Luis- por las graves culpas de estar inválidos. Gracias a esas decisiones del presidente, no hubo escándalo en Las Ventas. Hay otro presidente en el palco, de los que suelen hacerse los suecos, y queman la plaza'

A Ignacio Sanjuán lo tenemos por una persona seria y por un buen aficionado a los toros. Eso no quita que alguna vez lo hayamos criticado por saltarse el reglamento al no conceder una oreja pedida por mayoría en un segundo toro a un matador que tenía ya una y se iba a ir por la puerta grande. Ahí se erige en garante de la integridad y fama de esa puerta grande madrileña, cosa que no es su misión. La salida en hombros de Madrid está tan devaluada que ya nadie puede devolverle su pasada fama. Esa puerta grande, que otrora fue una dama virtuosa de alta cuna, es hoy una mujerzuela de baja cama que ofrece sus favores a cualquiera. La culpa es únicamente del veleidoso público asistente y no es obligación del palco evitar esta penosa deriva.



Hubo otro paralelismo en la máquina del tiempo con la oreja que Sanjuán no concedió a Juan de Castilla. Es que de eso don Luis sabía un rato ya que tuvo que tragar quina con las célebres orejas que negó en su día a Ponce o a Rivera Ordóñez y que le valieron agrias descalificaciones de los taurinos. 

Aprovechando la fugaz presencia del señor Espada en Madrid, le hicimos las siguientes preguntas sobre lo acontecido (lamentablemente la entrevista es virtual, ya nos gustaría que fuera real; no obstante, sus respuestas son literales, las hemos extraído de recortes de periódico sin cambiar ni una coma):

- Don Luis, ya ha visto que muchos ponen a caldo a su colega Sanjuán por haber devuelto cuatro toros, ¿eh?

- Nosotros estamos en el palco para algo tan sagrado como defender a la afición y procurar la autenticidad de la fiesta. Esta defensa es nuestro único objetivo y si salen toros cojos o inválidos, se devuelven y en paz. Es decir, nos limitamos a cumplir el reglamento porque el público tiene derecho a que se lidien seis auténticos toros.



- Por lo menos bastantes aficionados lo aplaudieron...

- Esos aplausos se agradecen pero no es buen síntoma porque significa que en el ruedo las cosas van mal. En mi caso, yo permitía cualquier opinión sobre si mis decisiones eran acertadas o no pero no consentía que se dudase de mi honradez.

- Ya ha visto que el señor Sanjuán también ha sido criticado por no conceder una oreja. En eso usted tiene una gran experiencia, ¿verdad?

- Yo subía al palco fundamentalmente como aficionado. Conceder la oreja pedida por un sector del público sin tener en cuenta la correcta ejecución de la estocada, la colaboración de las mulillas que van a cámara lenta, con bajonazos de por medio... pues le diré que para ello, y más en la primera plaza del mundo, debería requerirse una mayoría bien rigurosa y más cualificada, es decir, con más pañuelos.

- Igual que en su época, los taurinos y sus voceros paniaguados de la prensa repiten actualmente que lo que tienen ustedes los del palco es un desmesurado afán de protagonismo.

- Yo les digo que el presidente que ellos llaman 'protagonista' es el que no permite el toro desmochado, no tolera que se devalúe el festejo en sus tercios, intenta que los trofeos no se regalen como rosquillas ni que el toro inválido se lidie como íntegro. Sé que todo esto molesta a una corriente que tiene claro que la fiesta debe ir por otros caminos...

- Eso es exactamente lo que afirman los taurinos que sufrimos en el siglo XXI...

- Pues si esos nuevos caminos pasan por una fiesta devaluada, que lo sea con todas sus consecuencias, es decir, con los precios de las localidades más baratos. Pero de eso, de rebajar las entradas, nadie habla...

- Hoy de lo que hablan es de quitar a los policías del palco y poner aficionados de reconocido prestigio...

- No es cuestión de ser policía o no, es cuestión de tener afición y honestidad.

- Oiga, cada vez que un presidente saca el verde, a la empresa le cuesta dinero...

- Eso entra dentro del presupuesto.

- Usted siempre sostuvo que había una fiesta de toros y otra de toreros, ¿no?

- Sí. Madrid debería seguir apostando por la fiesta de toros gracias a algunos aficionados. En cambio, otras muchas plazas están ya por la fiesta de toreros y ello conlleva la invalidez del toro. El resultado es una fiesta degenerada y devaluada. Al toro primero hay que poderle y después, hacerle la faena. Ahora se está toreando al revés... lo que se hace así no vale para nada...



¿Qué les parece? No sólo va a misa todo lo que dice sino que han pasado más de treinta años y la situación se ha tornado incluso peor que en su época. Con el norit que menudea hoy, esto es, un animalico al que no hay que poderle porque viene ya domesticado de la finca, 'lo que se hace así no vale para nada'. ¡Qué triste! ¡Y cuánta verdad hay en ello!

No nos vamos sin dar nuestra opinión sobre la lidia del sobrero de Couto de Fornilhos que dio lugar a muchos comentarios. Era un toro negro mulato, bragado, meano, axiblanco, badanudo, con poco cuello, bajo de agujas y bien encornado. Las fotos son del maestro Moore:



Salió husmeando la arena y rehuyendo los capotes, escuchándose protestas tan absurdas como ignorantes. Transcurrieron seis minutos sin que recibiera un solo capotazo porque nadie se atrevía (pueden verlo aquí). Nos pareció mal que el presidente Sanjuán aguantase tanto tiempo sin cambiar el tercio, cosa que hizo por fin a los siete minutos. El primer lance se lo tragó casi a los doce. 



En el primer puyazo acudió al relance, donde le taparon la salida y recargaron con dureza, cosa de la que no nos quejamos dada la condición del toro. En el segundo volvió a recibir otra paliza, esta vez con carioca incluida. El tercer puyazo fue prácticamente un picotazo del que huyó igual que de los dos anteriores.

Fonseca salió a pegarle sus tres primeros lances y debía de estar tan nervioso que se desmonteró para pedir el cambio cuando ya estaba concedido y habían sonado los clarines.



Se le pusieron cinco banderillas a toro pasado, cosa que no criticaremos a pesar de que a toros más difíciles, como los de Reta en Tafalla, tanto Tornay como Omar y Venturita los parearon con brillantez y valentía cuadrando en la cara, recuerden aquí.

Fonseca cogió la muleta inquieto por lo que pudiera acontecer pero para su fortuna el toro pasó de ser un manso huidizo, traidor y arreador a blandear de remos embistiendo con nobleza y bobería a partes iguales. No dio ningún problema al diestro. Observen en la segunda imagen la sangría que exhibe el animal sobre la piel:




¿Lo habían matado en el caballo? Sí, seguramente, pero son tantas las veces que los toreros ordenan matar en el peto toros que no tienen culpa, que la paliza que le dieron a éste no es que la justifiquemos pero la podemos entender dada la actitud que demostró de salida. Así lo vimos nosotros.

Y volviendo a don Luis Espada, recomendamos leer esta entrada a los lectores más jóvenes que no llegaron a conocerlo. Ahí le hacíamos un homenaje con motivo de su fallecimiento.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa. 


 

lunes, 23 de septiembre de 2024

¿ONETORO R.I.P.?

Íbamos a comentar algo sobre lo acontecido en Las Ventas el pasado domingo pero queda pendiente ya que ha saltado la noticia de que Onetoro hace mutis por el foro porque dice que no le salen los números. El comunicado de esa presunta despedida lo pueden leer aquí.

Ya saben que nosotros no dominamos las cuestiones de despachos en este mundo de golfos que es el de los toros. Y encima lo que sabemos es off the record y por tanto no podemos hacer uso de esas informaciones. De ahí que plantearemos esta entrada más como preguntas o dudas que como respuestas o certezas.



Salvo que alguien nos rectifique, la idea de la plataforma salió de empresas taurinas importantes. Debieron de hacer las cuentas del Gran Capitán pensando que todo el monte sería orégano y podrían repartirse pingües beneficios. Según los datos que se exponen en el citado comunicado, el planteamiento inicial era que si se suscribían 200.000 personas no sólo se cubrían gastos sino que había para pagar los famosos derechos de imagen que ya resultan más que sospechosos para el aficionado. Recuerden ustedes que esa espinosa cuestión fue la que dio al traste con las retransmisiones de Movistar, que no pudo o no quiso hacer frente a ellos. Los de Onetoro afirman que llevan inyectados en dieciocho meses más de veinte millones de euros en concepto de esos dichosos derechos de imagen (!).

Pero ha pasado el tiempo y resulta que de los 200.000 previstos la cosa se ha quedado en 53.000, con lo cual la prevista merienda de negros, dicho sea sin ofender, se ha quedado en cuatro canapés de salmón ahumado. Pensaron que retransmitiendo sin depender de un canal los suscriptores saldrían de debajo de las piedras y no ha sido así.

Echan la culpa al pirateo afirmando que de cada cuatro aficionados que ven una corrida, sólo uno paga. En Hispanoamérica hablan de uno de cada veinte... Claro, con ese cálculo hacen bueno su planteamiento de que si los 53.000 abonados actuales los multiplicamos por los cuatro que deberían pasar por taquilla, nos vamos a los 200.000 que necesitarían para mantener el canal. Prosiguen sus lamentaciones quejándose de que parece mentira cuando cada corrida sale por 1,28 euros. Hombre, eso es verdad pero también lo es que hay un altísimo porcentaje de corridas retransmitidas que no interesan a nadie y que te tienes que tragar en el pack.



Mantener el canal quiere decir hacer frente a los cuantiosos gastos de esos derechos de imagen que Dios confunda. Los taurinos no quieren rebajarlos y continúan en su huida hacia adelante. Lo único que les preocupa es ordeñar una vaca que ya está moribunda pero eso les da igual. Hacen bueno el viejo refrán español de que 'quien venga detrás, que arree' o el de 'ande yo caliente y ríase la gente'.

Dicen que no retransmitirán los festejos previstos por los que esos más de cincuenta mil abonados han pagado. Hombre, suponemos que para evitar reclamaciones por incumplimiento de contrato, devolverán la parte alícuota correspondiente a lo que queda de temporada. Reconoceremos que tuvimos un problema con ellos por una duplicidad de cargos y no tenemos queja porque lo solucionaron devolviéndonos lo cobrado indebidamente (en cambio, no nos hicieron ningún caso cuando les solicitamos que habilitasen la posibilidad de ver las corridas sólo con el sonido ambiente). Quiere esto decir que confiamos plenamente en ellos de cara a esa compensación económica para no dejar al aficionado descontento e indignado (y más teniendo a un abogado en nómina como comentarista técnico).



¿Servirá este toque de atención de Onetoro para rebajar los derechos de imagen a partir de los cuales algunos se lo llevan crudo? ¿A cuánto ascienden esos malhadados derechos y cómo se justifican cuando apenas hay diestros que llenen las plazas? ¿Los de la plataforma han redactado ese comunicado sólo como forma de aviso a navegantes esperando que la sangre no llegue al río? ¿No hay ninguna solución técnica para controlar esa piratería de la que tanto se quejan? ¿Devolverán el dinero a los abonados anuales proporcionalmente a lo que prometieron darle y no le darán?

Solamente para la última pregunta tenemos respuesta y es que estamos convencidos de que sí. Lo demás en estos momentos es una incógnita. Vaya usted a saber si esto ha sido un toque para en breve hacer otro comunicado diciendo que por respeto al abonado sí que van a ofrecer lo prometido a pesar de seguir perdiendo hasta la camisa y bla, bla, bla. La otra posibilidad sería que los taurinos se bajasen los pantalones con lo de los derechos de imagen pero aquí en lugar del bla, bla, bla pondremos ja, ja, ja.

Si ustedes lo ven diferente o tienen algo más que añadir a esta situación aparte de lo que hemos expuesto, nos vemos abajo en los comentarios.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa


viernes, 20 de septiembre de 2024

LA LETRA, CON MULTAS ENTRA

Los amigos de la Asociación El Toro de Madrid tuvieron a bien enviar una carta sobre buenas prácticas en la suerte de varas. Los destinatarios fueron la empresa de Madrid, Abellán, Equigarce y los más importantes: las dos asociaciones de profesionales taurinos. Ellos deberían ser la clave para que todo cambiase pero no caerá esa breva y la carta quedará en un brindis al sol.



De lo que se pide en esa carta, que pueden leer completa aquí, va a misa todo o casi todo. Empieza hablando de la degeneración de la suerte de varas, de la desidia de los profesionales, de la vulneración constante del reglamento y de la anuencia de la autoridad. ¿Se imaginan ustedes cualquier otro espectáculo donde una parte del mismo fuese un auténtico desastre como es el caso que nos ocupa? Sus clientes denunciarían la estafa y los medios especializados pondrían el grito en el cielo. 

Fíjense aquí abajo en el que puede ser uno de los puyazos más repugnantes del año. Lo sufre un novillo de María Cascón en Navalcarnero. ¡Una carioca de cuatro vueltas! Las tres primeras recargando y barrenando y la cuarta dándole al túrmix. Es de lo más asqueroso que hemos visto esta temporada, que ya es decir...



¿Qué puede hacer Carolina Fraile frente a esta ignominia? No obstante, los ganaderos llevan en el pecado la penitencia porque callan para que los taurinos no los pongan en la lista negra. El primero que debería levantar la voz sería Bañuelos como presidente de la Unión pero es un triste cero a la izquierda. Y el segundo, Victorino Martín, como presidente de la Fundación que lleva el nombre del animal al que humillan y masacran cada tarde esta pandilla no de profesionales sino de sinvergüenzas. Pero Martín va a lo suyo y en este tema ni está ni se le espera.

Volviendo al documento de la Asociación,  empiezan hablando de colocar bien el toro en suerte y dar el pecho del caballo. La pregunta es si en las escuelas taurinas enseñan a los chavales a colocar el toro bien en suerte al caballo. Y lo de dar el pecho, ¿para qué? Es más cómodo atravesarlo aprovechando la desmesurada superioridad del piquero contra el toro. La norma que debería regir es la de pica como si el caballo no tuviera peto pero de eso se ríen a carcajadas estos caballistas, que, en general y salvo alguna muy honrada excepción, son gente vil y sin oficio. Cuando no había peto estaban muy mal vistos los picadores a los cuales el toro hería su cabalgadura del estribo para atrás. Hoy, con la carioca criminal y la mano izquierda asesina, les da igual ocho que ochenta.



En segundo lugar hacen una reflexión para el aficionado con el fin de que se fije no solamente en que el toro pueda acudir de largo sino en la pelea que haga en el peto y en si sale suelto. No obstante, desde el momento en que el 95% de los picadores le tapan la salida, es muy difícil calibrar la bravura del animal cuando lo han atrapado a traición ahí debajo.

En tercer lugar hablan de tirar el palo, que es lo que antiguamente se hacía para detener. Asimismo insisten en no herir trasero pero eso es una batalla perdida por lo que contábamos aquí. Y acerca del daño que se hace al toro picándolo en el espinazo, recuerden esta otra entrada. Entre los toreros circula la idea de que picando trasero el toro se para y lo que no quieren de ninguna manera es que el animal se mueva. El movimiento es una parte fundamental de la casta. Como el fondo de casta no es el mismo en unas ganaderías que en otras, ya pueden suponer que picar atrás de manera asesina, que siempre es algo premeditado, se acentúa dependiendo del hierro.

Precisamente hablando de puyazos traseros, hemos ido a nuestro archivo para recuperar las fotos que hicimos en la corrida concurso de hace cinco años en Las Ventas y que pueden recordar aquí. Observen cómo y dónde se picó a los seis toros:








No estuvimos en la de la semana pasada pero seguro que podríamos presentarles un reportaje similar.

Hablan después en la carta de no barrenar, de no darle al túrmix, de dosificar el castigo y de rectificar los puyazos mal colocados. Ojo con esto último porque cuando rectifican ¡todavía clavan más trasero! Nosotros no somos partidarios de la rectificación, lo mismo que el público francés, que muestra siempre su disconformidad cuando el piquero hace dos agujeros. Lo correcto sería que el maestro acudiese raudo a sacar el toro de allí y volviese a ponerlo en suerte. Pero habrá que esperar a que las ranas críen pelo antes de ver eso.

Y llegamos a la clave, lo único que se puede hacer, en nuestra opinión, para que esta gente entienda que no pueden seguir así: las multas. Por eso hemos puesto ese titular a la entrada. Se trataría simplemente de aplicar a rajatabla el artículo 72.4 del reglamento nacional:

QUEDA PROHIBIDO BARRENAR, TAPAR LA SALIDA DE LA RES, GIRAR ALREDEDOR DE LA MISMA, INSISTIR O MANTENER EL CASTIGO INCORRECTAMENTE APLICADO. SI EL ASTADO DESHACE LA REUNIÓN, QUEDA PROHIBIDO TERMINANTEMENTE CONSUMAR OTRO PUYAZO INMEDIATAMENTE. LOS LIDIADORES DEBERÁN DE MODO INMEDIATO SACAR LA RES AL TERRENO PARA, EN SU CASO, SITUARLA NUEVAMENTE EN SUERTE MIENTRAS EL PICADOR DEBERÁ ECHAR ATRÁS EL CABALLO ANTES DE VOLVER A SITUARSE. DE IGUAL MODO ACTUARAN LOS LIDIADORES CUANDO LA EJECUCION DE LA SUERTE SEA INCORRECTA O SE PROLONGUE EN EXCESO.



Según lo leído, cada tarde podrían proponerse para sanción a no menos de cuatro o cinco picadores y/o a los diestros correspondientes. Si se hiciese esto, los profesionales se darían cuenta de que venir a torear a Madrid supondría salir cada tarde con el bolsillo afectado. ¿Boicotearían la plaza negándose a torear? Que lo hagan, a ver quién puede más. Seguramente acabarían no yendo todos a una y los que finalmente viniesen se esforzarían en hacer las cosas medio bien.

Hablan más adelante de que se tapen todos los actuantes excepto dos: el diestro cuyo toro se lidia y un peón. Los espectadores venteños están hartos de ver cómo los profesionales se mueven, patean los capotes o hablan entre ellos distrayendo siempre al toro recién puesto en suerte. ¿Se creen que no lo vemos? Estamos convencidos de que lo hacen para que al distraerse, el toro no acuda, la suerte se dilate y el público se canse.



El texto de la Asociación critica también la actitud de los monolistos, en la misma línea que denunciábamos nosotros aquí. El reglamento debiera ser más explícito en su artículo 72.8 dados los abusos que vemos permanentemente y que pueden recordar en las imágenes del enlace anterior. Especifica simplemente que los monosabios serán auxiliares del picador y podrán ir provistos de una vara, nada más.

Sugieren en la carta que por lo menos en estas corridas teóricamente toristas del mes de septiembre los toros entren tres veces al caballo. Sería la manera de obligar a los profesionales a olvidar el monopuyazo español. Lamentablemente, en los festejos celebrados no hemos visto nada de esto sino más de lo mismo.

Dicen también que se pese públicamente los caballos y que estén bien domados. Recordamos cuando en un patio de caballos uno de los Cedillo nos insistía en que sus animales estaban muy bien domados y que el problema era que los picadores no sabían montar. Le propusimos que por ejemplo antes de San Isidro hiciesen una demostración gratuita en el ruedo de Las Ventas para que los aficionados calibrasen la buena doma de sus caballos. Por supuesto que fue como si oyese llover. 

Luego resulta que salió El Bene en la feria de 3Puyazos y cuando todos esperábamos que nos deleitase con una exhibición de doma de su propio caballo, se atornilló al ruedo y no se movió ni siquiera para dejar en buen lugar a sus propios animales (y de paso ridiculizar a todos los que nos quejamos).



En el último párrafo de la carta llega nuestra principal discrepancia. Hablan los amigos de El Toro de que se cumpla el reglamento cuando dice esto en el artículo 72.2:

EL PICADOR CUIDARÁ DE QUE EL CABALLO LLEVE TAPADO SÓLO SU OJO DERECHO Y DE QUE NO SE ADELANTE NINGÚN LIDIADOR MÁS ALLÁ DEL ESTRIBO IZQUIERDO.

¡No! Es mejor dejar las cosas tal como están porque si se obliga a destapar un ojo, esta gente ruin y desalmada volverá a perpetrar los abusos antiguos. Nos referimos a meter sal o ceniza en el ojo libre del pobre caballo o directamente pegarle un puñetazo para desgraciarle el globo ocular e impedirle la visión. Es lo que se hizo toda la vida.



Alabamos la buena voluntad de la Asociación El Toro por la redacción de esta carta pero es dar coces contra el aguijón. Aunque si a ellos no les hacen caso, imaginen el que harán a lo que digamos en nuestro modesto blog. La prueba de que ni a la empresa ni a los profesionales les interesa nada de todo esto es que el tercio de varas en estas corridas presuntamente toristas de septiembre ha sido el mismo desastre de siempre. Fíjense en que en el festejo estrella que era la concurso sólo acudieron al caballo tres veces dos toros. Y en los resúmenes en vídeo, que elaboró la propia jefatura de prensa de la empresa y no Onetoro, las imágenes del primer tercio no aparecen. Total, ¿qué más da?  Lo único que hacen en esos vídeos es freírnos a muletazos que en el 95% de los casos son banderazos. El resto de la lidia lo ignoran.

Hablábamos hace poco con un amigo que trabajó durante muchos años en Las Ventas en la cuadra de El Pimpi y cuando le enumerábamos todos los abusos que cometían los implicados en la suerte de varas asentía. Al terminar nuestro speech afirmando que los toros es donde más golfos hay por metro cuadrado, incluso más que en la política, nos decía: en eso no tengo más remedio que darte la razón.

Ya ven que, en general, la carta nos parece perfecta con las pequeñas salvedades apuntadas. Pero dejar todo esto en manos de Abellán, de la empresa y de los profesionales es sembrar en la arena. Lo mejor sería dirigirse a los presidentes y pedirles únicamente que apliquen el reglamento. Si lo hicieran estrictamente, proponiendo para sanción cada tarde a muchos de los actuantes, es posible que algo cambiase. Y en ningún caso se les podría acusar de abuso de poder ya que se limitarían a cumplir el reglamento, cosa que ahora no hacen.



Don Félix Campos Carranza presidía en Madrid y rara era la tarde que no se saldaba con un mínimo de cuatro o cinco propuestas para sanción. Ah, y por supuesto que la reincidencia debería llevar aparejada la inhabilitación por varios meses o por el resto de la temporada. Si se hiciera así, muchos picadores de la pasada feria de San Isidro no hubieran vuelto a picar hasta octubre o hasta el año que viene. ¿No creen ustedes que si nos pusiésemos serios este personal espabilaría?

Dicen que con dulzura y amor se enseña mejor pero para los profesionales taurinos esto no sirve. Es preferible aplicar lo de que la letra, con sangre entra.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.

lunes, 16 de septiembre de 2024

UN TORO SE VENGÓ DE LA CARIOCA

De las corridas que se celebraban ayer quizá la menos interesante era ésta que les vamos a comentar, con Alcurrucén en Madridejos. Teóricamente lo mejor estaba en Madrid pero los motivos laborales y económicos no nos permiten ir y venir por ahí ya que no vivimos de esto. No obstante, los que quieran una versión independiente y sin tapujos de lo acontecido en Las Ventas, bajen a la sección de comentarios porque intervendrán amigos del blog que estuvieron presentes.

Volviendo a Madridejos, no hagan caso de las siete orejas porque eso no tiene ningún valor. Tampoco hagan caso de las caritas que presentaron los toritos de Lozano. En un festejo que duró más de dos horas y media sólo hubo cuatro cosas destacables, cuatro cosas buenas de verdad. Son pocas para tanto rato pero si quieren saber cuáles fueron no tendrán más remedio que leer la crónica que sigue a continuación.



Estos toritos de Alcurrucén salieron mansos en varas, con la duda de quinto y sexto. En la muleta no dieron problemas, todos muy obedientes excepto ese quinto, el único un poco respondón. Las encornaduras, manifiestamente mejorables, con más de dos sospechosos de pitones como podrán comprobar. Los de la televisión manchega sí enseñan primeros planos de las puntas (cuando hay puntas), no como los de Onetoro, que se van al plano general para evitar enseñar boliches y poner en un brete a esos comentaristas que tanto hablan de integridad.




MORENITO DE ARANDA. Siempre lo esperamos con interés porque sabe torear. Precisamente por eso solemos ser duros con él cuando nos la da con queso, como hizo en esta ocasión. Su primero fue este negro mate, chorreado en morcillo, listón, astracanado, bajo de agujas y corniapretado:



Era muy flojo de salida y en dos picotazos entró y se marchó. Moreno no tenía ni para empezar con él por obediente, dócil y distraidillo. No hacía falta poner esa cara como si se estuviera enfrentando al minotauro:



Su toreo fue indigno de él dada su extremada vulgaridad. Estocada arriba pero ladeada más descabello y primera orejica:



Su segundo era colorado oscuro, bragado, listón, calzado de pies, astracanado y estrellado (no lucero como sostenían equivocadamente los dos televisivos). Venía bien picado del campo:



Inexistente primer tercio y luego el torillo que se dedicó a pasar por ahí. De nuevo vimos a Morenito retorciéndose, premioso y toreando como uno del montón, una lástima.



Lo primero bueno de esas cuatro cosas que resaltábamos al comienzo fue su estocada. Se tiró con gran fe, cosa inhabitual en él, y dejó una estocada desprendida y tendida hasta el gavilán aunque perdiendo la muleta por un pisotón. La segunda cosa buena de la tarde fue la muerte del toro ya que estaba amorcillado y de repente empezó a caminar hasta salir a morir a la segunda raya. Dos orejicas más.



LORENZO. Su primero era un negro, bragado y meano, casi brocho como ven, pero de mucho trapío según César Jiménez. Ustedes mismos:




Lo pinchan en el espinazo y huye como alma que lleva el diablo. Cambio de tercio. Pues a pesar de ese simulacro resultó ser un toro de paja, perfecto para practicar toreo de salón dada su bobería. Lorenzo destoréo muy a gusto, fuera de cacho y picando. No les engañamos:



En cambio, los televisivos se deshacían en alabanzas, parecía que estaban viendo a Belmonte en la del Montepío. Estocada con telonazo, que se va baja y atravesada (para De Blas, una gran estocada...) más descabello. Bien el presidente negando la segunda oreja aunque incoherente con lo que haría después:



El quinto era negro listón y con pitones de Canarias:




Estábamos por cortar de una vez la retransmisión cuando el toro nos deparó un empuje monumental, llevándose veinte metros al caballo y eso que tenía la salida tapada, ¡bravo! Ésta fue la tercera situación memorable de la tarde, nos queda una:



En la segunda entrada se repuchó. Luego retrocedía, husmeaba, se reservaba y de pronto arreaba. Lorenzo ahí no pudo destorear porque lo hubiese levantado del suelo pero su faena no despegó:



Media trasera y dos orejicas más, ya hemos perdido la cuenta:




JORGE MOLINA. Tomó la alternativa con este salinero, facado, bociblanco, listón y lavado de pies. Observen la carita que exhibía porque para César Jiménez estaba muy bien conformado de pitones:



Tres veces fue al caballo para huir al hierro en las tres. En la primera lo pincharon en el costillar, cerca de los ijares. Aunque estaba entero tenía la gasolina justa. Molina estuvo aseado, quieto y sin dejar que le puntease la tela. Dos tandas de naturales resultaron académicas en el mal sentido:




Pinchazo claramente bajo (arriba dijo De Blas), otro traserísimo perdiendo la muleta (arriba dijo ahora Jiménez) y tendida trasera perdiendo de nuevo los avíos. 



Qué manía tienen estos dos con darnos gato por liebre cuando lo estamos viendo. Los toros son las únicas retransmisiones donde los comentaristas se empeñan en engañar absurdamente al telespectador.

El sexto era un negro azabache, terciado, bragado, aleonado, degollado y cornialto:



Y entonces llegamos al cuarto momento brillante de la corrida. El picador Sánchez inició la carioca nuestra de cada día pero cuando llevaba 180º, el de Alcurrucén metió los riñones, romaneó y derribó a caballo y caballero. ¡Cómo nos alegramos del batacazo! Ojalá pasase eso en cada carioca que perpetran los de la banda del castoreño, otro gallo cantaría...



Se orientó en banderillas y después llevaba la cara por las nubes, como ven abajo. Molina anduvo un poco hotelero en el fondo y pegando pases en la forma:



En la imagen se confirma lo que decíamos de que el animal era terciado, siendo generosos. Tendida muy trasera y cruzada saliéndose con descaro y, a pesar de ello, dos orejillas más para acabar de poner la tienda del casquero en el mercado:




Vimos una de los festejos más triunfalistas del año, casi tanto como la corrida de Béjar, donde hubo también siete orejas más un azul. Naranja, creemos que no. Estos presidentes la gozan con los despojos porque su deseo es hacer feliz a la gente. La integridad de los pitones y el cumplimiento del reglamento, especialmente en la concesión de la segunda oreja, se los pasan por el forro.

¿Qué les han parecido las cuatro cosas que hemos destacado de la corrida? ¡Las cuatro únicas en casi tres horas de festejo! Si no lo vieron, pueden acudir al vídeo y buscar directamente esos cuatro instantes. Liquidarán la corrida en cuatro minutos y podrán dedicar su valioso tiempo a otros menesteres.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.